Hola gente! se me ocurrió este ffc cuando estaba viendo nuevamente las dos películas y como Loki siempre fue mi PJ favorito, decidí hacer esta pequeña historia. espero que les guste, aunque puede que contenga escenas fuertes y ese no es mi especialidad, espero sus opiniones en forma de Reviews.

No me pertenece el Pj de Loki, pero la historia es totalmente mia xD


Capítulo 1

Ha pasado poco más de tres días luego del incidente con Malakiht, el elfo oscuro. Asgard ha estado reconstruyendo los daños causados por ellos, y en todo ese tiempo nadie ha notado que Odín, el gran rey, no está. Todos han sido engañados por Loki, que poco después de fingir su muerte frente a Thor y la humana Jane Foster, al salvar la vida de su hermano, Loki había cambiado puestos con el rey, sin consentimiento de él por supuesto. Lo había tomado desprevenido y con la guardia baja, y con sus poderes había encerrado al gran Odín en un lugar lejos de allí, ni siquiera Heimdal lo había descubierto, sus trucos al fin habían valido la pena. Y con Thor fuera de su camino en la Tierra, Asgard era suya para gobernar.

Loki sentado en el trono observo como un guardia se acercaba a él, en presencia de otros el usaba su magia para que ellos vieran a Odín, en vez de su verdadera forma.

—Mi rey— se anunció el guardia, haciendo una reverencia, se arrodillo frente a él.

—Que sucede?— interrogo Loki con la forma de Odín, curioso por aquella interrupción, normalmente los guardias en esos momentos estaban custodiando y ayudando a reorganizar los desastres, y controlando y buscando a algunos fugitivos.

—Hemos encontrado a alguien, mi señor—informo el guardia.

—Explíquese— demando Loki, mientras se acomodaba en el trono, su cerebro trabajaba a toda velocidad tratando de descifrar aquel misterio, nadie sabía dónde estaba Odín, y el mismo no podría librarse de su celda porque él se había asegurado de que esa no fuera una opción.

—No es de por aquí, señor... la encontramos mientras patrullábamos por una de las playas buscando a algunos de los fugitivos de prisión— hablo el guardia, hizo una pausa. Luego —Creo que es una humana, señor... aunque no sé como llego hasta aquí, no sabemos si es peligrosa o si esta por error en Asgard.

—Es una ella?— murmuró mas para sí que para el guardia.

—Sí, mi señor. Es una mujer— asintió.

Loki se contuvo de hacer una mueca, los humanos no era sus seres favoritos en el universo, pero debía admitir que era divertido jugar con ellos. Y él se hacia una idea de cómo pudo haber llegado allí esa mujer.

—Donde está ahora esa mujer?

—Estaba inconsciente cuando la hayamos mi señor, la hemos traído a palacio— el guardia se removió algo incomodo. — está encerrada en uno de los cuarto para sirvientes de ala este.

Interesante. Suprimió una sonrisa que casi alcanza a sus labios.

—Llévame ante ella, ya—demandó. Se levanto del trono, y al instante el guardia se levanto también de su posición arrodillada.

Loki siguió al hombre por los inmensos pasillos del castillo, las columnas y techos altos era igual a como lo recordaba aunque nunca había estado por la parte de los sirvientes, aprovecho de tomar nota de todo lo que veía, por cualquier incidente posible que pudiera suceder y hubiera una posible salida de emergencias allí, el se aseguraría de enterarse. Los sirvientes que pasaban por su lado se inclinaban en respeto, y él no pudo evitar pensar con torcida diversión, la cara de horror que pondrían si supieran ante quien realmente se estaban inclinando.

El guardia por fin se detuvo frente a una puerta de madera marrón, y la abrió dando un paso a un lado para dejarle paso a Loki, quien se interno en el cuarto iluminado por el sol de la tarde que entraba por la ventana. La habitación era pequeña, contenía una ventana, un armario, otra puerta que suponía era el baño, una única silla pegada contra la pared y una cama con sabanas blancas, y era ahí donde se encontraba la mujer. Con curiosidad se acerco a el lugar, parándose al lado de la cama la observo desapasionadamente, era pequeña de estatura y figura delgada, largo cabello castaño oscuro, piel del color de la miel, y cara nada atractiva; vestía unos jeans azules, una blusa blanca de manga larga y unas botas marrones, no podía ver sus ojos porque estos estaban cerrados y su respiración pausada indicaba que dormía, o en ese caso estaba inconsciente. Y el único pensamiento que cruzo la mente de Loki en ese momento fue, que ella era tan ordinaria y común como los demás despreciables humanos de la tierra. Pero era también, decidió de pronto, el único entretenimiento que tendría por un tiempo si hacia una jugada astuta.

—Mi rey, que sugiere que hagamos con ella?— pregunto de pronto el guardia. —Debo avisarle a Heimdal para que la envié de vuelta a su casa por el Byfrost?

Loki se dio la vuelta, y encaro al guardia con cara inexpresiva.

—No, primero la interrogare y luego la enviare de vuelta a la Tierra— dijo con voz indiferente, mientras salía por la puerta. —Por los momentos déjala aquí, y que nadie se le acerque, no sabemos nada de ella. Ha entendido?

El hombre asintió, y se dio la vuelta, marchándose por el pasillo. Loki se aseguro que no había nadie más por los alrededores, antes de entrar al cuarto de nuevo en el cuarto y sentarse en la silla, que se encontraba pegada contra la pared justo frente a la cama. Se recostó contra el espaldar y poso los brazos a cada lado de la silla, entrelazando sus manos, fijo su mirada de ojos verde sobre la figura inmóvil en la cama. Su mente creaba muchos escenarios futuros para su nueva mascota humana, no la dejaría marchar de Asgard y nadie más que él sabría de ella, todos los demás pensarían que la había enviado a casa o simplemente les diría que había muerto; una sonrisa perversa asomo a sus labios, pero en realidad ella permanecería en palacio para su diversión, sería su juguete personal hasta que se cansara de ella.

Ya el sol estaba casi oculto en el horizonte cuando la mujer se movió en la cama, Loki la vio sentarse con lentitud en ella, parpadeando para orientarse supuso, una de sus manos fue a su cabeza retirando unos mechones largos de su cabello de la cara, y él pudo ver sus ojos, eran negros como la noche, y tenían una mirada aturdida. Por un momento pensó que el guardia se había equivocado, y la mujer en realidad era una preadolescente, pero eso no afectaba sus planes.

—Bienvenida a Asgard— le anunció llamando su atención hacia él. Y pudo percibir su sorpresa, antes de que su mirada se llenara de miedo.

No pudo evitar sonreír con malicia.

Jadia sentía un dolor latente en su cabeza, que la tenía algo aturdida. Su cuerpo también se sentía algo pesado y débil. Y se estaba preguntando si había enfermado otra vez del estomago y estaba deshidratada en su apartamento de Londres en Greenwich. Con lentitud forzó a sus miembros a elevar su cuerpo a una posición erguida sobre la cama en la que había estado acostada, y casi volvió a tumbarse cuando un mareo la asalto, pero se controlo hasta que paso y pudo dejar de sentir todo el cuarto moviéndose bajo ella, la débil iluminación le indico que ya serían pasada las cinco de la tarde y estaba anocheciendo; parpadeo de nuevo para enfocar mejor su vista, notando que mechones de su largo cabello castaño obstruía su vista, elevo una mano y con un ademan impaciente los retiro de su cara, con un leve suspiro, imagino que debía ir al hospital más cercano para una revisión médica, cuando una voz llamo su atención.

—Bienvenida a Asgard.

Sobresaltada giro la vista hasta dar con la voz perteneciente. Y se quedo tiesa del miedo.

Había un hombre en su habitación, sentado majestuosamente en una silla que no recordaba haber tenido antes en el cuarto. Tenía cabellos negros como la noche, que llegaban hasta sus hombros y estaban peinados hacia atrás, su piel era pálida e inmaculada, y el vestía con una camisa manga larga verde, un sobretodo negro sin mangas, y pantalones y botas del mismo color anuqué su ropa no se parecía mucho a la que usaban en Londres, más bien era algo extraña. Sin embargo lo que le llamo mas la intención de él fueron sus ojos, de un verde limpio y claro, pero totalmente fríos y distantes. Luego, él sonrió con lo que solo podía describirse como malicia. Y Jadia se aterro por completo.

Unos segundos después su cerebro registro lo que había dicho el hombre sumamente atractivo que estaba observándola. Y su semblante empalideció rápidamente.

—A-Asgard?— susurro temerosa, incluso su voz sonaba ronca y seca.

—En efecto, pequeña humana— contesto Loki, disfrutando de lo lindo con el temor que se reflejaba en sus ojos oscuros. Por fin en tres días, el encontraba con que entretenerse.

Jadia trago en seco. Su cerebro trataba de buscarle sentido a todo aquello, sin entrar en pánico total.

—Eso no puede ser, yo estoy enferma y me quede en mi departamento en Greenwich... —su voz se fue apagando a medida que la memoria regreso poco a poco a ella.

Si, había estado enferma todo el fin de semana, y cuando logro mejorarse un poco como para caminar, asistió a la biblioteca a buscar información para el proyecto asignado en clase, y luego un objeto gigante salido de la nada había aparecido en el medio del patío, junto con unos tipos extraños, luego apareció un hombre al que la gente reunida allí llamo Thor, y empezó a pelear contra el sujeto raro y terrorífico... cuando los cristales de las ventanas se rompieron, la gente había salido corriendo del edificio, ella entre ellos, pero siendo tan baja en medio del barullo alguien la había empujado en su prisa por alejarse de aquel sitió y se había golpeado contra una algo duro, una columna supuso, luego de eso todo estaba en blanco.

El terror frío y gélido corrió espeso por sus venas, al encontrar la mirada de aquel hombre nuevamente.

—Como he llegado aquí?— susurro mas para sí misma que para él.

—Seguramente a causa de las alineaciones, debes haberte topado con un espacio distorsionado que te envió aquí— comento Loki, poniéndose de pie en toda su altura de un metro noventa y cuatro. —Un guardia te encontró, y te trajo a este cuarto.

Jadia abrió los ojos como platos al verlo de pie, el hombre era un gigante, superaba con creces su metro sesenta y seis de altura por mucho.

—Y como vuelvo a casa?— se atrevió a preguntar Jadia, mordiendo su labio inferior con inquietud.

Loki sonrió burlón, antes de acercársele velozmente y con una mano la tomo del cuello, levantándola de la cama hasta que tuvo su rostro a su altura. Ella estaba muy asustada. Perfecto.

—No lo harás— le dijo con voz siniestra. Luego agrego. —Nunca.

Jadia puso una mano temblorosa sobre la muñeca de la mano que él tenía en su cuello, intentando respirar debido al agarre tan fuerte de este, pero era inútil. Sus pies estaban a veintiocho centímetro del suelo, y la debilidad de su cuerpo no le permitía ejercer presión para introducir algo de preciado aire en sus pulmones, sus ojos negros que estaban cautivos de los despiadados verdes, parpadearon perdiendo rápidamente enfoque, supo con certeza que se estaba desmayando cuando perdió total fuerza en sus extremidades. Luego todo se volvió negro, y ella le dio la bienvenida al olvido con gratitud, queriendo escapar de aquella escena terrible. Y de lo que el futuro podría depararle.

Loki hizo una mueca de disgusto, cuando sintió el cuerpo de la chica quedarse lánguido y sin fuerza, cuando sus ojos se cerraron supo que se había desmayado debido a la presión que había ejercido en su garganta, la cual le había cortado el suministro de oxigeno. La puso sobre la cama sin mucha delicadeza, a veces olvidaba que los humanos era criaturas frágiles y debía medir su fuerza si no quería terminar matándola accidentalmente demasiado pronto. Entonces su juego terminaría sin haber empezado siquiera.

Volvió sus ojos verde hacia el cuerpo inerte sobre la cama, a sabiendas de que no la podía dejar allí y arriesgarse a que alguno de los sirvientes pasara y la oyera. No. El debía trasladarla a un lugar que fuera de fácil acceso para él y aun así fuera un lugar donde nadie se atreviera a entrar sin su permiso, ni que tampoco pasara mucha gente cerca. Pero cual?

Paseo por el cuarto, repasando mentalmente los lugares que conocía pero descarto todos, eran muy públicos o muy aislados para su propósito. Tal vez, pensó distraídamente, debía dejarla allí un día mas y volver a sus habitaciones para pensar en un lugar mejor... rápidamente sus pasos se detuvieron. Sus aposentos. Nadie entraba allí sin su permiso, ni era un lugar concurrido ya que estaba lejos de otros cuarto porque así Odín lo había querido, para su privacidad Frigga. Una sonrisa maliciosa volvió a posarse en sus facciones, si, ese lugar era perfecto.

El sol ya se había ocultado y todo estaba a oscuras solo iluminado con antorchas y candelabros en los pasillos y salones, pero ese no era un problema para el maestro del disfraz y el engaño, como lo era Loki.

Tomo a la mujer de la cama por la cintura, cargándola bajo su brazo izquierdo noto vagamente que ella no pesaba mucho, sostuvo el cetro de Odín con la derecha, cambio su imagen para no ser reconocido, y que nadie viera su pequeño paquete ser transportado, luego se encamino fuera de la habitación, camino de sus aposentos, de buen humor. No se encontró con nadie, supuso que se debió a que estaban en un banquete aun celebrando la derrota de los Elfos Oscuros. Unos minutos después accedía a sus habitaciones, o las que anteriormente eran de Odín y ahora le pertenecía, todo estaba en silencio justo como lo había dejado al marcharse ese mañana.

El cuarto era grande, con una cama de oro, colchón de plumas y sabanas de algodón blanco. Toda la decoración de la estancia era en blanco y dorado, con piezas de oro y diamantes, rubíes, esmeraldas, zafiros y amatistas. Un sillón largo y con cómodos cojines estaba a un lado contra la pared, junto a este un arcón antiguo de madera oscura, y mas allá un arco grande daba a lo que era el baño, un sitio igual de grande. al otro lado del cuarto había otro arco que daba acceso a un balcón con columnas blancas desde donde podía verse un paisaje increíble. Ciertamente el entorno lo complacía.

Dejo su carga sin mucha ceremonia en el largo sillón, sin otra mirada hacia ella, se dirigió al baño dejando caer la ropa a su paso, necesitaba un relajante baño de agua caliente para disipar la tensión acumulada durante días. Ese cuarto en particular también estaba decorado en oro, combinaba junto con el resto del aposento, una enorme charca de piedra estaba incrustada en el piso, que hacía de tina, a un lado en la pared había un espejo de cuerpo entero y a su lado un armario sin puertas que contenía cosméticos, aceites y perfumes. Su cuerpo alto, grácil y musculoso, se sumergió en las aguas de la inmensa tina, al instante el agua caliente alivio su piel y músculos, inevitablemente sus pensamientos regresaron a la mujer humana; ella ciertamente no era atractiva y su cuerpo era como el de una niña pequeña sin apenas curvas, pero podría servirle como esclava personal, preparar sus baños y arreglar sus aposentos, incluso servirle la comida. Sonrió ante ese pensamiento, tenía muchas utilidades para ella, y lo mejor de todo, era que no tendría que esconder su verdadera apariencia. Si, asintió satisfecho, tener una mujer humana de sirvienta tenía muchas ventajas. Cuando se aburriera de su compañía, simplemente se desharía de ella, pensó Loki desapasionadamente. Después de todo nadie la extrañaría. Pero de algo estaba seguro, no le permitiría regresar a la tierra, nunca.

Jadia recupero el sentido poco a poco, notando nuevamente que estaba en un lugar diferente al anterior. Parpadeo para ajustar nuevamente la vista y noto que esa habitación estaba decorada ostentosamente en oros y joyas, todo de muy fina calidad. Noto que estaba recostada contra un sillón largo parecido a un chase-long hecho en oro y bastante cómodo. Se levanto despacio evitando marearse, y sintió su garganta arder y ligeramente dolorida, frunciendo el ceño palpo el lugar magullado e hizo una mueca de dolor al tocarlo, ciertamente él tenía una fuerza descomunal; un ruido repentino a su izquierda llamo su atención y automáticamente giro su cabeza en esa dirección, llevándose la sorpresa de su vida al verlo a él salir de un cuarto adyacente completamente desnudo. Su alto y ágil cuerpo mostraba una musculatura definida pero sin llegar a ser exagerada, sus cabellos estaban húmedos ,su piel blanca brillaba por la iluminación de antorchas del cuarto, anchos de hombros, gotas de agua corrían hacia abajo por su estomago plato y de paquetes de ocho, estrechas caderas y piernas largas, pero lo que más la dejo en shock fue que no llevaba nada para cubrir su hombría. Y ella nunca antes había visto a un hombre desnudo ni tan bien proporcionado como él.

Jadeo con sorpresa y escandalizada cuando se recupero del shock, su rostro adquirió la coloración de las manzanas maduras y rápidamente cubrió sus ojos tomando uno de los cojines, lo sostuvo frente a ella y pegado a su rostro, bloqueando la vista de su cuerpo. Pero oyó claramente su risa burlona y maliciosa, mientras se movía por el cuarto.

—Te gusta lo que ves?— interrogó Loki en tono burlón, bastante divertido con su reacción pudorosa y remilgada. —Nunca antes habías visto a un hombre desnudo?

Ella murmuró algo por lo bajo que Loki no alcanzo a escuchar.

—Habla más alto— demando él con impaciencia.

—No!... yo nunca antes eh... visto a... un hombre... en su condición— susurro lo suficientemente alto para que el la oyera sin retirar el cojín de su rostro encendido, pero no pudo evitar tartamudear un poco, por los nervios y la vergüenza de que él la hiciera admitir aquello en voz alta luego de ese incidente tan penoso. Incluso tenía los ojos cerrados.

Entrecerrando los ojos con sospecha, dudo de su palabra, el era un mentiroso magnifico y sabia diferenciar cuando alguien decía la verdad o no, y aunque su voz le decía que no mentía su rostro oculto le hacía sospechar lo contrario, a pesar de su sobresalto inicial al verlo. Con pasos silenciosos se le acerco y de un tirón le retiro el cojín que cubría su rostro, con una mano tomo rudamente su mandíbula, alzándola para observarla ampliamente. Y la diversión regreso a su mirada al ver su cara, sus mejillas estaban rojas a pesar del tono dorado de su piel, era claramente visible y sus ojos cerrados fuertemente, le confirmo que aquello posiblemente era cierto.

—Mírame— le ordeno con voz dura, a pesar de que estaba divertido con la situación.

Jadia reluctantemente abrió sus ojos, enfocando su vista en los magníficos ojos verdes claro de él, y quedo nuevamente aturdida por lo atractivo de sus facciones. Finas cejas, pestañas oscura que enmarcaban esos ojos tan increíblemente fríos, nariz y pómulos aristocráticos, y labios sensuales y totalmente besables. Sus mejillas se sonrojaron mas al pensar aquello, y no pudo evitar morder su labio con fuerza, totalmente mortificada por sus pensamientos descarriados.

Loki observo sus mejillas enrojecer un poco más, mientras ella mordía su labio inferior. Sus ojos la examinaron curiosos ya que la tenía tan cerca, sus finas cejas castañas oscuras, pestañas tupidas negras que enmarcaban sus ojos negros como el carbón, una nariz respingona, labios en forma de fresa, toda ella parecía delicada pero realmente sus facciones no era totalmente infantiles como él había pensado en un principio, sin embargo era definitivamente menor que la mujer humana de su hermano, Jane Foster. Frunciendo el ceño, le pregunto con brusquedad.

—Qué edad tienes?

Confundida Jadia respondió balbuceando.

—Veinte años.

Casi hizo una mueca. Había estado en lo cierto con respecto a ella, en edad humana ella ya había pasado la adolescencia y estaba entrando en la adultez, técnicamente se la consideraba adulta a los veintiuno, pero para él ella era una niña en comparación con su edad, aunque él aparentara estar entre los veintiocho y los treinta años humanos, realmente era mucho más viejo que eso. Sin embargo, pensó curioso, las chicas de su edad e incluso menores, ya habían tenido experiencia sexual con hombres y no se sonrojaban como colegialas cuando veían a uno desnudo. Pero ella lo había hecho, así que había dos posibles opciones, o vivió una vida muy protegida o simplemente era una misógina solterona. También estaba el hecho de que la muchacha no era muy atractiva físicamente, había sido muy pobremente dotada en gracia natural y atractivo sexual.

—Tu cuerpo pequeño seguramente no podría acoger a un hombre dentro de ti— murmuró distraído, observando su poco pecho, cintura pequeña y ligeramente redondeadas caderas.

Jadia jadeo sorprendida y escandalizada por sus palabras. Pero no podía esconderse de él porque aun mantenía su poderoso agarre sobre su mandíbula. Dioses, ella quería morirse de la pena. Estaba casi segura de que él lo hacía apropósito para torturarla. Desvió la vista, avergonzada, solo entonces Loki la soltó, caminando hacia otro arcón donde tenía su ropa y saco unos pantalones negros que comenzó a ponerse y nada más.

—No eres muy atractiva— dijo despectivamente al darse la vuelta.

Ella tomo el cojín a su lado y lo abrazo contra sí misma, bajando la mirada al suelo, no quería tener otro incidente y volver a verlo desnudo, con una sola vez había tenido suficiente no creía poder soportar más vergüenza por el resto del día. Su comentario le dolió, aunque no era nada nuevo que no supiera.

—No es como si no me lo hubieran dicho antes— dijo ella decaída, encogiéndose de hombros bajo su atenta mirada verde. —Pero es una carencia que no puedo remediar.

—No te preocupes por eso—al ver que ella lo observo con desconcierto, Loki sonrió maliciosamente, luego agregó. —Las sirvientas no necesitan ser atractivas... solo eficientes.

—S-sirvientas?— su vacilación fue obvia.

Loki se acerco a ella a grandes zancadas, puso la rodilla izquierda a un lado de su cadera en el sillón, y la mano derecha la apoyo contra el respaldo al lado de su hombro, su mano libre la tomo del cabello con fuerza suficiente para echar su cabeza hacia atrás arqueando su cuello en el acto pero increíblemente sin causarle dolor; él se inclino sobre ella bloqueando las vistas del cuarto con sus anchos hombros desnudos, hasta que sus narices casi se rozaron y su aliento caliente estaba sobre su boca, sus labios a pocos centímetros de los de ella y sus ardiente ojos verdes capturaron su sorprendida y aturdida mirada de ojos oscuros con intensidad, remarcando cada palabra que pronunció.

—Tu único deber de ahora en adelante, será servirme a mí y solo a mí, cumplir con mis deseos y exigencias... — informo con voz dura y ronca, viendo su rostro pasar de la incertidumbre al temor, pero aun permanecía ese aturdimiento en lo profundo de sus ojos. Supo que su cercanía era lo que la afectaba tanto, y eso lo divirtió. —No pondrás un pie fuera de estas habitaciones, de lo contrario, te hare lamentarlo con creces.

Loki bajo su mirada a sus labios rosados y temblorosos, que parecían tan suaves y por un momento él tuvo la tentación de inclinar un poco más la cabeza, acortar la distancia y capturarlos con su boca en un rudo y carnal beso, de morderlo y hacerla gemir bajo su asalto. Parpadeo sorprendido por sus propios pensamientos, y aquel loco impulso de poseer su boca en forma de fresa. Hizo una mueca interiormente, suponiendo que aquello se debía a que llevaba un buen tiempo sin una mujer que calentara su cama y saciara sus apetitos sexuales.

Dirigió su mirada ahora fría y despiadada hacia ella.

—Huir no te servirá de nada, pequeña humana— le anunció con rudeza. —Te encontrare donde sea que te escondas, te seguiré y te traeré de vuelta y entonces... entonces desearas no haberme desobedecido.

Jadia supo por la firmeza de su voz, y la gélida mirada, que él hablaba muy enserio.


Espero que les haya gustado el primer capitulo, espero sus comentarios...

xD