Get Lucky: Chapter tres.
A lo largo de los años él había despertado de muchos modos, desde los cariñosos amaneceres en la casa familiar, pasando por los baldes de agua fría en Anbu, hasta los de las noches de farra; pero ninguno como este. En ningún momento de su vida se había sentido tan confundido como para evitar levantarse de la cama y quedarse como idiota mirando a la mujer a su lado. Nunca, y hacia énfasis, se había sentido tan helado en una mañana de Enero en Konoha, aun cuando él parecía tener casi toda la sabana y su miembro parecía explotar de calor. Kakashi Hatake se había quedado inmóvil junto a una mujer, él solía dejarlas en medio de la noche para evitar los despertares, y aunque si hubo casos donde paso deliciosas noches y fantásticas mañanas, nunca le había faltado el coraje para largarse antes de que dieran las nueve; pero jamas se había quedado acariciando el cabello de una mujer y dejando que las menudas manos se aferraran a él con tanta insistencia. Definitivamente era el despertar mas inusual de su vida.
Esto esta mal.
Y aunque llevaba casi cinco minutos repitiéndose lo mismo aun le era imposible no mirarla, no recorrer con sus dedos las cortas hebras rosadas y jugar con ellas en la cara de la chica. De la hermosa chica a su lado.
La boca ligeramente abierta y el labial rosa pálido algo corrido por la boca, y el resto de maquillaje también bastante desecho. Le sacó una sonrisa cuando la chica murmuro algo aun dormida y se apego mas al torso del mayor, rosándose fuertemente contra el cuerpo desnudo bañado en sudor. Sakura aun así seguía siendo hermosa, con algún tipo de belleza inocente, rodeada de juventud.
Juventud que le quite.
Y así fue como consigo el valor para moverla con cuidado y levantarse de la cama. Era de nuevo ese extraño duelo moral que se llevaba en su interior cada vez que se despertaba de una fantasía con Sakura, solo que ahora era peor, ya no era si imaginación jugando crueles trucos, ella de veras estaba allí en su cama, desnuda y envuelta con sus sabanas: durmiendo con una parte de su preciosa juventud, la otra parte él se la había robado, eso era seguro. La otra parte había quedado como una mancha roja en alguna parte de las sabanas. Y se sentía tan mal. Se sentía tortuoso saber que de algún modo había engatusado a una muchacha quince años menor que él para llevarla a la cama, para hacer quien sabe que cosas a esa inocente chica.
Pero ella también quiso.
Entro al baño con sumo cuidado de no hacer chirriar la bendita puerta y sin siquiera mirarse en el espejo se cepillo los dientes a velocidad y se trago en seco dos aspirinas con la intención de que sanaran su resaca, y anhelando que de algún modo esas pastillas también lo curaran de ese enfermizo sentimiento hacia Sakura. En tiempo récord encontró todas las prendas de la pelirrosa, las sacudió y las doblo sobre el escritorio mientras se quedaba al lado del mueble, de pie.
¿Y ahora?
Pero no sabia que hacer, simplemente no sabia que hacer. Maldito alcoholismo que siempre lo metía en líos. Así que hizo lo mejor para ella, le dejo aquella nota, así demostraría que para él no fue tanto como de seguro -muy probable.- había dado a entender.
―Maldito Hatake ¿No tienes nada mejor que hacer que venir a joder mi vida a las once de la mañana del primero de Enero?
Y en contra a sus palabras, Gemma se hizo a un lado y lo dejo pasar sin restricciones, Kakashi ya estaba acostumbrado a oírlo despotricar en cada resaca. Camino por el pequeño departamento y se sentó en el sofá rojo apartando cuidadosamente los abrigos que estaban en el. El dueño del hogar camino tras el y se sentó encima de la pequeña mesa de café frente al sofá. Las ojeras de su rostro decían a gritos lo poco que había dormido y el ligero aroma a perfume flotando en el aire lo corrobora bastante.
―Vine a darte feliz año―comento con una sonrisa en el rostro.
―Vaya que estabas curdo, si anoche me diste feliz año como tres veces ¡Y antes de que reventara el año, para completar!
Kakashi chasqueo la lengua con fastidio, solo Gemma recordaba esas estupideces pero era incapaz de recordar con quien salio del bar.
―Necesito un consejo― se sincero el copy ninja bajo la atónita mirada de Gemma, pocas veces le había visto con ese gesto de desconfianza dirigido hacia él.
―¿Donde esta Tenzô? Suele ser mejor que yo en estas cosas.
Y era bastante obvio para ambas partes que Tenzô era el racional de ese grupo así que normalmente suele ser él la especie de confesionario, pero Kakashi sabia que exponer esa situación, incluso a Tenzô, no podía ser para nada reconfortante.
―No creo que él sea de mucha ayuda―respondió al cabo de unos incómodos segundos en guerras de miradas.
―Esta bien, entonces dispara.
El peliplateado observo cuidadosamente la sonrisa socarrona que se formaba en el rostro de su amigo, y si no lo conociera tan bien como lo hacia diría que se estaba burlando, pero lastimosamente Kakashi sabia que su gesto se debía a que su compañero ya sabia por donde iba el hilo, y eso si no se manejaba bien, podía ser increíblemente peligroso, no para él, sino para Sakura.
―Me folle a quien no debía―el castaño asintió intentando contener una sonrisa.
Kakashi no estaba seguro de si era el sharingan o no, pero los pensamientos de Gemma eran tan claros. No todos los días se puede ver al copy ninja hablando de su vida privada y mucho menos admitiendo cometer errores. Algo dentro de él volvió a advertirle la mala idea de todo, pero ya era demasiado tarde y los ojitos de su amigo ya relampaguean con un brillo extraño, así que Sharingan no Kakashi tenia que repetirse mentalmente cuanto necesitaba ese consejo y que Shiranui Gemma era a leguas la persona indicada para dárselo pero a un alto precio que radicaba mas en la buena memoria de Gemma. Oh si, esto se lo recordaría en años siguientes...
―Lo peor de todo es que no recuerdo mucho, así que no se que hacer cuando la vea.
Su oyente asintió con esa falsa cara de concentración que había aprendido de Kakashi. Parecía divertido aunque a la misma vez contrariado o eso fue lo que pudo notar antes de que se levantara y se perdiera tras la puerta de la cocina. Kakashi se trono los dedos, estaba nervioso, no es como si todos los días te acostaras con la única alumna que has tenido en tu vida que para colmo es una menor de edad, y para completar el papelón ibas corriendo y se lo decías al mas socarrón y bochinchero de tus amigos que de seguro te daba el peor consejo de tu vida, pero aun tu lo aceptabas e ibas espingado a seguirlo. Esto de algún modo estaba machacando el ego del copy ninja.
Gemma regreso en un instante con una botella de sake en una mano y los platillos en otra.
―Esto merece un trago―comento una vez que estuvo de nuevo frente a kakashi y le ofrecía un platillo con licor.
El peliplateado lo tomo pero sin la mas mínima intención de probarlo aun cuando su cuerpo se lo pedía a gritos.
―Continua―insistió.
―¡Cómo que continúe, yo solo quiero saber que malditos demonios debo decirle cuando la vea en la calle!
―Baja la maldita voz, mi cita esta en la habitación.
Hatake suspiro con desesperación y con el inminente deseo de halarse de los cabellos, solo el mujeriego de Gemma era capaz de dejarlo entrar mientras tenia a quien sabe quien durmiendo en su cama.
―Yo solo quiero que me digas que debo decir para que eso se olvide, no quiero que lo cargue en la consciencia.
―Bueno viejo si quieres que se le olvide solo borrale la memoria con el sharingan-
―No estoy de humor para jugar.
―¿Que quieres que te diga, Kakashi? Esas cosas no se olvidan, hombre, solo se disimulan muy bien―y tomo un trago de sake. Kakashi subió una ceja, expectante, esperando a que prosiguiera y él pareció captar la idea―Veamoslo del otro lado, ¿tu realmente quieres que lo olvide?
No se esperaba esa pregunta en lo absoluto y es por ello que no estaba preparado para responderla. Es por esas cosas que no quería ir con Tenzô y sus porquerías psicológicas, no sabia que Gemma iba a terminar intentando meter psicoanálisis.
―¿De qué hablas? No es como si hubiese sido tanto―disimulo.
―Vamos, Kakashi, te conozco, tu no haces algo a menos de que lo hayas pensado muy bien. Eres así de calculador.
―Estaba ebrio―y eso debía justificarle lo suficiente, pero no, Gemma volvió a darle esa sonrisa irónica.
―Déjame decirte algo con mucha sinceridad amigo, me caes mejor cuando estas borracho― soltó su risa irónica y volvió a mirarlo―. Ademas, sueles pensar mas las cosas cuando estas ebrio, mas de una vez nos das esa excusa de 'estoy algo mareado, debo pensarlo mejor'.
―Esto no es un estúpido salto al lago o una puta misión. Es mas serio, metí la pata.
―No es para tanto Kakashi, solo te follaste a Sakura.
Y ahí estaba la risita zorruna que lo sacaba de quicio.
―¿Qué?
―Soy mas inteligente de lo que parezco así que no intentes disimular.
―No se de que hablas―insistió ya levantándose pero volviendo al sola de golpe cuando la mano de su amigo le dio un tirón hacia abajo.
―No me jodas Hatake, no hay que ser un prodigio para darse cuenta de las ganas que le traías a la mocosa.
Trago grueso e intento recuperar la compostura, no podía ser propio que Gemma lo viera en ese estado nervioso. Y no es como si fuese mucho, Gemma había sido su amigo desde hace ya muchos años, fueron compañeros en anbu, trabajaron en muchas otras misiones en el extranjero, ambos repitieron los mismo exámenes psicológicos, y al sol de hoy, los dos junto con Gai y Yamato eran prácticamente una familia, así que no había nada de malo en decirle, sin embargo, eso se prestaba para chantajes futuros. Ademas, a Kakashi le gustaba mantener si vida privada en privado, después de todo los caballeros no tienen memoria, ebrios o sobrios, pero no la tienen.
―¿Como-
―Visitamos tres bares distintos a la semana, eso significa tres mujeres distintas, y eso nos lleva a tres mujeres o de ojos verdes o grisáceos hasta las mujeres de pelo rojizo o lila, jóvenes, menudas como ella y con la cara de inocente―Kakashi si decidió dar un trago.
―¿Lo notaron todos?
―La verdadera pregunta aquí es si no lo notaste tú, Kakashi.
Y claro que lo había notado, desde el momento que la vio en la oficina de Tsunade seis meses atrás, ella recién regresaba de su pasantía de tres meses en Suna e igualmente él tenia casi medio año sin verla, así que fue un impacto grande para el verla con labial rojo, ese traje de entrenamiento tan ceñido al cuerpo y con ese chaleco de ninja que no hacia mas que darle rudeza y sexualidad. Oh si, tal vez no era su tipo pero tuvo que admitir su atractivo aun cuando no solía vestir así constantemente, también admitió que a él no le molestaría verla así todos los días. Ese fue un pensamiento fugaz e inocente hasta cierto punto, mas sin embargo, se empezó a preocupar cuando tuvo aquella misión con ella y les toco dormir en la misma cama, Kakashi no lo dijo, pero esa noche no pego un ojo y en contra de su impecable moral de ninja, tuvo que salir a tomar aire y de paso tomarse un tiempito por la zona roja de Sunagakure a ver si descargaba ese inesperado calor en el cuerpo; esa misma noche conoció a una hermosa civil y solo quince minutos después la tenia pegada contra la pared, de espaldas a él mientras la penetraba con fuerza y con esa penumbra se imaginaba que el pelo rojo se volvía rosa solo por instantes. Regreso antes del amanecer y nadie noto su partida, le fue indiferente a ese pequeño incidente y el regreso a Konoha no pudo ser mas tranquilo. Pero ese momento ciertamente marco un precedente, desde entonces era cada vez mas complicado volver a considerar a una mujer realmente atractiva y, sin quererlo terminaba comparando con la pelirrosa a toda chica que le pasara al frente, desde el modo en que caminaban hasta como vestían y como se dirigían a él, era lógico entonces que terminara escogiendo chicas parecidas físicamente, también era bastante lógico que terminara fantaseando con Sakura mientras las besaba, o terminara clamando su nombre mientras las penetraba o mientras ellas de daban un buen oral...
―Para ella no fue mas que sexo―alego intentando justificar su deseo de mantenerlo todo en un perfil bajo.
―¿Cómo lo sabes? ¡Estabas mas borracho que una cuba, ni si quieras sabes que demonios le dijiste!
Pero eso no era una total mentira, él de verdad no recordaba exactamente sus palabras, de hecho, sus recuerdos se ponían bastantes borrosos luego de llevar por lo menos una hora en el bar, sin embargo, si recordaba a cabalidad las ultimas palabras que compartieron antes de salir juntos del lugar. Kakashi aun sentía ese hormigueo en la lengua cuando recordaba palabra por palabra de la frase justo antes de que Sakura decidiera irse con él. 'Hacer el amor' no era lo que normalmente él copy ninja solía decirle a sus conquistas, a su parecer era una frase trillada, cliché poco profunda y superficial, ¿cómo sabias tu que hacías el amor y no solo tenias sexo? Francamente era una bola de cursilería, pero el peligris conocía lo bastante bien a su alumna como para saber que ella vivía por lo cursi, y en algún momento de su conversación mientras maquinaba esa errática idea de llevársela a la cama había decido usar esas palabras aun teniendo que contradecirse a si mismo. No tenia una explicación muy clara para eso, o por el momento no recordaba una.
―Me lo dio a entender anoche, ella solo quería quitarse de encima tanto pudor.
Y por esa parte no mentía, eso era lo que ella buscaba se lo dijo mas de una vez, pero era raro, eso no necesariamente era lo que él le había ofrecido y de todos modos, ella le había aceptado la propuesta, no de sexo sino de 'hacer el amor'.
―Las mujeres no andan por allí regalando su virginidad como si nada―arguyo como si fuese lo mas natural del mundo―, porque sí, estoy bastante seguro de que era virgen. Si anoche se fue contigo fue por algo, algo hiciste, algo tuviste que decirle.
Gemma corroboraba sus sospechas, mas no las aclaraba. Tal ves si la ilusiono con todo eso y demás, pero Sakura era una chica inteligente, no caería solo con palabras bonitas ni aun bajo la influencia del alcohol; ella tenia que haber tenido una base para poder aceptar la indecente propuesta, una un poco mas clara que la de él.
―No necesito decirte todas estas cosas, pero amigo solo quiero que estés claro si es Sakura quien quiere olvidar esto o eres tú, porque a como yo lo veo, tu solo estas siendo un soberano cobarde que quiere excusarse tras la pobre Sakura-chan.
―¿Desde cuando sabes tanto de estas cosas?
―Viniste aquí un primero Enero, luego de una maravillosa noche y mientras estoy en una de mis mejores resacas. Tengo que empezar el año de la mejor forma.
No supo por qué pero rio con su amigo, lo hizo como hace bastante tiempo que no lo hacia, mientras compartían una calidad mirada de hermanos.
―No se que rayos esta pasando por tu cabeza en este momento―murmuro Shiranui una vez que ambos se calmaron. Desde que llego, era la primera vez que Kakashi le veía serio con el entrecejo ligeramente fruncido y la boca en una fina linea rosa―, pero creo saber que esta pasando por la de Sakura-chan. Ahora mismo ella es solo el patito feo al que hicieron sentir un cisne para luego echarle en cara que sigue siendo un patito feo no importa cuanto se arregle.
Sus palabras calaron hondo en su cerebro, no lo había visto de ese modo, no había pensado ni por un mugriento segundo ponerse en los zapatos de la ojiverde e intentar imaginar que sentiría al solo leer ese trozo de papel. Si Sakura sentía por él por lo menos un tercio de las emociones que él sentía por ella, este podría ser el inicio del fin.
Se levanto con prisa y se dirijo hacia la puerta con Gemma pisándole los talones, pero antes de abrir el castaño le bloqueo la salida y mirándole a los ojos, del modo mas serio posible, le dijo:
―Aclarate, viejo, se sincero contigo mismo y con ella― y se movió para darle paso a la puerta―. Anda, y no te la folles, hazle el amor. Ademas, no creo que nadie notase lo de ustedes dos.
Pero lo notaron, por que antes de doblar la esquina para bajar las escaleras, Kakashi y sus super desarrollados oídos pudieron escuchar claramente la voz de Yugao Uzuki:
―¿Gemma-kun, era Kakashi? ¿Por fin pudo acostarse con esa alumna suya?
No sintió la puerta del apartamento abrirse, ni mucho menos los pasos en la madera del pasillo, tampoco se percato del momento en cuanto la puerta del baño se abrió, lo único que pudo percibir a través de la cortina del baño fue la silueta sentada sobre el inodoro. Se sobresalto un poco y se pego a los azulejos de la pared.
―Ya me voy, no te preocupes―soltó si siquiera pensarlo y cerro la llave del agua aun cuando lo único que había hecho era mojarse el cuerpo.
Agradeció mentalmente que su voz sonara lo mas completa posible y que el eco de la ducha disfrazara el ligero titubeo de la primera palabra.
―No te estoy apurando―su voz sonaba tan bien en ese lugar, tan tranquila y relajada―. Solo quería decirte algo, no tienes que hablar sino quieres, solo escúchame.
Tal vez fue su imaginación o quizá fue solo algún extraño efecto de refracción de luz y las ondas del sonido, pero Kakashi parecía algo nervioso. A través de la cortina podía ver la difuminada silueta levantarse de su improvisado asiento y empezar a pasear por el cuarto rascándose la nuca deteniéndose en un punto y volviendo a caminar de nuevo con la mano en la nuca. A pesar de lo anterior, Sakura había sido invadida por un sentimiento intimidatorio y de temor, era bastante sorprendente como el copy ninja causar esto aun en tal estado nervioso. Estaba desnuda, con Kakashi tras la cortina y sin posibilidad de escaquearse de una charla que no quería tener -o escuchar-, nada podía ser peor, y ahora se sentía desprotegida y vulnerable. Ya sabia con exactitud lo que Hatake le diría y no, sus nervios y su estabilidad emocional no lo soportarían. Ella podía fingir su enojo muy bien en la calle, intentar olvidar el incidente aun cuando se le estaba haciendo un hueco en el corazón; no seria fácil, pero ya aprendería a vivir con ese escozor en la piel cada vez que recordaba esa noche, pero no podría manejar la voz de ese hombre diciéndole mil y un cosas que ella ya sabia, pidiéndole que lo olvidara, explicándole lo insolente y poco racionales que pueden ser los ebrios, porque esa era la conclusión a la que la pelirrosa había llegado, era la única que explicaba el cambio en ese hombre.
Se sostuvo de la llave de agua, su cuerpo empezaba a convulsionar y no necesariamente por el frio. Pero se mantuvo callada y en expectativa, Kakashi tarde o temprano tendría que decir algo y entonces ella decidiría si contestarlo o no, era muy probable que no lo hiciera, tal vez no le saldría voz para alegar.
―Lamento ser el maldito imbécil que soy― su voz sonaba mas ligera, Sakura dudo que fuese de alivio―, creo que... Creo que te ofendí o algo así.
Su corazón subió hasta su garganta y cayo abiertamente. Ahí estaba de nuevo Kakashi-sensei contradiciendo todo lo que ella había pensado, él podía leerla tan fácilmente, pero para ella el Hatake seguía siendo un misterio. Apretó la llave de la regadera con mas fuerza mientras continuaba temblando y se mordía el labio con fuerza.
No se percato del momento en que se encontró a si misma con la boca entreabierta a punto de hablar.
―Déjalo así―murmuro la ojijade―. Este no es el momento, ni el lugar. Ya déjalo así.
Ella no intentaba hacerse la victima, ella no intentaba expresar su enojo, lo que decía lo decía en serio. Algo en su interior latía cuando lo escuchaba -y a penas percibía- así de nervioso. Allí, tras esa cortina verdosa de plástico se encontraba la circunstancia que ella había esperado toda la mañana, la explicación que necesitaba para dejar de sentirse usada y olvidar todas esos tortuosos pensamientos. Kakashi Hatake no se disculpaba, eso ella lo sabia de primera, pero en este preciso momento ella estaba segura de que esta conversación iba por el rumbo de una muy incomoda disculpa y ahora que luego de esa maravillosa noche y ese tormentoso despertar era lo menos que deseaba, ni para él ni mucho menos para ella.
―No es gran cosa―continuo a pese de que si lo era.
¿Orgullo? Se cuestionó durante un instante, pero rechazo el pensamiento, ella no sentía orgullo, solo estaba algo molesta.
―Tienes razón, no lo es. Pero por lo menos déjame darte una sola razón.
―¡Te escucho!― respondió ansiosa sin medir el nivel de emoción que había puesto a sus palabras. Mas que emocionada, sonaba desesperada.
Abrió un poco mas la regadera aumentando así el nivel del agua y continuo con su improvisada ducha. Tal vez el agua fría le quitara ese exceso de adrenalina que ahora la recorría, así podía aclararse, qué es lo que quiera, lo que sentía, y por qué.
―Soy un maldito alcohólico―murmuro con su voz ronca apenas un poco mas audible por sobre el ruido del agua al caer.
Sakura se descoloco un poco sin saber precisamente que decir a eso y permaneció en silencio mientras el agua resbalaba por su cabeza, esperaba a que continuara con su explicación, pero Hatake no parecía querer decir mas y aparentemente se había ceñido a su petición de una sola razón. La ojiverde se encontró a si misma con la boca entreabierta calculando que decir para que él pudiese continuar con la explicación que ella mas deseaba.
―¿Por eso me despachas como una cualquiera?―pregunto pasivamente. Kakashi no era un hombre de muchas palabras, pero se lo debía después del desaire, se lo debía.
Pasaron unos cuantos tortuosos minutos para la pelirrosa antes de que el copy ninja se dignara a hablar.
―Sakura, tu nunca has sido cualquiera o por lo menos no para mi―necesitaba tanto esas palabras, de manera irracional y sin explicación clara, pero realmente necesitaba esa frase de la voz de su maestro―, pero fue algo de ebrios. No suelo amanecer con alguien, no sabia que había aceptado amanecer contigo.
Era cierto, él mismo se lo había dicho la noche anterior aclarándole el hecho de que tampoco solía llevarlas a su casa, y aun así ella había aceptado. Con ánimos de sexo y nada mas, pero entonces ¿por qué le había dicho palabras tan bonitas, por qué la había tratado como una princesa, por qué intentaba enamorarla en una noche?
―No fue lo que me dijiste―mintió con voz débil.
―No creo que tu tampoco esperases mucho de mi―su voz estaba cada vez mas clara y menos nerviosa. Sakura sintió que de un modo estaba tentando a su suerte y pidiendo mas de lo que Kakashi estaba dispuesto a darle―. Tiendo a ser impulsivo cuando estoy ebrio. No recuerdo con exactitud que te dije.
Y ahí estaba otra vez él con su aplastante verdad para abalanzarse sobre ella. Claro que no lo espera, pero oírlo decir 'amor', y montarla en un pedestal le había abierto una arteria del corazón que ni siquiera sabia que tenia. Le dio la espalda a la cortina y toco los azulejos de la pared, sintiendo la superficie fria bajo sus dedos, obligándose a tomar una decisión sin preocuparse mucho por las emociones que aun no definía bien.
―Dejemos le así por favor, si quieres obvio el asunto y ya―murmuro con monotonía.
―Lo que sucede, Sakura, es que yo no quiero olvidarlo.
Su sorpresa no se hizo esperar puesto que lo siguiente que supo la pelirosa fue que la cortina tras ella había sido abierta y ahora unas grandes manos se posaban en su cintura. Sus mejillas enrojecieron cuando volvió a sentir la respiración de Kakashi contra su oído a punto de susurrarle algo.
―¿Acaso tu si?―pregunto con esa voz barítono mientras apretaba su piel desnuda.
Sakura sintió duda, otra vez la vida le estaba presentando una situación tan ambigua y compleja que requería una decisión inmediata. Y eso, apestaba. El hecho de tener que borrar sus propios recuerdos y hacer como si nada hacia doler su corazón de solo pensarlo, pero ella misma había estado dispuesta a hacerlo por él sin siquiera pensarlo mucho. Pero mientras Hatake le siguiera abriendo una oportunidad la cosa seria muy distinta.
―No―respondió en un suspiro y volvió la vista hacia abajo para delatar como una de las manos del copuy ninja empezaba a trazar patrones en su bajo vientre.
―Entonces prometo quedarme contigo todo el tiempo que quieras.
Empezó a repartir besos húmedos a lo largo de su cuello mientras el agua los lavaba. La pelirrosa sintió cada parte de su amante rozarse contra su espalda, estaba caliente o ella estaba muy fría, pero de cualquier modo la hizo estremecerse, reprimió un gemido y eso pareció darle mas ansias a Kakashi que ahora vivía para acariciar sus glúteos tocando y amasando cada uno causando ese delicioso cosquilleo en la delantera de la chica. Cerro los ojos los ojos disfrutando la sensación e inconscientemente llevo sus manos hasta sus pechos apenas tocándose los pezones y luego tomándolos en su totalidad, erizándolos mas si era posible.
Sintió a Kakashi sonreír en su cuello y su barba le hizo cosquillas.
―¿Quieres facilitarme el trabajo, uh Sakura-chan?
Su voz sonaba tan suave contra su cuello. La ojiverde volvió a gemir cuando las manos del peliplata llegaron hasta las de ella y las retiraron suavemente de su pecho para luego él continuar con la tarea. Su trasero sentía como algo se rosaba a el y empezaba a endurecerse. Eso la puso a mil, la excito de un modo casi inmediato y su centro comenzó a humedecerse con mas rapidez de la que ella hubiese querido. Kakashi estaba llevando las cosas demasiado lento cuando ella de repente se encontró desesperada por tenerlo dentro.
―No―respondió en un gemido intentando contenerlo lo mas posible―, solo quiero guiarte un poco.
Entonces una de sus manos viajo con velocidad hasta su vagina acariciándola ligeramente y jugando con el vello. Mordió suavemente su cuello.
―No es necesario, pero gracias―murmuro y acto seguido comenzó a succionar el lóbulo de su oreja.
Sakura sonrió para si misma, no había pasado mucho en olvidar el poco enojo que sentía contra su sensei y entonces se estaba entregando a él sin oponer mucha resistencia, aunque no era muy difícil después de todo, Kakashi parecía tener un poder especial sobre ella, algo parecido al control mental o algún tipo de persuasión psíquica, pero de un modo u otro el copy ninja poseía la capacidad de ponerla a sus pies cuando quisiera. Y eso le parecía tan absurdo pero a la vez tan contundente que solo por un momento dudo de que la capacidad fuese genuina y que la estuviese controlando con el sharingan.
Dejo las cavilaciones mentales cuando las manos de Kakashi dejaron en paz al vello y empezaron a adentrarse en sus pliegues encontrando con facilidad el sensible botón rosa. Sakura tembló cuando sintió en rose de uno de sus dedos allí y aguanto un gemido. A diferencia de la noche anterior, las sensaciones parecían mucha mas magnificadas, no porque Kakashi haya cambiado de algún modo, sino que ahora que podía ver le resultaba super excitante la visión de la enorme manopla del peliplata perdiéndose en su feminidad. Los ojos de verdad eran la primera fuente de recepción sensorial, así que la ojiverde estuvo mas que tentada a darse la vuelta para poder admirar el hermoso rostro del copy ninja, pero Kakashi y sus manos la mantenían en esa misma posición de espaldas a él, de ese modo de seguro podía controlarla de la mejor manera posible para su propio placer.
―Controlador―soltó en un jadeo.
Kakashi comenzó a hacer círculos sobre su clítoris aplicando más presión.
―Espero que no te acostumbraras―jalo un poco de la piel que recubre el sensible botón―.No suelo ser asi de dulce como anoche.
Con la mano que tenia en el pecho de la pelirrosa pellizco uno de sus pezones.
―Aaahh―esta vez no contuvo el gemido
―Si, preciosa―introdujo bruscamente un dedo dentro de ella. La pelirrosa sintió un ardor dentro de si y volvió a pegar un grito―, me encanta oírte gemir.
Entonces empezó a moverlo dentro y fuera de su centro.
Sakura sentía como la humedad que salia con cada entrometida de los dedos de kakashi, corría por sus piernas y era rápidamente lavada por el agua. No aguanto mas y giro su cabeza con los ojos cerrados para recibir a la boca del copy ninja con la de ella y empezar un vals con sus lenguas, mientras un poco mas abajo el pezón rosa derecho era estirado y pellizcado, y mas abajo el pulgar de Hatake jugaba con el clítoris de ella y su dedo entraba y salia, hacia círculos, salia y entraba rústicamente. La chica sentía como sus paredes se cernían al rededor de el dedo de Kakashi, eso hasta que lo saco por completo y antes de que ella pudiera despegarse de su boca y alegar, arremetió de nuevo con dos dedos alternando el angulo y la presión. Si, definitivamente se sentía mejor en esa posición, parada con las piernas temblando. Ella estaba decidiendo como tal vez el sexo en la ducha podría convertirse en su favorito, pero se volvió a excitar pensando en todas las otras posiciones y lugares donde podían intentarlo, después de todo, Kakashi era todo un experto, debía tener mucho que enseñarle y ella como buena alumna acataría cada una de sus lecciones.
―Mmmm...Ka... Kaka...
Pero otro dedo había entrado en ella y sus piernas temblaron porque su centro empezaba a tensarse cada vez mas. Kakashi la capturo otra vez con su boca, pero la solto muy pronto para que ella pudiera gemir con tranquilidad.
―Dime, Sakura, ¿Te gusta?―pregunto deteniendo todo el movimiento de abajo. Eso alerto a Sakura.
―Si―emitió casi en un grito―¡Me encanta!―y movió un poco su cadera auto-penetrándose con los dedos de su maestro.
―Entonces,ven, culmina para mi.
Sus manos retornaron el movimiento y Sakura miro hacia su feminidad encontrándose con como las dos manos de Kakashi-sensei se perdían allí abajo. Hecho la cabeza hacia atrás apoyándola en el hombro de Hatake ya sin tener toda la consciencia de lo que sucedía en su vagina. Las sensaciones eran demasiado intensas, se sentía plena de nuevo, casi tocando el cielo con las manos. Entonces sus piernas temblaron y sintió como toda la fuerza de su cuerpo era expulsada de su centro directamente a las manos de Kakashi. Se echo hacia adelante y se afinco contra los azulejos de la pared disfrutando de las contracciones del orgasmo alrededor de los dedos de Kakashi, podía quedarse así para siempre, se había acostumbrado demasiado rápido a tenerlo allí dentro, mas sin embargo, eso no era lo que ella quería.
Le arranco un jadeo de la boca cuando sus dedos salieron de su conducto.
Sakura continuo jadeando contra la pared, con la imposibilidad de hablar hasta que-
―¡Kakashi!―literalmente grito cuando sintió la intromisión de su miembro dentro de la vagina de la chica sin ningún aviso previo.
Aun no había pasado por completo las palpitaciones post orgásmicas así que la gran herramienta de Kakashi se apretaba mas y mas en sus paredes.
―Eres jodidamente estrecha―rugió contra su cuello inclinándose hacia adelante con ella, para luego empezar a moverse suavemente―, tal y como me gustan.
La menor comenzó a morderse los labios, definitivamente el sexo en esta posición sera su favorito, esa tan excitante tenerlo penetrándola desde atrás, y lo sentía llegar tan hondo en el vaivén tocando lugares que ella ni siquiera sabia que existían.
La tomo por la cadera y la apretó mas a él y acelero a un ritmo mas normal, entrando y saliendo, ayudándola a hacer un circulo con la cadera, mientras le mordía el cuello.
―M- mas, mas―pedía en gemidos roncos―por favor―se le ocurrió decir y ese fue el detonante de Kakashi, que acelero el ritmo de uno normal, a uno muy rápido, a un entra y sale frenético y salvaje.
―¡Demonios, Sakuraaa!
Sakura sentía como los testículos de su acompañante chocaban con fuerza sobre su trasero mientas él intentaba ir mas alla y atravesarla por completo. Ella no se oponía, si pudiera le hubiese encantando tenerlo mas adentro, con mas fuerza, sentirlo hasta lo mas hondo de su ser y quedarse asi para siempre. Pero su cuerpo no opinaba lo mismo y ya empezaba a contraerse con la familiar ola de calor que anunciaba al orgasmo.
―Ya casi llego―soltó sonto en una especie de sonido rasposo, y Kakashi aumento el ritmo de las embestidas―, aaarhh... mmm-
―Yo- yo tam-bi-en―era la primera vez que Sakura le oía hablar entre-cortadamente y de manera tan ronca y gutural en su oído―Sakura, yo... yo nece-si-to...Ya no puedo salir de ti―finalizo en un rugido rasgado y casi animal.
―...Aca-ba e-n mi―respondió ella apenas pudiendo articular las palabras puesto que de inmediato exploto de nuevo al rededor del miembro de Kakashi.
Este era claramente mejor que el orgasmo anterior, sus piernas temblaron nuevamente y su corazón se acelero de tal manera que parecia explotar. La ola de calor empezó a expandirse por todo su cuerpo concentrándose mucho en ese agujero en el cual Kakashi aun estaba. Cerro los ojos para disfrutar mas de la sensación disfrutando aun de las deliciosas contracciones de su sexo y de la intensa fricción que aun ejercía el peliplata dentro, fuera y mas adentro. Esto era lo que ella quería, decidió, ella quería sentirse mujer, quería sentirse excitada y pervertida, pero ahora por algún motivo no podía evitar imaginarse sin Kakashi. Quería que él la besara tan urgentemente como lo había hecho hace un rato, que la nombrara en un momento tan intimo como el sexo, que cumpliera su promesa y amaneciera cada dia a su lado. Por fin, en su vida, se sentía así de querida y deseada.
―¡Sakura!―y él alcanzo el éxtasis llamándola y buscando sus labios de mujer que lo recibieron gustosamente.
Ahí estaba de nuevo la maravillosa sensación de la semilla de Kakashi derramada dentro de su ser, ese liquido caliente expandiéndose a lo largo del sensible conducto de la pelirrosa, llenándola por completo, inundando de mil y un sensaciones su cuerpo. Y claro que vanagloriando su ego de mujer, una chica como ella, desarreglada, tímida, y poco conocedora había capturado a un hombre como el copy ninja y literalmente atrapado, excitándolo, provocándole el placer máximo. Vaya, se sentía en el cielo de nuevo.
Kakashi salio de ella fácilmente, y le dio la vuelta sosteniéndola de la cintura. La chica lo vio directo a los ojos y luego volvió a delinear cada rasgo de su cara como intentando memorizarlos de nuevo, maravillándose con cada diferencia nueva que encontraba y de como esa inocente sonrisa que el copy ninja mostraba con su ojito arqueado no era para nada la que le mostraba en esos momentos, sonriendo de lado, con la vista picara.
―Dime, Sa-ku-ra―susurro de nuevo su nombre de un modo tan especial mientras acercaba su rostro mas al de ella, tanto así que sus narices se rosaban y ella sentía la agitada respiración de él intentando regularizarse―, ¿Soy todo lo que esperabas, o te decepcione?
La ojiverde trago grueso, y mordió su labio inferior con nerviosismo. Antes de responde tomo una larga bocanada de aire.
―¿En que?―se aventuro a preguntar como si no hubiese sido la gran cosa, o como si su rostro increíblemente apuesto y su tremenda habilidad para el sexo eran algo cotidiano.
Y Kakashi la volvió a besar pero esta vez mas suave, y luego se dedico a retirar unos cuantos mechones de pelo que se venían a su cara con el agua de la ducha. Eso cambio su pensar por completo.
―Eres un Dios del sexo―respondió con las mejillas encendidas y viendo como Kakashi soltaba esa risa ligera que le encantaba. Recién decidido, este Kakashi controlador y rustico le estaba gustando mas que el ebrio seductor y amoroso, rápidamente se recordó a si misma que seguían siendo la misma persona―. Pero es mejor que sigas ocultando tu rostro, es horrible―finalizo mintiendo descaradamente, no quería subir mas el ego del hombre. Aunque sabia que eso era una tarea inútil, Hatake debía haber pasado por su cama a quien sabe cuantas mujeres que de seguro solo le recordaban lo hermoso que era.
―La primera mujer a la que le muestro mi rostro y me sale con estas, me siento ofendido Sakura-chan―murmuro con falsa culpa. Y Sakura se alegro momentáneamente recordando como anoche le cubrió los ojos, y como de seguro esa era la rutina normal; ¡que satisfacción al saber que ella era la única en conocer su rostro!
Continuaron duchándose con normalidad, a pesar de todo lo que habían hecho, la menor aun se sentía incomoda de que Kakashi viera su cuerpo mojado y desnudo, y ella, de vez en cuando, era tentada a dar un vistazo al cuerpo de su maestro con sus ojos dirigiéndose en un punto especifico. Si Kakashi la descubrió nunca lo dijo y eso agradeció mentalmente. Se dio la vuelta y continuo enjabonándose el cuerpo con algo de nervio aun, justo hasta que sintió las grandes manos del ninja copia posarse en sus hombros y empezar a extender la espuma por toda su espalda. Ella lo miro por sobre el hombro, pero su cara no delataba ningún tipo de erotismo, de hecho, se le notaba bastante dulce y muy relajado. Así que no dijo nada y lo dejo que continuara masajeando su espalda, extendiendo el jabón a lo largo de su columna vertebral en movimientos circulares. La pelirrosa suspiro, la doble personalidad de Hatake era una bendición.
Ella salio de la ducha antes que él, no sin antes sonrojarse por la mirada escrutadora que le dio su amante antes de retirarse, tomo una toalla y se envolvió en ella para poder salir del baño. Y mientras la pelirrosa acomodaba su ropa para empezar a ponerse sintió algo raro, como si de momento Kakashi hubiera olvidado algo, algo que ella recordó instantáneamente, así que dejo la ropa encima del escritorio y se dirigió a la puerta del baño encontrándose que justo antes de abrirla de nuevo, empezó a dudar. ¿Que diría Kakashi de ella ahora? Dio un paso atrás y apretó un poco mas la tela a su alrededor. Desistió un poco de la idea y volvió al escritorio junto a la cama, pero no bien abia tocado de nuevo las panties, volvió a cuestionarse ¿Y si se lo pedía?
Tan pronto había decidido, Kakashi estaba de nuevo en la habitación, con una toalla blanca en su cintura y sentado en la cama secándose el cabello mientras la veía dudar con unas bragas en la mano.
Sakura trago grueso. Nunca dejaría de sentirse rara mientras Hatake la mirara de ese modo.
―No me alagaste―soltó sin pensarlo mucho puesto que si se detenía a hacerlo volvería a decirse lo estúpido que era...―No me dijiste cuan linda soy, ni nada de eso.
Estúpido, pero necesitado.
―Las mujeres no necesitan que le den piropos para sentirse lindas.
La pelirrosa asintió lentamente puesto que hasta cierto punto era verdad, y es que ella no era una mujer cualquiera, tenia un ego que alimentar y una autoestima que apenas empezaba a recuperarse del duro golpe de hace un rato. Era irracional, pero realmente lo necesitaba, si lo tenia puede que pudiese irse muy normal a su casa.
―Ademas, ¿Por qué debería hacerlo?―cuestiono suspicazmente.
―No lo se, pero anoche me alagaste.
El peliplata suspiro y aparto su la toalla, entonces, cuando la miro la chica supuso que se había metido en un problema.
―Si quieres que te alague vas a tener que hacer algo por mi― se recostó un poco contras el cabezal de la cama y con una mano apunto a sus labios y con la otra palmeo su abdomen.
En un principio Sakura no capto la señal, pero entonces Kakashi le dio un jalón y la tumbo sobre el, moviéndola fácilmente y sentándola justo en el punto donde sus sexos hacían contacto. Sakura gimió un poco. Aun por sobre la toalla podía sentir lo duro que estaba. Entonces empezó a mojarse.
Le robo un beso que la pelirrosa correspondió con urgencia, explorando la boca de él y saciándose con su exquisito sabor.
―Me dijiste controlador― murmuro contra su boca cuando buscaron aire. La ojiverde sintió las manos de Kakashi posándose en su cadera y aferrándose fuerte como con algo de miedo a que ella escapara, su Inner se vanaglorio de ello―. Te voy a dejar que tomes el control―había algo en él, algo en su mirada que no paraba de perturbarla. Sus ojos la miraban con posesión, con lujuria, la acongojaban un poco, pero su cara, esa sonrisa lasciva le alentaba a que se dejara llevar, que cerrara los ojos y disfrutara del delicioso contacto que tenia allí abajo.
No espero mucho cuando se inclino a besarlo castamente en los labios, pero Kakashi quería mas, así que la atrajo mas hacia él empujándola con una mano tras su nuca. La otra mano busca la manera del soltar la toalla que cubría los pechos de la pelirrosa, mientras que ella, permanecía pasiva, acariciando el cuello de su amante.
Esto no es lo que él quiere.
Y su cabeza tenia razón, Kakashi quería que ella tomara el control de la situación. Entonces la kunoichi se recordó a si misma que desde este nuevo año ella era la nueva Sakura. El pudor, la congoja, y la vergüenza habían quedado atrás hace ya unas cuantas horas. Así que se armo del valor invisible y falso y tomo una de las manos de su amante y la dirigió de nuevo hacia un lado de su cadera y la otra, la de la nuca, la entrelazo entre sus dedos y se separo un poco de Hatake para mirarlo fijamente a la cara y disfrutar de nuevo de cada uno de sus perfectos rasgos faciales.
Con como pudo, empezó a quitar la prenda de la cintura de su compañero, levantando un poco la cadera y echándose un poco hacia atrás. La erección de Kakashi era bestial. Pero la pelirrosa continuo con su dedicada tarea y se coloco de nuevo justo en el punto de contacto de ambos sexos, rosándose suavemente sin llegar a introducírselo, ganándose mas de un gruñido del copy ninja.
―Arrgg, Sakura― gemía Kakashi entre unos cuantos besos mientras sus manos empezaban a hacer presión en las caderas de la kunoichi para que bajara y le dejase introducirse. Ella ponía resistencia, aguantando sus gemidos y permaneciendo aun al margen de una penetración.
Y entonces llego el momento en que ella misma no lo aguanto mas y empezó a bajar lenta y pacientemente. Sintiendo al miembro del peli-plata abrirse camino en ella, pero parecía que no iba a caber, eso hasta que Hatake decidió hacer la presión que meritaba jalándola hacia abajo y volviéndola a penetrar completamente de golpe. Sakura gimió con dolor y placer sin saber exactamente a cual inclinarse, así que solo alcanzo a arquear la espalda y emitir el sonido.
―Lo siento, preciosa, es que a veces me torturas―dijo Kakashi atrayéndola de nuevo a él a besarla.
Preciosa.
La chica sonrió con autosuficiencia, olvidándose del dolor y ahora concentrándose en la plena sensación de tenerlo dentro. Empezó un suave vaivén de caderas cabalgándolo. Cada auto penetrada se sentía mejor que la anterior y empezaba a disparar el espiral de placer de su bajo vientre. Kakashi, que ya había retirado la toalla del cuerpo de ella, le acariciaba con dedicación cada uno de los pechos de ella, retorciendo sus pezones y jugando con a suave piel, estirándolos...
―Hermosa, Sa-ku-ra, mas que eso, perfecta.
Le dijo entre medio del éxtasis mientras ella subía y bajaba sobre él. Lo curioso de todo, noto Sakura, era que él no la estaba mirando a ella, sino que estaba con la vista perdida en el punto donde sus dos sexos se encontraban, y aunque eso la molestaba un poco, la encendió mas aumentando el ritmo de las auto-penetradas, las manos de Kakashi continuaban con los pezones entre sus dedos y de vez en cuando bajaban hasta su monte de venus en un fina caricia, gruñendo guturalmente mientras ella lo montaba. Sakura podía sentir como la humedad de su sexo la hacia prácticamente resbalar por el falo de Kakashi. Esta era su nueva posiciona favorita, lo sentía tan hondo en ella, tan grande... Ambos llegaron juntos al orgasmo por primera vez, mirándose a los ojos mientras tocaban parte del cielo con las manos y se abrazaban con fuerza.
Sakura sintió como el liquido caliente la invadió de nuevo y como su propio sexo se contraía alrededor del de Kakashi, entonces se sintió plena de nuevo.
―Me encantas―suspiro Hatake contra el cabello de la ojiverde cabello.
La chica no dejo que el saliera de ella porque se sentía tan bien, tan llena con él dentro, quería quedarse así toda la vida. Y ambos permanecieron un rato mas así unidos. ¡Que sensación!
―Yo quiero saber cómo haremos―murmuro aun sobre el pecho se su amante.
―Me gustas, Sakura, pensé que era algo obvio.
―Creo que tu también me gustas―le devolvió escondiendo su rostro en el cuello.
―Entonces, estamos juntos. Ahora si puedo hacerte el amor todas las noches.
El modo en que lo dijo le despertó algo internamente, era como si ahora sus palabras tomaran tan o mas significado que la noche anterior.
Alguien toco la puerta con insistencia, pero ellos lo ignoraron y continuaron en su letargo, decidiendo si se levantaban a comer o no. Ella trazando cada linea de los músculos del cuello de Kakashi y el recorriendo con sus dedos su columna, llegando hasta el cocxis y volviendo a subir. Pero los golpes era mas constantes, mas rápidos, casi parecía como si Naru-
―¡Kakashi-sensei!―grito alertándolos a ambos.
La pelirrosa prácticamente salto de arriba del mayor y se envolvió con miedo entre las sabanas. Si Naruto se enteraba de lo que paso, de seguro acabaría todos con ella, la amistad se iría al caño. Su corazón se acelero mas de lo que estaba ¿Qué diría de ella? ¡Oh Dios! ¿Y si se se enteraba Tsunade? Y la gente, la aldea; Kakashi se metería en un gran problema, ella aun mas.
El mayor le hizo una pequeña seña a su alumna y se levanto de la cama arropándose el torso con una sabana. Sakura hizo lo mismo se se dirigió con sigilo tras él, pensando como podía ser que cada paso a la puerta fueran su condena.
―¡Vete, Naruto!―grito el peli-plata desde el otro lado de la puerta.
―¡No. La abuela me acaba de avisar, alistase rápido que hay misión al país de La Cascada!
La pelirrosa suspiro de alivio y sonrió a su maestro. No era lo que ambos habían pensado.
―¡Sakura-chan tu también vas, apúrense que debemos partir en diez minutos!―y las piernas de la chica flaquearon por la sorpresa, pero no tardo en recomponerse y mientras Kakashi le esbozaba una de sus sonrisas con su ojo arqueado. Lo sabia, pero por lo menos, todo iba a estar bien.
Y eso le facilitaba las cosas un montón, él no lo tomaba mal. Ademas, si Naruto lo sabia, no tardaría para que pronto toda la aldea lo supiera, entonces hacerlo publico no sera tan tabú como pensaba.
F I N
¡Gracias por acompañarme a lo largo de este fanfic!
Me hace sentir genial al fin poder terminar el reto que me auto impuse son él, y de paso que ustedes disfrutaran al leerlo.
¡Simplemente, gracias por leer!