Ella se paró a lado de él, una sonrisa complacida en sus gruesos labios. Sus ojos oscuros brillaban con placer.
-Tony, me engríes...-suspiró ella mirando el collar que le presentaba orgullosamente el joyero, Tony sonrió y besó su sien.
-¿Te gusta?-preguntó, la hermosa mujer asintió.
-Me encanta-replicó ella. Tony tomó el collar y lo envolvió en su cuello, cerrándolo.
-Nada más que lo mejor-suspiró él, ella bajó la mirada hacia el collar de corazón de diamante y tarareó en acuerdo.
-Puedo ver eso-sus ojos encontraron los de Tony, tomando en su calidez y felicidad. Ella sonrió lentamente-¿Cómo me veo?
-Te ves hermosa-Tony la besó gentilmente en los labios-. Feliz aniversario, Indries.
-Feliz aniversario, Tony.
Un año, tres meses y seis días han pasado desde que Tony Stark dejó a Loki.
Un año, tres meses y cinco días desde que empezó a salir activamente con Indries Moonji.
Seis meses y veintiún días desde que ambos se habían mudado juntos.
Cuatro meses y dieciséis días desde que se juraron amor en televisión nacional.
Dos semanas y un día desde que se habían comprometido.
Loki conoció a Bucky Barnes dentro de la librería. Loki había estado acomodado en uno de los sillones del salón, leyendo el Hobbit, cuando sintió un par de ojos en él. Lentamente, Loki bajó el libro y se vio cara a cara con unos ojos azules claros. Loki parpadeó, nada contento.
-¿Puedo ayudarte?-preguntó después de un momento de silencio, el hombre se encogió de hombros.
-Eso depende ¿Qué vas a hacer después de terminar ese libro?-Loki rodó los ojos y señaló hacia la larga pila de libros que estaba justo a su lado.
-Adivina-el hombre se rio y Loki volvió a su libro sin otra palabra. Casi inmediatamente escuchó el sonido de una silla siendo arrastrada ruidosamente por el piso de la librería, Loki bajó el libro y fulminó con la mirada al hombre que arrastró la silla hasta que estuvo sentado frente a Loki y se acomodó en ella. Loki parpadeó-¿Hay algo que necesitas?-preguntó, ansioso por volver a su novela.
-Tu número teléfonico es un buen comienzo-sugirió el hombre, Loki arqueó una ceja.
-No tengo teléfono-el otro hombre solo se encogió de hombros.
-Okay, no me lo des ¿Tienes un nombre?-preguntó.
-Sí.
-¿... Me lo puedes decir?
-¿Por qué?
-Curiosidad.
-Loki. Mi nombre es Loki.
-¿Igual que el dios?-Bucky preguntó y Loki sonrió afectadamente.
-Yo soy el dios-replicó Loki a la ligera. Las cejas de Bucky se fruncieron y le echó un vistazo a Loki.
-Tú... ¡Oh, Jesús! Sí, tú eres el que casi destruyó New York-declaró con una risa, Loki notó que no había ni una mención de Thor en sus palabras. El dios asintió, alargando sus brazos.
-En efecto-el hombre extendió su mano.
-Soy Bucky Barnes-Loki la sujetó con una pequeña sonrisa.
-El Soldado de Invierno.
-Eso es clasificado.
-Obviamente no-dijo sarcásticamente y Bucky formó una sonrisa.
-Obviamente-Por las siguientes dos horas y media, Loki y Bucky se sentaron en la parte de atrá de la librería hablando en voz baja, los libros olvidados en la mesa. Dejaron la librería juntos, el sol ocultándose y creando grandes sombras en los edificios-Vivo con Steve en la Torre Stark, si alguna vez quieres venir-sugirió Bucky, la cara de Loki permaneció apartada.
-Si te das cuentas que soy enemigos de ellos ¿no?-preguntó, el rostro de Anthony cruzando su mente. Bucky se encogió de hombros.
-Yo no soy un Avenger y tú no eres mi enemigo-replicó perezosamente, cruzaron la calle, las manos de Bucky estaban metidas en sus bolsillos.
Pasaron por un Starbucks cuando Bucky recordó que él había sido mandado a comprar cafés. Rápidamente arrastró al dios hasta la ocupada cafetería y compró los cafés de la lista que Natasha había hecho para él. Loki observó con diversión como luchaba por llevar todos los cafés sin ofrecerse a llevar nada, pero si abriendo la puerta para que Bucky saliera así que fue fácilmente perdonando. La torre Stark podía ser vista desde una cuadra abajo. Loki se detuvo, sus manos alzándose para menear nerviosamente su bufanda.
-Entonces ¿qué tal eso?-escuchó decir a Bucky, Loki alzó los ojos y miró al hombre.
-¿Qué?
-¿Quieres salir juntos algún día? Dígamos... ¿por café?-la sonrisa de Bucky era afable y amistosa, Loki no se la regresó.
-¿Seguro que no serás reprendido por tomar café conmigo?-sus voz era cuidadosa, sus ojos entrecerrados. La mano de Bucky desordenó ausentemente sus rizos marrones.
-No puedo decir que van a aprobarlo pero realmente no me importa si lo hacen o no-una sonrisa afectada tiró de los labios de Loki mientras finalmente asentía.
-Muy bien, te veré para un café el domingo en la tarde-replicó, girando y caminando en dirección opuesta a la torre. La sonrisa triunfante de Bucky fue corta cuando se dio cuenta de un pequeño detalle.
-¡Se te olvidó decirme que cafetería!-llamó tras el dios, quién giró hacia él aún sonriendo afectadamente.
-No lo olvidé-afirmó.
-Entonces ¿cuál?-Loki se lamió los labios.
-Tendrás que encontrarme tú mismo.
-¡Hay como cien cafeterías por aquí!
-Entonces, mejor busque bien, Sr. Barnes-replicó Loki acercándose a Bucky y sacando uno de los cafés para darle un sorbo con una pequeña sonrisa.
-¿Qué?-la voz de Bucky salió tensa.
-Tendrás que encontrarme-declaró suavemente antes de desaparecerse frente a los ojos de Bucky.
Bucky estaba enganchado.
Steve fue el primero en notar la llegada de su amigo. Todos estaban reunidos alrededor de la televisión, el Super Bowl sonando a todo volúmen en la larga pantalla.
-Dios, Bucky, ¿qué te tomó tanto?-reprendió con preocupación, Bucky sonrió.
-No puede ignorar un buen par de piernas-replicó pasando los cafés. Tony sonrió.
-Ningún hombre puede-replicó, Indries le sonrió juguetonamente. Thor tomó un largo sorbo de su café caliente mientras Clint lo miraba con fascinación. Steve le sonrió a Bucky.
-Entonces... ¿conseguiste su número?-preguntó, Bucky sacudió la cabeza.
-Nop, pero vamos a tomar un café el domingo-Steve asintió, feliz por Bucky y le agradeció por el café mientras Tony miraba alrededor con mortificación.
-¿Dónde está mi café?-preguntó, notando que el café que había pedido no estaba en ningún lugar a la vista. Bucky se encogió de hombros.
-Supongo que lo olvidé-replicó, recordando haber visto a Loki pavonearse con el café agarrado en sus largos dedos.