"Querido diario:

Sé que no te he utilizado… apropiadamente desde hace meses y de verdad lamento usarte para dibujos tontos y también arrancar tus hojas para hacer barcos de papel. Pero hoy tengo algo muy importante que decirte… mi mejor amiga me besó."

Eso escribió Diamond Tiara en su diario aquella noche que la luna llena gobernaba sobre los cielos.

No podía conciliar el sueño. Sólo podía rememorar ese momento mágico una y otra vez.

"¿Mágico?"

Escribió con lentitud, dudando de aquella palabra por un segundo. Quiso borrarla pero no pudo, algo muy dentro de ella lo impedía.

Tanta fue la presión que comenzó a derramar lágrimas. Estaba desesperada por descubrir lo que le pasaba. La duda la atormentaba. También lo desconocido.

"No sé qué hacer diario. Tengo miedo. No puedo dejar de pensar en eso. En ella. Ni siquiera la veo como mi amiga… pero tampoco puedo pensar siquiera en alejarme o decirle que ya no seamos nada."

Con frustración arrojó su diario contra la pared y hundió su cabeza contra el acolchado de su cama de dos plazas y gritó para desahogarse.

Funcionó, pero no demasiado.

Luego de permanecer así por unos minutos se levantó de la cama para ir al baño y mojarse con agua fría. Pero se percató de cómo la luz de la luna invadía su cuarto y señalaba hacia su diario.

Algunas de sus páginas se había separado por la fuerza del impacto.

Angustiada recogió las hojas y trató de acomodarlas guiándose por el primer escrito que reconocía.

"Es la primera vez que escribo en uno de estas cosas. Mi nueva amiga me lo obsequió, dice que se llama diario. Hace mucho frio aquí. Estoy en una especie de campamento donde los hijos de padres como mi papi se divierten un rato.

Conocí a una potrilla agradable, se llama Silver Spoon. Durante los días que duró el campamento nos hicimos muy buenas amigas. Sus lentes son chistosos."

Rió al acordarse de las primeras impresiones que tuvo de Silver. Siguió leyendo las anotaciones inocentes de su ser hasta llegar a una parte que consideró importante.

"Silver Spoon me dijo que gracias al trabajo de su padre se iba a mudar a Ponyville ¡Ahora podremos ser amigas para siempre! Aunque últimamente me he sentido rara. No sé como describirlo pero a la hora de dormir sentía un extraño calor en mi pecho, lo extraño es que sucedía porque compartía la carpa con Silver.

No voy a mentirte diario, me encanta la sensación. Haré lo posible para mantenerme de esa forma cuando volvamos a Ponyville."

Esa declaración escrita dejó pensando a Diamond. Por más inocente que fuese su escrito, y teniendo en cuenta que en ese entonces no sabía nada del amor, podía identificar esa misma sensación de aquellos días en el beso de Silver.

Debía seguir investigando.

Durante toda la noche permaneció ordenando y leyendo página tras página de su diario intimo descubriendo con asombro como su relación con su mejor amiga crecía cada vez más al punto de llegar a ser muy intimas.

Y cada cierta cantidad de paginas volvía a leer lo mismo.

Fuertes palpitares.

Sensaciones cálidas.

Mente en blanco.

Ganas de abrazarla y nunca soltarla.

Y sólo ocurría cuando organizaban piyamadas. Más específicamente cuando compartían la misma cama para dormir.

«¿Pero qué ocurre? ¿Por qué sentía eso cuando estaba con ella?» pensaba.

Pero cuando parecía que estaba a punto de descubrir la causa encuentra algo que no esperaba. Hojas garabateadas.

Todas y cada una de ellas.

Pasaba las páginas con mayor velocidad cada vez, sólo para descubrir que estaban ilegibles.

«Rayada. Rayada. Rayada. Rota. Arrugada. Borrada ¡Rayada rayada rayada!».

Dio un grito de resignación antes de dejarse caer al suelo ¿Qué significaba todo esto? ¿Por qué la mayoría de esas páginas estaban así? Se concentraba en vano tratando de recordar lo sucedido.

Algo en su interior le intuía que Silver Spoon estaba detrás de todo esto.

¿Pero como averiguarlo?

XXX

A la mañana siguiente el sol coronaba las primeras horas de la mañana y los potrillos como nuestras protagonistas debían asistir a un nuevo día escolar.

Como siempre Silver Spoon caminaba sola hacia la escuela. No estar acompañada de Diamond durante el trayecto era moneda corriente pero esa mañana había algo extraño. Tenía el presentimiento que alguien la seguía de cerca.

Pero sus sospechas se hicieron de lado al ver un regalo en el suelo con un gran moño rojo y papel de regalo blanco.

Vio a los lados esperando ver a alguien escondido. Debe ser bueno en ello porque no vio a nadie.

Con precaución sacó el listón con sus dientes y rompió la envoltura. Su ceja se alzó en duda al ver una venda junto a una nota escrita.

"Póntela y camina lentamente hacia adelante"

Estaba escrito con una impecable letra de carta.

Sin oponerse se vendó los ojos y empezó a dar unos lentos pasos hacia el frente asegurándose que no hubiera arboles con los que chocar.

Diez pasos fueron necesarios para llegar a su sorpresa.

Un gran sonrojo se hizo presente en sus mejillas al sentir como unos labios hacían contactos con los suyos. Todos sus sentidos se dispararon y su corazón había llegado al cielo.

Sólo había una poni que podía hacerle sentir de esa manera.

La misteriosa yegua retiró sus labios de Silver y le quitó la venda. Siendo una cálida sonrisa lo primero en ver, seguido de un sonrojo igual o mayor al de ella, unos ojos azules grisáceos que se escondían bajo una mirada coqueta y al último su toque personal, su tiara de diamantes.

—¿Pensaste que podía dejarte ir sola a la escuela después de lo que me hiciste ayer? —dijo Diamond Tiara en su tono normal de bravucona.
—Y-yo n-n-no quería —el nerviosismo la obligó a silenciarse a sí misma con su casco.
—Aun tengo muchas dudas sobre esto Silver, pero sé que podremos resolverlo —explicó tomando el casco de Silver—. Juntas.

Su corazón se derritió en su pecho por las palabras de su amada que le daban una oportunidad para estar juntas jurando para sus adentros que la ayudaría a despejar todas sus dudas si eso significaba estar juntas para siempre.

—M-mejor nos vamos o llegaremos t-tarde —dijo nerviosa Silver retomando la compostura.

Ambas recorrieron el camino habitual hacia la escuela, sólo que está vez iban cabeza con cabeza, simbolizando su "unión". El canto de los pájaros y el brillo del sol lo hacían aun más especial.

Una última anotación.

"El enigma del mañana es lo que nos impulsa a intentarlo el día de hoy"


Y hasta aquí llegó mi fanfic, espero que les haya gustado.

Es el fanfic mas corto que he escrito hasta ahora y a diferencia con el de navidad es que lo traje a tiempo esta vez xD.

Soy consciente que dejé huecos en la historia y es que estoy pensando continuar con el fanfic si es que tengo tiempo libre, y ganas sobre todo. Pero por ahora eso es todo por este pasado dia de san valentin.

Recuerden, si les gustó dejen un review, cualquier duda o consulta pueden mandarme un MP no muerdo.

Nos vemos, se despide, Exelion.