¡Hola a tod s! Bueno esperamos no haber tardado mucho, es que este mes llevábamos un poco de retraso en los fics y claro se va sumando, no obstante aquí estamos!

Queremos dar las GRACIAS a todos, por seguir la historia, por los comentarios, por leer. Los que escribís lo sabéis, esto roba un montón de tiempo, pero merece la pena si conseguimos alegraros un poco. Dicho lo cual, y como siempre, lamentamos si se cuela algún gazapo, o falta ortográfica o de estilo, de verdad que lo intentamos limpiar, pero aún así... U.U Y ya, sin más os dejamos con el capitulo 3:


Capítulo 3: Crear la duda

"Libro de pociones avanzadas de Libatius Borage.

Capítulo 1: Del insomnio al sueño mortal"

Sentada en su sitio favorito de la biblioteca Hermione resoplo por quinta vez al desconcentrarse de nuevo por las risas provenientes de la mesa de enfrente. ¡Maldición! Había releído aquel estúpido epígrafe al menos doce veces, y nunca conseguía pasar de esa línea. No lograba concentrarse. Y la culpa era enteramente de esos idiotas.

Alzo los ojos al frente completamente molesta, en la mesa frente a ella, estaban dos estúpidas ravenclaws de un curso inferior que, aunque tenían los libros abiertos, no habían leído ni una sola palabra desde que habían llegado. Y todo por él. Sus ojos se achicaron. Al lado de una de las chicas, demasiado cerca para su gusto de hecho, se encontraba el estúpido Draco Malfoy. Llevaba un libro en la mano, que ni siquiera había tenido la decencia de abrir.

Negó con la cabeza, él había llegado flanqueado por aquellos dos gorilas que le reían todos los chistes, había pasado como diez minutos buscando algo entre las estanterías, hasta que había sacado aquel libro. Hermione había intentado no mirarle, o al menos que no la viera mirarlo. Pero el muy descarado había pasado frente a su mesa, y se había detenido justo delante de ella, su corazón había empezado a entrar en una estúpida arritmia, había intentado parecer ajena a su presencia, pero estaba segura que se había sonrojado aunque no estuviera mirándole, ya que sus ojos habían estado clavados en la misma página en la que ahora seguía.

Y pensar que por un momento había creído que... ,bueno, que se pararía a hablar con ella como había hecho en el campo, o que querría cobrarse su... favor. Pero no, él a penas la había mirado, por el contrario, toda su atención se había centrado en las dos idiotas de la mesa de enfrente. Y haciendo gala de su, en su opinión, inexistente encanto se había acercado a esas dos.

Desde entonces no había dejado de... flirtear, y esas dos estúpidas de seguirle el juego, obviamente el sombrero seleccionador debía haberse equivocado al colocarlas en la casa de Ravenclaw, estaba claro que carecían de cerebro...

Las risas, una vez más, la molestaron profundamente, sobretodo porque esta vez los ojos grises de Draco se encontraron con los suyos, Hermione decidió que no iba a quitar la mirada, muy por el contrario, frunció las cejas en gesto molesto, a ver si así se daba por enterado de que la biblioteca era para estudiar, y no una taberna para ligar con cualquiera.

Lejos de parecer captar la indirecta, el rubio pomposo alzo divertido la comisura izquierda de sus labios. Lentamente vio como sacaba la punta rosada de su lengua y se humedecía sus finos labios sin apartar la mirada de ella. Y sin saber por qué, ella recordó de pronto, lo que era tener esos labios sobre los suyos. Noto el calor en su rostro, extendiéndose hacia abajo por el resto de su cuerpo, muy a su pesar, aparto la mirada totalmente frustrada y enojada consigo misma.

¿Por qué tenía la sensación que acababa de perder una partida contra Malfoy? ¡Merlín! Estaba tan enfadada.

Tomo aire, "muy bien Hermione", se dijo a sí misma, "no puedes dejar que ese estúpido hurón te afecte tanto, Malfoy no es nadie, es menos que eso." Su ritmo cardiaco se tranquilizo un poco, ella tenía que estudiar para la clase avanzada de pociones, no podía perder el tiempo así... tomo las tapas del libro y se dispuso a cerrarlo y marcharse a estudiar a otro lado donde el ambiente no estuviera tan cargados de hormonas retrasadas.

-!Herms!- Harry y Ron se sentaron uno a cada a lado de ella, bueno, más bien Ron se dejo caer en el asiento suspirando abatido- ¿Ya estas estudiando? Apenas son los primeros días de curso.

Hermione abrió la boca para protestar, claro que tenía que estudiar, los primeros días eran fundamentales, si ellos se tomaran las clases más en serio probablemente les hubieran dejado asistir a pociones avanzadas... Pero Ron se le adelanto, tirado, literalmente sobre la mesa y con la frente apoyada en la madera respondió.

-Déjala... Ella es así, no conseguirás hacerla entender que debería aprovechar su vida haciendo algo que no sea estudiar...

Frunció el ceño molesta.

-Yo aprovecho mi vida de muchas maneras, y me parece que aprender todo lo que pueda es tremendamente útil para vivir mejor. ¿Qué haces tú para aprovechar tu vida?

Ron apenas se movió.

-Nada... ese es el problema... ¡se me va la vida Hermione!

Una ceja castaña se alzo en su rostro ¿había estado otra vez bebiendo cerveza de mantequilla? ¿Qué demonios le pasaba? Ella suponía que debía ser feliz, había conseguido entrar en el equipo, corrección, a ella le había costado deber un favor a su peor enemigo después de hacer trampas para que él estuviera feliz por entrar en el dichoso equipo, ¿Por qué entonces estaba...así? Suspiro, Ron nunca era feliz con nada...

Las risas, de nuevo, hicieron que inconscientemente los ojos marrones de la chica se dirigieran al grupo de idiotas de enfrente. Pero no solo sus ojos, notó como Harry miraba muy serio la escena. Demasiado serio. De pronto los ojos verdes del chico se volvieron serios hacia ella. Con toda esa seriedad aún en ellos.

-¿Qué quería Malfoy?

-¡¿Qué?!

Mierda, ¿había gritado?, metió la cabeza entre los hombros, tratando de esconder su vergüenza.

Harry se sorprendió también ante su grito, pero en seguida volvió a recomponerse y la miro más serio aún.

-Antes, en el campo, Te he visto hablando con él. ¿Qué quería?

¿Los habían visto? Dios, ¿qué iba a decir?, No podía admitir delante de Ron que Malfoy la había pillado haciendo trampas a su favor, ni tampoco quería admitir su debilidad al dejarse manipular por el Slytherin y ahora deberle un favor... Las neuronas de Hermione trabajaban frenéticamente buscando una excusa, cualquier excusa, pero las risas de en frente, los cabezazos de Ron contra la mesa, los ojos verdes inquisidores sobre ella...

-¡Molestar!- toda la biblioteca se volvió a mirar a Hermione, si el "¿qué?" había sonado en un tono más alto de lo normal, el molestar aun resonaba por toda la biblioteca. Trago saliva sonrojada, incomoda y enojada de nuevo consigo misma. Bajo la voz, casi a un murmullo, y se acerco a su amigo para que pudiera oírla- Ya sabes, se estaba riendo de nuestro equipo, solo quería a alguien a quien mortificar con ello.

Harry frunció el ceño pensativo, luego volvió la vista al rubio que ahora los miraba divertido. A Hermione le pareció que aquel aguante de miradas duraba más de lo normal, hasta que una Ravenclaw se acercó al odio del rubio y le susurro algo. La sonrisa de Draco se ensancho mostrando la perfecta hilera de dientes blancos, y se volvió hacia ella para asentir.

-Merlín bendito...- Hermione y Harry se volvieron hacia Ron que había levantado levemente la cabeza y había observado también la escena- ¡Hasta una serpiente asquerosa como Malfoy va a morir más feliz que yo!

Hermione miro a Harry curiosa.

-¿Más feliz que él?

Las mejillas de Harry se tornaron rosadas y negó rápidamente con la cabeza antes de levantarse y tirar del pelirrojo.

-Olvídalo. No tiene un buen día... -El chico tiro de su amigo para que se pusiera de pies y comenzara a andar.-Vamos Ron- Antes de seguirlo el moreno se volvió una vez más y echando una última mirada hacia Malfoy, y después a ella- Ten cuidado con Malfoy. No me fio de él...


Draco volvió a notar la mirada del idiota de Potter sobre él antes de irse, Merlín, no recordaba lo acosador que había sido el "niño-que-desgraciadamente-vivió" con él. Si no fuera porque sabía por qué le vigilaba podría hasta pensar que estaba enamorado de él.

Aquella idea le dio un calambrazo de repulsión por todo el cuerpo. ¡Lo odiaba tanto! Era un usurpador, un bueno para nada que no se merecía la posición social que tenia. Era él quien debía ser el mejor de su promoción. Puto Potter. Y él que al conocerle pensó que podían haber sido amigos... bah, eso era antes de saber que era un completo gilipollas que se prefería juntarse con la chusma...

Sonrió, hablando de chusma..., dirigió sus ojos a Granger que asentía a algo que le estaba diciendo Potter. Y algo le decía que tenía que ver con él... Oh, aquello era demasiado divertido, y solo acababa de empezar...

La verdad era que había ido a la biblioteca a buscar un libro sobre la historia pre-merliniana. Necesitaba recopilar toda la información que pudiera haber sobre el hechizo que lo había de vuelto al pasado...Aunque por ahora no había tenido mucha suerte... Volvió a mirar a Granger, con su pelo castaño encrespado , sus ojos fijos en el libro como si fuera la cosa más interesante del mundo, con sus pequeñas manos sobresaliendo de su túnica, al menos dos tallas más grande de lo que debería. Sí, si la historia hubiera sido diferente, y si Granger no fuera tan condenadamente quisquillosa, podría haberle preguntado. Si alguien sabía algo sobre..., dudó, bueno sobre cualquier cosa aburrida, esa era "el ratón de biblioteca".

Lo de las Ravenclaws se le había ocurrido sobre la marcha, se había detenido frente a ella, solo para que pudiera disfrutar de su presencia, pero la estúpida ni había mirado. Por el contrario las dos bellas alumnas de enfrente habían cuchicheado, se habían sonrojado... ¡se habían comportado como chicas normales! y no como ermitaños de biblioteca.

Asique había ido a obsequiarlas con un poco de atención, y de paso a molestar a la sabelotodo. ¡Había sido genial! desde que se había sentado, estaba seguro de que Granger no había pasado ni una sola hoja del libro que "hacia" que leía. Su sonrisa se amplió, y luego aquella mirada de odio, definitivamente no le era indiferente...

Se volvió a las chicas, una de ellas ya le había susurrado donde estaría aquella noche sola y dispuesta, asique no tenía mucho más que hacer ahí, además se moría de ganas de ir a hablar con la remilgada gryffindor.

-Tengo que irme, Crabbe, Goyle, -ordeno- Voy a molestar a Granger, esperadme fuera.

-Pero...

Draco alzo una ceja antes de levantarse y Goyle callo antes de acabar su frase. Solo faltaba que se le sublevaran esos idiotas.

Tomo su libro y se acerco con gracia hasta la castaña, que a pesar de hacer como si no lo viera bufo molesta. Le empezaban a gustar esos gestos de molestia fingida.

Ocupo el lugar donde antes se había sentado Potter y la observo en silencio con una leve media sonrisa en los labios. ¿Cuánto tiempo podía fingir ignorarlo? Porque obviamente no lo hacía, desde esa posición tan cercana podía ver sus cejas juntas con molestia, sus pequeñas aletas de la nariz moviéndose con dificultad y sus labios fruncidos en una mueca de disgusto, pero también podía ver el rubor rosa que cubría su cara. Sí, puede que no la mayor parte del tiempo no lo pareciera, pero después de todo, Granger era una chica.

Aquel pensamiento lo distrajo y sus ojos inconscientemente vagaron por su figura, bueno, por aquella monstruosidad dos tallas más grande que engullía su figura. Pero él podía recordarla con aquella sucia y fea ropa muggle que descubría, quien lo hubiera dicho, una chica bastante apetecible... delgada, con un bonito trasero... trago saliva con dificultad, al sentir una punzada de deseo en su bajo vientre, y se maldijo en silencio, joder, al menos sabía que no habría problema para llevar a cabo su plan...

-¿Qué demonios quieres?

Malfoy pestañeo con sorpresa por la velocidad con que la chica había cerrado el libro y ahora lo enfrentaba cara a cara. ¿Qué que quería? su corazón latía con fuerza por la sorpresa y el deseo anterior, y viéndola así tan enfadada, tan pequeña, tan remilgada, querría apartar todos los malditos libros de un manotazo, subirla a la mesa, quitarla el maldito saco que llevaba por uniforme y demostrarla lo que era un hombre de verdad de manera fuerte.

¡Joder! Tenía que controlarse, se suponía que eso era un sacrificio no un deseo real. Por dios, seguía siendo Granger, si la...medio deseaba, alguna vez era solo por fastidiar a Potter, y porque probablemente era la chica que más le costaría llevarse a la cama... si él quisiera llevársela claro... lo cual hacia que volviera a la primera opción: Fastidiar a Potter. Y ahora sabiendo que además se llevaba el premio que le tocaba a la comadreja... bueno, digamos que ahora merecía la pena. Pensó en la cara de esos dos estúpidos cuando se enteraran y no pudo evitar sonreír. Haría cualquier cosa por ver esa cara, incluso acostarse con Granger...

Tomo aire y se mojo los labios.

-Creía que tú y yo empezábamos a llevarnos bien Granger. ¿Qué modales son esos? ¿Es que los Muggles habláis así a cualquiera que se siente a vuestro lado? Porque entonces no me extraña nada todas esas guerras que tenéis...

Hermione bufo.

-Solo tratamos así a los esnobs estúpidos que intentan amargarnos la vida.

Su sonrisa se ensancho.

-Yo no intento amargarte la vida Granger... -Vio la incredulidad en los ojos de ella, eso era, solo necesitaba sembrar la duda...- al menos no ahora mismo.- Una ceja castaña subió y volvió a ponerse alerta.- Solo cuido de mis intereses.

-¿Y qué intereses puedes tener tú en mi?

Sus ojos brillaron pícaramente, si ella supiera..., pero no podía saberlo asique desvió la mirada de la de ella y se observo las uñas con indiferencia.

-Me debes un favor Granger- Volvió a mirarla, pero esta vez centro su atención en sus labios, lo hizo aposta por supuesto, quería ponerla nerviosa, que dudara, que empezara a sentirse lo más parecido a una chica que pudiera en su presencia..., y por el rubor que ahora se tornaba rojo carmesí empezaba a conseguirlo. Muy despacio y sin apartar ni un solo momento la vista de su boca añadió- Y pienso cobrármelo.

Granger se giró tan rápido tan nerviosa que la torre de libros de su lado se volcaron, cayendo esparramados por el suelo, todo el mundo la miro, incluso se oyó un leve chisteo pidiendo silencio, y Draco no pudo evitar reírse mientras la veía agacharse a recogerlos completamente enfadada.

-¿Y por qué mejor no le pides -dudo, Draco pudo notarlo-lo que sea que quieras o necesites a las chicas esas con las que estabas? Estoy segura que lo harán encantas... O a Parkinson, ella también estaría más que dispuesta.

Draco alzo las cejas y se colocó más cómodo en el asiento sin dejar de mirar a la pequeña figura que ahora se alzaba del suelo.

-¿Estas celosa?

-¡¿QUÉ?! ¿Te has vuelto loco?

Draco ignoro el comentario y suspiro con fingida sorpresa.

-Vaya Granger no te hacia una mujer posesiva y celosa... estas resultando ser toda una caja de sorpresas.

-¿Has perdido la cabeza del todo? !Ni en un millón de años estaría yo celosa de ti! A mí me da igual que tontees o hagas lo que quieras con cualquiera. Yo no soy estúpida, nunca, jamás, me fijaría en un ser tan ruin como tú Malfoy, y mucho menos envidiaría a quien lo hiciera.

Vale, aquello le había dolido, de hecho todo su cuerpo ardía por gritarla ¿Qué quién demonios se creía que era? ella no era nadie, era el anti erotismo, una empollona, sabelotodo, muggle, impura, con pelo enmarañado y cuerpo y formas pequeñas, !estrecha! y con mal gusto... ¿por qué haber qué tenía Ron Weasley que no tuviera cualquier otro hombre? es más ¿qué tenía Ron Weasley que no tuviera cualquier elfo domestico?

Apretó los dientes y los puños, se comería cada una de sus palabras, una tras otra, iba a acabar rogándole que la quisiera, que la hiciera suya, iba a llorar lagrimas de sangre cuando la dejara, y nunca, jamás, iba a poder olvidar o amar a nadie más que a él. Mientras él se reía de su "estupidez".

Granger cogió los libros enojada y sin cuidado y se dispuso a irse, Draco se levantó rápidamente y fue tras ella, la sujeto desde atrás por la cintura y la pego a su cuerpo, no era casi perceptible desde fuera gracias a la cantidad de tela de las dos túnicas, sobre todo la de ella. Bajo su cabeza hasta que sus labios rozaron levemente la curva trasera de su oreja.

-Respondiendo a tu pregunta Granger. Porque no quiero cobrarme de ninguna otra que no seas tú ese favor.

Dicho lo cual la soltó como si quemara, como si no la hubiera tocado y pasó por delante de ella esquivándola, saliendo de la biblioteca, sabiendo que si se volviera en aquel momento vería a una Hermione Granger sonrojada y shoqueada. Sonrió para sí, antes de hacer un gesto con la cabeza a los dos enormes slytherins que le esperaban en el corredor.


Observo sus perfectas uñas antes de levantar la cabeza, justo cuando la puerta se abría. Giro la vista hacia Daphne que hablaba animadamente con Micellent .

-Daphne, recuérdame quien es exactamente Brown.

Los chicos y chicas salían a toda prisa de la clase de adivinación de tercera hora, ella no había escogido aquella clase porque la adivinación le parecía una pérdida de tiempo. Ella ya sabía que existía un orden de las cosas y que, claramente, había cosas que estaban destinadas a ser. Pero eso no era magia, era el orden natural.

Por ejemplo, ella estaba destinada a ser la chica más popular de la escuela desde que había entrado en ella. Era guapa, muy guapa, mucho más que ninguna otra chica, era lista, rica... todas las chicas la envidiaban, algunas tenían la decencia de admitirlo y adorarla en silencio, y otras, en cambio, intentaban parecer ajenas a su encanto, incluso alguna estúpida como Granger intentaba hacerla frente... !Por favor! ¿Había alguien más antisocial y con peor gusto que esa sangre-sucia?

Se recordó que por eso estaba ahí, porque la estaría bien una dosis de humildad y un recordatorio de dónde estaba su sitio. Por eso, y por él. Draco había sido siempre, y era, su perdición. ¡Pero es que ellos dos estaban hechos el uno para el otro! Desde primero había decidido ser la señora Malfoy algún día. Y era lógico, Draco era guapo, listo, inteligente, divertido... era ella en chico. Aun que puede que, al contrario que a ella, si hubiera alguien que le hiciera sombra, Potter. Y es que, ese idiota era una leyenda viva, y era muy difícil competir contra eso... Aun así, en su opinión, Draco era mucho más valido de Potter.

El único problema era que Draco era reticente a formalizar una relación. Después de haber perdido la virginidad con él hacía casi dos años había pensado que serían la pareja ideal. Pero Draco la había dicho que no estaba preparado, que quería vivir un poco más, que la situación con sus padres, el ministerio y el señor oscuro no era fácil... Maldición !Si a ella todo eso la daba igual! ella solo quería ser lo que era, lo que la encantaba ser, la reina del instituto, y estar con el rey...

-Es esa de ahí, la chica rubia.

Los ojos verdes de Pansy se fijaron en su víctima. Muy bien, sabía lo que tenía que hacer, no entendía muy bien por qué, pero si Draco se lo había dicho seria por algo..., además algo la decía que ese año era su gran oportunidad para conseguir al rubio. Estaba diferente, más feliz, menos preocupado... Sí, este año seria suyo. Tomo aire decidida.

-Quedaros aquí. - Sus dos amigas se miraron intrigadas pero no rechistaron, se limitaron a observarla acercarse a un grupo formado por Brown, dos chicas de ascendencia india muy parecidas, a las que normalmente confundía, y otra chica más de pelo castaño y uniforme Ravenclaw que parloteaban como locas- Hola.- Las chicas abrieron mucho los ojos y Pansy sonrió cortes, genial, eran de las que la admiraban en silencio, eso hacia todo mucho más fácil...- ¿Eres Lavender, verdad?

La rubia abrió la boca como un pez dos veces antes de afirmar.

-Sí…, sí soy yo.

Pansy la dedico una sonrisa cómplice.

-¿Podríamos hablar un segundo a solas?

Notaba la sorpresa y la incredulidad en la cara de la chica. !Sí, definitivamente había escogido a la más idiota!

-¡C...Claro!

-Genial- Pansy comenzó a caminar a su lado en dirección a uno de los pasillos, noto la mirada de varios chicos y sonrió para ella- Tú y yo hemos coincidido mucho en estos años.

Lavender asintió entusiasta.

-Sí, de hecho casi podemos ser amigas, porque somos del mismo año, y hemos coincidido en casi todas las clases desde entonces.- ¿A sí? Pansy apenas tenía una vaga idea de quien era ella...- Un día, en segundo, incluso me pediste que te dejara pasar para salir antes de clase.

Estaba horrorizada, ¿de verdad se acordaba de aquello? Carraspeo y sonrió gentil, como si ella también recordara aquel momento.

-Claro, el caso es Lavender que me he enterado de algo importantísimo, y creía, como amigas que somos que debía decírtelo. -Las pupilas claras de la chica se dilataron y su boca formo una ó. Daphne no se había equivocado al decirle que Brown era una chismosa. Y ahí estaba su punto débil. - Pues veras, todo el mundo comenta que Ronald Weasley está enamorado de ti.

Las redondas mejillas de la chica se tiñeron de rojo.

-¿Ron? - Pansy asintió. Casi le daba pena emparejar a la pobre estúpida con aquel anormal...- P...pero esta todo el día con Harry y Hermione, incluso he llegado a pensar que le gustaba ella...

Noto la pena en el final de la frase. Por Salazar, ¿de verdad pensaba que la sangre-sucia podía gustarle a un chico? Si era el anti-erotismo. Ningún hombre querría tocarla...

-Oh, no, no- Pansy se humedeció los labios, y sus ojos brillaron, ahora era cuando tocaba sacar su lado Slytherin- Aunque yo no descartaría que a ella le gustara él...- Lavender ahogo un grito de sorpresa- Sí, bueno ya sabes. Weasley es muy atractivo-Pansy noto como la bilis le subía a la garganta. Por Merlín luego tendría que lavarse la boca con jabón.- ¿Quién no querría estar con un ...hombre como él?

Le empezaba a dolor hasta la tripa y mal cuerpo solo de oír las mentiras que salían de su boca.

-¿Entonces crees que a Hermione le gusta Ron, pero a Ron le gusto yo?

Pansy sonrió para sí. Bravo, para ser tan estúpida lo había cogido bastante rápido.

- Eso creo...- Aquello marchaba, pensó viendo la expresión confusa de la chica.- Yo solo te aviso porque te aprecio, y porque me parece horrible que dos personas que se aman y son perfectas la una para la otra acaben separados por una vulgar s…-Se mordió el labio, delante de ella no podía sangre-sucia…-sabelotodo. Y es que, puede que Granger sea fea y carezca de clase y feminidad pero no debes olvidar que es muy lista…

Las rubias cejas hicieron un mohín.

-¿Y qué puedo hacer yo? Estoy segura que si Ron de verdad me ama Hermione no podrá hacer nada.

En verdad era estúpida…

-Por supuesto. Pero no te olvides querida de que Weasley no deja de ser un hombre…

-¿Qué quieres decir con eso?

-Quiero decir que para retener a un hombre a tu lado tienes que darle lo que ninguna otra mujer le dé…

-¿Amor eterno?

Pero estúpida, estúpida… Solo esperaba que Weasley y esa estúpida no procrearan por el bien del mundo mágico…

-Claro, pero hay muchas… – Pansy alzo las cejas sugerente- formas de demostrarlo…

-¿Por ejemplo?

-No sé…- Pansy fingió pensar mientras intentaba calmar su furia interior a este paso tendría que hacerle un dibujo o ir directamente con ese idiota y enseñarla a qué parte de su cuerpo tenía que mostrarle atención, una arcada acudió a su garganta, Merlín, ella no quería ni imaginarse esa parte de Weasley- puede que este mal que te lo diga, o que pienses mal de mí.

-Oh, no, no, ¡yo nunca pensaría mal de ti! Por favor, Pan-¡¿pan?! Pero quien se creía que…- Todo el mundo sabe que eres perfecta- Su ira se disipo un poco, al menos sabia reconocer la verdad…- y que todos los chicos querrían ser tu novio, por favor.¡ Hare lo que sea! ¡Yo amo a Ron!

-Muy bien- Pansy desvió la mirada inocentemente y sonrió sin que la idiota la viera. Luego volvió a mirarla muy seria, intentando guardar la risa en su interior, aquello había sido increíblemente fácil- si quieres conquistar y retener a un hombre a tu lado debes conseguir que este completamente satisfecho sexualmente contigo, pero dejándole siempre con la idea de que no has dado todo de ti, que siempre podrás darle incluso un poco más la próxima vez.

Los ojos de la chica se abrieron asombrados. Y se sonrojo hasta la raíz del cabello.

-P…pero… p-p-pero… yo soy virgen, no tengo apenas experiencia en…. Bueno en esas cosas….

Tsk, eso ya lo sabía ella, no había más que ver como se maquillaba…Lo único bueno era que si había alguien más virgen y parada que Lavender Brown ese era Ronald Weasley… Pansy tomo aire y la miro sonriente.

-Creo que puedo darte uno o dos trucos…


Hermione gruño en voz alta, se llevo las manos a la cara y se dejo caer sobre el colchón de su cama inundado de libros. Maldita sea, estúpido, estúpido Malfoy. !Y estúpida ella! ¿Por qué no se había vuelto y lo había maldecido? o mejor aun, ¿por qué no lo había golpeado?

No, ella se había quedado ahí, quieta, asustada, notando su cuerpo delgado y cálido contra ella, su brazo rodeando su cintura y atrayéndola junto a él, sus labios sobre su oreja, su aliento en el cuello... El corazón a punto de salirsele del pecho... por todos los demonios, se había comportado como un conejo asustado en medio de una carretera cuando ve las luces del coche venir hacia él.

Y lo que era peor, no podía quitarse aquellas estúpidas palabras de Malfoy de la cabeza. Por supuesto que tenía una explicación racional, claro, el favor que la quería pedir debía ser contra Harry y Ron, y probablemente incluso contra ella misma, por eso nadie más le valía, porque no había nada mejor para ese hurón asqueroso que humillarlos y amargarles la existencia.

Se destapo la cara y volteo la cabeza, vio la luz filtrarse por la ventana de su habitación, el cielo azul..., pero ella no se fijaba en eso, no, ella solo podía pensar que una diminuta, casi inexistente, parte de ella se había..., bueno se había excitado con la idea de que tal vez, y solo teniendo en cuenta que era igual de probable como que el mundo se acabara mañana, ella le gustara a Draco Malfoy...

Se volvió a tapar la cara y reprimió una sonrisa de lástima consigo misma. Aquello era imposible. ¡Era Malfoy! El defensor de la sangre pura, el cretino más grande de toda la escuela, un estúpido que a pesar de tenerlo todo disfrutaba haciendo sentir mal a los demás... Probablemente para sentirse el mejor... y su blanco preferido había sido ella y sus mejores amigos... ¿Por qué iba eso a cambiar? ¿Por qué le iba a gustar ella? No era especialmente guapa, ni tenía grandes atributos que llamaran la atención de los hombres, su pelo era horrible, aunque al menos, gracias a Merlín, se había arreglado los dientes...

Suspiro, la verdad es que no había sido gracias a Merlín... Odiaba admitirlo, pero eso también había sido culpa de Malfoy... Durante su mini "cuelgue" por Malfoy cuando era una niña demasiado pequeña como para entender quien era esa sucia serpiente le había dolido cada insulto del rubio como si fuera una bofetada, a lo de la sangre sucia, o empollona, o penosa, o..., suspiro, podía pasarse a sí todo el día... El caso es que esos no le hacían tanto daño como los que la llamaban fea, los que le recordaban el horror de su pelo, sus dientes, sus cejas... Asique ella, bueno, de algo tenía que valer ser lista y estudiosa, asique decidió arreglarse los dientes.

Aun recordaba el día que le había sonreído orgullosa luciendo sus nuevos y pequeños dientes. Malfoy había alzado una ceja con desdén y había negado con la cabeza antes de insultarla de nuevo cruelmente. Desde luego no era ningún príncipe azul...

-¿Hermione?

Se alzó sentándose sobre su cama con la cara colorada, ¿por qué se sonrojaba? Nadie podía oír sus pensamientos... Además esa voz..

-¿Ginny?

La pelirroja abrió la puerta del todo y entro en el cuarto sonriéndole.

-¿Qué haces aquí?

Mortificarme por culpa de Malfoy, pensó, pero por el contrario miro los libros esparcidos y mintió.

-Estudiar, ¿qué otra cosa crees que estaría haciendo?

Ginny paseo hasta su cama y se apoyo en la madera de uno de sus postes. Se cruzó de brazos y la miro atentamente, escrutiñandola..., se sentía incomoda. Y no sabía por qué, pero aquel silencio se la antojaba tenso. Abrió la boca para quejarse, o para hablar, para cualquier cosa que parase aquello, pero entonces su amiga habló.

-¿Hermione... -Pareció dudar.-te encuentras bien?

La castaña sonrió.

-Claro. Es solo que el principio de curso necesito estudiar y repasar bastante, no quiero empezar con mal pie...

Ginny rio.

-Es imposible que a ti te vaya mal en una clase.- La coleta de Ginny se movió cuando esta ladeo la cabeza risueña- Bueno excepto en adivinación...

-Eso no es una asignatura, solo son conjeturas y creencias absurdas.

La pelirroja se encogió de hombros.

-Si tú lo dices...- La vio morderse el labio, ¿qué la pasaba?- ¿qué te pareció la prueba para quidditch? Te vi en la grada.

Oh, por Morgana, seguro que ella también se había dado cuenta que había hecho trampas, por eso estaba así, ¿pero bueno es qué todo Hogwarts la había visto hacer trampas por primera vez en su vida? Suspiro, no le quedaba otra que confesar antes de que ella la descubriera y pasara semejante vergüenza...

-Eh... bueno... la verdad es que... al principio solo pretendía animar a Ron...ya sabes lo mucho, muchísimo, que deseaba que le cogieran..., asique yo fui allí, y bueno... entonces estaba ese creído allí y... bueno la verdad es que no lo pensé, todo paso muy rápido... de verdad que... no lo volveré a hacer, aunque no puedo decir que lo lamente, creo que él se lo ha ganado. Y no negare- se humedeció los labios nerviosa- que a una parte de mi le gusto lo que hice, ya sabes por una vez simplemente no pensé. Y- Vio los ojos desmesuradamente abiertos de su amiga y como el color de su cara desaparecía por momentos-Oh, pero no es que vaya a tener ninguna adicción en hacer ese tipo de cosas, te lo prometo. Solo fue esa vez. Y de verdad que fue solo por verle feliz...

Ginny estaba al borde del colapso mental, acababa de decirle que había estado con Draco para hacerle feliz...y que la había gustado... ¿qué se suponía que tenía que decirla? Por todos los hipogrifos del mundo, era Malfoy. Ese aspirante a mortifago que se dedicaba a hacer infeliz a todo el universo.

Estaba dispuesta a admitir que era... medianamente atractivo, y seguro de sí mismo, demasiado quizás, y era rico, pero nada de eso era suficiente como para que Hermione le perdonara todos aquellos años de dolor e insultos. ¡Se debía haber vuelto loca! Al principio no lo había creído, había pensado que Harry y su hermano exageraban como siempre y solo quería molestarlos por chismosos, pero entonces había recordado la conversación con ella. Esa " hipotética" situación donde dos personas que se odiaban se besaban... y el miedo la habían colapsado, no podía ser, simplemente no podía ser... ¡Pero era!

Trago saliva con dificultad y al abrir la boca tomo aire, lo necesitaba, la miro una vez más.

-Bueno al menos eres consciente de que está mal, y de que no deberías volver a hacerlo.

Hermione asintió apenada y Ginny sintió una punzada de remordimientos. Hermione nunca había hecho nada malo a nadie, siempre estaba ahí para todos, los había salvado más veces de las que podía recordar, le debían tanto..., pero ella nunca se quería el mérito, más allá de lo puramente académico. Ella nunca quería nada..., nunca se saltaba las reglas, nunca hacia nada...malo. Ella era suficientemente lista como para saber quién y cómo era Malfoy... si aun así, a ella le apetecía pasar un rato con él..., por mucho que pensara que era una traición a Harry, no podría decirla nada. Tampoco era como si se fuera a casar con él. Claro, no tenían una relación, puede que lo único que la gustara a Hermione de Malfoy era su condición de prohibido. Además la acababa de decir que nunca más lo volvería hacer y todo el mundo podía cometer un error, hasta Hermione Granger.

Ginny tomo aire y sonrió a su amiga.

-¿Vamos juntas al gran salón?


Harry seguía mirándolo fijamente, a él no le engañaba con ese aspecto de despreocupado, algo tramaba, estaba claro, desde que lo habían visto en el callejón lo había visto todo claro. Malfoy era, o al menos trabajaba con los Mortífagos. Tenía que averiguar que tramaba, no podía dejarle salirse con la suya.

-¿Harry?- El moreno salió de su ensoñación.- ¿Me estas escuchando?

-¿Qué? Yo..., lo lamento Ron, estaba pensando y...

Ron se había vuelto siguiendo la dirección de la mirada de su amigo.

-¿Otra vez él? Harry, en serio, es solo un gilipollas no la mano derecha de - bajo la voz hasta un susurro cómplice- quien tú ya sabes.

-Pero...

-No, Harry. Déjalo ya, a mí también me cae como una patada el idiota ese. Pero obviamente no está tramando nada especial, más allá de jodernos la vida.

-Pero nosotros le...

-Que no Harry, tengo cosas mucho más importantes en las que pensar y hacer que vigilar a Malfoy.

Las cejas de Harry se juntaron, y su boca se convirtió en una fina línea forzada.

-¿Cómo qué? ¿Qué puede haber más importante que destruir a Vol...A quien tú ya sabes?

Ron rodo los ojos y se inclino en la mesa.

-Vivir Harry, eso es más importante.

-No viviremos mucho si él sigue ahí fuera.

-¡Por eso! ¿Y si no le vencemos? Me niego pasar los últimos momentos de mi vida siguiendo los pasos de Malfoy, quiero una vida normal, ser un adolescente normal, quiero estar con chicas.

-Oh, así que es eso. ¿Por qué estás tan preocupado por eso?

-¿Por qué tú no lo estás?

-Porque ...-Harry abrió la boca varias veces intentando encontrar un motivo valido, pero la verdad era que a él también le preocupaba no estar viviendo su vida normalmente, él nunca había podido vivir una vida normal, había tenido una infancia de mierda encerrado en un armario, lo mejor que le había pasado en la vida era Hogwarts, y lo cierto era que aun así, desde que estaba allí, no había tenido una adolescencia normal, siempre había algún peligro que le acechaba, y eso era lo que Ron no entendía, o no quería entender. ¿Cómo podía preocuparse de banalidades cuando Voldemort estaba más fuerte que nunca? Eso no significaba que no le gustaran las chicas, había estado enamorado de Cho, y había disfrutado cada beso que había dado y a cada chica que había tocado, aunque no eran muchas, pero... siempre tenía que estar alerta... quizás por eso sus relaciones no funcionaban...¿Quién iba a aguantar eso?-No sé Ron, quizás porque me preocupo por sobrevivir.

-¿Y de qué vale sobrevivir si no vives? -Ron negó con la cabeza y se estiro de nuevo en su dila- He tomado una decisión Harry, voy a vivir.

-Ya estas vivo Ron, deberías preocuparte de...

-Voy a buscar una chica. Una buena chica, ya sabes, quiero besos, sexo, amor. La chica con la que más tiempo he pasado es con Hermione, y Merlín sabe, que casi no se la puede considerar una chica.

Harry alzo los ojos justo a tiempo para ver a su Hermione y a Ginny tras Ron, por los ojos enfadados de esta última y tristes de la primera no le quedaba ninguna duda de que lo habían oído.

-Ron...

-No Harry, lo digo en serio, ya sabes tener a Hermione como amiga es genial, pero en serio ¿para qué fijarse en ella? ¡Si ella solo fija en los libros!

-Ron...-Harry alzo más al voz

-No estoy diciendo ninguna mentira, -Ron bufo con sorna- y tú preocupado por lo que Malfoy pudiera querer de ella... por favor... seamos serios Malfoy es un gilipollas y Hermione... bueno creo que con que uno de nosotros muera virgen bas...

-¡RON!

Los ojos claros de Ron comprendieron de golpe porque su amigo chillaba y miraba hacia el suelo, Harry lo noto, todo el cuerpo del pelirrojo se tenso.

-¿Esta detrás de mi verdad?

-Sí. Estúpido- la voz de Ginny sonaba peligrosamente solemne- estamos. Detrás de ti.

-Mátame Harry, antes de que lo hagan ellas.

Harry negó con la cabeza.

-Te lo tendrías merecido.

Alzo los ojos y vio las lagrimas correr por las mejillas de su amiga.

-Her...- la castaña se volvió antes de que acabara su nombre y salió corriendo del comedor. Harry se levantó y salió tras ella.- ¡Hermione! ¡Espera!- llego hasta ella, y la tomo del brazo, los rizos de Hermione giraron antes que ella cuando le dio la vuelta y por un momento le taparon la cara, casi hubiera preferido que hubiera seguido siendo así, porque cuando vio su cara el corazón se le contrajo, tenía los ojos y la punta de la nariz rojas, las lágrimas caían por sus mejillas y sus labios estaban fuertemente apretados. - Ron es idiota, Herms.

-N..no. Tiene razón. Sé que es lo que todos pensáis. Pero aun así..., yo pensé..., que él... que yo...

Harry no pudo evitarlo, la abrazo intentando consolarla, Ron era idiota si no veía lo que ella valía. Aunque él siempre habría creído que si lo veía, solo que era... bueno, era Ron, solo esperaba que algún día le dijera a Hermione lo que sentía, porque se notaba de lejos que se ponía celoso si cualquier chico intentaba acercarse a ella...

-No es verdad Herms, eres preciosa, y no vas a ... -Vaya, se le hacía muy difícil hablar de vírgenes o sexo con ella...dudo un segundo- No tiene razón.

Se separó de ella un paso para mirarla a los ojos, tenía esos enormes ojos marrones cristalinos y sonrosados por el llanto, pero al menos asentía débilmente con la cabeza. Él corazón se le paro en aquel momento, ¿Cómo podía dudar de lo hermosa que era? Abrió la boca de nuevo para preguntárselo, pero unos pasos rápidos y fuertes tras ellos le sorprendieron, volvió la vista, McGonagall se dirigía segura hacia ellos. Noto como Hermione se limpiaba rápidamente la cara.

-Señorita Granger, Señor Potter- Saludo la maestra cuando estuvo a escaso un metro de ello, sus ojos se fijaron serios en Hermione- Creo que debería ir a lavarse la cara señorita Granger no tiene buen aspecto.

-Claro. Luego nos vemos Harry.

Harry no quería dejarla ir así. Pero parecía no tener otra alternativa, la miro alejarse con un sentimiento de angustia, no le gustaba verla sufrir, no se lo merecía. Tendría que hablar seriamente con Ron sobre…

-Señor Potter, el profesor Dumbledore, quiere verle. Tiene algo muy importante que tratar con usted. Acompáñeme.

Harry asintió solemne y camino por los pasillos en absoluto silencio al lado de McGonagall, ¿Qué querría el director? ¿Se trataría de Voldemort? Su corazón empezó a latir con fuerza, aun recordaba aquel sueño antes de volver a Hogwarts, y luego a Dumbledore reclutando al profesor Slughorn.

-He visto su horario de clases señor Potter- Sus ojos verdes miraron la cara ajada de la profesora- No he podido darme cuenta de que no ha cogido Pociones avanzadas.

Un leve rubor le quemo los pómulos, no, no es que no lo hubiera cogido, es que Snape le había negado entrar con las notas que había tenido. Odiaba a Severus Snape, él no le había hecho nada, sin embargo, siempre, había sido tremendamente injusto con él. No sabía porque nadie le creía, pero estaba seguro que el odio de Snape hacia él tenía mucho que ver con que el oscuro profesor servía en el bando del señor oscuro.

-No, me temo que mis notas en pociones no son lo suficientemente buenas…

McGonagall se detuvo ante la gárgola del despacho de Dumbledore y negó con la cabeza.

-Tonterías. Déjemelo a mí, a partir de mañana mismo usted y el señor Weasley- Alzo los ojos al decir el nombre de ron como si se antiguase ante algún dios.- asistirán como alumnos a las clases del profesor Slughorn.


Los ojos grises de Draco seguían fijos en las dos comadrejas que seguían discutiendo, y una leve sonrisa malévola cruzo su rostro, aquello era genial, había visto a Granger entrar con la pequeña comadreja y detenerse a la espalda de Weasley, algo muy malo debía haber dicho, porque el rostro de la castaña se había vuelto tan pálido como el suyo, y sus ojos se habían llenado de lágrimas. ¡Bravo! ¡Ese era la estúpida comadreja que él conocía! Ahora solo faltaba que empezara a salir con la idiota que Pansy había buscado y estaría totalmente fuera de la ecuación.

Sonrió más abiertamente recordando el momento de la salida de la biblioteca, como había sentido contraerse su pequeño cuerpo contra el suyo, como su pelo le había hecho cosquillas en la mejilla al bajar la cabeza. Aquello iba muy bien…

-¿Estás pensando en mí?

Draco se volvió hacia su derecha donde Pansy acababa de sentarse y tomaba unas uvas con claras invitaciones sexuales. Negó con la cabeza.

-Estaba disfrutando de la estampida de la estúpida de Granger y el idiota de Potter siguiéndola.

Pansy sonrió.

-Siempre he pensado que hacen una bonita pareja.

Una ceja rubia se alzó inquisidora. ¿Potter y Granger? El asco recorrió sus entrañas. Menos mal que sabía que aquello no pasaría nunca, que realmente la horrible sabelotodo acabaría con el idiota de Ronald Weasley y San Potter con la hermana del idiota. Oh, por Merlín ¿Qué clase de futuro le esperaba al mundo mágico si la mitad de él acababan siendo Weasley?

-¿Bonita?

Pansy asintió.

-Si ya sabes, dejemos que la chusma y los impuros y mestizos se aparen entre ellos…-Draco asintió, sí, en eso tenía razón.- Y hablando de chusma… Ya he cumplido mi parte. Y, oh, ha sido horrible tener que relacionarme con esa gente Draco.

Malfoy asintió satisfecho y miro de nuevo al idiota del pelirrojo que ahora se levantaba molesto de la mesa de Gryffindor y se dirigía a la salida.

-Merecerá la pena, Pansy, confía en mí.


Bueno pues hasta aquí. Perdón de nuevo por tardar, pero llevábamos retraso, y además en este fic los capítulos son muy largos ^.^ esperemos que os guste. Ya nos diréis.

Un abrazo a todos.

Y prometemos no tardar tanto con el siguiente capítulo.

PD: Si hay alguna falta o error lo lamentamos, es que las prisas nunca fueron buenas.