CAPÍTULO 43: FIN DEL SECRETISMO

- Es increíble lo engañados y ciegos que hemos estado… aún no me puedo creer todo de lo que son capaces las chicas. – el asombro ocupaba cada fibra del ser de Tsuna, pero sorprendentemente, también lo hacia el alivio.

Tras una reveladora e intensa noche junto a su amada Kyoko, había hablado esa misma mañana con Hary y Adrya como prometió. Les explicó todo, hasta el más mínimo detalle, haciéndolas entender el verdadero riesgo al que se habían visto expuestas, mucho mayor del que se habían imaginado. Pero la determinación que vio en los ojos de ambas, y la sonrisa triunfante cuando ambas sin mediar palabra algunas le mostraron sus llamas de última voluntad, prometiéndole así su máxima lealtad, apoyo y confianza hacia la familia… jamás se perdonaría por haberlas infravalorado tanto. Es cierto que seguía sin querer involucrarlas directamente en las batallas, no estando ellos allí, pero podían ocuparse perfectamente de los puestos estratégicos y de defensa, y como Haru había aportado, en una situación crítica podían convertirse en el apoyo necesario para salvar el momento. Incluso si las dejase o no hacer, ellas le habían demostrado que se podían defender mejor de ellos, y eso, le tranquilizaba y daba energías renovadas. No las perdería de vista, por supuesto que no, la morena y la rubia eran prácticamente sus hermanas, y Kyoko era su vida, las protegería hasta su último aliento, pero sabia que si él marchaba a luchar y surgía algo mal, ellas estaban preparadas.

- Todavía tengo que contárselo a los demás… Espero que Onii-san no se enfade mucho…

Había dejado a las chicas, en la cocina, en secreto habían pactado entre ellos que a pesar de que les explicaría a los chicos que ellas estaban al tanto de todo, y que tenían una forma de protegerse, no les dirían nada sobre los anillos Vedrei. Esto había sido idea de Lal Mirch, quien al parecer se había reunido la mañana anterior con ellas para detallar planes de posible ataques si ellos no estaban, acababa de tomarlas por pupilas tras los entrenamientos de Reborn y la peli-azul los había convencido de que era mejor que por ahora, no se filtrase las capacidades de ellas para que Byakuran no sosprechase nada e intentase alterar sus planes. De camino a la sala de reuniones donde le esperaban los demás, realmente temia sus reacciones…

- Buenos días, Tsuna.

- ¡Dino-san! ¿Estabas aquí?

- Vine a ver como seguía tu entrenamiento, pero al parecer has estado algo ocupado. – El joven castaño no pude evitar sonrojarse hasta puntos críticos al recordar como habían amanecido la oji-miel y él, lo mejor seria ocultarle también esos detalles a Onii-san también…- Se lo estaba preguntando a los demás justo ahora.

- ¡Juudaime! ¡Escucheme, esto es grave! – empezó a bramar Gokudera haciendo temblar a Tsuna, ¿lo sabrían ya? ¿su repentina ausencia les habría dado pistas de lo ocurrido?

- ¿Q-Qué ocurre, Gokudera-kun?

- ¡El Cabeza de Césped y la Vaca Estúpida se rehúsan a escuchar lo que les digo mientras hacen lo que les da la gana y no progresan nada!

- ¡Eres pésimo explicando las cosas, Cabeza de Pulpo! Yo aprendo más rápido hacendo las cosas que pensando en ellas. –refutó Ryohei haciendo así respirar a Tsuna al ver que únicamente se trataban de los problemas de siempre.

- ¡Aprende a usar un poco la cabeza! Es por eso que los cabeza de músculo…

- ¡Vamos, vamos! Calmaos un poco chicos. – Intervino Yamammoto, tan despreocupado como siempre.- Deberiais alegraros de poder entrenar, yo he estado ejercitándome, pero no he logrado entusiarmame al no poder probar la caja.

- ¡Tú también deberías usar la cabeza, idiota del baseball! ¡Blandir tu espada a lo loco no servirá de nada!

- Tienes razón, jajajaj.

Viendo venir una nueva disputa, Tsuna decidió cambiar de tema, aunque gracias a la normalidad de la situación sus nervios por fin se habían desvanecido.

- ¿Y donde está Lambo? No le he visto en la cocina.

- La Vaca Estúpida pierde el tiempo, se aburre y se queda dormido, o empieza a llorar y hace que su caja pierda el control…- empezó a explicar Gokudera recordando la desastrosa tarde del dia anterior con el menor y sus constantes burlas.- Lo estrangularé un dia de estos…

- Y-Ya veo… Puede que sea imposible entrenar a Lambo… - "Quizás si entrenase en vez con Adrya tendríamos más posibilidades… pero no quiero darles más responsabilidades…

- Bianchi ha dicho que Chrome está haciendo grandes progresos. –interrumpió Reborn sus pensamientos.- No hay de que preocuparse.

- Entiendo, es un alivio… Entonces solo queda… - miró entonces al que era como su hermano mayor.

- Yo estoy supervisando el entrenamiento de Kyoya. No tienes de que preocuparte, estará más que listo.

- E-Es cierto.

Se quedó pensando por un momento como debían de ser los entrenamientos de esos dos… "Hibari-san y Dino-san, su entrenamiento debe ser fuera de fuera de este mundo… no me gustaría verme ahí metido…

- Deja de preocuparte por los demás. ¿Qué hay de ti, Tsuna?

- S-Si, bueno, creo que he tenido una idea mientras hablaba con Kyoko-chan… - comentó rememorando la conversación con la oji-miel. – Creo que estoy empezando a entender la caja, probablemente no volverá a perder el control.

Todos en la sala se alegraron y lo miraron con convicción y seguridad en los ojos. Después de todo, ellos confiaban en él a muerte.

- ¡Asi se hace, Décimo! / Impresionante… / ¡Por fin!

- Pero, no lo sabré hasta que lo intente.

De repente, un extraño sonido "Dan,Dan… Dan,Dan, Dan" interrumpió la conversación, llamando la atención de todos hacia el monitor encendido.

- ¿Qué es eso? ¿Una especie de programa para niños?

- ¡Obviamente no, eso no es un televisor!

Giannini no podía quitar la imagen ni el sonido que aparecían, viendo invadidos los controles del video.

- "Dan, dan, dan… ¡BYAKURAN!"

Ante ellos, apareció la imagen del líder de Millefiore, dejando a todos perplejos y helados. La tensión había aumentado considerablemente en la sala.

- ¿Y bien? ¿Os pareció interesante la presentación? Estaba aburrido, asi que he venido a divertirme un rato. –explicó mientras les hacia burla mostrándoles un enorme helado para ver si querían. – La verdad, estoy haciéndoos una llamada de cortesía sobre el Choice.

- ¿Eh? ¿Llamada de cortesía? – se sorprendió Tsuna.

- Os dije que os daría los detalles después, ¿no? En seis días, estad presentes en el Templo de Namimori a medio dia.

- ¿¡Vamos a pelear en Namimori!? – el pánico cubrió de terror a Tsuna.

- Mmmmm…quien sabe… Por ahora, hagan los preparativos necesarios y traed a todos vuestros nakamas con vosotros. – entonces su mirada se torno afilada y seria.- Por lo menos, tendréis que traer a todos los que vinieron del pasado.

- ¿!Qué¡? ¿!A todos¡?

- ¿Incluso Adrya-chan, Haru-chan y Kyoko-chan?

El desconcierto y el terror inundó la sala por completo, todos habían entendido que se refería a las chicas. Tsuna, a pesar de saber todo lo que sabia, había contado con dejarlas al frente de la base y no llevarlas a la batalla a no ser que fuera indispensable.

- Es más significativo de esta manera. Serán descalificados si falta alguien, todos debéis participar. Bueno, que tengáis suerte con vuestro entrenamiento. – y tras despedirse la comunicación se cortó, sin darles tiempo a la más mínima protesta.

La situación empeoraba por momentos, todos se miraban desesperados entre sí. Por extraño que pareciese, Tsuna parecía más pensativo que asustada, aunque temblaba sin poder evitarlo previendo la próxima batalla. Reborn le observó, si no había entrado en un pánico absoluto, quería decir que ya lo sabia, y que conocía la estrategia de Lal Mirch. Realmente le asombraba la velocidad a la que maduraba su alumno, estaba asustado, mucho, el prefería que ellas no tuvieran nada que ver lo sabia, pero lo descubierto el día anterior lo tranquilizaba al saberlas capaces de defenderse, pese a que el arcobaleno dudase de que ellas le hubiesen mostrado sus habilidades.

- ¡No permitiré que eso suceda! ¡Ellas no irán a la batalla! –estalló Ryohei.

- No importa si lo permites o no. –se recompuso el peli-gris menor.- Si no vienen, seremos descalificados incluso antes de pelear. Si conoce su existencia, irá tras ellas si no las llevamos.

- ¡No, no y no! ¡Me niego!

Los gritos del boxeador erizaban la piel de todos, ninguno quería involucrarlas pero ¿Cómo evitarlo ahora?

- ¿Qué hacemos, Reborn? – intervino Dino.

- Tendremos que hacer lo que Byakuran dice. No tenemos opción, eso significa que debemos hacerlo.

Tras la severa afirmación por parte del pequeño bebé, los guardianes miraron entre sí con desasosiego y severidad.

- Tendremos que decírselo.

- No podemos llevarlas sin que conozcan toda la verdad. – se decidieron Gokudera y Yamamoto.

- ¿¡Qué!? ¡Eso tampoco, me niego a meterlas en todo esto!

- En retrospectiva, Tsuna hizo lo correcto al decirles todo.- cortó Reborn la discusión, añadiendo más leña al fuego.

Los chicos se quedaron petrificados en sus sitios viendo a Tsuna, el castaño había decidido hablar con ellas sin decirles nada, ellas ya estaban al tanto de todo…

- L-Lo siento… He hablado con ellas antes de venir a la reunión… Lo saben todo. Sentí, que tanto Kyoko-chan como Haru y Adrya merecían saber la verdad…

Entonces, el puño de Ryohei interrumpió a Tsuna destruyendo la pared. Su rostro era sombrio mientras hablaba sin mirarle por la ira.

- ¿¡Cómo reaccionó Kyoko? ¡Dimelo!

- Ella escuchó todo lo que tenia que contarle…

- No creo que Tsuna haya tomado la decisión incorrecta, Ryohei. –habló por primera vez Dino desde que había saltado toda la alarma respecto a la integrantes femeninas de la familia.- En esta situación, habríamos tenido que decirles la verdad tarde o temprano. Ellas ya sospechaban demasiado.

La tensión fue en aumento mientras los envolvió un agobiante silencio, cada uno de ellos con la imagen mental de la posible batalla y el peligro al que se iban a ver expuestas. Cada uno, con la sensación de no saber como mirarles a los ojos cuando las volviesen a ver ahora que conocían toda la verdad.

- Aún así, ¿Cómo ha logrado Byakuran internarse en nuestra red?- se preocupó Reborn desviando el tema de conversación a otro no menos preocupante.

- Porque vuestra seguridad es una mierda. – irrumpió una grave y tajante voz mientras unos pasos se adentraban en la sala.- Malditos principiantes.

La sorpresa terminó por cubrir a todos cuando vieron finalmente al dueño de esas palabras. Ese personaje de carácter explosivo, expresión huraña y portador en esos instantes de un enorme pescado.

- ¡SQUALO!

El peli-blanco se acercó ofrenciendole a Dino el pescado a modo de tosco regalo por su llegada.

- Un regalo.

- Gracias.

Tsuna no cabía en su asombro. ¿Por qué traía el Superbia un enorme atún? Más bien, ¿porqué aparecía así de la nada?

- Llegas tarde Squalo. Tu estudiante está cansado de esperar.- comentó tranquilamente Dino, único conocedor del porque de la presencia del capitán de Varia.

- Espera, ¿estudiante? ¿Quieres decir que mi tutor va a se-

Yamamoto no pudo seguir emocionándose, puesto que el Superbia se giró hacia el con gesto tosco y empezó a golpearle hasta dejarlo inconsciente en el suelo sin que los demás pudieran hacer absolutamente nada.

- ¡Yamamoto!

- ¡Eso no hacia falta!

Saltaron Tsuna y Gokudera al rescate del moreno, pero Dino los detuvo.

- Preferiría matarlo yo mismo. –bramó Squalo. – Me llevaré a esta basura conmigo.

Y así, Squalo se llevó a Yamamoto… mientras Ryohei derribaba de un derechazo a Tsuna sucumbido por la frustración de que su hermana estuviera en vuelta en esa crisis provocando el shock en el castaño y la rabia de Gokudera quien tuvo que ser frenado por Dino en su ataque hacia el nipon… Fue un día horrible en el que la frustración reprimida de todos surgió.

Pero… en otra parte de la base, una nueva energía y espíritu había nacido.

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Base Millefiore. Laboratorio de Irie Soichi y Spanner.

- Ya veo. Byakuran-san…

- Según lo que Giannini dijo, nosotros también tenemos que estar en el campo de batalla. No estoy seguro de cuál es el punto de obligar a los miembros no combatientes a ir.

- Conociendo a Byakuran-san, probablemente tenga algún plan en mente.

- ¿Algún plan dices? –le sondeó Spanner.- Bueno, yo planeaba ir con los Vongola desde un principio.

- ¿Qué? – se sorprendió Irie.

- Es mejor tener a un ingeniero cerca en caso de que algo sucediera con las airbikes que hicimos para obtener movilidad o con los lentes de contacto de Vongola ¿no crees?

- Demo, podría ser extremadamente peligroso…

- Ya lo sé… Ya que abandoné a Millefiore y me uní a los Vongola. –exclamó con gran determinación en su mirada el ingeniero.- Además… estoy intrigado en ver qué tan fuertes se han vuelto los Vongola.

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- Ya no te tendré miedo. Después de todo estás de mi lado, por favor, déjame usar tu fuerza.

Ese fue el día en el que todo el mundo empezó a cambiar. Todos hicieron lo que debían hacer y se enfocaron en un solo objetivo. Y para el día de la batalla, nuestro entrenamiento había terminado.

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Seis días más tarde…

Unos golpes resonaron en la puerta de su habitación antes de dejar ver a un joven castaño cruzar el umbral de su puerta, acercándose a ella con una tierna sonrisa.

- Sawada, ¿eh? Te dije que no vinieras…

- Finalmente ha llegado el momento para nuestra pelea contra Byakuran y las verdaderas seis Coronas Fúnebres.

- Lo sé. Estaba preparada para arrastrarme hasta allí si era necesario, pero Reborn me detuvo y me dijo que sólo estorbaría.

- Lal Mirch…

- Escuché que tu entrenamiento fue un éxito. Puedes con esto, ¿cierto?

El castaño asintió suavemente hasta de responder.

- Irie-san dijo que el Non-Tri ni Sette, el cual causa que Reborn y tú sufráis, desaparecerá si derrotamos a Byakuran. Asi que resiste sólo un poco más.

La mirada de la peli-azul se afiló ante lo dicho por el nipon. "Si que ha llegado lejos este mocoso".

- Realmente quería mostrarte el resultado de mi entrenamiento. – Esa frase fue como un flechazo directo para Lal, quien inmediatamente pensó en su antiguo estudiante y amigo…

- Lárgate, quiero dormir.

- U-Uh yo quería hablar un poco más antes de…

- Estoy cansada. –No quería rememorar más despedidas, poco antes de su visita habían estado las tres mocosas allí presentándole sus respetos y había tenido la oportunidad de conversar un poco con la Superbia. La impotencia de no poder estar allí le oprimía el pecho de forma asfixiante.

- D-De acuerdo.

- Sawada. –le retuvo unos instantes.- Cuando llegue el momento, debes confiar en que sabrán que hacer.

- Hai.

No hacia falta nombres, ni más palabras. Simplemente, él debía confiar en el potencial de su familia, sobretodo de ellas.

"Maldición, si que eres una instructora fría. Al menos podrías alentarme un poco cuando me dirijo al campo de batalla. Eso es todo lo que se necesita para hacer feliz a un estudiante, kora"

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- Hoy es el día. ¿Estáis listas?

-¡Hai Reborn-san!

Estaban en la planta 16, había decidido tener una última conversación con ellas tras verlas salir de la habitación de Lal. Tenian un plan establecido y estaba claro. Por orden de Tsuna, los últimos días antes de la gran prueba iban a dedicarse a entrenar, Fuuta se haría cargo de la cocina mientras Bianchi se encargaba de las tareas de la base, ellas se habían trasladado a su planta junto a Chrome que entrenaría esos días con ellas, todas insistieron en que la oji-violeta fuera parte del plan pues le habían tomado gran cariño y no querían excluirla. A los demás les habían comunicado simplemente que dado que sus entrenamientos iban a aumentar era mejor que ellas se mantuvieran resguardadas terminando las provisiones médicas y los trajes con hilo de León para el gran dia.

Debían concentrarse al máximo, por ello prácticamente no se habían visto esos días. La pequeña estrategia también servia para distraer a todos, en especial a cierta rubia, de la falta de Yamamoto. Cuando la Superbia supo el altercado con su hermano, estalló de tal modo que Dino tuvo que noquearla y llevársela fuera para que se tranquilizase por lo que durante un par de días ella había llevado su entrenamiento junto al Potro Salvaje y Hibari para asombro del resto (aunque esto solo era sabido por Tsuna, Reborn y el resto de chicas). Por suerte a su vuelta la joven parecía mucho más relajada, aunque no menos cabreada e inmediatamente había bajado para continuar reuirse junto a las demás.

- Debéis de tener claros todos los patrones de lucha y huida que os explicó Lal Mirch, cada una conoce ya sus puntos estratégicos, no habéis vivido todavía una lucha real en este panorama y nuestros enemigos son los de mayor nivel que hemos conocido hasta la fecha. Si se da el caso de que tenéis que luchar, sed precavidas, y recordar ante todo que también sois el escuadrón médico. Nuestra mayor ventaja es el factor sorpresa, os tomarán por victimas y no por luchadoras, aprovechadlo. Debéis protegeros para poder proteger después al resto. No sabemos como funcionará el juego, no os preocupéis por los niños, ellos también están entrenados y preparados. Tan solo nos os dejéis llevar por el miedo y estad atentas.

Estudió el rostro de cada una de ellas, veía preocupación, veía incertidumbre y algo de temor, era lógico. Pero también veía una gran determinación, aplomo y fuerza. Todas asintieron sin titubear ante lo dicho por el Arcobaleno. Había llegado la hora.

- Muy bien, las mochilas especiales que ha preparado Spanner para todo el material médico están en el laboratorio 5, meted todo lo que creáis que nos pudiera hacer falta para armar un campamento hospital en cualquier sitio. Los trajes nuevos también allí, no os olvidéis de las cajas y los anillos. Ha llegado la hora de que salgáis a la luz, Vedrei.

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- ¿Estáis todos listos? Ha llegado el momento de enfrentarse a Byakuran.

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Agradezco de antemano a todos los que volváis a aquí después de tanto tiempo. Espero sinceramente no defraudaros.

Un abrazo enorme para todos.

Ja-ne! ^^