Capítulo final. Disfruten.
Los recuerdos de Elsa
Elsa recordaba este camino mientras su caballo se adentraba más y más en el bosque. Escondido en algún lugar de su memoria por el mismo temor que le ocasionaba sus poderes, ella trataba de olvidar la vez que tuvo que recorrer este mismo sendero. Fue aquella ocasión en que sus padres llevaron a Anna hacia un raro lugar para salvarla del rayo que ella lanzó accidentalmente sobre su cabeza, unos trolls las salvaron. Eso le traía malos recuerdos e hizo un gesto de disgusto ante la imagen de su mente, pero tenía que volver a ese lugar para agradecerles que cuidaran de su hermana cuando se encontraba tan débil.
- "¿Todo bien Elsa? ¿Estás cansada?"
- "¡Oh, no, no! Toda está bien Kristoff, es que recordé algo que… que … olvidé en el palacio"- Elsa inventó una excusa rápidamente- "Pero lo resolveré en cuanto vuelva a Arendelle, nada de qué preocuparse."
- "¡Vamos Elsa! Tú misma insististe en venir con nosotros, al menos disfruta del paseo"- dijo Anna entusiasmada.
- "Lo haré, disculpen."
- "Te encantará la familia de Kristoff, son trolls muy agradables."
Aunque a Elsa aún le sonaba un poco extraño el que un hombre tuviera una familia de trolls, trataba de pasar su sorpresa por alto para no incomodar con preguntas a Kristoff, sin embargo Anna no era igual de discreta que ella.
- "¿Y cómo los conociste?"
- "Anna compórtate."
"Está bien Elsa, no me molesta en absoluto. Fue cuando era muy pequeño, volvía de las montañas con Sven y vi dos caballos guiados por un hombre y una mujer a todo galope, a su paso dejaron un camino de nieve. Eso me intrigó y los seguí, pararon en el mismo lugar al que te llevé anteriormente. No alcanzaba a ver muy bien a los dos jinetes ni lo que decían, de lo que si estoy seguro es que había dos niñas, una que era llevada en brazos y otra que estaba al lado del hombre. Al parecer la niña en brazos estaba enferma o algo así, vi cómo ellos la curaron con sólo poner sus manos en su cabeza. Bueno, quien la curó fue Gran Pabby, eso lo recuerdo. Los trolls me descubrieron mirando, Sven y yo les parecimos lindos y nos adoptaron. Fin de la historia, disculpa si no es tan emocionante como esperabas."
- "Tú de niño debiste ser muy lindo."
Kristoff sonrió y encogió los hombros.
- "Supongo que sí."- él contestó volteando a ver a Anna.
Elsa quedó en silencio por largo rato y con la mirada baja, Kristoff y Anna se dieron cuenta de esto.
- "Elsa ¿te encuentras bien."
- "Sí, pero hay algo que debo decir con respecto a todo este viaje."
- "Dinos Elsa, ya no más secretos ¿recuerdas?."- le dijo Anna.
- "Lo sé Anna, no más. Kristoff las dos personas que viste ese día a caballo eran nuestros padres, en ese entonces el rey y la reina."
Kristoff se quedó sorprendido, ordenó sus ideas y sacó conclusiones.
- "Entonces las niñas que vi ese día eran…"
- "Éramos Anna y yo. Mis padres la llevaron por este mismo camino porque yo hice algo terrible, cuando golpee tu corazón en las montañas no fue la primera vez que ocurrió."
- "Elsa ¿qué quieres decir."- Anna era la más sorprendida en ese momento.
- "Cuando éramos niñas tú sabias que yo tenía poderes, inclusive te gustaba que yo los usara para jugar juntas, hacíamos muñecos de nieve, patinábamos e íbamos a pasear en trineo. Pero un día nuestros juegos se tornaron peligrosos, accidentalmente te di un golpe en la cabeza y te deje inconsciente por un largo tiempo. Quedé aterrada, pensé que había hecho algo horrible y así fue ¿recuerdas el mechón de cabello blanco que tenías antes? Te apareció a partir del golpe. Mis padres te llevaron hasta el lugar de los trolls, papá dijo que ellos podían ayudar, sin embargo el costo de tu curación fue que olvidaras todo acerca de mis poderes."- El rostro de Elsa estaba llenó de consternación al recordar lo que hizo.
- "Elsa yo no sabía… yo…"- Anna estaba confundida con todo esto, aún así siguió escuchando la historia de Elsa atentamente al igual que Kristoff.
- "Aunque te pudieron curar recibí una advertencia: si mis poderes llegaran a golpear tu corazón podías morir. Por eso mis padres me mantuvieron alejada del mundo por tantos años, querían que dominara mis poderes para no hacerle daño a nadie, sin embargo nunca pude hacerlo hasta ahora."
Los tres se quedaron en silencio por largo rato, inclusive Sven que llevaba a Anna y Kristoff parecía impresionado por todo lo que acaba de oír. Por fin, el rubio se aclaró la garganta y habló.
- "Esto parece como si fuese una casualidad. Elsa seguramente ellos te recuerdan y estarán felices de ver que ahora has dominado tus poderes."
Elsa volteó y le sonrió.
- "¿En serio lo crees? No estarán, digo…. ¿molestos conmigo."
- "Ellos no son así, además estarán muy contentos de ver que Anna está sana y salva."- dijo el montañero tomando la pequeña mano de Anna entre las suyas.
Anna se sonrojó ante la muestra de afecto de Kristoff, sólo esperaba no ponerse muy nerviosa si el hacía esto enfrente de su familia. No sabía con cuánto entusiasmo podían reaccionar.
- "Ya casi llegamos."
Elsa inmediatamente arregló un poco su cabello y aliso las arrugas de su vestido, quería dar una buena impresión. Ellos debían ver que ahora era una chica relajada, tranquila y feliz, mostrando así que había vencido el miedo que la atormentó por todos estos años.
- "¡Kristoff y Anna están en casa!"
Todos los trolls se arremolinaron en torno a ellos mientras Elsa miraba asombrada como un montón de piedras cobraban vida, era justo como lo recordaba cuando vino con sus padres. Vio que una de las piedras se acercó a los chicos y se convirtió en un cerrar de ojos en una troll.
- "¡Anna! ¡Me alegro tanto de ver que te encuentras a salvo! Nos dejaste muy preocupados a todos".
- "Ella está bien Bulda, te dije que la cuidaría ¿no es así?"
- "Por supuesto Kristoff, de lo contrario dime de dónde ibas a sacar una chica tan bonita de nuevo."
- "Muy bien, no me refería a eso pero es bueno ver la fe que tienen en mí. A todo esto ¿dónde está Gran Pabby?"
"-Fue a recoger algunas hierbas, no tardara."
Bulda sonriente se acercó a Anna y la tomó de la mano.
- "Entonces ¿funcionó tu beso linda?"
Eso hizo sentir a Anna y Kristoff un poco incómodos, por el tema de Hans sobre todo.
- "Esa persona no amaba a mi hermana, era despiadado y ambicioso. Ella me contó que la forma de salvar a alguien del corazón congelado era una acto de amor y el acto de amor de Anna fue salvar mi vida. Y si hay alguien que ama a Anna tanto como yo, ese solamente sería Kristoff."
Los ojos de todos los trolls parpadearon varias veces para ver a la otra chica que venía con Kristoff. Cliff inmediatamente se acercó al muchacho y le susurró.
- "Y entonces… ¿ahora tienes dos chicas?"- dijo el troll con una pícara mirada
- "¡¿Qué?! ¡No! Les aseguro que no es nada de lo que están imaginando."- dijo Kristoff exasperado ante la falta de prudencia de su familia- "Ella es Elsa, hermana de Anna y la nueva reina de Arendelle ¡Por todos los cielos! ¡tengan un poco de respeto de vez en cuando! Ella sólo ha venido a agradecerles lo que hicieron por Anna."
Todos se quedaron mirándola, muchos de ellos reconocieron a la niña que hace unos años había venido acompañando a los anteriores monarcas.
- "¡Es la reina!"- dijo uno.
- "¡Es la reina! ¡Es la reina! ¡Es la reina!- todos empezaron a gritar muy alegres.
- "Me alegra ver que soy bien recibida."- Elsa parecía contenta con toda la multitud de trolls rodeándola.
- "Seguramente también vino a ver la boda de Anna y Kristoff, la vez pasada no pudimos terminar la ceremonia correctamente."- dijo Cliff.
- "¿Qué? ¿de qué boda están hablando Anna? ¿Kristoff? ¿se iban a casar? ¿cuándo?"
Kristoff inmediatamente tapó la boca de Cliff.
- "Ninguna boda, nadie se quiere casar aquí. A ellos les encanta bromear con esta cosas ¿verdad Anna?"- Kristoff soltaba una risa nerviosa e instaba a Anna a seguirle la corriente.
- "Sí, son simples bromas Elsa ¡Je, je, je! Son muy graciosas en realidad."
- "El matrimonio es una cosa muy seria chicos, no veo de que se ríen."- intervino Bulda regañándolos a ambos, mientras tanto Elsa con el ceño fruncido no encontraba la gracia por ningún lado.
Por suerte para Kristoff y Anna, Gran Pabby llegó justo a tiempo antes de que Elsa hiciera más preguntas.
- "Es bueno verte Elsa, ha pasado mucho tiempo y puedo ver en tus ojos que el miedo se ha ido."
- "Así es, todo ha sido gracias a Anna."
Elsa y los demás estuvieron largo tiempo entre los trolls. Hablar tan naturalmente de sus poderes y de lo que tuvo que pasar para controlarlo fue un deshago para ella, en verdad necesitaba a alguien que la escuchara y entendiera.
Los días tranquilos para Elsa habían pasado rápidamente, ahora tenía que abocarse a todos sus deberes reales. Anna le había reiterado su apoyo si necesitaba cualquier tipo de ayuda, sin embargo por ahora no veía necesidad de molestarla.
Uno de los problemas que más la molestaba era el hecho de haber cortado relaciones comerciales con Weaseltown o como se pronunciase, esto era un golpe para la economía de Arendelle y no iba a dar marcha atrás con su decisión. El segundo era que por lo ocurrido con Hans, el trato con sus socios de las Islas del Sur estaba algo distante y ya no tan cordial como antes. Necesitaban estrechar lazos con un reino con economía fuerte, que subsanara las necesidades que llegase a presentar Arendelle.
La reina estaba contestando algunas misivas mientras pensaba en esto, cuando la respuesta a sus problemas aparecía ante sus ojos en la forma de una bella invitación de bodas que llevaba el sello de Corona. Era un reino algo alejado de Arendelle pero que gozaba de una excelente reputación comercial y si lograban hacer un buen trato con él, sería una alianza excelente. Abrió la invitación para leerla y ver quienes serían los afortunados.
Su sorpresa fue grande al darse cuenta que sería entre la hija de los monarcas, la princesa Rapunzel y Eugene Fitzherbert. Del último no había escuchado mucho a decir verdad, la princesa era por todos conocida por haber sido secuestrada cuando era una bebé y hace ya casi dos años encontrada y llevada a salvo ante sus padres por una persona que anteriormente fue un bandido. Flynn Ryder era su nombre, su fama como ladrón traspasaba fronteras.
Esta boda era un oportunidad única para estrechar lazos con Corona, el único inconveniente es que ella no podía dejar Arendelle por tanto tiempo y salir de viaje así como así, tenía demasiados deberes reales y un buen números de consejeros sobre ella en cada momento. En ese instante recordó a un par que seguramente podrían cumplir bien con su cometido.
- "¿Qué yo qué?
- "Irás a Corona y asistirás a esa boda, es importante Anna. Debemos contar con un socio comercial fuerte y creo que Corona es el lugar indicado. Además la princesa es casi un año mayor que tú, casi dos, creo que la edad puede ayudar a que se entiendan la una a la otra."
- "Entiendo que Anna tenga que ir pero no veo como mi presencia se requiera en ese lugar. Nunca he ido más allá de las montañas."
Kristoff también fue requerido por Elsa al momento de solicitar que Anna hiciera el viaje, para su gran sorpresa.
- "¿Acaso crees que dejaré que Anna viaje en manos de cualquiera? Sé que no hay nadie más que la cuide mejor que tú, conoces bien los caminos e impones con tu presencia. La boda es en poco tiempo, debido a que tuve muchos asuntos que atender no pude notificarlos antes, por ello es mejor que viajen sólo ustedes dos. Una comitiva grande puede retrasarlos y no podemos perder una oportunidad como esta. Se los ruego como su reina."
- "Está bien Elsa, es mi deber y lo haré."
- "Iré a preparar a Sven para salir mañana temprano."- Kristoff pidió permiso para retirarse e ir a los establos. Aunque aún se encontraba con bastantes dudas sobre este viaje a un reino desconocido para él, por nada del mundo permitiría que Anna fuese por sus cuenta. En su interior se sentía muy feliz de ser algo parecido a un protector para su linda novia.
Cuando Anna se quedó a solas con su hermana, el nerviosismo la invadía sin ser capaz de ocultarlo.
- "¿Elsa? No me siento lista para esto, si quieres que te sea sincera."
- "No te preocupes, ya hice los preparativos necesarios en cuanto a ropa y comida así que todo está listo y en orden. Ahora ve a descansar Anna."
- "No me refería a eso y lo sabes."
Elsa suspiró, ella pretendía infundir un poco de ánimo a su hermana pero parecía que ella se encontraba más angustiada de lo normal.
- "Qué es lo que te agobia Anna?"
- "¿Qué pasa si meto la pata? ¿Y si arruino todo y fracaso? No sé cómo es la princesa Rapunzel, nunca la he visto ni sé cómo tratarla. No es como los demás nobles que al menos una vez en la vida nos han presentado."
- "Ya te lo dije, tiene casi tú misma edad. Hasta podrían ser amigas ¿no te parece?"
El semblante de Anna no había cambiado para nada.
- "Anna sé que tú y Kristoff lo harán bien, así como tú me tuviste fe a mí todo el tiempo, yo confío en ti. No tengas miedo, el temor es tu enemigo y debes vencerlo. Recuérdalo siempre."- Elsa puso una mano sobre Anna y la atrajo en un cálido abrazo.
La joven princesa por fin se relajó devolviendo el abrazo a la reina.
- "Muy bien Elsa, nos veremos temprano para despedirnos. Buenas noches y... muchas gracias, prometo no decepcionarte."
- "Buenas noches Anna y sé que lo harás excelente."
Al regresar Anna a su habitación se encontró con Kristoff, ella ahora se encontraba más tranquila después de las palabras que le había dicho Elsa.
- "Sven está listo para nuestra próxima aventura princesa. Debo admitir que estoy algo emocionado por conocer más allá de las montañas."
- "Prometo no atraer lobos esta vez y no me llames así."
- "¿Cómo?"
- "Princesa, no me gusta. Al menos no viniendo de mi novio."
Kristoff se sonrojó como nunca, era la primera vez que Anna lo llamaba de esa manera y le gustaba cómo sonaba, Definitivamente.
- "Muy bien fierecilla ve a dormir que mañana tenemos que salir temprano."
- "No me iré sin mi beso de las buenas noches."
Kristoff aún no se recuperaba de la pena que lo invadía, así atinó a sólo darle un pequeño beso en la mejilla para gran dececión de Anna
- "¿No me digas que aún te da pena hacerlo? ¡Kristoff no tienes remedio!".
Ella lo jaló de forma repentina de la camisa para besarlo apasionadamente , Kristoff se dijo a sí mismo que debía ser un poco más osado si es que quería conservar sin arrugas el cuello de sus ropas.
Como pueden ver dejo el final algo abierto, espero continuarlo después. Creo que iniciaré una historia a partir de esta al finalizar mi fic de El pequeño maestro de hielo. Gracias a todos por su apoyo y comentarios, en serio me han sacado muchísimas sonrisas. Con respecto al comentario de Artemisito de que ya es grande, yo diría que la gran mayoría de los que estamos en este sitio ya no somos niños, sin embargo lo que cuenta es que nos seguimos maravillando como unos y eso es lo realmente importante :)