Disclaimer: Pokémon no me pertenece es propiedad de Satoshi Tajiri .

Notas de autor: Regalo para Blububu por haber obtenido el tercer lugar en su participación en "Happy Bloody Valentine" del foro DexHolders del Prof. Oak. Espero sea de tu agrado y lamento sino llega a hacerlo :c, es la primera vez que escribo de esta pareja o.ó (y te hago responsable por agregarlo a mi lista de shipping's)

Advertencias: Spoilers del manga. YAOI, así que sino te agrada no lo leas. No soy nada agradable con las personas que vienen solo a joder.


トウコ

"Porque el amor -paradójicamente- es lo más cercano y a su vez lo más lejano que tenemos a la felicidad".

Morgana

トウコ

La razón por la que a Steven le apasionaba tanto las piedras era porque siempre permanecían de la misma manera.

Solidas e inquebrantables, justo como él sentía su corazón.

Desde que había conocido a Wallace, su pecho era como un volcán en ebullición; pero cuando Winona entró en escena y fue testigo de los sentimientos de su mejor amigo por ella, sintió como la parte más importante de él se convertía en piedra.

Así había sido durante años, buscando rocas extrañas y exóticas por todos lados con el fin de recordarse a sí mismo que sin importar el daño que recibía por sus sentimientos hacia el líder del gimnasio de Arrecípolis, él seguiría a su lado como su mejor amigo.

Al menos hasta el momento en que lo conoció.

No era más que un chiquillo embelesado por el lugar que lo rodeaba sin preocuparse por el peligro, cerrando sus ojos y extendiendo sus brazos llenándose de la paz que aquella cueva que era como un espejismo; hermoso pero letal, le estaba brindando.

Lo había ayudado antes de siquiera decidirse a hacerlo cuando lo vio en peligro, su cuerpo se movió inconscientemente y el resultado había sido satisfactorio, sin embargo su boca fue incapaz de detenerse mientras hablaba de su tan amada afición.

El chico lo escuchó atentamente, pero fue lo suficiente honesto como para decirle que aquello no le interesaba y al mismo tiempo, sus intensos ojos rojizos parecidos a dos rubíes lo miraban como si pudieran desnudar su alma.

Steven se había encontrado pensando en que aquél chico sería capaz de ayudarlo en su misión, pero al darse cuenta que apenas contaba con once años desistió de la idea porque le quedaba mucho por vivir y aquello sería un acto suicida.

Por eso lo dejó ahí, había abandonado todo en esa cueva junto a sus piedras más preciadas dejando solo una en su bolsillo: la piedra eterna.

Porque así era Steven, justo como esa piedra incapaz de dejar que el pokémon portador evolucionara; sin dejar que algo nuevo llegara para sí y abriera un camino diferente de lo que tenía frente a él.

Y fue precisamente por ese chico que sus pensamientos se habían convertido en un caos, haciéndolo dudar solo mínimamente si la decisión que estaba tomando era la correcta. Porque aquel acto sin duda le costaría la vida, pero al mismo tiempo aseguraría un futuro de paz para aquel niño; así que, después de su lapso de vacilación se deshizo de la capa del campeón cediéndosela a Wallace y con un último pensamiento dejó caer la roca de su bolsillo.

Fue así que en su último aliento una mirada roja se dibujó en sus pupilas; donde se dio cuenta que aquel chico se había alojado en su pecho despojándolo del dolor y de los sentimientos que el haberse enamorado de Wallace le habían causado.

Porque gracias a Ruby, su corazón había dejado su aspecto lúgubre y frio para volverse tan valioso como un diamante; uno que aunque nunca lo supiera, siempre le iba a pertenecer.


A favor de la Campaña "Con voz y voto", porque agregar a favoritos y no dejar un comentario es, como han dicho otras autoras:"como manosearme la teta y salir corriendo."

Hayden