Si Fairy Tail fuera mío, Natsu y Gray saldrían como dios los ha mandado al mundo... siempre. Pero los créditos son de él, de Hiro Mashima.


Pαrα mi grαn αmigα y compαñerα de estudios, Evelyn.


Arigαto

—¡Basta! —La figura de Erza se volvió enorme, como la de un monstruo-come-ciudades, y el aura maligna que la rodeaba no ayudaba en absoluto. Los muchachos temblaron. Happy dejó de comer, con sigilo se escondió detrás de Natsu, quien engulló el trozo de carne que tenía en la boca de un trago duro. La pelirroja tomó a Gray de la oreja izquierda y lo jaló tras ella. —No voy a soportar un segundo más tu maldita costumbre de quedar en cueros en un lugar público.

Y Erza se lo llevó de la enrojecida oreja fuera del pequeño restaurante pueblerino. Lucy pudo jurar que escuchó el sonido de las pesadas botas de Erza y un alarido de Gray.

La escena le resultaba cómica. La maga más poderosa del Reino riñendo al de mago que, junto a ella y Natsu, formaban el equipo más poderoso de todo el gremio. Sonrió.

Happy consideró que el lugar estaba fuera de peligro y asomó sus orejitas detrás del brazo derecho de su amigo. Natsu oteó el horizonte. Ni rastro de Erza. Estuvo a punto de pensar «pobre Gray», pero se contuvo. Natsu, macho que se respeta, solo rió a carcajadas de Gray y siguió engullendo como si el mañana no existiera. — ¡La comida me enciende! —chilló entusiasmado.

Lucy adelantó su mano para tomar el salero que estaba frente suyo y reparó en la marca del gremio gravada en su piel, como un tatuaje. Y recordó. Fue Natsu. El chico impulsivo frente a ella fue quien la ayudó a entrar a Fairy Tail. Y ella nunca le había dado las gracias como se debía.

—Malagradecida —musitó.

—¿Dififte algo, Lufy?—preguntó Natsu con la boca llena.

—Gracias —respondió la maga celestial.

Natsu tragó lo que tenía en la boca. —¿Qué, por qué?

—¿Aye? —Happy parecía tan confundido como el mago.

—Gracias a ti logré cumplir mi meta de ser una maga de Fairy Tail. —Cruzó los dedos en su regazo.— Y yo nunca te he dado las gracias. De verdad, muchas gracias, Natsu.

Natsu la miró por unos momentos antes de soltar una sonora carcajada, Lucy enarcó una ceja.

—Tonta —rió—. No hay de qué. Habrías entrado de todos modos. ¡Pateas traseros tanto como Erz…! —Calló de golpe al ver que la aludida entraba por la puerta sacudiéndose las manos… detrás de ella, Gray no estaba.

La joven volvió a tomar lugar en la mesa y Happy volvió a su «refugio», la espalda de Natsu.

Y Lucy sonrió de nueva cuenta, sintiendo un ligero peso esfumarse de su pecho.

Definitivamente Fairy Tail era genial. Y Natsu lo era aún más.

.

.

.

.


¿Se merece un review?


Bitácorα de Jαz: ¡Feliz cumpleaños, Evelyn! Sin ella no habría incursionado en el reino mágico de Fiore.


Editαdo el 20 de octubre de 2014, lunes.