Holis :3 les presento mi nuevo fanfic de Inuyasha, espero que les guste :3

Disclaimer: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen.

Aclaraciones: En la introducción ese trata sobre la charla entre "madre y hija" también comienza el relato de Kagome, los capítulos será según el chico que incluya, es decir, podría ser Naraku o Inuyasha o Koga o también Sesshomaru cualquiera de estos podrían aparecer hasta los 2 o los 3 capítulos como máximo luego, ya pasa a otro chico…Y así sucesivamente… Aun no estoy decidida pero capaz serán 12 capítulos o 15. Este fic tendrá algo que ver con el harem de chicos :P

De apoco van a entender porque le digo "el demonio" a Sesshomaru, "la bestia" a Inuyasha, "El lobo" a Koga y "la araña" a Naraku (no se me ocurrió un apodo para el xD jajaj pero si quieren recomendarme uno no hay problema :3 ) Y sobre la narración al principio iba ser en 1ra persona pero después lo cambie a 3ra persona… o_O creo xD.

Summary: Kagome sabía que este día llegaría, que tarde o temprano su hija de once años preguntaría sobre su verdadero padre… Su hija siempre se pregunto ¿Quién era su verdadero padre?


¿Quién es mi padre?

Introducción.

Por la tarde, una joven de cabellos azabache había bajado de su vehículo, para dirigirse a la escuela a pasar a buscar a su hija, vio como los estudiantes salían tranquilamente con sus uniformes puestos de camisa blanca, corbata roja y pollera o pantalón verde/ negro; su hija, Saori Higurashi, su cabello es largo y negro, sus ojos son de color cafés claros. Ella venia corriendo para abrazarla. —Hola mami—decía Saori saludando con una risita infantil.

—Hola hija, ¿Qué hicieron hoy en la escuela? —pregunto Kagome al tomarle de la mano.

—Ehmm nada interesante, solo estuvimos charlando sobre el examen de literatura. —contesto Saori al hacer muecas.

Ambas subieron en el vehículo, durante el recorrido ninguna de las dos hablaron, cada vez el momento resultaba algo incomodo para Saori, porque antes estaba "su padre" con ellas pero últimamente la relación entre ellos dos habían cambiado mucho, ya de por si se podía notar lo distanciados que estaban, la chica sabia que ese sujeto que decía ser "su padre" no era el verdadero ¿Por qué se dio cuenta de esto? Porque había oído la charla de los adultos, una y otra vez, recordaba aquella voz masculina, -"¡Kagome yo no puedo tapar este agujero que creaste, fingiendo ser alguien que no soy!"-. La joven dio cuenta que por alguna razón tenía el apellido de su madre y no de su verdadero padre, la curiosidad la invadía cada segundo lo único que quería es llegar a su casa para charlar con su madre.

—Entonces, Inuyasha nunca fue mi verdadero padre—murmuro por lo bajo. —Mamá ¿podemos hablar antes de que tome mi siesta? —preguntaba con una pequeña sonrisa.

— ¿Eh? Pues claro Saori—contesto la azabache al sonreír de lado.

Cuando estaciono su auto gris, la niña corrió hacia la entrada quitándose los zapatos y subió por las escaleras, entrando a su habitación y cambiándose para ponerse una ropa más cómoda. Kagome se dirigió hacia la cocina, aun tenía su traje formal de secretaria: pollera negra llegando hasta las rodillas, zapatos con tacos medianos de color negros igual que su corbata y su camisa era blanca. La muchacha se ocupaba en prepararle el almuerzo para su hija y para ella, solamente estaban las dos ocupando la casa, hace unos pocos días Inuyasha se fue de este lugar para volver con su familia, con su hijo y con su esposa Kikyo, el tuvo que fingir todo este tiempo siendo "el verdadero padre" de Saori, el joven no sabe ¿Quién es el padre de la niña? Inuyasha por ser el ex- esposo y mejor amigo, se encargo de ayudar a Kagome Higurashi en cuidar a la niña y en ocultar el secreto, fue cómplice de Higurashi hasta hace unos tres días…

— ¿Qué vamos a comer? —indago la pelinegra al sentarse en la silla.

—Hoy vamos a comer, Ramen —respondió la azabache al servirle la comida.

—Hmm huele delicioso.

La niña comienza a comer tranquilamente hasta que su curiosidad la llenaba de preguntas y dudas, sabe que su madre sufre por el divorcio pero no sabe ¿de quién? Se está divorciando, de "Su padrastro" no era, miro indiferente a su madre parecía algo molesta al recordar que durante toda su vida, convivió con un señor que no era su padre…

— ¿Qué ocurre Saori? —indago frunciendo el ceño.

—Es que la última vez, te escuche discutir con papá. —contesto con voz desanimada.

—Lo sé, me disculpo por eso hija. —Le decía al inclinar la cabeza—Entonces…Escuchaste todo.

—Sí, ya sé que él no es mi padre—insinuó — ¿Quién es mi padre? Mamá.

—…Eres muy chica para entender cosas de adultos. —hablo la de azabache, continuaba dándole un bocado a su ramen, su hija odiaba que su madre le ocultara cosas, esta sería la cuarta vez que lo hace pero entre las anteriores, esta mentira era lo peor para ella. Dejo su comida por la mitad y subió por las escaleras dirigiéndose a su cuarto nuevamente, Kagome la siguió porque supo que la lastimo, a pesar que sea una niña de once años; tiene el derecho de saber algo sobre su padre. —Perdóname Saori, no fue mi intención herirte—dijo apenada.

—Te perdono con una condición.

— ¿Cuál?

—Que me cuentes una historia sobre tu pasado con papá—contesto al hacer una mueca.

—Está bien, Saori—suspiro intranquila, algo le decía que esto no iba a terminar bien, va eso cree Kagome, tendrá que ser sincera al contar su historia sobre la antigua relación amorosa que tuvo con el padre de Saori, ¿antigua? Bueno, no solo un hombre paso por su vida, sino que hubo cuatro en total cuya tuvo diferentes historias amorosas y dolorosas a la vez, por abrir de nuevo aquellas cicatrices de su pasado, no le quedaba otra opción; contar las cuatro historias y que adivine entre ellos la identidad de su verdadero padre. La muchacha se distancio un poco de su hija para sacar de un cajón, cuatro fotografías: habían más pero primero tendría que conocerlos en una fotografía. La niña se sienta en su cama, preparándose para la historia larga del pasado de su madre.

—Saori, la historia que te contare se trata sobre cuatro hombres—dijo la pelinegra al mirarla fijamente. —Estos cuatro hombres se llaman, Inuyasha Taisho, Koga, Naraku y Sesshomaru Taisho. —continuaba hablando mientras le mostraba las fotos a la niña.

— ¡Espera! ¿Mi padrastro tenía un hermano? —indago la niña extrañada.

—…Si, ambos son medio hermanos pero no tiene una buena relación como los típicos hermanos, ellos llevan una fuerte rivalidad —respondió con voz desanimada.

—Tiene sentido porque Inuyasha nunca hablo sobre él. —Musito la niña frunciendo el ceño —Y ¿Por dónde vas a comenzar?

—Por como empecé mi relación con tu padrastro.

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Capitulo 1

Salvada y la primera cita.

[Inuyasha x Kagome]

Eran las 9:30 a.m, Kagome caminaba por la ciudad de Tokyo, se dirigía a la empresa "Taisho" porque le iban a hacer una entrevista personal, llevaba en su brazo izquierdo una cartera que contenía papeles sobre sus datos personales y otras cosas, mientras que caminaba; saludaba a un par de vecinos que ella misma conocía, Kaede una anciana que vive en el departamento "N°13 A" es una de las tantas amigas de Kagome y su otra vecina, Ayame, su amiga que trabaja un local de ropa llamado "Nosotras" y vive en el departamento "N° 15 A" . Siempre las cruzaba muy cerca del supermercado o sino en algunos locales de la zona.

— ¿A dónde vas Kagome con tanta prisa? —preguntaba curiosa la pelirroja con una sonrisa.

—Tengo una entrevista, espero que me acepten. —respondió la pelinegra con una sonrisa.

— ¡A si se habla, amiga! —dijo con entusiasmo Ayame.

La muchacha reviso su reloj de muñeca y marcaban las 9:45 a.m, suspiro nerviosa, se disculpo y se despidió de sus amigas, porque a las 10:30 a.m debe llegar a la empresa, sin mirar al semáforo que brillaba en verde, ella cruzo la calle con pasos apresurados y firmes, a una corta distancia se aproximaba un vehículo que venía con una velocidad aumentada, ella se paralizo en el medio de la calle. —¡Ah! —gritaba y cerraba sus ojos con temor. Una silueta que apareció de la nada, la había empujado evitando que ocurra un accidente. Ella abrió sus ojos y al ver en la posición incómoda que habían quedado ellos dos, Kagome se sonroja porque sus ojos se encontraron con los de él, se sintió rara al verlo pero al volver a notar la posición en la que estaban estos dos ella lo empuja.

— ¡Oye! Por lo menos dime gracias ¿no? —le dijo el joven mientras se ponía de pie y se sacudía su traje formal. Este mismo tenía aproximadamente 20 años y su cabello es de color blanco-plateado.

—…Etto gracias y ¿tu nombre es?

—Inuyasha Taisho—respondió el muchacho de cabellos negros.

—…Dijiste ¿Taisho? —repitió un poco perpleja.

—Si dije Taisho, de las empresas Taisho. ¿Acaso estas sorda mujer? —hablo al darle la espalda.

—…Perdóname y también gracias por salvarme la vida—le agradecía ella con una risita nerviosa.

—… ¿De nada? —le decía frunciendo el ceño.

—Hoy era mi entrevista en esa empresa. —Insinuó —Debo irme, no quiero llegar tarde.

— ¡Hey, Espera! Yo te llevo y tu ¿nombre es? —indago al mirarla de reojo.

—Kagome Higurashi. —contesto cortes.

—Ven vamos a mi limosina.

— ¿Tienes limosina? —pregunto sorprendida.

—Pues claro, soy el hijo de Inu Taisho. —respondió al reírse a carcajadas.

—Está bien, gracias otra vez.

La joven siguió a quien ahora debería llamarlo ¿Jefe?, pues para que Inuyasha sea su propio jefe, era muy joven y carismático por así decirlo. Inuyasha le abrió amablemente la puerta del vehículo y ella entro pidiendo "permiso" tímidamente se fue al otro lado de la ventana, este se subió; Inuyasha le ordeno a su chofer que arrancara con destino a la empresa Taisho. Kagome estaba algo distanciada del joven que le salvo la vida y el la observaba disimuladamente, cuando ella se dio cuenta que aquel hombre la miraba, se sintió incomoda y un poco avergonzada.

—Y dime…Kagome ¿Por qué quieres trabajar con nosotros? —le pregunto para sacar algo de conversación en un momento silencioso.

—Pues…R-Recibí un titulo en informática y de administración de empresas, me gustaría trabajar para su empresa así puedo expresar mis conocimientos—contesto nerviosa. Inclino un poco la cabeza, al parecer no se sentía preparada para esta entrevista, como paso todo muy de golpe seguía siendo de casualidad de que este hombre le salvo la vida…Aun no podía creer que este chico era el hijo del dueño de la empresa.

Inuyasha fingía que la escuchaba, se encerró en sus pensamientos mirando desde la cabeza hasta los pies, la figura de aquella joven tan hermosa e ingenua, se imaginaba a ella como su secretaria "personal", era normal para el que se imaginaba esas fantasías prohibidas…

—Ajam, claro-claro. —decía al asentir con la cabeza. —Hmmm entonces quedas contratada, señorita Higurashi

— ¿En serio? ¿Tan rápido? —interrogaba al poner una cara ingenua.

— ¿Qué insinúas? —contradijo con una pregunta.

—Nada- Nada es que me parece muy rápido la entrevista. —contesto inclinando la cabeza.

—Tranquila ya paso.

—Hmmm gracias ¿Cuál será mi puesto?

—Serás mi secretaria. —respondió con una sonrisa.

—Gracias Inuyasha.

Bajaron de la limosina y caminaron hacia la entrada de la empresa, algunos de los empleados observaban disimuladamente aquellos dos y murmuraban cosas, la nueva secretaria había llamado la atención de Naraku y Koga quienes también habían llegado recientemente a la empresa, Koga se sintió una rara atracción hacia esa muchacha pero su sonrisa maliciosa desapareció cuando vio que ella entro a la oficina de Inuyasha.

—Grr maldito suertudo, esa bestia sigue trayendo mujercitas a su oficina…—hablo Koga mientras se acomodaba su corbata.

—Creo que habrá problemas otra vez…—insinuó Miroku al levantarse de su asiento sin antes apagar el equipo.

Naraku ignoraba las conversaciones de aquellos dos, pues él no era de hablar mucho con Miroku y Koga, el agarraba ciertos papeles que salían de la impresora para llevárselo a su jefe, paso discretamente por la oficina de la "bestia", parecía que tenía un brillo especial por los rayos del sol, que entraban por las ventanas de aquella oficina. El pelinegro aun seguía molesto ¿Por qué? Porque hace unos pocos años, la bestia le había robado que le gustaba mucho…Subió al ascensor tocando el botón del piso n° 18, murmuraba por lo bajo maldiciendo a Inuyasha, tras mirar los números que subían: se detuvo en el noveno piso, una muchacha de cabellos negros y de ojos carmesí, vestida con ropa formal, saludo fríamente a su compañero.

—Naraku.

—Kagura y futura señorita Taisho. —saludo cortes.

—Gracias, Naraku por el alago— agradeció con una mirada fría. — ¿Vas a ver a Sesshomaru?

—Sí, tengo que contarle algo. —respondió mientras seguía mirando los números.

— Tu como siempre eres la paloma mensajera de tu jefe—musito avanzando sus pasos cuando el ascensor había abierto automáticamente señalando que llegaron a su destino.

Caminaron por el pasillo y abrieron la puerta, entrando a la oficina de dueño.

—Sesshomaru, querido—saludo Kagura al darle un pequeño beso en los labios.

—…Kagura ¿Qué haces aquí? —indago frunciendo el ceño.

—Vine a visitar a mi novio. —respondió al fingiendo una risa.

—No ves que estoy ocupado. —contradijo mientras se sentó nuevamente y revisaba algunos archivos en su laptop, su compañero dejo los papeles arriba de su escritorio, por sus adentros Naraku se estaba riendo a carcajadas por esos raros ánimos que le daba a su pareja.

—…Siempre estas ocupado, hoy te dejo de castigo que vayas a buscar a Rin—le retaba ella al retirarse sin decir adiós.

—Mujeres—suspiro Naraku al guardar sus manos adentro de los bolsillos de su pantalón.

— ¿Necesitas algo Naraku?

— Si, solo quiero decirte que tu medio hermano contrato a una nueva secretaria. —contesto en tono frio y miro de reojo a su amigo, solo para ver su reacción.

Los empleados le apodaban "el demonio" a Sesshomaru, por su comportamiento firme e estricto y frio ante sus trabajadores de la empresa, como es el hijo mayor de Inu Taisho, lleva una gran responsabilidad y comparte la herencia con su medio hermano Inuyasha, o mejor apodado como "la bestia" ¿Por qué? Por su terrible don con las mujeres, es un "don Juan", mayormente a tenido muchas amantes en estos últimos años pero ha aparecido la indicada, que es Kikyo. La relación entre hermanos es muy baja, ambos se detestan mutuamente, Inuyasha tanto como Sesshomaru llevan una rivalidad que muchos no lo pueden ver, tras el fallecimiento de su padre; su rivalidad esta depende de la herencia y de la empresa…Algunos de los empleados, pensaba que Kagura iba a mejorar la vida de su jefe, al parecer estuvieron equivocados. Su jefe lo sienten como si fuera una carga más pesada.

Cuando "el demonio" escucho lo que dijo este, se levanto de su asiento y camino con pasos firmes hacia la puerta. —Otra vez, ese idiota contrata personas sin mi autorización. —murmuro molesto. Naraku se quedo ahí parado, sonriendo malicioso, al ver que su amigo de la infancia se estaba retirando por la puerta este lo seguía.

Inuyasha va ser despedido, esto se pone bueno. —pensó aliviado.

El demonio bajo por el ascensor hasta llegar al primer piso, al salir de allí, todos sus trabajadores se quedaron mirando a su jefe cuya había bajado del piso N° 18 solo para hablar a su medio hermano quien nuevamente lo desobedeció y fue un rebelde por contratar así como si nada a una simple secretaria novata, Naraku lo siguió todavía y vio a su amigo entrar en la oficina.

—Creo que habrá problemas—hablo Miroku al ver lo que estaba ocurriendo.

—Inuyasha va ser despedido al fin…—insinuó Koga con una sonrisa de satisfacción.

—Cállense —dijo Sango al obligarlos que se sentaran.

La puerta se cerró con fuerza y todos sintieron un terrible escalofríos recorrer por su columna, pues todos vieron esa cara de enfadado que tenía su jefe.

— ¡Inuyasha! —grito Sesshomaru molesto

—Ahora ¿qué quieres? —interrogo al bajar sus piernas del escritorio.

—Disculpe pero ¿usted es? —pregunto extrañada Kagome.

El joven se acomodo su corbata y le dirigió esa fría mirada hacia la muchacha, que le hacía temblar del miedo, había algo raro en este entorno que tenía ganas de retirarse del lugar o salir corriendo. —Si tu trabajas aquí, deberías saber que yo soy tu jefe—le contesto al mirarla de reojo. Sin dudas, era atractiva la nueva secretaria pero por el momento no le llamaba la atención, este siendo el jefe, estaba arto de que su medio hermano traiga a sus amantes en la oficina para hacerlas pasar como secretarias personales.

—Vine porque me dijeron que estas contratando a empleados sin pedirle sus datos…—hablo este poniéndose de brazos cruzados. — ¿Acaso quieres que te despida?

—No…

—Mi padre estaría molesto si supiera de las travesuras que haces en tu oficina. —decía al lanzarle miradas amenazantes. — ¡Quiero sus datos ahora mismo!

—Aquí tienes señor—dijo la joven al entregarle sus datos.

—Y ¿usted es?

—Discúlpeme me llamo Kagome Higurashi.

—…Patética humana—murmuro por lo bajo.

Nuevamente le dirigió esa mirada intimidante e fría, esa rara sensación de escalofríos volvió a correrle por su columna a Kagome, Sesshomaru antes de retirarse le había preguntado a su ridículo medio hermano por si le había hecho la entrevista, de su parte respondió con un -Si-. Todos los empleados fingían que estaban haciendo sus deberes como debería ser pero por suerte el momento de tensión había pasado. Miroku se asomo hacia esa oficina para hablar con su compañero pero el muchacho no tenía ganas de hablar con nadie, solo con su nueva secretaria.

—Me salvaste…—dijo un poco sorprendido.

—Lo sé, te devolví el favor—decía la de azabache con una risita nerviosa.

—…Gracias Kagome. ¿Te puedo invitar a tomar algo?

—Si ¿Cómo una cita o algo así?

—Si una especie de cita…

—Está bien, a la salida del trabajo.

Koga y Naraku vio como esa bestia abrazaba con fuerza a la chica, ambos envidiaban al joven por el hecho que tenga un don especial con las mujeres, que todas caes a sus pies; aparte ellos dos no eran buenos en el romance pero trataban de hacer lo mejor con su pareja. "El lobo", no solo sentía envidia sino que odiaba por como Inuyasha jugaba con las mujeres que tenían un buen corazón habían otras mujeres que entraron en ese lugar pero era para otra cosa…En cambio, "la araña" trato de llamar la atención a alguna chica para que cayera en sus telarañas, al fin de cuentas ninguna fue la mujer correcta. Solo Kikyo y Kagura, con Kikyo fue demasiado tarde al expresar sus sentimientos y con Kagura solo hubo atracción física e poco sentimental porque no se llevaban bien al principio, además ella siempre fue su amiga de la infancia.

Naraku subió otra vez por el ascensor para hablar con su amigo pero uno de sus empleados le aviso que no se encontraba en su oficina, porque se le hacía tarde para buscar a su ahijada Rin.

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Inuyasha acompaño a Kagome hasta un bar que estaba en la esquina de la otra cuadra, ese mismo bar se llamaba "Lovers", el muchacho no dejaba de mirar a su secretaria que estaba bebiendo su café, pues ella parecía un reflejo de su esposa, aunque la hermosura de esta resaltaba mucho…Kagome sentía muy atraída hacia el muchacho que le salvo su vida, siempre tuvo el presentimiento que fue causa del destino.

— ¿Cuáles son tus gustos? —pregunto interesado.

—Hmm mi comida favorita es el ramen, el sushi y de postre el helado de chocolate con vainilla, sobre la música escucho J-Pop y J-rock y algo de rock norteamericano—respondía ella al sonreír de lado.

—No son raros gustos. ¿Algo más te gusta?

—Si me gustas tú—murmuro por lo bajo y se sonrojo.

— ¿Dijiste algo?

—No, nada- nada. —repitió nerviosa.

—Y a ti ¿qué te gusta?

—Digamos que tenemos algo en común pero va ser algo difícil para entenderme—respondió al sonreír de lado.

—Son las dos de la tarde, tengo que ir a mi departamento. —hablo la joven mientras se levantaba de la silla y dejo unos billetes arriba de la mesa.

— ¡Espera yo te acompaño! —levanto la voz Inuyasha al seguirla.

—Eh? ¿Qué ocurre?

—No subas en esos colectivos, vamos a mi Ferrari rojo. —le contesto al agarrarla del brazo.

—…Esta bien—decía sonrojada.

Le ayudaba abriéndole la puerta de su vehículo de forma amable e cortes, el muchacho también entro pero antes ella le decía su dirección y entre que calles estaba el edificio. El silencio incomodo rodeaba el ambiente, para la chica esto era más que un amor a primera vista porque primero le salva la vida y segundo es el hijo de Inu Taisho ¿casualidad? Lo dudaba mucho, pues no era de creer mucho en esas cosas. Aparte le sorprendió un poco la actitud que tuvo contra su jefe, se mordió su labio y doblo el papel que llevaba en sus manos, miro de reojo a Inuyasha, odiaba la curiosidad que tenia por su jefe que conoció en el día de hoy.

—I-Inuyasha…dime ¿Cómo se llama nuestro jefe? —indago curiosa.

—El es tu jefe y mi medio hermano. —respondió sin dejar de mirar su camino mientras conducía. —El se llama Sesshomaru Taisho, es mi medio hermano.

— ¡¿Qué?! —reacciono sorprendida. — ¿Por qué no eres su suplente?

—Lo soy pero tengo que estar compitiendo por mi puesto porque Naraku también lo quiere.

— ¿Naraku?

—Creo que hable de más, en fin, tras la muerte de mi padre dejo una herencia para nosotros dos, Sesshomaru como sería el mayor, recibió gran parte de la herencia y llevándose esta responsabilidad de mejorar la empresa…—hablo para luego hacer una pausa. —El vino a mi oficina porque Naraku le habrá contado eso…

—No creí que se llevaran tan mal ustedes dos—dijo ella tratando de comprender todo.

—Posiblemente el mismo te va ser la entrevista. —musito cuando freno y estacionaba el vehículo cerca de la vereda.

— ¿Naraku o Sesshomaru? —interrogo Kagome al dirigirle la mirada.

—Sesshomaru pero cuando no tiene tiempo manda a Naraku. —contesto al bajar del auto.

Kagome también bajo y se acerco a la puerta del edificio, Inuyasha leía los carteles que mostraban los nombres de la calle y el numero –Avenida Sengoku 1456- frunció el ceño al terminar de leer.

—Gracias por todo, Inuyasha.

—De nada, Kagome— sonrió de lado.

Ella se asomaba para darle un beso en su mejilla pero, este se apresuro para darle un beso apasionado, no obstante, Higurashi había correspondido de igual manera; fue muy raro lo que ocurrió durante el día, se separaron muy rápido y el chico antes de irse le dio una copia de la llave de su departamento.

— ¿Qué es esto?

—Por si un día quieres ir a mi departamento para divertirte un poco.

— ¡Inuyasha!—reacciono ruborizada.

—Nos vemos mañana Kagome.

— ¡Adiós. Inuyasha!

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Saori se le quedo mirando a su madre, por la expresión de su rostro parecía que se quedaba recordando el beso, pues seguramente Kagome se acordaba de las cosas que había vivido con cada uno de los chicos pero dentro de aquellos cuatro chicos eligió a uno ¿a quién?

—Mami seguí contando mañana, quiero tomar mi siesta—decía al bostezar.

—Claro hija. —se levanto y guardo las fotos que saco del cajón. —Todavía falta que te cuente toda mi historia. —decía cuando apago la luz de aquella habitación.

Continuara…


Espero que les haya gustado :D

Para el segundo capítulo también va ser largo (creo) pero va a tardar un poco :S porque estoy yendo a la universidad :D, si puedo y me queda algo de inspiración voy a tratar de subir el segundo capítulo en esta semana jejej

Bueno me despido por hoy, ¡Sayonara!

Atte. J.H

PD: perdonen por mis faltas de ortografía :S