Sangre Shinobi

by

Nuharoo


Declaración: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto

Advertencia: diferente mundo ninja, diferente historia.

—Diálogos ‒

«Pensamientos»

Palabras sobresalientes.


Prologo

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Shinobi... esa palabra me ha definido desde que tengo memoria. Siempre teniendo muy en claro mis objetivos, siempre fiel a mi lugar y a la misión.

Pero ahora, ¿que significado tenia esa palabra? Varias veces me había preguntado lo mismo, sin llegar a una respuesta convincente a ello.

Los shinobis comenzaron a ser conocidos en una de las peores etapas que había enfrentado el país, haciendo frente a una gran inestabilidad política y a diversos conflictos bélicos por la lucha del poder interno. Fue en ese escenario de guerrillas en donde ese nombre comenzó a ser temido y respetado por la sociedad, mismo escenario en donde esas increíbles habilidades eran requeridas mas que nunca.

Utilizados por grandes lideres y personas influyentes en general, los shinobis eran considerados fuertes soldados dispuestos a realizar el sucio trabajo que ningún aristócrata estaba dispuesto a hacer.

Reía amargamente y con ironía cada vez que recordaba estar frente a un señor feudal que requería ese tipo de servicios. Eramos considerados la escoria de una sociedad en plena guerra civil. Las personas sin futuro ni pasado que trabajaban para que ellos no ensuciaran sus manos en la guerra, eramos las personas a las cuales no les importaba ser utilizadas como herramientas, ya que alguien de origen humilde proveniente de las bajas clases sociales, no podía aspirar a mas.

Pero aun así, eramos los mercenarios mas temidos y respetados enviados para ganar, siendo entrenados en formas no ortodoxas de hacer la guerra como el asesinato, el espionaje, el sabotaje y el reconocimiento; todo con el afán de desestabilizar al ejército enemigo, obtener información de la posición de las tropas o reunir cualquier dato vital para una ventaja que pudiera ser decisiva al momento de la batalla, contando para ello con una amplia gama de armas y artefactos, tales como la Katana, shuriken y kunais, ademas de renombradas habilidades para crear bombas y venenos con tal de llevar a cabo la misión totalmente desapercibidos.

El uso de espías y sus propios métodos para hacerlo, posteriormente se transformo en una filosofía así como un código de conducta llamado ninpo, siendo conocidas dentro del marco de las guerras civiles, con el objetivo de adivinar los verdaderos motivos de dichas disputas internas dentro del país y poder acabar con ellas.

Durante ese periodo de inestabilidad política y de la identidad oculta que suponían los shinobis, pronto algunos señores feudales y los principales clanes del país, personas influyentes y de gran poder, cada vez se sentían mas amenazados ante la aparición y rumor que eran los shinobis, llegando a tomar medidas de seguridad cada vez mas drásticas en sus castillos y mansiones, evitando a toda costa tener la inesperada visita de estos especializados asesinos. Guardias, torres de vigilancia, pisos que sonaban al mas mínimo ruido o peso de una pluma, e incluso algunas pocas trampas fueron los medios mas utilizado para mantenerlos a salvo como a sus familias. Aunque claro, el mito de los shinobi para ellos no era mas que eso: un mito, por lo que todas las medidas tomadas sirvieron de nada contra los especialistas en ninjutsu.

Pasados algunos años, la tensión e inestabilidad política seguía presente. Fui testigo de como la producción casera de shinobis dentro de los distintos clanes de la región comenzaba a tomar fuerza, llegando a crear sus propias técnicas de espionaje, estilos de pelea como también habilidades destacadas para escabullirse e infiltrarse, heredadas y transmitidas de padre a hijo o entre sensei y alumno. Esa era la tradición impuesta dentro de los mismos clanes, aunque se conservaba el sistema jerárquico shinobi.

La estructura típica de las organizaciones estaba compuesta por tres rangos: Jonin, Chunin y Genin. Los jonin eran los lideres de las misiones, los encargados de mantener el contacto con los interesados en sus servicios y cerrar los tratos. Los chunin eran los sublíderes y encargados de realizar las misiones difíciles, mientras que los genin eran los encargados de llevar a cabo las misiones sencillas debido a su corta edad.

Soporte año tras año y logre sobrevivir a las tres jerarquías para lograr estar en la posición que merecía: Jonin, una tarea nada fácil teniendo en consideración que siendo un shinobi -aceptando la muerte y el nulo temor a la misma- la esperanza de vida no era muy alta que digamos. Se consideraba afortunado a aquel que llegaba a la edad legal para probar el sabor del sake, y mas aun si lograbas transmitir las habilidades a tus hijos, preparandolos al ser conocedor de que un destino similar les aguardaba.

Cada niño que crecía dentro de una familia de guerreros se esperaba que de mayor fuera también uno, por lo que gran parte de su infancia la dedicaban a practicar distintos tipos de artes marciales. Un guerrero completo debía de ser diestro por lo menos en el uso de la espada, arco y flecha, la lanza y posteriormente en el uso de armas de fuego. Del mismo modo, se les instruía en el uso de estas armas mientras se montaba a caballo, además de que se esperaba que supieran nadar y bucear. Sin embargo, para un niño nacido en una familia shinobi, su currículo debía ser mas aun extenso y exigente. Ademas de todo lo anterior, se requería que el joven supiera el uso y preparación de explosivos y venenos con distintos tiempos de reacción, ademas de ser entrenados en supervivencia a campo abierto.

Un aspecto de vital importancia era el acondicionamiento físico que se recibía, siendo adiestrados desde muy pequeños para poder escalar los empinados y altos muros de tenian los castillos así como dominar las artes marciales casi a la perfección, ya sea con o sin armas.

He ahí el motivo por el cual había logrado pasar desapercibido por tantos días, ademas de poder sobrevivir sin ningún inconveniente. La naturaleza era mi hogar y mi entrenamiento me mantenía con vida.

Conocía mi lugar, sabia mi misión y para lo que había sido entrenado. Recordaba todo por lo que pase, las misiones que realice a medida que subía de rango, el prestigio y también los rostros de las vidas que había tomado en el camino.

Todo mi pasado, perdido cuando las organizaciones shinobi comenzaron a pudrirse, llegando a convertirse cada vez y con mas facilidad en miserables saqueadores de castillos y violadores de clanes. Ya no había espionaje ni había recaudación de información, a pesar de que los conflictos bélicos estaban aun vigentes.

Ya no había shinobis. Solo personas varadas en la región recordando sus días en misiones, intentando encontrar algo mejor.

Deje mis pensamientos de lado al escuchar como se partía un leño dentro de la improvisada fogata. Mirar hacia atrás siempre me colocaba nostálgico, y si estaba en medio del bosque de noche, lo mejor era mantenerme alerta ante cualquier ruido o movimiento.

Sin embargo, y por mas que intente conservar la calma y la concentración, una respiración acompasada a mi lado hizo que volviese a divagar. Solté un suspiro volteando mi rostro para verle.

«Entiendo quien soy y de donde vengo... Pero entonces... ¿por qué nunca antes me había sentido tan perdido? ¿Por qué ya no se que hacer? Y mas aun, ¿que es lo que hago con ella, que duerme plácidamente bajo la noche estrellada y con el calor del fuego a sus espaldas?»

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Espero les haya gustado :D cualquier comentario es bien recibido.

Como prologo quise colocar algo de información historica, pero ya para el proximo vendra la verdadera historia.

Adios :)