Disclaimer: Desde luego, Himaruya nunca se querría ver involucrado en algo como esto, no sé como puedes querer que le mencionemos siquiera.


Campamento

Un par de horas más tarde, cuando el avión de British Airways aterriza en Heathrow e Inglaterra y Estados Unidos están esperando en la cinta para recoger sus respectivas maletas, el británico enciende de nuevo su teléfono encontrándose eso... se le hace un nudo en la garganta y se pellizca el puente de la nariz pensando en que había determinado dedicarse al estadunidense en exclusiva a partir de ahora, ya que Francia se largaba con Polonia y Canadá a tener una orgía en Europa del este con sus amigos idiotas... y ahora le mandaba eso que hacía que prácticamente le dieran ganas de vomitar otra vez... y no porque no le gustara o no lo quisiera.

Francia prende el teléfono en cuanto en el avión les dan la instrucción de que pueden hacerlo, esperando tener alguna respuesta del inglés. Sin éxito. No es hasta que no caminan hasta la banda de las maletas, y luego hasta la salida y no es hasta que empieza a buscar desesperadamente a España y a Prusia y los ve a lo lejos, que guarda el teléfono en su bolsa, olvidando el tema momentáneamente.

Inglaterra se pasa la mano por el pelo pensando en qué cojones tiene que hacer con esto... y qué será lo mejor... recogiendo sus maletas en cuanto salen y llamando la atención de América para que recoja la suya.

El americano toma su maleta, sonriente y más relajado por estar en Inglaterra de nuevo, dedicándose a hablar con todo el que hable inglés que encuentre por ahí, que incluye a un MONTÓN de personas. Toma además las maletas del inglés (o al menos intenta quitárselas).

El británico se muerde el labio aun pensando sin ganas de reñirle por estar molestando a la gente, sin darse cuenta siquiera, siguiéndole taciturno... ¿qué demonios se supone que tiene que responder? ¿Qué él también? sí, claro, antes muerto que dejar pruebas... pero es que además, ¿de qué serviría eso? él está ahí, con América, no con Francia, no es justo para América.

Are you ok? We're home! —pregunta el americano y le mira de reojo sonriendo.

Quizá si le manda eso Francia se ría de él ahí con sus amigos. Aprieta los ojos y se sonroja, avergonzándose solo de imaginarlo.

What? —pregunta saliendo de sus pensamientos.

Are you ok? —frunce el ceño volviendo a mirarlo de reojo y caminando hacia los taxis.

Yes... yes —sonríe de medio lado, forzadamente durante un segundo... pero si es verdad... si fue verdad... que no puede pensar que no lo fuera, es decir... ¿Tanto podía Francia actuar? ¿Tanto? ¿Después de lo que hizo Great Britain con él y como le encontró Northen Ireland? Sonríe de vuelta un poco forzado, sentándose en el taxi mientras sigue pensado y mirando por la ventanilla "quizás puedas fastidiar a alguien más unos días..." acaba por escribir, pensando que se puede interpretar de manera ácida o no.

"No tiene la gracia que tiene fastidiarte a ti, Rosbif" responde Francia de manera prácticamente inmediata. El inglés aprieta los ojos con fuerza al leerlo... y luego se vuelve a América.

— ¿Y qué cosas has comprado? —le da conversación para que se entretenga un poco y no se fije en lo mal que se encuentra.

—¿Comprado? Ahh! Pues... la camioneta, y mantas, y ropa térmica, y sleeping bags, y una tienda de campaña para nieve, y... cosas divertidas para nosotros —se ríe.

—¿Qué cosas divertidas? —pregunta levantando una ceja y mirándole un momento mientras envía "no te quejes, tú al menos puedes fastidiar a alguien, si fastidio al niño, se monta un drama".

"No creo que el garçon sea tan frágil, honestamente" contesta Francia y luego de un ratito más, agrega, "Perdona, es solo... no es tan rápido. Pásalo bien"

—Pueeeeeeeeees... juegos de mesa y... otras cosas que mandé a comprar. Ya las verás —se ríe infantilmente. Inglaterra mira la respuesta... Y se queda en silencio, taciturno sin saber qué hacer. Finalmente suspira y guarda el teléfono sin responder.

—Tengo juegos de mesa en casa, podríamos haberlos llevado —explica inocentemente.

—Errr... bueno sí, pero hay otros juegos que creo que no tienes en casa —le cierra un ojo y se ríe como idiota. Francia agrega un último mensaje a la lista.

"No voy a Pologne a liarme con él"

El inglés le mira malpensando pero sin estar seguro de si tiene que hacerlo o no... Y luego da un saltito cuando le vibra el teléfono, sacándolo.

—¿Qué clase de juegos? —pregunta mirando el teléfono y empezando a escribir una respuesta.

—Pues... Iggy... esos juegos que se juegan en las tiendas de campaña, en la oscuridad, en los campamentos, cuando uno tiene frío —se ríe.

—¿A contar historias de miedo? ¿Has comprado un libro? —pregunta extrañado mientras manda "no tienes que darme explicaciones". América se ríe.

—¡Es una buena idea! Damn! ¿Cómo no se me ocurrió? —protesta.

—No te preocupes por eso, yo conozco un montón —responde sonriendo.

—Eso imagino... ¡pero tus historias no me dan miedo! —se ríe.

—Oh! ¿Eso crees? —pregunta mirándole. Francia no contesta nada.

Of course not... —hace un movimiento con la mano como para quitarle importancia—. Tus historias son de magos y cosas así... booooooooring —se ríe.

Maybe podría contarte alguna que no fuera de magos —responde orgulloso. El americano se ríe.

Awesome! Vamos a pasarla muuuuuy bien. Nos vamos hoy mismo, right?

—Pues... I don't know... Your rules —responde y vuelve a sacar el teléfono y envía "I'm sorry" a Francia.

—Mmmm... ¿Cuánto tiempo es el viaje? —pregunta metiéndose una barra de chicle a la boca y ofreciéndole un poco.

—Un buen rato en coche... habríamos ido más rápido en tren —responde mirando el teléfono una última vez antes de guardarlo.

— ¡Pero ya tenemos camioneta! —le mira sonriendo—. Y yo quiero conducir... jaja!

—Bueno —concede— también depende de que tan al norte quieras ir.

"I do not forget", responde Francia después de unos instantes y le manda la foto de un bosque rosa… España ya podría quitarle el teléfono a Francia...

—Pues... no sé, eso deberías saberlo tú —saca el PSP — Jo... voy a extrañarte.

— ¿Yo? ¿Cómo voy a saber yo que tan al norte quieres ir? Scotland es bastante grande, quizás no hace falta subir más de Edimburgh... o podríamos quedarnos por Newcastle.

—Ehhh... no tengo idea… ¿Dónde es más bonito? —pregunta absorto en el PSP. El británico le responde sacando el teléfono y cuando ve lo que le ha mandado traga saliva "a bloody way to burn" responde.

— Bueno, Newcastle no está en Scotland, pero es bonito...

—Es bonito, ¿qué tan bonito? ¿Bonito aislado, en donde no podamos ver a ningún ser humano en tres días? — pregunta levantando la vista del PSP.

—Ehm... well... creo que te gustará más si vamos por Edimburgh —suspira.

"Háblame cuando vuelvas de tu retiro en las heladas praderas. Te invito un café... sin mostaza", escribe el galo.

Cool... Edimburgh será... —responde abstraído volviendo a mirar el PSP—, Are you ok?

—En el norte... esta el bosque de Galloway... o el parque Northumberland... o la montaña de Cairngorn que son reservas naturales —explica con una cara digna de que le pregunten si está bien, mirando el teléfono— ehm...

El americano baja el PSP.

What's wrong? No me vas a decir que no puedes ir, ¿verdad? —estira la mano hasta tocar el teléfono. Inglaterra da un salto quitándolo de su alcance, apagándolo y guardándolo rápidamente en su pantalón, histérico.

— NO!

América se queda con la mano estirada, la boca abierta y cara de sorpresa.

—Es decir... of... of course que puedo ir —responde apartando la vista y sonrojándose un poco. El estadunidense baja la mano y frunce el ceño.

— Estás muy raro

El británico se pasa una mano por el pelo.

I know

Why? —le mira a los ojos con el ceño fruncido y preocupación.

It's... hard —explica mirándole. El menor aguanta la respiración.

I don't care. Quiero saber.

—Ya lo sabes —responde apartando la vista. América traga saliva.

— Es lo de Russia?

El inglés aguanta la respiración y se odia por hacer esto, suspirando. Estados Unidos se cruza de brazos mirando a la ventana.

— Nunca debí decírtelo —susurra parpadeando. Inglaterra se vuelve a él.

Why not?

Éste se quita el pelo de la cara con una mano, sin dejar de mirar por la ventana.

xoOXOox

El taxi llega a Londres y se detiene frente a la casa. América abre la puerta del taxi y sale sin decir nada mientras el inglés se queda unos instantes mirándole y luego le paga al taxista, bajándose tras él.

El estadunidense abre la cajuela, saca las maletas y luego camina unos pasos hasta una camioneta que está parada del otro lado de la acera, saludando con la mano al conductor. Inglaterra se va a la puerta de la casa sacando las llaves. América empieza a dialogar con la persona de la camioneta y se escucha su risa.

El británico le mira de reojo mientras entra y suspira una vez en el recibidor. Vuelve a sacar su teléfono yendo a la cocina y a por una bolsa. Estados Unidos vuelve unos minutos después.

England?

Éste escribe a Francia "té para mí, Frog" y luego empieza a recoger en la bolsa paquetes de frutos secos, galletas de mantequilla y chucherías, (también unas de las galletas que Northen Ireland robó de Paris y Great Britain se llevó de Manchester, porque Inglaterra le roba a todo el mundo, incluido a sí mismo). Se sobresalta en cuanto oye al americano.

England? —repite entrando a la cocina.

I'm here —responde acabando de meter también un poco de fruta y todas las latas de cerveza y Coca-Cola que tiene en la nevera.

Are you ready? —pregunta sin sonreír con las manos metidas en las bolsas.

—No... Quisiera cambiar mi maleta —explica— ¿Qué has hecho con ella? —luego cierra la bolsa— Y ¿podrías llevar esto al coche? —se la tiende.

—Cambiar tu... —frunce el ceño—. No tienes que llevar nada, está todo empacado en la camioneta —la señala con el pulgar, recibiendo la bolsa que le da.

—La maleta que usé en Moscow tiene ropa de trabajo y zapatos de ciudad, quisiera llevarme ropa más cómoda y unas botas más duras —explica. El americano frunce el ceño aún más y hace los ojos en blanco.

— Te estoy diciendo que ya están en el coche... hay ropa para ti más cómoda y un par de botas de alpinismo. Acabo de revisar la maleta.

Inglaterra le mira pensando en algo... y luego aprieta los ojos.

Bloody hell! —protesta recordando. El menor sopla por la nariz.

— ¿Ahora qué?

—Mis Dr. Marteen... nunca las recuperé —explica recordando la última vez que las usó en su cumpleaños.

—¿Recuperaste de dónde? —pregunta frunciendo el ceño. El británico niega con la cabeza quitándole importancia y luego piensa en algo... y se sonroja un poco.

— Lleva esto al coche, recojo un par de cosas de arriba y vengo.

—Estas no son Dr. Martens... son de alpinismo —le mira—. God... —hace los ojos en blanco y se da la media vuelta, caminando a la puerta.

I know... solo me acordé al hablar de las botas —explica yendo detrás suyo para subir.

Con el ceño fruncido, américa camina hasta la camioneta... que he de decir que es una Jeep y tiene el asiento del piloto donde tiene que estar de acuerdo a sus estándares (es decir a la izquierda), ve a adivinar de dónde coño la ha sacado...

Inglaterra sube a su cuarto y recoge en una mochila pequeña algunas cosas básicas que no está seguro que el niño haya recordado llevar, una navaja... tendría que llamar a Suiza un día de estos... un rollo de papel de vater, una linterna, unas vendas y algunas medicinas del botiquín, jabón, un libro sobre las constelaciones y las estrellas, uno de historia de Poe... y luego se detiene frente a su armario dudando un momento, sin estar seguro, se sonroja otra vez.

América se sube al coche, sonriendo por la compra, y empieza a probar toooooooooodas y cada una de las cosas y novedades que tiene la camioneta... desde el bluetooth hasta el cómo quitar la llanta de refacción trasera.

Finalmente, MUY sonrojado y sin atreverse a levantar la vista más allá de la alfombra, toma uno de sus Kilt, metiéndolo en la bolsa, luego baja al salón y se lleva también un silbato, una brújula, unas velas, un mechero, algunos mapas de papel y un paraguas... y por fin sale arrastrando los pies aun medio incomodo por lo que se está llevando.

Al final de la aburrición, termina abriendo la cajuela y revisando todas las cosas nuevas que le han comprado, que son un montón, y empezando a comerse unos palitos de regaliz rojo que están en una gran caja, mientras barajea unas... barajas.

El británico se asegura de cerrar la puerta como es debido y dejar toda la casa de nuevo asegurada (mirada inevitable al garaje para comprobar la puerta que protege a sus pequeños) y se acerca a la camioneta.

— Aquí está —le tiende la bolsa que ha preparado.

— ¿Qué es eso? —levanta las cejas.

—Es mi bolsa extra de las emergencias —responde sonriendo. El americano le sonríe de regreso al ver que sonríe.

Ok... bolsa de las emergencias —la toma y la carga hasta la cajuela, lanzándola adentro. El inglés se va al lado izquierdo de la camioneta, resignado—. What are you doing? —pregunta cerrando la cajuela y yendo hacia él.

—Pues... entrar al coche —responde como si fuera obvio, abriendo la puerta, pero mirando a al menor sin ver dentro. Éste sonríe.

—Tú vas del otro lado Iggy — se ríe.

— ¿Yo condu...? —empieza a preguntar mirando adentro y viendo el volante... frunce el ceño— Bloody hell... ¿de dónde has sacado esto? —pregunta dándole la vuelta.

—Pues... —se ríe encogiéndose de hombros y subiéndose él —... lo he pedido — se acerca y le da un beso rápido en los labios… un besito pues... así, muac, y el inglés se sonroja un poco, parándose a medio ponerse el cinturón—. Jeje... ¿A dónde dices que vamos? —pregunta empezando a picar los botones del GPS instalado en el coche.

—A Galloway —responde el otro, acabando de abrocharse.

G... A...LL... O... WAY —susurra picando con la lengua salida por una comisura de la boca— ¡Listo! —arranca el coche. El británico mira por la ventanilla pensando si volver a sacar el tema.

América saca el coche a la calzada, empezando a seguir las instrucciones del GPS, mirándolo de reojo de vez en cuando, preguntándose si debe sacar nuevamente el tema.

— ¿Por qué crees que no debiste decirme lo de Russia? —pregunta finalmente el inglés unos segundos más tarde. El americano lo mira de reojo, pisando el acelerador con más fuerza, sintiéndose un poco más normal de manejar en un coche con forma adecuada a pesar de estar en sentido contrario.

—Ehh... — se pasa la mano por el pelo y se recarga en la puerta, deteniendo el volante con una sola mano—. Porque no sirve de nada el habértelo dicho, fuera de ponerte raro. Yo debí arreglármelas yo solo con eso —admite con voz seria—. No es como que signifique nada en realidad.

Inglaterra traga saliva.

— O quizás yo pueda ayudarte —responde.

—Eso es lo que pensé —murmura de mala gana—, pero lejos de ayudarme, has dicho que debo pensarlo y te has ofendido por algo que NO tiene que ver conmigo.

El británico aprieta los ojos.

—Tampoco es fácil para mí, ok? —responde exaltado.

—Yo no quiero a Russia, ni quiero tener nada que ver con él y me importa un bledo lo que haga mi cuerpo. Yo le detesto... NUNCA podría quererle —niega con la cabeza—. I know... Por eso no debí decirte —susurra.

—Y no puedes decirme que no tiene que ver contigo —replica volviéndose a la ventana con el ceño fruncido.

—Si puedo decírtelo porque no es algo que yo haya elegido... es como estar enfermo, ok? — le mira de reojo.

—Si es así con él, entonces también lo es conmigo —replica. Estados Unidos gira la cabeza para mirarle.

What? No! Contigo si quiero... son las dos cosas... ¡lo que pasa y lo que quiero! Además, contigo no es que pasara una vez odiándote... es algo que quería y en lo que pensaba aún antes de que ocurriera —agrega.

OK, basta de chorradas, America —le mira muy serio—. Olvida esa... —se sonroja quedándose callado.

—¿Qué chorradas? —lo mira. El inglés parpadea sacudiendo la cabeza, volviendo a ponerse serio.

—Mira, esto ha pasado por algo y no ha pasado hasta ahora por algo, así que olvídate de si querías o no, o si fue con buena intención o cualquier cosa.

—¿Ha pasado por algo? —frunce el ceño, mirándolo de nuevo.

—Las cosas no pasan por que si —sentencia.

— ¿Y qué importa si pasó o no pasó por algo?

—Importa si quieres que no vuelva a pasar —explica. El estadunidense frunce el ceño, llevándose la mano de nuevo a la costra por primera vez desde que salieron de Rusia.

—Claro que no quiero que vuelva a pasar.

—Entonces hay que descubrir por qué pasó y como evitar que se repita —responde.

—Da lo mismo si se repite o no en realidad... lo que importa es que yo voy a ignorarlo —mira al frente. Inglaterra le mira y frunce el ceño.

—A mí no me da lo mismo

El chico le mira de reojo.

—Es solo una reacción física... que pasa con otras cosas... Quizás si veo a una mujer hermosa desnuda pase lo mismo, o con una película porno. No es algo TAN terrible. Además, Russia no va a volver a acercárseme al labio a menos de que quiera que lo mate.

—¿Esa es tu gran solución? ¿Hacer como si nada? —pregunta incrédulo.

—¿Cuál es tu gran solución? —le mira con el ceño fruncido. El británico abre la boca para decir algo... y luego la cierra de nuevo, frunciendo el ceño y volviéndose a la ventana—. ¿Que lo piense, que lo valore, que me plantee dejarte por ir con él? No thanks... no quiero —mira al frente.

—Pues entonces no hay nada que hacer —sentencia.

Iggy... —lo mira de reojo de nuevo, dando la vuelta a la autopista—. ¿Qué se supone que tendría que hacer, según tú?

Idon't know —responde ácido—. En lo que a mí respecta, probablemente soy la persona menos adecuada de la tierra para saber eso —sentencia.

Jesus... ¿podrías hablar bien? —le mira girando la cara hacia él por unos instantes. El de ojos verdes sigue de brazos cruzados y con el ceño fruncido—. I'm scared as shit, ok? Eso que pasó fue algo raro, algo que no esperaba y algo que definitivamente no quiero. Lo que he pensado ha sido ignorarlo, pero... —mira al frente. El otro le mira de reojo un momento—. ¿Qué piensas? —pregunta cambiando el tono de voz a uno más... suave.

—Qué ignorarlo no va a funcionar —responde menos agresivo, sin el ceño fruncido, pero aun de brazos cruzados y mirando por la ventanilla.

—¿Qué harías tú si fuera al revés? —le mira de reojo, tensándose de repente.

—El imbécil —confiesa apretando los ojos.

—¿El imbécil? —repite frunciendo el ceño—. ¿Qué quiere decir el imbécil? ¿Irías tras él dejándome a mí con un palmo de narices? —levanta las cejas ahora—. No te creo... es idiota. Porque... es que no sé por qué estás duro y dale con eso... Iggy. Yo no QUIERO ir con Russia. Russia no me importa ni siquiera un poquito y le detesto, por más excitado que estuviera cuando me lamió el labio.

El inglés baja la vista y traga saliva.

—No, eso tampoco funcionaría — confiesa.

—Entonces ¿qué quieres que haga? —se sube los lentes—. ¿Que averigüe por qué pasó? ¿Para qué?, si al final es algo que no quiero... —sentencia con absoluta determinación.

—Porque quizás saber por qué nos ayude a descubrir cómo evitarlo.

El estadunidense le mira de reojo y traga saliva, sintiéndose bien porque ha ocupado el plural.

— ¿Nos? —pregunta esperanzado, sonriendo levemente y llevando su mano hacia el británico, buscando la de él.

—Pues he dicho que te ayudaría —responde éste aun sin mirarle

—Es que no quiero que me AYUDES, sweetie... —susurra tomándole la mano y entrelazando sus dedos. Inglaterra levanta las cejas y le mira de reojo—. Quiero que... —mira al frente y cambia el tono de voz a uno un poco más seguro—. Quisiera que vieras este como un problema NUESTRO —sonríe mirándolo de reojo. El británico sigue mirándole sin saber que decir y luego aparta la vista.

—Créeme, ya considero la parte que me toca.

América frunce el ceño, mirándolo un poco desconsolado al darse cuenta que quizás no le ha entendido.

—¿A qué te refieres?

—A mi parte de culpa —explica.

What… What the hell are you talking about?

—Yo... tengo parte de culpa, debo tenerla... —responde tristemente. El menor le suelta la mano, mirando al frente y tomando el volante con las dos manos.

No, you don't.

—Tú ni siquiera quieres saber por qué ha pasado, no puedes decir que no es mi culpa —le mira de reojo cruzándose de brazos otra vez.

—Soy feliz contigo, ok. FELIZ... TODO LO FUCKING FELIZ QUE HE SIDO NUNCA! —grita —. I FUCKING LOVE YOU! Tú no has hecho NADA... la única culpa aquí es mía por haberte dicho y haber logrado... haber logrado... —se lleva una mano a los ojos y se los limpia con la manga de la chaqueta.

Stop... stop... keep calm —pide descruzando los brazos hacia él, preocupado ahora.

I HATE HIM... —solloza desconsolado, sorbiéndose los mocos y limpiándose la cara—. Le encanta quitarme cosas... no voy a dejar que me quite lo mejor que me ha pasado...

Inglaterra le pone la mano en el hombro y se sonroja un poco.

Keep Calm, I'm here, i'm just here —le dice mientras busca un pañuelo.

—Pero quieres... pero... —se limpia los ojos otra vez—, pero es que dices que es tu culpa, y no es tu culpa y... —sigue mirando al frente y yo creo que ahora van como a 1000 km/h

—Po... podrías ir un poco más despacio —pide nervioso— o... ¿quieres que paremos un momento? —le tiende el pañuelo.

—No quiero parar, quiero ir contigo a acampar —sentencia decidido, limpiándose la cara y bajando un poco la velocidad.

Yes... yes... a eso vamos —sonríe un poco de lado.

—Yo no quiero ir con Russia, Iggy... please, please... no quiero —solloza como niño pequeño, mirándolo de reojo—, no me obligues a siquiera considerarlo —el inglés se frota los ojos con fuerza—. No debí decírtelo... —susurra mientras se sorbe los mocos.

Keep calm, Ok? no estás yendo con Russia a nada —le recuerda.

No, but... but... —habla con voz gangosa.

—Estas aquí conmigo, ¿verdad? tal como tú quieres, ¿no es así? —insiste. Él asiente con la cabeza.

—Pero tú estás triste... —solloza de nuevo.

—Pues... sí, yo estoy triste —asegura y se incomoda un poco—. Porque... me duele —confiesa.

—Pero ¿qué es lo que te duele? —le mira medio sollozando, desesperado, subiéndose los lentes.

—Pues el hecho —explica—. ¿Cómo te sentirías tú si me pasara a mí? ¿Estarías tan fresco?

—A ti no te pasaría... —se sorbe los mocos de nuevo—... o serías más listo que yo y no me dirías —admite sonándose con el pañuelo que le ha dado hace rato. Inglaterra aprieta los ojos.

—Aun así, siempre he pensado que si esto pasara tú acabarías matando a alguien o bombardeando algo, teniendo en cuenta que yo ni siquiera he roto nada, creo que podemos decir que me lo estoy tomando bastante bien.

El ojiazul sonríe un poco de lado y lo mira de reojo.

—Yo no he hecho nada Iggy... ES decir... es que, sería distinto si yo hubiera ido con él por voluntad propia, justamente a ESO, you know?

El británico se masajea las sienes.

I'm here... and I love you and I am not leaving —se limpia otra vez la cara—. Va a costarte MUCHO más trabajo deshacerte de mí que un russian idiota.

Inglaterra suspira sollozando un poquito de manera muy sutil.

O...OK...

Are... Are you ok? —lo mira de reojo al notar un poquito raro el tono—. Qué... es que ¿qué puedo hacer para que me creas, Iggy? —suspira.

—Yo te creo —asegura de manera sincera con los ojos cerrados...— lo que ocurre es que no puedo estar seguro de que esto no vaya a más en vez de a menos... —explica pensando en voz alta.

—Pues yo tampoco puedo estar seguro de que tú no me dejes por cualquiera que pase por aquí, sweetie... —susurra—. Según tú, soy un idiota y lo hago todo mal. Te avergüenza todo lo que tiene que ver con decirme cosas y te tengo que presionar para que me digas que me quieres. Quizás el que puede dejarme más fácil eres tú —explica.

—Cualquiera que pase por ahí no me provoca lo que a ti —se devuelve con el ceño fruncido.

I know... but... Tú te quejas más de mí de lo que yo me quejo de ti —replica.

El mayor le mira de lado.

—Además... Russia no va a volver a acercarse— se pasa la mano por los ojos, calmándose un poco e Inglaterra suspira—. La cosa, Iggy... es que... ES que no sé qué es lo que quieras que haga. Si no puedes estar seguro y no me crees por más que te asegure... —se rasca la cabeza— A mí no me gusta Russia. No quiero estar con él, quiero estar contigo —declara—. Esa es la realidad... la única realidad que existe hoy por hoy.

—Es que no es tan sencillo como lo planteas... no funciona así como "no se me va a acercar nunca más" —explica el inglés sintiendo un poco de nauseas.

— ¿Entonces cómo funciona? —le mira de reojo.

—Pues... sigue ahí, todo el tiempo —explica sin mirarle—. Está ahí y no puedes lograr que no esté, porque es un bloody país igual que tú y tiene tanto derecho como tú... y puedes declararle la guerra, una guerra cruel y sangrienta hasta quedar agotado... hasta que ambos quedáis agotados y finalmente te gana, porque no es la forma, porque es un sucio traidor, porque no siente lo mismo, porque no tiene el valor de dar el golpe final o porque si te deja que ganes tú sabes que te vas a arrepentir toda la bloody vida si es que realmente consigues lo que estúpidamente te has propuesto! —empieza a explicar, yéndosele la olla.

América frunce el ceño y parpadea, girando la cabeza hasta mirarle... en silencio.

—¿Y qué tan fuerte crees que es una determinación contra un impulso o una necesidad insatisfecha? —le acaba por preguntar.

—¿Una... necesidad insatisfecha? —levanta las cejas, aún demasiado confundido, tratando de encajar lo que ha dicho.

—Aunque sea una bloody necesidad física —explica.

—Pe... Pero es que... —siente de repente la boca pastosa... porque en realidad no sabe. No sabe de lo que hablan, no había pensado en ello—. Yo creo que... ES decir... Yo no me siento insatisfecho —se sonroja un poco, mirándole.

—No lo llames necesidad si no quieres, llámale impulso, es... está ahí, latente... y puedes tratar de que salga, descargando toda tu rabia, y funciona... al principio, mientras no te importa destruirlo todo a tu paso.

El americano le vuelve a mirar, tragando saliva.

—P-Pero... — piensa en él contra la pared y en la lengua de Rusia contra su labio... la lengua de Rusia contra la suya y se le eriza la piel.

—Así que... ¿Qué tienes que hacer? Sinceramente no tengo ni idea, pero puedes preguntarme cualquier cosa que se te ocurra y podré explicarte detalladamente porque no funcionará —resuelve cínicamente.

El chico mira al frente al escuchar esa última declaración y luego le mira a él de reojo, se queda callado unos largos segundos hasta que mira de nuevo a Inglaterra de reojo y luego mira al frente, acomodándose en su asiento.

France.

El británico abre los ojos y tiembla un poco.

—No — miente. América frunce el ceño y gira la cabeza, sorprendido de verdad.

—¿No?

—No —repite con determinación. El menor mira de nuevo al frente.

—¿Entonces?

Inglaterra traga saliva y vacila un poco.

—Tú... al principio...

Me? —levanta las cejas—. What are you talking about?

—De la independencia —resuelve cerrando los ojos.

—De... Del... ohhh... —parpadea, pasándose la mano por el pelo, soplando por la boca—. But... But... no es lo mismo... —susurra mucho, mucho muy dulcemente. El inglés le mira de reojo.

Why not?

Because even then... I loved you —susurra.

El de ojos verdes se sonroja y traga saliva.

—Y tú... tú también me querías, estoy seguro —susurra—. Y yo, en serio... no quiero a Russia... ni un poquito.

El británico se pasa la mano por el pelo.

—Ni siquiera un poquito, te lo juro... no es que lo quiera y no lo sepa, no es que nada... de verdad, no lo quiero.

— ¿Que hacemos entonces? —pregunta—. ¿Por qué paso eso?

—No lo sé... H-Hay algo en él... —traga saliva— ¿Estás seguro de que quieres hablar de esto? —le mira inseguro. El mayor asiente con la cabeza porque no creo que sea capaz de decir "yes".

—He dicho que te ayudaría.

—Hay algo... en él... —vuelve a tragar, mirando al frente—. Que es... bueno... él... es el único que es tan fuerte como yo... el único que me da real pelea —explica—. El único con el que quisiera pelearme y si le ganara, hoy por hoy, me sentiría muy orgulloso...

Inglaterra le mira y aprieta los dientes en tensión, celoso perdido.

— ¿Aja?

—Y todos lo respetan tanto —agrega frunciendo el ceño—. A mí me tratan como... como si no fuera importante. Como si fuera Sealand o algo... y todos le miran a él con respeto —explica.

—No es lo mismo respetarle que tenerle miedo —replica con el ceño fruncido en plataforma "todo este coche odia al fucking commie".

—Yo podría hacer todo lo que hace él y más, y aun así nadie me respeta ni me tiene miedo —le mira de reojo.

—Y nadie te trata como a Sealand, ni siquiera saludan a Sealand... Ni siquiera le permito ir a las juntas —replica de nuevo.

—Omite el ejemplo de Sealand... tú viste hoy a Germany... ¡me echó de la junta! Por qué no echó al fucking commie of shit?

El británicose lleva las manos al puente de la nariz.

—Porque Russia ni siquiera habría entendido lo que significa eso... Porque estábamos en su casa... Porque es más sencillo contigo... — porque Germany le tiene un cierto... Respeto, añade para sí.

—A mí no me respetan —concluye él—. Y a él sí... le respetan todos, incluido yo. Y de hecho... —América está brillante hoy—. Él es el único que me trata con... cierto respeto —baja un poco el tono, dándose cuenta ahora mismo de ello. El inglés levanta las cejas, sorprendido por esas explicaciones.

—¿Crees que yo no te respeto? —pregunta perdiendo un poco la calma, dejándose llevar por los celos. El estadunidense parpadea, pensando que probablemente él sea el que menos le respeta de todos.

I... Yo... yo no he dicho eso, tú... tú no estás en la ecuación, tú y yo nos llevamos diferente —responde balbuceante.

—Es decir, crees que... —se calla tratando de calmarse, porque se ha prometido a sí mismo ayudarle, no a hacer una escenita de celos, pero le cuesta el mundo.

—Creo que... —le mira de reojo. El británico le mira también, firmemente—. What? —pregunta sintiendo la pesadez de su mirada.

—Crees que no lo hago —sentencia.

—Creo que... creo que... —balbucea. —Siempre criticas todo lo que digo y nunca notas todo lo que SÍ hago —explica.

—¿Lo que sí haces? —pregunta—. ¿Qué te hace pensar que no lo noto?

—Pues... es que siempre me críticas. ¡Pero es que no estamos hablando de eso! —se defiende.

Well... —sigue con el ceño fruncido.

What? —mira alternadamente al frente y al inglés.

Ok, sigue —pide cruzándose de brazos—. ¿Qué más tan maravilloso hace Russia? —se deja llevar un poco.

What are you talking about?

—Pues de eso que hace que te gusta —responde acido.

—No hace nada que me guste... — lo mira de reojo—. Come on! Sólo estoy diciendo lo que no hacen los otros... Iggy! —protesta mirándole de nuevo de reojo.

Ok, ok, los otros —repite de mala gana con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

Are you ok? —le mira consternado—. Quizás no debería estar hablando esto contigo... —mira al frente.

—He dicho que te ayudaría—replica.

—Sólo te estoy contando lo que pasa con Russia y por lo que yo creo que pudo haber pasado... —traga saliva— ello. Eso.

—Lo sé, lo sé —cierra los ojos, tenso.

—Pues... no hay mucho más... —lo mira de reojo, ansioso.

—Es decir... Russia te gusta porque te respeta y representa un reto —resume entre dientes.

Russia no me gusta —responde en automático.

Shut up! —ordena—. No me hagas esto más difícil.

El chico se calla un poco.

—Es que no me gusta —repite con la boca pequeña.

—Llámale como quieras, America —frunce más el ceño—. No me hagas ser literal y decir que te excita porque te respeta y te reta.

Éste se sonroja un poco, mirando al frente.

I'm sorry... —susurra.

—Bien... —cierra los ojos pensando que no está bien en absoluto.

Are you ok? —pregunta consternado.

—Pero hoy se te ha acercado amenazador y no ha pasado —le mira con fiereza como si en cualquier momento fuera a gritar.

—Hoy se me... —frunce el ceño— ¿Cómo sabes eso?

—¡Estaba ahí! Si France no me hubiera detenido...

—Ahhhh... —se sonroja porque él hablaba de cuando han tenido el OTRO acercamiento amenazador.

—¡Lo ha hecho mientras no estaba! —se escandaliza.

—Err... well... —se mueve en su asiento—. Yes. No ha pasado... eso... antes de que empieces a pensar cosas horribles —le mira de reojo. Inglaterra se pellizca el puente de la nariz.

—Cuéntamelo —pide con absoluta desgana.

—Nada... he girado la mesa cuando te has salido y se ha roto —explica mirando la carretera.

—Aja...

—Y el cabrón me ha dicho que no destruyera sus cosas y yo le dije que él destruía tu sala cada vez que iba a tu casa... que yo podía destruir lo que quisiera, pero si quería le pagaba... así que saqué la cartera para darle dinero y me dijo que el precio era mi sangre —resume.

El inglés se masajea las sienes.

—E-Entonces yo le dije que si quería mi sangre tendría que matarme y el imbécil... actuó de manera muy imbécil y empezó a amenazarme con su grifo... y yo estuve a punto de sacar el arma y dispararle y... My brother hizo algo y Russia me amenazó una vez más y luego se largó... —termina.

Canada? —pregunta — ¿qué hizo?

Se encoge de hombros.

—No tengo idea, la verdad no me había dado cuenta que estaba ahí hasta que...

—Hum... ¿Y por qué crees que esta vez no paso?

—Porque Russia no me gusta —responde.

—Ya vale con eso, bloody hell! —grita enojado.

—¡Pues es que no pasó! —protesta—. No me excitó ni mucho menos... quería matarle... de hecho pensé que nos mataríamos. Pocas veces hemos estado TAN cerca. Ha dicho algo de ti, de hecho... —recuerda—. De hecho... eso fue algo de lo que me detuvo —frunce el ceño.

— ¿El qué?

—Me ha dicho que... algo, que algo que yo no hacía explicaba por qué tú habías salido corriendo con cara de haber... —le mira de reojo— olvídalo. Yo le he dicho que era algo que podía arreglar... y he pensado que... bueno, que no valía la pena y... se ha largado.

— ¿Que te ha dicho de mí? —pregunta cada vez más enojado.

—Eso es lo que me ha dicho de ti…

—¿El qué? — insiste.

—Pues... que habías salido así, con cara de funeral o algo así —frunce el ceño.

— ¿Y el que coño sabe con qué bloody cara he salido yo? — protesta mirando por la ventana.

—Pues te ha visto salir... —le mira de reojo de nuevo—. Are you ok?

—¿Y qué coño le importa que cara traiga o no traiga? —sigue—. Ok... Ok... Veamos... Cuando si paso... ¿No creíste que iba a matarte?

—Mmm... Yes... —piensa—, creí que no podría separarle... y el traía el grifo y me había dado un golpe antes... era una pelea completamente dispareja.

—Pero dijiste que ahora pensabas que ibais a materos y no pasó.

—Es que esta vez no estaba tan cerca —explica—. Y esta vez no me estaba lami... —carraspea. El mayor traga saliva.

—¿Por qué crees que hizo eso?

— ¿Hacer qué? ¿Lamerme? And what the hell do I know? —protesta—. ¡Porque está loco! ¡Porque quería chupar mi sangre! ¡Porque es un imbécil!

—Bien... Veamos... El problema está en que estaba demasiado cerca y tú estabas nomecontradigas asustado...

—Yo no est... —empieza a protestar y luego sopla por la nariz, frunciendo el ceño—. Podría decirse de alguna manera que... —gruñe un poco— Yes.

—Entonces, él hizo... Eso —dice con absoluto desprecio—. Y tú, por el miedo y la excitación, reaccionaste.

Estados Unidos lo fulmina de reojo por el asunto del miedo y luego vuelve a mirar al frente, asintiendo con la cabeza.

—Quizás no es Russia quien te excita entonces —propone abriendo los ojos.

El americano abre los ojos como platos dando un frenazo de golpe y girándose a mirarlo sonriendo.

What? ¡Lo sabía! Sabía que no podía ser... —sonríe más.

Well en las diferencias está la clave —explica—. Russia estaba también y la segunda vez no funcionó, eso prueba que no es Russia... ¡Si no la situación! Lo que te excitó es que fueras completamente dominado... Y obviamente solo Russia puede hacer eso según tú, por eso reaccionaste con él — sigue explicando. América levanta las cejas hasta el techo.

Wh... What?

Y el inglés empieza a sonreír un poco desde hace muuuuucho rato.

—Pero yo... pero a mí... pero... —balbucea.

—Hay personas que... Es decir... Que otra persona pueda tener el absoluto control y someter... —trata de explicar, sonrojándose un poquito por lo incómodo.

Yes, estás hablando de eso que... estás... estás hablando de las cosas con piel y... —aprieta los ojos un segundo y luego los abre—. I don't know...

Inglaterra se masajea las sienes.

—No tanto por el cuero... Si no por el miedo, por estar a su merced y saber que puede realmente hacer lo que quiera... —sigue.

—Yo no quiero que Russia... yo no quiero estar a merced de Russia… No quiero, nunca, nunca jamás, no quiero —le mira de reojo.

—Sin que tú puedas defenderte, tú... Siempre... No, no, no... Esto no es con Russia —explica.

—No entiendo —declara sinceramente un poco acojonado.

—Mira, tú siempre estas... Bueno, eres la primera potencia mundial y todo eso, crees que si no aplastas a quienes te molestan es por pura educación... Pero Russia... No puedes aplastar a Russia por que le consideras un rival a tu altura... Así que crees que él realmente podría someterte.

El estadunidense traga saliva.

—No, él no puede someterme —sentencia frunciendo el ceño.

—¡No digas idioteces! —protesta el inglés—. Así que no es Russia propiamente, si no el hecho de estar en clara desventaja. En creer que no puedes defenderte —continúa.

—Pero si puedo defenderme con Russia... —necea.

—No si no tenías tu pistola, tú mismo has dicho que no era una pelea equilibrada, por eso cuando si podías defenderte no pasó —responde. El americano frunce el ceño y mira al frente, absolutamente nada convencido con la explicación, pero encontrándola posible.

—Quizás sí...

—Quizás si alguien más lograra someterte también sucedería, eso sería una confirmación de que realmente no es por Russia, si no por el dominio —sentencia cada vez de mejor humor.

What? Pero... nooo no no no... yo... yo querría... —traga saliva—.A... ¿A qué te refieres con someterme? —pregunta balbuceante.

—Por supuesto, a tenerte a su merced de manera que no pudieras hacer nada, igual que te tenía Russia —explica. El menor frunce el ceño mirando al frente, pensando.

I... I... I am not sure... —balbucea. Inglaterra le mira de reojo.

—Solo es una teoría... Pero puedes proponer otra si la tienes —mira por la ventanilla.

—No, no... Es... —se orilla en la carretera y se detiene.

—Quizás sí fue Russia... Quizás fue su lengua, la segunda vez no te lamió —continua sin mirarle.

Russia no me gusta, por vez doscientas cuarenta y ocho —repite de mala gana, apagando el coche.

Russia consiguió que te excitaras así que no me jodas —le fulmina. América le mira a los ojos y el inglés le sostiene la mirada con muy poquita paciencia.

—Hazlo... —ordena.

What? —pregunta descolocado.

Yes... Si hay una sola forma de demostrarte que Russia no me gusta y que es por OTRA razón, es esa que propones —explica con voz controlada.

—Ya he dicho que solo es una teoría —responde incomodándose un poco.

—Bien, quiero que la demostremos.

—Quizás sí es Russia y solamente... Tu cuerpo está preparado para asumirlo antes que tu mente—continua, nervioso.

Fuck England... BASTA con eso, ok? —grita.— Tienes una explicación perfecta, sólo hay que demostrarla.

—Pero a ti no te convence... —se defiende.

—A mí no me convence porque yo creo que me gusta tener el control... pero ciertamente, Russia tiene algo que hace que no puedo tener el control sobre él, eso... puede ser —valora muy muy serio, mirándole. El británico traga saliva, nervioso, dándose cuenta por primera vez del lío en el que se ha metido.

—B-Bien... —balbucea sin tener ni idea de qué hacer.

Good... —se cruza de brazos—. ¿Qué hacemos?

—Cámbiate al asiento del copiloto —pide abriendo la puerta y bajándose del coche.

What? No! —protesta.

El inglés levanta las cejas y le mira... y luego se va al maletero... De la bolsa de chucherías saca una botella de Coca-Cola y de la de emergencias, un par de pastillas para dormir, mezclándolas en la refresco... Seguramente para que esto realmente funcione América tiene que despertarse ya en el lío... Y sobre todo, para que esto funcione... Inglaterra necesita un par de horas de silencio para PENSAR.

El estadunidense se baja del coche.

What are you talking about?

—No estoy hablando de nada —le tiende la Coca-Cola—. Ahora conduzco yo y punto, estamos a punto de llegar y el GPS no es lo bastante fiable.

But... But... —toma la Coca-Cola—. What are you... I...

El de ojos verdes le mira, le sonríe un poquito y se sube al coche. El chico se sube del otro lado, ligeramente sorprendido.

Ni siquiera él podía ser tan cínico... ¿Pero a quien podía llamar? Llamar a Rusia seria, además de inútil, una absoluta declaración de intenciones. Además de que como el estadunidense se enterara lo iba a asesinar en cuanto le soltara.

Se rumoreaba que Alemania sabia de esas cosas, pero... Ya les había echado de la junta por armar follón, no quería que supiera en que tejemanejes andaba metido para que dejara de tenerle el más mínimo respeto...

Quizás podía llamar a Suiza... No que Suiza pareciera de ese tipo, pero... Bueno, quien sabe... Aun así tampoco quería perder su reputación de persona respetable frente a él y definitivamente esta excusa no iba a colar que lo pedía para sus amigos del parlamento.

España... Por lo que sabía estaba con Francia, así que habría sido lo mismo, solo que encima seguramente solo serviría para que se burlara y ni hablar de Prusia, sabiendo lo que hacía con Suiza.

No estaba seguro de que los Italia supieran realmente lo que se hacía, aunque quizás el mayor... Parecía un poco menos subnormal...

Inglaterra se asegura de que los nudos de las manos y pies de América, que le tienen sujeto al asiento del coche, están amarrados bien fuertes, (nunca ha tenido problemas con eso) y le pone la bolsa de un saco de dormir en la cabeza, tratando de no mirar a Florida durante todo el proceso y sonrojándose al hacerlo y al recordar que sí, está desnudo.

Le pone una mano sobre el pecho para notar si tiene o no frio y sube un par de grados la calefacción del coche... luego se asegura de que el cartón que ha puesto en el parabrisas para que no les vean no se cae... hace un par de pruebas con el modulador de voz de su teléfono... toma aire profundamente... y abofetea sin miramiento al americano en la cara un par de veces hasta que ve que se mueve.


Pues aquí está por fin el USUK que falta entre La Vie en Rose y Mon Petit Lapin que tanto tiempo lleva todo el mundo pidiendo, gracias a la edición de Hollyfujoshi... y ahora por que no nos cuentas en un review lo que crees que va a hacer Inglaterra y cuanto le detestas.