-¡Lucy! –llamó una chica peliazul de unos 22 años de edad. Iba vestida con una camisa sin mangas de color blanco y unos pantalones vaqueros. Y en su cabeza tenía una cinta de pelo naranja que le amarraba su flequillo e iba calzando unas sandalias. Tras su llamado, una chica rubia de su misma edad miró en su dirección.

-¡Levy! –saludó. Lucy iba vestida con una camisa sin hombros de color marrón y unos shorts blancos. Calzaba unas ballerinas blancas y el pelo lo tenía suelto. La amiga de esta la abrazó con fuerza.

-¡No nos veíamos desde la secundaria! –exclamó Levy aún feliz de ver a su amiga. -¿Qué tal te va la vida? He escuchado que tu nuevo libro ha tenido un éxito rotundo.

-Muy bien, gracias. Y sí, me sorprendió bastante de que a la gente le este gustado. –sonrió la chica. -¿Y a ti que tal te va? ¿Aún sigues saliendo con Gajeel?

-¡Sí, y mira! –dijo la peliazul alzando su mano izquierda. En su dedo anular había un anillo de oro con un pequeño diamante en el centro. Tras ver esto, la rubia exclamó emocionada.

-¿Cuándo ocurrió? –preguntó Lucy.

-Ocurrió cuando me invito a salir en nuestro último aniversario como novios. Ahora estamos comprometidos y en 6 meses será la boda.

-¡Felicidades! –gritó la rubia mientras la abrazaba con fuerza.

-¡Gracias! –correspondió Levy a su abrazo. -¿Y tú cómo lo llevas con Natsu?

-Pues hubo muchos momentos complicados si digo la verdad. –respondió la rubia, recordando la vez en que este la dejo de llamar durante varios meses hasta que llegó el día de San Valentín y la llamó. –Pero todo se arregló.

Eso fue verdad. La vez en que se volvieron a hablar, Natsu le explicó lo que le pasó y donde se encontraba en ese momento. Pero ella tras escuchar toda su historia se molestó con él, aunque fácilmente le perdonó porque ella seguramente habría hecho lo mismo para no preocuparle. Y desde ese entonces volvieron a hablar más para recuperar el tiempo perdido.

Y cuando Natsu se recuperó completamente, Lucy ahorró y organizó, gracias a sus amigos y a sus padres, un viaje a España. En donde volvió a reencontrarse con su querido novio pelirosado.

Durante tres semanas estuvieron juntos hasta que la rubia se tuvo que marchar. Pero antes de tomar el avión de regreso, Natsu prometió que la siguiente vez era su turno para ir con ella. Y lo cumplió.

Al de unos pocos meses, él fue el que viajo a Japón y estuvo con ella durante varias semanas, en donde también volvió a reencontrarse con sus amigos e inició varias peleas con Gray como en los viejos tiempos. Y estuvieron así hasta hoy en día, 4 años después.

Durante este tiempo, Lucy termino sus estudios con matrícula de honor. Y al final logró cumplir uno de sus anhelados sueños: publicar un libro con sus historias. Volviendose muy conocido en muy poco tiempo.

Mientras que Natsu desde España, también logró acabar sus estudios, aunque no con tan excelentes notas como las de Lucy y se licenció en magisterio deportivo.

La rubia sonreía emocionada mientras recordaba a su novio. La última vez que habló con él fue hace unos días. En donde este la dijo que dentro de poco le llegaría una sorpresa para ella. Y por esa razón se encontraba ilusionada.

Y Levy, que aún estaba presente, rio al ver la cara embobada de su amiga. Estuvieron durante unas horas hablando en una cafetería cercana a donde habían estado anteriormente. Y cuando se dieron cuenta, ya era más del mediodía.

-Lo siento Lucy. –se disculpó la peliazul. –Me tengo que ir ya. Aún tengo comprobar algunas cosas para la boda.

-Claro, no te preocupes. –dijo la rubia. –Espero que nos volvamos a ver pronto.

-Yo también lo espero.

Y tras despedirse, tomaron diferentes caminos. Lucy caminó al parque en dirección a su casa. Actualmente vivía en un piso de alquiler y aunque ella tenía el dinero suficiente para una casa propia, ella estaba muy cómoda en donde estaba. Estuvo caminando durante 15 minutos hasta que llegó hasta el edificio. Subió por las escaleras hasta llegar a la primera planta y ahí tomó la llave de su casa y entró. Nada más cerrar la puerta se descalzo y miro a su alrededor. Ya no vivía con sus padres y en su edificio al estar prohibido tener animales, no pudo llevarse con ella a Plue.

Empezó a caminar a la salita de estar de su piso cuando al apoyar su pie derecho noto algo raro, así que miró hacia el suelo y ahí vio un sobre de color blanco. Quito su pie del sobre y se agachó para recogerlo. Cuando lo tuvo entre sus manos se volvió a levantar y camino a la sala, en donde había un pequeño sillón. Y nada más estar delante se sentó.

Miró el sobre fijamente, mirando si había algo escrito por fuera, pero ni tan siquiera estaba el nombre del remitente. Con temor, abrió el sobre y fue a mirar si había algo en él y dentro vio una hoja de papel con algo escrito:

"Querida Lucy,

Soy un gran admirador suyo y me encantó su libro. Nada más empezarlo a leer me quede atrapado entre sus páginas y el mismo día en que lo compré lo terminé de leer.

Espero que nos veamos pronto, porque yo tengo ganas de verte otra vez.

Un gran admirador suyo.

N.D."

-¿N.D.? –pensó Lucy, ya que esas iniciales se le hacían muy familiares, pero no se acordaba donde las había visto. Entonces llamaron al timbre de su casa, se levantó y caminó hacia la entrada. Cuando abrió vio a un repartidor con un ramo con rosas y orquídeas en su mano.

-¿Lucy Heartfillia? –preguntó el hombre, haciendo que la rubia asintiera con la cabeza. –Esto es para usted, firme aquí. –dijo mientras le entregaba las flores a la chica y tomaba un papel y un bolígrafo para que esta firmara.

-¿Quién me las ha enviado? –preguntó mientras firmaba el papel correspondiente.

-No me dijo quién era. Ni tampoco le pude ver bien su cara. –explicó. La chica le devolvió la hoja y el bolígrafo y cerró la puerta no sin antes agradecerle al repartidor. Lucy mientras regresaba al salón olió las flores cuando en ese momento vio una tarjeta entre estas. La tomo y busco un florero para llenarla de agua y asi poner las flores a remojo. Cuando hizo esto y puso el jarrón, miró lo que decía en la tarjeta:

"Estas flores me recordaron mucho a ti. Espero que te gusten.

N.D."

Esto le estaba dando muy mala espina a Lucy. Se le hizo bastante raro recibir una carta de un admirador y que justo poco después hubiera recibido flores de la misma persona. Así que se puso a pensar en quien podría haberlas enviado. Cuando de repente se le pasó a la cabeza una persona en concreta

-Natsu… -dijo mientras se empezaban a tornar rosadas. Pero negó con la cabeza al darse cuenta de una cosa. –No puede ser él. Natsu se encuentra en España, así que es muy difícil que me haya enviado flores desde una floristería de aquí desde donde está. –dijo riendo. Aunque en el fondo esperaba que fueran de él y de esa manera se pudieran volver a ver pronto.

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Lucy se despertó tras un corto sueño. Miró la hora y se fijó que eran poco más de las 3 de la madrugada. Pero no podía volver a dormir porque tenía muchas cosas por la que pensar, además de que hacía bastante calor aun siendo altas horas de la madrugada. Como sobre la persona que le envió esos regalos. Aún no sabía quién se lo había enviado y a su mente llegaban recuerdos de sus pretendientes en la universidad. Que intentaron seducirla aun sabiendo que ella tenía novio. Pero Lucy siempre les rechazaba a todos.

También pensaba que sería un bromista que trataba de ilusionar a la joven y que más tarde se reiría de ella. Pero ella trató de descartar esa idea. Aún perdida en sus pensamientos su móvil empezó a parpadear, haciendo que esta volviera a la realidad y fuera a comprobar el teléfono. Había recibido un mensaje desde un número desconocido y pensando que sería esa misma persona, miró el mensaje. Tenía razón:

"Siento molestarte a estas altas horas de la madrugada, pero sé que estas despierta.

¿Cómo lo sé? Pues porque te imagino a ti haciendo una lista de personas que crees que te lo han enviado. Pero soy una persona que seguramente no te esperas que sea.

Si pudiera ser posible, me gustaría hablar contigo en el parque que está cerca de tu casa dentro de 10 minutos. Así sabrás quien soy y podrás recibirme con los brazos abiertos o decir que me aleje de ti.

Te estaré esperando.

Tu admirador secreto.

N.D."

Al decir verdad, le entraba curiosidad por saber quién era. Y estaba de acuerdo de que si le caía bien podrían llevarse bien, pero nada más que amistad. Y si tenía un aspecto sospechoso podría disculparse y decir que no quiere saber nada de este. Así que se vistió con un vestido de tirantes que le llegaba hasta las rodillas de color crema y una chaqueta de lana que le llegaba hasta los codos de color marrón claro. Se cepillo el pelo y se calzó con las ballerinas que calzó hace unas horas. Tomó las llaves de su casa y salió sin hacer ruido para no despertar a los vecinos. Caminó unos minutos hasta llegar al parque y allí se sentó en un banco. Espero unos minutos cuando de repente empezó a escuchar unos pasos acercándose a ella, haciendo que se levantara rápidamente de su lugar y se pusiera en guardia.

-¿Quién eres? –preguntó firmemente la chica por si se trataba de un acosador. Y de unos arbustos salió esa persona, que Lucy nada más verlo se quedó estupefacta, haciendo que bajara la guardia completamente. Delante de ella, se encontraba un chico pelirosa, con ojos oscuros como la noche. Iba vestido con una sudadera negra con bordes blancos y unos pantalones vaqueros. También llevaba puestas unas deportivas rojas. Lucy se quedó sin palabras al verle frente a ella.

-Hola Luce. –saludó felizmente con su característica sonrisa. Lucy cuando volvió en sí, se abalanzó sobre el chico y le abrazó con fuerza. Haciendo que este le devolviera el abrazo rápidamente. –Espero que te haya gustado lo que te envié esta mañana.

-¿Fuiste tú el que me enviaste la carta? –preguntó. Haciendo que el pelirosa asintiera con la cabeza aún sonriera de par en par. -¿Y el que me enviaste las flores?

-Sí. –afirmó. –Quería darte una sorpresa. Y creo que lo logré.

Lucy le abrazó más fuerte, sonriendo y con sus mejillas sonrojadas.

-Te he echado de menos. –le susurró al oído.

-Y yo también. –dijo Natsu de la misma manera. Estuvieron abrazados durante varios minutos. Hasta que el chico volvió a hablar. –Y he vuelto para quedarme.

-¿C-cómo? –preguntó Lucy impresionada.

-He encontrado un trabajo aquí, así que ya no tendré que volver a España.

-¿Y tú padre? ¿No se sentirá solo?

-No te preocupes. Él está en buenas manos. –dijo Natsu recordando que su padre había encontrado a una pareja y llevaban saliendo durante 1 año y medio. La afortunada se llamaba Grandine y era un poco más joven que Igneel. Se conocieron porque trabaja en el mismo lugar que él y nada más verse se enamoraron a primera vista. Grandine también tenía una hija llamada Wendy, pero era unos años más joven que él. Y ellos dos se llevaban tan bien como padre e hija. Así que realmente no estaría solo.

Lucy no tenía palabras para expresar la felicidad que sentía en ese momento. Volverían estar cerca y no tendrían que comunicarse por teléfono ni por mensajes.

-Pero también he vuelto por una razón más importante. –dijo alejándose un poco de la rubia. Cuando se separó lo suficiente de ella, llevó sus manos hasta sus bolsillos y empezó a buscar algo en concreto. Cuando por fin lo encontró, lo sacó de su escondite y Lucy nada más verlo, la dejo boquiabierta. Lo que Natsu tenía guardado era una pequeña caja oscura de terciopelo, que nada más abrir la cajita se podía ver un anillo bañado en plata con un diamante en forma de corazón. Lucy se llevó las manos a la boca, sin palabras.

-Nos conocemos desde hace mucho tiempo y hemos pasado por muchas dificultades. –dijo mientras recordaba tanto los buenos como los malos momentos que afrontaron. –Pero llegados a este punto, quiero dar un nuevo paso con nuestra relación. –entonces Natsu se arrodillo delante de ella, que aún seguía procesando cada palabra del chico. –Te quiero Luce. Me gusta todo de ti, tanto tus habilidades como tus defectos y ahora sé que quiero pasar el resto de mi vida contigo. Por eso Lucy Heartfilia, ¿quieres hacerme el hombre más feliz del mundo y casarte conmigo?

La rubia empezó a llorar de felicidad tras escuchar la proposición de su amado pelirosa y tras derramar varias lágrimas asintió con la cabeza.

-Sí, sí quiero Natsu. –y tras decirlo se lanzó hacia él, volviéndole a abrazar. Natsu al igual que ella estaba rebosante de felicidad ya que por fin estaban juntos y ni la muerte la lograría separar de ella.

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FIN

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¡Listo! El fic de "¿Por qué no me llamas?" tras este capítulo llegó a su fin. Enserio, muchas gracias por sus comentarios. ^^ Os lo agradezco de todo corazón.

Pero este no es el fin. No, porque aún tengo el fic que actualmente estoy escribiendo (Buscando el amor) y el nuevo que estoy desarrollando, además del crossover.

Con el primero ya casi voy terminando de escribir todas las ideas para el segundo capítulo, y este es completamente Nalu. xD Ahora solo falta escribirlo y dependiendo de cómo se vaya desarrollando iré poniendo y descartando mis ideas. x3 Asi que esperen un poquito más, por favor. n.n

Sobre fic que estoy desarrollando aún me quedan muchas cosas por limar, ya que va a ser un fic largo y contendrá bastantes personajes. Y también tendrá varias parejas: Nalu, Gruvia, Gale, Jerza… *^* Pero aviso una vez más (ya que también dije cuando publicaría en mi otro fic activo) que yo empezaré a escribirlo desde antes, pero la publicación será a finales de Junio principios de Julio. Cuando empiece mis ansiadas vacaciones de verano. ¿Por qué no lo voy a publicar antes? Pues porque estoy cerca de los exámenes y me costará escribir, además de que quiero tener algunos capítulos escritos y así no ir de prisa y corriendo. xD Así que por favor, esperen un poco más. n.n

Y de nuevo, muchas gracias por leer y nos vemos en mis otros fics.

Bye~