¡Un saludo a todos!

(Nueva historia (/._.)/)

Exacto, es una historia que se me ocurrió en una clase de aburrimiento ._. Hehe, en fin.

La historia estará centrada en Toshiro Hitsugaya, de Bleach. Este pequeño shinigami me encanta, es un amor.

Primero que nada, indicaré que esta historia es un mundo alterno, no tiene nada que ver con shinigamis o algo así, son personas normales con vidas normales. O bueno, más o menos.

La pareja que se desarrollará será HitsuKarin (Toshiro Hitsugaya x Karin Kurosaki) Me agrada muuuuucho más que Hinamori con él, a ella no, simplemente no me gusta con Shiro-chan

Habrá un personaje más que entrará en la historia pero será hasta el siguiente capítulo.

Disclaimer: Bleach no nos pertenece, es propiedad de Tite Kubo. Todos los personajes conocidos son suyos y nosotros solo los tomamos prestados para la historia.

Gracias. Sin más, espero les agrade la idea.

(Enjoy!)


-¿Tu nombre, cariño? – Una mujer de cabello lacio y negro estaba sentada frente a un escritorio, la pantalla de su computadora mostraba diferentes registros.

-H-Hitsugaya Toshiro – Contestó un niño de aproximadamente 12 años, parecía ser menor debido a la pequeña estatura que tenía. Sus ojos eran de color turquesa, dándole una mirada muy penetrante. Su cabello, blanco, era corto y un tanto desacomodado, la parte del fleco cubría levemente su ojo izquierdo. El niño parecía estar en un completo estado de Shock, sus mejillas estaban manchadas por restos de lágrimas, sus ojos aseguraban que había estado llorando puesto que estaban totalmente rojos.

La mujer le sonrió y procedió a teclear su nombre en la pantalla. Después de unos minutos apareció un archivo y ella lo abrió, dentro estaba el nombre del niño y su foto, junto con otros datos - ¿Conoces a alguien de tu familia que pueda cuidar de ti? – Lo volteo a ver.

-N-No… que yo sepa – Contestó, agachando la cabeza.

La mujer suspiró y realizó un movimiento de cabeza a un hombre que estaba parado al otro lado de la sala. El hombre asintió y se acercó a Toshiro.

-Ven conmigo, te llevaré a un lugar donde podrás descansar – EL hombre puso una mano sobre su hombro. Toshiro lo volteó a ver y después a la mujer.

-Está bien, puedes ir con él – Ella le sonrió de manera reconfortante.

Toshiro asintió y comenzó a caminar tras del hombre, salieron del edificio que estaba infestado de gente a la calle, ya estaba obscuro y las luces de varios autos cubrían el lugar –Vamos, sube – El hombre le abrió la puerta de un auto.

Toshiro lo miro para después suspirar tristemente, abordó el auto y se quedó quieto en el asiento. El hombre cerró la puerta y subió al asiento del conductor. Arrancó y avanzaron por el camino,

-Me lleva a un orfanato ¿Verdad? – Toshiro dijo de momento.

El hombre lo miró por el espejo retrovisor y suspiró – Así es, no te preocupes es un buen lugar y estarás bien, encontrarás un buen hogar – Dijo a manera de confort pero a Toshiro no le pareció de mucha ayuda.

-No quiero otro hogar – Susurró para sí.

Atravesaron pro varias calles y lugares hasta llegar a un edificio alto y de apariencia antigua, estaba mayormente apagado con la excepción de algunas habitaciones. El hombre le abrió la puerta y Toshiro salió, sin despegar la vista del lugar.

Entraron hasta llegar a una amplia habitación con un escritorio en medio, el vigilante los miró y después les señaló una puerta al fondo. Caminaron hasta ahí y el hombro tocó a la puerta.

-Pasen – Respondió una fría voz del otro lado. Toshiro tuvo un leve encogimiento.

Ambos entraron, dentro, detrás del escritorio había una mujer de mediana edad, el cabello lo tenía corto y de color café, usaba una falda gris larga y un suéter rosa. Su mirada era dura y fría.

El hombre se acercó y comenzó a hablar con ella, Toshiro no les puso más atención, se sentía demasiado mal como para hacerlo.

-Bien, eso sería todo por su parte oficial – Toshiro levantó la cabeza cuando escuchó esto y levantó la mirada.

-Suerte campeón – Antes de salir, el hombre colocó una de sus manos en su cabeza.

Toshiro sonrió casi imperceptiblemente.

Cuando salió la mujer se volteó al escritorio y se sentó nuevamente – Nombre – Dijo a tono de orden.

-Hitsugaya Toshiro – Contestó un poco bajo.

-¡Habla fuerte o no te escucharé! – La mujer levantó la voz, haciendo que Toshiro se encogiera en su lugar.

-¡Hitsugaya Toshiro! – Dijo levantando un poco más la voz.

-¿Edad?

-12 años

-¿Enserio? Pues que enano estás – La mujer sonrió un poco burlista y Toshiro frunció levemente el ceño. Odiaba que insinuaran que estaba pequeño.

-¿Fecha de nacimiento?

-20 de diciembre

-Ya casi, pasado mañana precisamente

Toshiro apretó los ojos, no quería que le recordaran que a tan pocos días de su cumpleaños había sucedido todo eso.

-Pues bien, sígueme Hitsugaya – La mujer se levantó y caminó hacia la puerta.

-Llámame señorita Akira – Dijo mientras abría la puerta y salían.

-Sí, señorita Akira – Toshiro asintió y caminó tras ella.

Caminaron por varios pasillos – Este es el comedor, te llamaran cuando sea hora de la comida – Dijo mientras pasaban por una habitación amplia – Esta es la sala de juegos, tendrás que compartir las cosas, no te creas único – Una estancia más grande que la anterior se extendió frente a ellos.

Finalmente llegaron al final del pasillo, Akira abrió la puerta de golpe – Jidanbo, él es tu nuevo compañero – Aventó ligeramente a Toshiro adentró – No quiero nada de problemas o ya sabrán – Dijo en tono amenazante – Te traeré algo para que te cambies – Le dijo a Toshiro.

Toshiro levantó la mirada al chico que estaba recostado en la cama.

-¿Cómo te llamas? – Dijo saliendo de la cama y parándose frente a Toshiro.

-Toshiro – Contestó un poco serio.

El chico resultó ser bastante mayor a Toshiro, su piel era morena y el pelo negro y corto. Su mirada era amenazante pero tranquila y amable en el fondo – Yo soy Jidanbo, tengo 15 ¿Y tú?

-12 – Toshiro miró un poco sorprendido, primero porque el chico era enormemente grande como para tener 15, segundo porque sintió pánico de pensar qué él podría llegar a tener esa edad en un orfanato.

-Wow, eres bastante joven – Jidanbo sonrió y Toshiro se alegró de que no lo llamara pequeño o algo que le insinuara que lo era.

Akira entró y le dio a Toshiro una pijama, que consistía en un pantalón gris y una playera blanca – Mañana las actividades empiezan a las 8 – Dijo antes de salir soltando un portazo.

Toshiro se cambió rápidamente y se sentó en la cama que daba a la ventana - ¿Por qué estás aquí Toshiro? – Jidanbo los sacó de sus pensamientos.

-Mis padres… murieron – Dijo, sintiendo su voz temblar.

-Oh vaya, lo siento – Contestó rascándose nervioso la cabeza y acomodándose en su cama – Pues yo, estoy desde los 11.

Toshiro se sorprendió más – No quisiera pasar tanto tiempo aquí – Se encogió levemente – Clavó la mirada en las estrellas – Pero tampoco sé si quisiera que alguien más tomara el lugar de mis padres.

-No es como si tomaran el lugar – Toshiro levantó la mirada a Jidanbo – Siempre he pensado que si alguien me adoptara, no sería un reemplazo de mis padres, si no como otra persona que tomó su lugar y que igual puedo sentir afecto por él y así, ambos siempre significarán mucho para mí.

Toshiro volvió a bajar la cabeza, no lo había pensado así pero tenía lógica – Bueno, descansa Toshiro, la señorita Akira es bastante histérica – Jidanbo frunció el cejo – Intenta obedecerla o hará de tu estancia aquí, un infierno,

Toshiro sonrió levemente, se metió a su cama pero permaneció mirando hacia afuera.

Cerró por un momento los ojos pero imágenes de obscuridad, gritos y miedo inundaron su pensamiento. Los abrió de golpe y sintió sus lágrimas caer de nuevo.

-Mamá…papá… - Susurró mientras abrazaba las cobijas.

~O~

-¡Despierta Toshiro! – Los gritos de Jidanbo lo hicieron sobresaltar enormemente – Te dije que no te quedaras tarde, son las 8:15 ella va a matarte.

-¿Qué…? ¿Quién…? – Toshiro estaba bastante confundido, había despertado en un lugar desconocido con otro desconocido gritándole.

Se talló los ojos nuevamente y mientras lo hacía, la realidad lo golpeó.

Sus padres. Estaban muertos. Asesinados. Estaba solo.

Sintió un nudo en su garganta y se aferró a las colchas.

-¡Hitsugaya! – El grito vino después de un azoton de puerta.

Toshiro alzó la mirada, encontrándose con la furiosa mirada de Akira.

-Te indiqué a las 8 de la mañana, son 15 minutos tarde, no creas que por ser nuevo tienes privilegios, dirígete ahora mismo al comedor – Gritoneaba, haciendo que la cabeza de Toshiro doliera más.

Toshiro se levantó de mala gana y caminó a lado de ella, Jidanbo ya estaba afuera - ¡Respétame Hitsugaya! – Escuchó a la otra gritar otra vez.

-Te digo que te lleves bien y míralo – Jidanbo se rascó la cabeza mientras entraban al comedor.

Toshiro vio la cantidad tan grande de niños y niñas que andaban por ahí, comiendo y conversando entre ellos. Todos lo voltearon a ver cuando entró pero venía tan hundido en su propia mente que los ignoró.

Caminó para servirse algo de desayuno y Jidanbo igual.

-¿Te sientes bien Toshiro? – Jidanbo preguntó una vez que estaban a la mesa. Toshiro solo revolvía su cereal con la cuchara pero no comía nada.

-¿Tu qué crees? – Contestó con tono molesto.

-Sé que es difícil pero no te lo hagas más – Dijo mientras tomaba una cucharada.

-¡No me importa! – Toshiro se levantó, alzando la voz y que en el proceso todos lo miraran – No sabes lo que siento así que déjame en paz.

-¡Hitsugaya! – Se escuchó el grito de Akira otra vez y Toshiro suspiró molesto - ¿Qué crees que estás haciendo?

Toshiro agachó la mirada, apretando sus puños.

-¡A mi oficina de inmediato! – Akira gritó de nuevo para después salir.

Toshiro alcanzó a escuchar alguna que otra risa pero lo ignoró. Caminó hasta salir.

Una vez en la oficina estaba sentado frente al escritorio de la noche anterior – Ese comportamiento no te ayudará en nada, Hitsugaya ¿Crees que alguien te querrá así?

Cada palabra taladraba en el cerebro y corazón de Toshiro. Dolía como no tenían idea que le dijeran eso.

-Oh, señorita Akira, disculpe la interrupción pero acaba de llamar un señor y concertó una cita para venir mañana a ver a los niños, quiere adoptar – Dijo pasándole una hoja.

-Bien, gracias – La otra mujer salió – ¿Escuchaste eso Hitsugaya? Mañana vendrá alguien y tú estarás castigado, no me importa que sea tu cumpleaños.

Toshiro hacía su mayor esfuerzo por contener las lágrimas. Asintió levemente.

-Ahora vete, termina de desayunar y después vete a la biblioteca.

Se levantó y salió del lugar, tenía tan fuertemente apretados sus puños que ya había una pequeña gota de sangre brotando de una cortada en su palma.

La mayoría de los niños correteaba por aquí y por allá.

-Mañana vendrá alguien, espero me quiera a mí – Dijo una niña que pasó a su lado con otra más.

-Hay que portarnos bien – Contestó la otra.

Toshiro podía sentir como algunas lágrimas ya se habían soltado en su cara pero las desapareció tallándose los ojos. No le importaba quien quiera que fuera a venir mañana. De todas maneras, era su cumpleaños y lo que menos quería era que alguien estuviera con él…

Continuará…


Posiblemente, este capítulo está haciendo parecer que el fic será dolor y sufrimiento pero no, no será así. Lo prometo. Después de este capítulo las cosas irán mejorando. Lo que pasó con sus padres lo revelaré después Hehe.

Espero les llame la atención mi loca idea y les guste :)

(Esperamos sus reviews :3)

Sayone!


23 de Febrero del 2014