Chapter 23

Los personajes son de Rumiko y la historia es mía, nadie más tiene derecho de tenerla.

Capitulo comenzado el 30 Diciembre 2014.

Palabras: 1529.

Kagura: ¿así que estos son los elegidos?

Dijo mientras posaba su mirada rubí en todos, detallándolos, buscando encontrar sus posibles debilidades, y adivinar que don tenían, por su parte, las palabras de la mujer, helo la sangre de los muchachos, por varios segundos, tenían un mal presentimiento, y la sonrisa sádica de Kagura no era de ayuda.

Totosai: ¿Quién eres tú?

A pesar de ya conocerlos, excepto al anciano que la llamo, ante el rostro desconcertado y confundido que presentaban los observadores, la joven decidió presentarse apropiadamente.

Kagura: mi nombre es Kagura, y yo manipulo el viento.

Esto último lo dijo con coquetería, mirando a un peli-plata, de ojos fríos, el cual frunció el ceño con molestia e indiferencia, al notar la mirada de deseo y la sonrisa que le dirigía la que seguía flotando en el aire, cuando esta al fin se callo, prosiguió a hacer conocer su comentario.

Sesshomaru: mujer estúpida, estas mintiendo, este, Sesshomaru, posee el don de controlar el viento.

Kagura: entonces eres tú, a quien debo eliminar para conservar el poder.

Áyame: ¿ósea como?

Pregunto la pelirroja desconcertada, cosa que la oji-rubí utilizo a su favor, con sus labios, soplo delicadamente, saliendo de estos una ventisca voraz que entre mas se acercaba a la chica, mas fuerza tomaba y preparaba un golpe certero en su contra.

Kagura: ya se acabo la charla.

Con dicha ventisca que tomaba rumbo hacia la pelirroja, en su camino topo con un árbol que impidió que el ataque avanzara; la manipuladora del viento al observar a su creación fallar para llegar donde su objetivo; decidió intervenir y soplo nuevamente provocando que dicho remolino de aire, obtuviera mas fuerza y esta vez derrumbado de un golpe certero el árbol y trayendo consigo su tronco.

El tronco acompañado de la fuerza del aire avanzaba rápidamente destruyendo todo a su paso y aumentando la cantidad de objetos que la ventisca transportaba; faltaban unos pocos metros para que el tronco del árbol, quien encabezaba el ataque, llegara acompañado de la ventisca y el resto de los objetos recolectados en el camino, golpeara su objetivo y aun así, la joven oji-verde aun no reaccionaba como para apartarse del camino.

Ya era tarde estaba enfrente de ella, cerro los ojos con fuerza esperando el golpe directo en su pecho, a juzgar por la velocidad del tronco, pero se sorprendió al sentir como algo la golpeaba desde su costado izquierdo; cuando la joven sintió el suelo contra ella y que algo había caído encima de su torso, pensó que probablemente ya habría muerto, ante este pensamiento cerro fuertemente los ojos, negándose a creer que por no hacerse a un lado, su vida había terminado; pero los abrió lentamente en el momento en que sintió una respiración muy cerca de ella y como unos brazos rodearon su cuerpo, en un abrazo protector, luego de esto abrió sus ojos, atenta a los sonidos, para no ser sorprendida, pero no funciono al ver un rostro tan cerca.

¿Qué había pasado?, se pregunto adolorido, entonces lo recordó, en un momento desesperado por ayudar a la muchacha, el joven azabache, salto hacia ella, empujándola hacia un lado para salvar su vida, cayendo inevitablemente sobre ella; ¡que dolor! El golpe había sido muy duro, de hecho le ardía la espalda como los mil demonios, pero no era momento para preocuparse por eso ahora, debía darle mas importancia a la chica que se encontraba debajo de él, aparentemente inconsciente, sin poder evitarlo bajo su cabeza hasta estar enfrente del rostro de la pelirroja y soltó un suspiro de alivio al saber que ella se encontraba bien, pues había sentido su respiración, mientras con mucho cuidado tomaba en brazos a la femenina, sintiendo la necesidad de protegerla, vio esos ojos esmeralda abrirse lentamente con temor y ante esto sonrió tranquilamente.

Koga: ¿estas bien?

Áyame: si, gracias…Koga yo…

Kagura: no quisiera estropear este momento a los tortolitos, pero vengo por algo de este lugar.

InuYasha: la puerta se encuentra en esa dirección, esta muy ancha, no tanto como tu, pero creo que si cabes.

Dijo esto con burla mientras señalaba la salida del santuario, pero no espero que un leve tornado lo sacara volando un par de metros de altura, y desapareciendo de repente provocando que el joven callera estrepitosamente sobre un árbol.

Kagura: no puedo desperdiciar mi tiempo en un inútil como tu.

Dicho esto, la mujer saco una de las plumas que tenía en su cabeza, la cual al instante incremento su tamaño, y subió sobre esta y se dirigió a la entrada de una parte en especial, del santuario; Totosai, al ver la dirección especifica a la que se encaminaba, realizo un tronido con sus dedos y al instante apareció un martillo gigante, con el cual planeaba golpear a Kagura, pero para su desdicha cuando estaba a punto de hacerlo, esta dio la vuelta, esquivando olímpicamente su ataque, al mismo tiempo que con su boca volvía a hacer otra ventisca, la cual se dirigía con una gran velocidad a la puerta de la sala donde se hallaba el santuario, entonces todos comprendieron que ella necesitaba algo de esa habitación, y por lo tanto no debía dejar que lo consiguiera; el impacto que se produjo contra la puerta, no fue capaz de destruirla.

Kagura: debo felicitarte viejo, una puerta normal no hubiera resistido la fuerza del golpe.

Dijo con un toque de altanería al ver como la puerta había permanecido intacta, aunque después de meditarlo sonrió con malicia.

Kagura: ¿sabes viejo? El hecho de que pongas tanta protección a esta recamara en especifico garantiza la existencia de mi aparición.

La oji-rubí, retomo el ademan de volver a atacar, y así lo haría mil veces si era necesario, porque si no cumplía con su objetivo, no le esperaba nada bueno; la azabache al ver lo que la manipuladora de vientos tramaba, cogió del brazo a Sango y la llevo consigo, sin que nadie se diera cuenta de su partida.

Sango: ¿Qué ocurre?

Kagome: la puerta no resistirá mucho, por lo cual debemos prepararnos, si Kagura se queda con alguna cosa del lugar estaremos perdidos, hay que esconder las escrituras {son las cajas}.

Ese ataque había sido demasiado fuerte y la puerta no aguantaría mucho, tal vez lo haría si Kagura no dejara de atacar sin descanso, pero eso no era lo peor, los muchachos, hacían todo lo posible para atraer su atención, para darle tiempo pero sus acciones no tenían el resultado deseado.

La manipuladora del viento realizo una leve ventisca para deshacerse de los jóvenes que se encargaban de desconcentrarla, los conto con la mirada para evitar los indeseados ataques sorpresa y se dio cuenta que hacían faltan 2 integrantes del grupito, para ser mas específicos, faltaban 2 mocosas, si bien, eran la media hermana de su mejor amiga, supuestamente se llamaba Kagome, y una castaña, que según había escuchado decir al chico pervertido, la otra se llamaba Sango, vagamente a su memoria llego el recuerdo de haberlas visto correr hace un rato, eso causo que una sonrisa se formara en su cara, ellas habían escapado.

….

Se encontraba de verdad preocupado, por mas que las buscaba no lograba encontrarlas, Kagome y Sango faltaban, en campo de batalla, aun así las buscaba con desesperación, procurando no pensar que habían sido secuestradas.

Kagura: viejo, deberías rendirte, ¿Cómo puedes continuar si ni siquiera tu supuestos elegidos confían en ti?

Totosai: ¿Qué quieres decir?

Kagura: tus elegidos…faltan 2, y recuerdo haberlas visto huir hace un tiempo, oh, no pongas esa carita de pasa arrugada, vaya gente en la que confías.

Tras esto, Totosai se debilito considerablemente porque el saber que sus herederos ''huyeron'' era una gran decepción y por eso, su mente no se podía concentrar en mantener el campo estable.

Una última envestida fue lo que resistió y el nuevo campo que protegía el cuarto, se desvaneció, Kagura sonrió inmediatamente se alejo del campo de protección que antiguamente protegía el salón, logrando así, llamar la atención de los presentes y entonces e dirigió a los jóvenes.

Kagura: no logro comprender como confían entre ustedes, si miran a su alrededor a pesar de que ustedes están en peligro esas chicas no han vuelto.

Después de haber dicho esto los presentes pensaron en ello con detenimiento, si bien lo que Kagura decía era cierto, entonces ¿significaba que non podían confiar en Kagome y Sango?, y solo en ellas, o ¿también había alguien mas en quien no confiar?

Con esta pregunta en mente kagura tuvo la oportunidad de atacar, después se escucho un golpe seco, los muchachos, buscaron a la bruja del viento con la mirada, pero era tarde, el cuarto había quedado descubierto.

Totosai: no se preocupen, hay un campo espiritual que no le permitirá pasar sin antes ser purificada.

Kagura: ¿eso crees viejo?

Capitulo finalizado 28 febrero 2015 1:53 pm.

Continuara…

Se que en verdad tarde mucho pero aquí esta la continuación, debo mencionar que no e si continuare esta historia, les agradecería sus opiniones al respecto.