A Wonderful Caricature of Intimacy
(TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL)
Summary: Draco ama a su hijo más que a nada en el mundo. Entonces, cuando su ex esposa planea quitárselo, Draco le pide ayuda a la persona menos esperada. Hermione debe decidir si vale la pena cambiar su vida entera por ayudar a la persona que odia de manera incondicional.
Disclaimer: Todos los personajes, lugares y temas relacionados a Harry Potter le pertenecen a J. K. Rowling, Bloomsbury y Scholastic. Esto es una TRADUCCIÓN, la historia original le pertenece a Countess of Abe, yo solo la traduzco con su permiso.
Capítulo 1: Sleeping with roaches - (Durmiendo con cucarachas)
Besançon, Francia.
-Me estoy poniendo viejo para esto – masculló Draco entre dientes mientras la voz de Pansy comenzaba a causarle una migraña.
-¿Perdona? ¿Qué acabas de decir? – Chilló Pansy – Habla más alto, Draco.
-¿Terminaste de molestar, Pansy? Tengo que terminar un par de cosas, así que apreciaría mucho que terminaras con todo esto – replicó él, sentándose en el sofá del enorme living de su mansión, mirando como su esposa, corrección, ex esposa, caminaba frente a él.
-¿Acaso no estabas escuchándome? – Gritó ella – Te lo dije, ¡me voy esta noche!
-Sí, lo oí. Al igual que la mitad del hemisferio norte. Si bajaras la voz, quizás podríamos discutir el asunto como adultos. Sé que no estás acostumbrada a hacerlo, pero me duele la cabeza y debo ir a chequear a Zane.
-Zane, Zane, Zane… solo piensas en él – dijo Pansy ácidamente.
-Eso espero, dado el hecho de que es nuestro hijo. Como, obviamente, tú nunca piensas en él, yo lo hago – replicó Draco, mientras su enojo crecía de a poco.
-Tengo mejores cosas por hacer que perseguir a un niño de cuatro años – replicó ella.
-Sí, como dormir con tu chico juguete – murmuró Draco.
Pansy pretendió no escucharlo. –Mis cosas ya están empacadas y están de camino a Rouen. Ángelo me está esperando ahí.
Draco rodó los ojos.
-Sabías que esto pasaría, Draco – dijo Pansy – Te di múltiples oportunidades para hacer funcionar nuestro matrimonio, y aún así no pareces interesado en mantenerme cerca ni un poco.
-Pensé que tu hijo sería una muy buena razón para que te quedaras – replicó Draco – Francamente, estoy feliz de que te hayas dado cuenta de cuáles son tus prioridades. Estaremos mucho mejor sin ti.
Pansy suspiró molesta y puso sus manos en sus caderas - ¿No te importa que me vaya?
-¿Por qué habría de importarme? – Preguntó Draco – Sabes que este matrimonio no está basado en ningún tipo de cariño. ¿Acaso tengo que seguir recordándote de que el único motivo por el que puse un anillo en tu dedo era que Zane naciera como hijo legítimo?
-Zane, Zane, Zane… ese error de niño me sacó cuatro buenos años de mi vida – exclamó Pansy - ¿Sabes cuánto tuve que gastar para conseguir que mi cuerpo volviera a como estaba luego de que tuviera que cargar con él?
Draco frunció los puños para evitar golpearla. Jamás golpearía una mujer, pero a Pansy le gustaba probar su autocontrol algunas veces. -¿Qué clase de persona llamaría a su propio hijo un error?
-¡Yo lo haría! Fue un error. Un error de una aventura de una sola noche – explicó.
-La aventura de una sola noche fue un error, sí – le dijo Draco – Zane no lo fue. Todo lo que él quiso de ti fue un poco de cariño materno. ¡Y tu nunca le diste ni un poco! No lo amamantaste, ni siquiera lo alimentaste en general. Nunca le cambiaste un pañal, nunca jugaste ni un solo juego con él. ¡Por Dios, Pansy! Ni siquiera te llama mami, ¡te llama Pansy! Incluso a los cuatro años, él sabe la mierda de madre que eres – gruñó Draco.
-Jamás tuve intenciones de convertirme en madre a los diecinueve, Draco – dijo ella – Tenía lugares que visitar, gente a la que ver.
Draco frotó sus sienes que estaban comenzando a palpitar. –Ok, bien, lo que sea. El divorcio ya fue concretado, tienes el 10 por ciento de lo que lo que sea que me pertenezca y puedes quedarte la mansión. Pero Zane se queda conmigo.
-Puedes quedártelo – bufó Pansy - ¿Para qué me sirve?
-¿Papi? – se escuchó la pequeña voz del hijo de Draco desde la puerta.
Inmediatamente, Draco se levantó del sofá y caminó hacia su hijo. Le mandó una mirada disgustada a Pansy y levantó a su hijo antes de dejar la sala, para ir hacia la habitación del niño.
-¿Pansy y tu estaban peleando de nuevo? – preguntó Zane tranquilamente, mientras descansaba su cabeza en el hombro de su padre.
-Lo lamento, Z, no quería que oyeras eso – le dijo Draco.
-¿Por qué no le gusto a Pansy? – Preguntó Zane - ¿Hice algo malo?
Draco luchó consigo mismo para mantener la compostura y no regresar y lanzarle una imperdonable a su ex esposa. –A Pansy no le agrada nadie más que ella misma, colega. Tú nunca hiciste algo malo en tu vida.
Zane asintió y envolvió sus brazos alrededor del cuello de Draco - ¿Podemos ir a la plaza a jugar mañana?
Mientras llegaban al cuarto de Zane, Draco negó con la cabeza - ¿Recuerdas que te dije que verías a tus abuelos mañana?
-¿¡Abela y Abelo!? – dijo Zane alegremente - ¿Vamos a verlos por mucho tiempo?
Draco sonrió ante los nombres que Zane le había dado a Narcissa y Lucius cuando era un bebé y tenía problemas pronunciando algunas letras, incluyendo la letra "u". –Nos quedaremos con ellos mientras compro una nueva casa para que vivamos. Una que esté cerca de ellos así podemos verlos más seguido.
Las cejas de color rubio oscuro de Zane se juntaron - ¿Pansy viene con nosotros?
-No – le aseguró Draco mientras lo acomodaba en su cama – Pansy vivirá aquí en Francia. No va a seguir viviendo con nosotros.
-Oh – dijo Zane - ¿Estás feliz, papi?
-Mientras tú seas feliz, yo seré feliz – le dijo Draco.
-Ok, ahora tengo sueño. ¿Eso significa que tú también tienes sueño? – preguntó con su usual curiosidad.
Draco rió por lo bajo y sacudió su cabeza - ¿Quieres una historia hoy?
Zane pensó por un momento, con sus pequeños labios rosas fruncidos en contemplación. Mientras Zane hacía esperar a su padre por una respuesta, Draco estudió a su hijo como lo hacía la mayoría de las noches.
Una desordenada porción de cabello rubio oscuro adornaba su cabeza, con algunos mechones que caían sobre sus ojitos grises. Una increíble cantidad de gente le decía a Draco que Zane era idéntico a él. Narcissa insistía en que Zane era una copia exacta de él de niño, excepto por el tono más oscuro del rubio.
Zane tenía el rostro inocente de un angelito, ansioso y confiado. Se diferenciaba de su padre en que sus rasgos faciales eran más suaves y no tan angulosos como los planos de adulto que tenía Draco.
-Tengo mucho sueño para una historia, papi – Zane bostezó – Mañana veremos a Abela y Abelo. ¿Pueden leerme ellos una historia?
-Estarán muy felices de verte, Z. No te vieron en un par de meses, y harían prácticamente todo lo que les pidieras, así que estoy seguro de que van a querer leerte un cuento.
Zane sonrió y volteó hacia un costado, con sus ojitos cayendo de sueño – Buenas noches, papi – susurró.
Draco besó su frente y lo arropó, acomodando las mantas a su alrededor – Buenas noches, Z.
Mientras cerraba la puerta silenciosamente detrás de él, Draco suspiró de un modo que no se creía capaz. Pasó junto al living, desde donde Pansy parecía haber desaparecido. Gracias a Dios.
Los pasillos de la mansión estaba vacíos, con todo empacado y listo para ser enviado tanto a Rouen como a Inglaterra, con Draco y Zane.
Cuando llegó a su propia habitación, la que raramente compartía con Pansy mientras estuvieron casados, sus pensamientos vagaron hacia el recuerdo de cómo pasó a convertirse en el padre soltero del niño más maravilloso que un hombre podía pedir.
-¿Estás embarazada? – Draco se atragantó.
Pansy rodó sus ojos con irritación – Por supuesto que estoy embarazada. No he sangrado en al menos tres meses.
-Woah , demasiada información, Pansy – dijo Draco con una mueca - ¿Has visitado a un sanador?
-Fui esta mañana y ellos lo confirmaron. Dios, no puedo creer que te olvidaste de usar protección. Es solo un simple hechizo – gritó ella.
-¿Me estás culpando? – preguntó Draco incrédulo – Fuiste tú la que me dijo que estabas tomando la poción y que no debía preocuparme de nada.
-¡Yo estaba tomando la poción! Pero son un 99 por ciento efectivas. ¡Debiste hacerte cargo de ese uno por ciento!
Draco gimió internamente. El suicidio sonaba tentador. Así como el homicidio. No iba a ponerse muy exigente.
-Bueno, sabes lo que esto significa, ¿verdad? – preguntó Pansy.
Draco gimió en voz alta –Debemos casarnos.
-Demonios, obviamente, debemos casarnos. ¿Podrías siquiera imaginarte lo degradante que sería convertirme en madre soltera? Nos alejarían de cualquier círculo social – se quejó Pansy.
Otro gemido. –¿Ya le dijiste a alguien?
-No, qué crees que soy, ¿estúpida?
Draco se preguntó si esa era una pregunta capciosa. La respuesta honesta a eso estaba en la punta de su lengua, pero se dio cuenta de que si se casaría con esa mujer, tendría que acostumbrare a no insultarla.
Una aventura de una noche con Pansy se convirtió en el primer día del resto de su vida.
La fiesta de cumpleaños de Blaise había incluido masivas cantidades de alcohol y masivas cantidades de juegos para beber. Esa noche también había incluido masivas cantidades de terribles decisiones.
Terrible decisión número uno: ir a la fiesta de Blaise.
Terrible decisión número dos: emborracharse completamente y besarse con Pansy en el closet.
Terrible decisión número tres: permitir a su maldito pene decidir mientras estaba ebrio.
Terrible decisión número cuatro: follarse a Pansy en el mismo closet mientras la fiesta continuaba en el jardín.
Terrible decisión número cinco: follarse a Pansy. Punto.
Terrible decisión número seis: miren las terribles decisiones número cuatro y cinco.
Nunca más volvería a emborracharse. Nunca. Jamás.
-Estoy harta de estar embarazada – se quejó Pansy – no entiendo cómo la gente tiene más de un hijo. Me siento como la mierda, y probablemente huelo así también.
Una vez más, Draco se preguntó si Pansy quería una respuesta. Luego de seis meses lidiando con ella, ahora sabía el momento correcto para dar su opinión y el momento correcto para desaparecer de la mansión que sus padres les habían comprado como regalo de bodas.
Pensando en la ubicación de la mansión en Francia, Draco sabía que sus padres querían imponer distancia entre el huracán Pansy y ellos. De hecho, Narcissa tenía tolerancia nula con su nuera, y se lo recordaba constantemente a cualquiera que quisiera oírla.
-¿Cuándo nacerá tu estúpido bebé? – preguntó Pansy con un suspiro de enojo –¡Mis pies duelen y mi espalda duele, y todo duele!
-Cierra el pico, Pansy. De verdad. Solo cállate. Mi cabeza duele por tus malditas quejas y gemidos – dijo Draco finalmente.
Con una bofetada en su brazo y una cadena de maldiciones que harían sonrojarse a un marinero, Pansy se alejó de la sala y se encerró en su habitación.
-¡Oowww! – la voz de Pansy despertó a Draco esa misma noche - ¡Hijo de la gran OW!
Draco suspiró y se levantó de la cama, caminando hacia la otra cama de la habitación. Si, leyeron bien. Ningún hombre compartiría la cama con una perra enorme embarazada. Desde el mismo inicio hasta el mismo fin, Draco y Pansy nunca compartieron cama.
Draco había aprendido la lección a partir de las terribles decisiones 4, 5 y 6.
-¿Qué va mal, Pansy? – preguntó Draco semidormido, tambaleándose buscando una luz.
-¿Qué va mal? Te diré que es lo que está mal: tu estúpido niño está listo para nacer mientras yo trato de conseguir mi maldito sueño de belleza. Si no consigo las ocho horas y media de sueño recomendadas, podría tener arrugas a la breve edad de ¡veinte! ¡Eso es lo que va mal!
Draco suspiró mientras ayudaba a Pansy a salir de la cama y a viajar por la red flú directo hacia L'hopital de Mysticisme en la ciudad cercana de Dijon. Era el único hospital mágico de Francia, y estaba convenientemente cerca.
Llegar al hospital, soportar los gritos de Pansy y tratar de calmar sus propios nervios al poder finalmente conocer su hijo dejaron a Draco física y emocionalmente exhausto. Permaneció sentado en la sala de espera por cinco horas porque Pansy se negaba a dejarlo entrar a la sala de partos. Ella apenas quería que el sanador y la bruja comadrona se quedaran ahí. Que el cielo prohíba que alguien la viera en un estado así de deplorable.
-¿Monsieur Malfoy? ¿Le gustaría conocer a su nuevo hijo? – la suave voz de la bruja comadrona anciana le llegó a Draco en su estado semidormido.
Frotó su rostro y se levantó, caminando hacia ella y hacia el bultito envuelto en mantas que tenía entre sus brazos.
Si alguien le hubiera dicho que él se enamoraría instantáneamente del niño que creó junto con Pansy Parkinson, a primera vista, él le habría recomendado una linda institución de salud mental a esa persona.
Nada lo habría preparado para la ola de emociones que lo asaltó cuando vio a su pequeño niño haciendo pucheritos entre sus brazos. Su garganta se cerró por los sentimientos que contuvo mientras miraba la carita redonda del niño. Un manojo de pelitos rubios coronaban su cabeza, y los ojitos de mercurio fundido se negaban a abrirse detrás de unas pestañas oscuras.
Draco supo desde el momento en que sostuvo a su hijo por primera vez, que nada en el mundo se impondría entre ellos. Dedicaría toda su vida en asegurarse que nada lastimara al niño que había creado. Nunca había amado a alguien así.
-¿Le gustaría sostener a su bebé, Madame? – preguntó la bruja comadrona a Pansy, que parecía haber adquirido una mueca permanente en el rostro.
-Ya me causó suficiente dolor. Estoy cansada, así que déjenme dormir – bufó ella.
Draco estaba sentado en la mecedora junto a la ventana de la habitación de hospital en la que estaba Pansy, sosteniendo a su nuevo hijo Zane Draco Malfoy.
La bruja comadrona suprimió una mirada de sorpresa y le echó un vistazo a Draco. Él reconocía una mirada de compasión cuando la veía – Muy bien, Madame. La despertaré en una hora así puede alimentarlo.
-Ya le dije que no voy a dejar que mis senos se vayan al diablo solo porque el chico tiene que comer. He visto como quedan las mujeres luego de amamantar. No voy a tener las tetas caídas para cuando tenga 25. Denle la fórmula como la última vez – dijo Pansy con voz molesta.
La bruja comadrona miró a Pansy como si estuviera contemplando el hecho de reir o asfixiarla con la almohada que estaba acomodando. Draco rogó que se decidiera por la segunda opción.
Una hora después de que Pansy se durmiera, algo que Draco y el hospital agradecieron, Draco sostuvo su hijo y se quedó mirándolo. Como si notara que estaba siendo observado, Zane abrió los ojos cuidadosamente y parpadeó lentamente hacia su padre, con la mirada desconcertada.
Ojos grises idénticos a los suyos miraban a Draco, reconociendo su presencia y estado de paternidad. Ese fue uno de los únicos y grandes momentos que Draco podría recordar desde que se declararon neutros en la Segunda Gran Guerra.
Luego de ser revocados de los cargos de asesinato de Albus Dumbledore, Draco y sus padres dejaron su lealtad hacia Lord Voldemort permaneciendo lejos de la pelea. Y al no ayudar al bando de los buenos, pudieron mantener su postura de "cada hombre para sí mismo".
Sosteniendo a su hijo, Draco supo que había tomado la decisión correcta al convencer a sus padres (mayormente a su padre) de renunciar a la devoción estúpida a las Artes Oscuras, y al fanático número uno, Voldemort.
-¡Oh, pequeño Zane! – Narcissa recibió entre lágrimas a su nieto - ¡Mira cuánto has crecido!
Zane la miró con sus ojos bien abiertos y con su sonrisa enseñando todos los dientes – Ba ba ba ba ba – balbuceó.
-¿Ya dijo su primera palabra? – preguntó Lucius mientras observaba a Narcissa con el niño de un año en su regazo.
Draco sacudió su cabeza – Solo balbucea. Vuelve loca a Pansy – agregó con una sonrisa.
-Gracias por no traerla, Draco – dijo Narcissa de pronto – Estas vacaciones se habrían arruinado completamente con su presencia.
-Mi vida entera está arruinada por su presencia – murmuró Draco – Está visitando unos amigos suyos en Florencia.
-¿Has considerado lo que te dijimos, querido? – Preguntó Narcissa - ¿Sobre la posibilidad de divorciarte de ella?
Draco suspiró y pasó una mano por su cabello. –No quiero que Zane crezca sin su madre. Al menos le debo eso.
-Él está mejor sin ella – dijo Lucius con voz suave – Nunca conocí a una mujer más desinteresada en su propio hijo. ¿Al menos pasa algo de tiempo con él?
Draco se encogió de hombros –Lo llevo al trabajo conmigo, me encargo de bañarlo, lo alimento, le cambio los pañales, juego con él. Ella mencionó que preferiría no escuchar sus llantos porque le dan dolor de cabeza.
-¿y te sigues torturando a ti mismo al permanecer casado con ella? ¿Por qué, Draco? – preguntó Narcissa acariciando el cabello de Zane.
-Es bueno para él conocer a su madre, incluso si se trata de una madre horrible. No quiero privarle de nada; si eso significa que tengo que permanecer con ella durante un tiempo entonces estoy dispuesto a hacer un par de sacrificios por él.
-Conocí a alguien – dijo Pansy fríamente mientras Draco vestía a Zane con unos enteritos de jean. Era el día anterior al tercer cumpleaños de Zane.
-¿Lo hiciste? – preguntó Draco, haciendo monerías para hacer reir a Zane.
-Sí, su nombre es Ángelo – replicó ella – Estamos enamorados.
-Bien, eso es algo bueno. El amor es importante, ¿cierto Zane? – preguntó Draco escondiendo una sonrisa satisfecha.
Zane dejó escapar una pequeña risa y se paró en la mesa de cambio sosteniéndose de su padre - ¡Papi! – gritó - ¡Hop, hop, baile, hop!
-¿Podrías prestarme un poco de atención? – preguntó Pansy irritada – Pensé informarte que quiero separarme de ti.
-¿No quieres un divorcio? – preguntó Draco de forma simple, mientras tomaba a Zane y caminaba hacia la puerta, no dándole a Pansy otra opción más que seguirlo.
-Pensé que me querías cerca por el niño – dijo Pansy mordazmente – con la separación yo me mantendría cerca y al mismo tiempo podría divertirme. Dado que no vas a dormir conmigo, yo conseguiría a alguien que sí lo hiciera.
-Le mandaré a Ángelo mis condolencias – le dijo Draco.
-¡Argh! – exclamó Pansy frustrada - ¡Nunca te tomas nada en serio! Todo lo que te importa es Zane, y lo que Zane necesita, y lo que Zane desea. Bueno, ¿qué pasa con lo que yo quiero? ¿Qué pasa con lo que yo necesito?
Draco la ignoró mientras salía al inmenso patio de su mansión, donde se encontraba la jungla de juegos de Zane. Dejó al niño en el piso y lo miró mientras se alejaba para trepar y explorar.
-Necesito sentirme como una mujer, Draco, y obviamente tú no me tratas como una. Ángelo es un buen hombre, ¡Y me ama!
-¿Sabe que estás casada? – preguntó Draco apáticamente. En realidad no le importaba lo que ella dijera, pero estaba aburrido y hacer enojar a Pansy era su pasatiempo favorito.
-Sí, lo sabe. Sabe la vergüenza de matrimonio en el que me encuentro. Sabe que esto no está basado en amor, sino en el hecho de que fuimos unos idiotas descuidados incapaces de practicar sexo seguro – replicó ella
-¿Practicar? Estoy seguro que solo lo hicimos una vez. No hagas parecerlo como más. Ya tengo suficientes pensamientos perturbadores sin la necesidad de agregar el de tú y yo teniendo sexo más de una vez – dijo Draco.
Con otro grito de enojo, Pansy volteó en sus tacones de aguja y dejó el patio.
Draco se metió en la cama y apagó las luces. Su cabeza le dolía con las memorias yuxtapuestas y el día agotador que tuvo finalizando su divorcio.
Luego de la persuasión insistente de sus padres de que Zane no se vería afectado por no tener una madre, y el hecho de que Pansy quería casarse con su amante, Ángelo, Draco había firmado los papeles del divorcio rápidamente.
Su único arrepentimiento era no haberlos firmado antes. Un idiota cabeza dura, eso es lo que él era.
Cerró sus ojos y trató de dejar la mente en blanco. Mañana sería el comienzo de su vida con Zane en Inglaterra. Prácticamente había sido un padre soltero durante toda la vida de Zane, dada la natural negligencia que había irradiado Pansy. No estaba preocupado por sus habilidades paternas.
Pero sí se preocupaba por Zane y cómo ajustaría su vida en Inglaterra, y cómo sería llevarlo a un centro de educación temprana en lugar de llevarlo al trabajo junto a él todos los días. El Centro de Educación de Pequeños Magos y Brujas había abierto sus puertas recientemente y Draco estaba seguro de que sería un lugar increíble para Zane. Necesitaba estar cerca de niños de su misma edad, y empezar a aprender lo básico de la educación primaria.
La mayoría de las familias mágicas educaban a sus niños en casa, antes de que sea tiempo de mandarlos a Hogwarts, pero con el horario estricto que tenía ahora al poseer su propia empresa y cuidar de su hijo, Draco veía muy difícil la idea de enseñarle a Zane todo lo que debía aprender para convertirse en un adolescente intelectualmente capaz.
Lo dejaría en manos de profesionales.
Y con ese pensamiento en mente, Draco se sumergió en el mundo de los sueños, donde los problemas desaparecían, todo tenía solución y las fantasías se hacían realidad.
Nota de la autora: el título de la historia y el título del capítulo vienen de la canción "Build God, Then We'll Talk" de Panic! At the Disco.
Nota de la traductora: Hola! Para quienes ya leyeron alguna vez este fic, notarán que he editado las notas al pie de capítulo para restringirme estrictamente a la historia. Para quienes la leen por primera vez, bienvenidos, y espero la disfuten tanto como yo!
Pueden visitar mi facebook, donde publico novedades sobre las actualizaciones: Fletcher Fletcher Fanfiction (para quienes me conocían antes, era Pekis Fletcher FF)
Pekis :)