Nota de Copyright: Los personajes de Fate Stay Night no han sido creados por mi, todo es propiedad de Type-Moon,solo se estan usando con fines de escritura sin ningun animo de lucro.

"Bueno ante todo, un gran saludo a la comunidad de fanfiction, este es mi primer fic, me encantaria que me dejen tal vez algun comentario constructivo o alguna critica si lo tienen, pues de repente tengo algunos problemas o incongruencias. El mundo de Fate es amplisimo en varias cosas, tanto asi que eh tenido que leer algunas cosas extra a mis pobres conocimientos para aunque sea darle un sentido. Agradezco desde ya si lo leen."

"Eh leido varias versiones de Fate, muchas son buenas pero vi ese pequeño problema, todas enfocadas en Saber o Saber roja(no es que no la vaya mencionar) pero ninguna en Saber Lily o "The White Saber", como ustedes saben, salida del juego Fate Unlimited Codes, y puesto que no tenia historia, me anime a hacerle una, bien espero que disfruten este fic"

Update: Este cap es en realidad una introduccion, si es bastante confuso, es debido que su explicacion es bastante posterior al fic y por lo tanto tal vez no le encuentren mucho sentido, de ser asi pasense al siguiente cap donde realmente empieza todo. Arigato :D


INTRODUCCION

¡Ah el tiempo!, ese precioso recurso que tiene el ser humano y que nos permite realizar cosas inútiles( útiles desde un punto de vista meramente existencial) de lo más variopintas con el transcurso de los años, ese tiempo transcurrido es en realidad "La vida", la vida es tal vez lo más preciado y a la vez odiado que poseemos, preciado por el valor que presenta en nosotros, odiado porque tendremos que estar siempre pendientes a evitar los "agentes y circunstancias"(llámese destino) que nos intentaran arrebatarlo y que en personas débiles de mente puede llevarlos a una paranoia y miedo constantes a que ocurran hasta el punto de hacerse casi irresistible, lo que nos puede llevar a la muerte(si irónicamente).

Y ya que hablamos de la vida, pasemos a su hermano gemelo. ¿Que es "La muerte"? Rayos, se supone que es lo peor que le puede pasar a un ser humano, y uno no puede evitarlo, quién sabe si uno vivirá al día siguiente, o incluso a la siguiente hora, minuto o segundo, las personas viven sabiendo esto pero son tercas, no desean morir aun si saben que tarde o temprano lo harán, vaya que cosa más ilógica, todo está predestinado, todo está escrito, no hay nada que pueda escaparse a la muerte, nada y absolutamente nada puede, bueno…. Salvo contadas ocasiones.

Hoy ha empezado a llover, grandes gotas de lluvia empapan todo el lugar, las calles se llenan de charcos y más charcos de agua, el sonido clásico de goteo se deja oír estrepitosamente, las personas corren de un lado a otro apuradas por llegar a sus casas ya que no es posible soportar tanto lodo y humedad juntos, incluso las casas parecen "sudar". Dan apenas el mediodía y parece mucho más tarde de lo normal. Japón tiene también sus días negros y este era uno de ellos.

La escuela ha terminado, mientras la campana suena indicando el fin de la clase, muchos alumnos salen por la puerta principal, la mayoría en pareja y con grandes paraguas de los más variados colores, son cientos de ellas y parece más una procesión religiosa que una simple salida escolar.

Cada uno de ellos tiene su propio destino, cada uno sus conocimientos, sus metas, historias, seres queridos, es como si fuera un juego RPG inmenso, solo que si mueres no volverás a revivir, cada jugador ah de forjarse su destino sea cual fuere. Como dije antes sus vidas están ya predestinadas, se sabe cuándo y cómo morirán, eso es parte del "juego".

La muerte mientras danza alrededor del individuo, puede manifestarse de diversas formas, los que tienen más suerte bastara con la muerte natural o "mientras duermes", los que no existe un sinfín de situaciones de lo más diversos que van desde lo ridículo hasta lo cruel y bizarro, así es la muerte, sin compasión ni predilección por nada.

-.-

Ya dejando de lado estas reflexiones pasemos nuevamente nuestra vista a la escuela, mientras los alumnos salían por la puerta principal, había dos que iban en sentido contrario, por la puerta trasera. Se trataba de una chica y un chico, ambos casi totalmente mojados por las pisadas que daban, parecía que alguien les perseguía.

Aunque en realidad no era solo una persona, sino un grupo en general, toda una banda de forajidos que al parecer no habían tenido un buen día y deseaban desquitarse con alguien. Eran 10 personas entre hombres y mujeres, vestidos de las formas más absurdas que puedan imaginarse, unos emos 100% puros. Salvo el cabecilla que al parecer iba en contra de la vestida común de aquellos tipos. Con un terno negro, elegantísimo el cual resaltaba notoriamente del resto de la banda.

-¡Nos alcanzan, nos alcanzan!- la chica gritaba casi desesperadamente.

-¡Solo corre no mires atrás, si seguimos a este ritmo llegaremos a la avenida principal!- respondió igualmente su acompañante.

Nada más lejos de la realidad, aunque fueran campeones de triatlón el correr entre estas calles no era en cierta forma más que un laberinto de grandes proporciones, ¡casas y más casas!, estrechos callejones, perros callejeros, basuras acumuladas, en resumen una de las peores partes de Japón que tal vez necesitara una reforma, lo raro era que también no habían otros pasando por allí. La avenida principal estaba a varios metros y encima que el clima no iba a ayudar a encontrar personas con la cual confundirse.

Ambos chicos doblaron rápidamente un callejón y entraron a otro más estrecho aun, al final se vislumbraba una verja de metal que al parecer no tenía seguridad y que podía cerrarse tras ellos perfectamente.

Pero no lo iban a lograr. Mucho antes de que pudieran llegar varios de ellos se abalanzaron sobre los dos y los agarraron. Uno de ellos cogió al joven del cuello mientras que a su vez sacaba una daga militar y decía "!Quieeeeto perritoo!", otros dos cogían a la chica.

-¡Hey EL, mira los tenemos!, ¡jaja!- grito uno mientras zarandeaba al muchacho y le daba un golpe en el estómago.

-Por poco llegan, ¡uffffff!, soy vago para trepar por las verjas, si te cogía después de esto, podías despedirte de tus "hermanitos"- otro dijo mientras con una pistola apuntaba directamente a la entrepierna del chico.

El terror se le pintaba en los ojos. Un miedo indescriptible a la muerte pasó velozmente por él a tal punto de que olvidó que le habían golpeado fuertemente, era como un sedante, no había nada que hacer, ambos estaban condenados.

-¡Wow y que nena más encantadora!-exclamó uno- a que podríamos venderla a buen precio en el mercado negro, nos pagarían bien además de que dejaría satisfechos a nuestros clientes, veamos que tal esta la mercancía…

Y diciendo esto se le aproximo y empezó a sobarle los senos lentamente, mientras que con la otra mano intentaba bajarle la ropa interior.

Ella no podía hacer nada, por más que se moviera habían dos grandes hombres que la cogían fuertemente, pataleaba(o lo intentaba), quería morder, gritar, pedir ayuda, miraba suplicante al chico que tenía enfrente, pero el yacía cabizbajo y sin mirada.

-¡Vamos nena, resístete, tus jadeos y gemidos me excitan aún más ajajaja! – uno de ellos ya se bajaba el pantalón, el otro que le lamia el cuello. Ambos parecían disfrutar de semejante inmoralidad. Uno de ellos puso una mano en el hombro de ella para apoyarse…

Fue entonces cuando ella sintió algo frio en su hombro, es como si la mano de aquel hombre se hubiera enfriado de repente o algo así, intento voltear y por poco grita de miedo, la mano estaba cortada y esta se aferraba firmemente a ella.

El hombre dio un grito de dolor mientras abundante sangre salía del brazo, cayó al suelo y empezó a rodar y gemir. El resto del grupo lo levantó y le pusieron una gasa. Una mujer del grupo gritó.

-¡Ya, aguántese, deje de llorar como nena!, es su culpa imbécil.

-¡EL, ¿porque lo hiciste?!-lloriqueó el manco.

El hombre enternado y que de momento parecía separado del grupo se aproximó lentamente, a la vez que decía:

-¡Idiota!, ¿crees acaso que te dejaría que la tocases?, eres un psicópata lerdo, tú no dejas presas vivas y a esta nos la dijeron que la traigamos sin ninguna herida.

-Pero, pero, EL mi brazo esta…

-Si lo deseas, podemos emparejarlo con el otro, ¿qué me dices?-bromeó cruelmente.

El hombre no dijo nada, se limitó a sacudir rápidamente la cabeza con un gran "no", incluso hasta dio algo de pena.

Rápidamente se giró y observo a sus rehenes. Se aproximó rápidamente al primero.

-¡Aja!, creo que te conozco chico te he visto en la escuela desde hace 6 meses.

El chico seguía cabizbajo sin decir absolutamente nada.

-No hablas mucho ¿eh?, durante 6 meses, te hemos estado espiando, observando y registrando todos tus movimientos, a qué hora sales, con quien te encuentras….—lo volvió a mirar de reojo.

No respondía.

-¡Hey! deberías alegrarte, has sido famoso tienes a 10 fans que se mueren por ti—lo dijo indicando a los 10 de su banda.

Nada.

-¿Oye, sabes? Deberías dejar de ser tan reservado, no me gusta ese tipo de gente…tal vez podrías limitarte a decir "hola"?...

No respondía, no contestaba, pero no era por una valentía estoica en el cual intentaba aparentar hombría y decisión a no soltar nada aunque lo torturen, tal vez deberíamos acomodar un poco su posición en este momento, en realidad el:

NO REACCIONABA.

Si, esa era la frase exacta. Sus ojos estaban en blanco, no respondían sus piernas, los brazos estaban adormilados, su mente en blanco, no podía articular ninguna vocal, estaba apagado para el mundo. El miedo creo una pequeña realidad alternativa para evitar su sufrimiento.

Sin embargo ese mundo no le salvaría de la cantidad de golpes que le lloverían a continuación. Patadas, puntapiés y empellones fueron sobre el como si fuera un saco de desperdicios, por un momento pensó que moriría de esa manera, ya que poco a poco se quedaba sin respiración, su mente se iba apagando lentamente.

Cuando reaccionó estaba en el suelo, mirando hacia el cielo que ya había dejado de llover, parte del cuerpo le dolía, sintió un gran hilillo de agua que corría por su frente. Estaba adolorido y mojado.

Cuando giro un poco la cabeza vio que ya no le prestaban atención, ahora era como un pequeño trapo sucio y ya ni lo notaban, estaban jugando con su nueva mascota, la chica.

-Hey EL, la podemos violar ya?, enserio podemos?.

El hombre enternado rápidamente se volteó y le propino un cabezazo en la nariz, el hombre cayó ante un pequeño charco de sangre.

-¡La verdad de este grupo de nerds las únicas que se salvan son las mujeres, aprendan de ellas carajo!, tienen más cerebro que ustedes.

Volvió a mirar a la chica.

-Lamento ser descortés y que me vea en una de mis pocas reacciones salvajes que tengo, aun no me presento, soy Eliphas, un pobre mago que ha reunido su pequeño y humilde clan para sobrevivir, realmente en grupo se pasa mejor, si lo deseas podemos ser amigos, me podrías llamar "EL" en ese caso, ¿qué me dices a eso?.

Ella no lo miraba, en realidad no miraba a nadie del grupo en absoluto, también estaba desconectada de la realidad.

-Ok, al parecer eres como el mocoso de al lado, que le gusta faltar el respeto a sus mayores ¿no?.

Poco a poco empezó a reaccionar pero antes de que lo hiciera totalmente, Eliphas se apresuró y la cogió por la barbilla…

-Bueno en ese caso haremos las cosas más rápido, este es mi grupo "Parallel Curse", nos contrataron para llevarte viva, pero no virgen …, bueno con eso dije todo.

Sus forma de hablar era realmente tranquila, pero no así el efecto de sus palabras.

Era lo que los hombres esperaban, tan bien se sintió ese mensaje que olvidaron su cansancio por completo y se acumularon alrededor de ella, las chicas del grupo se apartaron haciendo muecas de asco por lo que sucedería luego.

Entonces ella empezó a gritar, lo que iba a ocurrir realmente la afectaría, no, eso es poco, no sobreviviría tal vez o realmente no volvería a ser la misma, no había nadie que la ayudara, ni policías o personas comunes transitaban por allí, el estado de animo de ella paso rápidamente de impotencia, a desesperación y por ultimo a una resignación total.

Fue cuando entonces uno de ellos cayó al suelo, desmayado. Alguien lo había golpeado.

-¡Arrggh!-un sonido poco humano salió de alguien, mientras se abalanzaba sobre el resto del grupo, entro en medio de ellos sin ningún temor. Era el chico.

El momento de sorpresa que tuvieron al verlo en medio lo pagaron caro, múltiples golpes salían de él, como si tuviera varios brazos, todos recibían su parte, los golpes eran aleatorios no se sabía de dónde venían y lo peor de todo era que ya no podían reaccionar debido al dolor que se iba pronunciando poco a poco. Empezaron a caer uno tras otro.

Uno de ellos dio un rodeo y lo cogió de ambos brazos, fue inútil, en vez de darle un cabezazo en la nariz, estiro su pierna y con suma facilidad logro levantarla 90° dándole en medio de los ojos, luego retrocedió un poco y salto encima de los otros dos para darles una buena bienvenida. Esquivaba muy bien los golpes y los poco que recibía no eran mortales en lo absoluto.

-¡Maldito enclenque! – uno de ellos grito furioso mientras mantenía en lo alto un bate de béisbol-¡No te salvaras de esta!.

Levanto el bate y la blandió fuertemente hacia la nuca del chico, él lo esquivo no sin antes agarrarle los brazos que aún seguían el curso del golpe, y empujándolo con la cintura le dio vuelta rápidamente, haciéndole caer con la rodilla en el pecho. Acto seguido, el quito el bate y lo golpeo furiosamente cerca al cerebelo.

Teniendo el bate realmente era peligroso.

-¡Los moleré a palos!... – atinó a gritar.

Los pocos que estaban aun de pie hicieron un círculo para confundirlo, esta vez atacarían todos a la vez.

-¡Ahora muchachos!—uno de ellos grito, al unísono todos empezaron a reducir el circulo mientras corrían hacia él.

Cogiendo el bate recibió al primero que llego, con un potente golpe lo mando a la lona rápidamente, el que seguía logro esquivarlo pero alzando las piernas y abriéndolas propino dos golpes a los que venían en el extremo y con las manos libres tuvo tiempo suficiente para dar otro batazo al tercero que iba detrás de él, el cual se desmayó al instante.

Los demás se amedrentaron, excepto uno, un colosal miembro del equipo, el cual lo miraba sonriente.

-Al parecer Igor quiere jugar contigo—Eliphas hablaba alegremente.

Otros dos saltaron a sus espaldas del chico con intención de acabarlo de una vez por todas. Él se dio la vuelta y manteniendo el bate en punta, le dio en el estómago del primero y la retorció, la victima escupió sangre en su cara, mientras caía al suelo, con los ojos blancos, esquivo al segundo rápidamente.

El que quedaba empezó a patearle rápidamente, al parecer era un maestro del tae kon do. Pero aun así no sería difícil vencerlo, esquivando rápidamente las patadas, logro posicionarse tras una mala salida, debajo de él y logro golpearle con un certero puñetazo donde ya lo había estado maquinando hace poco, en los testículos, el enemigo grito esta vez y se agacho cogiéndose las manos en la entrepierna y alzo la mano como diciendo "espera", pero lejos de hacerle caso levanto el pie y le planchó la cara con su zapatilla.

Uno menos fuera de combate.

Igor hasta el momento expectante, empezó a acercarse lentamente hacia el muchacho, que aun poseía el bate de béisbol. Por lo que debía seguir siendo peligroso aun.

Sin darle tiempo a que Igor tome impulso para atacarlo, hizo un zigzag veloz y logro posicionarse a su izquierda, dando un salto y antes de que Igor lo intercepte golpeó con suma fuerza con el bate en sus costillas, el bate se rompió. Igor se volvió, al parecer el daño fue mínimo.

Lo cogió por el cuello y le propinó 3 bofetadas, luego lo lanzo contra algunos botes de basura.

Adolorido y con el codo herido, el chico se levantó aun dispuesto a luchar. "Debo ser más rápido que él" pensaba—no puedo dejar que me coja otra vez, si lo hace se acabó el juego.

Corrió nuevamente hacia Igor, este permanecía en defensa, rápidamente hizo un "dogging" hacia la derecha impulsándose con sus piernas, luego con un volantín logro ponerse detrás de él.

Pero a Igor no se le engañaba tan fácilmente, dándose vuelta rápidamente, uso su potente puño para golpearle en el estómago, la suerte quiso estar del lado de la víctima ya que lo rozo a penas, lo cual pudo ser aprovechado.

Rápidamente y viendo su error, subió como un gato a través de su brazo y con las dos manos realizo el golpe del platillo, golpeando a la vez fuertemente sus oídos, Igor se llevó las manos a la cabeza, ¡era el momento de convertir a Igor en un saco de box!.

Los golpes en el estómago fueron sucediendo, una serie de japs empezó a demoler internamente a Igor, y el chico los sabía hacer muy bien, por cada golpe que hacía por lo menos una costilla rota, no le daba tregua, intentando protegerse, retrocedió a un muro cercano, pero eso no detuvo la cadena de golpes, poco a poco tenía su mente en blanco.

Sabiéndolo muy bien, espero un poco más y al final, usando sus piernas cogió a Igor como trampolín y saltando a una gran distancia cayó sobre el con los pies, estrujándolas sobre su pecho y muy cerca al corazón, la respiración se detuvo en pocos segundos.

-¡Wow! Rayos, acabaste con todos mis nerds , estoy sorprendido, faltaría que acabaras con ellas- lo dijo señalando a las que yacían a un lado y algo temerosas.

El chico giro rápidamente la vista hacia ellas solo por un instante, luego las arremetió, al parecer no diferenciaba nada. El estado de adrenalina que emitía su cerebro hacia que la palabra "genero" pasase a "general".

Sin embargo no llego a tocarlas porque en ese momento un pequeño destello apareció frente a él y luego ya no podía moverse. Fue en ese momento que reacciono.

-¡Tu!, hijo de….—atinó a decir.

-Por favor, sin malas palabras-exclamo Eliphas- lo que estas pisando ahora es un circulo de retención y no podrás moverte a menos que yo lo anule- sonrió amargamente.

Se aproximó hacia el lentamente, cuando estuvo casi pegado a él lo cogió del cuello mientras lo asfixiaba. –¡Me estas causando muchos problemas!-exclamó- muchos.

Rápidamente el color de ojos del chico paso de azules a rojos y miro hacia un lado, solo duro un segundo. Algo en el suelo, lejos de él se movió.

-¡Y me hierve la sangre cuando alguien no me hace caso!, tu y yo vamos a ajustar cuentas muchacho, o debería decirte… ¡Saigo!-grito.

Su nombre hizo que retumben sus oídos.

De pronto Saigo sintió un pequeño corte en pate de su estómago, un corte superficial pero doloroso. ¿Qué fue eso?, era extraño porque cortaba como un cuchillo pero no se sentía como tal.

-¿Te impresionaste por mi manejo de hilos invisibles?- rió Eliphas- pues deberías temerlos, estos pueden cortar cualquier cosa, creo acordarme que de joven ayudaba a cortar planchas de acero y tal vez una que otra piedra preciosa, en esos tiempos estaba en mi apogeo humano, un buen trabajo, buen sueldo, y mala vida, ¡realmente aburría!.

Dejo de apretar poco a poco, al parecer no lo mataría aun.

-¡Ustedes dos!-señalo a dos de las chicas- ¡vayan por ella!, el imbécil de acá le transmitió un mensaje a ella para que escape, no debe estar muy lejos.

Cuando el grupo se volvió solo vieron una pequeña figura que se perdía a lo lejos y doblaba una esquina, ¡ni siquiera la habían oído marcharse!.

Rápidamente las chicas corrieron hacia la verja, la pasaron y doblaron el callejón, Saigo sintió una extraña calma, al menos podría con dos si llegaba a la avenida principal, estaba seguro de que lo haría, al menos se salvaría ella.

-Bien-dijo Eliphas- ahora te llevaremos a un mejor lugar amigo, creo que te gusta ser un buscapleitos, ¡y yo que pensaba que eras medio gay!, ¿Sabes?, si fuera ella, me hubiera decepcionado totalmente al tener de amigo a un cobarde y pusilánime como tú, creo que un perro sería una mejor compañía, y ¡oh es verdad!, creo que lo que dije será lo que veras en breve.

-Eliphas, si tanto hablas de hombría-hablo tranquilamente Saigo-¿Por qué no peleamos tu y yo en una batalla sin magia, ni trucos o trampas que a ti te gustan?, ¿solo tú y yo en una batalla a muerte donde solo nos veríamos con nuestros puños?.

Alzo uno de sus puños y lo miro desafiante.

-¿En serio lo crees así?, yo pensaba darte la oportunidad ahora mismo, te verás con tus puños yo te lo garantizo, pero no estaré yo-sonrió malévolamente.

Amarrado de pies y manos fue llevado a su lugar de ejecución, no estaba asustado, solo resignado y pensativo acerca de cómo estaría ella, tal vez le pasaba algo y el ya no podría cuidarla, realmente estaba preocupado.

El grupo cruzaba lentamente una cuadrilla el cual quedaba pegado a una pequeña loma, algunas chozas se veían por allí, ya casi anochecía y el paisaje se veía muy natural y bonito, claro está, bonito para el que pasaba por allí sin ningún peligro.

-Bien, hemos llegado- Eliphas palmeo el hombro de Saigo suavemente.

Frente a él se extendía una pequeña explanada, algo honda y echa de cemento pulido, al parecer más parecía una pista de baile breakdance, pero tenía algunas puertas debajo alrededor.

-Me olvide decirte amigo-Eliphas dio una sonrisa falsa- yo vivía por este lugar antes de que me mudara, tu sabes a donde.

Y lo aventó al foso, mientras el resto del grupo hacia un pequeño círculo alrededor de él.

Saigo al caer se golpeó duramente en el concreto, donde perdió el sentido.

-¡Hey EL!- uno de los del grupo exclamo- ¡creo que lo mataste, debiste tener más cuidado!.

-¿Así?-Eliphas se llevó una mano a la frente y simuló que se arrepentía de algo- ¡oh rayos! si se muere se cancela la función, no quiero un anochecer aburrido, ¡Eh Tika!- ordeno a una chica- trae agua.

Trajeron un balde de agua muy fría, la recogieron de un pequeño rio que surcaba por allí.

Eliphas lo cogió y lo lanzo con todo y balde hacia donde estaba Saigo.

Este se levantó asustado y sorprendido mientras arriba una voz le decía.

-¡Eh! Niño idiota, ¿sigues respirando?, por favor no te mueras aún no hemos hecho las apuestas.-grito frenético.

Aunque anochecía, Eliphas pudo distinguir perfectamente unos pequeños ojos azules que lo miraban furiosamente desde el interior.

-Está vivo, abran las puertas-Eliphas ordenó.

Saigo intentaba secarse todo el cuerpo, el balde también lo daño un poco pues era grande, pero aun en estas circunstancias seguía extrañamente tranquilo, a pesar de que no sabía que iba a ser de él desde ahora o como terminaría todo este abuso, ¿tal vez lo mejor hubiera sido escapar?, él podría haberlo hecho porque ya no le prestaban atención dado un momento, el estaría ahora a salvo aunque a costa de su amiga.

Su amiga.

Amiga.

"No"-sacudió rápidamente la cabeza-"hice lo correcto, creo que así es como debe terminar todo, ella se salvara, estoy seguro de eso, es por eso que estoy tan calmado, pero ¿y si estos tipos no se cansan conmigo y siguen torturándome?", entonces debería estar preparado para lo que se vendría después de su "juegito" que ahora estaban disfrutando y donde precisamente él era la víctima. "! Ah pero si por el amor de Dios solo pudiera tenerlo a mi distancia a esa lacra solo por un segundo!, ¡Solo uno! Bastaría para hacerle entender lo equivocado que es la posición de fuerzas, pero el maldito imbécil tiene a su escolta y usa su magia para salirse con la suya, tal vez lo que debería hacer es seguirle la corriente y aprovechar una oportunidad, sí, es lo mejor".

Estaba en estos pensamientos cuando las 4 puertas que tenía la fosa se abrieron rápidamente.

-¡Escucha esto Saigo!, ahora podrás medirte con tus puños contra ellos, sin magia, ni trucos, ni trampas, ¡Ah ellos chicos!- Eliphas grito lleno de euforia, mientras el resto del grupo le seguía con la mirada.

Saigo sintió un olor característico de lo que había en la puerta, lo de adentro no era humano, o mejor dicho NO LO ERAN, habían cientos de ellos, ojos de color rojo se vislumbraban en cada una de las 4 puertas, ¿Qué clase de bestias podrían alojarse dentro del foso?, ¿Qué espeluznantes criaturas había creado o criado Eliphas a espaldas de la humanidad?, tal vez eran extraterrestres o aliens, bueno por los ojos rojos y la cantidad de ellos Saigo pensó al principio que eran ratas enormes y mutadas. Hasta que no oyó sus ladridos no supo que eran.

¡Perros!, esa era la respuesta.

Una gran cantidad de perros rabiosos de diferentes colores y razas se abalanzaron. Para llegar a él basto solo un instante.

Saigo se llevó los brazos a la cara y la cabeza como hacen los boxeadores en una pelea para recibir el impacto. La gran cantidad de caninos que había era tal que prácticamente sería imposible salir de allí ileso, …. O vivo.

-¡Eso muchachos!-Eliphas instaba a su grupo- la apuesta es "¿cuál perro lo mata?", yo apuesto a 500 yenes a que mi perro doberman Quartz lo asesina.

-Nada jefe-otro exclamo- yo doy 550 a que mi pastor alemán Stug lo hace añicos.

-Ni loco- uno tercero se unió a la apuesta- Goliath, mi labrador esta hambriento así que él se lo llevará, doy fe a ello y pongo mis 600 yenes.

-Como siempre—Eliphas ladeó la cabeza— les gusta perder ¿no?, ¡como aman derrochar su dinero!, pero no se preocupen que le voy a dar un buen uso.

-¿Un buen uso dices?—Tika de pronto hablo—eso al final va a mis bolsillos..

-Si me das un buen servicio si—Eliphas le guiñó el ojo derecho.

Todos rieron de buena gana.

Y mientras arriba reinaba un ambiente de charla amena y poco interesante, la peor parte estaba en el pequeño "infierno" de abajo.

Saigo tenía que atacar de a pocos, ya había pensado en un pequeño plan, a la hora de que se aproximaran esperaría un tiempo corto y luego lanzaría un gancho sobre el primer perro que se le acercase, con suerte mataría uno o dos y luego a esperar.

Sin embargo esto no era del todo cierto.

Los perros atacaron a la vez y sin un plan, eran animales, no pensaban solo veían su presa…

El brotar de la sangre empezó mucho antes de lo esperado, la oreja, pierna derecha, mano izquierda y la ceja ya le daban color a la escena. Esto no estaba bien, si quería resistir lo más posible debía ser como ellos, "matar o morir", como un loco.

Lanzo su primer golpe contra el perro negro que tenía en frente, justo en su nariz ya que iba directamente hacia él, lo hizo rodar, maltrecho y sangrando.

Aun así tenía otros cientos y la cosa no sería más reñida, había que seguir resistiéndole… a la muerte.

Las patadas, golpes, cabezazos, puntapiés y empellones, todo valía, varios perros quedaron fuera de combate, algunos caían pero volvían a la batalla, las mordeduras seguían llegando, pronto su brazo estaba tan teñido de sangre que parecía más un brazo maldito o algo parecido. Tenía la boca ensangrentada, un perro le había logrado dar una mordida y arrancado una parte del labio, otro le cogió parte de la pierna y arranco un pedazo de ella, dejando una pequeña vista del fémur al aire.

Sin embargo el cuerpo humano resiste y no se deja arrancar con facilidad, en los momentos más terribles de la vida, cuando te enfrentas con la muerte, existe un interruptor que activa el lado más salvaje del hombre, la psicosis y paranoia toman el control y es donde un segundo "yo" toma tu lugar y te pone a salvo. Poco a poco Saigo empezó a ver todo rojo, la sangre que tenía más la de los perros, todo le transmitía una sensación de frenesí y adrenalina grandes, sus ojos se ensancharon hasta el punto de tener una apariencia animal, ya no eran azules pues tenía algunos salpicones de sangre, sus músculos se dilataron, sus piernas se ensancharon, y su rostro cambio totalmente de actitud, estaba riendo a mas no poder…

¡Ajajajajjaja!- no era una risa de una persona cuerda.-¡ajajajajaj!.

-¿Qué pasa con ese tipo?- una voz de arriba sonaba algo desencajada- ¿se ríe a pesar de que morirá?

-No es el – decía Eliphas- es su sistema de recuperación, todos los humanos poseen una, ponen a salvo su cerebro cambiando de lugar con su instinto más salvaje.

-¿En serio tenemos ese poder? –otro pregunto con curiosidad.

Eliphas se volvió y le levanto el dedo medio hacia él.

-¿En serio lo creíste rata?, ¡ajajjajaj, eres un completo estúpido!, ningún hombre tiene ese poder, es decir, ninguno que este lo suficientemente preparado, ah y otra cosa, debe tener alguna mentalidad psicópata o doble personalidad. Los que posean eso, y solo eso podrán desarrollar su parte más oscura que ni ellos mismos reconocen. A eso se le llama "Disturbio de sangre".

-En resumen- dijo Tika que presenciaba desde otro ángulo la lucha- no piensa ni razona, solo está enfocado en matar.

Y era verdad, uno de los perros se lanzó a su pierna intentando tomar otro precioso trozo de carne, lo logró coger con sus mandíbulas, pero Saigo lo alzo con la misma pierna rápidamente y con furia la volvió a bajar, al pisar una pequeña parte de concreto este se resquebrajó y con el las vísceras del animal, ahora no parecía más que un bulto extraño y sanguinolento.

Los demás canes no se amilanaron y arremetieron contra él, uno de ellos salió disparado hacia la pared más próxima de un certero puñetazo, fue tan fuerte en su magnitud que destrozo la cabeza del animal y una parte de la pared estallo volando casi todo el concreto, otro no tuvo tanta suerte, pues casi al mismo tiempo la otra mano se cerró y con un zumbido de abeja se estrelló contra el vientre de este, en un potente uppercut, Saigo sintió que algo dentro del perro se rompía antes de salir disparado hacia el muro próximo, un tercero quiso aprovechar el descuido pero fue tarde, la otra mano cambio rápidamente de sentido y con gran poder se estrelló contra el rostro del animal, llevándolo al piso con todo y mano, solo un pequeño hoyo negro de concreto quedo del golpe, Saigo rápidamente saco la mano del piso sin ningún dolor y con gran cantidad de sangre. Y así le iba sucediendo al resto, los que no volaban, se estrellaban contra el piso, o eran aplastados bajo una pierna, o sufrían de un cabezazo que los enviaba a mejor vida, parecía que Saigo no daba lugar al cansancio.

-¡Nada quedara en pie!, ¡nada quedara vivo, YO SOY LA MUERTE!- Saigo gritaba como un desenfrenado.

Los golpes seguían lloviendo, varios perros quedaron en el piso con la cabeza partida, pero aun así Saigo los pisaba, los que tuvieron mejor suerte salieron disparados hacia la pared, algunos hecho jirones y verdaderos pedazos de carne. La rapidez con que asesinaba era asombrosa, los golpes no eran mera suerte o aleatoriedad, eran golpes bien precisos, casi previstos y analizados con minucioso cuidado aunque no lo parecían, con la única intención de matar o mejor dicho destrozar.

Un labrador grande y fornido se le abalanzó buscando su carótida, pero en lugar de eso se encontró con dos manos que, haciendo caso omiso a las mordeduras que le seguían llegando, lo alzó y con una fuerza descomunal y lo estrelló contra su rodilla medio rota, el can se partió con facilidad, luego observo arriba y con una mueca extraña de satisfacción se la lanzó hacia las chicas.

Estas dieron un grito de horror cuando vieron como volaba el perro hacia ellas, Eliphas lo detuvo con sus hilos y lo hizo trizas.

-¡Callaos nenas!, mantengan la compostura.

-Y así acabo la triste historia de Goliath, sin pena ni gloria-cantaba uno de los de la banda.

-¡Cállate mierda!- gritaba el otro- al menos fue más macho que el tuyo míralo al otro, está en un rinconcito como marica.

-Eso no es ser marica, es ser estratega, solo espera que su cuello este libre y ¡zas! Muerte instantánea, ¿Entiendes bruto?, solo a tu labrador pulgoso se le ocurrió lanzarse como un espartano directo a sus ojos, claro que lo previo.

-Eres un…- la pelea era inminente.

-¡CALLAOS HIJOS DE …!-Eliphas los engancho a ambos con sus hilos y los suspendo en el aire-¡Denme un motivo, solo uno y los hare pedazos, compórtense y cállense nenazas!.

Mientras tanto abajo la pelea seguía sin dar margen a descansos, la loza que hace un tiempo lucia brillante y liza, ahora estaba llena de cuerpos, sangre, vísceras y con un terreno desigual por tantos hoyos dejados por los impactos de Saigo, un espectáculo desde todos los puntos abominable. Aun así solo era un hombre contra muchos… animales y aun no cedía.

Pero aun así nadie es inmortal y a pesar de que su cuerpo pedía más muerte, Saigo sentía que cada vez más el cansancio.

En un momento de descuido un pastor alemán se abalanzo sobre su cuello y le arranco un pedazo de piel dejando la yugular muy al descubierto, no la había tocado pero ahora estaba con el doble de riesgo a ser asesinado, rápidamente se dio vuelta y con una fuerza que ni el mismo sabia de donde venía, salto en diagonal y pateo con todas sus fuerzas contra el bichejo osado que decidió atacarlo hacia el piso, el golpe lo recibió por la cintura y al caer dejo un gran hoyo y se partió en 2.

-¡Un pastor alemán muerto, ajajaja ¡-alguien reía- comenzó como marica y murió como tal.

Si ahora Stug estaba bien muerto.

De pronto apareció un perro que estaba tratando de escapar, rozaba la pared y la arañaba desesperadamente.

-¡Hey!, miren hay un perro marica que no quiere pelear - Tika gritaba desde arriba.

-No lo dejaremos huir - decía Eliphas – de todas formas no tiene a donde escapar.

Saigo lo vio y rápidamente le vino una sensación extraña, "matar a cobardes es mucho más placentero" y rápidamente corrió hacia el mientras el resto de perros lo seguía.

Solo basto una patada para matarlo, lo dejo bien clavado en la pared, echo una lástima.

Pero aún quedaba un buen puñado de perros, pero al parecer ya no atacaban solo lo observaban, Saigo usando la poca cordura que tenía vislumbro que un can parecía sobresalir de los demás, un doberman y según su instinto sería una pelea uno a uno.

-Ahora peleara con mi cachorro-decía Eliphas relamiéndose el labio superior-veamos que tantas agallas tienes nene.

Empezaron a girar lentamente, ambos mirándose respetuosamente, hombre y animal, al parecer se comprendían, solo esperaban un momento, un pequeño descuido y ¡fin de la historia!.

El doberman tomo la iniciativa, se lanzó hacia él, Saigo lo esperaba con los puños, el can se iba hacia su hombro derecho. Saigo lo detecto y golpeo con su puño izquierdo formando una pequeña onda de viento.

Pero no le dio, el can viro rápidamente, (muchos más rápido que un can normal) y llego a su globo ocular izquierdo, Saigo solo pudo ver como su vista, hasta ahora intacta perdía un valioso tesoro, uno de sus ojos.

Saigo se retorció de dolor y retrocedió un poco, el dolor era insoportable, había perdido mucha sangre y sentía como un vacío en la parte izquierda de su cerebro, maquinalmente se llevó su mano hacia allí, horrible, no sentía nada más que sangre.

Pero no se amínalo y espero otra vez, el can volvió a atacar esta vez a su pierna izquierda, él lo vio venir con el único ojo que le quedaba y pateo hacia allí rápidamente, pero otra vez solo una onda de viento, el maldito doberman hacia también piruetas y de una forma rápida y magistral, se puso detrás de él y cogió la otra pierna la derecha.

La mordida fue fatal, prácticamente lo dejo con un hilo en la parte de su tobillo, había perdido casi la conexión con todo su pie, y cayó al suelo.

-¡Bien echo Quartz!, te has ganado a que te lleve a mi lugar secreto donde solo hay perras de raza-se reía grandemente y demostrando superioridad- ¡termina con el rápido!.

El doberman lo miraba fijamente con los ojos rojos y grandes, mostraba sus colmillos amenazadoramente.

Saigo se sentía impotente, un ataque más y moriría de eso estaba seguro, tenía que haber una forma, una sola forma de poder acabarlo, pero… ¿Cómo? Era muy rápido y seguía un patrón extraño de ataque, era como aleatorio, al principio pensaba que tenía un determinado estilo pero al final se dio cuenta de que estaba equivocado, era un animal y no pensaba, tal vez tendría que recurrir al mismo punto.

La cordura iba volviendo a él y el miedo volvió a aparecérsele como para avisarle en sus últimos minutos que todo estaba perdido, se sentía impotente, con ganas de llorar, solo… muchas sensaciones a la vez, el sufrimiento era tal que usaría como último recurso un ataque desesperado.

El can volvió a atacar, este sería el último, era a todo o nada, ahora el can apunto hacia su cara, el solo se limitó maquinalmente a llevarse la mano izquierda para protegerse, el can desapareció casi instantáneamente, pero logro verlo, solo por un segundo lo vio, ¿PODIA GANAR?.

_! Ahí!- exclamo en un ligero grito cuando vio aparecer al can que se abalanzaba hacia su mano derecha para arrancársela, rápidamente y cuando alcanzo a tocar las mandíbulas la carne y el hueso, uso su ultimo ápice de fuerza y alzando su brazo izquierdo rápidamente, y lanzo un poderoso golpe de cuchillo hacia la cabeza del doberman haciéndola estallar y de paso llevándose(lamentablemente) su propia mano derecha.

-¡Se acabó!-Eliphas estaba furioso- ¡Se acabó estúpido niño!, ¿Dime porque no te mueres?, ¡Te gusta hacerme enojar no?!, bien ahora morirás y no podrás hacer nada, ¡ME ESCUCHAS,NADA!

Rápidamente movió sus manos y manejando los hilos alzó su cuerpo, o lo que quedaba de él ya que más parecía un cadáver andante a una persona.

-¡Rápido perros, mátenlo!

Y todos a unísono se abalanzaron contra él. Saigo solo agacho la cabeza y sonrió, una señal de un triunfo, morirá con honor, poco a poco sintió nuevamente mordeduras, desgarros y cortes, solo que ya no podría devolverlas, ni siquiera mirarlos, solo… tenia sueño.

-.-

En una de las grandes callejuelas, una joven corría rápidamente, se le notaba cansada, triste y sobre todo atemorizada, la perseguían solo dos pero aun así se sentía muerta, solo era cuestión de tiempo antes de que la atrapen, tal vez algunos minutos, sin embargo seguía corriendo por una razón importante, aquel chico le había enviado un mensaje visual que entendió perfectamente, el color de sus ojos solo representaba una cosa "!Itzel, corre, yo los distraeré, te salvaras solo corre en ese sentido, la avenida principal no está muy lejos, te veré luego lo prometo!.".

Empezó a sentir un aire frio y luego algunos sonidos de personas y autos, ¡ya casi llegaba!, solo unos metros más y lo alcanzaría.

De la emoción no se percató de un bote de basura que estaba al frente de ella y no lo pudo esquivar, cayo de bruces, vaciando el contenido que tenía allí.

-¡Waaa! ¿Así que terminaste tu ejercicio de footing mujer? – una voz se oía desde cerca - ¡mierda, me has hecho correr, me las vas a pagar lo juro!.

-Nos hará pagar a las dos – otra se aproximó rápidamente hacia ella y la alzo- también estoy cansada.

Itzel miro a las dos, eran gemelas, se notaba al primer vistazo, ambas pelirrojas y de grandes proporciones, ellas le llevaban al menos media cabeza más y eran bastante fornidas.

-Usualmente Anna y yo usamos magia para hacer pedazos a nuestro enemigo…

-Pero en tu caso – continuo Anna- Anie y yo decidimos que lo mejor es golpearte hasta que mueras con pequeños puños de energía, no te preocupes no arruinaremos tu cuerpo sexy, solo mataremos tus órganos internos- sonrió malvadamente mirando de reojo a su hermana.

-Claro que sí, pero Anna hay que hacerlo lentamente, no debemos matarla muy rápido, empezaremos por algo no mortal.

-Siiiii… - decía Anie – que tal ¡AQUÍ!.

Golpeo directamente hacia el hígado, se vio un pequeño destello verde en el momento del impacto.

-¡Gahhhh!- un grito sordo combinado con algo de sangre salió de Itzel, sentía como se destruía una parte ella internamente, como si se le vaciara un pequeño espacio de piel y cayera a través de sus intestinos, sintió náuseas y empezó a vomitar sangre y vísceras.

-¡Vamos apresúrate y bota lo que quieras!, luego seguirá tu riñón derecho.

Una voz débil salió de la víctima.

-¿Por qué, por…. Que están haciendo esto?, dijeron que me llevarían viva…

-¿En serio EL dijo eso?, ¡jajajaja! – Anna rio con ganas- ese tipejo de ahí no es más que un subordinado, el sigue las ordenes de un superior.

-Pero nosotras – continuo Annie – seguimos las órdenes del superior del SUPERIOR DE EL, solo que no lo sabe.

-Él nos dijo que te matáramos y que mejor momento que hacerlo ahora.

-Ahora sigamos con el show- decía Anna – Annie sosténmela por favor.

-Claro hermanita – sonrió Annie con total tranquilidad.

¡Pum!, otro golpe estremeció el cuerpo de Itzel, ahora era el riñón, otra vez sintió como se moría algo más en su cuerpo, estaba perdiendo otra cosa, más sangre y vísceras salían de su cuerpo, eh incluso sentía una hemorragia interna que se extendía de su cintura hacia abajo.

La volvieron a dejar en el piso para que arroje todo lo que quiera a su antojo.

-Termina rápido y seguiremos con el siguiente- Anna exclamo.

De pronto una voz extraña emano de un lugar extraño. ¿Acaso el cuerpo del piso hablo?

-¡ESTO ES INJUSTO, HORRIBLE, INCOHERENTE, INHUMANO….!.

Ambas gemelas se miraron, no había duda, "el cuerpo" hablo, ¿Estaría delirando o qué?, bueno con esos golpes sería un milagro que siguiese cuerda.

Entonces Itzel se levantó súbitamente, había algo en la sangre que le rodeaba que la hacía verse aterradora y a la vez sexy, un caso raro.

Ambas gemelas retrocedieron. Itzel las observo de reojo con la cabeza agachada.

-"El uso del poder es malo, si lo usan para tal fin"-una voz entrecortada y generada por un eco empezó a sonar alrededor de la cuadra.

Ambas gemelas estaban mudas.

-"No tienen respeto por los hombres, no tienen respeto por la vida, adoran la muerte…."-Itzel alzo su rostro y las miro con ojos blancos.

-¡¿Qué es lo que pasa aquí Anna?!, esto es malo.

-Si- la voz de Anna sonada sombría- mantente a distancia, atacare primero.

-"Ustedes serán juzgadas, serán medidas con la misma vara de la que miden, el castigo divino ha llegado para ustedes, no opongan resistencia, no griten, ni lloren, ni sufran ni tengan sentimiento alguno, ustedes no merecen tener sentimientos humanos."

Empezó a hacer un poco de viento y de súbito un pequeño torbellino la envolvió, caminaba hacia ellas con total tranquilidad, ¡como si no hubiese perdido nada!, los pasos eran firmes y largos, pronto estaría cerca a ellas.

-¡Me importa una mierda lo que digas!- Anna corrió hacia ella con ímpetu, ¡tú no eres quien para juzgar! ¿O acaso te crees Dios ¡estúpida zorra!?.

Lanzo un feroz golpe hacia ella y la impacto de lleno en el rostro.

Pero no sucedió nada, fue un golpe patético, al fin y cuentas ni siquiera lo esquivo, ¡Ella lo recibió como si fuera un golpe de bebe!. Rápidamente la cogió del brazo.

- Serás juzgada ahora, no soy Dios pero soy la ¡VIDA!.

Itzel rápidamente la alzo y en medio del terror de Annie, ¡LA SECO!. Incluso ella misma se sentía adolorida al ver semejante espectáculo, su piel se iba arrugando, su desgarrador grito se iba haciendo más agudo y que al final sonaba como un pequeño globo desinflándose, su cara que iba tomando forma a una momia disecada, su cabello que se iba cayendo a mechones...

Al final la misma piel empezó a arder, para su terror de Annie, Anna aún seguía viva, sino que no podía ya ni hablar, pero sus ojos, casi sobresaliendo de su cara horrorosa la delataban.

Solo dejo su esqueleto en pie, y luego la lanzo con furia ante un par de tachos de basura, sonó un ¡clank! Y el esqueleto se rompió, quedando solo un montón de astillas blancas.

-¡Kyaaaaa!- un grito estremecedor llego de Annie quien dio vuelta y empezó a correr hacia el callejón.

-¡No te escaparas!, te dejare ir con quien tanto anhelas, con la MUERTE.

Ella seguía corriendo durante cinco minutos, al parecer no la perseguía, empezó a jadear y al final rendida se cayó en el suelo, ¡no podía más!, frente a ella había una banca para dos personas, "me recostare en esta banca por un momento y lueg... Debo encontrar a Eliphas y decírselo".

Se incorporó lentamente y empezó a caminar hacia la banca que veía al frente, de pronto todo se puso oscuro.

Empezó a oír voces como de gente que estaba en una disputa y luego se vio dentro de una loza de mediano tamaño, era raro ¿Cómo se transportó allí?, lentamente miro a su alrededor, en el centro un chico atacaba a una jauría de perros, todo a su alrededor estaba teñido en sangre, hasta el mismo estaba carcomido y ensangrentado.

Luego miro arriba y vio un grupo de sujetos discutiendo y levantando billetes, "Al parecer están en una apuesta". Miro un poco más arriba.

Allí estaba Eliphas.

-¡EL!- exclamo de alegría - ¡EL, aquí abajo!.

No hacía caso, lo mejor será acercarse al muro y tratar de llamar su atención, por alguna razón se sentía extraña como si su cuerpo fuera más pequeño, ¿O era una alucinación?

Se pegó a la pared y empezó a arañarla tratando de captar a alguien y lo logró.

-¡Hey! – una chica gritó – miren hay un perro marica que no quiere pelear.

"¿Perro marica?,¿Quién?", Annie miro para todos lados, al final a ella misma, entonces tuvo un sentimiento de terror muy grande. Giro rápidamente creyendo que sería lo último que vería en su vida.

Y así fue.

El chico que yacía hace un momento en medio de un combate feroz con una gran cantidad de perros, estaba casi detrás de ella, sintió una patada, un estruendo, sintió sus huesos destrozarse rápidamente, su risa despiadada que emanaba de aquel "ser" y también sintió como fue estrellada contra la pared, empezó a respirar fuerte y con dificultad, su vida se le apagaba, ya solo quedaba una silueta de lo que antes enfocaba perfectamente como una persona, todo empezaba a ponerse oscuro, se le dilataba el cuerpo, sus ojos se cerraban, "Al menos no fue tan doloroso como lo de mi hermana".


"Y bien asi termina la introduccion, tal vez pereciera que no tuviera que ver nada con Fate, pero no es asi, en capitulos posteriores veran como ira tomando forma (ojala me inspire lo suficiente), bueno hasta otro cap."