Bueno, mis estimados, lo prometido es deuda. Ofrecí un fic con teorías locas sobre como seguirá este arco del manga, y eso es lo que traje. Espero que les guste. Creo que será un three-shot, ya tengo la segunda parte, sería de colocarme a escribir los demás, y bueno, ver que sale. :)
¡Alguien que me explique porque Sullivan no está en las opciones de personaje! Que rabia...
Disclaimer: No, nada de esto me pertenece. Todo es de Yana Toboso. Esto es para mi diversión, sin fines de lucro. Si algo de esto me perteneciera, hubiera hecho que Sullivan le diera un beso a Ciel, je, porque así de sádica soy.
Advertencias:
Spoilers de los últimos capítulos.
Teorías raras.
Algo de OoC, aunque no mucho. Ustedes digan.
Ligero SebastiánxSullivan y SullivanxCiel, para fines de trama.
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De brujas, demonios y licántropos.
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Planteamiento del problema.
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Mientras la chica se encontraba comiendo el espléndido desayuno que Sebastián le había preparado, una parte de ella no estaba concentrada completamente en lo que hacía. Una serie de pensamientos atormentaban su cabeza, y a decir verdad, le estaban arruinando el desayuno.
No podía creer lo bien que había resultado todo. Tener al mayordomo-demonio bajo su poder era simplemente beneficioso para ella, y no podía dejar pasar esa oportunidad. Se sorprendió al escuchar ese comentario acerca de los demonios y los shinigamis, eso confirmó sus sospechas de la sobrenaturalidad del hombre, dudas que no habían sido resueltas hasta ese instante, ya que no era la primera vez que veía esos signos en humanos comunes y corrientes.
Ahora que lo pensaba, debía ser un demonio joven. No haber conocido hombres lobos en su vida... Eso era básico.
Parecía no conocer mucho sobre criaturas sobrenaturales...Era entendible, siendo un ser espiritual.
Sullivan se encontró suspirando fuertemente. Trabajar con seres espirituales, si su conocimiento era correcto, era una pesadilla. Los seres espirituales sabían poco de todo y mucho de nada, su conocimiento era... la mejor palabra para describirlo sería sensorial. A decir verdad, para explicar como eran, tendría que decir: saben, pero no saben que saben.
Eran básicamente canales o mensajeros de comunicación sobrenatural o astral, como le quieran llamar; y a pesar de que Sullivan estaba feliz de tener esta herramienta en sus manos, sus libros siempre habían dicho que era una pesadilla.
No puede ser peor que lo que estamos viviendo.
La chica tomó un bocado de su alimento y empezó a morder el tenedor con suavidad, en un ademán pensativo.
Recordaba perfectamente toda la información que recibió cuando alcanzó la edad apropiada. Las brujas se iniciaban a la edad de seis años, y enterarse de todo lo que iba a soportar sobre sus hombros, toda esa responsabilidad, a tan corta edad, era sin duda... dificultoso.
Como tener que vendar mis pies en honor al contrato.
Eran sacrificios que debían hacerse. Sin embargo, si sus planes funcionaban, todo debía mejorar para ella y para su pueblo.
Al terminar su desayuno, Sullivan, en los brazos de Wolfram y acompañada de Sebastián, se dirigió a revisar al joven. Este seguía en un estado de miedo, sin deseos de sentir a ningún adulto cerca, o eso era lo que Finny contaba. Seguía sin recuperar del todo la memoria, aunque parecía balbucear un "Sebastián, rescátame" en sueños. Mas cuando Sebastián trató de acercársele volvió a estallar y a abrazar a Finny en busca de apoyo. Finny le explicó que estaba a salvo, y por momentos le creía, pero se veía enojado por no poder ver.
Sullivan, con calma y paciencia, decidió acercarse al joven, sabiendo que con ella no habría problemas, siendo menor que él. Ciel aceptó el toque de la bruja con recelo, pero siempre y cuando no fuera un adulto, a Ciel no le importaba. El joven notaba que por el momento estaba a salvo, pero no quería confiarse mucho. Sus memorias estaban confusas, se sentía a salvo, como si no tuviera que temerle a esos cerdos que le tenían cautivo. Su mente estaba hecha un revoltillo, y estar confundido era algo que Ciel odiaba aun más que a los gatos.
Sullivan revisó su ojo y utilizó algo de magia para cerciorarse de lo que había pasado. En efecto, necesitaría una medicina especial para ello, pero para el resto estaba segura de que se iba a recuperar. Claro que el tratamiento duraría aproximadamente dos días.
Perfecto, así puedo usar a Sebastián para mis propósitos.
Decidieron dejar al chico tranquilo, y Sullivan aprovechó que Sebastián sería su "nuevo mayordomo" para obligarle a llevarla a la biblioteca. Wolfram la entregó con algo de desconfianza, pero se dirigió a hacer otras tareas que tenía pendientes en la mansión.
En cuanto llegaron, la joven buscó varios libros, y se encontraba buscando información (para cerciorarse de la preparación de la medicina), cuando Sebastián interrumpió:
- Disculpe, ama Sullivan, pero necesito preguntarle algo- requirió Sebastián con todo el respeto que pudo reunir. Sabía que la amabilidad era lo que mejor funcionaba con los humanos; en este caso bruja, pero seguramente la regla valía por igual.
Sullivan subió su mirada y se quedó observando al mayordomo. Esas heridas lucían algo feas... Siendo un demonio se recuperaba más rápido, pero sin duda había sido muy malherido en su pequeña excursión al bosque. Eso les pasa por no obedecer mis palabras. Dio un rápido asentimiento, y el mayordomo preguntó:
- ¿Mi amo recuperará la memoria en algún momento?
Ese pensamiento estaba atormentando a Sebastián. Si su joven amo no recordaba lo que sucedía... ¿recordaría su sed de venganza? ¿Qué pasaría con el contrato? ¿Sebastián podría tomar la parte que le pertenecía si Ciel no cumplía sus objetivos? La respuesta debía ser no, y eso hacía que Sebastián se sintiese molesto.
Sullivan respiró hondo, pensando en qué le podía contestar.
- Eso no lo sé. Puedo salvarle el ojo, pero habrá que esperar que su memoria vuelva sola. Es consecuencia del shock y del efecto del miasma del hombre lobo. Al haber sido tratado prontamente, debería recuperar la memoria en un día o dos. No deberías preocuparte, porque justamente eso tomará que se cure del ojo.
Sebastián asintió, y se calló por el momento. Todavía tenía que preguntarle por qué ese miasma tuvo efecto en él, pero siendo ahora su mayordomo, no quería parecer impertinente.
Sullivan suspiró, porque no estaba del todo segura de que Ciel recuperase la memoria. Después de todo, nadie había logrado sobrevivir a los efectos de la maldición, todos terminaban locos y trastornados, hablando de las consecuencias psicológicas que el lobo dejaba. Ciel era un caso excepcional, mucho era que solo hubiera perdido parcialmente la memoria y que solo tuviera un ojo malo.
Y esas feas heridas por todo su cuerpo, pero eso ya era efecto colateral.
Sullivan no tenía los ingredientes listos para preparar la poción, por lo que le encargó eso a Wolfram, y le ordenó que viniera a recogerla cuando todo estuviera listo para ir hacia esa sala especial. Al hombre le llevaría quince minutos tener todo listo para Sullivan, por lo que la chica decidió quedarse con su nuevo mayordomo. Apoyó la mejilla en su mano y sonrió.
Sebastián estaba tratando de no prestarle atención a la chica. En quince minutos irían a curarle el ojo a su maestro, aunque... ¿Por qué razón se habían quedado ahí? ¿No era algo ilógico esperar acá, mientras el sr. Wolfram preparaba los ingredientes, que luego hiciera el camino hasta acá e ir al lugar con ellos? ¿No sería más práctico simplemente estar allá?
Y la respuesta le llegó a Sebastián en el momento exacto en que Sullivan sonrió ampliamente, mientras sus ojos brillaban con malicia.
-Sebastián. Dame un masaje en la espalda- La chica estaba sentada en un sillón mientras recopilaba información, y se recostó boca abajo para el masaje.
Y allí estaba. Maldita niña pervertida y precoz. Y malditos libros que le envenenaban la mente a los niños inocentes. Aunque siendo una bruja... ¿cómo funcionaban las cosas para las brujas?
Sebastián era consciente de la existencia de esos seres (había escuchado algo sobre ellos en sus viajes), pero nunca había confirmado si eran reales o no. O incluso si eran tan poderosos como los describían.
La joven bruja le proporcionó una crema humectante y Sebastián casi chasqueó la lengua. Sullivan se bajó el vestido y sonrió levemente.
No, empiezo a pensar que el alma del joven amo no vale lo suficiente para soportar esto.
Sebastián había hecho cosas peores en su vida. Fingir ser un sacerdote, plagar a Europa con la peste y acostarse con una circense...Pero esta era una chica muy joven, que realmente no se imaginaba las consecuencias de sus actos...
Sebastián sonrió cuando se dio cuenta de eso. Pues si la ama Sullivan quiere divertirse, yo también lo haré. Sebastián adoraba estar en este tipo de situaciones... Esparció algo de crema en sus manos y se arrodilló frente a la chica.
Cuando las manos frías de Sebastián tocaron su cuerpo, gimió en asombro. Cerró sus manos en puños, y empezó a reconsiderar sobre lo que hacía. De repente, una extraña timidez apoderó su ser, y se encogió sobre sí misma.
Sebastián aplicaba algo de presión en la espalda con sus pulgares, mientras el resto de sus dedos masajeaban los hombros y el cuello. Sebastián solo podía sonreír como un niño de ocho años haciendo una travesura, al ver las reacciones de la joven.
Sullivan se estremeció y se alejó todo lo que pudo del hombre. Él se inclinó a su lado y dejó que su aliento le rozara la oreja.
-Sabe, ama Sullivan...
- ¿Qu-e-é? - preguntó temerosa, pero estaba decidida... Bueno, si la situación se daba... ¿iría con todo?
-¿Puedo hacerle una pregunta? - dijo mientras aplicaba más presión en la espalda de la joven.
Ay, dios mío. Sullivan solo podía temblar y asentir torpemente con la cabeza.
- ¿Sabe por qué el miasma del hombre lobo me afectó a mi, siendo lo que soy?-. Y obviamente, esta interacción no podía dejar pasar el comentario trol.
Sullivan rodó los ojos. Estúpido ser espiritual. Iba a ser una pesadilla trabajar con él, y de paso no servía para sus propósitos de "conocer" más de la vida del exterior.
Estaba que renunciaba a todo.
- Pues... sabes como una guadaña de la Muerte te afecta a ti ¿cierto? Es como, básicamente, todo lo "sobrenatural" afecta a todos los demás seres sobrenaturales, sin importar lo que sean-. Sullivan trataba de hablar de la manera más coherente posible, pero Sebastián seguía respirando en su oído-. Así como la herramienta de los shinigamis te afecta, te afecta de igual manera el miasma del hombre lobo.
Sebastián torció la boca. Tenía sentido. No se le había pasado por la cabeza en ningún momento. Parecía que había subestimado el alcance del poder del hombre lobo. O la idea del hombre lobo en sí.
Sonrió y volvió a acercarse todo lo posible a la cara de la chica, y ahora estaba frente a frente. En serio es atractivo. La chica jadeó y trató de alejarse lo más posible, mientras sin querer se volteaba hasta quedar boca arriba.
- Debería dejar de jugar con fuego, ama Sullivan...- dijo Sebastián mientras se acercaba, esperando a ver cuánto tardaba la joven en estallar.
La chica estaba que empujaba al mayordomo fuera de su persona. ¡Lo sabía! ¡Sabía que mis libros tenían razón y todos los hombres viven empujados por la lujuria! Siendo un demonio aún mas...
Estaba a punto de reclamarle algo a Sebastián, cuando se escuchó un leve toque en la puerta, y luego alguien entró a la habitación.
Era una situación rara se mirara por donde se mirara. Wolfram entró y lo único que vio fue al hombre encima de su señora. Ambos se separaron para mirarle y el ángulo era simplemente extraño.
Wolfram gruñó levemente, y Sebastián se levantó del suelo y acomodó su postura como el perfecto mayordomo que era. Sullivan tosió levemente, y decidió sentarse. Le ordenó a Wolfram que la llevara, y cuando este fue a agarrar a la chica, le lanzó una mirada asesina a Sebastián.
Sebastián pasó por un momento muy duro... Casi dejó salir ese suspiro que se guardaba en la boca... Pronto su joven amo estaría recuperado, buscarían una manera de resolver el misterio, y dejarían este pueblo para siempre. Había algo que le daba mala espina acerca de todo esto, sobre todo acerca de ese sirviente de ella...
Mientras la joven preparaba el medicamento, Sebastián fue a revisar cómo estaba su joven amo. Estaba dormido, lo que era bueno, así que le pasó unos paños mojados en el cuerpo para refrescarle y le cambio de ropa. Al poco de eso, despertó, y al sentir la presencia de Sebastián cerca volvió a gritar a todo pulmón, por lo que Finny tuvo que volver a consolarle.
Sullivan llegó en brazos de Wolfram que traía el medicamento consigo. La medicina tenía que ingerirse, así como esparcir una pequeña cantidad en la zona en cuestión. Allí fue cuando la bruja y el demonio se miraron a los ojos, al darse cuenta de algo, la marca del contrato. Sullivan señaló con la cabeza hacia los sirvientes, en pregunta de si ellos sabían de la situación, y Sebastián negó imperceptiblemente.
Sullivan suspiró, obviamente ellos pensaban que el ojo de su señor estaba simplemente malo. Pero ambos eran funcionales y solo se habían visto afectados por el miasma. Estaba por cobrarse el pasado incidente en su estudio, pero al final decidió ir por el sendero de paz, y le pidió a la servidumbre (exceptuando Sebastián) que saliera de la habitación.
Al escuchar esto, ellos empezaron a quejarse, ya que esperaban estar con su amo en todo momento, pero la chica alegó que no podía haber muchas personas mientras curaba al chico. Protestaron un rato, pero al final Sebastián les convenció, asegurando que les avisaría de cualquier cosa que pasara.
Salieron algo fastidiados, y mientras esperaban afuera, se quejaban de la chica, proferían improperios y dudaban de que la probablemente "brujería de la joven" curara a su joven amo. Tanaka como siempre no dijo nada, pero volvió a su forma normal durante un minuto para amonestarles por su comportamiento, debido a que estaban en un casa ajena que les había dado la bienvenida. Bard se mordió la lengua, ya que el había sido el que más se había quejado, los demás prácticamente le escuchaban.
Le tomó algo de rato a Sullivan tranquilizar al joven, pero al final este cedió cuando la chica le prometió que se curaría del ojo, y podría volver a ver. Solo entonces Ciel se quedó tranquilo. Esperaba que fuera verdad. Estar en completa oscuridad le enfermaba, le hacía recordar muchas cosas. La oscuridad estaba con él en todo momento y no le gustaba para nada.
Dolía un poco y Ciel se quejaba a gritos, pero por el resto todo fue normal. Luego de eso el chico se quedó dormido, Sullivan le vendó ambos ojos y Sebastian llamó a los sirvientes para que entraran.
Todos andaban felices de que Ciel estuviera a salvo, y escuchar a Sebastián decir que se mejoraría les dio esperanza.
Por esa parte estaban bien. Tendría que volver a aplicarlo en unas horas. Solo eran dos aplicaciones, y el chico debía recuperarse. Mas Sebastián sabía que eso no acababa allí. La chica quería hacer algo con él. Por supuesto, era una jovencita precoz, pero sabía que no solo le quería para complacerle en esos sentidos. La chica quería hacer algo con su persona. Algo importante.
Y no sabía qué podría ser. Ella tenía a ese tipo a sus servicios, y para las otras cosas en las que él no era útil, tenía la magia. Cabía la posibilidad de que ella no tuviera algún poder que él sí tenía, y de ahí que solicitara sus servicios. Pero seguía sin tener mucho sentido.
Por el momento, Sebastián tendría que esperar. Parecía que tendrían que estar un par de días en la Mansión Green y por consecuencia, esos días estaría al servicio de la joven. Por muy rápida que fuera la recuperación del ojo de su amo, y aunque recuperara la memoria, el cuerpo del joven amo igual necesitaba descansar de todo el ajetreo. Y aun tenían que resolver el problema del hombre lobo por órdenes de la reina.
No, definitivamente esto no vale el alma del joven amo.
Aunque estuviera acostumbrado a decírselo cada vez que el chico le involucraba en una de estas misiones para la Reina, Sebastián no pudo evitar decirlo una vez más cuando, después de almuerzo, (la joven siguió comiendo como si no le importara que le vieran) ella interrumpiera en el cumplimiento de sus quehaceres mientras llegaba flotando en sus globos mágicos de bruja.
- ¿En qué le puedo ayudar, ama Sullivan? - preguntó con la educación que un mayordomo debe tener. Se encontraba sacudiendo el polvo de la biblioteca, y él se molestaba cuando alguien le interrumpía en el cumplimiento de sus deberes, pero no dio ninguna señal de molestia.
La joven flotó hasta un sillón y se dejo caer en un movimiento algo torpe.
-Supongo que te preguntarás el porqué de mi deseo de que te convirtieras en mi mayordomo...- dijo, tratando de aparentar tranquilidad.
Sebastián pausó sus movimientos un instante, pensativo. Continuó con sus obligaciones mientras decía:
- Si la ama es tan amable de decirme la razón.
Sullivan frunció el ceño. Ese mayordomo era capaz de ser lo más amable posible, y sin embargo, había un tono hipócrita que no abandonaba su boca en ningún momento. Estúpidos demonios.
Los demonios eran seres un tanto incomprensibles, al igual que los ángeles y toda criatura espiritual. Pueden ser los seres más orgullosos que existen, pero, en el caso de los demonios, son capaces de rebajarse al estatus de un sirviente solo por una buena cena.
- Necesito de tus poderes para romper un hechizo.
Así, rápido, sin dolor. Sullivan no tenía ganas de jugar esos juegos de ahora si ahora no, a los cuales probablemente el hombre estaba acostumbrado a jugar (y la prueba más evidente era el incidente en esa misma biblioteca). Podría jurar por las piernas de sus antepasados ofrecidas por el hechizo que este hombre le iba a dar algún dolor de cabeza, pero ella no iba a desperdiciar esta oportunidad.
Sebastián volvió su vista hacia la muchacha, mirándola fijamente. Era una señal para que continuara hablando, y Sullivan suspiró hondamente antes de continuar.
- Creo que conseguí una forma de liberar a mi pueblo de la maldición del hombre lobo, y para eso necesito tu ayuda.
Sebastián se quedó pensativo.
- ¿Y entonces el hombre lobo solo aterrorizaría a las personas que entrasen al bosque y no a las del pueblo?-. Sebastián, como buen mayordomo, siempre buscaba cumplir los propósitos de su amo.
Sullivan torció la boca al entender la acusación del hombre.
- Si todo sale bien, no habría maldición en absoluto. La caza de brujas terminó hace mucho tiempo, y no creo que los humanos vuelvan a hacerlas- dijo mirando hacia otro lado.
-Quien sabe... Si algo caracteriza a los humanos es su miedo a lo desconocido- dijo más para si mismo que para Sullivan-. De todas maneras, ¿para qué necesita mi ayuda?
Sullivan batió sus manos en un gesto despreocupado.
-Para algo sencillo, no te preocupes. Es simplemente un conjuro especial, y necesito a un ser poderoso para lograrlo, porque involucra mucha magia- sonrió tan ampliamente como pudo, esperando que el hombre no se diera cuenta de su incomodidad.
Sebastián se quedó pensativo. La chica le estaba ocultando algo. Pero si la cosa funcionaba, podría cumplir la deuda del tratamiento de su amo, y de paso solucionar el porqué vinieron a ese lugar. Se enteraría sobre la marcha y esperaba que no hubiera ningún inconveniente.
Tonto de él pensar eso. ¿Cuándo, desde que se había convertido en el mayordomo de Ciel Phantomhive, las cosas habían salido bien tan rápido?
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N/A: Bueno, señores y señoras, espero que les haya gustado la primera parte. Pronto publicaré lo demás, pero ¿adivinen qué? Quiero reviews! Dénmelos, dénmelos, que los deseo (?).
Entonces actualizaré. :D
Hablando de otra cosa, no crean que yo en serio espero que nada de esto pase. La trama en mi cabeza es muy interesante (al menos, me lo parece) y hasta una escena de pelea tendrá, pero estoy ansiosa por ver con lo que nos saldrá Yana. :) Me guíe por la Navaja de Ockham, la explicación más sencilla suele ser la acertada; y sobre el porqué a Sebastián le afecto el miasma, esa fue la explicación a la que mi mente llegó. XD
No tiene yaoi, porque quiero enfocarme en Sullivan y Sebastián, que me tienen intrigada en esta parte del manga. Aparte que Ciel sigue en reposo XD. Pero quizás vean una que otra insinuación, sería mi mente yaoista trabajando.
Me esta empezando a gustar Sullivan. Mi gusto incrementa cada vez más, porque al escribirla uno en serio se divierte. Quizás le cambie el nombre a la historia, no me termina de convencer, pero en serio no se me ocurría otro. XD
No tengo mucho que decir porque quiero conservar la intriga (?) Pero gracias a todos por leer. Gracias a Ertal77 por el beteo.
Nos vemos, ;)