Hola a todos. Esta es mi primera historia, así que espero no fastidiarla mucho.

Esta es una historia de Swan Queen, pero habrá que tener mucha paciencia. No existe ni magia, ni maldición, solo el mundo real en el que dos personas se tienen que enfrentar a su destino.

En un principio cada capítulo se dividirá en dos. Por una parte los pensamientos de Emma, y por otro lado los pensamientos de Regina.

Descarga de responsabilidad: No me pertenecen ninguno de los personajes que aparecen con derechos de autor. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

CAPITULO 1: EL REENCUENTRO

Una frase puede cambiar un destino. (George Fischer)

PUNTO DE VISTA DE EMMA

Salir de un día duro de trabajo y quedar con unas amigas para ir de cañas es un lujo que nos permitimos desde hace un año. Al principio era como una vía de escape a nuestros problemas, pero poco a poco eso fue cambiado, y ahora, los jueves no solo quedamos para decir lo cansado que estamos de nuestros jefes y del trabajo ( aquellas que lo tenemos), sino también hablamos de tonterías que nos pasan y de aquellas que no nos pasan… en general, hablamos de la vida. Pero este jueves sería diferente. Este jueves el destino me tenía una sorpresa planeada.

Allí estaba yo, en el bar de moda lleno de gente con tres cervezas en el cuerpo y sosteniendo otra mientras les contaba a mi amiga Ruby y a mi amiga Bella como había terminado unos días atrás en el armario de un motel para demostrar que mi cliente tenia razón y su pareja se gastaba su dinero en aventuras sexuales extra matrimoniales. Pero lo que ella no sabía, bueno ni ella ni yo, es que sus aventuras incluían personas vestidas de animales de peluche. Solo recordando la situación salín de mi garganta carcajadas a doquier. Pero entonces la vi. La vi destacando sobre todas las personas que había en el local. Pero claro… también sería capaz de verla entre una multitud de hinchas en un estadio de futbol.

Cuatro segundos exactos pasaron desde que observe como su paso firme se dirigía a mí, cuatro segundos, ni uno más, y entonces mi corazón se paro, y mi pulso se acelero. Creo que sufrí un ataque al corazón. No… espera… aun sigo viva, así que el ataque queda descartado.

Su paso era firme, sus tacones resonaban en el suelo de manera y su mirada se posó directamente en mis ojos mientras acortaba distancia. Entonces simplemente hablé.

SQSQSQSQSQSQSQSQSQSQSQSQSQSQSQSQSQ

PUNTO DE VISTA DE REGINA

Ok, Regina solo tienes que entrar y punto. Ya has hecho lo más difícil... localizarla. Sabes que va a estar en ese bar, sabes lo que tienes que decir y sabes lo que te va a decir… solo es un puro trámite.

Y allí estaba yo, empujando una puerta de cristal para enfrentarme con mi destino. Ese destino del que intente escapar en tantas veces y del que no pude. Siempre me he considerado una mujer fuerte que es capaz de todo cuando tiene un objetivo fijado, que equivocada estaba, tenía un objetivo pero no tenía fuerzas para hacerle frente.

Su carcajada resonó en aquel local, toda la gente desapareció y la vi. Estaba sentada con otras dos chicas más, riéndose mientras sostenía una cerveza… Dios, seguía igual que hace tres años. Pase unos segundos debatiendo entre sí ir hacia donde estaba ella o simplemente huir, de hecho retrocedí un poco pero no tarde mucho en recordar por qué estaba allí cuál era mi motivo, y toda duda desapareció; solo había un camino y lo tomé. Me dirigí directamente hacía ella, y a medida que me acercaba noté como ella me observó… Su sonrisa desapareció y sus ojos se agrandaron, creo que sus amigas también se dieron cuenta porque todas pararon de hablar y dirigieron su mirada hacia donde ella miraba, hacia mí.

- Hola – me dijo mientras daba un sorbo. Creo que intentaba parecer indiferente, pero sus ojos mostraban otra cosa. Hay cosas que nunca cambian.

- Hola Señorita Swan – Dije en un tono serio, controlando al máximo mis nervios.

Ella levantó una de las comisuras de su labio mostrando una media sonrisa.

- He debido tener un Déjà vu, creí que ya habíamos superado todo este formalismo.

- Lo siento, pero no estoy aquí para tener una charla amistosa con usted – Dios, que duro era esto… Mil veces pasó por mi mente este momento y ni una sola vez imaginé que sería así. Tenía que ser fuerte, me dije. -

Lárgate Regina – Su tono se endureció al igual que lo hizo todo su cuerpo- Este no es tu lugar y yo no quiero jugar al juego que te traigas entre manos viniendo aquí…. Sea lo que sea no me interesa – Y así me lo hizo saber, simplemente, se dio la vuelta y dio otro sorbo a su cerveza.

Último cartucho, me dije.

- Se trata de Henry