Perdon por haber tardado tanto, pero he estado de medicos y no he podido subirlo antes... aqui os dejo el capitulo 7, se agradecen las reviews ;)

Ese y los tres días siguientes recorremos una a una todas las estaciones del área de entrenamiento, luchamos con espadas, con hachas, tiramos cuchillos, aprendemos a hacer fuego y un refugio, hacemos todo lo que nos puedan enseñar, algunas cosas con mas éxito que otras, yo demuestro que no se me da mal la lucha libre y Katniss es excelente identificando plantas comestibles, pero tal y como nos dijo Haymitch nos alejamos de los arcos y de las penas…y a todas esas estaciones vamos juntos, causando mas de una mirada extraña de los otros tributos.

Mientras tanto los vigilantes están pendientes de todo, hombres y mujeres del capitolio, todos vestidos de purpura se pasean por la sala o se sientan a observarnos bien en las gradas bien al lado de las mesas de comida que tienen permanentemente llenas. Katniss me dice que no nos quitan ojo, y creo que se a que se refiere, siempre hay uno mirando en nuestra dirección.

Lo mas… interesante durante esos días son las comidas. El desayuno y la cena lo hacemos en nuestra planta, con Haymitch, Effie, e incluso Cinna y Porta se unen a veces, pero la comida la hacemos en un comedor con el resto de tributos. Nosotros somos los únicos que se sientan juntos, exceptuando a los profesionales que se sientan todos en una misma mesa. Y no es que sea raro comer juntos, es que es difícil mantener una conversación, dado que a pesar de vivir en el mismo distrito no parece que tengamos mucho en común ni sabemos mucho el uno de la vida del otro .

Un día saco todos los panes de nuestra cesta y le explico que pan corresponde a cada distrito, mi padre me lo había enseñado hacia años, aunque nosotros prácticamente nunca los hacíamos. En otra ocasión Katniss me cuenta la historia de cómo la persiguió un oso cuando le robo una colmena. Y a cada rato nos reímos de forma fingida para que parezca que nuestra conversación es aun mas interesante. Y lo cierto es que aunque al principio nos costaba un poco, estoy disfrutando estas conversaciones, porque me dejan conocer a Katniss un poquito mas.

El segundo día de entrenamiento me doy cuenta e que uno de los tributos no solo no nos quita el ojo si no que se nos acerca cada vez mas, siguiéndonos a todas las estaciones. Al final se lo digo a Katniss

-Creo que tenemos una sombra.- le digo con una sonrisa. Cuando ella tira la lanza que sostenía en la mano mira hacia donde la indico y la ve. Es la niña pequeña del distrito 11. Es mi turno de tirar la lanza y mientras lo hago, le hablo a Katniss en voz baja

-Creo que se llama Rue -Ella se muerde el labio y no me hace falta preguntar para saber en quien esta pensando, Prim.

-¿Qué podemos hacer? -me pregunta refiriéndose a la niña, pero yo niego con la cabeza

--Nada, sólo hablar.

Después de esto Rue se atreve a acercarse mas a nosotros y se nos une en varias de las estaciones, aunque no me cuesta darme cuenta de que esta mucho mas pendiente de Katniss que de mi.

Todos los días durante la cena son lo mismo, Effie y Haymitch acribillándonos a preguntas sobre los entrenamientos, que hemos hecho, que hemos visto, que han hecho el resto de tributos, si sabemos si alguien se ha fijado en nosotros. Y cuando acaban las preguntas empiezan las lecciones sobre lo que debemos y no debemos hacer . esto se hace aun mas pesado, yo intento aguantarlo, pero puedo decir que se me da mejor que a Katniss que al final termina contestando de forma un poco mas maleducada de lo normal.

La segunda noche, cuando estamos yendo hacia nuestras habitaciones intento entablar conversación con Katniss

-Alguien debería darle una copa a Haymitch.

Pero ella me sorprende dejando salir una especie de bufido, señal de molestia, pero no lo entiendo, ¿Qué la pasa?

-No, no finjamos si no hay nadie delante.

-Vale, Katniss -me he cansado de intentar llevarme bien con ella, yo no estoy fingiendo nada, solo quería que fuéramos amigos. No la entiendo no se que puedo haberla hecho para que este así conmigo, así que a partir de ese momento solo le hablo cuando hay alguien mas delante.

Después del comer el tercer día es la sesión con los vigilantes en la que tenemos que demostrar lo que hemos aprendido. Comenzamos todos los tributos sentados en un salón, y uno a uno los van llamado, primero los chicos y luego las chicas. Cuando solo quedan los tributos del distrito 11 empiezo a ponerme muy nervioso. Después de esta sesión los vigilantes anuncian en televisión la puntuación de cada tributo, para que la gente de fuera, que no puede ver los entrenamientos, pueda hacerse una idea de cómo somos cada uno y de nuestras habilidades, y eso es algo que influye mucho a la hora de tener patrocinadores durante la arena. Respiro hondo. Cuando Rue se va, se que voy a ser el siguiente y aprieto mis puños con fuerza, tengo que calmarme un poco.

Es en ese momento, cuando ya estamos solos cuando Katniss dice la primeras palabras de la tarde.

-Recuerda lo que dijo Haymitch sobre tirar las pesas -yo asiento e intento sonreír, aunque no me sale, estoy demasiado nervioso

-Gracias, lo haré. Y tú... dispara bien.- nada mas decir estas palabras me doy cuenta de lo estúpido que he sonado, pero no me da tiempo a decir nada mas porque en ese momento dicen mi nombre. Me levanto y sin dejar de apretar los puños, le lanzo una ultima mirada a Katniss y atravieso las puertas que se abren ante mi.

Al entrar a la sala de entrenamiento me fijo en la zona de los vigilantes, están donde las mesas de comida, y por lo que puedo ver, la mayoría de ellos ha bebido mas de la cuenta, puedo distinguir en ellos muchas de las acciones y actitudes que he visto en Haymitch. Cuando llego delante de ellos me planto y me presento, nombre y distrito, pero nadie me hace mucho caso.

Intento llamar su atención repitiéndolo un poco mas fuerte, pero es inútil, demasiados tributos y demasiadas copas de vino antes de que yo llegara. Aun así recuerdo lo que me dijo Haymitch, y voy hacia la zona de las pesas, cojo unas de peso medio y las arrojo hacia el otro lado de la habitación, lanzo unas cuantas mas, cada vez mas pesadas, hasta que alguien me dice que ya puedo irme. Es irritante saber que ni siquiera me han mirado, ¿Cómo van a puntuar algo que ni siquiera han visto? Me consuelo pensando que quizás les valga con lo que han visto durante los entrenamientos, pero sigue siendo demasiado frustrante. Cuando estoy atravesando la puerta de salida oigo como llaman a Katniss y la deseo mas suerte de la que he tenido yo. Solo espero que les deje con la boca abierta.

Cuando salgo del ascensor en la planta 12 Haymitch y Effie están allí esperándome, empiezan a preguntarme la verdad es que no me apetece decirles nada, llevan un buen rato insistiendo para que les diga algo cuando, de repente Katniss aparece por la puerta, aun lleva al hombro el arco y en sus ojos se ve que algo no va bien, porque esta apunto de echarse a llorar. Y nada mas llegar arriba sale corriendo ignorando a Haymitch y Effie que salen detrás suya llamándola, quisiera ir yo también pero se que no serviría de nada, no va a dejar que yo la ayude. Al final Haymitch y Effie se han cansado de esperar que Katniss abra la puerta, y han vuelto al comedor. Effie se queda allí pero nuestro mentor decide salir después de decirnos que va a intentar averiguar que ha pasado con los vigilantes.

Haymitch vuelve apenas media hora después, los dos le miramos intrigados, preguntando si ha podido averiguar algo, pero el se limita a encogerse de hombros como respuesta a nuestras miradas. Al parecer ha sido imposible enterarse de nada, y tendremos que esperar a que sea Katniss la que nos de algunas respuestas, si es que baja a cenar claro.

Yo decido irme también a mi cuarto hasta la hora de cenar, cuando paso por delante de la puerta de Katniss tengo un pequeño impulso de llamar, intentar hablar con ella, pero entonces me acuerdo de lo que me dijo de que no quería fingir cuando no hubiera nadie delante así que paso de largo con un pequeño bufido. Ya en mi habitación me quito el traje de los entrenamientos y me pongo un pantalón de lino y una camiseta de manga corta y me tumbo en la cama. Hasta ese momento no me había dado cuenta del sueño que tenia, cierro los ojos, intentando descansar aunque sea unos minutos.

No es hasta que Effie llama a la puerta llamándome para la cena que me doy cuenta de que me he quedado dormido.