Capítulo 1:Hermanos

10 de octubre de 1980, el silencio corre por las calles del valle de Godric; el viento sopla trae el mensaje de la muerte... y todos tiemblan ante él. El mundo lleva mucho tiempo en guerra; los magos fingen descansar, cuando en realidad están alerta... viendo a través de las cortinas, esperando cualquier indicio del Señor Oscuro y de sus mortifagos. La esperanza es el poder escapar por traslador mientras las defensas caen, ni siquiera desean presentar batalla para proteger el hogar que años de trabajo duro costó, solo desean vivir un día más en el miedo.

Pero, hay excepciones, todavía hay valientes, personas que se levanta para decir 'Basta, no más'. Tres de estos se ocultan en una casa fuera de la vista, mente y sentidos de aquellos a los que no conocen su ubicación; no es que tengan miedo a la batalla, sino a lo que pondrían en riesgo en ella. Ellos están protegiendo lo más valioso en sus vidas, un pequeño bebé de apenas dos meses llamado Harry James Potter.

"Por fin, cornamentita se durmió" dijo Sirius Black, un hombre alto, de cabellera larga y negra, ojos azules y una eterna sonrisa traviesa "Se nota que será un merodeador".

"Ni se te ocurra decir eso, Sirius Orion Black" regañó una hermosa mujer pelirroja, de ojos verdes brillantes y de nombre Lily Potter, anteriormente, Evans. "No quiero que mi bebé sea un bravucón idiota como ustedes"

"Amor, tranquila, él va a ser tan listo como tú...pero si le saca canas verdes a Quejicus no me enojaré" mencionó el joven Lord Potter."Incluso le daré algunas ideas."

"¡James Potter ni se te ocurra decir algo así!, si me doy cuenta de que..." el regaño de la mujer quedó inconcluso por un gran resplandor fuera de la la joven madre corrió a la habitación de su bebé, mientras que los hombres sacaban sus varitas y salían a enfrentar cualquier amenaza que hubiera atravesado las protecciones sin activarlas. Pero al salir al patio trasero solo vieron un bulto de ropa naranja con sangre. Nada de mortifagos ni de Voldemort, solo ropa; que ni siquiera estaba maldita o las protecciones se hubieran activado.

"Canuto, ¿qué crees que sea?".

"Sinceramente, James a mi me parece ropa"

"¡Sirius, ya sé que es ropa!" le gritó el joven castaño a su amigo, "Pero se mueve"

"Es verdad", contestó el mago acercándose. "Yo digo que le hagamos un incendio y veamos que era después". James lo ignoró para arrodillarse junto al ser desconocido. Sin bajar la varita colocó su mano izquierda sobre el ser desconocido. Solo tardó un segundo para saber de que se trataba. Sirius solo vio que guardaba la varita y sacaba algo de entre los trapos para luego correr a la casa.

Lily Potter se encontraba junto a la cuna de su hijo con la varita en la mano apuntando hacia la puerta. Ella defendería a su pequeño aunque le costara la vida. Pero el silencio la estaba enloqueciendo. Ni hechizos, ni gritos, nada. Sí fueran mortifagos ya hubiera escuchado varios Adaba Kedabras, pero entonces ¿qué era?, ¿quién o qué había traspasado las protecciones?; y ¿sí habían averiguado la dirección?, ¿qué había pasado con Peter?, ¿Estaría muerto?...

"¡Lily!" llamó James desde el primer piso "¡Lily, ven, te necesito!"

Como toda madre estuvo renuente a dejar a su hijo solo, aún con todas las protecciones que colocó. Pero se decidió por atender el llamado de su esposo. Al llegar a las escaleras vio a su marido con la ropa y manos ensangrentadas. James, desde el descanso, al mirar la expresión de su mujer solo le dijo que ni era la sangre de él o de Sirius, "Es de un niño, está herido."Inmediatamente la pelirroja corrió escaleras abajo; allí en el sofá estaba un bebé no mayor que Harry, estaba cubierto de sangre y moretones, como si le hubieran dado una paliza. "Le curé las heridas e hice un hechizo de diagnóstico. Estará bien con restaurasagre y crecehuesos, pero no se las dosis, podría envenenarlo."

"Entiendo, haré las pociones", Lily corrió al sótano donde se encontraba su laboratorio. En ese momento entró Black por la puerta llevando las ropas que habían aparecido en el patio.

"James, ¿¡Cómo se te necesito ocurre traer quién sabe que cosa dentro de la casa y sí es un traslador o una...!?,¿¡un bebé!?, ¿¡y ese bebé!?"

"Es el que tú intentaste quemar vivo", el aludido solo dijo algo como 'ups'."Sirius, ¿encontrase algo?"

"Ah pues, una piyama semi destruida, unos cuchillos, una camisa de rejilla, unas sandalias raras, una banda con un protector metálico, unos calzoncillos de ramen, unos pergaminos japoneses, estrellas ninja y un monedero vacío con forma de rana. Nada está hechizado pero están impregnados de magia."

"Nada que nos diga cómo llegó aquí."

"Nop, nada. Ni siquiera quién es. Aunque esta ropa no es suya, es demasiado grande."

"Magia de sacrificio" el murmullo de Lily atrajo la atención de los varones, ella traía dos francos con líquidos demasiado claros para ser pociones; obviamente las había diluido en agua para el niño. "En toda Europa existen historias de madres que colocaron protecciones en sus hijos tan poderosas que le costaron la vida, pero sus hijos vivieron donde todos los demás murieron. Digamos como la mujer que murió quemada por fuego maldito pero su hijo sobrevivió y se hizo inmune al fuego. O la squib murió en un derrumbe pero su hijo apareció en Hogwarts " dijo la bruja mientras le daba de beber las pociones al niño.

"Nadie puede aparecerse en Hogwarts" repitió Sirius la frase que Lily le había repetido durante siete años.

"Nadie puede aparecerse a sí mismo en Hogwarts. James podrías limpiarlo para poderle entablillar el brazo y ponerle vendas." Lily convocó la tina de Harry, su ropa, pañales y vendas. También convocó un libro; Hogwarts, una historia; lo abrió en una página y se lo dio al animago para ayudar a su esposo con el bebé. James estaba muy serio. Sí lo que dice Lily es verdad y viendo a este niño es deducible que tiene la edad de Harry y es un objetivo más de Voldemort... ¿Y sí sus padres habían sido atacados?, ¿Qué. va a pasar con él?, Sí lo enviaron aquí como último recurso, significa que sus padres están muertos y...¿sí fuera Harry el que estuviera en una casa extraña todo lastimado?

"Bueno Lily, pero estamos hablando de una squib, seguro usó un traslador" Lily estaba terminando de vendar el pecho del bebé solo hizo un movimiento con la varita para convocar un libro grueso: Guía de grandes Inventores del siglo XVII y lo abría en una página para dárselo al padrino de su hijo.

"Lily acostaré al niño con Harry, ¿si?", preguntó James esperando que su esposa entendiera la verdadera intención tras sus palabras.

"Sí, lo cuidaremos" Lily contestó con una mirada que solo tenía cuando se trataba de la seguridad de Harry. El joven Lord le dio una sonrisa agradecida y levitó al niño con cuidado para no lastimarlo más de lo que estaba.

"Así que fue él quién inventó el traslador" fue lo último que escuchó de la conversación de su esposa y su amigo.

Cuando llegó al cuarto de su primogénito agrandó la cuna para que Harry no lastimara al niño accidentalmente. James lo colocó junto a su hijo, mas el niño abrió los ojos. Unos enormes ojos azules que se veían tristes, solitarios y asustados. Milagrosamente el bebé no lloró, a pesar. del dolor que debía estar sintiendo.

"Hola, mi nombre es James Potter. No sé tu nombre, ni quienes son tus padres, tampoco se que les pasó. Solo sé que si algo nos pasara a Lily, Sirius o a mí me gustaría que alguien protegiera a Harry. Por ese motivo debo protegerte, así funciona la magia del universo. Das primero para recibir después. Por cierto, el bebé que está a tu lado es Harry, si lo peor ha pasado con tu familia, a partir de ahora ustedes dos serán hermanos.