Hola hola hola, como estamos gente bonita y genial, aquí les traigo otra historia más, bueno de hecho es una adaptación de un fic, con el mismo nombre, solamente yo pedí permiso para poder hacer la adaptación de dicho fic, claro que colocando algunas parte de mi propia autoría.

Sé que no debo subir otras historias hasta no terminar mis otras historias, pero no pude aguantarme a la tentación, con mis otras historias, ya estoy trabajando en nuevos capítulos, y tengo pensado subirlos todos de jalón, como regalo por su enorme paciencia, además de aprovechar ahora que estoy de vacaciones por mi trabajo.

Para aclarar antes de tiempo la pareja que verán en este capítulo y tal vez los próximos (StiLu) no me gusta para nada, pero para esta historia es necesaria.

Bueno ahora vamos al disclaimer

Disclaimer:

-Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Hiro Mashima, si no ya hubiera hecho muchos momento Nalu, Gale, Jelza y Happy/Charle

-La historia original no me pertenece, le pertenece a su creadora Eien Li, cualquier duda que tengan sobre la historia pueden preguntarle a ella

** Personaje ** : POV

BLa bla bla : Llamada por teléfono

Bla bla bla : Flashback

Bla bla bla: Cancion o otra cosa


Tres son Multitud (NaLu)

Capítulo I: Tú, yo y… él

** Natsu**

Me encontraba en mi habitación fumándome cerca del tercer cigarro. La noche había caído y las luces de Tokio comenzaban a prenderse lentamente.

Había visto a Lucy hace unas horas antes en el café/restaurant de la esquina del South Gate Park, y cabe decir que mi favorito, porque ahí servían el mejor carne asada, servida a punto. Ambos teníamos veinticinco años y compartíamos más de seis años de amistad cuando nos conocimos por casualidad en una fiesta de fraternidad de la Universidad.

Lucy había estudiado Literatura y yo seguí el de Diseño Gráfico. Ambos teníamos nuestros departamentos en el mismo edificio y sólo nos dividía un piso, pero eso no nos impedía juntarnos casi todas las tardes a conversar de nuestra vida.

Incluso, el sábado lo habíamos dejado de forma sagrada a pasarlo siempre juntos. Teníamos una amistad demasiado estrecha, pero no tanto como para no poder salir con otras personas.

La verdad es que a mí no me gustaba el compromiso y por esa razón Lucy escuchaba todos los días mis aventuras con las chicas y yo pocas veces oía sobre sus novios que no duraban demasiado debido a que ella pasaba la mayor parte del tiempo trabajando y no deseaba establecerse aún.

Pero ahora todo eso cambiaría… y todo por culpa de un maldito viaje a Extalia. Definitivamente no.

No dejaría que se fuera con ese tipo… con ese patán, porque no podía soportar la idea de que se la llevaran de mi lado. Algo en mi interior me decía que perdería a mi amiga, a mi Lucy.

Todos esos años que compartimos siendo los mejores amigos, conociéndonos, riéndonos, peleándonos para luego recibir una llamada conciliadora, serían echados al olvido.

Me había acostumbrado a su forma de ser de una manera impresionante, pero nunca me había dado cuenta, hasta hace unos meses en que tuvo que irse por asuntos de trabajo a otro país y extrañé su calidez…

Sin embargo, mi mente se empeñaba en decirme que sólo era rutina y que fácilmente podía suplir su compañía teniendo a la chica que quisiera en mi cama.

Y así lo hice…

Me paseé entre morenas, rubias, pelirrojas, castañas y hasta unas de cabello color bien extravagante, obteniendo horas de placer, para luego volver a sentir aquella soledad.

Cuando me llamó avisando que volvía mi corazón latió como loco. Mis amigos, entre ellos Gray y Jellal, me molestaban por haberme vuelto tan patético después de aquella llamada.

Las otras chicas no me importaban, sólo deseaba con todas mis fuerzas escuchar su voz, saber cómo estaba, pero el tiempo, la distancia e incluso las horas se empeñaban en separarnos… y ahora…

Flashback

Estaba frente a ella hablando del desgraciado que la enamoró.

"Puedes creerlo Natsu" – Me dijo animadamente – "Sting me pidió que vaya con él a Extalia"

El café que estábamos tomando en esa oportunidad casi salió disparado de mi boca a su rostro ante la sorpresa.

"¡Extalia!" – Exclamé aturdido – "¿No crees que está un poco lejos? ¿Qué pasará con nosotros?"

"Tú sabes que nunca perderemos el contacto. Siempre estaré para ti"

"Eso lo dices ahora, pero luego estarás tan ocupada con tu novio que no tendrás si quiera tiempo para mandarme un mail"

"Eso es mentira. Cuando me fui por esos meses siempre pensé en ti. Además no creo que te hayas sentido solo cuando no estuve" – Vi un deje de molestia en sus palabras, pero pensé que era habitual en ella.

Y claro, si yo siempre le había dado la imagen del mujeriego a quien nunca le faltaba compañía.

"Te equivocas, he cambiado"

"Ya" – Me dijo incrédula – "Todos los días dices lo mismo" – Comenzó a reírse pero yo me quedé serio.

"Te digo la verdad" – Contesté frunciendo el ceño – "No he salido con una mujer hace mucho tiempo"

Ella entrecerró sus ojos y escudriñó mi rostro buscando la mentira – "Me estás convenciendo…"

"Cuando nos conocimos te dije que yo jamás mentía. ¿Qué te hace pensar que ahora lo hago?"

"No puedes haber cambiado de la noche a la mañana" – Hizo una pausa y luego abrió sus ojos sorprendida – "¡A menos que hayas conocido a alguien!" – Exclamó boquiabierta

Me quedé quieto sin siquiera pestañear.

"¡Eso es! Hay una chica…" – dijo la ojimarron, sorprendida ante su descubrimiento

"No, yo no…" – Pero no había caso que lo negara. Ella me conocía a la perfección.

"Vaya…" – Dijo sonriendo nerviosamente – "Por un momento pensé que…" – No alcanzó a terminar la frase porque su móvil comenzó a sonar – "Lo siento" – Me dijo sonriendo – "Es Sting, debe querer contarme sobre su viaje acá…"

Me quedé de piedra al escuchar eso. ¿Acaso el tipo vendría a Fiore?...¡Esto es mucho más serio! Escuchaba su risa melodiosa ante las palabras de su noviecito.

"Sting... no… Sí, yo también te extraño…"

¿Es que acaso habían cambiado a mi Lucy? Porque jamás la vi así. Tan sonriente, tan cariñosa, tan bella con sólo un pequeño gesto hecho por otra persona.

Comencé a sentirme abatido… ¿Cómo no me había dado cuenta de lo importante que era para mí?

Me levanté del asiento y Lucy escudriñó mis movimientos. Saqué mi celular y se lo mostré, dándole a entender que haría una llamada. Ella sonrió y siguió conversando con su novio sin reparar mayormente en mí.

Cuando estuve cerca de la salida, busqué en la lista de contactos el número de uno de los pocos hombres que la conformaban y marqué el único que mayormente valía la pena…

"¿Jellal? Sí, soy Natsu ¿Crees que puedas venir hoy a mi departamento? Sí, necesito hablar con alguien, sí. Entonces nos vemos"

Cuando colgué, Lucy estaba sentada a la mesa con una sonrisa y mirada sospechosa.

"¿Llamaste a tu lady?" – Me preguntó con picardía – "¿Planes para esta noche?"

"No a ambas preguntas" – Respondí de inmediato – "Tienes razón, hay… alguien"

Ella me prestó mucho más atención acomodándose en su asiento. Sin pensarlo tomé su mano que descansaba sobre la mesa. Obviamente esto no la impresionó porque tendíamos a tomarnos de la mano, abrazarnos y hacernos arrumacos muy seguidos.

Pero lo que nunca habíamos hecho había sido besarnos, eso estaba prohibido desde el momento en que la conocí tratando de que fuera una conquista más, pero ella me rechazó.

Creo que tal rechazo me impulsó a seguir conociéndola y querer saber más de ella.

"Natsu ¿Me estás escuchando?" – Escuché su voz y parpadeé confundido volviendo nuevamente a la cafetería.

"Lo siento" – Dije sonriendo nerviosamente – "Estaba recordando el día en que nos conocimos"

Ella me sonrió también – "Cuando intentaste seducirme y yo te enumeré las razones por las cuales nunca estaría contigo"

"Lo recuerdo" – Hablé haciendo una mueca – "Dijiste cosas que me dejaron marcado para siempre"

Lucy lanzó una carcajada pero su semblante fue cambiando a uno más serio.

"¿Por qué dejaste de hacerlo?" – Me miró seria fijando esos hermosos ojos achocolatados en los míos

"¿Ah?" – Brillante Natsu. Dije lo más coherente que salió de mis labios.

"Etto…"- Expresó nerviosa e intentando parecer casual – "¿Por qué dejaste de seducirme?"

Su mirada se intensificó y me sentí atrapado por el movimiento de sus ojos y el batir de sus pestañas que esperaban una respuesta. Traté de sonar despreocupado para disminuir un poco la tensión que se había formado entre ambos.

"Ahh, eso… bueno, la verdad es que aunque no lo creas aún sigo intentándolo"

Ella abrió sus ojos sorprendida – "E-eso es mentira" – Tartamudeó nerviosa y colocándose a reír… – "Seguro que después de conocerme nunca te parecí lo suficientemente atractiva".

Cuando dijo aquello sentí que su tono traía consigo una pizca de tristeza y melancolía, pero supo confundirlo detrás de sus dientes perfectamente blancos al sonreírme.

"Para mí eres la chica más atractiva e interesante que he conocido Lucy. Todas las demás jamás podrán compararse a ti"

Sus mejillas se tornaron rosadas y poco a poco fue retirando su mano de la mía – "Eso lo dices porque eres mi mejor amigo"

"Yo no miento, y no tiene nada que ver que seamos amigos. Eres mi mujer especial"

"Natsu…" – Se pasó una mano por el cabello y su vista se desvió para otro lado – "¿Te das cuenta que acabas de incomodarme?"

"Lo sé, pero no me arrepiento de lo que dije"

Estaba serio y miraba directamente sus ojos marrones tan profundos como el mismo chocolate. Ella, de forma intermitente, me dirigía la mirada, pero ese gesto sólo empeoraba las cosas.

"Se está haciendo tarde" – Aquello era una mentira porque recién el reloj estaba marcando las ocho de la noche – "¿Puedes llevarme a casa?"

Estaba huyendo, la conocía tan bien que sabía que cuando algo la perturbaba o incomodaba, su primera reacción era la de escapar y esta vez no era la excepción.

"Claro" – Suspiré cansinamente al ver que el tema no se lo había tomado tan bien como pensaba.

Nos subimos a mi coche y recorrimos la ciudad de Magnolia con sólo el sonido de la radio que justamente estaba tocando Army of sun de Roadrunner United… nuestra canción.

Giré mi rostro para verla y ella me estaba mirando. Le lancé una sonrisa, pero ella se mantuvo seria.

"Nuestra canción" – Dije tratando de romper el incómodo silencio.

"Nuestra canción" – Repitió en un susurro.

Después de eso no dijo más…

Estacioné mi carro y entramos al edificio tomando el ascensor. Cuando llegamos a su piso ella me dio un rápido beso en la mejilla.

"Buenas noches…"

"¡Espera!" – Le grité antes que las puertas se cerraran – "¿No quieres que te acompañe?"

"No, no" – Movió sus manos – "Nos vemos mañana"

Las puertas del ascensor se cerraron y una ola de decepción me invadió. Era mi costumbre ir a dejarla a la puerta del departamento, hablar un rato para luego despedirme.

Pero esa pequeña rutina estaba comenzando a cambiar. Llegué a mi departamento abriendo la puerta con pesadez. Dejé mi chaqueta en el sofá y me recosté antes de que llegara mi amigo, pero mi descanso no duró mucho porque no hice más que sentarme cuando el timbre comenzó a sonar.

Fui hacia la puerta y ahí me encontré con Jellal y su gran sonrisa analítica, que a veces me hacía recordar a un mafioso. Lo dejé parado en la puerta y me fui al sofá nuevamente.

"Uf, parece que no estamos muy bien" – Expresó mi amigo cerrando la puerta – "¿Problemas con la pequeña Lucy?"

"¿Y con quien más?" – Contesté – "Me está volviendo loco"

Jellal se sentó a mi lado y sacó su cajetilla y una botella de licor dejándola en la mesa.

"Iré por los vasos" – Fue a la cocina y segundos después volvió con los dos vasos dejándolos fuertemente en la mesa – "A ver cuéntame" – Habló mientras servía el trago.

Me dio uno y yo me lo llevé a la boca sintiendo el ardor en mi garganta – "Tiene novio" - Solté sin preámbulos – "Me lo ha dicho hoy"

"¿Y de dónde lo sacó? ¿Cómo lo conoció?" – Preguntó asombrado – "Porque para que sea su novio debió llevar tiempo"

"Lo conoció en ese viaje a Extalia. Me dijo que había sido casi amor a primera vista y que desde ese momento no han podido separarse. Un asco"

"Pero si Lucy siempre ha sido seria para las relaciones no puede haberse embarcado en una así como así"

"Y eso no es todo, el desgraciado se la lleva a Extalia para siempre"

"Estás bromeando" – Expresó asombrado – "¿cuándo se va?"

"Aún no lo sé, pero presiento que muy pronto"

"Esa no es una respuesta muy convincente" – Dijo tomando de su vaso – "¿Y qué vas hacer?"

"Nada, por supuesto. Hoy le dije de forma indirecta que me gustaba y lo único que obtuve fue que se alejara de mí como nunca antes lo había hecho"

"Pero ella…" – Se quedó pensando un momento – "No debería decirte esto, pero dada las circunstancias…"

Me acomodé en el sofá mirando a mi amigo – "Escúpelo, Jellal"

"Erza, un día que salimos, igual esto fue hace unos tres años atrás, me comentó que Lucy le gustaba a alguien, pero que era imposible porque el tipo la veía solamente como su amiga y sacando conclusiones…" – Me miró como si fuera algo obvio.

Me quedé en silencio tratando de recordar a la Lucy de hace tres años… y los recuerdos me dejaron inmóvil. Podría ser que el tipo que le gustara…

"Estoy seguro que eras tú" – Respondió mi amigo antes de que mi cabeza llegara a esa conclusión.

Y podía ser posible, porque recuerdo que hace tres años atrás tuvimos una discusión muy fuerte con Lucy por culpa de otra mujer. Ella me había manifestado de forma bastante directa sus celos.

Cuando supo que había estado saliendo con una chica casi una semana completa. Me había dejado bien en claro que ella no era para mí. Le expliqué que sólo salía con ella por diversión, pero Lucy me había contestado que jamás había durado tanto con alguien.

Al final preferí su amistad antes que a la peliblanca despampanante. Me levanté del sofá rápidamente y fui hacia la puerta. Tenía que ir a verla.

"Natsu ¿Qué haces?" – Preguntó Jellal desconcertado – "No hagas una locura. Tienes muy pocas cartas que jugar"

Me detuve justo en el umbral de la puerta y con la cabeza gacha me devolví a mi asiento.

"No sé qué hacer. Siento que ella se irá y yo no podré hacer nada" – Me pasé una mano por mi cabello desordenado con exasperación – "Si estuvieras en mi lugar ¿Qué harías?"

"Mmm" – Jellal se llevó una mano al mentón – "Dijiste que muy pronto se irá, por lo tanto tienes que actuar rápido"

"Que descubrimiento" – Dije irónico. Jellal me miró con cara de pocos amigos, me recordó a Erza, ya decía yo que estos dos eran tal para cual – "Lo siento, continúa"

"Yo creo que deberías comenzar a estar siempre con ella. Por ejemplo mañana pasa todo el día con ella, no sé, piensa en cosas que le gusten, lugares, incluso comida. Tus temas de conversación tienen que siempre apuntar a lo fantástica que es y lo feliz que eres teniéndola junto a ti. Rescata las cosas buenas de Japón, pero no critiques tanto Extalia, podría darse cuenta"

"Ya, eso puedo hacerlo, pero ¿Cuándo le digo que me gusta?"

"Lo otro que tienes que pensar… ella ¿Te gusta físicamente?"

"Sí"

"¿Te gusta su forma de ser?"

"Sí"

"¿Te gustaría pasar toda tu vida junto a ella sabiendo que con eso renuncias a los otros manjares con faldas?"

Me quedé pensando un momento, pero luego respondí – "Sí"

"Entonces estás muy mal, amigo" – Me contestó Jellal palmeándome el hombro – "Estás enamorado de ella"

"Nunca tanto" – Dije observándolo. Jellal me miró fijamente sin una pizca de burla – "Está bien" – Suspiré – "Lo admito. Estoy completamente enamorado de ella"

"Bien, ahora que lo admitiste, puedes llamarla y programar sus citas para mañana. Yo ahora me tengo que ir así que dejo todo en tus manos"

"Gracias Jellal" – Me extendió su mano y yo la estreché. Salió por la puerta con su típica sonrisa. Me acerqué al teléfono y marqué el número de Lucy. El pitido de llamado me hacía colocar nervioso y comencé a sudar.

"¿Diga?"

"Hola Luce ¿Cómo estás?" – Hablé demasiado animado para mi gusto.

"Natsu ¿Qué tal?" – Preguntó sin una pizca de alegría

"Bien, te llamaba para avisarte que mañana no hagas planes" – Sonreí al decirle esto.

"Ya y eso se debe a…"

"A que mañana quisiera que se lo dedicaras a tu mejor amigo ¿tienes algún problema?"

"No, claro que no" – Respondió dubitativa– "Mañana será un día sólo para nosotros dos"- Dijo con cierta alegría por lo que me calmó el hecho de que no estuviera enfadada por lo ocurrido en la cafetería. Sin embargo, aquella frase que dijo me obligó a sentarme. Ese nosotros dos se escuchaban tan bien que por un momento comencé a tener unas visiones reconfortantes.

"Natsu ¿Estás ahí?"

"Sí, sí. Entonces te paso a buscar. ¿Te parece a las diez de la mañana?"

"¿A las diez?" – Dijo sin ganas – "Sabes que me cuesta mucho levantarme tan temprano ¿Qué tal a las once?"

"Diez y media" – Respondí de inmediato

"Hecho"

Fin del Flashback

No era un trato que le conviniera, pero yo no podía perder tiempo. Así que esa noche me fui acostar, pero no pude dormir nada. Me regañaba a mí mismo por darme tantas vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño…¿Esto les pasaba a todas las personas?

Por una parte, pensé que era lo mejor decirle de una vez por todas mis sentimientos, pero por otra pensaba que si no me resultaba como quería perdería a mi mejor amiga.

Me quedé pensando en esto por horas hasta que vi los primeros rayos solares aparecer. Me levanté de la cama sin saber qué hora eran y fui directamente al baño a darme una ducha.

El agua estaba demasiado exquisita, y como supuse que era temprano decidí quedarme unos minutos más. No era mi costumbre, pero siempre podemos alguna vez salirnos de nuestra rutina.

Cuando creí que ya era suficiente, salí con mi toalla hacia la habitación. Comencé a sacar la ropa que me pondría hoy. Unos jeans con una camisa negra y mi infaltable bufanda, el recuerdo de mi padre, ni tan formal ni tan desaliñado. Me fui nuevamente al baño a tratar de arreglar mi cabello desordenado, pero fue imposible.

Aunque, luego recordé que Lucy alguna vez me había dicho que mi cabello era como mi sello y que nunca hiciera tal de llevarlo ni tan largo, ni tan corto.

Lo sé, era patético, y en su tiempo le hice caso porque era mi mejor amiga, ahora porque siento que es la mujer de mi vida…

Tomé desayuno, mientras veía la televisión. Las noticias cada vez eran peor así que preferí cambiarla al canal de música. Hice todos mis deberes acompañado de algunos grupos que tenían una letra bastante estúpida, como otros que realmente me hacían alucinar.

Hasta que la hora llegó y no pude más que sonreír.

Es tu última oportunidad…

Bajé con cierta rapidez las escaleras, sintiéndome dichoso por el genial día que nos esperaba. Llegué justo a las diez con treinta a la puerta de Lucy. Toqué el timbre con una sonrisa radiante, la cual se amplió aún más al sentir que ésta se abría.

Sin embargo, todo atisbo de alegría se esfumó por completo al darme cuenta que no era mi Lucy quien me recibía, sino un chico relativamente alto, de cabellos rubios y ojos azules, para mí un simple niño mimado.

El chico me miró con cierta confusión – "¿Sí?"

"Busco a Lucy– Expresé serio y con mi ceño fruncido. El chico me miró fijamente a los ojos con cierta mueca de desagrado en su rostro.

"Ella está durmiendo" – Respondió sin dejarme pasar – "¿Quién eres?" – Preguntó con desconfianza

"Soy Natsu Dragneel, amigo de años de Lucy" – Enfaticé la palabra años para que se diera cuenta el grado de importancia que tenía en la vida de mi pequeña, de mi ángel estelar.

El hombre se sorprendió, pero pronto una sonrisa torcida apareció en su rostro – "Mucho gusto Dragneel, soy Sting Eucliffe, el novio de Lucy"