ATREVIDA...
EPÍLOGO-La Boda
Se encontraba mirándose frente al espejo, sin poder creer todavía la llegada de ese día en su vida, portaba solo la ropa interior, la cual contaba de un sexy conjunto de encaje blanco, dejando muy poco a la imaginación, junto a unas medias sin porta liga que le llegaban encima de medio muslo. El vestido aún estaba guardado en su sobre dentro de su placar, hace unos días lo habían comprado con sus hermanas y suegra. Aun no quería ponérselo, faltaba un rato, solo llego a colocarse la ropa íntima que usaría en su noche de bodas, era muy reveladora debía aceptar, pero bueno tampoco era la primera vez que se ponía algo de ese tipo, estaba segura que cuando la viera quedaría encantado, pensaba con una pícara sonrisa, recordando algunas indumentarias que pensaba llevar para hacer más interesante la noche.
Largo un suspiro para alejar los nervios y las tensiones que la situación le provocaba sin dejar de pensar una y otra vez en lo mismo.
"Por kami…me caso…ME CASO!...y con Ranma…no puedo creer que realmente hoy dejemos de ser prometidos y nos convirtamos en marido y mujer…parece increíble que ese testarudo e insensible chico que una vez creí detestar, este por ser mi esposo, y más aún que lo ame con tanta fuerza…ay Ranma…como te extraño ya…" y como si lo llamara con la mente siente como alguien ingresa a su dormitorio, siendo nada más ni nada menos que su amado baka.
-Akane vine a darte un último be…ssssooo…-termino la frase de forma entrecortada ante la exquisita imagen que tenía en frente, dejándolo anonadado y sin poder despegar la mirada de esa hermosa y deliciosa mujer que tenía en frente, lucía endemoniadamente sexy…como carajo hacía ahora para solo darle un beso?…si el simple hecho de recorrerla con la vista le hacía hacer bullir su sangre y que las hormonas lo alboroten. La veía con hambre, y a cada milisegundo que corría estaba más seguro en saciarla con ella.
-Ranma!qué haces aquí? aun ni te cambias…-dijo levemente ceñuda y con los brazos en sus caderas, haciéndose esa imagen para el más provocativa todavía, sentía como se le hacía agua la boca, sin embargo Akane aún no era consciente de los estragos que estaba generando en su hasta el momento prometido, ni mucho menos la imagen que le proporcionaba debido a los nervios- además no deberías estar aquí!-agregó sin abandonar su postura.
-Demonios Akane…-dijo con la voz enronquecida devorándola con la mirada y acercándose a paso lento a su cuerpo.
Recién ante lo último que dijo, la gruesa voz y la candente y conocida mirada cayó en cuenta de su indumentaria, sonrojándose ante ser tan torpe y sin poder evitar excitándose por la manera en que la estaba arrinconando contra el escritorio, cada vez que la veía de esa forma la hacía estremecerse sintiéndose su mayor objeto de deseo, no por eso pensaba seguirle la corriente, no era momento ni lugar; por más que a ella ya la estaba provocando con su simple actitud, sabía que cuando viera su conjunto quedaría encantado, y muy acertados fueron los resultados.
-Ranma…ni se te ocurra…-dijo en son de advertencia un segundo antes de quedar apresada entre su cuerpo y el escritorio, viendo como no le quitaba la mirada de encima y la tomaba de la cintura acercándola a su cuerpo, sentir sus manos frías sobre su cálida piel y como la apresaba en su cuerpo le provocaba exquisitos estremecimientos, teniendo que hacer un sobreesfuerzo por no devorarle los labios, su firmeza de hace unos segundos ya estaba mermando.
-Porque no?...-preguntó en murmullo mientras le veía los labios con hambre, hasta que no le dijera que si quería no pensaba besarla, sonrió con victoria internamente al sentir como lo tomaba de los hombros y observaba sus labios con deseo, ya no se veía tan segura por lo visto, igual jugaría un poco más con sus nervios, le murmuró ronco mientras acariciaba de forma lenta los costados de sus caderas y las bajaba hasta las piernas, para luego ascender, mientras acariciaba con la punta de su nariz su cuello - no te gustaría…disfrutar un rato antes?...hasta la noche no podremos Akane…y yo me muero de ganas de devorarte entera…-le ronroneaba mientras seguía con sus atenciones sintiendo como ella liberaba un suspiro, al ver que no conseguía sacarle nada todavía, siguió sus caricias solo que ahora además le daba suaves besos en su cuello, mientas una mano la llevó a su glúteo y se lo masajeaba de forma firme, consiguiéndo arrancarle un gemido, mientras entrelazaba sus finos brazos en su cuello acercando más su cuerpo al propio, apretando sus senos contra su pecho.
-Mmmm…Ranma…-gimió levemente ante la forma en la que la estaba tocando y seduciendo, odiaba aceptarlo, pero cuando la persuadía de esa manera se le hacía casi imposible negarse, además, un ratito de diversión para liberar el estrés y los nervios tampoco era tan mala idea.
Él seguía con sus besos y caricias completamente embravecido por ella, para sentir para su deleite como empezaba a acariciarlo debajo de la camisa sobre sus abdominales, haciéndolo suspirar fuerte sobre su piel, viendo cómo se estremecía ante tenerlo humedecido con sus besos erizándosele cada vello del cuerpo, sentía como comenzaba a desprenderle la camisa lentamente, para el volver a murmurarle completamente excitado y con la sangre ardiendo en sus venas, aprisionando su entrepierna con su hinchada extremidad masculina en todo su auge, y sin poder contenerlo más empezar a hacer pequeños vaivenes contra ella, para decir mientras se le escapaba un gemido.
-Que dices Akaneee…quieres hacerlo?-preguntó jadeante, para luego alzarla de piernas y colocarse entre ellas mientras la sentaba en el escritorio, haciendo más fuerte las embestidas sobre la ropa, y empezar a devorar su piel a su paso, mientras con una mano masajearle uno de sus senos, y con la otra acariciaba con vehemencia unos de sus muslos, sintiendo entre caricias la textura de su piel y la de la media, para sentir como empezaba a gemir en su oído, haciéndolo estremecerse ese aliento caliente y perturbador en su oreja, esperando ansioso su repuesta, ya lo tenía al torso desnudo y cegado de lujuria.
-Por lo que veo…mmmm….estas listoo…aaahhhh…-no pudo evitar gemir fuerte cuando el con la mano que acariciaba su muslo empezó a estimularla en su intimidad, acariciando sobre la fina y ya humedecida tela su clítoris de forma circular, haciéndola a ella inclinar levemente la cabeza para atrás disfrutando sus atenciones, sintiendo como ya no podía soportarlo, y sin pudor alguno le ronroneaba excitada al oído-Ya basta …mmmm…hazme tuya Ranma…necesito tenerte adentro….aaaahhhhh…
Él estaba encantado con los gemidos cada vez más seguidos que liberaba de sus labios, mientras sentía su miembro palpitar exaltado en sus pantalones, pedía atención de forma urgente, pero cuando iba a responderle encantado con su esperada y anhelada confesión, sintió como ella de un rápido movimiento le bajaba los pantalones junto al boxer dejando libre su alzado compañero, para luego de un empujón dejarlo sentado en la silla que estaba detrás de él, quedando viéndola fijamente sin decir ni media palabra, para oír, mientras se mordía el labio inferior ante la maravillosa imagen que le regalaba, como le decía con esa sexy voz levemente enronquecida.
-Basta de juegos…yo quiero lo mío…-y limitándose a solo correr levemente esa diminuta braga que apenas la cubría, se sentaba a horcajas sobre él haciendo que la penetrara sin más rodeos hasta lo más profundo de su cuerpo, gimiendo ahogado mientras se mordía los labios y echaba para atrás la cabeza, fue sorpresivo el movimiento, no lo esperaba, pero no por eso menos delicioso…
-Aaaahhh….Akane…demonios!-rugió excitadísimo mientras la tomaba de las caderas con una mano y la movía a su placer sobre su cuerpo, apretándola desde la espalda con la otra mientras le devoraba con los labios sus senos, era exquisita esa posición, sentía como la penetraba de forma profunda y la mecía sobre su cuerpo de manera salvaje, ahogando sus gemidos en sus senos. Se sentía en la gloria, amarla siempre se sentía así, era una experiencia maravillosa la que lo hacía experimentar.
Sintió como tomaba sus cabellos con rudeza para alzarle el rostro y devorarle la boca…parecía que se querían arrancar los labios, mientras sus lenguas danzaban de forma sublime resbalando entre su saliva y embriagándolas con sus alientos. La apretó con más fuerza contra su cuerpo sin dejar de besarla mientras la empezaba a embestir con más fuerza, sin poder controlarse los gemidos que delicadamente eran amortiguados en la boca del otro.
Tras cortar el beso él dijo completamente excitado con la voz ronca-Ya me montaste demasiado…ahora me toca tomar a mí las riendas, voy hacer que tengas el orgasmo de tu vida…-mientras la alzaba de las piernas haciendo que las enrolle en sus caderas, para sin apartar su vista de sus ojos conducirla hasta la cama, sin dejar de estar sus cuerpos unidos, sintiendo como palpitaba tanto su intimidad como la de ella ansiosos por más sensaciones como las que recién se dieron.
-Eso espero Ranma…dame con todo…-eso solo lo provoco más, y tras dejarla recostada con su cuerpo encima, la empezó a embestir como un animal salvaje, teniendo que ahogar sus gemidos entre sus besos, mientras él le alzaba una pierna haciendo más profundas sus penetraciones, mejorando las sensaciones para ella, y para él también, completamente embriagados en su momento de pasión y desenfreno.
En ese cuarto solo se oían sus respiraciones, los gemidos ahogados, y el chillido que hacía la cama ante los bruscos movimientos de ambos, sin duda necesitaba un ajuste de tuercas la pobre con tanto movimiento en los últimos meses. Pero un cuarto ruido los sobresaltó a ambos en la habitación, y era el de la bendita puerta, ambos se habían olvidado por completo que en unas horas se casaban y la casa era una revolución; igual era tanto lo excitados que estaban que Ranma jamás dejo de embestirla mientras amortiguaba ahora sus gemidos en su cuello, haciéndolo de forma más serena para no llamar tanto la atención, ni loco dejaba de gozar con su mujer en esas instancias, y Akane no se veía muy negada tampoco, lo único que él agradecía era haberle puesto seguro a la puerta, con la experiencia sin duda se aprende.
-Akane-chan! querida! vine a ayudarte a arreglarte, puedo pasar?-pregunto Nodoka ansiosa por vestir, peinar y maquillar a la novia.
-Ti…Tía!-dijo exaltada, tenía que controlarse para no gemir antes las malvadas embestidas que le daba su hombre, sintiendo como le murmuraba ronco al oído.
-Dame…mmmm…dame cinco…cinco minutos…-para empezar a besarla en el cuello.
-Cinco… mmminuutos?...-esa respuesta no la dejo muy conforme, vio como asentía desde su posición para luego volver a sentir la voz de su tía.
-Cariño, puedo pasar?-pregunto tras haber visto que tenía la puerta con seguro.
-Cinco minutos tía!...aaaahhh…-gimió levemente ante una embestida más fuerte que le hizo, provocando que apretara con más fuerza las piernas en torno a sus caderas.
-Mejor …aaaahhhh…mejor die-diez…diez mmmminutos…-dijo perdido en las sensaciones controlando su cuerpo, mientras la devoraba con sus labios sus senos, echando Akane la cabeza para atrás ante las sensaciones, mordiéndose el labio inferior para controlarse sintiendo los ojos lagrimosos con el esfuerzo que hacía ante las exquisitas y perversas atenciones de su prometido en semejante condiciones.
-Diiieeezz…diez mminutoss?-pregunto con dificultad, para luego morderle el hombro para ahogar ahí los gemidos que no podía controlar.
-Aha…mmmm…
-Diez…diez minutos mejor tía!-gritó con la voz más normal que pudo.
-Está bien cielo…estas bien?-pregunto preocupada.
-Geniaaallll!...aaahhhh…maldición Ranma!-mustió la final mientras lo abrazaba con más fuerza.
-Aarrrggghhh…demonios Akane! como me pones!...dame veinte…aaahhh…veinte minutos!-decía ronco en mientras la besaba en los labios para ella a los pocos segundos romperlo y decir con voz orgásmica ante no poder soportarlo.
-VEINTE TÍA!VEINTE MINUTOS!POR FAVOOOOORRR!...-dijo sin despegar su fogosa mirada del magnífico hombre que tenía encima suyo.
-Saber cariño, mejor regreso en treinta...mi Ranma debe demostrarte todo su vigor!-dijo del otro lado de la puerta, haciéndolo a ambos parar en seco y verse con los ojos duros sin emitir sonido, para luego sentir como decía mientras se alejaba- gracias kami por darme un bebe tan varonil!
Se siguieron viendo sin mover ni un musculo ante ser descubiertos, para luego decir ambos a la vez.
-A la mierda!-y se devoraron de forma apasionada a besos en los labios, volviendo a disfrutar de sus cuerpos y de forma más enardecida como lo estaban haciendo antes, estaban por ser marido y mujer en unas horas, estaban cegados al gozo con su pareja y en esa situación poco les importaba el resto…
…
La hora estaba cerca, los preparativos ya estaban prontos, y el novio…bueno también, con un ataque de nervios que nadie lo aguantaba pero estaba ya en el altar esperando su futura esposa, los padres de ambos estaban felices, y las hermanas de Akane igual. Ranma trago en seco pasando un dedo por el cuello de la camisa buscando ver si así le llegaba más aire a su cuerpo, estaba que le temblaban las rodillas, ansiaba ver a su Akane ingresar al fin por esa puerta y de una vez por todas hacerla su esposa.
En la casa solo se encontraba el señor Tendo esperando a su hija en la sala, y la novia que estaba en su dormitorio haciendo unos ejercicios de respiración para calmar sus nervios, estaba lista ya, maquillada vestida y peinada, solo pidió a su hermana mayor y suegra que la dejaran sola un momento mientras se relajaba, ya que ellas no ayudaban mucho dándoles un sin fin de consejos, ni muchos menos su suegra que no dejaba de mandar indirectas nada santas ante el acontecimientos de unas horas antes con su hijo, de solo recordarlo le ardía la cara; el problema es que su momento se había convertido ya en media hora y ni cuenta se dio al respecto, pero ya era momento que se dejaría de tonteras, e inhalando una fuerte cantidad de aire para proceder a liberarlo por sus labios, mirar con decisión su imagen, para luego proceder a bajar las escaleras hacia el camino que la llevaría a una nueva vida, pero estaba por tomar el ramo y salir de su cuarto cuando una extraña esfera ingreso desde la ventana, la vio extrañada y a los pocos segundos vio como emanaba un gas blanco, para al poco tiempo perder la consciencia.
Su cuerpo se hubiera estrellado contra el suelo si no hubiera sido sostenida por unos brazos masculinos, pertenecientes a un joven de castaños cabellos y traje de kendo, para luego de tenerla al fin entre sus brazos y verla con el infinito amor que creía tenerle, sentir la voz de una fémina a sus espaldas, proviniendo desde la ventana de la habitación.
-Listo hermano…ya la tienes para ti, viste que era muy sencillo…-hablo Kodachi viéndolo fijamente, aun dándole él la espalda, cargando a la novia con delicadeza.
-Si…ahora ya podremos ser felices amor mío, ya nada se interpondrá entre nuestra felicidad…-dijo Kuno mientras la veía fijamente.
-Ahora solo llévatela lejos, y que no regrese nunca más, cuando mi amado Ranma-sama se dé cuenta que lo abandono, dolido y desesperando se dará cuenta que solo mi amor es puro y sincero…y vendrá corriendo a mis brazos!jojojojojojo!-dijo de forma poética mientras miraba el cielo de forma soñadora para luego largar esa risa que le ponía los pelos de punta a cualquiera. Kuno solo la veía con una gota de sudor bajando por su sien ante el caso perdido que era ella, pero igual tenía cosas más interesantes de que ocuparse, y esas cosas todas tenían que ver con la hermosa mujer que cargaba.
-Mi diosa con alma de tigresa, seremos muy felices…nuestro amor perdurara por toda la eternidad, y esta fecha será recordada como en la que nos amaremos sin ataduras ni obstáculos…te amo mi amor!-y se dispuso a besarla, pero fue interrumpido por un coscorrón que le dio su hermana.
-Déjate de estupideces y ya vete de aquí! antes que se den cuenta!y…se feliz con esa poca cosa hermano…yo seré feliz con mi Ranma-sama…jojojojojojo.
Vio como asentía con el ceño fruncido ante el golpe que le dio cortando su mágico momento, para luego proceder a acercarse a la ventana y decir con su pose de somnolencia.
-Buena vida te deseo hermana…adiós!-y viendo como le asentía se retiró del cuarto, dejando a una satisfecha muchacha.
…
Ranma estaba ya a punto de la taquicardia, porque se demoraba tanto? Las dudas empezaron a asaltar su mente, sin poder ya quedarse quieto, caminando de un lado al otro provocando un surco ya en el suelo.
-Mamá…segura que la dejaste pronta?-preguntó histérico.
-Si cariño…solo nos pidió un momento…-dijo Nodoka con cara de circunstancia.
-Pero ya hace cuarenta minutos de ese momento!demonios!tanto tiene que pensar?!es que…no se quiere casar?!-pregunto al final con cara de tragedia viendo directo a su madre.
-No digas eso cielo…yo la vi muy contenta, solo que nerviosa…dudo que…se haya arrepentido…-dijo con la voz más apagada al final desviando la vista, temiendo que realmente este arrepentida, los jóvenes de hoy en día eran tan impredecibles, pensaba con la mano en su mejilla.
Ranma como si estuviera leyendo sus pensamientos arrugó el ceño y con la voz firme dijo ya completamente desesperando.
-Al demonio! voy a buscarla!-dijo con la voz fuerte, para luego proceder a ir hasta su cuarto prácticamente corriendo, no lo soportaba más, debía estar seguro que estaba bien, y no se trataba de nada de lo que su loca mente fabulaba, si seguía un minuto más con su incertidumbre reventaría.
-No Ranma no puedes ver a la novia aun!...ay esta juventud…es tan cabezota…-decía negando con la cabeza al ver que su hijo en menos de tres segundos desapareció de su vista, solo esperaba que las cosas salieran bien, al estilo Saotome pero bien…
…
Trepo hasta su ventana, ingresando acelerando.
-Akane!estas…bi…en…-no termino la frase al ver el cuarto vació, lo recorrió con la vista, encontrando sobre la cama una nota encontrándose al lado del ramo de rosas blancas que suponía él era el que llevaría la que se supone ahora estaría convirtiéndose en su esposa, con la mano temblorosa se acercó a ese papel, sintiendo como el corazón estaba por salírsele de la garganta, y la boca se le secaba.
Tomo el papel con pulcra caligrafía, leyendo ansioso las pocas palabras que ahí tenía escritas.
"Ranma
Lo lamento pero no me siento preparada para ser tu esposa, me confundí en mis sentimientos, así que mejor busca una buena mujer para ser feliz…y olvídame.
Akane Tendo"
Ranma agrandó los ojos de forma exagerada, pero tras un segundo de su reacción, frunció el ceño muy apretado, al darse cuenta que esa no era la letra de su Akane, y que ella no tenía hojas con una rosa negra dibujada en una esquina inferior del papel.
-Kodachi…-dijo con expresión fúrica y la voz seca y tenebrosa, para luego agarrar el papel con fuerza arrugándolo completamente y sin perder más el tiempo salir por la ventana en dirección a la casa de los Kuno, no tenía idea en donde buscar pero sin duda ese sería el primer lugar.
Pero ni bien puso un pie en la calle, sintió un fuerte golpe a unas pocas cuadras, deteniendo su marcha, para observar a lo lejos como la figura de lo que parecía ser un hombre se elevaba por los cielos, perdiéndose en la lejanía del horizonte.
-Que rayos fue eso?-se preguntó para sí, pero a los pocos segundos vio a una figura acercarse a él levantando polvo en su corrida hacia su persona, no fue hasta que dicha persona la tuvo en frente que pudo captar quien era, se encontraba a escasos dos metros de distancia, agitada, sonrojada, un tanto sucia y despeinada, y con unos de los breteles del vestido cayéndole de uno de sus hombros diciendo con la voz agitada y el ceño fruncido.
-Tú…tú…hoy…hoy mismo…serás…serás mi marido…-dijo agitada por la corrida.
Verla en frente para su dicha y más eso que le dijo provocó que sonriera feliz y sus ojos se iluminaran como soles ante lo hermosa que se veía a pesar del aspecto sumamente desarreglado, para decir con el corazón latiendo emocionado.
-AKANE!-grito para luego proceder a abrasarla contra sí, apretándola contra su cuerpo ante el miedo que sintió de que algo le sucediera, podía respirar tranquilo ahora, su hermosa marimacho estaba con el nuevamente, y por suerte si estaba dispuesta a contraer nupcias a su lado, procedió a besarla con desesperación, para luego de separarse levemente preguntarle sin soltarla de sus brazos- que te sucedió? Kodachi dejo una nota en tu cuarto firmada por ti, me preocupe mucho de lo que esa loca pensaba hacerte.
-Así que esa desquiciada estaba también involucrada…-dijo con rencor- pues no se mucho, un gas apareció en mi cuarto cuando estaba por bajar, y cuando desperté el idiota de Kuno me estaba cargando diciendo no sé que estupideces de que seriamos felices juntos, el muy inepto se ve que no puso la dosis suficiente porque me desperté a los pocos minutos, y ni bien me deshice de él vine corriendo…-conto sin respirar y con el ceño marcado, mientras él la oía atento y le acariciaba sus cabellos, para luego agregar suavemente viéndolo con cara de borrego-no quería que pensaras que escape…
-Esos malditos de los Kuno-dijo furioso mientras veía la nada, para luego dulcificar su expresión y decirle suavemente- jamás creería eso…te amo…-y sin perder el tiempo besarla delicadamente en los labios.
-Y yo te amo a ti…-hablo terminado el dulce beso, para luego agregar con una pícara sonrisa- por cierto…te vez muy apuesto…
-Para que veas lo que te perdías amor…el marido perfecto…-dijo con una sonrisa torcida y con su característica arrogancia, haciéndola a ella suspirar cansina, era un caso perdido-oye…pero tú estas hermosa…hermosísima…-dijo con una boba sonrisa y suave carmín en su rostro, desarmando toda su petulancia, para luego suspirar embobado con ella.
-Gracias…-dijo tímida- pero por culpa de esos locos estoy toda desarreglada- dijo haciendo un puchero al final.
-No te preocupes, llamaré a mamá para que te ayude, y te esperare en el altar…igual mandaré a nuestros padres para que vigilen-hablo al final con el ceño fruncido mientras ingresaban a la casa de la mano.
-Pero que les paso! Akane! cielo! que ocurrió contigo?-preguntó Nodoka que salió del dojo para ver que sucedía, y linda sorpresa se llevó.
-Problemas con la locura ajena tía…me ayuda a arreglarme de nuevo para mi futuro esposo?-pregunto con una linda sonrisa, haciéndolo a Ranma estremecerse ante lo maravilloso que sonaba que lo llamara a él como su esposo.
-Si cariño…vamos…-y sin perder el tiempo se la llevaba de la mano de nuevo a la casa para arreglarla, sin poder creer que estos jóvenes de hoy en día, ni ante un hecho tan importante como una boda dejaran sus juegos de lado…
Ranma las observó irse de ahí, con una sonrisa, para luego suspirar y mirando con decisión al camino rumbo al dojo, ir hasta ahí para pedir vigilancia, y proceder a esperar a su mujer en donde le correspondía, al lado del juez.
…
La boda se realizó sin más contratiempos, con la novia ya arreglada y el novio esperándola ansioso, se procedió a iniciar sin problemas la celebración. Los novios cuando pudieron decir el 'si acepto' tras colocarse los anillos y cerrar ese pacto con un hermoso y cálido beso, sintieron como si fueran a partir de ahora otras personas, más adultas, más maduras, con nuevos retos, nuevos enfrentamientos, nuevas vivencias y experiencias, junto al lado de la persona que amaban. Y es que así era, ellos ya no eran los mismos, habían crecido sin duda, y tras cruzar esa puerta del dojo de la mano, ya no lo hicieron como infinidad de veces, siendo unos chiquillos testarudos y obstinados, sino como dos personas iniciando una nueva etapa en el mundo de la adultez, cargada de amor y muchos sentimientos hermosos a cuestas, prometiendo eso un bello camino para recorrer juntos, ya no como Akane Tendo y Ranma Saotome…sino como el señor y la señora Saotome.
…
Ya pasada la fiesta y la celebración, los novios se fueron a su luna de miel, donde pasarían diez maravillosos días en una pequeña casa que Nabiki les consiguió cerca de la playa, era un lugar sumamente tranquilo y relajante, ideal para la fecha.
La noche de bodas la pasaron de forma excelente, como debía ser, se amaron sin mesura, se volvieron a entregar con la pasión y la fuerza que sus almas demandaba, y tras quedar rendidos, en parte por el día agitado que tuvieron, quedaron acurrucados en los brazos de su pareja, disfrutando como nunca de la compañía del otro, y gozando la soledad y tranquilidad que ese lugar les generaba.
Ya era la mañana muy temprano cuando el alba acudía, cuando Akane se levantó de la cama, tras besar la frente de su esposo que descansaba tranquilamente, se colocó una camisa blanca de el que encontró en el suelo, era la camisa del traje de novio, le llegaba a medio muslo y solo abrochó tres botones notándose gran parte del inicio de los senos, siendo eso lo único que vestía; tras levantarse y semi-vestirse se dirigió hasta la ventana, observando por el enorme ventanal el sol asomarse en el horizonte, naciendo del hermoso y calmo océano.
Se dedicó a contemplar esa imagen por unos minutos, sintiendo la tranquilidad y serenidad embargarla por completo, mientras el suave murmullo de las olas chocando en la blanca arena le llegaban como una armoniosa melodía, todo eso disfrutaba hasta que sintió algo que la hizo sonreír levemente, y ese algo era la figura de su esposo abrazándola por atrás mientras acariciaba lentamente con su nariz su cuello, cerrando ellas los ojos disfrutando sus mimos.
-Sentí la cama fría y me desperté…-murmuro suave a su oído, mientras colaba sus manos por debajo de la camisa, sintiendo su suave piel bajo el contacto de sus manos, portando él solamente su bóxer blanco.
-No quería despertarte…-dijo en murmullo, encantada con sus atenciones.
-En que pensabas?...-pregunto mientras depositaba un suave beso en lóbulo de su oreja, mientras subía y bajaba con absoluta delicadeza sus manos por su vientre, para luego apoyar su mentón en su hombro esperando su respuesta, mientras aspiraba su aroma y se embriagaba con ella.
-En muchas cosas…-hablo suavemente-pero sobre todo…en…si seré buena esposa…
-Amor…tu eres maravillosa así como eres… eres perfecta para mí, y así te amo…no te preocupes por lo demás, lo que tenga que venir, lo enfrentaremos juntos, como siempre…-hablo suavemente mientras la apretaba con fuerza contra sí, necesitando con urgencia su contacto.
-Sabes que a veces no pareces el baka insensible que conocí?-pregunto con una pícara sonrisa en su rostro mientras lo giraba levemente para verlo a los ojos.
-A no?y que parezco?...-pregunto divertido siguiéndole el juego.
-El hombre más maravilloso del mundo, y del que estoy perdidamente enamorada…aunque al baka insensible también amo con locura- dijo mientras se giraba y lo abrazaba del cuello y él la tomaba de la cintura, viéndolo con un brillo único en los ojos para luego agregar- lo haremos bien…si estamos juntos…lo haremos bien…
-Sin duda…sabes que marimacho y todo te amo- no le dejaría pasar el dulce insulto por alto, provocando que ella desviara la vista levente ofendida, pero se lo merecía, ella había empezado- lo haremos bien Akane, si te quedas a mi lado, todo saldrá bien…-aclaro de forma dulce mientras le acomodaba un mechón en su oreja, viendo como ella volvía a verlo fijamente y asentía con una encantadora sonrisa, para luego agregar mientras la ceñía más a su cuerpo- sabes…esa camisa es mía…
-Aha…-respondió con una pícara sonrisa apretando más su agarre por su cuello.
-Te queda estupenda…-aclaró con una candente mirada para luego agregar con la voz más ronca- pero…queda mejor en el suelo…-y sin más la besaba de forma enardecida, desde que la vio desde la cama ansiaba tenerla consigo, hacerla suya de nuevo, jamás se cansaría de ella, la amaba sobre todas las cosas, y lo mejor era saberse correspondido en tan bello y profundo sentimiento.
Tras terminar el beso la tomo en brazos para luego decir mientras ella reía de forma cantarina por su arrebato.
-Tú y yo tenemos asuntos pendiente Akane Saotome…esposa mía…por siempre mía…
Y procedió a llevarla hasta la cama, dispuesto a hacerle el amor, cosa que pensaba hacerle cada noche de su existencia, amarla, amarla de todas las formas posibles que existían en la tierra, compartiendo junto a esa hermosa mujer la dicha de estar vivo y compartirla a su lado, siempre juntos…siempre unidos…eternamente enamorados…
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Ranma&Akane
Bueno luego de un mes, del cual estuve la mitad sin intenciones de hacer este epílogo, y la otra mitad al final deicida a hacerlo, lo termine, la verdad la demora se debió a que no se me ocurría como hacerlo, y la inspiración no me llegaba, pero al fin algo salió de mi mente, es que al cerrar la historia ya no tenía ideas para este fic, así que me costó sacarlas del fondo de mi imaginación, bueno ojala lo hayan disfrutado, fue el cap más largo de esta historia, pero bueno eso dudo que alguno le moleste.
Este capítulo va especialmente dedicado a Asv (la cual me insistió mucho que lo hiciera, amiga…para que veas como te cumplo los gustos, jeje) a bry (la cual también me reclamo la presencia de este capítulo final) a Diane, Reiki, Aurora y Astron, los cuales me reclamaron también, bueno déjenme decirle que frente a su pedido este capítulo salió, así que su existencia se debe ustedes, ojala lo disfruten!n_n
También va por supuesto a todas la personas que siguieron la historia, ya sea dejándome sus comentarios, agregando la historia a sus listas de favoritos o alertas, ya sea antes o después de terminada, o simplemente siguiéndola de forma anónima, muchas gracias a todos y ojala lo disfruten.
Bueno eso sería todo por hoy, nos leemos en la semana que entra, un fuerte abrazo a todos y gracias por compartir conmigo mis historias!
Natalia Saotome Tendo