Capitulo 8: Aprendiendo a convivir
Los cálidos rayos del sol apenas calentaban el frio que el velo de la noche había dejado a su paso, Len dormía muy placenteramente sin ser consciente de nada a su alrededor hasta que la luz le pego directo al rostro.
-Len-sama, despierte, hoy tiene una agenda muy ocupada, hay muchas cosas que tiene que hacer usted-una suave voz lo llamó sacándolo del país de los sueños.
-5 minutitos más-imploró aun medio adormilado.
-No se puede-negó la chica jalando las sabanas para que el frio mañanero despertara al joven rey.
El rubio se frotó los ojos sentándose con mucho esfuerzo, si había algo que todos en el castillo sabían era que no toleraba ser levantado tan temprano por la mañana, especialmente los domingos, definitivamente esa sirvienta se merecía un castigo.
-Vamos Len-sama, hoy es un hermoso día.
-¿Lenka?-interrogó con extrañeza al ver la figura de la chica de pie frente a la cama donde se suponía que ambos estaban durmiendo, no fue verla despierta tan temprano lo que le sorprendió, si no ver que la chica traía puesto un conjunto de sirvienta, que dicho sea de paso hacia relucir sus no muy pronunciadas pero llamativas curvas-¿Que se supone que estás haciendo y porque demonios vistes de esa manera?
La chica parpadeo y seguidamente le dedicó al rubio una hermosa sonrisa, Len alzó la ceja un poco más desorientado, el aura que ella emanaba era una de gentilidad y alegría era como si ya hubiera una profunda confianza mutua entre ellos y él ya no le provocara miedo o ninguna otra emoción negativa.
-Puede que no estemos en muy buenos términos, pero fuera como fuera yo recupere la vista gracias a usted y es por ello que quiero agradecerle, desde hoy me comprometo a servirle fielmente hasta que mi deuda sea pagada, considero que lo único que puedo hacer es trabajar para usted en el castillo, ya fuera de buena o mala manera le debo mi vida y ahora soy capaz de percibir nuevamente los colores y la belleza de este mundo que antes había olvidado.
-Ya te dije que no lo hice porque fuera buena gente ni nada por el estilo-dijo un poco sonrojado.
-No es mucho lo que puedo hacer, pero estaré a su cargo Len-sama-hizo una ligera inclinación-Su desayuno esta por ser servido, póngase la ropa que le he dejado en el sillón, tiene una junta con el consejo en media hora así que será mejor que se dé prisa, hay muchos papeles que debe firmar, hoy debe ir a la inauguración del orfanato de la ciudad, un restaurante y una armería, oh su primo el conde Rei Kagene vendrá a visitarlo, me he tomado la libertad de hacer un itinerario sobre todas las citas que tiene hoy a horas detalladas así que no hay ningún minuto que perder.
El rubio a penas y fue consciente de todo lo que estaba sucediendo ese día, para empezar ni siquiera había dado su consentimiento para que la joven comenzara a trabajar en el castillo como sirvienta y mucho menos para que se convirtiera en su asistente personal, aunque debía admitir que ella había sido de gran ayuda con todo el papeleo que se había atrasado tras la muerte de su padre.
Aunque era extraño, Lenka era muy buena administrando, destacaba especialmente en el área económica y política, como él estaba atareado con tantos documentos que no sabía por dónde empezar ella le ofreció su ayuda después de las pocas tareas domesticas que la jefe de sirvientas le había asignado, increíblemente la rubia había dividido con rapidez y facilidad los documentos por área, económica, política, social, e incluso los informes de la guardia real y papeles exclusivos del consejo.
Solo los nobles tenían la formación académica necesaria para comprender asuntos administrativos, Lenka no era una noble y era imposible que los ancianos que la educaran con ese tipo de conocimientos… ¿Entonces de donde había aprendido la joven a deducir impuestos y todas esas cosas? ¿Sería que Rin le había enseñado como hacer eso? Esa parecía la única respuesta probable pero no tenía mucho sentido ¿Con que objetivo le enseñaría Rin todo eso?
Después de terminar los documentos le siguieron las inauguraciones, la verdad es que el joven rey no tenía muchas ganas de asistir a dichos eventos pero la chica de orbes zafiro le dijo todo un discurso acerca de que como rey su deber no era gobernar sino servir a su pueblo y dar la imagen de un bondadoso soberano para que el reino prospera y un montón de cosas por el estilo, mismas cosas emotivas que Rin había dicho tiempo atrás.
-"Cuando yo sea la reina me encargare de crear una utopía, no habrá niños mendigando en las calles, en los orfanatos habrá juguetes, todos recibirán educación básica, los impuestos serán reducidos de forma que hasta la familia más pobre tenga para comprar los básico de su subsistencia, no será fácil y seguro tendré un largo camino por recorrer, pero me encargare de hacer realidad ese sueño lejano ¿Me ayudaras Len?"
-Yo te ayudare Len, este reino será el reino más prospero que pueda existir, tenlo por seguro-había dicho Lenka con determinación una vez que había terminado su discurso sobre una vida mejor para todos sus súbditos y nuevamente no pudo evitar compararla con Rin… poco a poco eso dejaba de molestarle… era como tener nuevamente otra oportunidad con su rubia adorada.
Las inauguraciones transcurrieron con calma, pese a que le aburría mucho había seguido fielmente los consejos de Rin, ser amable, cordial y no dejar de sonreír, esto atrajo mucho a sus súbditas que al parecer caían rendidas a sus pies después de verlo con su renovada actitud positiva, lo peor de todo era que el ni siquiera sabía por qué demonios estaba haciendo todo lo que Lenka le ordenaba y después se daba cuenta del aura de paz y serenidad que había a su alrededor siendo incapaz de reprocharle a la rubia nada.
-¿Es todo por hoy?-preguntó el rubio una vez que estaban a punto de subirse al carruaje para regresar al palacio.
-Si Len-sama, tiene usted 2 horas de descanso antes de tener que recibir a su primo, disfrútelas mientras yo voy a hacer unos encargos.
-¿Encargos?
-Nada importante, solo debo pasar a entregar una lista al mercado para el reabastecimiento del castillo, pasar a la armería para entregar la lista con la medida de las armaduras y comprar unas especias que se han acabado.
-Pero tú no conoces la ciudad lo suficiente, podrías perderte y sinceramente no quiero ir a buscarte de nuevo.
-Ah, no se preocupe, Mikuo ira conmigo-sonrió la joven.
Len frunció el ceño ligeramente, ah no, eso sí que no, no más interacción entre Rin y Mikuo, el Kagamine no era ningún estúpido, cualquier idiota podía notar el interés del sirviente peliazul en la rubia y de ninguna manera iba a dejar que sentimientos crecieran entre ellos 2, aun si no era amor Lenka solo debía tener ojos para él.
-Pensándolo bien, me gustaría un poco de aire fresco asi que no será necesario que Mikuo te acompañe, iré yo contigo.
-Como usted guste pero no creo que sea algo muy divertido.
Y la verdad es que no lo era pero para Len parecía la única forma de despejar un poco su mente, mientras realizaban las compras el rubio fue descubriendo más de la naturaleza amable y cordial de la chica.
Por un momento sintió envidia de su cálido optimismo y sonrisa, ella que había perdido más que él no había cambiado en nada su forma de ser, hasta podría decir que se volvió más humilde de lo que ya era, Lenka había vivido en un orfanato, nunca la adoptaron, perdió a todos sus amigos, la vista y por último las dos amables personas que velaron por ella y sin embargo se mantenía amable y bondadosa, contrario a él que tras la muerte de Rin y su madre se había encerrado en su pequeño mundo de egoísmo.
Ese pasado y su comportamiento anterior no hacían más que avergonzarlo, seguro Rin entristecía al verlo desde el cielo y por esa razón le había enviado a su amiga.
Verla a ella le daba ganas de vivir de nuevo siendo alguien distinto y de borrar los días en los que solía ser un chico mimado que solo se interesaba en sí mismo sin importarle cuantas personas salieran heridas.
Finalmente ambos rubios llegaron al castillo.
-Ah, Len-sama, que bueno que llega, su primo esta esperándolo en la biblioteca-le informó Teto en cuanto vio al Kagamine traspasar la puerta principal acompañado de Rin.
-Gracias por avisarme, voy enseguida.
La pelirroja se retiró haciendo una reverencia.
-Voy a dejar los encargos ¿Se le ofrece algo?-le preguntó Rin antes de encaminarse a la cocina.
-¿Podrías llevarnos té y galletas? A Rei le gustan mucho las de chispas de chocolate.
-Claro enseguida lo subo.
Sin más contra tiempos el rubio subió hacia la biblioteca principal para encontrarse con su primo, él y su inentendible amor por los libros y la lectura eran en ocasiones irritantes, reflexionando un poco, aunque Rei vivía relativamente cerca era extremadamente raro que el pelinegro decidiera visitarlo, principalmente porque a palabras del mismo Kagene, él se había vuelto insoportable desde la muerte de su madre y aunque a Rei por lo general ni le iba ni le venía el comportamiento de su primo prefería evitar contacto con él mientras siguiera con ese comportamiento y la actitud fría que había adoptado, entonces ver que finalmente Rei decidía hacerle una visita luego de tanto tiempo era muy extraño.
-¿Y bien?-preguntó de brazos cruzados mientras miraba a su primo sentado en un sillón inmerso en la lectura de algún libro que seguramente tomo de uno de sus estantes.
-Estoy leyendo la historia de un tipo y una ballena, no creo que te interese así que mejor no preguntes-contestó Rei de manera monótona sin despegar su vista del libro, cosa que hizo que al Kagamine le resaltara una venita de la frente pues recordaba perfectamente ese comportamiento desinteresado con él que Rei solía actuar con cualquier persona.
-¡Sabes que no hablo de eso! ¿Qué es lo suficientemente importante como para que tu finalmente decidieras venir a ver a tu primo luego de tanto tiempo?-preguntó irritado.
-¿Eh? ¿Ahora necesito un motivo para visitarte? ¿No puedo venir solo porque si a ver a un querido familiar que hace tiempo no veo?-interrogó nuevamente sin prestarle atención al joven soberano.
-No me salgas con que has venido a darme el pésame de la muerte de mi padre porque ambos sabemos que no hay forma de que eso fuera cierto, así que querido primo, habla de una vez y dime el motivo de tu visita o te sacare a patadas de este castillo-gruñó el rubio ligeramente irritado.
Ante la amenaza Rei se mantuvo indiferente sumergido en la lectura, suspiró pesadamente y al final decidió cerrar el libro para mirar al rubio de frente.
-Cambiaste-dijo con simpleza.
El soberano lo miró extrañado sin poder entender a que se refería su primo con ese comentario salido de la nada, al entender la expresión desencajada de Len el pelinegro simplemente se puso de pie.
-Los rumores eran ciertos después de todo, se puede notar claramente que has vuelto a ser un poco como el de antes y me preguntaba cual era el motivo de tu cambio, por eso he venido a visitarte.
-Con permiso Len-sama, voy a pasar-la voz de Rin del otro lado de la puerta llamó la atención de ambos chicos que giraron hacia la puerta para ver a la joven entrar empujando un carrito con una charola de té y galletas, acto seguido tomó una taza para empezar a servir el liquido caliente.
-Ahora lo entiendo-dijo Rei abriendo los ojos ampliamente-Después de todo estas viva Rin-sonrió ligeramente.
La rubia que en un principio no se había fijado en el acompañante del Kagamine, alzó la vista topándose con él pelinegro al tiempo que este pronunciaba su nombre y un recuerdo difuso surcaba su mente, dejó caer la tetera de porcelana haciendo que el liquido salpicara en sus piernas soltando entonces un gritillo de dolor ante el agua quemando su piel.
-¡Lenka!-Len ni siquiera tuvo tiempo de enfadarse porque Rei hubiera pronunciado el nombre de Rin en su presencia, paso por alto ese hecho concentrándose en la chica, de inmediato la sentó en un sofá y se quitó su saco para secar el agua con este teniendo cuidado de no presionar demasiado las aéreas afectadas, por suerte el agua no estaba tan caliente como para provocarle quemaduras graves pero si lo suficiente para incomodarla-¡Tonta! Deberías tener más cuidado.
-Si… lo siento-se disculpo muy avergonzada.
Rei por su parte miró con interés las acciones de su primo, había prestado especial atención a la reacción que este tuvo luego del incidente y por supuesto que notó que la había llamado Lenka, nombre que reconoció al instante pues él también había sido buen amigo de Rin y por ende el de Lenka salía a relucir en alguna que otra conversación que había tenido con la rubia.
-"Alguien similar a mi"-había dicho ella, pero por muy parecido físico que hubiera entre Rin y Lenka era prácticamente imposible que se viera como la misma persona, él estaba seguro que el motivo del cambio de Len era esa chica ¿A caso estaba intentando ver en ella a su difunta prometida? Y de ser así Rei no podía der si esto era bueno o malo, aunque lo había hecho volver a ser un poco como el de antes.
Rin estaba muerta, se suponía que ese era un hecho pero la reacción que la joven sirvienta tuvo cuando la llamó por el nombre de la difunta princesa dejó mucho que especular, Len quizás no lo notó pero la expresión de sorpresa y a la vez terror que había puesto la rubia decía mucho acerca del porque de su reacción, si bien Rei tenía muchas preguntas que hacer de momento decidió dejar las cosas de lado y fingir que no había pasado nada.
-Me estaré quedando contigo por un tiempo indefinido-informó el pelinegro llamando la atención del joven soberano.
-¿Qué?-volteó a mirarlo con incredulidad.
-¿Estas sordo o qué? Dije…
-¡Si escuche lo que dijiste!-le respondió Len con una venita en su frente-Déjame ver si entendí, primero dejas de tratarme por años porque según tú no soy el mismo de antes, luego evitas cualquier forma de contacto conmigo, te apareces de vez en cuando para comentar alguna que otra cosa levemente interesante para mí y finalmente vienes y de la nada decides quedarte en mi castillo-se puso de pie tomando al pelinegro de la camisa de su cuello-¡¿Quién carajos te crees que eres para decidir así por así?!
-¡Len-sama su comportamiento!-le reprochó Rin-¡Usted debe ser más cordial y amable con su primo!
-Pero él me saca de quicio-se quejó el rubio soltando a su primo.
-Len-sama-dijo dándole una mirada acusadora y el rubio solo suspiró.
-Bien pero lo quiero lo más alejado posible de mi habitación-suspiró irritado.
-Por supuesto, yo me encargo de avisarle a las sirvientas que preparen una habitación de invitados –dila rubia poniéndose de pie, acto seguido hizo una ligera inclinación para después salir de la habitación dejando solos a ambos primos, Rei en ningún momento le quito la vista de encima.
A esa tal Lenka… debía investigarla.
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Firielvnz: uno no nota cuando ha dejado un fic por bastante tiempo o.o XD, ni sé qué rayos he estado haciendo todo este tiempo me había olvidado de esta historia, lo lamento, en fin, no aseguro un final feliz ni que la historia sea tan larga o corta, la verdad es que no se que futuro le depare a esta historia pero vere que puedo hacer.
Dianis Mar :No pensé que volvería a escribir acerca de este fic XD pero aquí esta.
cathy-Chan: Okey, de ti no he sabido en mucho tiempo XD, pero bueno entre la universidad el trabajo y otras historias hasta se me habia olvidado que debía actualizar esta.
twinzielove: Hare lo que pueda para darle un final a esta historia, gracias por comentar XD.
Hima947: Lo siento, XD incluso habia olvidado esta historia, de todas formas gracias por comentar.
Yo no prometo volver pero si intentare terminar esta y las otras historias, XD si quieren saber mas de mi y recordarme continuar alguna historia pueden encontrarme como admin de una pagina en facebook llamada Kokoro no Vocaloid ahí estamos subiendo la novela traducida de Mistletoe (nueva saga de Hitoshizukuxyama de otra tragedia entre Rin y len ¿Cuándo no?) en fin, soy la Admin Rilli_chan y ahí encontraran doujinshis y de mas, este 27 de diciembre hay mucho material de los gemelos que vamos a lanzar en la pagina asi que no se lo pierdad.