Declaimer:Naruto NO me pertenece, es de Kishimoto,

Sumary -hazte un favor y deja de humillarte, pelos de chicle, Sasuke no te ama, y nunca te amara. El te odia, ¿Cuántas veces le haz confesado tu patético amor una y otra vez? / que tu serías la encargada de hacer que el clan Uchiha no se extinga, Karin será lo que sea, pero Sasuke no va a engendrar un Uchiha en ella. / ¿Estas insinuando que quieres tener un hijo mio, Sa-ku-ra?

PenName: MaGy-Souh

El Hijo de un Uchiha

TwoShop: Epilogo

El cerebro de Shin Haruno trabajaba a una velocidad impresionante tratando de buscar una solución para completar la misión con éxito. Las cosas se habían complicado y ahora frente a su equipo se encontraban cerca de 50 ninjas renegados de sus aldeas, ellos eran solo tres, sabía que eran ellos eran el mejor escuadrón de jounnin de Konoha sin embargo no pudo evitar chasquear los dientes cuando más de la mitad de esos idiotas, por no decir todos, veían a su hermana de una manera no digna.

-Si nos dan a la chica, los dejaremos ir libres –hablo uno, no llevaba una banda ninja, pero por su vestimenta, se podría llegar a la rápida conclusión que tenía entrenamiento.

Las aspas de su sharingan giraron velozmente, y noto como el otro miembro del equipo hacia lo mismo, esos pobres hombres tentaron demasiado su suerte en el momento en que sus ojos libidinosos se posaron en la princesa de su equipo.

La Haruno, -sí, su apellido seguía siendo Haruno, aun así, ellos tenían los mismos derechos como los dos del clan que si llevaban el apellido- deslizo un mechón de su cabello negro que en ese momento tapaba uno de su vista, detrás de su oreja, dejando a la vista dos verdes y brillantes ojos que poco a poco se iban inyectando de color sangre

Los ojos de los cincuenta hombres ahora estaban por salirse de sus orbitas, era bien sabido en todo el mundo ninja que solo había cinco Uchiha activos en todo Konoha, el legendario Sasuke Uchiha, ahora mismo era el patriarca de su clan y con sus escasos casi 36 años aún era tan fuerte como en su época dorada, aunque ya solo se dedicaba a hacer misiones sumamente importantes y que requerían de la completa confianza del hokage. La situación del segundo ninja era muy parecida, Hakate Kakashi pasaba la mayor parte del tiempo leyendo sus famoso libros naranjas o entrenando a sus pupilos, y las misiones que realizaba eran escasas, pero siempre rango S.

Pero el temor verdadero era el equipo #18, no era secreto para nadie que esos tres ninjas eran de temer, pues en ese equipo estaban los primogénitos Uchiha, el rumor de dos Haruno poseedores del Sharingan se esparció como pólvora, siendo el mismo hokage quien revelara la identidad del padre de los niños. Cosa que casi trae un fuerte problema entre las naciones, pero fue el mismo Kazakage quien declaro no tener problemas con eso, y uno a uno fueron cediendo.

Y en un acuerdo mutuo sin palabras de ninguno, el equipo #18 de la hoja empezó a atacar a sus enemigos, que a pesar de ser fuertes, no eran dignos enemigos de un portador del Sharingan, mucho menos cuando tenían asuntos personales pendientes, como el mirar demasiado a Saki. No tardaron mucho en acabar con ese grupo, partiendo directamente a Konoha después.

La mayoría de los ninjas de otras aldeas le temían a esos tres, pues su fama no era solo por su apellido o döjutsu, el mismo Kakashi Hakate los había entrenado, y en sus ratos libres, Uchiha Sasuke les había mostrado las técnicas del clan y los secretos que los Uchiha guardaban. La madre de los gemelos no se quedó atrás, enseñándoles algunas técnicas más que fueron pasadas a ella por la misma Tsunade, y con orgullo entreno a Saki quien se especializo como medininj de su equipo.

Pero tampoco se podía decir que los demás ninjas fueran malos, al igual que la generación pasada, esta era impresionante. Un claro ejemplo era Minato Uzumaki, un niño muy imperativo, como digno Uzumaki que era, pero con algo de la tranquilidad de su abuelo, quien en su honor llevaba el nombre, eso sin contar que también salía mucho a Hinata, y siendo el primer nieto del líder de los Hyuuga, fue consentido a más no poder por sus abuelos. Pero también le enseñaron modales y muchas reglas, pues él también era un Hyuuga, y debía comportarse como tal.

Al llegar a las puertas, el Uzumaki menor los esperaba, tenía una semana que no veía a sus primos mayores.

-¡Saki-one-chan! –grito el rubio agitando las manos, a sus quince años podía ser un poco infantil, sacando una sonrisa de la joven jounnin.

-hola Mina-kun –saludo la pelinegra mientras revolvía el cabello del niño.

-¡Shin-kun! Tienes que ver mi nueva técnica – jalo al jounnin - es increíble, ¡pero no debes decirle a nadie de esta genial!

-Minato-kun, me encantaría verla –sonrió el muchacho, estaba bastante cansado, pero nunca le había podido negar nada a ese granuja. –pero primero tengo que entregar el informe a Naruto-san.

-si quieres ir, yo entrego el reporte –hablo Ryusuke mientras agitaba la mano. El otro Uchiha asintió con la cabeza y se dejó llevar por el niño.

-te acompaño, Ryu-kun

Los pelinegros se alejaron camino a la torre del Hokage mientras que Shin solo se les había quedado observando.

-Esos dos se ven muy juntos últimamente –hablo el Uzumaki despacio, como todo un detective.

-siempre se han llevado mucho, bakka –le regaño el mayor mientras le daba un coscorrón al otro.

-¡No! No me refiero a eso, bueno sí, pero siempre he sentido que a Ryusuke le gusta mucho Saki, bueno, a la mitad de la aldea le gusta Saki, pero ella no le hace caso a ninguno, y aunque le hiciera, habría varios ninjas poderosos –me cuento entre ellos- que le harían una visita para concientizar a ese idiota que anda detrás de mi linda e inocentes primita.

El rubio había empezado a hablar rápidamente, sin ni siquiera darle la oportunidad al Uchiha de interrumpir, pero sabía que hasta cierto punto tenía razón, él no veía a su hermana con esos ojos, pero sabía que ninguno de los tres ya era un niño, el mismo lo descubrió cuando empezó a sentir atracción por cierta castaña de ojos muy claros. Y tampoco era ciego, y había notado como se llevaban su hermana y su primo.

Suspiro, ignorando completamente a ese rubio parlante, no quería que su hermana sufriera, por las historias que conocía de su clan, sabía que no era nada raro que se casaran entre Uchiha, para mantener su Döjutsu, de la misma forma en que lo habían hecho sus abuelos, y demás ancestros, él mismo veía a Ryusuke como único digno de su hermana, ya que por años la había cuidado y protegido en cada misión, pero al mismo tiempo le daba su espacio y le dejaba ver que también ella era fuerte e independiente –eso fue algo que a él tardo más en aprender.

Se armó de valor, no es que tuviera miedo, no, eso sí que no. Pero después pensó que no estaba haciendo nada malo, así que sin pensarlo mucho, toco el timbre de la casa principal del clan Hyuuga, lo que no esperaba era que fuera el mismísimos Neji Hyuuga quien abriera la puerta, sintió que su voz le temblaba un poco, pero se aclaró la garganta y finalmente hablo.

-Buenas tardes señor Hyuuga –cada palabra que salía de su boca sonaba calmada, aunque realmente no lo estaba tanto, se concentró un poco, sintiendo el chakra de Hikari Hyuuga en el segundo piso. Faltaba para que saliera, así que esa era su oportunidad. – Mi nombre es Shin Haruno, y me diera gustaría que diera su permiso para salir con su hija.

-Así que educaste a todo un caballero, Sakura—Pensó el Hyuuga, una leve sonrisa se escapó de sus labrios, nunca había tenido la oportunidad de hablar directamente con ese joven, tan solo un saludo o un "buenos días", sin embargo, ahí estaba, pidiéndole permiso para salir con su hija, los muchachos de hoy en día ya ni siquiera tenían la educación para hacer eso. –Pasa Haruno.

-Con permiso, señor. –el muchacho paso hasta el recibidor de la familia.

-dime. ¿Qué intenciones tienes con mi hija? –hablo serio de nuevo. Con el paso del tiempo, el cubo de hielo Hyuuga se había empezado a derretir, sobre todo al nacimiento de su primogénita, incluso disfrutando de ciertas bromas, una de esas era actuar como padre celoso frente a su hija, pero el solo quería medir las agallas de Shin Haruno.

-mis intenciones son las mejores. Su hija realmente me gusta. Y tiene mi palabra que no le haré nada que la perjudique.

-Neji, ¿Con quién hablas? –pregunto una castaña que había aparecido desde una de las puertas. –Ohh! Eres tu Shin, ahora mismo le hablo a esa niña.

Tardo más de cinco minutos en bajar la heredera de los Hyuuga, ambos jóvenes salieron, dejando a la pareja de esposos solos.

-Así que intimidando niños, Hyuuga –rio la castaña

-hmnp…

-no creo que haya mejor muchacho para nuestra hija, ese niño es uno de los mejores ninjas, además Sakura-chan lo educo como se educa a un pequeño príncipe, eso sin contar que es realmente guapo. Nuestros nietos serán muy monos.

Había pasado una semana desde que habían regresado de misión, y el Hokage ni siquiera los había mandado llamar, Saki Haruno estaba más que aburrida en su habitación lanzado un kunai tras otro a un tronco de madera donde había pintado una diana. Shin había salido, no había dicho a donde saldría, pero ella tenía una ligera sospecha. Sonrió, esperaba que su hermana fuera feliz. Y después suspiro. Esta vez por ella. Un recuerdo de su infancia vino a su mente.

Flash Back

Ryusuke-kun! Cada vez eres más lento –hablo entre carcajadas una pequeña Saki de unos 11 años.

-Eres una tramposa, tu saliste primero –le contesto el otro niño que iba con ella. –Saki ¡CUIDADO! –grito el Uchiha al ver como la niña tropezaba con una rama y empezaba a caer; fue momento de segundo, los ojos sorprendidos de la niña y las mejillas sonrojadas del chico. En un rápido movimiento, Ryusuke había detenido la caída de la pequeña, quedando finalmente en el suelo. El sobre ella, demasiado cerca, sus caras a escasos centímetros.

Las respiraciones entrecortadas de ambos chocaban, y lentamente, sus caras se fueron juntando hasta tocarse. Fue un beso, el primer beso de ambos. Fue lento, inocente y mágico.

Ninguno de los dos dijo nada, tan solo sonrieron, y cada uno volvió a su casa tan rojo como un tomate.

Los exámenes para gennin no tardaron en llegar, y las cosas en la academia se agitaron, no volvieron a hablar de eso, después convertirse en ninjas oficialmente, sus respectivos padres hablaron sobre el padre de los gemelos, lo que los convertía en primos.

-Ryusuke, nosotros no podemos ser nada, somos familia, tu padre y mi padre fueron hermanos… creo que es mejor que esto no siga. Continuemos, salgamos con otras personas y hagamos que esto nunca sucedió.

Fin Flash Back

Los golpes en la puerta no paraban, ella estaba tan absorta en sus pensamientos que brinco asustada cuando alguien grito.

-¡Ya voy! –grito la pelinegra Haruno corriendo a abrir la puerta de la casa. –¡dije que ya voy!

-¡Eres muy lenta Haruno! –gritaron desde afuera, sacándole una risa a la chica.

-conozco un Uchiha que es más lento que yo. –dijo justo antes de abrir la puerta y toparse con la persona en quien estaba pensando justo antes de bajar. Un ligero sonrojo se apodero de su rostro, pues aunque sabía que eran primos, y aun con todo el tiempo que había pasado, ella seguía queriendo al muchacho.

Era muy guapo, eso lo sabía, tenía muchas admiradoras por toda la aldea, unas incluso acosadoras, que si ella no fuera tan fuerte como lo es, ya la habrían despellejado viva de pura envidia.

El sonrojo de la chica se le antojo adorable al Uchiha, su corazón empezó a latir e prisa, y sintió un nudo que iba desde su estómago hasta su boca, impidiendo decir las miles de cosas bobas que pasaban en su cabeza.

-Vengo a ver a Shin, hoy quedamos de entrenar con mi padre –se aclaró la garganta el chico –Es para las pruebas ANBU, queremos estar lo mejor preparados.

-aah –exclamo la ojiverde, para ella no era secreto que su hermano y su primo entrenaban con Sasuke, así como ella entrenaba con su madre, eso había quedado como acuerdo mutuo, aunque a veces juntaban sus entrenamientos. –Shin salió.

-aah –repitió la torpe exclamación el ojinegro. –amm… ¿quieres venir? Hace mucho que no entrenamos ambos.

-Claro…

Ambos recorrieron la corta distancia que separaba la casa de los gemelos con la del Uchiha, que se encontraba en el barrio del clan, siendo la única casa del todo el territorio que ahora lo ocupaba un espeso bosque.

Cuando llegaron al claro donde solían entrenar, ya los esperaba el patriarca del clan, que se sorprendió mucho al ver a la pequeña.

Hacia algo de tiempo que veía a la muchacha, normalmente el entrenaba al hermano, y estaba orgulloso del entrenamiento que les daba, ambos chicos eran muy fuertes, en ocaciones la mente de Sasuke volaba a su pasado, imaginando como hubiera sido si él hubiera tenido a su familia que lo entrenara.

-Buenos días, Sasuke-san –saludo la chica.

-Buenos días, Saki, es una sorpresa tenerte por aquí. –saludo con una sonrisa sincera, talvez su hijo ya se llevaba mejor con esa niña que le había robado el corazón.

Entre los muchos cambios que tuvo Sasuke al regresar a la aldea, y más específicamente, después del nacimiento de su hijo, fue el querer ser un buen padre, no quería que Ryusuke sufriera de la soledad y de la falta de una familia, así que siempre se mantenía atento a lo que el niño ocupara, y ahora que había crecido, eso no era una diferencia. La cosa se complicó un poco cuando la madre del niño dejo la aldea, argumentando que por muy buena que fuera su vida, ella no había nacido para estar amarrada a una villa, qué ella era un espíritu libre. A los trece años de edad de Ryusuke, el aun no logreaba entender muy bien todo aquello. Aun así Karin jamás fue una madre apegada.

-Creo que vengo en remplazo de mi hermano

-Por supuesto no eres un remplazo, sabes que tú también eres invitada a unirte a nuestros entrenamiento cuando desees, como Uchiha es tu derecho. –le dijo tranquilamente el mayor de los pelinegros.

-Una Uchiha –murmuro la chica, sabía lo que eso significaba, y para ella más que tener la sangre de uno de los clanes más fuertes y reconocidos del mundo ninja, o tener un dojutso bastante poderoso, significaba estar emparentada directamente ( primos hermanos) con la misma persona de la que estaba enamorada.

Sasuke se sorprendió ver la gran ninja que era su sobrina, tenía un estilo de pelea muy parecido al de Sakura, manejando muy el taijutsu, y eran tan buena como su madre en la detección de genjutsu, sumada a las habilidades que le daba el sharingan, Era una ninja completa y como medininj no se quedaba atrás. También es inteligente como su madre.

Es como una combinación de Sakura y mía –pensó el Uchiha –Error. Es una combinación de Itachi y de Sakura. No dudaría que esta niña sea un genio en potencia.

El entrenamiento fue interrumpido por un ninja ANBU que buscaba al menor de los Uchiha. Alegando que el hokage lo mandaba llamar en situación de urgencia. Dejando a la Haruno y al patriarca del clan solos. Un silencio incomodo lleno a ambos, realmente ninguno sabía que decir.

-Te pareces mucho a tu madre –hablo por fin el hombre – no solo físicamente, aunque también tienes muchos rasgos de tu padre, pero tu forma de pelea es muy similar a la de Sakura.

-Tío Naruto me lo dice muy seguido –rio la chica.

-Sakura también era como ese pegamento que unía al equipo, que evitaba que Naruto y yo termináramos peleando por cualquier niñería –sonrió el Uchiha ante esos recuerdos – Pero en tu rostro también se muestra cierta calma que solo Itachi tenía, como si el tuviera las respuestas a todo y siempre estuviera un paso delante de todos.

-¿Querías mucho a mi padre? –pregunto la Haruno, pero se dio cuenta de su error, conocía la historia de los Uchiha y la matanza de su clan. –Es decir, antes de todo.

-Itachi era mi ejemplo a seguir, él era bueno en todo lo que hacía, yo quería ser como el cuándo creciera, por el trabajo, padre no tenía mucho tiempo para mí, fue mi hermano quien me enseño mis primeras técnicas ninjas, quien me regalo mi primer Kunai. – el Uchiha confirmo sus palabras, estar frente a Saki le daba esa tranquilidad y confianza que solo Itachi le daba, Shin era un genio, excelente ninja y físicamente idéntico a Itachi, incluso la forma de ser, pero la ascendía de su hermano estaba en esa chica que se parecía tanto a Mikoto que daba miedo. Era la imagen de las personas que más marcaron su vida: Itachi, Sakura y Mikoto.

-cuando estaba en la academia, me daba mucha envidia que todos los niños tuvieran un padre, Iruka-sensei, después Kakashi-sensei y muchos me hablaban del gran hombre que fue mi padre antes de la matanza, que era un genio, súper fuerte, todo un prodigio, pero yo jamás lo conocí, y me daba envidia, como sí mi padre era tan fuerte, él había muerto, y otros más débiles aún estaban vivos. Por qué yo NO tenía un padre.

-Mis padres murieron cuando yo era muy joven –Sasuke realmente no sabía cómo consolar a su sobrina, que ahora se encontraba llorando, y no pensó en lo que dijo, solo lo hizo –Era uno de los dos únicos supervivientes de un poderoso clan, más de uno quiso hacerse del Sharingan, pero aun así, mi hermano, tu padre, se encargó de protegerme hasta el final. Se lo difícil que es vivir sin padres, el estar en una soledad, por eso, aunque la madre de Ryusuke se haya ido, quiero que él sea feliz y no sufra por eso.

-Ryusuke es muy feliz –hablo la pelinegra. –aunque también extraña a su madre.

-Me alegra mucho escuchar eso. Tu… -la voz del ojinegro se quebró, no sabía si debía continuar con esa charla, se estaba metiendo en un terreno peligroso. –Tú, ¿le quieres?

Un suspiro se escapó de los labios de la chica.

-Somos primos – esa frase, de nuevo, le dolía cada vez más que la repetía.

-¿Eso es lo que te tiene así de pensativa? – casi río el Uchiha. – mis padres, tus abuelos, también eran primos, mi madre era la hija de mi tío, y antes de ellos muchos de nuestros ancestros se casaron, era como una ley, el mezclar la sangre significaba que nuestro dojutsu se debilitaría. Saki Haruno miro sorprendida a su tío, a como ella entendía, Sasuke Uchiha aprobaba una relación entre Ryusuke y ella. –si tienes miedo de lo que los demás piensen, tampoco te debes preocupar, ustedes incluso llevan apellidos distintos.

-Gracias… Sasuke-san –sin pensarlo mucho, abrazo al azabache, sorprendiendo en un principio al mayor, pero después dejo escapar una sonrisa, mientras le acariciaba el cabello. –es hora que regrese a casa.

-No deberías esconderte detrás de los árboles para espiar a las personas, Sa-ku-ra –hablo el pelinegro una vez que la chica se hubo marchado lo suficiente.

-¿Cómo…? Escondí perfectamente mi chakra. – la pelirosa había bajado hasta el claro donde se encontraba el Uchiha.

-Ser el patriarca del clan tiene más de una ventaja. – hablo restándole importancia. -¿y que te trae a los terrenos Uchiha?

-buscaba a Saki, pero veo que ya está mejor. Muchas gracias, Sasuke.

-No hay nada que agradecer, la felicidad de mi hijo también está en juego. Gracias a ti por cuidar de mi hijo, creo que no tuvo la mejor figura materna que hubiera querido para él.

-Al final mis hijos terminaran emparejados con los hijos de los más grandes cubos de hielo de Konoha. – rio la Haruno llevando sus manos a su nuca en símbolo de despreocupación.

-¿Así que Shin por fin se atrevió a ir por la Hyuuga?

-Hola pequeños –una voz cansada apareció, un hombre de cabellos plateados y con una máscara, en su mano descansaba un librillo naranja y sus ojos mostraban una enorme flojera. -¿Qué hacen un par de mis alumnos preferidos charlando tranquilamente? Me alegra que ya se lleven mejor.

-buenas tardes Kakashi-sensei. Creo que si seré familia de este cabeza hueca, tendremos que llevarnos mejor.

-¡HEY! ¿Por qué NADIE ME AVISO QUE HABÍA REUNIÓN DEL EQUIPO SIETE? –grito un himperativo rubio.

-Naruto, cállate, ¡mis tímpanos duelen!

-hmnp…

-vaya, a pesar de los años las cosas no cambian. –rio el peliplata.

Kakashi se sintió con muchos años menos, ver a esos tres como si el tiempo no hubiera pasado, como si la guerra y las muertes no hubieran afectado en nada, y pudo ver ese lazo que siempre uniría a esos tres chicos, que lo sorprendieron desde el momento de esa primera prueba, cuando se convirtieron en el equipo siete.

Y le alegraba, ahora que veía a sus hijos, por lo parecido que eran.

Kakashi tenía mucho que agradecer, por tener siempre los mejores equipos, por haber podido enseñarles técnicas y ellos enseñarles de la vida.

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THE END

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!Hola! en este capítulo tengo un agradecimiento muy especial a un lector que fue una lastima que no dejara su nombre. así que querid "Guess"

NO SE SI TE DARÁS TIEMPO PARA LEER ESTO, PERO TE AGRADEZCO INFINITAMENTE QUE HAYAS LEIDO LOS DOS PRIMEROS CAPS DE MI FIC AUNQUE PIENSES QUE ES UNA "PORQUERIA" . ESO ES ALGO QUE NI YO HAGO, si pienso que un fic es malo, simplemente lo dejo a medias, si tiene muy buena historia pero su redacción no es muy buena, sigo leyendo para ver como termina la historia -no somos escritores profesionales, así que no soy tan dura en ese aspecto- pero si un fic es una "PORQUERIA" lo dejo en ese mismo instante, y tu te tomaste el tiempo de leer los dos capitulos que había subido. así que no tengo más palabras para ti que un "MUCHAS GRACIAS"

A pesar de eso, siempre he sido una persona que esta abierta a criticas construcivas, no me las tomo a mal, si no como un consejo para mejorar. Y cuando son users registrados trato de responder los mensajes, una lastima que en estos casos no pudiera enviarte un mensaje privado.


Ahora una leve explicación de este fic:

1- Sakura NUNCA amo a Itachi, ni Itachi amo a Sakura. incluso cuando Sakura le cuenta la verdad a Sasuke, ella se refiere a "tener sexo" y no "hacer el amor".

2-Itachi veía a Sakura como la perfecta señora Uchiha, pero Itachi siempre velo primero por Sasuke que por él mismo, Ita queria que Sasuke y Sakura estuvieran juntos y vivieran felices por siempre, pero Itachi tambien se dio cuenta de que Sasuke no iba a cambiar. Por Sakura sentía mucho cariño y amor -no fraternal.

3- Sakura encontro en Itachi un apoyo cuando se sentía sola, era alguien que la apoyaba y ella sentía que él confiaba en ella, algo que Sasuke jamas demostro.

4-Itachi era conciente de su enfermedad y que moriría pronto, y por eso jamás le dijo a Sakura que la quería. Sabía que Sakura solo sufriría su muerte mucho más.

5- Itachi murio decepcionado de Sasuke porque no cambiaria, aun así de cierta forma fue feliz por él.

6-Ni Sakura ni Sasuke se vuelven a casar o juntar con alguna pareja, pero después de limar asperezas entre ellos sin llegan a hacer una muy buena amistad por primera vez.

7-Con los años Sasuke ve en Sakura la mujer con la que le hubiera gustado pasar su vida, sobretodo por el amor que le tiene a su propio hijo.