Pensamiento tras pensamiento y pregunta tras pregunta iba razonando para mí mismo si hacerle caso a Elsa, o por el contrario dejarme llevar por esta curiosidad matadora y librarme de las dudas del pasado de la castaña.
Algo muy dentro de mí me dice que, al cruzar esta linea, el preocuparme por ella, conocer quién o qué fue de ella en su pasado, es incluso más profundo que buscar violarla o tener cualquier contacto físico. Si Hanji logra abrirse a mí de una forma tan íntima, no creo que haya vuelta atrás para mí.
Al salir de la enfermería parte de las ideas que me nublaban la mente se vieron casi disipadas al encontrarme los pasillos de la legión tan desérticos. Un ambiente lo suficientemente privado como para poder hablar con Hanji más íntimamente. Bravo Levi, ahora intimidad es lo que buscas con ella… Dios.
Me dispuse a subir a los pisos de arriba, los dormitorios. Pensándolo bien y sabiendo que estoy en el mismo recinto que ella, no sería de esperar que fuera directa a su habitación, pero a estas alturas he decidido que si, pienso hablar con ella. Oh, Levi, Levi…. ¿Y si encuentras más rechazo del que ya tienes? ¿Y si consigues que se aleje de ti de por vida? Con la efusividad que te ha recibido antes, seguro que muere de ganas por hablar contigo y arreglar las cosas…
Apartando las dosis de realidad que pasaban por mi mente, una parte de mi pensaba en que, siendo totalmente educado y amable con ella, podría funcionar.
Con la mente algo atareada aun por mis ideas, llegué a la puerta de su habitación por arte de magia, la cual si hubiese estado cerrada estaría tirada por los suelos. Joder Levi, si sabes que no va a estar aquí, ¿para que te empeñas? Si al final tendrá razones y todo para huir de tí, pareces desesperado… ¿En qué momento de tu triste vida te volviste un acosador?
Aceleré el paso entre los pasillos, intentando adivinar a qué dirección podría haberse ido la castaña, no puede haber ido muy lejos. Confirmando lo que acababa de pensar, vi hondearse su característica coleta fuera del recinto donde me encontraba, acababa de salir.
Mierda. Corrí en dirección contraria para dirigirme a la puerta principal, casi suplicando que a Hanji no se le diera por acelerar el paso.
De un portazo, abrí ambas puertas de la entrada y miré al frente. Nunca imaginé un dolor tan punzante en la boca del estomago ante tal estampa: Moblit estaba hablando con Hanji. Y, para mas inri, se veía que ambos estaban extrañamente contentos.
Algo muy dentro de mi mente acaba de romperse al verla de nuevo sonreír tan alegremente, tan característicamente como solía hacer, justo antes de que lo cambiase todo… Justo antes de que esa sonrisa que tanto me irritaba y reconfortaba sin saber muy bien por qué, ya no era por ni para mí.
Tal vez Elsa se equivoca, y Hanji prefiera realmente a gente normal más de lo que crea conocer a la castaña. Tantos años en la legión quizá te nublaron la mente y la realidad Elsa, y ahora Hanji pretende hacer lo mismo conmigo.
Quedé en estado de shock por varios minutos, sin poder reaccionar de forma móvil a mi posición estática. Joder Levi, dí algo, camina… Haz algo. ¿Desde cuando alguien a podido contigo, Levi? ¡Por dios, camina hacia allí! ¿No era que te molestaba tanto que ese rubio ceniza se relacionase con ella? Entonces, ¿¡por qué no haces nada!?
Como si de un espejismo se tratase, Moblit tomó un camino distinto al de ella después de despedirse de una manera bastante normal entre camaradas, cosa que me calma un poco los nervios. Una oportunidad perfecta para hablar con ella después de este ataque de lo que parecen celos enfermizos hacia ese pobre muchacho, a quien algún día partiré la cara en dos.
Hanji tomó el camino a lo que parecía el pueblo, mientras que Moblit se alejaba de ella y acercaba a mí al mismo tiempo. Pareció no darse cuenta si quiera de mi presencia, pues se le veía bastante feliz como para percatarse de mi ira más que palpable en el ambiente. Cuando estuvo algo más cerca de mi posición y POR FIN me vio, un aura de preocupación inundó su cara. Satisfactorio, he de decir.
– S-señor Levi -tartamudeó el rubio- No esperaba verlo ahí parado…
Sus movimientos y su forma de hablar eran aun más torpes que de costumbre, dándome una pizca de autoestima que creía ya perdida ante este rubio impertinente. Un gran escalofrió me traspasó el brazo derecho a modo de impulso, casi obligatorio de querer darle un puñetazo. O varios.
– Nada en particular, y menos que te incumba. -solté finalmente ahogando los fuertes deseos de darle una paliza delante del cuartel.
– Veras Levi -empezó a hablar en un tono mucho más sereno y serio que antes- No sé qué se trae entre manos con la Señorita Hanji, pero deberías de pensártelo dos veces antes de intentar volver a hacerle algo, por el bien de sus camaradas del bajo mundo y por el suyo propio.
– ¿Me estas amenazando pedazo de mierda suicida? -se encaró frente a frente con el rubio, aun siendo más bajo que el mencionado, sus frentes estaban a la par.
– Hazme algo y más de veinte soldados te noquearán y expulsaran de la legión, a ti y a tus amiguitos. -susurró sin ningún tipo de miedo hacia el demonio que tenía delante, ya no parecía el mismo Moblit de siempre.
– No tienes ni idea de lo que te haré cuando no haya público, ¿acaso no sabes bien quién soy? -su voz resonaba ronca en lo que ahora era un patio más que desierto, vigilado por un par de ojos, atentos de cualquier movimiento amenazante.
– Sé muy bien quién eres, y es precisamente por eso que no te quiero cerca de Hanji. Ni a ti, ni a nadie que pueda hacerle más daño.
Los ojos de este niño ya no eran unos ojos inocentes que solo quieren transmitir vulnerabilidad o cierto desconcierto hacia todo lo que se le decía, sino que ahora estaban vivos. Tenían cierta chispa amenazante hacia mi persona, la cual vería totalmente apagada si no fuera porque sé que me vigilan. Un paso en falso, un impulso, un movimiento mal dado y todo se va a la mierda. ¿Quién es este chico que tengo delante y qué a pasado con el "amable" de Moblit?
– Yo no pienso en hacerle ningún daño… -intensificó el contacto frente a frente a sabiendas que no podía intensificarle un puñetazo en el abdomen.
– Eso cuéntaselo a alguien que se lo crea, alguien que no sea capaz de ver la herida que tiene en el vientre por tu culpa. Además, ¿creías que no me daría cuenta del corte que tiene en el cuello?– escupió en la cara y orgullo de Levi, quien ahogó un gruñido de furia.
– ¿Qué? – preguntó casi por inercia a esas palabras que lo pillaron por sorpresa.
– Sabes muy bien el qué, ese corte que intenta esconder con el que parece ser tu pañuelo. ¿Cuando se lo hiciste? ¿Cuando intentaste volver a matarla ? – afirmó con esa segunda pregunta con la total intención de molestar al azabache.
La ira y la culpa me poseían el cuerpo cada vez más, sabiendo que en cualquier momento este desolado patio se iba a llenar de gente suplicante de que le perdonase la vida a Moblit, que no lo matase a golpes como ardo en deseos de hacer.
– Escuchame. Aunque sepa que no quieres hacerlo… -fue el rubio quien relajó el contacto y se separó del azabache- A diferencia de ti, me preocupo realmente por ella. Me preocupo y procuro que no le pase nada, que siga con vida tras cada expedición, que siga siendo capaz de ser feliz aun cuando este mundo es triste y cruel…
De cierta manera, pude ver cómo ese hombre desconocido para mí dejaba ver al verdadero Moblit intentando excusarse de la situación para hacerme ver algo que, sinceramente, comprendo de una forma u otra. Por mucho que me duela, está intentando defender a Hanji, alguien a quien yo no puedo proteger. Por mucho empeño que le ponga, a estas alturas sé que ella no querrá mi protección y yo no podré dársela.
– Hanji es muy importante para mí. -soltó directamente dichas palabras, las cuales recibió el corazón de Levi de manera pesada. - A diferencia de ti, jamás se me pasaría por la cabeza hacerle daño, cosa que has hecho más de una vez por lo que veo.
Las dagas de la verdad que soltaba por momentos me estaban dejando mucho mas destrozado que la indiferencia y desprecio que Hanji me estaba dando. Dos veces tuve el pensamiento de querer matarla, y una vez el peor de querer hacerla mía sin ningún consentimiento. Duele ver que este energúmeno tiene razón en algo, y es que soy un hombre que solamente ha traído desgracias a Hanji.
– Tu silencio habla más que tú. Aun cuando estoy lejos de ella sé cuando está mal, cuando está confundida o desorientada, y que estés tú aquí demuestra que todo lo que le está pasando es cosa tuya. No quiero saber ningún detalle, solamente quiero que te alejes de ella, por su bien… -Moblit miraba con seguridad a los ojos de Levi, con una gran esperanza de que comprendiera la situación.
Moblit creo que me está dando la oportunidad de mi vida, y yo no soy capaz de verlo.
¿Y si dejo esto aquí? ¿Y si hago caso a este crío y dejo ir a Hanji? Mi vida volvería a ser como antes, sino mejor. Tendría un hueco tanto para mi como para Isabel y Farlan en un lugar "seguro", un lugar que no esté lleno de mugre hasta en las paredes… Un lugar en el cual podría llevar a cabo el motivo por el cual estoy aquí, mi verdadero propósito: Matar a Erwin.
No un capricho, un deseo sexual con una "mujer" que nunca miré más allá de querer asesinarla por y para mi disfrute personal por humillarme. Esa es realmente mi relación con Hanji, no una amistad o "algo más" como quería pensar. Una relación distinta con alguien distinto… Alguien que cuya vida acabaré por quitar, tarde o temprano. Quizá era esto en lo que necesitaba pensar: una dosis de realidad. Pero, ¿de verdad soy capaz de esto?
– Dejaré en paz a tu querida Hanji, tienes mi palabra. – como si de una bomba se tratase, Levi desafió a Moblit por fin, volviendo en sí.
– No me fio de la palabra de una rata de cloaca. -ignoró por completo la pullita del azabache.
– Fíate de la palabra de un hombre. O acaso no dirás que es de muy buena educación el no haberte partido la cara ante tu vulgar trato hacia mi persona.
– No es tan sencillo. -se resignó al ver que el patio empezaba a llenarse de miradas curiosas, expectantes e impacientes al desenlace del enfrentamiento espontaneo que él mismo empezó - ¿Qué quieres a cambio?
– Que me dejes hablar con ella hoy, a solas.
– No pienses ni por un segundo que voy a volver a dejar a Hanji sola, y menos contigo.
– Aunque no me creas, te digo que no es mi intención hacerle daño. Si después de esta noche, Hanji sigue sin querer relación alguna conmigo, no me opondré a que seas tú quien la proteja. Pero si es ella quien pone un mínimo de interés, no volveré a dejarte pasar una, la próxima vez serás tú quien acabe en la enfermería.
Era su silencio quien hablaba por el ahora normal y el único Moblit que conocía, temeroso de verdad. Todo volvía a la normalidad, él me tenía cierto respeto que parecía haber perdido hace un momento, el cual reflexionaba ante varios espectadores, confusos he de decir.
– Te voy a estar vigilando aunque no lo creas. Sigo sin fiarme de ti… -extendió su mano para querer encontrarse con la del peli negro.
– Muy inteligente por tu parte. -estrechó la mano del rubio para después poner rumbo hasta el pueblo, donde Hanji había ido momentos antes.
Muy en el fondo, presiento que esto es el comienzo de una guerra que no estoy muy seguro de ganar, y mucho menos en las condiciones en las que me encuentro. No tengo ninguna intención de dejar a Hanji a sus anchas tan fácilmente, ni tampoco que Moblit, ahora mas convencido que nunca de que si quiere a Hanji, me intente intimidar.
Elsa… Espero que tengas razón, y sea verdad que Hanji solo está confusa, porque si no seré yo quien acabe en la enfermería, de una manera u otra.
-Solo tengo una cosa que decir: MIL PERDONES, DISCULPAS Y MALDICIONES! Soy una persona horriiiiible por dejar esto tan desierto! D: Lo siento muchísimo mis lectores, pero el mundo laboral me absorbe todo el tiempo de todos mis días. De propósito de año nuevo me he puesto la meta de volver por estos lares y de acabar lo que una empieza, ¡Todas mis historias! Y quien sabe, a lo mejor una nueva. No sé cuando volveré a publicar, no quiero mentiros :,) Pero si es cierto que tengo un guión, unas cuantas ideas y un final para esta historia. la cual volveré a actualizar, más pronto que tarde, os lo prometo! Un fuerte abrazo a todos los que seguís por aquí y los que comentais cada mes, mil gracias! Os tengo muy presentes! Muchos saluditos, y disfrutad el capitulo
~Marcycharlotte~