Disclaimer: Ni Fairy Tail ni sus personajes me pertenecen, la historia en cambio si es de mi creación.


Masquerade.

i.


"Alguna vez alguien dijo: Este lugar esta lleno de oscuridad. Pero eso no significa que no halla una luz"

~Oz, Pandora Hearts.


De camino al pequeño bar que había a las afueras de la ciudad, caminaban Natsu y Lucy sobre los adoquines de las calles principales de Hosenka. La suave brisa de verano les revolvía el cabello y los árboles se movían al compás del viento. El sol de verano que ya se estaba ocultando, cubría todo con una luz roja anaranjada y le daba un aspecto mágico a todo lo que alcanzaba.

Era un día tranquilo de verano, igual que cualquier otro. Ninguno tuvo ningún mal presagio de lo que depararía el día. Pero... ¿Quien lo haría? El aspecto mágico que tenía la ciudad a estas horas de la tarde, con las calles y las ventanas brillando en color naranjas y rojos le daban a todo un aspecto de encantado y un ambiente agradable.

Era un día como cualquier otro. Esta mañana, se habían levantado, tomaron desayuno y Lucy le había propuesto salir por la tarde a un bar que conocía, Natsu no había tenido ningún problema en aceptar. Después de todo, un día que otro tenían que pasarse por la ciudad, no se podían quedar en las afueras para siempre, además ese bar también estaba lejos del centro de Hosenka, no muy alejado de donde vivían.

Era el lugar ideal para uno de esos calurosos días.

Después de eso, Lucy se había ido arreglar y Natsu se fue a vagar un rato por las afueras. Una vez que llego, se vistió e igual que todos los días tuvo un especial cuidado cubriendo su marca de Fairy Tail. A pesar del tiempo no había sido capaz de deshacerse de ella, Fairy Tail era su familia y no pensaba olvidarlos, así que la había dejado en allí brillando en la parte alta de su hombro en contra de lo que le habían dicho pero, tenerla allí significaba tener cuidado para que Lucy no la viera porque si eso pasa todo el esfuerzo que había hecho hasta ahora para que ella no se junte con ellos sería en vano. Porque no permitiría que Lucy se acercará a Fairy Tail. Nunca más.

Los dos vivían en Hosenka desde hace tres años. Natsu había escogido ese lugar, aparte del hecho que fuera uno de los mejores balnearios, tenía que reconocerlo por más que le doliera –porque le dolía, el pecho se le oprimía cada vez que pensaba en ello– lo había escogido porque era la ciudad más tranquila y alejada de Magnolia que había en Fiore. De haber dejado a Lucy habría escogido Magnolia, de seguro. Pero uno de los recuerdos que Lucy tenía era de cuando jugaba niña en una playa y Natsu le dijo que a lo mejor sus recuerdos regresarán con el tiempo si vivía cerca de una. Lucy escucho eso y aceptó encantada.

Con eso, su primera misión había sido completada: "Alejar a Lucy de Fairy Tail" y era ahí cuando empezaba la segunda: "No debe recordar ni saber nada".

Era imposible que no supiera nada acerca de la magia que rondaba por todo Fiore, pero le mantendría oculto el hecho de que ella era una de las pocas personas que podían usar magia y que él también. Y además le mantendría oculto el que ellos alguna vez habían estado en Fairy Tail. El nombre era imposible que no se escuchará de rumor en rumor, y algunas veces los rumores podían ser demasiados grandes, pero siempre los deshacía diciendo cualquier estupidez.

"No son nada más que hadas, no les prestes atención" le decía y luego pensaba para su mismo "Y yo soy una de ellas y tu también pero..."

Así era, Lucy no tenía ningún recuerdo que fuera de tres años más atrás. Recordaba un poco de su infancia cuando tenía como siete o seis, quienes eran sus padres y sus datos básicos: Su nombre era Lucy Heartfilia y que tenía diecinueve, pero hasta allí llegaba todo. No sabía que había pasado entre ese lapso de tiempo. No recordaba nada, ni nadie.

No recordaba que alguna vez en el pasado había salido con Natsu, no recordaba que alguna vez había sido parte de eso que ella apenas le importaba, parte de ese gremio llamado Fairy Tail, no recordaba las aventuras que había vivido con Gray y Erza ni siquiera sabía sus nombres, no recordaba el desafortunado evento que le había sucedido hace tres años y no recordaba que era la última y la más poderosa maga estelar que jamás había existido y que quedaba en todo Fiore.

No recordaba nada de nada.

Natsu se había asegurado de que así fuera.

~•~•~

"Magia... ¿Crees en la magia?" susurró una voz en la cabeza de Lucy.

"¡Claro! Vivimos en un mundo de magia, sería un estúpido el que no creyera. Pero hay pocos que pueden usarla, es una lástima que yo no sea uno de ellos"

"¿Segura? ¿Cómo lo sabes, si nunca has tratado?"

"¿Tratar? ¿Cómo hago eso?"

La vocecita río.

"Magia... ¿No crees en ella?

"Ya te he dicho..." empezó a decirle pero se acallo cuando volvió a escuchar a voz murmurar algo. Murmuraba una sola frase.

"Algo distinto. Algo distinto. Algo distinto. Busca, busca y hallarás. ¿No es eso lo que te dices?"

~•~•~

En el bar no había mucha gente, se llenaba cuando la noche era más oscura. Ahora sólo estaban ellos dos sentados en la barra riendo, otra pareja en una de las mesas y dos chicas en una mesa al fondo. Natsu y Lucy conversaban animadamente sin prestar atención a lo que pasaba a su alrededor. El sol ya había caído por completo y la luna empezaba a salir en el cielo sin estrellas de verano, bajo esa oscuridad se movían dos sombras sigilosas por los adoquines de la misma calle que habían cogido esa tarde y ambas sombras se dirigían al mismo sitio en el que ellos estaban.

Fue ahí cuando esas sombras se acercaron que comenzó a desatarse el infierno.

Una de las chicas que estaba sentada en la mesa de al fondo se acercó a la barra poniéndose justo al lado de Natsu. Natsu no dijo nada y sigo hablando como si nada pasara. La chica pidió dos copas de piña colada al chico del bar y se sentó a esperar su pedido. Llevaba un vestido blanco que le llegaba hasta las rodillas y un sombrero del que salía una larga y oscura cabellera y le cubría el rostro. La chica levanto el sombrero para agitarse la melena que desprendió un olor suave y aromático. Natsu percibió ese aroma y todos sus nervios se alteraron.

Era uno de los que había sentido en el incidente de hace tres años. La ira lo hundió de pies a cabeza y se paró tan rápido de su asiento que lo volcó. Miraba a su atacante con el puño envuelto en llamas, Lucy se sobresaltó ante la reacción de Natsu y soltó un pequeño grito echando su sitio hacia atrás.

Natsu le hacia frente a la chica que acaba de revelar su rostro. Una melena larga y oscura que le bajaba hasta la cintura, nariz respingada, labios carnosos y unos grandes ojos negros. La mano derecha de Hades. Ultear.

-Vaya, vaya. El pequeño dragón de fuego, ha pasado un tiempo -le dijo ella a modo de saludo.

-Si -asintió Natsu entre dientes- Ya me olvidaba como era ese maldito rostro tuyo.

-Vamos -sonrió pícaramente- ¿Me vas a tratar así luego de que nos reencontramos después de tanto? De qué nos encontramos a ti y a esa rubia que esta detrás a la que todos pensábamos ya...

Natsu no la dejo terminar y le lanzo una de sus flamas. Ella la esquivo saltando a un lado con elegancia. El dueño del bar salió y les grito como loco al ver que el local se estaba incendiando.

-No uses magia así es lugares públicos ¿pretendes quemar todo este lugar?

Natsu no le respondió sino que hizo el ademan de lanzar otra pero un sonido seco hizo que la apagara y jalara a Lucy de la muñeca para ponerla detrás suyo.

Una columna de hielo creció del suelo y los obligo a retroceder para no ser alcanzados por los picos que tenía.

Al otro lado de la pared de hielo escucho la voz de Ultear: "Maldición, ya llego la mala compañía"

Mientras tanto en el otro lado los nervios de Natsu se ponían a flor de piel. Lucy estaba escondida detrás de el. "¿Que esta pasando?" murmuro contra su espalda.

Natsu estaba distraído pensando en otras cosas: "Esa magia... No puede ser... ¿Gray?"

De un momento a otro la columna desapareció cayendo al suelo en finos pedazos como si fuera nieve. Lucy soltó un pequeño grito y Natsu utilizo su cuerpo para protegerla.

-¡Tu! -exclamo otra voz, esta vez una voz ronca. Natsu la reconoció de inmediato. No podría no hacerlo después de vivir con ella casi toda su vida. Erza.

Titania se paraba amenazante a la entrada del bar –si es que se podía llamar bar– el techo ya estaba todo destrozado, una parte ya se había incendiado por completo y la columna de hielo había terminado de destrozar el piso. Titania ataviada de su arma del cielo se paraba a la "entrada" del local, a su lado se paraba Gray sólo con el pantalón puesto como era costumbre. Los dos estaban mirando a Ultear con ira en los ojos y a la chica de pelo rosa que se había parado a su lado.

-¡Vendrás con nosotros! -amenazo Erza apuntando su espada hacia ella.

-¿Lo haré? Todavía tengo asuntos que atender con la pequeña chica de ella.

-¿Chica? -pregunto Erza y volteo a ver de quien estaba hablando pero no pudo ver mucho porque una flama ardiente cubrió todo el local y le impidió hacer algo.

-¡Rugido del Dragón de Fuego! -exclamaba Natsu al mismo tiempo que las llamas surcaban hacia Ultear. Extendió una mano y su arca del tiempo las absorbió todas. Erza se había quedado perpleja al igual que Gray cuando vieron esa magia, una magia que no pensaban volver a ver así que no hicieron nada cuando Ultear se volvió amenazante hacia Natsu.

-Así que al final si es verdad lo que dicen. -dijo Ultear con sorna- La maga estelar esta viva ¿quien lo diría no? Después de lo que pasó hace tres años.

-Natsu ¿de qué esta hablando? -murmuraba Lucy contra su espalda.

-No la escuches. -le ordeno tajante.

-¿Natsu? No puede ser... Tu... -murmuraban Gray y Erza- Desapareciste del gremio... hace tres años... Después de que...

Se interrumpieron cuando vieron a la chica que se ocultaba detrás de él.

-Imposible... No puede ser, Natsu... Imposible... La maga estelar... Lu...

-Ah -interrumpió Ultear con la voz aguda- Que bonita reunión familiar. Es pena, pero nos tenemos que ir, dejaremos que ustedes tengan su feliz reencuentro. -y luego miro ferozmente a Natsu- Pero recuerda, el Maestro Hades vendrá por ti, Lucy Hearfilia.

Y desaparecieron ambas en la oscuridad de la noche dejando las palabras resonando en los oídos de Lucy.

Mientras tanto, la rabia hervía en el cuerpo de Natsu y la sorpresa los había dejado congelados a los otros dos. Ambos miraban con las bocas y los ojos abiertos de par en par a la chica de la melena rubia que brillaba bajo la luz de la luna y se ocultaba detrás de Natsu. Murmuraban palabras inconexas que no tenían ningún sentido, Lucy se relajó un poco e hizo un ademan de salir de atrás de la espalda de Natsu pero el brazo firme que el chico pelirosa extendió se lo impido completamente.

Esa acción hizo que Erza saliera un poco de sus pensamientos y fijara la vista en el pelirosa.

-Natsu -dijo Erza tratando de hacer que su voz no temblara- Hace tres años, vi como Lucy moría a manos de Hades. Ahora... ¿Por qué Lucy está aquí contigo?


Holas de nuevo! ^^

Esta vez les traigo un nuevo fic que espero que les halla gustado.

¿Continuación o no? Es decisión de ustedes.

Espero escuchar sus opiniones ^^

Nos leemos, entonces.