Bueno, si alguien se acuerda de mí... Wow, lo felicito. (?) Tal vez sea mi último aporte a este fandom, y no lo iba a escribir, pero solo llegó la idea y tenía que hacerlo. Quiero agradecerles a todos los que leyeron esto y comentaron, además de los que siguieron mis otras historias, les estoy realmente agradecida.
Aclaraciones: No hay mucho que decir, solo que es un ShintaroFem!xAyano :3 Está un poco sentimental, pero eso es todo. Espero lo disfruten *Corazón*.
The End
Shinko se preguntaba, una y otra vez, con tanta insistencia que su corazón dolía, el porqué ella la había abandonado. Aun no lo entendía, no daba con las razones para su súbita ida; porque Ayano siempre había sido una chica de lo más alegre, tan dulce que alumbraba el camino de quien fuese y despejaba hasta el cielo más gris. ¿Por qué había tomado aquella ruta, aquel final? ¿Qué la impulsó a aquello? Quería averiguarlo, pero su alma rota no podría soportar la verdad, fuese cual fuese.
Tendida en la cama intentaba alejar el recuerdo de su voz amable y palabras cálidas que siempre la reconfortaron. Incluso con los ojos cerrados, tras sus párpados, podía verla con su hermosa sonrisa que la derretía. Pero ya no estaba, y no volvería, al igual que los fragmentos de su alma se habían dispersado para no juntarse nunca más. No solo Ayano había muerto, se la había llevado a ella también; estaba más muerta que viva.
Había tantas cosas que quedaron por decirle pero que no tuvo el valor para hacerlo… Y ahora se arrepentía enormemente de aquello. Fue una cobarde sin remedio –aun lo era-, estaba en la cima de las inútiles, no servía para nada en absoluto, ni siquiera pudo ser una buena amiga. Ayano estuvo cada segundo a su lado, apoyándola, dándole las fuerzas que ella misma no tenía, fue su pilar y todo lo que necesitaba, ¿y cómo le pagó? Rechazándola un día de verano por una tonta pelea, no contestándole sin saber que… Jamás volvería a escuchar su bella voz.
Las lágrimas que surcaban sus mejillas y los sollozos que provenían de su garganta eran tan sinceros que hasta las paredes parecían tenerle lástima. Sin parar suplicaba por su amiga, por tenerla una vez más para abrazarla y reír junto a ella, para decirle eso que no había podido decirle por miedo a un rechazo: que le gustaba, como mujer, que la amaba y no quería que se alejara nunca. Pero, como siempre, nada salía como ella quería.
Quería verla de nuevo, tomar por una vez más su mano, sentir su reconfortante calidez, ahogar sus penas en conversaciones largas y sin sentido. Y solo había una forma de encontrarla de nuevo… Ir hasta ella.
Incluso en medio de la niebla, su sonrisa parecía brillar. Sus ojos y cabello castaños estaban igual de hermosos que la última vez, el uniforme de la escuela tan pulcro como siempre… Pero aquel golpe en su cabeza era prueba de porqué estaban en ese lugar austero y solitario. Sus pasos resonaron al acercársele, el calor que despedían sus manos recorriendo sus mejillas para limpiar las lágrimas la transportaban a días de verano, las caricias alrededor de la terrible herida en su garganta la hicieron sonreír con amargura. El abrazo no se hizo esperar, descansando en los brazos de la otra como si no se hubieran visto en años; se extrañaban tanto que dolía.
— Ayano, prométeme que no te irás de nuevo. — Tomando su rostro para mirarse directamente a los ojos, al borde de un profundo precipicio, Shinko preguntó con desesperación.
—No me iré… Tenemos toda la eternidad para estar juntas. — La castaña de la bufanda roja rozó sus labios con los de su amiga.
— Gracias por amarme. — Manifestó envolviéndola en otro abrazo lleno de sentimientos.
— Es un placer hacerlo.
Shinko y Ayano tenían todo el tiempo que quisieran para tomar sus manos, para amarse la una a la otra sin límites. Sentadas al borde del barranco hablaban de trivialidades con el titular de un periódico a sus espadas que decía: "Dos chicas de la misma clase se suicidan en menos de una semana." Más abajo decía la causa de sus muertes: Ayano se había lanzado desde la azotea, Shinko había apuñalado su garganta con unas tijeras.
Bueno, muchachos, hasta una próxima oportunidad ^^ Gracias por leer~