Disclaimer: nada de lo que podáis reconocer me pertenece. La idea original es de Gazlover12-Canada, yo sólo hago la traducción.

N/T: He tardado en actualizar más de lo esperado pero es que la vida real me ha impedido sentarme a traducir tranquilamente. Espero que os guste este segundo capítulo, el último.


Capítulo Dos

Media hora después, Ritsu estaba sentado en el sofá de su jefe, envuelto en una manta y temblando. Su mente finalmente había registrado el hecho de que casi había sido forzado a tener relaciones sexuales con un desconocido ebrio y totalmente aterrador. Algunas lágrimas cayeron por sus mejillas, pero él no parecía darse cuenta porque su mente volvía continuamente a lo que había pasado.

¡Eh, espera un momento, guapito! ¿Dónde vas tan rápido?

Podemos pasar un buen rato juntos…

Shh… no tengas miedo, cariño.

Ritsu salió de sus pensamientos cuando una mano tocó su hombro. Se estremeció al sentirlo, haciendo que Takano retirase su mano. Suspiró y se arrodilló, ofreciéndole una humeante taza de té.

—Toma esto… Lo necesitas para entrar en calor.

Las palabras de Takano eran suaves… tan suaves. El editor hizo lo que le decían, tomando la taza y bebiendo. El líquido le quemó los labios y la garganta, pero en ese momento no le importaba realmente. Ahora su mente estaba centrada en su jefe. Si Takano no hubiera llegado cuando lo hizo, sólo Dios sabía qué estaría pasando con él en ese momento.

El peso del sofá se hundió a su lado y Ritsu notó que Takano se había sentado junto a él, por primera vez, manteniendo un poco de distancia. También por primera vez, Ritsu no estaba seguro de querer esa distancia. Necesitaba sentirse seguro. Takano le había salvado, por lo que estaba a salvo con él. Ritsu se acercó rápidamente y enterró la cara en su hombro.

—Ritsu, mírame —le pidió Takano. Los ojos verdes miraron hacia arriba para encontrarse lentamente con los marrones. El editor en jefe levantó una mano para limpiar las lágrimas de Ritsu con el pulgar—. Todo está bien ahora… Estás a salvo. No dejaré que nada te pase. Nunca.

—G-Gracias… —susurró Ritsu, encontrando su voz finalmente. Estaba un poco agitado pero al menos podía formar palabras.

—Sin embargo, quiero que me contestes a algunas preguntas —le informó Takano—. Como, por ejemplo, qué estabas haciendo en una zona tan mala de la ciudad, por la noche y sin siquiera un teléfono.

Oh, mierda…

—Sólo…. Sólo necesitaba un poco de aire —dijo Ritsu, apartando la mirada.

—Ritsu… dijo Takano con un poco de severidad, tomando a Ritsu por la barbilla, obligándole a encontrar su mirada de nuevo—. He estado preocupado por ti desde hace un tiempo. Has estado muy estresado últimamente y todavía no estamos ni cerca del final del ciclo. Explícate. Ahora.

Bueno, era prácticamente imposible decirle que no a Takano cuando lo decía en ese tono serio. Ritsu comenzó a hablar:

—B-Bueno… He estado teniendo pesadillas… ¡nada de lo que preocuparse! —se rió nerviosamente.

—¿Sobre?

—¿Qué?

—¿Sobre qué son esas pesadillas? —preguntó Takano con impaciencia.

—¡Cosas sin importancia! —Ritsu empezaba a estar a la defensiva. No había manera de que pudiera explicarle a su ex y jefe que estaba soñando con él. Bueno, con su familia también, pero él era el tema principal de los sueños.

—¡Onodera!

—¡Vale! —chilló Ritsu.

Luego, después de suspirar, procedió a explicar los temas preocupantes de sus recientes pesadillas. Por supuesto que no le contó las partes más vergonzosas, pero básicamente Takano ahora lo sabía todo. Esperaba que se riera, pero en vez de eso dos brazos le envolvieron de forma inesperada.

—Ritsu —Takano suspiró, apoyando la barbilla sobre la cabeza de su primer amor—. No se puede estar tan estresado por esas cosas. No te preocupes por tu familia. Si no te apoyan, ese es su problema. Tú eres tú. No tienes que hacerte cargo de la editorial, y sin duda alguna no tienes que casarte con esa chica. Quiero que te concentres sólo en tres cosas a partir de ahora: tú, tu trabajo y yo. Eso es todo, ¿de acuerdo?

Bueno, probablemente ese había sido el discurso más largo que Takano le hubiese dicho nunca. Sin embargo, sus palabras le hicieron sentir mucho mejor. Sonrió levemente y estaba a punto de darle las gracias cuando Takano continuó:

—Y no quiero que salgas solo por la noche. Puedes ser tan idiota a veces. A partir de ahora, cuando te estés estresados, ven aquí, ¿vale?

No había realmente un punto de discusión.

—Sí —suspiró—. Y, de verdad, Takano… gracias. No tengo ni idea de qué habría hecho si tú no… Si ese hombre hubiese llegado a… —se estremeció, incapaz de terminar la frase.

Los brazos de Takano se apretaron a su alrededor.

—Nunca dejaría que alguien tocase a alguien mío.

Ritsu enrojeció.

—Eres tan posesivo… —murmuró.

—Lo digo en serio, Onodera —le dijo Takano con severidad—. El mundo puede ser un lugar peligroso a veces. Hay que tomar precauciones, especialmente alguien como tú.

—¿Qué se supone que significa eso?

—Eso significa que eres un objetivo. ¡Basta con mirarte! Una cara adorable, una figura esbelta, aura inocente… ¡Y ni hablar de ese culo tan sexy!

—¡Takano-san!

Al día siguiente, en el trabajo, estaba absolutamente agotado. No entendía cómo era posible que Takano no estuviese luchando por mantenerse despierto. Él llevaba cuatro tazas de café y aún así no podía dejar de poner su cabeza sobre el escritorio. Esta mañana se había quedado cerca de Takano mientras caminaban hacia el trabajo. Las secuelas de la noche anterior le habían vuelto… cauteloso. Por ejemplo, cada vez que un desconocido le miraba, él se tensaba y se aseguraba de estar cerca de su jefe. Esperaba que ese sentimiento se fuese pronto.

Ah, sí, había otra cosa. Takano le había apuntado a clases de defensa personal los fines de semana… ¡y todo estaba lleno de chicas! Sí, como que la situación no era nada vergonzosa. Así que ahora no tenía ganas de que llegase el sábado por la tarde.

De cualquier forma, estaba agradecido de que Takano hubiese estado ahí para salvarle, y mantenerle a salvo.

Oh, bien, ¡ahora estaba casi completamente enamorado de él!


Muchas gracias por leer :)