CAPITULO 6

EL ADIOS SE ACERCA


Aún no era hora de empezar con las actividades diarias, el sol no había salido del todo, aquella noche nadie supo la hora en la que Hanji y Levi regresaron excepto el
par de soldados que hacían guardía a esa hora, lo único que sabían era que estaban allí y había un gran alboroto a muy tempranas horas,
todos estaban nerviosos buscando por toda la casa a las desaparecidas, a juzgar por como se encontraba la habitación se podía deducir que no habían pasado
la noche allí.
-Lo sabía- Refunfuñaba Levi -Tener a esa chica aquí no nos llevará a nada bueno, se supone que está a prueba y aún así hace lo que se le da la gana-
-calma, calma- decía Hanji con una sonrisa -Ya verás que regresarán, tal vez salieron a pasear y no pudieron regresar porque se hizo de noche-
-Qué rayos es lo que dices, son soldados no pequeños niños- decía Rivaille con un enojo creciente -Esa mujer secuestró a nuestra herramienta más valiosa
enfrente de nuestras narices, es mejor desplazarnos lo más rápido posible antes de que se alejen demasiado-
-Te digo que estás sacando conclusiones apresuradas, es mejor esperar-
-esperar?- dijo Levi tomándola del cuello del uniforme acercándola hacia él.

La puerta se abrió, dos personas entraron con cautela y en silencio pensando que nadie había notado su temporal desaparición, las figuras que entraban
se quedarón inmóbiles al ver frente a ellas a personas despiertas, y lo que era más, a dos superiores.
-Ves?! Te lo dije- gritó triunfante la teniente
Rivaille la soltó para después dirigir sus pasos hacia las escurridizas chicas.

Esas dos eran las personas que menos querían que se enteraran de su pequeña escapada y ahora se encontraban de pie mirándolas acusadoramente, las fugitivas veían grandes problemas aproximarse.

-Explíquense- dijo Levi cortante y frío -Hanji, llama a los demás Y diles que las hemos encontrado-
-¿que? pero no las encontramos, ellas llegaron-
-sólo haz lo que te digo- gruñó

-Sus rostros estaban muy cerca el uno del otro cuando llegamos, crees que se estarían besando?- murmuró la morena sin que el capitan la escuchara
-Ymir no es momento para eso, no seas malpensada- respondió Historia también en murmullo

Mientras los demás llegaban lo único que había en aquel lugar era un silencio incómodo, incomodidad que según la apreciación de Levi la chica titán no sentía, se
encontraba bastante tranquila reflejando calma y soberbia, al parecer no encontraba nada malo en lo que acababa de hacer, por otro lado, al observar a Historia pudo
percibir de inmediato que la pequeña estaba sumamemnte nerviosa y afligida, seguramente pensando en el castigo que sus acciones causarían.

Por detrás y a un lado de las impresiones del capitán, los verdaderos sentimientos estaban ocultos, Ymir trataba de mantener la calma en todo momento aunque en
realidad estaba preocupada por poner a la rubia en problemas, lo que menos quería era ser el centro de atención cosa que justamente era
lo que estaba sucediendo. No podían haberlo evitado, al despertar era demasiado tarde, el sol empezaba a salir, lo único que pudieron hacer fue correr
y apresurarse para llegar antes de que los demás despertaran; al final la culpa era compartida, la pequeña rubia no se había opuesto en lo
absoluto y al despertar no quería regresar, "hagámoslo de nuevo" fué lo que dijo medio dormida cuando Ymir trataba de despertarla, la morena
batalló unos instantes consigo misma ya que era una oferta bastante tentadora, por suerte su prudencia ganó y después de aplacar
sus instintos (algo bastante difícil considerando que se trataba de una hermosa chica desnuda entre sus brazos dispuesta a todo) apresuró a la rubia para regresar cuanto antes.

Todos llegaron en poco tiempo
-Ahora qué hiciste chica idiota- dijo Connie mientras se acercaba
-No todos tenemos paciencia para aguantar tus caprichos- se quejó Jean
Los demás entraron en silencio
-Al lugar de reunión- ordenó Levi

Tal vez por curiosidad, tal vez por órdenes, pero nadie apartaba la vista de las dos chicas que hasta hace poco se hallaban desaparecidas.
-¿Quién hablara?- dijo Rivaille aburrido de lidiar con niños.
-Fué culpa mía, lo siento- dijo Ymir mientras bajaba la cabeza. No era momento para su altanería, lo sabía bien, pensó que sería más sabio
safarse del problemas sin mayores complicaciones.
-Eso no me basta- respondió Levi - ¿qué fué tan importante como para estar a esas horas fuera de la base?
Las miradas ya no iban dirigidas a las chicas, toda la atención incluida la de hanji se dirigió al cabo rivaille, estaban
sorprendidos por la pregunta, ¿qué mas podrían estar haciendo? se decían en pensamientos, habían dos opciones: o en verdad ignoraba
ese tipo de temas y no se imaginaba lo que hicieron o preguntaba para recalcar el punto.
-"pequeño enano, ¿por qué lo tienes que hacer tan complicado"- pensaba Ymir
-¿y bien?- preguntó nuevamente -dependiendo de sus respuestas pensaré qué hacer con ustedes dos-
-déjalas ya- se quejaba Hanji -ya han regresado, sólo fueron a dar una vuelta, a conocer el lugar-
-sigo esperando- volvía a decir ignorando completamente a la ruidosa teniente.
Era demasiada presión para la pobre rubia, no por miedo a Levi ni mucho menos por el castigo, presión por la
pregunta que hacía volver a su mente las imágenes de lo sucedido, entre más eran cuestionadas por lo que habían
hecho más volvían todo tipo de imágenes y sensaciones, eso era lo que la tenía nerviosa.
-Tú, te escucho, dime- ordenó Rivaille dirigiéndose a Historia al ver que se derrumbaba por dentro aunque ignorando el por qué.
-fu..fué mi ... fué mi culpa- susurraba Historia
-"no digas más, no digas más"- rogaba entre pensamientos la pecosa
-yo.. yo...- se podían ver un par de lágrimas queriendo escapar de los ojos de la pequeña
-¡YO LE PEDÍ A YMIR QUE ME HICIERA SUYA TODA LA NOCHE!- gritó repentinamente a todo pulmón.
Todos quedaron en silencio sin poder moverse, asombrados por tal respuesta, nadie supo qué hacer, fué un shock total el
escuchar eso.
-Retírense, pronto será hora de desayunar, ya hemos perdido tiempo con esto, dense prisa- dijo después de unos segundos Levi quien
evidentemente ya no quería saber absolutamente nada del tema, sólo lo dejaría pasar.
Todos obedecieron y aunque todavía se encontraban bajo el efecto del shock prosiguieron con sus tareas, todos menos Ymir e Historia
que permanecieron en sus lugares por otro buen rato. La rubia quedó en trance totalmente avergonzada cuando se dió cuenta de lo que había dicho.
Ymir no creía aún lo que había acabado de escuchar, aun para la rebelde de Ymir no era algo que pudiera superar fácilmente.

En todo el tiempo hasta después del desayuno nadie les dirigió palabra alguna, todos trataban de evitarlas volteando a otro lado,
no podían evitar sonrojarse después de tan atrevida confesión.

-Es tu culpa Levi, te dije que las dejaras en paz- dijo Hanji acercándose a su oído
-cállate-
Para dejar atrás el tema, los capitanes acordaron dar el siguiente paso de la misión.
-Es suficiente- dijo Levi imponiendo órden -Es hora de actuar, hemos tomado una decisión-

Con la órden dada supieron que era el momento de dejar el descanso a un lado para la batalla que se aproximaba,
sería una misión difícil. Escucharon con detenimiento cada instrucción, cada movimiento, aventurandose a preguntar de vez
en cuando y a dar opiniones con respecto a su posición asignada. No estaban completamente de acuerdo con el
plan que se les mostraba pero sabían que era lo mejor ya que eran en parte órdenes de Erwin.
-Todos han entendido su pocisión?- corroboró Levi.
-si- contestaron todos al unísono.
Claramente todos entendían lo que debían hacer, queriéndolo o no tenían que actuar conforme al plan aunque fuera en contra del
gobierno, esa misma noche se dirigirían a salvar a la Titán femenina, a la misma que con anterioridad habían capturado con tanto esfuerzo, la misma que
mató a varios compañeros y amigos, ahora la salvarían, ¿por qué Annie era parte del trato de Ymir?, aunque tenían preguntas no dudaban en seguir la
misión, estaban seguros que lo menos que podrían hacer las Titanes era responder a sus preguntas cuando la mision finalizara.
-Prepárense, saldremos al anochecer, iré con Hanji a conseguir equipo, no hagan nada estúpido mientras volvemos- finalizó Levi.

.

Todos se dirigieron a sus habitaciones, tendrían mucho que preparar para una misión así.
-"Es raro que hayan accedido tan fácilmente a darme uno de sus mayores tesoros"- pensaba Ymir mientras se dirigía a
su habitación -"no debo bajar la guardia, se que no son tan estúpidos como para confiar en mí sin tener nada planeado"

-Ymir?- Historia tomó la mano de la morena sacándola de sus pensamientos.
-Lo siento, no es nada, solo pensaba-
-¿todo estará bien?-
-si-
-qué es lo que harás con Annie?- Ymir no esperaba tal pregunta de su Diosa, no quería mentirle pero
tampoco podía decirle toda la verdad.
- Pensé que habíamos acabado con eso- Respondió la morena tratando de alejar el tema
-pero si es algo peligroso quiero ayudar-
-no te preocupes-
-pero quiero saber, ¿acaso no confías en mi?-
-Historia ya basta!- gritó Ymir tomándola de los hombros con ambas manos
-pero... pero... si es arriesgado quiero estar contigo, ¿y si te vas? ¿quieres irte de nuevo con Annie? si te alejas otra vez de mi lado yo.. yo..-
-tendrás que esperarme un poco más- dijo Ymir mientras contemplaba un par de ojos azules humedecidos por las lágrimas -¿vas a esperar por mí?-
-No, llévame contigo-
Claramente Historia sabía las intenciones de Ymir y era imposible el tratar de convencerla de lo contrario, no había marcha atrás, Historia lo había descubierto.
-es imposible y tú lo sabes, no puedo, no puedes, lo sabes cierto?-
Historia rompió en llanto, lo que más temía, lo que sabía, lo que pretendía no saber, su mayor temor era real, se separaría una vez más de su
amor y no había nada que pudiera hacer al respecto
-Pero quiero estar contigo- lloraba desconsolada mientras se aferraba abrazando a la morena.
-Y yo contigo, y es por eso que debo irme-
-no podrás escapar otra vez, no con Eren, Mikasa y el capitán Levi detrás de ti, te matarán o peor aún. . . peor aún...-
Ymir besó la frente de la rubia
-entonces, me dejarás ir?-
-no podría detenerte aunque lo quisiera- respondía cabizbaja mientras se aferraba fuertemente entre los brazos de la mayor.
El momento se sentía como una despedida, una despedida que no se podía evitar, era muy poco el tiempo que Historia pudo disfrutar de lo que
parecía un sueño, sueño que pronto acabaría regresándola sin piedad a la realidad, una realidad horrible y despiadada, todo lo que su corazón
anhelaba era sólo una cosa, un solo deseo que el destino se empeñaba a despedazar cada vez que lo sentía cerca, era otro adios, Ymir volvería
a marcharse y ella tendría que hacerse cargo de una responsabilidad demasiado grande.
-esta vez es diferente- susurró Historia -esta vez te esperaré, te esperaré porque es mi culpa el que tu tengas que llevar esta carga - sollozaba -tambien yo... - dudó por un momento
-lo único que quiero es estar contigo, no es justo que sólo tú te sacrifiques -
-no es ningún sacrificio ni mucho menos una carga si se trata de tí- Ymir le regaló una gran sonrisa a su Diosa la cual le conmovió hasta lo más profundo de su ser regresando
ese mar de llanto que era más fuerte que su voluntad.
-Ymir! ymir!- gritaba dentro de los brazos de la morena tratando de mitigar el dolor que la abrumaba entre sollozos y lágrimas que no podía evitar derramar.

Mostrando una sonrisa pero despedazandose por dentro Ymir separó el pequeño cuerpo de su amada y con la rodilla flexionada se arrodilló ante su Diosa como todo
un caballero
-prometo que volveré- le dijo mientras besaba la pequeña mano de la rubia
-estaré esperando- contestó Historia anteponiendose al llanto con todas sus fuerzas.
Historia se sentó en el suelo frente a la morena, enlazó sus brazos a su cuello, la besó, y sabiendo sobre la separación inminente
lamió el cuello de la mayor -Hazme tuya- pidió Historia -Hazme tuya por última vez antes de perderte-
Ymir agradecía sinceramente el gesto de la rubia, sin embargo, no era el momento ni el tiempo, no con todo el ruido mientras preparaban la misión y mucho
menos con tanta gente alrededor ya que sabía que la rubia solía ser bastante ruidosa cuando se dejaba llevar.
-Lo dejaremos pendiente hasta que regrese- dijo con una gran sonrisa fingida que sólo reflejaba dolor.
-... al menos.. bésame- rogó la pequeña rubia con ojos cerrados y los labios preparados.

.

.

La tropa salió.
Montados en sus caballos se dirigían cautelosamente a su destino
-No sabía que fueras tan amiga de Annie-
-parecía que nunca se hablaban-
-tanto quieres rescatarla?-

Preguntas por todos lados era a lo que Ymir se enfrentaba mientras cabalgaban, ya de por sí era demasiado molesto tener un enjambre
de pensamientos en su mente y ahora los chicos del escuadrón la agobiaban con preguntas que obviamente no contestaría
-todo lo que puedo decir es que algunas veces tienes que hacer cosas que no quieres por el bien de los demás- dijo secamente la morena

Mikasa se acercó a un lado de Ymir con el fin de tener privacidad en la conversación que estaban a punto de entablar, ninguna
de las dos bajó la velocidad del galope ni mucho menos quitó la mirada del camino
-¿por el bien de los demás o por el tuyo?- dijo Mikasa al acercarse lo suficiente cuidando el volumen de su voz para evitar que alguien más
la oyera
-aunque no lo creas Mikasa, no todo lo que hago es por mi propio bien, pero eso no te incumbe, puedes pensar lo que quieras-
-claro que me incumbe, estás poniendo a Eren en peligro- al momento de hablar Mikasa siempre parecía tener una voz monótona y fría pero
mas de uno sabía su punto débil.
-si te digo que es casi imposible que algo le pase a Eren, ¿me creerías?-
-¿no puedes probar tus palabras o si? ya se lo he dicho a tu novia antes, mi lista de prioridades está claramente definida-
-escuchame atentamente Ackerman, te has puesto a pensar ¿qué pasará después de tomar el interior de las murallas?
¿cómo ayudará eso al exterminio de los titanes? conoces a Eren, no podrán tenerlo quieto por mucho mas tiempo, si me
prestan su fuerza yo los ayudaré, de eso se trata, siempre se ha tratado sólo de una cosa, sobrevivir. Si Eren realmente es tu
prioridad sabes que tarde o temprano le asignarán una tarea por demás peligrosa, cuando el momento llegue yo los apoyaré, que te
parece eso, ¿es un trato?.-
-¿como puedo asegurarme de que todo lo que dices es verdad?-
-lo es... y tu lo sabes- solo palabras, nada ni nadie podía asegurar que lo que decía era verdad, CONFIANZA la única palabra que
lo era todo y al a vez no era nada, esta vez el instinto era lo que haría sobrevivir o mataría a más de uno.
-acepto- dijo Mikasa para después volver junto a Eren y Armin quienes se encontraban a varios metros de distancia atrás.

Todo el tiempo la mirada azul de la Diosa no se despegó un instante de los movimientos de la morena, sólo se limitaba a
observar, la miraba y un sentimiento que no podía describir se apoderaba de su cuerpo entero, era una mala idea,
todo el maldito plan era una basura, el temor de que el plan fallara era tan insistente que perdía el control por
tanta ansiedad; sus manos sudaban y temblaban mientras halaba del caballo, el sudor que recorría su rostro
se hacía peligrosamente evidente, una lágrima estuvo a punto de brotar pero se contuvo al escuchar la cálida voz de Ymir
hablándole a un lado
-todo estará bien, solo confía en mí-
Historia no se percató del momento en el que la morena se acercó tanto pero lo agradecía, las palabras de Ymir siempre habían
sido su salvación incluso las maldiciones que salían de su boca cuando se encontraba enojada también habían ayudado en
algo en su debido momento.
-Gracias- susurró Historia, sabía que el único regalo que podía ofrecerle a la mayor en esos instantes era una sonrisa,
tanto tiempo y tantas veces regalando sonrisas y alegría al mundo, nada había sido real, Christa no era real, sólo
en los momentos que estaba con Ymir a solas podía ser ella misma, con Ymir nada había sido fingido y meditando en eso descubrió
que algo sí lo fué, si de algo podía ser considerada culpable era de la gran mentira que fué su amistad, una verdadera hipócrita
cada vez que decía estar con Ymir por amistad, tal vez esa fué la única mentira de la que Christa se arrepentía, "no era amistad"
se decía "siempre fue algo más".