Disclaimer: Avatar: La leyenda de Aang/The last Airbender no es mío.


Habían pasado solo algunas semanas desde la derrota del señor del fuego Osai, en ese tiempo Aang, Katara, Zuko, Soka, Toph y todos los demás se habían dedicado a corregir el daño hecho por la nación del fuego, no solo en Ba Sing Se si no en todos los lugares en donde pudieran ayudar, arreglaron muchas cosas, pero como todo trabajo de esa magnitud, llega a ser agotador, así que se decidieron a tomar un descanso antes de continuar con su tarea, Zuko propuso regresar a la playa Ember puesto que ese fue el último lugar en el que estuvieron antes de enfrentar a Osai, al llegar ahí lo primero fue tomar una larga siesta por parte de todos, después de eso era de noche, mientras que Soka y Suki decidieron ir a pasear por la playa, Katara y Aang se quedaron en la casa a conversar, todos estaban de pareja menos dos de ellos.

Zuko estaba en el patio practicando algunas de sus técnicas, en eso llegó su tío

-Zuko ¿Qué estás haciendo?-

-¿Qué no es obvio? Practico –

-Me doy cuenta de eso, pero ¿Por qué?-

Zuko se detiene y voltea a ver a su tío.

-¿Cómo que por qué?-

-Bueno tu padre fue derrotado, y tu hermana está en la cárcel, la paz reina otra vez, no veo motivo de que sigas entrenando tan arduamente, deberías divertirte un poco como tus amigos-

Zuko divago por un breve momento.

-No tengo tiempo para eso-

Airo soltó una leve aunque escandalosa risa

-¿No tienes tiempo? Lo dices como si tuvieras otras cosas que hacer-

-Ahora soy el señor del fuego, claro que tengo otras cosas que hacer-

-Muy bien, dime una-

Zuko se quedó en el espacio sin saber que decir, se fue a sentar a un escalón

-Bueno… Yo am… Tengo que…-

Airo se sentó junto a él.

-Ah… mi querido sobrino, no será que haces esto solo para olvidar lo que te acaba de pasar-

Zuko miró al suelo un poco deprimido, recordó que recientemente había terminado con Mei debido al tiempo que pasó lejos de la nación del fuego. Zuko se quedó callado.

-Ven, vamos adentro, te daré una taza de té-

Ambos fueron adentro de la casa, fueron hacia una sala, se sentaron en una pequeña mesa, Airo le dio una taza de té a Zuko, este seguía divagando.

-¿Y bien?-

-¿Qué?-

-Bueno desde que te hable en el patio no has dicho una sola palabra-

-Bueno… No lo sé… Quizá tengas razón y solo lo hago para no pensar en Mei…-

-Zuko, al igual que antes creías que atrapar al Avatar era tu destino, crees que Mei era la mujer para ti-

-Pero si no es ella ¿Quién? Es decir… No conozco a nadie más…-

-Ya veras, será la persona que menos esperes-

Zuko sonrió

-Gracias tío-

-Cuando quieras-

Airo se levanto y le hizo una seña a Zuko para que lo siguiera, Zuko fue con él. Ambos fueron a otra habitación en donde había un gran tablero.

-Ahora mi querido sobrino, que tal un pequeño juego de pai sho para levantar el ánimo-

-Tío, agradezco tus intentos para levantarme el ánimo pero el pai sho no es la solución para todo-

Zuko se dirigió a la puerta de la habitación.

-Oh, ya veo, temes que un anciano te gane-

Zuko se detuvo.

-¿Qué?-

-Oh nada importante, es solo que el señor del fuego Zuko teme perder ante su viejo tío en un simple juego de pai sho-

Airo sonrió maliciosamente mientras veía como Zuko reaccionaba ante sus comentarios. Zuko se giró hacia él.

-¡No te tengo miedo, puedo vencerte en cualquier juego!-

-Entonces que esperas-

Ambos fueron a la mesa y duraron un largo rato jugando, la hora avanzó y ya era muy tarde.

-(Bostezo) La hora ha avanzado Zuko, deberías ir a descansar-

-(Bostezo) Me parece bien, adiós tío-

-Descansa Zuko-

Zuko salió de la habitación y se dirigió a la suya, ya iba a llegar, aun estaba algo pensativo, estaba tan distraído que no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor y en la vuelta de un pasillo su distracción terminó al chocar contra Toph haciendo que ambos cayeran al suelo.

-Oye fíjate por dónde vas-

-Podría decirte lo mis…-

Zuko cortó su habla al ver que se trataba de Toph, sería algo incoherente que le dijera eso a Toph quien se levanto del suelo. Estaba vestida con la ropa de la nación del fuego a petición de los demás, Zuko se le quedó viendo por un rato, se quedó congelado.

-Y bien, ¿Qué ibas a decir?-

Zuko reaccionó y se levantó.

-No, nada… lo siento-

Toph se fue algo molesta.

-Y se supone que la ciega soy yo-

Zuko vio como se alejaba y luego entró a su habitación. Por otra parte Toph se dirigió a la suya, se veía algo decaída, entró a su habitación y se echo a la cama y se dio vuelta mirando al techo, Toph suspiró y en su cara se dibujó una mueca de tristeza.

-Todo acabó, la guerra, los conflictos, todo… Ahora ya no se qué hacer, antes mi trabajo era enseñarle a Aang la tierra-control, ahora que ya la domina no me necesita para nada, ahora todos se la pasan con sus parejas, la única razón por la que vine es porque no tenía ningún otro lado a donde ir…-

Toph se giró boca abajo.

-Quizá deba irme… No creo que nadie notara la diferencia-

Después de un rato de divagar entre sus pensamientos Toph se quedó dormida. A la mañana siguiente Zuko se levantó temprano, pasó por la sala y vio a Soka echado en el sofá roncando y babeando, al ver eso Zuko no pudo evitar preguntarse porque estaba ahí pero prefirió no despertarlo. Zuko se dirigió a la playa, pero al llegar se encontró a Toph sentada en la arena con sus ojos ciegos mirando hacia el mar, Zuko pensó en la noche anterior así que fue con ella a disculparse, Toph sintió como alguien se acercaba, los pasos eran demasiado pesados como para ser de Aang y muy controlados para ser de Soka o de otra persona, por lo tanto debía ser Zuko o su tío, la arena no le dejaba distinguir muy bien así que tuvo que esperar a que hablara, Zuko se detuvo a unos centímetros de ella.

-Am… hola Toph, oye lamento lo de anoche-

Toph sonrió levemente, se sintió mejor al saber que alguien sabía de su existencia.

-Descuida-

Zuko se sentó a lado de ella.

-Y ¿Qué haces?-

-Pasando el tiempo, desperté temprano y ya no puede dormir, así que vine aquí-

-Y ¿Te gusta la nación del fuego?-

-Bueno, no te ofendas pero algunos lugares no son de mi agrado, veo con la tierra y algunas partes son solo tierra quemada y el olor a azufre impregna mi nariz-

Zuko se encogió de hombros.

-Aunque debo admitir que esta playa es uno de los lugares que me gustan, la tierra es firme y la arena no es tan inestable, puedo ver mejor con esta arena que con la del desierto, es lindo estar aquí-

Zuko sonrió.

-Y que me dices tú, como la has pasado desde el la batalla con tu padre-

-Bueno, honestamente no han sido de mis días más felices, demasiado trabajo como señor del fuego y bueno, recientemente mi relación con Mei se terminó-

-Lamento oír eso-

-No importa, y que hay de ti-

-Yo la he pasado muy bien-

Toph dibujo una gran sonrisa en su cara y lo dijo con un gran tono de alegría, aunque sabía que era mentira, pues por sus pensamientos creía que ya a nadie le importaba, aunque no se había dado el tiempo en indagar.

-Oye ¿Viste a Soka en el sofá?-

-Sí, lo vi cuando vine aquí-

-Ven, sígueme-

Toph se levantó y Zuko fue detrás de ella, fueron a una ventana la cual dejaba ver el sofá en el que Soka estaba durmiendo, no se había movido de la posición en la que estaba.

-¿Qué estamos haciendo aquí?-

-Divertirnos un poco-

-Pero…-

-Shhh… Solo observa-

Toph dio un fuerte pisotón e hizo que la parte del suelo en la que estaba Soka temblara fuertemente haciendo que este cayera al suelo, haciendo que Soka despertara de golpe mirando a todos lados con su típico enojo cuando lo despiertan, Zuko y Toph se escondieron, ambos no pudieron contener la risa, después de recuperar el aliento Zuko se quedo viendo a Toph sonriente.

-Bueno, debo admitir que eso fue divertido-

-Sí, lo fue hehe…-

Zuko se quedó cayado y mirando a Toph quien de la nada lo golpeo en el brazo.

-¡Oye por qué lo hiciste!-

Toph sonrió.

-Así le demuestro mi afecto a las personas-

Zuko sonrió y vio como Toph se levantó.

-Bien, necesito un baño, adiós Zuko-

Toph se fue del lugar y Zuko se levantó del suelo con una sonrisa en su cara y vio como Toph se alejaba.

-Adiós Toph...-