Declaimer:Naruto NO me pertenece, es de Kishimoto,
Sumary -hazte un favor y deja de humillarte, pelos de chicle, Sasuke no te ama, y nunca te amara. El te odia, ¿Cuántas veces le haz confesado tu patético amor una y otra vez? / que tu serías la encargada de hacer que el clan Uchiha no se extinga, Karin será lo que sea, pero Sasuke no va a engendrar un Uchiha en ella. / ¿Estas insinuando que quieres tener un hijo mio, Sa-ku-ra?
Notas de Autor: Este es un Twoshop…. Y se me acaba de ocurrir, no será muy largo, asi que podría entrar en "minific" espero que les guste.
PenName: Cacciatore Souh
El Hijo de un Uchiha
TwoShop: Part 1
-¡Sasuke, por favor, recapacita, regresa…. Te necesitamos! – hablaba entre sollozos una ojiverde. –Naruto te necesita… yo te necesito.
-hazte un favor y deja de humillarte, pelos de chicle – rio una peliroja mientras se acomodaba el puente de sus lentes negros. –Sasuke no te ama, y nunca te amara. El te odia, ¿Cuántas veces le haz confesado tu patético amor una y otra vez?
-Sasuke – estaba triste, estaba destrozada, pero sobretodo estaba enojada, ella jamás había perdido el control delante del Uchiha, siempre había tratado de hacerlo reflexionar, pero él solo se había estado riendo a su costa, incluso esa zanahoria sabía cuántas veces ella se había humillado, había aceptado el rechazo por parte de Sasuke, había aceptado las burlas en su infancia por parte de Ino, soportado los murmullos de cómo había rechazado a una larga lista de chicos esperando al vengador que jamás volvería a la aldea, pero nunca, hasta ese momento se había quebrado.
Crujió los dientes, y con su mano izquierda se ajusto su guante derecho, estiro su cuello y en un abrir y cerrar de ojos estampo su puño contra el suelo haciendo que el pequeño claro donde se encontraba frente al equipo Taka quedara totalmente destruido, el suelo se había levantado abriendo múltiples grietas, los arboles se habían venido abajo causando destrucción a muchos metros a la redonda.
Ella era rápida y fuerte, concentrando su chakra esta vez en sus piernas, se movió ágilmente hasta quedar a pocos centímetros de la peliroja de lentes y sin perder una fracción de segundo estampo su puño en el estomago de la ninja radar haciéndola volar varios metros hasta chocar con un árbol que recién había sido derribado, no espero mucho tiempo, sacó varios kunais que lanzó dándole en distintas zonas, pero uno en especial había rasado su cara provocándole una cicatriz que cubría buena parte de su mejilla derecha.
Ninguno de los miembros de su equipo defendió a Karin, la pelirroja se movio tratando de levantarse pero no pudo, múltiples fracturas de costillas se lo impedían.
-Para mí, estás muerto Uchiha. Me canse de tratar de hacerte entrar en razón, me arrepiento del tiempo perdido, y yo misma me encargare de que jamás vuelvas a Konoha.
..hmnp…
.-.-.-.-.- / El Hijo de un Uchiha \\\ -.-.-.-.-.
A pesar de ya no amar al Uchiha desde un par de años atras, la Haruno jamás se había rendido con él, ella pensaba que con las palabras adecuadas el volvaria a Konoha, que así dejaría de sentirse sola, desde que Naruto era novio de Hinata ellos ya no se llevaban tanto, ya no bromeaban como antes, él y la Hyuuga eran inseparables, ella quería negar que sentía celos porque le habían robado a su amigo, eso era algo muy infantil, pero tal vez iba siendo hora de que lo aceptara. En su interior, pensaba que si Sasuke regresaba, las cosas volverían a cómo eran antes, Naruto pasaria más tiempo con ella y el pelinegro como un equipo de nuevo, incluso tenía la esperanza de volver a amar a una persona y ser feliz.
Ella estaba destinada a estar sola. Ahora lo sabía.
Ino tenía a Sai, Shikamaru a Temari, Tenten salía con Neji, y así, sucesivamente, todos en konoha tenían una pareja sentimental, haciendo que sintiera que su vida amorosa se viera más patética de lo que ya era.
Había estado demasiado metida en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta que alguien la seguía, no hubiera sido difícil detectar la presencia, ya que parecía que el mismo ninja quería que ella se diera cuenta de su presencía.
Uno… dos… tres… cuatro… cinco… seis…
-Muéstrate – hablo la pelirosa con voz áspera, definitivamente ese día no tenía ganas de soportar a nadie.
-estas muy alterada, hija de la primavera –hablo una voz gruesa, calmada, como si la ojiverde frente a él, armada y lista para lanzarle un buen numero de kunais no significara nada. Sin embargo, después de unos segundos la Haruno bajo sus armas –deberías de tratar de controlar tu respiración y así podrás bajar tu ritmo cardiaco que se puede escuchar a un kilometro de distancia.
-se como bajar el ritmo cardiaco, Itachi Uchiha, soy medi-ninj. –contesto la pelirosa. No era la primera vez que se encontraba con el genio Uchiha. Sin embargo, este nunca la atacaba, por el contrario, le preguntaba cómo estaba Sasuke, la aldea y algún aldeano. -y si me preguntaras por el bakka de tu ototo, déjame decirte, que si por mi fuera, el se puede morir y yo bailaría en su tumba.
-hahahahha…. –una carcajada se escapo de los labios del Uchiha –¿ahora qué te hizo ese cabeza hueca?
-simplemente me canse de rogarle – inflo los cachetes en un infantil puchero mientras que con cansancio se dejaba caer sentada en la rama del árbol donde se encontraba, el ojinegro imito su acción en el árbol de enfrente, donde se encontraba. –me canse, él y esa mugre zanahoria andante.
-así es Sasuke, es bastante lento, cegado por la venganza –dijo como si fuera lo más natural del mundo.
-es tu culpa, si le dijeras la verdad tal vez cambiara. –la pelirosa cerró los ojos, pero ya sabía lo que venía.
-tal vez no de la forma en que me hubiera gustado, pero sigue vivo, si no hubiera hecho lo que hice, el consejo y sobretodo Danzou se hubieran aprovechado de él.
-¿y porque me cuentas todo esto a mí? ¿Por qué confías en mí? –siempre le había querido hacer esa pregunta al pelinegro de coleta, él podía dar a conocer la verdad y ser feliz, tener una novia y una casa, hacer misiones y vivir tranquilamente.
-porque siempre he pensado que ese inútil abriría los ojos, que ustedes iban a terminar juntos. Tu eres buena, lo protegerías, lo comprenderías -su voz sonaba como la de un soñador.—que tu serías la encargada de hacer que el clan Uchiha no se extinga, Karin será lo que sea, pero Sasuke no va a engendrar un Uchiha en ella.
-tu puedes volver a Konoha, aun con tu enfermedad, estoy segura que podrías renacer tu clan con alguna muchacha de la aldea, si se supiera la verdad, podrías volver.
-mi lugar ya no es Konoha, ya no es akatsuki, se que aun puedo engendrar un heredero, por alguna rareza genética, el primer Uchiha que se engendra en una mujer, siempre es varón. -me explico con una sonrisa nostálgica, talvez recordaba a sus padres.
-¿y porque no lo haces? Sasuke es tan borde que probablemente puede ser frígido, el solo piensa en venganza – rio por su propio chiste la pelirosa.
-¿Estas insinuando que quieres tener un hijo mío, Sa-ku-ra? –el Uchiha había aparecido a pocos centímetros de su rostro.
Su pulso que poco a poco se había ido calmando volvió a ser rápido, incluso podía jurar que escuchaba su corazón latir, su rostro se tiño de un rojo carmesí que a ojos del Uchiha, combinaba de una manera hermosa manera con su cabello.
Los ojos verdes se quedaron fijos en los negros, para después posarse en los labios, no eran muy gruesos ni carnosos, eran delgados, elegantes como todo lo era en el cuerpo y forma de ser de Itachi, entonces se pregunto, ¿a que sabían?
Tenía en frente una de las razones del porque poco a poco el menor de los Uchiha se había ido saliendo de su mente, sin embargo, el sentimiento por el mayor era diferente. Por ahora, se sentía atraída por él. Más de una vez se había sorprendido imaginándose como sería besarlo, como sería estar envuelta en sus fuertes brazos, que se sentiría estar bajo su peso.
Y supo que ese era el momento para descubrirlo. Se acerco a los labios del hombre, besándolos, primero en una tierna caricia, pero no paso mucho para que sus lenguas entraran en acción, sintió como era correspondida de una manera frenética, cómo las manos del Uchiha se movían por su cuerpo, tocando sus caderas, su cintura, como su boca viajo a su cuello, dejando un húmedo camino por donde pasaba.
Sin quererlo, en un momento se placer, ambos perdieron el equilibrio, más ninguno termino en el suelo.
-Espera –la voz ronca del pelinegro le erizo la piel. En un movimiento de manos, ambos desaparecieron, cuando volvió a abrir los ojos, se encontraba en una habitación sin ventanas, tan solo había una cama, donde el Uchiha la deposito, continuando con el trabajo en el que estaba.
Sin sentir pena alguna, la pelirosa llevo sus manos al pecho del hombre, estaba sobre ella y con inexpertas manos comenzó a quitarle la capa negra que llevaba, el pelinegro rio, mientras con un ágil movimiento, intercambio papeles con la chica, quedando el recargado sobre la cabecera de la cama con ella sentada en sus piernas teniendo un muslo a cada lado.
-adelante, Sakura-chan – dijo divertido.
La chica hizo caso, quintándole la playera, con un poco de ayuda de él, dejándole el pecho desnudo, Sakura se inclino a besarlo en los labios, bajando lentamente y tocando su pecho desnudo y bien marcado, deslizándolas poco a poco hasta que sus manos tocaron el pantalón.
-tranquila, querida, hay que igualar esto.
Poco a poco la ropa de ambos fue desapareciendo de sus cuerpos para caer a los alrededores de la cama.
Contrario a lo que cualquiera pudiera pensar, el Uchiha fue bastante tierno en la primera vez de la Haruno, las siguientes veces no lo fue tanto, pero aun así llevo a la ojiverde al climax todas las veces, siendo un amante bastante complaciente.
-Itachi-kun… - Itachi salió del cuerpo de la chica, cayendo a un lado de él, ambos cansados.
-Con eso bastara para que quedes embarazada, Sakura –le dijo el pelinegro, aun acostado mientras dibujaba círculos en la espalda de la ojiverde.
-No quiero regresar a Konoha – hablo la pelirosa, talvez fuera solo un arranque del momento, en el fondo ella queria regresar a Konoha, aunque ese lugar solo le trajera sufrimiento.
-si tendrás un hijo, no es seguro que estés fuera de la aldea, ahí tendrás protección, atención medica y todo lo que requieras.
-no me siento feliz en ese lugar, Itachi. –las lagrimas habían escapado de sus ojos.
-lo siento Sakura, es lo mejor para ti, y para nuestro futuro hijo.
-Nuestro hijo-penso la pelirosa, ¿queria ella un hijo? su sueño de juventud siempre había sido ser la señora Uchiha y tener los hijos de Sasuke y ella, pero el tiempo había matado sus romanticas ilusiones, ni siquiera se sentía capaz de llegar a amar a un hombre, pero tampoco queria envejecer y morir sola, talvez lo que ella necesitará era eso: ser madre. Y a pesar de los giros del destino, tendría al hijo de un Uchiha