Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen.

pd: Me cuesta horrores el SagaxSaori.

Los deseos de las bestias.

Saga estaba sentado en su cama, tenía problemas para conciliar el sueño. Toda la manada, estaba cayendo bajo el conjuro de Eros. No era idiota, sabia leer los entre lineas.

Mu, era el que más claramente habia caido rendido a los pies de una dama... Al chico solo le faltaba mover el rabo y poner ojitos de bebe cada vez que la chica se acerca a él. Luego, el caso mas extremo, estaba Shura, cada vez que la tentación prohibida se le acercaba... Perdia parte de su buen juicio.

Y él...

Cerro la puerta de la jaula y arrojo la llave a la distancia, esa parte suya debería seguir donde estaba. Era el lider de la manada, él nada y se acabo. No debia flaquear si los otros caian, deberia de hacerse mas fuerte y negarlo todo.

Se levantó de la cama y fue a observar a cierto par de lobeznos. Capaz que se le pasara el insomnio si caminaba un rato por la casa.

Habitación de Camus.

Camus se habia quedado dormido con el celular en la mano, con cuidado se lo quito y observo lo que habia en pantalla: Mensaje a Hilda: "Sueña bonito, que las estrellas te cuidan". Dejo el celular con cuidado en la mesa de noche. Kanon se partiría de risa cuando supiera lo del mensaje.

Habitación de Milo.

-¿Dónde diablos se metió? -Miro la cama vacía , bueno casi vacía... Milo habia puesto un lobo de peluche bajo los cobertores con su afelpada cabeza en su almohada. Sin duda su suplente habia fallado en su mision de cubrir el escape- Kanon, despierta. -Susurró.- Milo no esta.

Habitación de Kanon.

Al escuchar el susurró, los ojos jade de Kanon emergieron en la absoluta oscuridad de su cuarto. Un pequeño rugido emergio desde lo profundo de su garganta, tenia sueño y ahora tendria que salir a buscar a Milo.

Calles. Al mismo tiempo.

Que hermosa era la noche...

Milo camina sin mucho apuró, salir de la casa sin ser descubierto habia sido todo un reto. Habia puesto su lobo de peluche, unica cosa que quedaba de sus padres, como remplazo. Sonrio de medio lado al imaginar la cara de quien encontrara el juguete en su lugar.

Si fuera por el, cambiaria de forma y comenzaria a correr como loco, pero estaba prohibido. Aunque no esta prohibido saltar como loco siendo persona. Miro el edificio en construcción abandonado ¿Que mas podria pedir?

Saltar como loco con cierta persona al lado.

Comenzo a trepar una viga y no pudo evitar pensar como seria saltar por todos lados con ella. Habia husmeado su cuenta en en cierta red social popular, Shaina habia integrado el equipo de gimnasia de su escuela. Asi que seguirle el paso no seria dificil si se moderaba un poco. Podria decir que solo practicarian un poco de pakur.

Comenzo a caminar por la viga pensando en ello. Saco el celular y busco el numero de ella, apreto el simbolo de telefono y la espera de que le atendiera comenzo.

-¿Shaina? Soy Milo... Si estoy muy conciente de la hora que es... -Replicó con una risa.- Pero es sabado a la noche... -Escucho lo que le decian al otro lado- Bueno...domingo a la madrugada. -Miro su reloj, eran pasadas las dos.- Tal vez... Quieras ir a un bar o algo asi... O solo caminar. -Hizo una pausa mientras la chica habla.- Esta bien... Otro dia sera. -Corto la llamada antes que ella pudiera agregar algo.

Guardo el celular y contínuo su exploración del lugar. Tras un breve recorrido decidio que tenia todo su derecho de cambiar de forma y aullar. A fin de cuentas, era su cumpleaños. Se sento y se quito los zapatos y las medias. Saco la bolsa plastica que habia traido y metio sus pertenecias en esta. Luego la escondió en una viga.

Comenzo a camianar al mismo tiempo que su aspecto cambia, la ventaja de ser el sobrino de la mujer mas poderosa era que esta solo lo vestia con lo mejor... Y lo mejor eran las prendas que te permitian cambiar de forma sin romperse.

Obvio que eso no le dijo a nadie, ni Camus sabia que poseia esa clase de prendas. Degel, consideraba que Camus deberia primero madurar antes de hacerse digno de semejantes privilegios. Su pelaje dorado brillo ante la escasa luz de la luna, el cuarto menguante dominaba el cielo escasamente estrellado en la ciudad. Llego al borde y miro hacia abajo, incluso para un licantropo era una caida horrible. Alzo levemente sus ojos y observó a la luna. Alzo su poderoso aullido en medio de la noche.

Bajo lentamente la cabeza y observo hacia abajo, sus orejas se movieron constantemente. Era una fea caida, si no llegabas a alcanzar la estructura de la otra torre abandonada.

Saltar era su especialidad...

Se preparo y dio un brinco, sintio el ruido que emitio la bala al pasar rosando su cabeza, vio los pelos cortados caer lentamente al vacio al mismo tiempo que sus poderosas patas delanteras tocaban el concreto de la otra estructura.

Se dio vuelta y miro hacia atrás, el disparo habia provenido desde debajo suyo, escuchaba los pasos apresurados y el latir de los corazones. Se alejo de donde estaba y miro hacia la estructura de la otra torre abandonada. Una sonrisa lobuna se presento, espero al momento en que les escucho en la escalera. Tomo esos pasos como señal de largada. Corrio y salto de nuevo hacia el edificio anterior. Corria hacia donde habia dejado su calzado, tomo la bolsa con su poderosa mandibula y procedio a correr por el lugar.

Ciudad.

Aterrizo en el balcón, los muy desgraciados lo perseguian en auto y no habia tenido momento para cambiar de forma. Se agazapo un poco mientras les escuchaba en la calle con el ruido de motor de fondo. La puerta del balcón se abrió, estaba tan concentrado en la huida que no presto atencion al hecho de que podria haber sido escuchado por la dueña del lugar.

-Pasa. -Seika le miró y se hizo a un lado.- ¿Cual eres? -Milo gruño un gracias y respondio a la pregunta con otro sonido similar.- De nada, no deberias salir sin tu manada. -Milo dejo la bolsa en el suelo y cambio de forma- Nunca les vi cambiar vestidos...

-Es una ropa especial.

-¿Quires un te? -La chica se movio a oscuras por el departamento- Hasta que estemos seguros que se fueron no es prudente que salgáis.

-Gracias por recibirme. -Miro a la chica- ¿Que puedes hacer?

-Ver en la oscuridad, escuchar, olfato, vision aguda -Le miro- y estamparte en la pared de un puñetazo si te propasas.

-Pero no cambias. -Puntualizo el chico.

-No, mi hermano habia salido mas Homo sapiens... -Puso la tetera en el fuego- No tenia ninguna habilidad de papá.

-Permiso-Milo se sentó- Las que saben... ¿Saben?

-No, hasta donde saben... No soy especial. -Puso el te en la tetera- Perdona por lo de la otra vez, pense que querian hacerle daño a Geist.

-No sabiamos quien era Geist, nos enteramos mucho despues... Casi nos vamos. -Tomo la taza que se le tendia- Perdona por el mal entendido.

-Eso deberia decirlo yo -Informo la joven.

-¿Le puedo decir a Aioros?

-¿Al profesor?

-Si

-¿Que se supone que le quieres decir?

-Que eres bien mestiza y que obviamenre -Miro el departamento- novio no tienes. -La chica se sonrojo.- Le gustas, se te queda mirando cada vez que pasa delante de él.

-Él... Es puro y...yo... -Milo comenzo a reir.

-Aioros es mestizo, su padre es mitad licantropo y mitad humano... Es mas humano que mestizo. -Le miro con calma- Su madre si es pura... Créeme, si le sonries... Lo tendras hechado a tus pies.

-No te hacia tan... Sensato.

-Tener los peores habitos, no me hace el peor de la manada. -Seika rio como toda respuesta.

Salon de clases, tarde siguiente.

Saori miraba todo completamente enmudecida y petrificada... No podia creer lo que acaba de hacer Seika. Sin previo avisó o señal alguna de sus planes habia soltado atropelladamente varias palabras al docente en frances (Idoma completamente ajeno para Saori). Era obvio que incluso Aioros estaba enmudecido... Sea lo que sea lo que le hubiera dicho.

Dejo al hombre sin habla.

-Me parece que lo correcto, seria invitarle un cafe para charlar... -Fue solo un segundo, pero Saori bien supo que la miro a ella. Estaba segura que habia querido decir: "charlar sin testigos".

-Estaria encantada en aceptar ese cafe.

Despacho de Saga.

Saga se paso la mano por su larga cabellera, habian encontrado a Milo en una heladería de 24hs. No muy lejos de donde vivían, el muchacho habia alegado que se le habia antojado un helado... Prefirieron hacer que se creyeron esa mentira para no armar un pleito mayor.

Se asomo a la ventana y observo a los alumnos... Sus ojos se posaron en una peli violeta que caminaba con paso apresurado.

Tan cerca y tan lejos.

Su lado animal aullaba como loco cada vez que la veia y aun no era capaz de decir por que. No habia tenido mucho trato con la joven fuera del ambito academico. Pero su ya mas primitivo enloquecia y se volvia necesario domesticarle con vehemencia para hacerle volver a lo mas profundo de su mente.

Ya no era capaz de decir, cuanto tiempo mas podria contener ese extraño deseo que Saori Kido despertaba en él.

Continuara