Katekyo Hitman Reborn no me pertenece.

¿Qué qué hacías ahí? Rescatar a tu hermanito, ¿Por qué? Porqué el décimo Vongola era un desgraciado que arriesgaba la vida de un pequeño niño a lo imbécil.

Claro que eso no se lo dirías a Gokudera, eras asesina, no suicida, y había una clara diferencia marcada entre ambos. Lambo se encontraba sentado en tus piernas comiendo felizmente los dulces de uva que habías conseguido para él mientras los guardianes del décimo Vongola te miraban con desconfianza. Gokudera se encontraba al otro lado de la habitación con un aura depresiva a su alrededor y estaba estrellando su cabeza contra la pared murmurando incoherencias relacionadas con el hecho de no respondieras ambas preguntas en voz alta.

Reborn se había mantenido callado durante todo el camino y ahora te observaba sin dar la más mínima pista de sus pensamientos. Frunciste el ceño.

Ninguno se había movido ni siquiera un centímetro desde que te habías sentado en la cama del decimo, parecían estatuas embrujadas.

-Bueno, ya nos vamos.- Al parecer esas palabras fueron suficientes para regresarlos a la vida, puesto que en menos de cinco segundos ocho armas te apuntaban.- Parece ser que no.

Te dejaste caer pesadamente de nueva cuenta en la cama, pero ninguna de las armas cambió su dirección ni se movió, justo en ese momento el Décimo Vongola entró a la habitación con una bandeja gris y varios bocadillos, casi se cae, el muy inútil, cuando vio la amenaza de la que eras ¨víctima¨

-¡Nyahahaha! ¡Dame-Tsuna ha traído bocadillos para el gran Lambo-sama!.- Sonreíste levemente cuando tu hermanito se paró hecho la raya para arrebatarle al susodicho unos cuantos onigiris y la atención de los guardianes del décimo se vio desviada, permitiendo que ¨escaparas¨ fuera de su margen de ataque.

-Como le decía, Décimo.- Le llamaste caminando sobre las puntas de tus pies de manera juguetona y con las manos entrelazadas detrás de tu espalda.- Mi padre es un imbécil, no por nada tenemos tan mala reputación los Bovino, y es por eso que permite que Lambioni se quede aquí.- Dijiste parando súbitamente y borrando la sonrisa juguetona de tu rostro.- Pero yo no soy mi padre, y me encuentro totalmente en contra de que la vida de Lambo sea arriesgada de forma tan imprudente.

El muchacho te vio con una cara llena de confusión.

-¿Si eres el Décimo Vongola, no? Es que has puesto una cara de confusión que solo un imbécil pondría, ya que he sido bastante clara.- Este cayó al piso lamentándose patéticamente -En tu opinión- Mientras Lambo se burlaba de él.- ¿Y bien?

-Es el décimo Vongola, no intentes jugar conmigo Renata.- Siseó el sicario número uno con veneno impregnado en la voz.- ¿Cuál es el verdadero motivo de tu presencia?

Dejaste salir un suspiro de molestia.- ¿Cuántas veces tengo que repetirlo? Vine aquí a recoger a Lambo

El castaño se puso de pie y empezó a temblar de pies a cabeza, acción que te recordó a un perro chiuahahua.

-¡Reborn-san! ¡Algo tiene que estar mal aquí!.- Exclamó Gokudera consiguiendo que los guardianes pusieran su atención en él.- Laria nunca vendría tras el Décimo, nunca se afronta a cosas que no están dentro de sus habilidades.

Sentiste como tu rostro se ponía rojo de poco a poco, mientras un tic comenzaba a hacerse presente entre tu parpado y tu ceja. Y, pues ni modo, te lanzaste encima del chico bomba como hembra en plena caza.

-¡¿Qué es lo que quisiste decir con eso, bastardo desgraciado?!.- Exclamaste sentada en su estómago y agitando sus hombros de arriba abajo provocando que su cabeza diese ligeros choques contra el piso.- ¡Si quisiera deshacerme del décimo Vongola ya lo hubiese hecho! ¿Cómo osas dudar de mis habilidades? ¡No eres más que un trol explosivo-!

Varios pares de manos empezaron a jalarte en un intento de quitarte de encima del guardián de la tormenta, lo cual lo único que ocasionó fue que aferraras hasta tus ¨garras¨ a la camisa del peliplateado.

Dejaste de agitarlo y te dejaste mover cuando recordaste una escena similar varios años atrás.

Tú y Gokudera se habían conocido un par de meses antes de que este escapara de la casa de su padre. Era una reunión sencilla para reafirmar el tratado de paz de las familias más débiles, por obvias razones tu familia se encontraba en encuentro. Te encontrabas regresando a tu habitación, pues desde muy temprano tu padre te había dejado en claro que no quería que ni tu ni tu hermano interviniera en la reunión. Fue cuando entraste a tu cuarto que te encontraste con un niño angelical, de cabello plateado y ojos verdes que tenía más o menos tu edad.

Pero el niño resultó no ser tan angelical como querías, puesto que al instante ubicaste sus manos, donde sujetaba unas tijeras y la cabeza de uno de tus osos de felpa con fuerza.

-¡¿Por qué le has cortado la cabeza a Filomeno?!.- Chillaste con horror.

El niño te miró como si fueras la niña más molesta en la Tierra antes de contestar.

-Porqué los osos de felpa son estúpidos.

Y bueno, eso había sido suficiente para que te le lanzaras encima.

-¡¿Es que acaso estás loca mujer?!:- Exclamó el peliplateado una vez que se hubo puesto de pie mientras se sobaba la cabeza.

-¡No, cabronazo de mierda!.- Exclamaste con indignación ante el tono de voz que te dirigia.-¡Deberías agradecer que no te mate! ¡Debería cortarte la cabeza como tú se la cortaste a Filomeno!

El silencio en la habitación se hizo presente mientras el décimo Vongola y el guardián de la lluvia miraba con horror al chico, el guardián de la nube y el guardián de la niebla lo miraban con interés y el guardián del sol lo veía completamente impactado.

-¡¿Otra vez con eso?! ¡Han pasado más de nueve años!

-¿A-asesinaste a una persona, Gokudera-kun?.

En la voz del Décimo Vongola el temor era fácil de detectar, bufaste fastidiada, no pudiendo creer que escogieran a tal mocoso como jefe de la siguiente generación.- ¿Acaso no estás escuchando? Asesino a Filomeno.

El peliplateado lanzó sus brazos al aire, claramente harto de toda la situación.- ¡Era solo un oso de felpa, uno muy feo!

-¡¿Cómo te atreves?!.- Chillaste con enfado.- ¡Filomeno era simplemente hermoso! ¡Y era mi mejor amigo!

-Por favor, estoy seguro de que te has comprado más porquerías a lo largo de los años.- Dijo el chico cruzándose de brazos y mirandote con el ceño fruncido.- Súperalo

Te cruzaste de brazos de igual forma dándole la espalda.- Mi amistad con FIlomeno era especial.- Miraste de reojo a tu alrededor, tu pequeño teatro parecía estar dando resultado al haber confundido a los guardianes, quienes comenzaban a dejar de considerarte una verdadera amenaza después de oir la historia del oso de felpa. Pues claro, ¿Quién puede considerar temible a una muchacha que llora la perdida de un muñeco?

Reíste crudamente en tu mente mientras tres de los guardianes que te vigilaban se aseguraban del estado del peliplata y el castaño regañaba a tu hermano por ¨No tener en consideración el apetito de los demás y comer cuanto se le daba la gana¨

-No puedes llevarte a Lambo.- La voz infantil del arcobaleno del sol interrumpió tus pensamientos.- Es el guardián del Décimo Vongola.

Dejaste de darles la espalda, acción prematura a la cual te había llevado el coraje que sentiste al escuchar esas palabras.

-No me importa que tantos años aparentes, arcobaleno. Tú ya no eres un niño y tienes las manos manchadas, ¿A quién podría importarle tu pérdida? ¡No tienes a nadie!.- Dijiste por lo bajo seriamente.- Pero Lambo es un niño, uno inocente, que no debió haber sido arrojado dentro de este juego. No me importa si no tengo tu aprobación, pequeño Señor.- Siseaste riendo secamente ante tu propia mala broma.- Mi hermano regresa conmigo hoy mismo a Italia.

-¿Y cómo lo harás?.- Contestó el arcobaleno con el mismo tono burlón.- Somos seis contra uno.

Recorriste con la mirada la habitación.- Es muy sencillo, noquearé en tres segundos a estos guardianes de los que están tan orgullosos, dañaré la memoria del Décimo Vongola y después de asesinaré. Como resultado final saldré caminando de esta casa como si nada hubiese ocurrido.

Los cinco guardianes se tensaron ante tu amenaza y se colocaron en posición de pelea mientras que el Décimo aterrado tomaba a tu hermano menor en brazos y se escondía tras los demás adolescentes -Y bebé-

Oh bueno, tú también podías jugar el juego del guerrero extremo.

¡Hola, hola! ¡He regresado después de tanto tiempo! Y les vengo dando la buena noticia de que he estado avanzando con las actualizaciones de algunos de mis fics ;)

Espero que les haya gustado el capítulo :D y me voy con la promesa de que regresaré en menos de dos meses con un capítulo mucho más largo 8u8 esto es solo una reintroducción (?)

Como sea, si hay alguien aquí que le guste ¨Shingeki no Kyojin¨, estoy buscando OC´s para reescribir un fic que tenía ya hace un tiempo :v así que si están interesados D: por favor mándenme un PM con su ficha de personaje.

¡Nos leemos!