!Hola! ¡¿Cómo están?! :3 Pues hoy vengo con este Two-shot, que salió de una imagen que vi en el grupo RivaMika (el link del grupo está en mi perfil) me pareció muy linda imagen y una ¡interesante pareja!

¡No me aguante las ganas de escribir! xD aunque tengo tareas y examen y blablá XD A que no adivinan quienes son los tortolos en esta historia? xD bueno ¡lean y descúbranlo! (aunque por el Sumary ya han de imaginarse xD)

Disclaimer: SNK no es de mi propiedad, le pertenece a el torturador de rubios, asesino en serie (de sus personajes) y Mangaka Hanjime Isayama c:

Con mucho cariño para los fans RivaMikas, espero les guste esta locura y ¡A leer! xD

***ANTES DE LEER VEAN LA IMAGEN DEL FIC (creo que lo entenderán mejor) ***

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—¡Ya te dije que no! — volvió a negarse

¡Pero si es mi decisión! — objetó la chica con los ojos húmedos de cólera, discutir con él era algo sumamente irritante e inútil

No importa. Soy tu padre y ¡no dejare que lo hagas! — le gritó, tomándola por los hombros— ¿que no piensas en nosotros? ¿Que no piensas en tu madre? ¡Sabes que ella sufriría mucho si algo te llegara a pasar! — le recalcó con voz preocupada, soltándola y viéndola de forma acusadora

La pelinegra abrió los ojos sorprendida. Era verdad, estaba consciente de eso, pero no desistiría de lo anhelaba, y bajando la mirada dijo — Ella entiende mi decisión y aunque no la apoye, sabe que no renunciaré ¡Aun en contra de todo lo haré!— miró a su padre seria y decidida

¡Eres tan terca como ella! — contestó él enojado

¡Soy tan terca como tú! — contraatacó encogiéndose de hombros y apretando los puños con fuerza

Bien. — dijo Rivaille serio. Su hija tenía un buen punto. El ahora Teniente Rivaille empezó a hurgar en un viejo baúl y sacando unas sogas continuó — Bien. Entonces si no quieres entender por las buenas, entenderás por las malas. ¡Te amarare a una viga del castillo si es necesario! Pero sobre mi cadáver ¡mi única hija se unirá a la legión de Reconocimiento y será alimento de titán! — dijo mientras se acercaba a la chica con las sogas en las manos

Ella sintiéndose indignada al ser tratada como un perro mal portado, miro a su padre con mucha cólera —¡Te odio! — le gritó y antes de que siguiera faltándole al respeto al hombre que la había engendrado y criado, mejor decidió irse corriendo a otro lugar

Rivaille suspiro cansado. No iba a amarrar a su hija, pero quería enseñarle que aunque ya fuera una cadete graduada de la academia, apunto de elegir su destino, no dejaba de ser su hija y estar bajo sus órdenes.

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Llorando desconsolada por la falta de apoyo que mostraban sus padres hacia su sueño, la hija de dieciocho años, del ahora Teniente Rivaille y la Sargento Mikasa Akerman; Sara Ackerman, se apoyó de espaldas hacia la pared, dejándose caer lentamente hasta quedar sentada en el suelo y abrasando sus piernas posó el rostro sobre sus rodillas.

Los sollozos de la chica llamaron la atención de alguien que pasaba por ese apartado lugar del castillo donde se ubicaba la base de la Legión de Reconocimiento. Al escuchar el llanto, un hombre alto, fornido y de ojos esmeraldas, que ahora pintaba treinta y tantos años, se detuvo en seco y acercándose más al lugar, pudo ver sentada en el suelo a la hija de su hermana adoptiva.

De inmediato se dirigió hacia ella con cautela, esperando no molestar. Sabía que ella a veces podía llegar a ser tan hermética y agresiva como lo era su padre. Desde que empezó a ir hacia ella, la chica pudo sentir su presencia, pero no importándole que la viera en ese estado, ni siquiera levanto la mirada hacia él, como si le ignorara por completo y sin ningún movimiento evasivo de su parte, siguió con sus sollozos. Era una chica fuerte de carácter, siendo él una de las pocas personas a las que les mostraba su lado frágil y débil, debido a una simple y sencilla razón…

De niña jamás tuvo hacia él ningún respeto o cariño que no fuera otro que el que se le tiene a un amigo. Nunca lo vio como un adulto a un nivel mayor que ella, menos aún como su tío; siempre lo considero como su compañero de juegos y fiel cómplice de sus travesuras. Eso cuando niña y ahora vuelta casi una adulta ya no era ni siquiera eso, se había convertido en algo muy diferente, que nunca imagino, algo que se fue dando desde que tenía quince años e ingreso a la academia militar y regresaba con unos cuantos días de permiso, cada fin de año.

Él se quedó de pie ante ella, viéndola con tristeza, podía entenderla a la perfección. Era justo la razón por la que había peleado con su madre minutos antes de verla morir. Ni siquiera tuvo que preguntar, la conocía demasiado bien, sabía que ella, casi nunca lloraba, salvo cuando se sentía realmente frustrada.

¿Puedo sentarme? — preguntó con voz suave. La chica se limpió las lágrimas y volteándolo a ver, asintió

Tomando la misma posición, sentado en el suelo muy cerca de ella y flexionando las piernas, apoyó sus codos sobre las rodillas, dejando colgar sus manos y haciendo la cabeza a un lado la miro entristecido, tratando de encontrarse con los ojos de la chica —No salieron bien las cosas con el Teniente ¿eh? — ella se sorprendió al darse cuenta que tanto la conocía, para luego bajar la mirada afligida

Debes entenderlo un poco, él solo quiere cuidarte. Muchas personas sufrirían mucho, si algo llegara a pasarte— dijo viéndola directamente a los ojos

La pelinegra parpadeo repetidas veces con sus ojos bien abiertos por el asombro que le causaron las palabras del castaño — ¿Tú también? — pregunto curiosa

Eren abrió los ojos igual que ella, pero muy apenado, sintiendo como el color de sus mejillas se encendía y sin poder sostenerle la mirada, dirigió sus ojos hacia otro lugar de inmediato — Cla-claro… eres mi…

¿Tu qué…? — le cuestiono ella acercándose más a su rostro

El calor en las mejillas de Eren empezó a subir más y sudando frio, su corazón empezó a bombear sangre más rápidamente — sabes de que hablo… —dijo nervioso

Ni tú sabes de lo que hablas…. — afirmó un poco decepcionada. Si no tenía el valor de decirlo con ella, mucho menos podría admitírselo a su padre

Eren se dio cuenta de su reacción y se sintió culpable — Lo siento, Sara. Es solo que todavía no me acostumbro a esto… ¿sabes? supone que eres mi sobrina y que eso nunca tendría que haber pasado — Reflexionó, recordando ese día en el que perdió el control.

Desde que su madre murió, el único pensamiento que Eren Jaeger tenía en la mente era la venganza, pero en ese momento en especial, no estaba seguro de lo que había pasado con él, ya que jamás se había sentido así con ninguna mujer antes; pero ahora que Sara, a quien no había visto desde hace un tiempo, volvía vuelta casi toda una mujer, tanto su corazón como su mente eran un solo enredo. Era como si su llegada, hubiera hecho que todo lo que había tenido guardado en su pecho, se revelara sin él poder detenerlo….un sentimiento que se había mantenido vivo, acosta de puros recuerdos y de las contantes cartas que solían enviarse el uno al otro.

Por otro lado, no podía evitar pensar en lo hermosa que era, tenía el cuerpo escultural de su madre, además un rostro muy tierno y expresivo, aunque con cierto aire a los rasgos de su padre. De piel nevada y de cabellos negros, con el mismo corte de Mikasa pero con la sonrisa y los ojos grises más hermosos que nunca creyó poder ver en la vida, teniendo un carácter noble, decidido y hasta serio en algunas ocasiones, su alma dulce y bondadosa, le habían robado el corazón.

Sintiéndose un miserable y culpándose de todo lo que había ocurrido entre ellos unas días atrás, quería más que cualquier cosa, si fuera posible, devolver el tiempo y haber tomado una decisión diferente aquel día en su habitación. Por haberse dejado llevar por sus impulsos, convirtió a Sara de una niña inocente, a una mujer en un instante. No pudiendo alejarla de su mente, a ella o a su culpa durante todo el día y la noche; viviendo después de eso, en una lucha constante contra sí mismo, una batalla en la que finalmente, siempre terminaba rendido.

Los ojos de ella volvieron a humedecerse — ¿te arrepientes de lo paso? — preguntó sacando al castaño de su meditación

Él negó con la cabeza de inmediato — Claro que no. Eso fue algo muy hermoso, pero no es correcto — explicó contrariado

¡Pero si tu y yo no somos nada! — le gritó molesta

Eren asintió — No tenemos lazos de sangre que nos unan, pero ante los ojos de todos somos familia — Reiteró de forma seria

¡Pues no! ¡Me importa muy poco lo que los demás crean de nosotros! ¡Yo si estoy segura de lo que siento! Lo que al parecer tu no…— dijo sintiéndose herida y comenzando a levantarse estaba dispuesta a irse

¡Espera!— le llamó deprisa y la tomo de la mano, evitando que se fuera — yo nunca dije que no te amara…¡pero perfectamente sabes que lo que hacemos no es correcto! Estamos viéndoles la cara de idiotas a todos, sobre todo a tus padres, ¿crees que no me siento mal, cuando Mikasa me pide que te cuide? ¡Qué bien lo he hecho! — explicó viéndola con molestia

Ella bajo la mirada triste, sintiéndose culpable. Por primera vez desde aquello empezó a suceder, no había reparado en las consecuencias que traería una relación a escondidas con alguien como Eren, sobre todo por los lazos familiares que se supone eran los que debían unirlos.

La chica exhalo contrariada — como dije la opinión de los demás y sobre todo de papá no me importa mucho ya, estoy segura de mi decisión de unirme a la legión, así como de mis sentimientos por ti y no renunciare a eso, no importa lo que lo otros hagan.— habló segura

Él, sin el valor de contradecir a la mujer que amaba, dijo — Estamos jugando con fuego y espero por el bien de todos, que esto no se salga de control— suspiro, por más que lo intentaba no podía decirle que "no" a ella

No te preocupes. Tendremos mucho cuidado, al menos por ahora nadie va enterarse — respondió tomándolo de la mano y viéndolo de forma entusiasta. Eren dirigiéndole una mirada suave y llena de cariño, se acero a ella dándole un beso en la mejilla a lo que ella sonrió contenta por el gesto. — Eso espero…— dijo Eren resignado

Sara volvió a sentarse junto Eren, apoyando su cabeza en el hombro de él, entrelazó los dedos de sus manos con los del hombre mitad titán; y así pasaron unos segundos en los que ninguno dijo nada, solamente permanecían inmóviles, disfrutando de la compañía del otro.

Él sintiéndose más relajado, extendió del todo las piernas y apoyo la cabeza en la pared, viendo hacia el cielo —yo preferiría que te unieras, a la policía Militar o las tropas estacionarias. — Dijo de repente— Estarías más segura y te ahorrarías muchos problemas con tu padre— bajo la mirada y la miro algo triste. No quería que se fuera, pero la prefería lejos, antes que algo malo le pasara.

¡¿Tu también?! — le grito enojada, separándose al instante de él, dándole con el puño cerrado en el hombro

¡Ah! ¡No tan fuerte! — se quejo mientras se sobaba el hombro

Sara se cruzo de brazos con una ceja arqueada, tal como lo hacía Rivaille —¡Te lo mereces por tonto! — lo regañó

¡Entiéndelo!... Solo no quiero que salgas herida— dijo preocupado — o… muerta — susurro triste

¡¿Pero qué sentido tendría haber pasado tanto entrenamiento para al final quedarme haraganeando dentro de los muros?! —preguntó enojada y acercándose al rostro del castaño, entrecerró los ojos, clavando su mirada en la de Eren, mientras esperaba su respuesta

¡Eres tan necia! — dijo él enfrentándole con la mirada, mientras que de manera inconsciente se acercó tanto al rostro de Sara, que sus narices estaban a punto de tocarse y ya para cuando se dio cuenta de su proximidad, era demasiado tarde, no podía ni quería dejar de tenerla tan cerca y como respuesta a esa contacto, su corazón volvió a acelerarse.

De forma inesperada y olvidándose de todo, al fin después de unos segundos de tención, unieron sus labios en un suave beso; que al principio consistió en tenues roses de labios, mientras que con la respiración agitada comenzaban a tocarse. Ella extendiendo sus brazos, rodeo el cuello del castaño y acariciándolo desde la nuca, subiendo hasta el cabello de Eren, entre el cual pasaba sus dedos suavemente, a lo que con un movimiento, que no supo en qué momento lo llevo a cabo y sin dejar de besarlo, abrió las piernas quedando a horcajadas sobre las de él.

Cuando él la sintió sentada sobre si, la tomo por la cintura y con ambas manos empezó a recorrer desde su bien definido abdomen, llegando hasta su espalda y bajando hasta sus caderas, le acarició lo glúteos y volvió a subir por su torso.

Cuando ella sintió las grandes y fuertes manos del castaño recorriéndole el cuerpo, no puedo evitar sentir como el calor de sus mejillas y de su cuerpo completo empezaba a aumentarse y tomando con ambas manos el cuello de la chaqueta del hombre, lo apreso mas contra sus labios, haciendo que Eren reaccionara igual y el beso se volviera más apasionado.

Al tener a la hermosa chica que tanto quería y deseaba, subida en sus piernas mientras lo besaba intensamente, Eren, no puedo evitar la respuesta inconsciente de su cuerpo. Sintiendo como la sangre se le acumulaba en la entrepierna y empezaba a despertar su hombría.

Sara, dándose cuenta de inmediato del creciente bulto que había debajo suyo, en lugar de asustarse, se separo un poco del beso, dejando salir un suspiro lleno de excitación y deseo. A pesar de ser aun un poco "inexperta" en el tema del sexo, los instintos innatos que habían estado adormilados dentro de ella, empezaron a surgir y de manera refleja, sin darse cuenta de lo que hacía, entregándose al deseo del que era presa en ese momento, empezó a balancear sus caderas sobre las de Eren, rozando sus intimidades, haciendo a Eren temblar de placer y sacándole varios tenues gemidos de gusto, que salían a flote entre los besos.

Dejándose llevar como lo había hecho tantas veces mas, empezó a quitarle la chaqueta la chica y a desabrochar el arnés que pasaba sobre su pecho, desabotonándole la blusa, bajo por su rostro, pasando por su cuello, llegando a sus senos mientras iba dejando un camino de besos detrás.

¡Ah! Eren…— gimió suavemente, echando la cabeza hacia atrás, haciendo que el chico titán se sintiera más excitado.

Estando tan concentrados el uno en el otro, sin darse cuenta de lo ocurría a su alrededor, se olvidaron completamente de que estaban al intemperie, en un lugar apartado del cuartel, si; pero afuera y al final, a la vista de cualquiera que pasara por ahí en ese momento.

No pudieron haber tenido más mala suerte, ya que en ese momento, la persona menos indicada deambulaba por el lugar buscando a Sara; topándose con la escena de ella subida en las piernas del castaño, balanceando sus caderas sobre las de él, a lo que el chico le devoraba a besos todo lo que tenía, más abajo del cuello.

¡SARA!...¡JAEGER! ¡¿QUE MIERDA ESTA PASANDO AQUÍ?! — escucharon un fuerte grito, de alguien que no podía ser otro que el Teniente Rivaille, el padre de Sara y el próximo verdugo de Eren.

De inmediato, el corazón de ambos se detuvo y Sara abandonando su posición encima de Eren, en un parpadeo, quedo sentada junto a él, con la blusa abierta mostrando sus pechos solo cubiertos por el sostén. Respirando aceleradamente y con los ojos bien abiertos, observó con temor, la mirada de su padre encolerizado de una manera que jamás pensó en llegar a ver.

Vine hasta aquí a buscarte, para arregláramos las cosas, pero en lugar de estar pensando las cosas con detenimiento como supuse que estarías… ¡te encontré revolcándote con este imbécil! — le gritó furioso y acercándose a ella la tomo por el brazo y la levanto del suelo, sacudiéndola de forma frenética —¡y aún más! ¡No pudiste irte a una habitación del castillo! Tuviste que quedarte aquí afuera como una … ¡Eres una cualquiera! — afirmo regañándola duramente, levantando la mano estando a punto de golpearla

En ese momento Eren se levantó del suelo — ¡No la trate así! ¡Esto es solo mi culpa! ¡Yo la convencí para que lo hiciera! ¡Ella es inocente! Si va a golpear a alguien… ¡que ese sea yo! — protesto, tratando de alejar a Sara del problema

Rivaille le echo una mirada asesina y lanzando a su hija a un lado, cayendo esta al suelo, le dijo —¡CON GUSTO! — y de forma deliberada y salvaje empezó a golpear al chico, dándole varios puñetazos, un rodillazo en el estómago, acompañado de otro en la entrepierna. Una vez teniéndolo en el suelo, agonizando de dolor, comenzó a patearlo con todas fuerzas, ignorando los quejidos de Eren, incluso sintiéndose complacido al escucharlos.

Sara no podía creerlo que veía y del miedo que sentía no podía ni siquiera reaccionar, desde el suelo observo muda y estática la golpiza que su padre le estaba dando al castaño ¿pero porque este no se defendía? …Lo conocía y sabía que seguramente se dejaba golpear así, por sentirse culpable y para que el Teniente no descargara toda su furia en ella, protegiéndola así, de su propio padre.

De repente, quizás víctima del cansancio el teniente Rivaille, dejo de golpear brutalmente a Eren y dándose la vuelta le dio la espalda, mientras este permanecía en suelo, abrazando su adolorido abdomen, con respiración agitada y con ojos cerrados a lo que un hilo de sangre bajaba por su nariz y la comisura de su boca.

Sara pudiendo reaccionar al fin, se abrocho la blusa y levantándose de dirigió hacia Eren para ayudarlo a ponerse en pie, pero justo antes de que siquiera se agachara hacia él, Rivaille se dio la vuelta quedando frente a Eren, apuntándole con un arma y con el dedo puesto en el gatillo, a punto de dispararle en la cabeza al chico.

Sara se quedó inmóvil otra vez al ver lo que su padre estaba a punto de hacer y pensando rápido eligiendo entre quedarse parada solo viendo como ejecutaban a Eren o hacer algo para salvarlo, se hecho al suelo sobre castaño tratando de protegerlo con su propio cuerpo, sabía que por más enojado que estuviera su padre no sería capaz de dispararle a hija, o al menos eso pensaba.

¡No lo hagas papá!— le rogó empezando a llorar —por favor no lo hagas … ¡Te lo suplico!

¿Qu-Que haces?... — le susurro como pudo Eren, a quien hasta hablar le dolía

No dejare que te maten. Además prefiero morirme aquí, que vivir mucho tiempo más sin ti— respondió ella segura de sus acciones —¡Te lo ruego papa! sé que estas molesto ahora y no culpo … pero ¡No lo mates! — suplicó de nuevo

Rivaille sin variar en su expresión, siguió apuntándoles con el arma — ¿Por qué no habría de hacerlo?

¡Porque yo lo amo! — le gritó

Rivaille sonrió de lado — y como es que una mocosa como tu ¿sabe de amor?... este idiota te lleva ¡dieciocho años de diferencia! Eres una chica muy hermosa y el como hombre no pudo negarse a tenerte ¡No seas ingenua maldita chiquilla! ¡¿Qué no ves que solo quiere usarte?! — le dijo seguro, tratando de menospreciar sus sentimientos

Eren de inmediato le respondió tan fuerte como pudo —¡Eso no es verdad! Teniente Rivaille, yo amo a su hija…y si bien es cierto que usted tiene razón en que la diferencia de edades es grande, se equivoca al decir que yo la he utilizado ¡Si la ame, fue porque lo que siento por ella es verdadero! — afirmó esperando su respuesta

¡Además tú no tienes mucho que criticarnos! La diferencia de edades entre mamá y tú es casi la misma! — le echó en cara la chica

¿Y qué me dicen de su parentesco? ¿Acaso son tan depravados para haberse olvidado de eso? — respondió Rivaille, al ver que lo de la edad no lo ayudaría mucho, él y Mikasa también estaban en la misma situación. —¡¿No te da vergüenza meterte con la niña que tú mismo ayudaste a criar?! — preguntó directamente a Eren

La primera en responder fue Sara — ¡muy bien sabes que no nos unen lazos de sangre! ¡Mamá en realidad no es hermana de Eren!

Es cierto. Me siento la peor mierda la mayor parte del tiempo, pero por mucho luché en contra de esto que siento, al final fue inútil ¡fue algo imposible de ignorar! — respondió Eren a la pregunta de Rivaille

El pelinegro lo miro molesto, mientras se sentía cada vez más tentado a dispararle — ¡¿Que fue imposible de ignorar?! ¡¿Las ganas de cogerte a mi hija?! — dijo grosero

¿Es tan difícil para ti entender que dos personas quieren estar juntas, porque se aman? ¿Acaso es que tú no amas a mi madre? — preguntó irritada por las cosas tan hirientes que su padre decía

Eso es distinto— respondió desviando la mirada

¿Distinto en qué? — cuestionó ella

¡En que tú eres mi hija! y este monstruo no está a tu altura! — Contestó —¿Qué pasara el día en que quieran tener hijos? ¿Cómo será eso posible? ¿Estas dispuesta a llevar un tu vientre al hijo de un monstruo?! — le preguntó

Sara miro a Eren a los ojos y en ese instante supo la respuesta —¡SI! ¡Por él estaría dispuesta a eso y mucho más! Además, llevar en mis entrañas al fruto de mi amor con el hombre que amo, ¡sería algo maravilloso! — aseguró

Rivaille asintió. —Bien. Haz tomado una decisión, pero luego no te quejes de las consecuencias— amenazó. Tirando al suelo el arma con la que los amenazaba, quedando esta frente a los chicos. Los dos enamorados lo vieron expectantes.

Dejare que hagan lo que mierda quieran… pero deben ganárselo. ¡Mocoso! — dijo refiriéndose a Eren — Toma el arma y te espero mañana al amanecer en el campo de entrenamiento, lleva un testigo, es todo. — dijo dándose la vuelta empezando a retirarse

¡Señor! ¡Espere! — Lo detuvo — ¿Qué es lo que quiere? — le preguntó

Él le dio una mirada sobre el hombro — Matarte es claro. Pero con mi hija de por medio no podré hacerlo, por lo tanto te reto a un duelo y si eres un hombre tendrás que aceptar

¡Pero papá…! — protestó la chica

¡Tú te callas! — le regañó — ¡agradece que no los mate aquí mismo a los dos!

Entonces maldito titán te espero… el que gane, se quedara con Sara. Si yo muero podrás ser libre de vivir con mi hija y hacer lo que te plazca con ella, de todos modos aunque quiera, ya no estaré aquí para detenerlos… pero si yo gano, Sara entrara a la policía Militar y se quedara en Sina, lejos incluso hasta de tu tumba. Teniéndola allá ni siquiera tendré el disgusto de verla llorando sobre tu sepulcro…— dijo viéndolo con desprecio

Muy bien, ahí estaré— respondió serio

Eren…— susurro ella, viéndolo con sorpresa

Rivaille se dio la vuelta y agachándose tomó a Sara del brazo levantándola del suelo otra vez — ¡Tu vienes conmigo!

¡No! — le grito ella tratando de soltarse, logrando enfurecer más a su padre y haciendo que este apretara más su agarre

¡Te vienes conmigo he dicho! — reiteró viéndola directo a los ojos, haciéndola temblar de miedo, pero aun así Sara siguió forcejeando con él para que la dejara quedarse

Sara… ve con él, no te preocupes por mí, estaré bien — intervino el castaño — no le hagas enojar más — pidió

Eren…— volvió a decir contrariada

Rivaille esbozo una media sonrisa — Dentro de la sarta de estupideces que he oído de ambos hoy, esto que has dicho es lo más inteligente hasta ahora — espetó con todo burlón a lo que Eren le dirigió una mirada de enojo, sintiéndose molesto por la forma en que él miraba de menos los sentimientos de los demás

Con una última mirada llena de preocupación por parte de ella y una de impotencia por parte de él, enfocaron sus ojos el uno en el otro, diciéndose muchas cosas con solo ese simple gesto.

Rivaille jaloneo a Sara — Bien, vamos — le dijo y esta aunque en contra de su voluntad sintiendo como el corazón se le caía a pedazos con cada paso que daba lejos de él, se fue con su padre alejándose quizás para siempre de la persona con la que más deseaba estar en ese momento.

Sintiéndose al borde de la desesperación al no poder hacer nada para evitar lo que mañana pasaría, se quedó en silencio durante todo el camino. Adoraba a su padre, pero también amaba a Eren y En un duelo a muerte, dos entran pero solo uno sale con vida "¿Cómo elegir entre dos personas que quieres?" "¿Cómo vivir con el dolor de perder a uno, a manos del otro?" Eran las cosas que pensaba la chica mientras obligada, regresaba al cuartel, donde seria encerrada en su habitación, para evitar que se fugara para ver al chico titán.

El obstinado Teniente Rivaille ya lo había decidido, quería ver muerto a Eren y no descansaría hasta lograrlo. Por otro lado, Eren con el paso de los años se había convertido en un habilidoso soldado, pero… ¿eso sería suficiente para vencerlo? ¿Estaría a la altura del mejor soldado de la humanidad?

Eren aun en el suelo meditaba acerca de la situación, "matar al padre de la mujer que amo ¿para conservar mi vida y a ella?" ¿Será posible que algún día ella pueda perdonarme?" "Lo más seguro es que, el que morirá, seré yo y nunca más volveré a verla" pensaba, "¡Pero no puedo rendirme! ¡No dejare que nos separen así de fácil!" se dijo así mismo, mientras sus heridas y golpes aunque aún dolientes empezaban a sanar gracias sus habilidades de titán

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¡Te quedaras aquí hasta mañana que el duelo termine! — dijo abriendo la puerta y lazando a su hija dentro de su habitación, dejándola caer en el suelo —¡No dejare que interfieras! — afirmó y dándole una última mirada de enojo cerró la puerta de un solo golpe

La chica rápidamente se puso de pie, pero al llegar a la puerta lo último que pudo oír, fue como su padre la cerraba con llave por fuera —¡Espera! ¡Papa! ¡No me dejes aquí! ¡No lo mates! ¡No mueras! ¡Cancela esa tontería del duelo! ¡Te ruego!— le decía ella golpeando la puerta desde dentro, mientras empezaba llorar desesperada.

Aunque ella no lo creyera a Rivaille le dolía mucho ser el causante de esas lágrimas, pero se mantendría firme en su posición, no dejaría que su hija echara su vida por la borda. —¡Tch! — chasqueo la lengua, al sentir el dolor en el llanto de su pequeña y manteniendo la mano en la perilla con las llaves en la otra, cerró los ojos, mientras con el ceño fruncido hizo el rostro a un lado "Perdóname, es por tu bien" pensó, abandonando el lugar.

Bajando las escaleras se encontró con su esposa, la que se dirigía hacia arriba. Ya que al escuchar los gritos de su hija, de inmediato quiso ir a averiguar que sucedía. — Mikasa no vayas— le dijo tomándola del brazo evitando que avanzara.

¡¿por qué?! Que no escuchas que Sara…

Yo la encerré— la interrumpió

En ese momento Mikasa se sintió muy confundida y molesta —¡¿Por qué?! — le cuestionó indignada

Rivaille la miro serio —porque la encontré en aquel lugar que tú sabes, revolcándose nada más y nada menos que con el maldito de Eren Jaeger… ¡El que se supone que es tu hermano! — dijo con sarcasmo, a lo que Mikasa se quedó inmóvil y sin aliento. No terminaba de creer lo que había escuchado

Quedándose en silencio unos segundos, tratando de asimilar las cosas —Pero…— balbuceo de repente sintiéndose aun confundida

No te metas en esto…ella es mi hija y yo sé lo que hago— aseveró enfadado, con una mirada fría y terminando de bajar las escaleras, dejó a Mikasa aun desconcertada de pie en las mismas. Sintiéndose todavía en shock por toda la información que acababa de recibir y por un momento se le cruzo por la mente que estaba soñando

Dirigiendo sus ojos hacia arriba, en la dirección en la que se oían los gritos de Sara, se quedó pensando… "¿Eren y Sara? ¿Su hermano adoptivo y su hija?¡¿cuándo paso?!" "No…¡eso tenía que ser una vil mentira! Pero…¿Rivaille hablando así de su adorada hija? No. Eso tampoco podría ser posible sin una fuerte razón…"

Continuara…

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Nota: si van a leer las notas de autor dense cuenta que yo no quería hacer lo que sigue en el capítulo 2 … pero es que no me pude resistir, xD pero prometo que esto no afectara mucho la otra historia "Una Extraña Mision" :D no cambiara en nada la trama y en quienes está enfocado esto :3 esto es como una historia alterna, una vez que el otro fic llegue al final

Okay, estoy tan loca y perdida como una cabra en una jaula de tigres xD la verdad bueno si ven la imagen que tiene el fic, se darán cuenta (a los que les agrade) porque no me pude resistir en escribir esto. No tengo nada que decir acerca de lo anterior, solo fue algo que se me vino a la mente y quise plasmar, no se porque los romances prohibidos son los mejores! xD cofcof*comoRomeoyJulietta*cofcof u.u

Iba hacer esta locura un one-shot, pero debido a que no tengo mucho tiempo para escribir, el desenlace será en el próximo capítulo ^_^

Espero que me den su opinión de como quedo esta madre xD solo les pido que no me maten xD últimamente las cosas más raras se me vienen a le mente y simplemente las escribo Lol xD no me culpen u.u

No metí esta historia de Sara y Eren en mi otro fic "Una Extraña Misión" porque no quise crear una Mary-Sue :v me cuido mucho de esas cosas y como verán la historia de Sara no es como la de una Mary-Sue (pasado trágico, todos enamorados de ella Blabla) simplemente quise plasmar las historia de dos personas que nunca debieron enamorarse, pero que al final sucedió. Incluyendo aquí al padre celoso y protector de la chica queriendo asesinar a su "querido" yerno xD es todo

Los que saben de mi otra historia se darán cuenta que pude haber metido a Sara como hermana de Noah e hija de Rivaille y Mikasa, pero no se, creó que:

No me aguante las ganas de escribirlo xD

No quiero que las cosas en ese fic sean muy repetidas, porque más adelante les daré otra sorpresita xD ¿a quién no se imaginan quien será papa? Jajaja mejor me callo xD

Bueno espero que no les haya desagradado tanto esto que hice y ¡dejen sus Reviews! Quiero saber que piensan u.u y así me animan a escribir la última parte y no dejarlos con la duda xD

Bye! Bye! :D