Los personajes de The lost Canvas y Saint Seiya Son de "Shiori Teshirogi & Masami Kurumada"

Introducción


Era un día hermoso, se dirigía a entrenar al estadio saludando a todo aquel que se le cruzara en el camino, en ese día había amanecido de muy buen humor, y aunque no llevaba puesta la armadura de Tauro seguía viéndose imponente, haciendo que aprendices y caballeros se inclinaran con respeto al saludarlo.

Diviso a lo lejos a su gran amigo y camarada Mu entrenando a su pequeño discípulo Kiki y con una gran sonrisa se acerco a ellos sin interrumpir el combate.

Kiki se veía cansado y sudoroso, respiraba con dificultad, su maestro no estaba siendo delicado con el, pero por muy cansado que estuviera no tenia intensiones de darse por vencido, con toda la fuerza y valor que tenia, ataco a su maestro con unas de sus piernas, pero este lo esquivo y volvió a tirarlo al suelo, ganándose una reprimenda del caballero de Aries.

Aldebaran negaba con la cabeza divertido, ese chiquillo era un dolor de cabeza para su compañero a la hora de entrenar.

Dejando a caballero y aprendiz tranquilos, se dispuso a entrar en calor dando varias vueltas por el coliseo, para luego estirar los músculos y tener una batalla amistosa con el caballero de Pegasus que lo había retado a un duelo.

Luego de haber empatado y felicitar al chico por la buena pelea que le dio, decidió irse a su templo a tomar una ducha y encontrarse con sus discípulos que estarían esperándolo.

pero antes de volver decidió pasar por un lugar del santuario, cortando camino, Aldebaran se dirigió hacia el rió a paso apresurado, al llegar se escondió atrás de unas rocas dirigiendo su mirada hacia una silueta que se encontraba sentada bajo un árbol leyendo un libro.

Ese era unos de sus secretos mas íntimos, todas las mañanas a la misma hora, iba a dicho lugar para observar a la joven doncella que se entretenía leyendo quien sabe que, siempre a una distancia prudente y escondido, cuidando de no hacer ruido y no llamar la atención de la joven.

Ella era muy hermosa, la primera vez que la vio se había quedado impresionado, ese día supo que el amor a primera vista existía, tenia una cabellera tan larga y lacia de un color marrón tan claro que parecía rubio, unos bellos ojos verdes, una nariz perfecta y una boca pequeña, era tan menuda y delicada, que temía mirarla fuerte y romperla.

Nunca se había animado a hablarle, no sabría que decirle, estaba seguro que si eso llegara a pasar se quedaría sin habla por lo nervios, y no pretendía quedar mal frente a ella.

Ademas estaba seguro que una mujer como ella no se fijaría en él por muy cabello dorado que fuera, temía que si se acercara a la joven la asustara con su tamaño, Aldebaran no se consideraba una persona "apuesta" como sus compañeros de batallas, al contrario siempre se vio como una persona "fea" aunque eso no le había afectado hasta que la conoció a ella. En esos momentos deseo ser Saga o Mu, estaba seguro que ellos tendrían mas oportunidades que él.

Si, tenia un grave problema de autoestima, por eso, solo se quedaba mirándola desde la distancia, y sabia que iba a ser así por mucho tiempo.

Se quedo un momento observándola antes de partir hacia el templo de Tauro, gravando en su memoria a la joven dama que le robaba el sueño todas las noches.

Abandono el lugar silenciosamente como había llegado sin percatarse, de que la joven miraba disimuladamente a su dirección apretando el libro que leía sobre su pecho con la mirada llena de tristeza.


Hola! Aquí les traigo una nueva historia, espero que le guste la idea, pues a mi me parece algo lindo y tierno, ademas teniendo en cuenta de que no hay historias de este tipo relacionadas con el Santo de Tauro me pareció una buena historia n.n

Espero que piensen lo mismo no pretendo hacerla muy larga, pero un par de capítulos largos va a tener, estoy muy emocionada, hace días que vengo con esta idea metida en la cabeza y hoy me anime a escribirla en el word

Sin mas que decir! me retiro , y al que llego hasta aquí muchas gracias por leer!

Los quiere

Sakuura13