Draco era mi mejor amigo... Crecímos juntos... creímos que siempre estaríamos ahí para el otro...

Yo fallé...


Narcissa se sentó estoicamente en el mueble, incapaz de mover ningún músculo pero igual podía escuchar cada palabra que salía de la boca del detective, no importa cuán terribles fueran esas palabras y cuánto deseara no escucharlas.

-... fue una muerte rápida, ya había fallecido cuando el fuego inició. Creemos que fue para cubrir las huellas y ocultar el cuerpo...-Arthur Weasley se removió nerviosamente a la falta de respuesta de la mujer-Señora Malfoy...

-Black-susurró ella.

-¿Perdón?

-Narcissa Black, es el nombre, dejé de llamarme Malfoy hace mucho-el pelirrojo asintió, moviendo las manos nerviosamente.

-Señora Black...-el hombre suspiró y se sentó frente a ella-Sabemos que es muy difícil aceptar lo que ha sucedido, podemos ayudarla en cualquier cosa que necesite y sepa que encontraremos al asesino de Draco-la mujer lo miró vaciamente.

-Encontrar a su asesino no va a traer a mi hijo de regreso-declaró sin fuerzas. La puerta del salón se abrió y una sirvienta entró detrás de una muchacha de cabello negro largo y ojos enrojecidos, Narcissa se levantó y extendió sus manos hacia ella.

-Señora Black...-sollozó la chica, abrazándose a ella.

-Oh, Pansy, le perdimos...-dijo la mujer, cerrando los ojos con pesar, una lágrima derramándose por su mejilla.

-Se hará justicia, yo lo sé, la muerte de Draco no quedará impune-dijo la muchacha con fuerza.

-¿Es usted la señorita Parkinson?-ambas mujeres se giraron hacia el detective.

-Sí, asumo que usted es el detective del caso.

-Arthur Weasley, a sus órdenes-dijo él extendiendo su mano, Pansy la estrechó y se sentó junto con Narcissa en el amplio mueble-¿Me permite hacerle algunas preguntas?-ella asintió-¿Cuándo fue la última vez que vio a Draco Malfoy?

-El día antes de que desapareciera, él había ido a mi casa a cenar, se quedó a dormir en mi casa y se fue temprano para cambiarse e ir al colegio...-ella soltó un suspiro tembloroso-La señora Black llamó horas después a mi madre, preguntándole si Draco había llegado. Cuando llegué a la escuela, él no estaba ahí, me preocupé pensando que tal vez se había sentido mal o algo, lo llamé a su celular pero estaba apagado...-unas lágrimas cayeron de sus ojos-Cuando llegué a casa mi madre me dijo que Draco nunca llegó a la casa, yo le dije que jamás estuvo en el colegio-se secó el rostro y alzó la mirada-¿Dónde... dónde lo encontraron?-Arthur miró a Narcissa y esta asintió.

-Draco fue hallado en el incendio de la casa de madera cerca del colegio-Pansy jadeó.

-Todos habíamos escuchado del incendio, pero nunca... nunca...-la rubia cogió su mano con fuerza, sintiendo el mismo dolor que ella sentía.

-Señorita Parkinson... si recordara cualquier otro detalle más o si hubiera notado a Draco extraño días antes de su desaparición... ¿Sabe que puede llamarme, no? Nuestra principal preocupación es hacer justicia-Pansy lo pensó un momento.

-Draco... Draco había estado deprimido últimamente, por eso lo invité a mi casa, para que pasaramos un buen rato pero... él estuvo raro todo el tiempo, yo me dormí temprano. Cuando me desperté a la mañana siguiente, él ya estaba despierto y listo para irse, apenas y se despidió de mí, iba a hablar luego con él pero...

-¿Draco salía con alguien?-la muchacha frunció un poco el ceño y negó con la cabeza.

-Draco no tiene muchos amigos y tampoco me dijo jamás que le gustara alguien-Arthur asintió pensativamente.

-¿Me puedes dar los nombres de sus otros amigos?-Pansy se los nombró-Muchas gracias por su ayuda, yo mismo me encargaré de esta investigación.

-Gracias, detective-dijo Narcissa en voz baja.


Draco soltó un sollozo, corriendo lo más rápido que podía lejos de la casa de campo, podía escuchar los pasos de él persiguiéndolo, queriendo atraparlo otra vez. No podía permitirlo, solo un poco más, solo un poco más... Soltó un grito ahogado cuando fue jalado del cabello hacia atrás.

-¿Crees que puedes huir?-siseó en su oído, Draco trató de pelear pero estaba tan débil...-Nunca podrás huir, Draco. Nunca...


-Draco solía ser una persona muy sociable cuando era más pequeño-dijo Theo, sosteniendo fuertemente su taza de té en sus manos-, fue después de que su padre se fue que se empezó a retraer, solo Theo, Blaise, Astoria, Pansy y yo nos quedamos a su lado. E, incluso así, solo era Pansy la que lograba que hablara más que tres frases seguidas.

-¿Le pareció a usted que Draco estaba extraño antes de su desaparición?-preguntó Arthur, Theo miró su taza.

-Draco había estado nervioso, solía mirar hacia todos lados a cada lugar que entraba, paraba distraído y había dejado de practicar violín, se iba de frente a su casa junto a Pansy cuando terminaban las clases.

-¿Había alguien que lo molestara o algo?

-Cuando éramos más pequeños solía haber una enemistad entre él y Potter pero este año ningún de los dos se hablaba, de un momento a otro ya no había peleas por los pasillos ni nada.

-¿Alguien más?

-Mmm... no, después todo seguía como siempre-Arthur asintió, anotando algunas cosas en su libreta.

-Muchas gracias, señor Nott-el joven asintió levemente.


Draco observó el cielo por el pequeño trozo de pared que había, se había cansado de gritar hace mucho, ya sabía que no importaba, nunca escucharían sus gritos, los alumnos siempre habían tenido miedo de acercarse ahí por las historias que se contaban. Lágrimas cayeron por su rostro sucio, sus uñas arañaban sin fuerza intentando escapar, siempre intentando escapar porque no importa lo mucho que él lo intetara, él siempre intentaría escapar de sus manos. Una mano jaló su cabeza hacia atrás y un sollozo escapó de sus labios.

-¿Otra vez intentando pedir ayuda?-dijo la voz, con tono decepcionado-Sabes lo mucho que detesto castigarte, Draco, si tan solo pudieras comportarte...-Draco trató de luchar cuando fue jalado hacia atrás pero un fuerte golpe en su rostro lo dejó desorientado. Sintió como su cuerpo caía en la raída cama, como su camisa era rota otra vez, su cuerpo lleno de moretones se quejó pero a él no lo importó. Draco sintió como sus pantalones eran removidos y cuando sus piernas fueron abiertas, dio gracias a Dios que llegó la inconsciencia...


-Draco y yo solíamos practicar juntos violín-dijo Astoria, sus ojos enrojecidos miraban hacia la nada-, él era increíble ¿sabe? Tenía mucho talento, siempre me enseñaba cuando tenía problemas con alguna melodía, era tan amable...-lágrimas cayeron de sus ojos.

-¿Qué fue lo que cambió en Draco?

-Cuando mi tío Lucius se marchó de la casa, junto con esa otra mujer, mi tía Narcissa tomó el control de la casa, ella nunca se mostró depresiva, siempre cuidó de Draco y le dio todo lo que necesitaba pero... Draco sintió la ida de mi tío como una traición, él era su héroe y de repente ya no lo era, solo era el hombre que había dañado a su madre.

-¿Crees que estaba en depresión?-Astoria alzó la mirada repentinamente, sus ojos fríos, una sonrisa débil se posó en sus labios.

-¿Triste?-bufó-Draco estaba furioso.

-¿Qué?

-Nadie lo notaba pero yo he vivido con él por un tiempo, lo conozco desde que ambos éramos apenas bebés, puede que ni Pansy lo haya notado, pero Draco estaba enfadado todo el tiempo, creo que fue por eso que empezó a alejarse de todos.

-Pero se volvió más cercano a Pansy...-la rubia asintió.

-Pansy tenía un don para calmarlo, yo podía notarlo, me alegraba que estuviera con él porque mi primo paraba con la oscuridad alrededor-Arthur sopesó sus palabras un momento.

-¿Cómo lo viste antes de que desapareciera?

-Paranóico-dijo sin duda-, dejó de asistir a las lecciones de violín de un momento a otro, empezó a encerrarse más en el mismo, no podía entrar en un lugar sin revisarlo cinco veces, es como... como si estuviera siendo vigilado ¿sabe? Como si sintiera que alguien lo observaba todo el tiempo... Yo también podía sentirlo, en menos cantidad que él pero tenía esa sensación de que alguien siempre tenía su vista en él.

-¿Alguien del colegio, tal vez? ¿Alguien a quién le cayera mal?-Astoria negó con la cabeza.

-El único con el que Draco se ha llevado mal alguna vez es Potter pero él dejó de molestarlo a principios de año, aparte eran tonterías de chiquillos, Potter solo lo molestaba si se cruzaba no lo seguía con la mirada ni nada por el estilo. Aparte de eso, Draco era invisible en el colegio, todos ya se habían acostumbrado a su forma taciturno y solo lo evitaban, no tenía ningún enemigo-Arthur asintió, pensativamente.

-Gracias por su cooperación, señorita Greengrass-dijo el hombre amablemente, levantándose; Astoria también se alzó.

-¿Va a encontrarlo, verdad?-preguntó en voz baja-Va a encontrar a la persona que hizo esto-Arthur le dedicó una pequeña sonrisa.

-Pondré todo de mi parte-ella lo miró fijamente y asintió.


Draco era mi mejor amigo... solíamos ir de un lado para otro juntos... el día que desapareció, yo estaba enfada con él... Draco últimamente me ignora mucho... Tal vez debí de haber hablado con él... sin tan solo... sin tan solo yo...

Es muy tarde ahora...


Narcissa observó el lugar quemado, sus ojos fríos y su frente alta. Arthur se removió nerviosamente a su lado, no del todo seguro que hubiera sido una buena idea traerla a este lugar. Narcisa avanzó por los escombros, era un cuarto muy pequeño, se podía ver lo que eran los restos de una cama y algunos muebles más, las paredes de madera estaban caídas, quemadas casi por completo.

-¿Usted cree que sufrió mucho?-preguntó la mujer en voz baja, Arthur no respondió. La autopsia había sido una de las peores que había tenido que ver en mucho tiempo, Draco había sido víctima de múltiples violaciones, estaba malnutrido y golpeado, varios de sus huesos rotos pero lo que lo había matado había sido las diez puñaladas dadas en su estómago. Narcissa bajó la mirada hacia sus manos-Intento consolarme con el pensamiento de que tuvo una muerte rápida ¿sabes? Que tal vez mi pequeño no sufrió tanto... que ahora por fin está descansado...-las lágrimas se derramaron de sus ojos.

-Mamá...

Narcissa se tensó como cuerda de guitarra y se giró en redondo, encontrándose con la mirada perpleja de Arthur. La rubia, parpadeó confusamente y miró a su alrededor, pasó la vista por todos los objetos del lugar antes de que su mirada se centrara en el suelo, cerca a la cama.

-¿Sucede algo?-preguntó Arthur con voz insegura, Narcissa no respondió sino que se adelantó hasta el lugar y se agachó, pasando una mano sobre la madera del suelo.

-Hay algo aquí...-Arthur se agachó inmediatamente a su lado, palpando el suelo y encontrando una tabla suelta semi oculta por lo que parecía ser un velador. Narcissa soltó un sollozo cuando sacaron la tabla, un hermoso relicario de plata descansaba contra la tierra, se veía arañado pero estaba intacto del fuego-Es el relicario que le regaló su padre de niño-dijo con lágrimas en los ojos, tomándolo entre sus manos-Oh, Draco-lloró, abrazando el relicario contra su pecho.

-Debemos llevar el relicario a Evidencias, señora Black-dijo Arthur, conmovido por la mujer, ella asintió, entregándoselo con manos temblorosas-Tal vez Draco haya dejado más cosas escondidas, ordenaré una investigación profunda en el lugar, encontraremos todo lo que tengamos que encontrar-Narcissa asintió y aceptó su mano para levantarse, se secó las lágrimas y su rostro volvió a enfriarse.

-La persona que hizo esto pagará, detective, eso téngalo por seguro-dijo ella con voz sombría y Arthur no tuvo ninguna duda de que era una promesa.