¡Holis! Volvio Patatapandicornio con el nuevo capítulo del fanfic!

Les aviso que este es el final ;_; Ih, pero de todas maneras termina bien uvu (no vale ir al final de las historia y ver que paso)
Como lo he prometido, ¡Hay lemon! ¡Yeay!

Bueno, eso es todo, les dejaré leer~


Proseguimos a la sala de fotografías. Eren se quitó una mochila de la espalda y el estuche de la cámara para comenzar a desempacar todo. Yo me le quede mirando esperando a que me dijera algo, que usar, que hacer, que preparar, algo, no sé, si hay algo que odio son los silencios incomodos.

Se percató de que lo miraba fijamente recargado contra una pared de brazos cruzados, esperando, así que paro de instalar el trípode y se me acercó un poco.

-¿No me vas a decir que usar?-. Pregunté antes de que dijera algo él.

-Así como estas está bien

-¿Solo usare esto? ¿Me estas jodiendo? ¿No quieres cambiar nada?-. ¿Un traje negro simple con un pañuelo y una camisa blanca está bien para él?

-Bueno, quizás…-. Se acercó a mí, demasiado para mi gusto, de hecho, a una distancia peligrosamente corta conociéndole. Y tal como lo predije, se acercó y miro dentro de mi pantalón así como si nada.-… La ropa interior no me gusta.

-Hey, donde mierda crees que miras-. Dije mientras un aura de instinto asesino se manifestaba a mí alrededor.

-Cámbiate la ropa interior, no me gusta.

-Lo siento Eren, pero aquí no hay ropa interior para cambiarme-. Mentí. Arriba estaba mi casa, por lo que podría subir y tranquilamente cambiarme la ropa interior, pero claro que no. No, no te daré el gusto Jäeger.

-Entonces está bien si no usas nada-. Me sonrío pícaramente, yo no pude evitar sonreír y sonrojarme internamente por tal tipo de comentario, pero se esfumaron al instante.

-Si crees que está bien la ropa que tengo ahora, mejor dedícate a instalar el trípode y las distintas cosas para fotografiar; si quieres que me cambie habla ahora o calla para siempre.

-¿Eso es parte de las declaraciones que se hacen en las bodas verdad? Está bien, acepto-. Mientras seguía con la misma sonrisa, se acercó sutilmente a mi lado para abrazarme por la cintura, pero yo no desenrede mis brazos.

-¿Quieres que me cambie o no?

-Ya lo dije, la ropa interior no me gusta.

-No tengo otra, y no me quedare desnudo, menos si tu estas en la misma habitación, o 3 KM a la redonda.

-Entonces te puedo dar estas~-. Me sonrió nuevamente y del bolsillo interno de su abrigo sacó ese objeto del demonio. Esos, los mismos bóxer negros que le di en la secundario, con las escrituras "Kalvin Klein" ajustados, exactamente iguales a cuando se los di, solo que un poco más arrugados por doblarlos varias veces, e incluso se nota que le ha rociado algo de perfume ambientador de Lavanda, porque lo huelo desde aquí. El puto bastardo recuerda que originalmente mi ropa interior olía de esa manera, e incluso parece que usara exactamente el mismo perfume de la misma marca.

-¿Por qué mierda sigues teniendo ese par de bóxer?

-Porque son tuyos, alguna vez estuvieron en contacto con tu linda zona íntima.

-Pedazo de pervertido.

-Ponte estos Levi, estos me gustan.

-Jódete.

-Prefiero joderte a ti.

-Calla, puto pervertido-. Para evitar un desastre, o la mano con "autoconsciencia" de Eren tocándome, le arranque la ropa interior de sus manos y me marché rápidamente a cambiarme. Al entrar al vestidor, agradecí a Higia que Eren haya visto una prenda distinta a la que llevaba en la mañana, si hubiera visto los bóxer de corazones… dios, ni me lo quiero imaginar, por suerte están colgados del perchero en frente mío.
Me cambie lo más rápido que pude, mirando de reojo constantemente a la puerta asegurándome de que Eren no estuviera viendo por la perilla o algo por el estilo. Al terminar mire de nuevo los vestuarios y decidí que no me quedaría con esa ropa, así que me cambie por unos Jeans blancos con botas altas negras, una camisa blanca y el pañuelo de antes, acompañado por una larga chaqueta de invierno hasta las caderas color marrón.

Salí y Eren se giró para verme, sorprendido por el nuevo vestuario y por lo rápido que me cambié. Se acercó a mí y yo me crucé de brazos para evitar el mayor contacto posible, aunque tratar de que él no me tome por las caderas es un caso perdido.

Al lograr tenerme entre sus brazos miró dentro de mi pantalón nuevamente, y sonrió al ver que llevaba la ropa interior asignada por él. Rápidamente llevo su cabeza arriba y miro mi rostro desde un ángulo alto por su altura. Trato inútilmente de desenredar mis brazos, y al no lograrlo hizo un puchero.

-Levi, deja de estar de brazos cruzados.

-No quiero que me toques.

-¡Que cruel!

-¡Ya basta, comienza a sacar las fotos de una puta vez!-. Dije regañándolo, mientras quitaba mis manos de su posición inicial para tratar de separarlo de mí. El muy hijo de puta aprovecho la situación para abalanzarse, inmovilizándome, y me dio un corto beso en los labios antes de separarse de mí evitando el inminente golpe en su entrepierna, para luego terminar de instalar todos los equipos necesarios.

Ya terminado todo, le pregunté qué tipo de escenario quería y él dijo que lo ideal sería un escenario nevado, pero como no nevó en los últimos días decidió que lo haríamos con un fondo blanco liso, siempre funciona con cualquier tipo de vestuario. Así comencé a posar según las indicaciones de Eren, viéndome obligado a cumplir todos sus caprichos por el tipo de contrato, y soy bien consciente de que si no lo cumplo me puede demandar y fundirme, aunque sé que no lo hará puede extorsionarme, y llegaría a ser peor… mucho peor.

-Levi-. Me llamó

-Hmm?-. Me di vuelta para mirarlo a los ojos, aún sin salir de la posición de los brazos a los costados de espaldas a él.

-¿No te molesta si te pido que te cambies el vestuario?-. Dijo tímido, me atrevería a decir que incluso algo temeroso.

-Claro que no, hago esto todos los días, aunque me jod…moleste es parte de mi profesión-. Joder, casi vuelvo a cometer el mismo error, ¿Por qué mierda tuvo que mudarse a España por un tiempo?.- ¿Qué quieres que use?

-Hm…-. Se acercó aun dejando la cámara sobre su cuello, y me rodeo con sus brazos, estrechando el espacio entre nosotros. De nuevo me estaba acostumbrando a su proximidad, no me molesta en lo absoluto. Aunque nunca lo diga en voz alta sentir a alguien brindándote calor y un abrazo se siente extremadamente bien, sobre todo si es alguien que realmente te ama incondicionalmente, como Eren.- ¿Unos Jeans ajustados negros, quizás? Con una camisa a cuadros, o quizás una musculosa blanca…

-¿Especificación en los zapatos?-. Dije desinteresado, ya no me cruzaba de brazos cuando se me aproximaba, y me veía obligado a posar mis manos en su pecho para no estar incomodo, pero no correspondía a su abrazo, ni lo haría por ahora. Haré que sufras, Jäeger.

-Hm… botas negras ¡Con tacón!-. Me helé con las últimas dos palabras.

-Estas enfermo si crees que usare eso-. Podía sentir la vena marcándose en la sien.

-Pero quiero que uses eso, Levi-. Me estrecho más, mirándome a los ojos. Oh si, con esos mismos putos ojos de cachorrito Jäeger, y un pequeño rubor sazonando sus mejillas suavemente, el objetivo: Ablandarme, persuadirme y luego follarme.-Botas bajas hasta el talón, con unos Jeans negros ajustados de corte de mujer, que se amolden a tu figura y te hagan ver delgado y alto…-. Mierda, olvide que él también sabe de esto, y sabe que eso quedaría bien en una persona como yo… pero ¡Joder, soy hombre!- Que la camisa le dé un toque de color al conjunto… o quizás no, quizás en la escala de grises…Hmm-. Cerró los ojos. Mierda, está fantaseando.

-Veré que tengo en el vestidor, no prometo nada-. Concluí. En realidad, sé muy bien que tengo esas cosas que él describió, pero tardare en decidir si lo haré o no ¿Ablandarme contra él, su mirada de cachorro y usar tacones? ¿O no hacerlo y arriesgarme a una demanda sazonada con una mala cara de decepción de Eren?

-Ok, te espero-. Dijo con una sonrisa mientras soltaba el agarre para que yo me dirigiera al vestidor.

Al entrar, no tuve que pensarlo mucho para dirigirme directamente a la zona de ropa de mujer. Decidí que usaría, como indico él, un par de Jeans ajustados negros de marca que me calzaban perfectos, Lo que hizo que se mostrara una mueca de molestia en mi rostro ¿Por qué mierda soy tan… tan… Femenino? Obviamente refiriéndome a lo físico.
Salí y elegí una musculosa blanca holgada con una camisa de color rojo oscuro para darle color al conjunto. Me remangue una de las mangas hasta el codo para parecer más casual, y la otra la deje a la mitad del antebrazo. Me dirigí a la gran duda, los zapatos. Reconsideré la idea de Eren, pero para recalcar mi decisión me recorrí todos los armarios con zapatos, aunque él sabe de esto, y perfectamente sabe que lo mejor que se puede combinar con esto son botas cortas negras con tacón que hagan que la Figura sea más delgada y alta. A duras penas escogí unas bonitas de terciopelo, y para mi disgusto los tacones no me incomodaban. Esperaba que me incomodara un poco la sensación, pero al no sentir nada fue como un golpe seco en la cara. ¿Caminar con tacones se me hace natural? Bueno, tampoco es que 4 centímetros sea mucho, pero de todas maneras… ¿Por qué?...

Tome coraje y decidí mirarme al espejo. Si me pusiera algo de maquillaje pasaría tranquilamente por una mujer, lo que me causo un nudo en el estómago. Nuevamente reuní los trocitos de mi ego en el piso y abrí un poco la puerta, dejando una pequeña brecha lo suficientemente grande para mirar al exterior, y al emocionado castaño esperándome.

Él se percató de mi mirada a través de la puerta y se dio vuelta para dirigirse hacia mí, a lo que yo reaccione estrechando un poco más la rendija de observación.

-¿Levi?-. Pregunto extrañado, mirándome al único ojo que se asomaba.- ¿Estas bien, te sucedió algo?

-…

-¿Quieres salir?-. Acercó su mano a la brecha de la puerta e intento abrirla inútilmente, ya que yo la sostenía firmemente para que no se abriera.- Vamos, muéstrame como te ves. Quiero verte-. Aunque intento disimular su deseo con un tono inocente, pude ver dentro de su mente a través de los ojos la diversión que tenía al verme así, y su real deseo lujurioso de verme vestido de mujer. Puto pervertido, pero de todas maneras es atractivo así.

Lentamente y pisoteando mi ego para que se quedara en el piso y no se levantara en un buen rato, abrí la puerta para que Eren pudiera ver el conjunto completo, y resonando los tacones con los pasos por el salón me pare decidido frente a él. Actualmente medía 1,67 por la suma del tacón, y le llegaba con lo justo a la clavícula, ¿Por qué mierda el muy hijo de puta mide 1,85? Me sobrepasa por 18 centímetros incluso con las botas. Al lograr verme completamente, cruzado de brazos frente a él los ojos se le llenaron de brillo e inmediatamente se alejó unos metros para apreciarme mejor.

-Levi…

-Dices algo y te asesino.

-T-Te ves hermoso-. Vi algo que no veía hace años. Hizo la típica expresión adolescente de sonrojarse y cubrirse la boca con la mano, dejando así resaltar sus ojos verdes. Aunque no lo creas, yo también tengo mis trucos Eren.

-¿Eren, estás bien?-. Indiferente me acerqué, él reacciono al instante alejándose del posible roce de su piel con la mía. Logré lo que quería, conozco tu incomodidad Eren. Suavemente deslicé mi mano por un lado y sin que viera la derecha la acerqué por el otro, entonces al intentar evitar el toque de mi izquierda se abalanzó por si solo hacia mí. Al notar el contacto se asustó un poco, pero se quedó totalmente paralizado cuando sintió mi mano ascender por el costado de su pecho, delineándolo hasta llegar a su cuello, donde él quito las manos de su rostro realmente demasiado sonrojado, y yo aproveché para colgarme, acercándome y presionándome contra él.

-Mmngh… Levi, lo haces a propósito-. Dijo mientras suave y tímidamente rodeaba mi cintura, atrayéndome más hacia él e inconscientemente haciéndome sentir su presente erección contra mi vientre.

-¿Oh, En serio?-. Le dije sarcásticamente con una sonrisa, pero cuando él se dispuso a besarme en los labios me separé y alejé un poco, dejándole con las ganas.- Vamos, debemos seguir con la sesión.

-¡A-Ah! Con respecto a eso, el escenario perfecto sería algo así como un baño, un sauna o un spa. Supongo que debe haber algo como eso por aquí ¿Me equivoco?-. Dijo tímidamente, con una sonrisa boba mientras me alcanzaba poniéndose a mi lado.

-Sí, pero para llegar debemos cruzar el salón.

-Entonces ¿Podemos?

-A ver si entiendes: Para llegar debemos cruzar el salón.

-…

-¡Debes estar demente si crees que saldré al puto salón con botas de tacón y Jeans de mujer!-. Exploté en un grito. Eren comprendió la "indirecta" bastante directa y se acercó nuevamente divertido hacia mí.

-Te ves bonito así, además podemos rodear el salón o ver que nadie te vea.

-Jodete, no saldré así Eren-. Mierda, cometí ese error de nuevo. Rio un poco y luego me miro.

-Es extraño que digas esa palabra todo el tiempo, para ti sería como si todo el tiempo dijera "follar" o algo por el estilo.

-Es tu puta culpa por confundir los lenguajes, no estás en España.

-De todas maneras, debemos proseguir con la sesión.

-No saldré al salón así, además debes avisarle a Petra que vacíe el spa para que podamos sacar las fotos con tranquilidad, sin gente-. Dicho esto me sonrió y susurró un "espera aquí", para luego abrir la puerta y llamarla desde allí. Conociendo a Petra, ella sabe que NO debe hacerlo. Ella se acercó y Eren procuro que no pudiera verme, pero al escuchar la conversación pude oír un nítido "Esta bien, avisare que deben vaciar el área de Spa" ¡Joder Petra, esa no era la idea! ¡No cedas contra sus ojos verdes, es un puto pervertido!

Esperamos un poco y Petra sacó a la gente del spa, viniendo a notificarlo. Para mi mala suerte, no toco la puerta y suavemente abrió para lograr ver dentro. Casi se infarta al verme posando para la cámara de Eren con este vestuario, pero él no tardo en acercarse y cerrar la puerta, para luego encerrarla contra está mirándola a los ojos. Una punzada en mi estómago se hizo presente al ver como ella se encogía temblando de miedo (N/A: Si claro Levi, no son por celos, no lo son) y me miro asustada por debajo del brazo de Eren, clamando ayuda en silencio.

-Hey Eren ¿qué mierda haces?-. Dije molesto. Él se volteó y Petra aprovechó para salir corriendo a mi lado, pero paro en seco al verme con el vestuario.

-…Levi-San…

-Ni lo menciones-. Dije frunciendo el ceño y luego suspire.- Ese enfermo mental me obligo a usar esta mierda.

-¡Esos Jeans te quedan mejor a ti que a mí!-. Exclamo molesta.- ¡Y tú eres hombre, y yo mujer! ¡No es justo!

-¡Ni que a mí me agradara tampoco!-. Respondí yo molesto. Ahora Eren era el que estaba un poco asustado porque tenía a dos personas de muy mal humor en frente de él, contra él, por culpa de él. Se acercó tímidamente y se escondió de la mirada de Petra detrás de mí, apoyando su cabeza en mi hombro y posando sus manos suavemente sobre estos.

-Petra-San ¿La zona de Spa ya está lista?-. Pregunto algo asustado. Petra no es una persona que se enoje seguido, pero cuando lo hace lo más recomendable es no estar cerca.

-Sí, lo está. Les pedí a la gente y a los empleados que abandonaran el lugar.

-Eren, reitero que no pienso cruzar el salón así.

-Si pero, si no me equivoco, cuando entre pude ver que el salón, el mostrador, y todas esas cosas se separaban de la conexión de la sala de fotografías, el spa y la escalera mediante unas puertas francesas viejas, que se pueden cerrar ¿Verdad?-. Mierda, había olvidado esas puertas. Antes el lugar era una hermosa casa, y aunque este acondicionado para ser un salón de belleza sigue teniendo las molduras y detalles originales, entre los cuales están esas hermosas puertas dobles de roble pintadas de blanco de 3 metros de altura.

-Creo que tengo las llaves, y si, se pueden cerrar tranquilamente-. Concluyó Petra.- Las cerrare en un momento

-¡Gracias, Petra-san!-. Exclamo Eren radiante de felicidad. Por mi parte sentía como iba palideciendo poco a poco al no poder salvarme de eso, aunque por suerte no me vera nadie vestido así. Mire con el mentón en alto y los brazos cruzados recargado contra la pared como Eren se colocaba la cámara en el cuello y algunos equipos sobre el hombro, sin mover un pelo en son de ayudarlo. Luego de unos minutos Petra llamó a la puerta avisando que la sala estaba cerrada, y al salir el lugar era realmente agradable, parecía una casa antigua y las puertas aislaban totalmente el ruido del salón.

Caminamos juntos cruzando la zona aislada de la sala hasta el spa. Al entrar claramente a Eren le gusto, y comenzó a observar detenidamente cada rincón del lugar. Lo único incomodo es recientemente había gente en el lugar y todavía quedaba algo del vapor que se genera normalmente en un espacio como estos.

-¿Y bien, donde quieres sacar las fotos? Me estoy cansando de esto, quiero terminar de una puta vez.

-Bueno, sinceramente el vapor no es bueno para las cámaras…-. Dijo pensativo.

-Puedo fijarme si los vestidores están libres. Como allí la gente no usa demasiadas duchas no creo que haya nada, además que yo haya visto no entro ningún hombre a esta zona a excepción de mí.

-Probablemente si tu entraste a ese lugar ahora este rechinante de limpio-. Bromeo mientras me seguía hacia el vestidor de hombres que yo había ocupado esa mañana. Al entrar, como me lo imagine, estaba totalmente libre de humedad y solo estaba el traje de baño negro colgado sobre la zona para escurrir ropa, el cual rápidamente quité al ya estar seco y lo colgué con los demás trajes.- ¡Este lugar es perfecto!

-¿Y? ¿Dónde quieres?

-¿Querer qué?-. Pregunto con picardía, y pude ver ese brillo característico en sus ojos de cuando su mente se desvía por pensamientos pervertidos. Más allá de que él es así nunca ha pasado de nivel, refiriéndome a que no hace más que torturarme tocándome mi zona íntima, no ha profanado… mi trasero.

-Decídete de una puta vez donde quieres tomar las fotos, pedazo de pervertido.

-Supongo que contra el mesón. Me gusta bastante el material-. Paso su mano suavemente por la mesada de mármol.- Creo que haría un buen contraste, además me gusta la idea de que se pueda ver tu reflejo.

-Buena decisión…-. Comenté mientras me acercaba a la mesada y también repasaba su superficie. Inconscientemente mi mano llego a tocar la de Eren, y los dos nos sonrojamos un poco al sentir el contacto de la piel del otro. Él suavemente deslizó su mano por encima de la mía y la apretó de forma cariñosa mientras me sonreía. No pude evitar sentir un rubor atrevido en mis mejillas, y esta vez sí deje que se aproximara a mí, rodeando su cuello con mis brazos y correspondiendo a un beso lleno de amor en los labios, de esos con un dulzor especial del cariño pero sin perder esa especia picante de la lujuria que hace que sea mucho más interesante. No recibía un beso así de Eren desde que nos encontramos en la capital… pero eso es cosa de antes, lo importante es que ahora tengo a mi Eren aquí, ahora, abrazándome y besándome como si no hubiera un mañana. Me separe de él quedando estupefacto y siendo sostenido por sus brazos alrededor de mi cintura, luego de eso me soltó suavemente procurando que no me cayera, y dejo que me sostuviera en la mesada de mármol. Se alejó y desenfundó su cámara, colgándola del cuello. Más allá de ser un profesional, no se andaba con muchos rodeos como los demás y portaba una pequeña cámara de última generación, cómoda para llevarla a todos lados sin que lo notes.

-Levi, apóyate sobre la mesada y cruza una de tus piernas sobre la otra.

-Hm…-. Acaté a su orden sin rechistar. Él se agachó para tomar un ángulo bajo de la foto, dejando en primer plano mis piernas y detrás mi rostro.

-Ahora haz una cara… como explicarlo… altanera, desafiante pero con un toque de malicia. Seria e indiferente.

-O sea, una cara como la que siempre tengo-. Dije con tono sarcástico, lográndole sacar una sonrisa. Luego de eso le mire serio y desafiante, como miras a un perro cuando cometió un error. Comenzó a gatillar la cámara, sacando varias fotos en ráfaga.

-Sí, así me encanta. Te Amo.

-¿Qué otra posición quiere…? ¿¡Espera, que!?-. Cuando termine de analizar lo último que dijo lleve una de mis manos cerca de mi rostro, en posición de defensa por la sorpresa y me sonroje de manera monumental para lo que yo puedo llegar a sonrojarme. Él sonrió ampliamente y gatillo nuevamente de manera rápida, captando explícitamente mi reacción.

-Esa era la siguiente posición, pero de manera consciente no eres capaz de hacerlo-. Me miro con picardía, el hijo de puta sabe mis puntos débiles.

-Hijo de puta-. Se paró en frente mío y me tomo el mentón entre el pulgar y el índice, forzándome a mirarlo a los ojos.

-De todas maneras, no es mentira-. Dijo con un tono suave y persuasivo, acercando su rostro al mío y apoyando su frente contra la mía, quedando cara a cara y él un poco encorvado por la diferencia de altura. Le mire a los ojos y pude sentir el sonido del gatillo de la cámara disparándose, al mirar al costado pude ver que sostenía la cámara con la otra mano, consiguiendo así una foto de primer plano de la escena que acababa de suceder. Cuando me percate de esto sonrió y antes de que pudiera darme cuenta me apretujo a él desde el hombro, acercando la cámara a nosotros y poniendo el modo de vista, así mostrándome la foto que saco momentos antes, donde él sonreía y la luz era prácticamente perfecta.- Ha quedado bonita ¿verdad?

Mire a otro lado para no admitir que esa fotografía era hermosa, pero como el conoce mi lenguaje corporal sabía que era sinónimo de "Tienes razón pero no lo admitiré"

-Ya deja de jugar y dime en qué posición debo colocarme ahora.

-¿La del goce? ¿O quizás la del perrito? Si no quieres puedo sentarme en la mesada y tú encima de mí-. La picardía y malicia invadido sus ojos una vez más, causándome una cara de disgusto y haciendo que frunza el ceño.

-Deja de malpensar todo lo que digo, joder-. ¡Mierda, he cometido el mismo error una vez más! Me sonrió de manera pícara, y no hizo falta que dijera palabra alguna.- ¡Dios que molesto! ¡Dime como mierda debo posar para la cámara!

-Date vuelta, dando la cara al espejo y apoyándote sobre la mesada-. Dijo mientras se agachaba nuevamente para tomar ángulos bajos. Para no alargar más esto acaté la orden sin rechistar y al instante.- Saca un poco el trasero…

-Tsk… Más te vale que no hagas, ni pienses nada-. Lo mire a los ojos a través del espejo, Cuando lo hice se ilumino como si tuviera una gran idea.

-¡Sí! ¡Así me encanta, mira a la cámara a través del espejo!-. Comenzó a gatillar la cámara, yo trate sacando una de mis manos de la mesada y escondiéndola en los bolsillos del pantalón. Luego doble la rodilla hacia adelante, y así cambiando ligeramente la posición para que las fotos salieran distintas. Más allá de que Eren siempre será impulsivo o lo que sea, cuando saca fotos pone un rostro extremadamente serio y observador, mirando cada detalle y cambiándolo si es necesario.- Levi, muestra un poco más el trasero, sácalo más afuera.

-Es peligroso teniendo a un pervertido detrás de mí-. Dije mientras me inclinaba un poco hacia adelante, mostrando ligeramente más la parte trasera.

-Así me encanta-. Dijo mientras se relamía los labios y gatillaba de nuevo.- Bonito culo.

-Deja de mirarme así-. Dije molesto.

-Es inevitable, es demasiado atractivo y sensual, dan ganas de tocarlo-. Se relamió los labios nuevamente y tomo la cámara solo con una mano, aproximando la otra amenazadoramente a mi parte trasera, y al tener contacto me genero un escalofrío que recorrió toda mi espina dorsal.

-¡H-Hey! ¿Qué mierda haces?-. Comenzó a acariciarme suavemente de arriba abajo, y hasta se atrevió a darme una suave y casi imperceptible nalgada. Contra mi voluntad cedí a mostrarme más inclinándome y apoyándome con los codos sobre la mesada, suspirando mientras sentía como la sangre corría a mis mejillas al mismo tiempo que Eren aumentaba el ritmo. Pude oír como ese sonido casi imperceptible de la cámara volvía a sonar, y al abrir los ojos mire por el espejo que Eren sacaba fotos en primer plano de mi trasero, y como fondo mi rostro sonrojado a través del espejo.- Y-Ya basta…

-¿Realmente quieres que pare? Si estas todo sonrojado y no evitas que te toque Levi-. Su excitante roce subió hasta el comienzo de mi espina dorsal, levantando levemente la camisa y así dejando ver mi piel.- Levi, este no es tu color de piel, ¿verdad?

-N-No… es parecida, me colocaron maquillaje en la sesión anterior…

-Ya me parecía…-. Se paró detrás de mí y tomo una de las toallas colgadas a los costados. Dejo su cámara colgando de la cinta de su cuello y rodeo mi cuerpo con sus brazos para llegar al lavabo, donde humedeció la toalla escurriéndola al final para que no tuviera exceso de agua. Lo siguiente que hizo no pudo evitar que se me escaparan jadeos de excitación. Subió completamente la camisa y la musculosa, dejando al descubierto mi espalda, y comenzó a pasar el paño suavemente por todas partes, sin frotarla para que yo lo sintiera como una caricia. Poco a poco dejo al descubierto el tatuaje característico que se ubica en mi espina dorsal, y prosiguió a meter su mano por debajo de mis ropas para pasarlo en el estómago y el pecho, mientras apoyaba su cabeza en mi hombro y mordía suavemente mi oreja.

-Como mierda notaste…

-Cada detallito tuyo que me gustaba lo memoricé completamente para nunca olvidarlo-. Me sorprendí un poco e internamente (Si, interna) me sonroje.- Tus ojos color plata apagada que pueden dedicar desde la mirada más atemorizante hasta la más tierna y seductora; tu figura delgada y frágil, tanto que parece que tienen que tocarte con cuidado para no romperte; Tu piel blanca, casi como mármol, que hace que parezcas un muñeco de porcelana; Tu cabello negro que contrasta con tu piel; Tu personalidad arrogante e indiferente que te hace inalcanzable y sumamente atractivo; Tus pequeñas mañas y hasta obsesión con la limpieza y el orden; Tu horrible manera de cocinar, que hace que me encante cocinar para ti; Tu rostro con facciones finas como las de una mujer; Tu tierna manera de sonrojarte que pareciera que solo sucede cuando los planetas se alinean; Tus pequeñas sonrisas escondidas que aparecen con arrogancia…

-E-Eren…-. Sus palabras seductoras junto a las caricias que me brindaba con ese paño húmedo y frío en contraste con mi piel caliente me excitaban de manera inigualable

-Eres un manojo de defectos que todos juntos forman a un atractivamente inigualable tú, Eso me sentir una presente erección rozándome inconscientemente por detrás. Se separó de mí, mostrándome la toalla originalmente blanca con un color algo cremoso por el maquillaje que me quitó del cuerpo. De nuevo rodeándome por los costados con los brazos, en parte para que no escapara, enjuago la toalla con más agua para quitarle todo lo que había quedado de más.- Tu color natural de piel es más bonito.

-Es casi idéntico…

-Pero no es igual.

Se separó de mí de golpe, dejándome la piel con un calor poco común característico del reciente roce de su piel con la mía, un tipo de calor que no sentía hace ya demasiado tiempo. Se colocó detrás de mí y comenzó a bajar mis pantalones lentamente, mientras sacaba de vez en cuando una foto. Termino por dejar al descubierto el bóxer que a él tanto le gustan, y nuevamente pude ver por el reflejo como se relamía los labios ante tal escenario lascivo de mi parte.

-Nunca los había visto puestos en ti, te quedan realmente geniales

-Puto…

-Me encanta que sean ajustados y se amolden a tu bonito trasero-. De nuevo comenzó con su tarea de acariciarme suavemente, y haciendo que mí cuerpo se encorvara en busca de más contacto. Al final, tironeo del elástico y lo soltó contra mi piel, golpeándome fuertemente y arrancándome un gemido. Eso me distrajo e hizo que no me percatara al instante de que había comenzado a bajar mi bóxer, dejando así al descubierto claramente mi parte trasera. Me di cuenta de que lo había hecho cuando por el reflejo se relamía los labios de manera deliciosa y alzaba su cámara para así sacar una foto de primer plano.

-¡H-Hey, Devuélvemelos!

-Tú me los regalaste ¿Recuerdas?-. Acercó su rostro y comenzó a besar la piel blanca que abarca mi trasero, succionando de vez en cuando y mordisqueándolo, dejando pequeñas marquitas. Comenzó a acariciar una de mis piernas suavemente, con el objetivo de excitarme más y hacer que cediera a sus caricias. Se levantó nuevamente y me tomo por las caderas levantándome de repente.

-¡H-Hey!-. Me quejé, pero él me sentó suavemente sobre la mesada de mármol y abrió mis piernas un poco, colocándose entre ellas. Me miro pícaramente y tomo mi pie derecho para mirar detenidamente la pequeña bota que llevaba puesta. Suavemente deslizó su mano desde el tobillo al talón y tironeo un poco, así sacándome la condenada botita, tirándola lejos y dejando mi pie al descubierto, entre sus manos. Tomo nuevamente mi pie y sin dejar de mirarme comenzó a besarlo, desde la planta hasta los dedos, mordisqueándolo suavemente y hasta atreviéndose a pasar su lengua por toda la base, causándome cosquillas. Hizo exactamente lo mismo con el otro pie, y extrañamente la segunda bota cayo parada junto a la primera.

La siguiente parada de sus manos fueron mis caderas. Yo me sentía débil, nublado por la lujuria que me provoca el tener a Eren cerca, el peligro que representa lo hace más excitante y delicioso al tacto. Me sostenía débilmente con los brazos a los lados, pero Eren los guio hasta su cuello, obligándome a colgarme de él para no caer de espaldas contra la mesada. Tomo el pantalón que estaba un poco más debajo de lo normal por lo de antes, y desabrocho suavemente el cinturón, luego el botón y luego termino por bajar el cierre, liberándome así de la presión que ejercía la prenda sobre la erección que comenzaba a crecer debajo de la ropa interior. Tomo la prenda y de un momento a otro lo bajo junto con el pantalón, dejándome así expuesto ante él. Retrocedió un poco y termino de despojarme completamente de mis ropajes inferiores, dejándome sin escapatoria alguna, sin defensas, solo con la musculosa y la camisa que probablemente también me quitaría en algún momento.

-Vaya Levi, hace mucho que no te veía desnudo, sigues siendo igual de sexy-. Comentó malicioso.

-Mmngh-. Se colocó nuevamente entre mis piernas y comenzó a acariciar suavemente la zona de mi vientre, bajando poco a poco hacia mi hombría necesitada de atención. No pude retener un gemido al sentir la cálida mano de Eren con "Autoconsciencia" Acariciándome, masturbándome suavemente para torturarme hasta que tuviera que pedir a gemidos que aumentara el ritmo. Me miraba constantemente, no soltaba sus ojos color esmeralda de los míos, estaba esperando a que yo diera el buen visto para aumentar el ritmo y al parecer se lo di cuando lo mire, ya que de un momento a otro comenzó a subir y bajar a una velocidad delirante a la par que excitante. Gemí estruendosamente al sentir la lengua de Eren recorrer saciada mi falo, lamiendo y degustando la punta para luego introducírsela completamente en la boca, aumentando el ritmo, besando, lamiendo y hasta se atrevió a mordisquearlo. Podía sentir claramente en la piel que se venía el orgasmo, pero a último momento, cuando sentía el típico palpite en mi entrepierna, se la saco bruscamente de la boca, dejándome el orgasmo a flor de piel y con ganas de salir.- ¿E-Eren?

-No te correrás aún Levi-. Sentenció mientras nuevamente se relamía los labios por la exquisitez de la escena que tenía en frente.

-Me encantaría lamer esos labios-. Coquetee en son de excitarlo aún más, hacer que sufra. Al parecer funciono ya que luego de su rostro de sorpresa se acercó a mis labios y me beso, pero yo no me deje controlar e hice lo que había dicho antes, comencé a lamer sus dulces y suaves labios de manera excitante para él, y cuando nos estábamos por separar para conseguir aire nuevamente me arriesgue a morderlo, consiguiendo que él sonriera por mi atrevimiento.

Luego de finalizar el beso, guio sus dedos a mi boca indicándome silenciosamente que los lamiera, a lo que yo los introduje en mi boca guiado por la excitación del momento debido al beso anterior y comencé a lamerlos lascivamente mientras él me miraba complacido y nublado por la lujuria. Pude sentir un casi imperceptible chasquido de algún lado. Cuando estuvieron totalmente húmedos y remojados los quitó de mí zona bucal y los llevo peligrosamente a mi zona baja. Gruñí en forma de advertencia, pero el no paro y de un momento a otro estaba tanteando mi entrada, humedeciéndola y lubricándola con un dedo. Otro chasquido. Tuve que ahogar un estruendoso gemido cuando pude sentir como Eren me invadía con el primer dedo, tanteando y sintiendo mi interior suavemente, reconociéndolo. Es el tercer "Clic". Cuando me acostumbre a este primer dígito tocándome, fue cuando él introdujo suavemente el segundo, causándome un inigualable escalofrío por toda la espina dorsal al comenzar a hacer tijeras dentro mío y palpar mis paredes interiores, esta vez escuche varios pequeños chasquidos no muy lejanos, y al buscar la fuente del molesto sonido me encontré con que Eren estaba sosteniendo su cámara, sacando fotos de lo que estaba sucediendo en el momento. Iba a decirle algo pero me callo desprevenido el tercer dedo intentando entrar.

-Mierda, necesito algo para lubricar…-. Hablo algo irritado, como cuando te atrasas en algo que quieres hacer. Me quede callado y el suavemente quito los dedos que había dentro, haciéndome temblar en contra de mi voluntad al sentirme prácticamente vacío. Le mire un instante, no sé qué rostro tenía en ese momento pero probablemente una de estúpido por todas las cosas que me había hecho sentir el muy hijo de puta. Me sonrió nuevamente y salió del vestidor unos instantes, dejándome allí de piernas semi abiertas sentado sobre el mesón sosteniéndome vagamente y temblando.

Luego de aproximadamente un minuto volvió de la antesala con un frasco de lo que parecían aceites para el cuerpo, me miro pícaramente y nuevamente se colocó entre mis piernas, presionándome suavemente con su entrepierna sin darse cuenta. Gruñí por lo bajo al sentir su dureza rozando la mía, y él se mordió el labio inferior, frunciendo el ceño. Abrió el frasco quitando la tapa a rosca, y lo volteo dejando así caer el contenido sobre tres de sus dedos, embadurnándolos completamente. Nuevamente los acercó a mi entrada y esta al sentirlo se dilato bruscamente, causando una sonrisa en el rostro de Eren, que luego metió dos de sus dedos de una, lo que no me causo dolor alguno, sino placer, Un placer morboso y lascivo, casi delirante.

Suavemente metió el tercer dedo, casi imperceptiblemente, y comenzó nuevamente a acariciarme por dentro, obligándome a colgarme de su cuello en mi intento por no caer a un lado o de espaldas incómodamente contra el espejo detrás de mí. Había doblado sus dedos en forma de gancho, y estaba buscando algo dentro de mí. Supe que lo había encontrado cuando de un momento a otro gemí como perra ramera al sentir la sorpresa de oleadas de placer por todo el cuerpo, acompañadas por el ritmo de los dedos de Eren tocando suavemente un lugar específico dentro de mí, obligándome a arquear la espalda del placer. Había oído eso alguna vez, que el hombre tiene un punto erógeno en esa zona "Próstata" según médicos "Punto más delicioso del hombre" según los que saben de sexo. Ese pequeño lugar que hace que gimas como perra en celo clamando por más.

Lentamente cambio el ritmo y de un momento a otro estaba metiéndolos y sacándolos en un movimiento lento y excitante, tal vez un poco doloroso, pero eso no evitaba que se me escaparan gemidos cada vez que los metía dentro nuevamente. Comenzó a subir la velocidad, haciendo que mis gemidos fueran más frecuentes y estruendosos, él estaba simulando lo que sería una penetración real, prácticamente estaba siendo gentil conmigo para que me acostumbrara a la sensación, que según mis sospechas pronto serían reemplazados por él mismo.

Me beso apasionadamente para callar mis gemidos, y rozó mis labios con su lengua, pidiéndome que los abriera. Tímidamente correspondí a su petición y entreabrí mi boca lo suficiente para que el invadiera mi zona bucal con su lengua, explorándola y lamiéndola como un experto. Yo no me iba a quedar quieto, así que los dos comenzamos una lucha de lenguas donde nunca habría ganador, una sutil danza exquisitamente delirante que solo nosotros podríamos bailar el uno con el otro.

-Levi…-. Se separó de mí a jadeos por recuperar el aire nuevamente y me miro a los ojos.- No quiero… no quiero hacerlo aquí…

-¿Qué?-. Yo no podía negar que me faltaba el aire por tal contacto entre nuestros labios

-No quiero hacerlo por primera vez en la mesada de un vestidor, no quiero que estés incómodo-. Me termino de rematar con esas palabras.

-Eren, o lo haces aquí o me visto y me voy-. Amenacé atrayéndolo un poco por la camisa, diciéndole claramente que quería aquí y ahora, aunque nunca lo admita. Logre arrancar una sonrisa de su rostro, sazonada con sus ojos entrecerrados y un leve sonrojo en sus mejillas.

-Sostén esto-. Me indico mostrándome el frasquito con el aceite. Lo tome esperando el porqué de su indicación, y luego de que lo tuviera en mis manos él me alzó por la cintura y los pliegues de las rodillas, como se lleva a una mujer en brazos, tomo los bóxer, pantalones y las botas en manos.

-¡Hey Eren!-. Me quejé, pero me tuve que aferrar de su cuello para no caer a los lados.- ¡Bájame!

-No quiero, si es necesario te cargare hasta una cama-. Me sonrió de manera pícara y comenzó a caminar fuera de los vestuarios y dirigiéndose hacia la puerta del spa.- ¿Vives arriba verdad?

Gruñí en forma de afirmación, y luego de eso me cargo escaleras arriba así llegando a la "entrada" de mi casa. Cuando subes por las escaleras instale un par de puertas que llevan a una división de dos pasillos, donde empieza mi casa. Se adaptó todo para que los dos pasillos terminaran en una esquina y se conectaran a una misma sala con concepto de espacio abierto, un ventanal de cristal y una cocina con una isla y una barra que la separa del living comedor. La cocina es totalmente inútil ya que nunca la uso pero es necesaria si alguna vez tengo que guardar cosas, o recalentarlas. A lo largo de los pasillos hay puertas que llevan a distintas habitaciones, las cuales se haya encima del salón de belleza y debajo del dormitorio principal, al cual se llega mediante una pequeña escalera que se cruza con la principal, pasándole por encima y dividiéndola en dos. Esta habitación está por encima de las demás, es el piso más alto y cuenta con un baño y vestidor. Es la habitación más grande de toda la casa y el cuarto principal donde duermo, que ocupa el tamaño de 50 m2 incluyendo un vestidor de 20. Tiene una cama Queen Size de madera oscura y sábanas blancas, acolchado chocolate y algunos almohadones blancos, negros y rojos que contrastan con la paleta oscura. Las paredes son color negro, con solo una pared color rojo que está del lado de la cabecera de la cama.
Si uno entra a alguna otra habitación puede llegar a una oficina, un cuarto de lavado; algunas habitaciones auxiliares; un armario para productos de limpieza y distintos artefactos para la misma acción; y una enorme biblioteca. El lugar es prácticamente un departamento, pero parece una mansión por su tamaño. La zona de living es contemporánea, con paredes grises y de la misma paleta. En total hay dos baños grandes, uno en la sala principal y otro que conecta con el dormitorio.

Como si hubiera estudiado mi casa se dirigió directo a la puerta del dormitorio. Para que no tuviera que bajarla de una patada le ayude abriéndola, arriesgándome a caer al soltar una mano, y rápidamente entro a la enorme habitación, sorprendiéndose de su tamaño, prácticamente un piso entero. Divisó la enorme cama y camino hasta allí, depositándome suavemente sobre ella y colocándose entre mis piernas.

-Bonito cuarto, es enorme para tu solito ¿No crees?-. Me habló juguetón, insinuándose.

-Tsk.

-La cama también es enorme, debes tener frío a la noche, aunque como es de esperarse de ti esta impecable. Vamos a desordenarla un poco ¿Vale?-. Me miro con picardía y prosiguió a besarme en los labios nuevamente, abalanzándose sobre mí y sosteniéndose con los brazos a mis lados. Rozo su entrepierna con la mía, y aunque aún estuviera cubierta por la ropa gruño de placer al sentir el contacto.- Ya no lo aguanto…

-No vayas a venirte solo por desvestirte en frente mío-. Le reté, sabía cómo era en el segundario.- Antes solo con que te mirara fijamente mientras jugabas con mi ropa interior vaciabas todo.

-Sí, pero he corregido eso con mi mano-. Me sonrió mientras lentamente se desabrochaba el cinturón.

-¿Te masturbaste pensando en mí?-. Dije con un imperceptible tono de enojo en mi voz.

-Todas las noches-. Nuevamente se abalanzó y me beso para callar la queja que vendría de mi boca, aunque no podría reprimirla del todo.

-Cerdo pervertido-. Le insulté mientras miraba ansioso como desabrochaba el botón del pantalón.

-Yo no estoy viendo fijamente como alguien se desabrocha el pantalón esperando a ver su erección-. Contraatacó, y joder que tenía razón. Alcé la mirada llena de furia para encontrarme con sus juguetones y brillantes ojos verdes, expectantes a mi reacción. Cuando termino por desvestirse y bajo completamente su ropa interior con el pantalón exhalo aliviado por liberarse de la presión que ejerce un par de bóxer ajustados junto a unos Jeans. No pude evitar sorprenderme por el tamaño que había adquirido el "Pequeño Jäeger" que ahora no era tan pequeño.- ¿Qué?

-Eren, has crecido-. Lleve mis manos a su sexo, tocándolo con la punta del dedo.

-¿E-Eso crees?-. Preguntó avergonzado por tal tipo de comentario.

-No va a entrar, esa cosa no entrara en mí-. No podía quitar mi vista de eso, pero él se abalanzó nuevamente y me beso en la frente.

-Está bien, te lo haré despacito y no te dolerá-. Al tratar de besar mi frente quedé bajo su cuello, y pude sentir un bulto que me molestaba, y descubrí que la cámara aún estaba colgada de su cuello, a lo que yo reaccione forcejeando para quitársela, llevándome una queja de sorpresa de su parte.- ¡A-Auch, Levi! ¿Qué haces?

-Por qué sigues teniendo esta cosa en tu cuello-. Logré quitarle la tira y me quedé con el aparato en las manos. Rápidamente la lancé hacia unos almohadones amontonados en una esquina cercana de la habitación, importándome muy poco si había dado en el blanco o si se había estrellado en el suelo.

-Levi, si se rompe no sería muy bueno ¿Sabes?-. Dijo mientras miraba donde había quedado la cámara, no muy feliz y queriendo no mostrar su enojo conmigo en ese momento, un enojo que nunca dura casi nada cuando le contraataco con una cara seductora como la que puse en ese momento, al mismo tiempo que me colgaba de su cuello obligándole a mirarme

-¿Prefieres a una cámara o a mí?-. Me miro un poco y me sonrió

-¿Realmente es necesario preguntarlo?

-Hm…

-Obviamente la cámara.

-¿¡Que!?-. Reaccione casi con un grito, así desarmando mi fachada de cara seductora-destruye-Eren por la real de ira y furia, trate de quitarlo de encima de mí inútilmente, ya que estallo en risas y me beso nuevamente en los labios, callando mis movimientos y quejas.

-Es una broma, solo quería saber si realmente te importo.

-Hm…-. Nuevamente me beso en los labios, y ahogué un gemido en su garganta cuando pude sentir como rozaba su erección con la mía.

-Levi ¿Dónde dejaste el frasco?-. Estaba jadeando, excitado y esperando ansioso el momento en el que pueda hacerlo. Le mostré el frasco que había quedado enterrado entre unos almohadones detrás de mí. Se levantó y se quitó la camisa, dejando así ver su muy bien formado cuerpo un poco bronceado y una llave de bronce colgando en su cuello.

-Bonito cuerpo-. Coquetee.

-¿Te gusta? ayudo a quitarme la mía y me dejo con el pecho al descubierto. Nuevamente se colocó sobre mí, esta vez sin camisa, y dejando así caer la llave sobre mi cuello, causándome un gran escalofrío por la diferencia de temperatura entre el frío metal y mi cálida piel. Mire a la zona de su abdomen y pude ver un moretón bastante grande de color azul, producto de mis golpes.

-Eren ¿Te duele?-. Lleve mi mano y rocé suavemente la zona, a lo que Eren respondió con un imperceptible quejido de dolor.

-E-Esta bien… no es nada

-Lo siento-. Me miro con los ojos abiertos sorprendido por las palabras que habían salido de mi boca, mire hacia otro lado y volví a hablar.- Lamento haberte golpeado así de fuerte, yo…

-Levi, No te disculpes-. Hablo con un hilo de voz que me sorprendió bastante.- Es mi culpa, todo lo que dijiste… era verdad y tenías derecho a decirlo, también a golpearme, incluso creo que no me merezco esto ni un poco, no me merezco ni siquiera haberte vuelto a ver, hablar, oír tu voz o sentir tu cuerpo en contacto con el mío.

-Eren…

-Yo soy el que se debe disculpar, Levi. Lo siento, realmente lo siento. Siento haberte ilusionado, pero espero ahora poder hacerte feliz ¿Si?-. Me sonrió ampliamente pero por sus ojos no se asomó felicidad, más bien remordimiento y pena.

-Está bien Eren. No importa todas las mierdas que hayas hecho en el pasado, con que te tenga aquí ahora me basta-. Las palabras salieron solas de mi boca, e inmediatamente mire a otro lado y forcejee tratando de liberarme. Ahora sí que la felicidad rebosaba por sus ojos verdes, tanto que podría llegar a ser contagiosa. Seguí forcejeando para liberarme, y el también forcejeaba para no dejarme ir.- Eren ¡Suéltame mierda!

-¡Deja de forcejear! ¡No voy a dejarte ir ahora que dices algo tan bonito como eso dirigido hacia mi persona! Aunque tenga una maldición en medio.

-Su-suéltame-. Aunque no quería, la fuerza de Eren podía conmigo, dejándome inmóvil por las muñecas.

-Levi, di eso de nuevo…

-Ni drogado lo diré-. Le reté con la mirada, y él me la devolvió iniciando así una lucha silenciosa, donde probablemente el ganador sería el primero en ceder a la atracción del otro, el cual probablemente sería Eren. Me tomo con una mano por las muñecas y con la otra me apretó los cachetes, como si quisiera sacarme algo de la boca.

-Levi, di que me quieres.

-Jamash-. Mis palabras salieron distorsionadas por el apriete de cachetes que tenía en mi boca. Me miraba fijamente y con determinación, esa misma puta determinación que hace que no pueda ceder ante él, no porque cediera ante él, sino porque no me agrada gastar saliva sin sentido en discutir algo en lo que no cederá.

-Vamos, dilo-. Apretujo un poco más fuerte.

-Mhhno-. Aflojo un poco al ver que no podía hablar correctamente.

-Si no lo dices lo interpretaré como que no me quieres, y me iré-. Concluyó retándome y obligándome a doblegarme.

-¡No!-. Dije casi gritando, y él me sonrió ampliamente, acercando su rostro, tanto que podía oler su esencia, dulce y seductora.

-¿Entonces?

-P-Púdrete, pero t-te…

-¿Hmm…?

-Te quiero…-. No podía creer que mi cara estuviera ardiendo tanto de la vergüenza, él suspiro feliz y me beso en los labios nuevamente.

-De todas maneras ya lo sabía-. Cuando dijo esto trate de darle un rodillazo, pero él lo impidió y rio un poco.- Bueno, mejor sigamos con lo de antes…

Abrió nuevamente el frasquito y me quede quieto mirando cómo se vertía bastante sobre su hombría, para luego untar un poco con sus dedos en mi entrada, quitándome un gemido a la fuerza.

-Levi… ¿Estás listo?-. Dijo con timidez y un leve sonrojo en sus mejillas, el más allá de ser un jodido pervertido no deja de ser tierno y protector cuando quiere.

-Si…-. Tampoco pude evitar un rojo sumiso en mis pómulos, parecemos un par de putos adolescentes. Ya con mi aprobación comprobada se alejó un poco y se puso entre mis piernas, en una posición vergonzosa para mí. Me puse incluso más nervioso cuando colocó su brazo por debajo de mi cadera, manteniéndola en su lugar para que no tuviera escapatoria. Lleve un brazo encima de mi rostro para taparlo y pude sentir como Eren presionaba suavemente contra mi entrada, la cual cedió a expandirse debido al lubricante, arrancándome un sonoro gemido al sentir que ya estaba dentro de mí. Dolía como mil putos carajos.
Eren gruño de placer y busco mi mirada, pero para hallarla debía quitar mi brazo de mi rostro, y yo sinceramente no quería, ya que aunque tratara de negarlo sabía que alguna que otra lágrima se me estaba escapando de los ojos debido al dolor placentero que sentía, joder, le dije que no entraría, es un puto monstruo.

-Levi, déjame ver tu rostro

-Nngh…-. Logró dejar al descubierto mi rostro y su cara se sorprendió cuando descubrió la lágrima rebelde surcando por mi mejilla.

-Dios santo. ¿Levi, te duele?-. Me hablo con un real tono preocupado.

-Duele como la puta madre-. Dije casi con un gruñido, y pude ver como los ojos de Eren perdían brillo al ver que no disfrutaba de esto, aunque no era verdad del todo, ya que aunque mi ego no lo quisiera dentro de lo muy recóndito me gustaba que fuera Eren el causante de esas sensaciones, fueran de dolor o no… ¿Eso es masoquismo? Joder.- Pero me gusta…

-¿En serio? Gracias a dios…-. Se vio aliviado y la preocupación se fue de sus hombros. Trate de cambiar de tema, aunque no del todo debido a la situación en la que estábamos… estamos… teniendo sexo.

-¿Y tú Eren? ¿Se siente bien?-. Temblando coloqué mis manos en sus hombros. Tomo una y la beso en el dorso.

-Sí. Por adentro estas calentito y eres suave. Me aprietas bastante pero es normal, de todas maneras se siente como un abrazo, realmente me encanta y se siente delicioso-. No pude evitar sentir correr la sangre a mis mejillas al oír tal tipo de descripción, y él se apresuró a nuevamente sostenerse sobre sus brazos a mí alrededor y besarme. Estar debajo de él y su enorme pecho me hizo sentir más pequeño y débil.- ¿Esta bien si me muevo?

-Está bien si quieres hacerlo.

-Ok…-. Se movió un poco para quedar en una mejor posición y no pude evitar una mueca de dolor. Pude sentir como lentamente se deslizaba para salir de mi interior, y gemí fuertemente al sentir como arremetía contra mi fondo.

-Eren… ¡Ah!-. A medida que suavemente y con cuidado entraba y salía, no podía evitar gemir su nombre con desenfreno.

-Levi… ¿Te gusta?-. ¿Cómo mierda puede hacer tal tipo de pregunta en una situación así? ¡Joder, estoy gimiendo tu nombre sin mi consentimiento! ¿Eso no te basta?

-Mnhg…-. Cubrí nuevamente mi rostro con el brazo para no dejar que me viera, pero él rápidamente me descubrió.

-Levi, me gusta ver tu rostro…-. Él corto la frase ya que tampoco pudo evitar gruñir de placer al sentir el placer de mi interior apretándolo. Comenzó a subir el ritmo lentamente, pero luego de unos 20 minutos estaba prácticamente embistiendo contra mi interior de manera animal y salvaje, pero no me producía dolor en lo más mínimo, es más, el placer era delirantemente enloquecedor, nublándome la vista y haciendo que un pequeño hilillo de saliva se cayera por el costado de mi boca al mismo tiempo que gemía su nombre como perra en celo al ritmo de la entrada-salida.

Él también comenzó a gemir, y levemente cambió la posición, terminándome de enloquecer al sentir como golpeaba constantemente mi punto delicioso una y otra vez, tanto que ya sentía como nuevamente el orgasmo se acercaba erizándome la piel. Gemí su nombre una última vez con fervor y termine vaciando todo lo que nunca había salido por años. Un líquido blanco y espeso inundo mi vientre y salpico un poco de su pecho, al mismo tiempo que mi respiración se agitaba fuertemente y el orgasmo invadía cada poro de mi piel. Pude oír como él también gemía al mismo tiempo que sentía como llenaba todo mi interior con su deliciosa semilla. Suavemente se retiró de dentro de mí, causándome un gran escalofrío, y se tiró a mi lado agotado totalmente, sudando. Yo no podía decir nada ya que probablemente estaba en el mismo estado. Mire la pared color carmesí y pude ver allí el reloj que marcaba ya las 4 de la tarde. Hace 1 hora y media que habíamos comenzado con la sesión, y bien sabe Petra que yo nunca tardo demasiado.

Trate de incorporarme pero solo conseguí una mueca de por el dolor punzante en mi espalda. Eren me miro y se levantó también, evidentemente más fresco y feliz. Me senté al borde de la cama y Eren me tomo por detrás, queriendo evitar que me fuera.

-¿A dónde vas?

-Abajo nos están esperando Eren, no quiero que deduzcan que hicimos alguna cosa.

-Pero lo hicimos-. Me sonrió incluso de manera más amplia.

-Pero no quiero que lo sepan-. Zanje la conversación en ese punto y me levanté a duras penas para buscar mi camisa y la musculosa, que habían quedado en el piso.- Joder, se arrugaron.

-Lo siento…-. Se notaba el casi imperceptible miedo en su voz, sabe lo que hizo, sabe de mi carácter, y sabe que no me gusta que la ropa quede en el piso. Se vio divertido al ver que caminaba algo extraño, pero rápidamente lo corregí y aunque me doliera me pare recto.- ¿Puedes caminar?

-No debo aprender a caminar de nuevo solo porque un mocoso me violo-. Dije con irritación, pude sentir como él me rodeaba la cadera con los brazos y me abrazaba desde atrás.

-No te viole Levi. Hicimos el amor-. Me reprochó mientras frotaba su mejilla suavemente sobre mi cabello, en forma de afecto.- Fue una buena primera vez…

-¿Primera vez? ¿Era tu primera vez?

-S-Si…-. Dijo algo avergonzado. Joder, es su primera vez y se sintió como el puto paraíso. No puedo decir demasiado ya que yo tampoco lo he hecho, las mujeres nunca me atrajeron, y siempre que comenzaba a relacionarme con alguna buscaba que fuera de ojos verdes y castaña, pero no igualaba la chispa que tienen los de Eren.- No quería hacerlo con nadie que no fueras tú…

-Pero besaste a otras chicas-. Contraataque con lo que habíamos discutido abajo. Se paralizó y decidió tomar distancia debido a que no sabía cómo interpretar mis reacciones.

-Era una modelo borracha en una fiesta, yo también estaba algo pasado de copas y decidí acompañarla a su casa, entonces en el camino comenzó a coquetearme y termino por besarme en la puerta de su casa…-. Dijo avergonzado

-¿Era bonita?

-Hm… Si…

-¿Cómo era?

-Rubia de ojos celestes…-. Me miro nuevamente y se acercó a mí, para tratar de plantar un beso en mis labios.- De todas maneras los prefiero morochos con ojos grises, pequeños y gruñones.

-Ni se te ocurra acercárteme… ¿Dónde mierda dejaste el bóxer y los pantalones?

-Ni idea, por allí con las demás cosas de fotografía, creo…-. Se giró y también comenzó a colocarse su ropa, solo se tuvo que subir el pantalón y la ropa interior, para después ponerse nuevamente su camiseta y el abrigo. Yo fui a buscar a mi gran vestidor una prenda de ropa interior porque odio ponerme una que ya está sucia y usada. Volví también con un par de zapatos de hombre unos Jeans negros.- ¿Por qué usas eso?

-¿Por qué lo dices?

-porque no me gusta

-Lástima.

-Quítatelo-. Se acercó y comenzó a tironear del pantalón que aún estaba en mis brazos. Comenzamos a forcejear por la prenda y termino ganando él, mirándome triunfante y rápidamente dirigiéndose para bloquear la puerta a mi armario.

-¡Púdrete Jäeger!-. Grite irritado mientras tomaba en brazos los otros Jeans que usaba antes y los comenzaba a deslizar por mis piernas, abrochándolos al final y acomodando el cinturón de cuero. Hecho una furia tome su cámara y comencé a ver las fotos. Pareció darle un semi ataque cardíaco al ver que yo cargaba su preciada cámara. Al ojear las fotos con rapidez comencé a abrir los ojos y bajar la velocidad al descubrir todas las fotos que me había tomado semi desnudo y luego en el momento anterior del sexo. Termine por apagar el aparato antes de terminar de ver las fotos y levante la mirada para encontrarme con Eren casi temblando de miedo esperando mi reacción con respecto a las curiosas fotos que había tomado durante la sesión.

-Antes de que me golpees, debo decir que moriré feliz…

-¿Me tomas fotos desnudo? Eso termino de sellar tu sentencia de cerdo pervertido, hijo de puta.

-¿No me vas a asesinar?

-Me arrestarían por eso, así que no.

-A-Ah… ¿Quién eres y qué hiciste con el Rivaille que yo conozco?

-Cállate y cámbiate.

-Seguro "Sargento"~

-¿Qué mierda dices?

-Pareces un Sargento, dando órdenes así.

-Deja de fantasear fetiches sexuales y vístete de una puta vez.

-No lo había pensado así, pero no está mal. ¿Quieres probar?

-Claro que no, con un dolor de espalda me basta.

-¿Te duele?-. Se acercó a mí y me tomo por la cintura, atrayéndome un poco e incitándome a que lo abrazara. Me miraba con algo de pena en los ojos, pero sobretodo en ellos se reflejaba la inocencia y preocupación verdadera. Si hay una manera eficiente de saber que piensa Eren en ese momento es mirarle a los ojos, esos orbes de un color entre verde, azul y amarillo son como un poema.

-Un poco, no necesito que me ayudes a caminar.

-Te puedo cargar

-No quiero y no lo necesito.

-Yo sé que si

-¡Deja de ser tan molesto de una jodida vez!-. Me dirigí a la puerta y la abrí bruscamente. Él me siguió y los dos bajamos por las grandes escaleras que descendían hasta la conexión se salones aún cerrado. Rápidamente abrí las dos puertas de par en par e irrumpí en el salón, que estaba anormalmente vacío, completamente a excepción de Hanji y Petra.- ¿Qué mierda paso aquí?

-Ah ¡Volvieron! ¿Cómo la pasaron?-. Dijo Hanji emocionada.

-Loca, que mierda hiciste ¿Por qué este lugar está vacío?

-Oh, era para que la gente no se sintiera incomoda con tus gemidos Levi-. Pude sentir como me helaba completamente… ¿Cómo mierda no lo pensé? Mi casa está arriba.

-L-Levi… tus techos no aíslan muy bien los sonidos…-. Dijo algo incomoda y hasta perturbada Petra. Mire a Eren por encima del hombro y estaba palideciendo.

-¡No te preocupes! Los sacamos a todos de aquí antes de que empezaras a gozar como perra en celo. Paso que cuando Petra me dijo que usarían los vestuarios fui a ver cómo iban las cosas y Eren estaba tocándote el trasero, así que me adelanté a los hechos.

-Pedazo de hija de puta…

-¿Qué? ¿Preferías que la gente que se cortaba el pelo escucharan los constantes "Eren" y otros tipos de gemidos y sonidos?-. Considerándolo, debería estar agradecido con que saco a toda la gente de aquí

-¡Eren, No debiste ir tan fuerte! -. Reprochó Petra.

-¡Como querías que parara si hacía rostros lascivos todo el tiempo!-. Se defendió él

-De todas maneras hubieran notado que hicieron algo, digo, su ropa esta toda arrugada y su cabello está totalmente revuelto, además de que los dos se ven más frescos… sobretodo Eren-. Termino por concluir Hanji.

-Se sintió tan bien…-. Eren apoyo su cabeza sobre mi hombro con una sonrisa boba, y se le veía en el rostro que estaba fantaseando. Todos se asustaron un poco al notar que había permanecido en silencio todo el rato.

-Joder, llegan a decir algo sobre esto, mencionarlo alguna vez, juro que iré con sus familias y las asesinaré.

-Parece que Levi se pone gruñón después del sexo-. No tomaron en cuenta mi amenaza de muerte.

-Debe ser por el dolor de espalda-. Eren palmeo la zona donde comienza la espina dorsal y yo emití un quejido al sentir el suave golpe. Iba a decir algo pero un casi imperceptible gruñido de mi estómago interrumpió todo, dejándonos en silencio y causando que Eren se sonrojara hasta las orejas por el tierno sonido.

-Joder… tengo hambre…

-¿No comiste nada?-. Preguntó Eren abrazándome un poco

-Con todas las sesiones, no-. Dije algo cansado, dejando que hiciera lo que quisiera.

-¿Quieres que te cocine amor?-. La vena en la sien se me hinchó al escuchar el sobrenombre, pero el hambre y los recuerdos del sabor de las comidas de Eren pudieron conmigo.

-No tengo nada con lo que puedas cocinar.

-Puedo ir a comprar los ingredientes-. No era una opción, él quería cocinar para mí. Si ahora fuera un perro su cola estaría revoloteando suavemente detrás de él de la emoción por esperar la respuesta.

-No te tardes, muero de hambre.- Suspiré cansado, no tenía ganas de discutir con él.

-¡Sí!-. Me sonrió y salió corriendo por la puerta, dejándome solo con Petra y Hanji.

-¿Ustedes no se van a ir?

-¿Nos estas echando enanin? Que cruel. Dime ¿Cómo se sintió? Si Eren fue demasiado fuerte y te lastimó yo misma me encargaré de patearle el trasero-. Dijo Hanji con euforia.

-No te responderé esa mierda Hanji.

-De todas maneras, debo suponer que se sintió bien a juzgar por tus gemidos-. Concluyó ella feliz.- Yo me debo ir, tengo que volver a casa con mis niñas, en solo una hora comenzará la fiesta.

-Pásatela bien Hanji-san-. Dijo Petra con una sonrisa, luego se dirigió hacia mí.- Yo también me retirare por hoy, no quiero interrumpirlos…

-Váyanse de una puta vez-. Me sonrieron y se fueron por las puertas, dejándome solo en medio de ese enorme salón de belleza. Me aproxime a uno de los espejos y mire mi figura en el reflejo, toda despeinada y hecha un desastre, pero un desastre sensual, que te dice específicamente "Acabo de follar y ha estado genial". Hice una mueca de desagrado y mire una de las máquinas para rasurar el cabello que había en uno de los costados. Un peinado como el de la secundaria no me vendría mal… "Sargento"… recordé las palabras de Eren, y sé que me arrepentiré de esto, pero comencé así a rasurar la parte trasera de la cabeza dejando un peinado al estilo militar "No está mal" Pensé. Siempre me ha gustado como me queda.

-Supongo que debo subir y darme una ducha…-. Le hablé al aire, y así comencé a subir por las escaleras hasta llegar a mi casa para entrar a la ducha y ponerme a pensar.

Por fin está aquí… al final ha vuelto. Supongo que ha cumplido su promesa…

.

.

.

Ya van pasando 3 meses desde que Eren ha comenzado a vivir conmigo. Él cocina para mí todos los días a la mañana y noche, al mediodía deja algo preparado. Trabaja en la ciudad como fotógrafo profesional, ya sea tanto de personas o paisajes, y he descubierto que la única vez que trabajo con modelos fue conmigo, ya que se había especificado en paisajismo elaborado.
Abrió una tienda y es una fuente de ingresos más. Todos los días cuando se marcha de casa me obliga a despedirlo con un beso, y también recibe un abrazo de Iris, la niña de 3 años que adoptamos tan solo hace unas semanas.
Yo seguí con mi negocio de estilismo y estoy todo el día allí. Petra me ayuda a cuidar que la niña no se meta en problemas o que llegue a decirme "mamá" en frente de todas las personas, aunque la vez que lo hizo no me molesto en lo absoluto, ya que la idea es que se acostumbre a su nuevo hogar ¿Verdad?

En conclusión, eso es todo.

-Fin.- :3


¡Holis! ¿Les gusto? ;_; Espero que si! Fue de pocos capis, pero este último... ¡Joder, tiene casi once mil palabras!
Jeje, al primero seguramente no entendieron lo de "joderte a tí" pero recordemos que Eren estuvo en españa, y allí joder es tener sexo (?) xDDU de todas maneras yo uso mucho la palabra, es como que se me hace normal u_u los españoles deben sentirlo como cuando dicen "Cógeme el vaso" y ellos quiere decir que les des el vaso, pero los Argentinos lo entendemos como "Follate el vaso" ovo'' ?

PD: Si ven que algo no concuerda, que falta una parte o lo que sea, es el pinshi fanfiction unu''

Bueno, dejando mis locuras de lado, no responderé a los reviews porque son demasiados ;_; Ih, eso me encanta *-* pero bueno unu

¡Recuerden dejar sus sensualones reviews! Alimentan mi cocoro *3* Eso es todo por hoy!

Sho, Patatapandicornio~