Nuevo fic… Nuevo fic… Como cas acabo uno en el área de kung fu panda decidí hacer uno con la pareja que está saliendo últimamente de moda: Jack Frost y la princesa Elsa de Arendell. Supongo que no tengo nada más que agregar excepto: Los personajes aquí utilizados son propiedad de dreamwords animation y Disney nwn.
Corazón de Cristal
Capítulo 1
Aquella noche en ese escondido pero hermoso reino un sonido irrumpió la tranquilidad, el llanto de un pequeño bebe se dejó escuchar trayendo con él la dicha de sus padres y su reino al saber que ahora contaban con un heredero que seguiría el gran liderazgo que ejercían sus progenitores; algunos kilómetros en otra tierra lejana un niño de escasamente 6 años jugaba tratando de alcanzar los juguetes que presentaba su padre ante él, detrás de ellos una hermosa mujer de cabellos castaños le sonreía a su pequeño acariciando su cabeza, para después prestar atención a su apenas formado vientre donde yacía su nuevo hijo quien sería recibido con amor y cariño.
-El tiempo ha llegado hombre de la luna- Susurro un pequeño troll mirando atento la luna llena, con suma tranquilidad se incorporó caminando hasta el centro de aquel lugar llamando la atención del resto de los suyos.
-¿Sucede algo?- Preguntó una de las mujeres intentando acercarse al mayor.
-Solo se cumplió lo que el hombre de la luna había previsto desde hacía algunos años- Al ver que el anciano seguía caminando ninguno quiso indagar más aunque la duda aun brotaba en su mente, el anciano llego hasta una laguna donde la luz del astro nocturno se reflejaba, tocando levemente con la punta de sus dedos cualquier mirada mortal pensaría que aquel movimiento solo causo ondas pero para el troll y el hombre de la luna se mostró lo que ansiaban ver: Dos pequeños niños… Un niño castaño junto al reflejo de una hermosa niña recién nacida, ambos en brazos de sus respectivos padres.
-Hombre de la luna… ¿En verdad ambos deben de pasar por el tormento de vivir en soledad?- La luna no respondió a aquella pregunta, el pequeño troll no tuvo más que acatar aquel silencio como una afirmación- MIM… Permíteme pedirte un don, el que sea con tal de poder ayudarlos… Los niños son seres puros que no merecen sufrir ningún tipo de penuria y ese es mi deseo con esos pequeños, el que sea será bien recibido de mi parte debido a que será tu voluntad- La luz plateada de la luna rodeo al anciano troll, sin explicarse cómo, escucho la voz tranquila de un hombre mayor quien le explicaba lo que pedía- Comprendo…- Susurro mientras la luz plateada desaparecía a su alrededor.
Los años pasaron permitiendo a cada niño experimentar muchas vivencias: para la joven princesa no era todo tan bello debido a que desde su nacimiento se le fue otorgado un poder, la nieve y el hielo eran sus aliados, a como fueran sus emociones ellos se presentaban de forma ya sea hermosa o peligrosa, su hermana menor en medio de uno de sus juegos de fue herida por uno de los rayos de hielo llegando directamente a su corazón; los padres asustados fueron donde el anciano troll que de inmediato reconoció a la pequeña niña de cabellos rubios como la elegida de la misma luna, al escuchar como los padres le afirmaban que desde siempre había poseído esos poderes se exalto; ¿Cómo era posible que desarrollara el don del invierno eterno que debía de aparecer mucho después?, accedió a la petición de los reyes usando el don que el hombre de la luna le había ofrecido, cambiando los recuerdos de la hermana menor fue como logro solucionar las cosas pero aun así el periodo de soledad al que debía de ser sometida la pequeña jovencita de ojos azules comenzó, alejándose de todo lo que conocía… Y amaba.
El jovencito tuvo una infancia gratificante hasta que al entrar a la adolescencia por juegos del destino su vida mortal termino tras salvar a su hermana de un horrible destino; sin embargo su vida no termino ahí dándole paso a otra donde desarrollo poderes que le permitían dominar el hielo y viento a voluntad, cuando quiso saber lo que sucedía busco en una aldea cercana a alguna persona que pudiera orientarlo pero cuando llego, la gente del lugar pasaba a través de él como si del viento se tratara, algo que lo devasto totalmente ya que no comprendía porque sucedía eso, los días pasaban llevándolo poco a poco a la soledad… Pero el destino, tan caprichoso como siempre hizo que aquella oscuridad desapareciera por lo menos una temporada en esos dulces corazones, el joven de cabellos ahora platinados auxiliado por el viento llego a un reino en medio de montañas nevadas, donde lo que más sobresalía era un hermoso castillo junto a un majestuoso lago que por el momento estaba congelado, movido por su curiosidad descendió hasta uno de los pilares más altos del lugar notando la alegría de la gente en su ir y venir, parecían preparar algo importante ya que llevaban canastas con frutas y panes dulces que, al parecer del muchacho, se veían deliciosos.
Brinco del tejado para averiguar a qué se debía el bullicio de la gente hasta que dio con un hombre robusto con escasos cabellos sobre su cabeza, pero una abundante barba en color negro quien cargaba un pastel bellamente decorado: Totalmente blanco excepto por algunas figuras de hombres y copos de nieve en tonalidades azules, pequeñas cortinas de color igualmente azul que colgaban en las orillas de cada piso del pastel.
-¡Vamos Katherine!, los reyes solo permiten entrar al castillo para ver a las princesas en su cumpleaños-
-Lo se cariño pero la princesa Elsa no ha bajado en años, dudo que este año sea diferente- El albino estaba aún más curioso tras aquella confesión. Voló al castillo en un intento por averiguar que sucedía.
Mientras tanto en ese enorme lugar, un hombre de cabellos castaños con un elegante bigote adornando su labio superior entraba en la alcoba de su primogénita… El dolor que sentía su corazón al ver a su hija tan apartada de todo era enorme, pero debía de ver por la seguridad de todos ante el poder tan caótico que prevalecía en su hija, pero por lo menos deseaba que en esa fecha fuera diferente.
-Hola mi princesa- La niña quien momentos antes observaba a través de su ventana se giró a su padre con una sonrisa nostálgica.
-Hola papa-
-Cariño ¿Por qué no bajas este año?, muchas personas desean verte- La niña dirigió de nuevo su vista a la ventana.
-No quiero bajar…-
-Pero Elsa-
-Papá ¿Y si lastimo a una persona? ¿Si cometo un error y congelo el corazón de alguien como me sucedió con Ana? No puedo bajar… Tengo miedo…-
-Elsa…- El padre apretó el pomo de la puerta mientras bajaba la cabeza ocultando su triste mirada- Comprendo cariño y si es tu deseo así será- El hombre salió encontrándose con su esposa quien tenía la misma cara de aflicción.
El albino seguía buscando en las diversas ventanas del castillo tratando de localizar a la princesa cumpleañera pero comenzaba a desesperarse, demasiadas ventanas y el lugar era enorme; cuando estaba por alejarse algo dentro de él le decía que continuara hasta que encontró una linda niña de cabellos rubio-platinados quien sollozaba con una almohada entre sus brazos junto a la ventana, el muchacho sintió pena por la pequeña acercándose poco a poco. Elsa se acercó a la ventana mirando cómo la gente entraba tocando música alegre, ella tenía deseos de ser participe pero no quería que nada malo ocurriera con esas personas que le demostraban su amor a pesar de que ella no los mirara siquiera, pero… Qué tal si… ¿Y si bajaba tratando de mantener sus poderes al margen? Pero aquella idea se esfumo cuando vio que la ventana comenzaba a congelarse con el simple toque de la palma de su mano contra el cristal causándole un sobresalto, pero no solo a ella sino al joven quién se encontraba mirando atentamente a la niña.
-¡Es igual a mí!- Pensó el muchacho acercándose con cuidado, también toco el cristal transformando el grueso hielo en una delicada escarcha que llamo la atención de la niña.
-¿Cómo?- El albino sonrió, dibujando con gran cuidado un pequeño osito que capto con más rapidez la atención de la niña, estaba entre asustada y emocionada por aquel fenómeno, las manos del muchacho invocaron al osito quien abriendo la ventana saludo a la jovencita caminando entre saltitos hasta que brinco y exploto dejando caer miles de copos de nieve sobre ella; el susto paso a segundo término después de semejante espectáculo al igual que la tristeza que había sentido hacía unos momentos antes, con ayuda de su poder creo un poco más de nieve- Sé que hay alguien ahí, vi tu silueta cuando lo dibujaste- Dijo la niña creando aún más nieve en su habitación.
-Ella puede verme…- Elsa escucho aquella voz, camino hasta su ventana terminando de abrirla de par en par encontrando a un joven de cabellos platinados y hermosos ojos azules, vistiendo una capa y pantalones marrones que parecían estar levemente cubiertos por escarcha, junto a una camisa blanca… Los ojos azules se encontraron causando una extraña sensación dentro de ambos.
-¿Cómo haces eso?- Pregunto la jovencita mirando al chico suspendido en el aire a varios metros del suelo.
-Yo… Yo… Espera, ¿Puedes verme?-
-Si, por eso me sorprende que estés volando- Jack se acercó a la niña más que sorprendido, habían pasado años en los que ni un solo ser viviente había podido verlo y ahora una pequeña era capaz de eso… Algunas traviesas lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos indecisas de salir o no- Tú hiciste el osito ¿Verdad?-
-Eh… Si…-
-¿Me enseñarías?- La niña le hablaba con total naturalidad, realmente podía verlo…
-Pero tú tienes un tipo de magia similar a la mía ¿Acaso no puedes usarlo?- La niña bajo su cabeza triste jugando con sus manos, entró a la alcoba de la niña admirando el manto blanco que había creado momentos antes.
-Yo no sé usarla… Mi magia es peligrosa… Puedo herir a la gente con ella- Jack sintió pena por aquellos ojitos azules que comenzaban a mostrar tristeza…
-Tranquila, hagamos esto de una forma divertida- Elevo su cayado creando una pequeña ventisca removiendo la nieve que ambos crearon.
-¿Qué haces?- Una capa más gruesa de nieve se creó, el muchacho se dejó caer de espaldas comenzando a formar una figura en el manto blanco… Oh por lo menos lo intento ya que al levantarse se dio cuenta de que nada paso.
-Intente hacer un ángel de nieve, eh visto que algunos niños lo hacen-
-Pues no lo hiciste bien- Se burló la pequeña con una ligera sonrisa.
-¿Entonces tu puedes hacerlo mejor que yo?- Pregunto "ofendido" esperando aumentar esa sonrisa.
-Por supuesto- La niña se dejó caer ocasionando que su silueta se plasmara en el lienzo blanco debajo de ella, movió manos y piernas formando la figura deseada- ¡Listo!- Grito animada, el albino aplaudió a la pequeña.
-Eres buena ah… ¿Cómo te llamas?- El albino se rasco la nuca avergonzado al notar que había olvidado aquel pequeño detalle.
-Mi nombre es Elsa, primer princesa de Arendelle- Hizo una reverencia tomando las puntas de su vestido, el muchacho se inclinó también tomando la mano de la niña mientras depositaba un pequeño beso en sus nudillos haciendo sonrojar a la niña.
-Es un gusto su alteza, yo soy Jack Frost señor del invierno- Se presentó con una sonrisa y un guiño con su ojo derecho, el sonrojo de la niña aumento aún más, había pasado mucho tiempo desde que había visto a una persona que no fuera su familiar o los sirvientes del palacio; nunca imagino que se encontraría con un chico un tanto mayor que ella tan… Atractivo.
-¿Cuántos años tienes?-
-Exactamente no recuerdo… ¿Tú cuántos años tienes?-
-Tengo 10 años-
-Soy mayor que tú, ¿Qué tal si decimos que tengo 18?-
-Muy bien y dime ¿Señor del invierno? ¿Qué es eso?- Jack soltó la mano de la niña acercándose a un montículo alto de nieve mientras que con ayuda de su cayado formaba una bola de nieve.
-Yo ayudo a la nieve a llegar a los lugares correspondientes como tu reino- Elsa se acercó ayudando al muchacho a colocar una de las bolas encima de otra.
-¿Por qué nunca te había visto?- El muchacho tomo una última bola de nieve poniéndola sobre las dos anteriores.
-Pensé que era invisible para todos- La niña observaba a todos lados tratando de encontrar algo con lo cual terminar su muñeco de nieve encontrando ramas entre los leños que ayudaban a brindar un poco de calor en su habitación, los coloco con cuidado formando sus brazos mientras que Jack arrancaba dos botones de un abrigo de la jovencita para ponerle ojos- Esta listo-
-Quedo muy lindo-
-¿Quieres que le pongamos nombre?- Elsa coloco su dedo índice en la barbilla pensando mientras elevaba un poco la mirada hasta que sonrió mirando atenta al chico.
-Quiero que se llame Olaf-
-¿Olaf?-
-Mi hermana y yo jugábamos con hombres de nieve antes… Al último que pude hacer a su lado lo nombramos Olaf…- La niña se entristeció abrazándose con cuidado, Jack se acercó al muñeco de nieve comenzando a mover sus pequeñas ramitas.
-Hola soy Olaf… No me gusta ver a niñas tan bonitas tristes, ¿Quieres un abrazo? Me gustan los abrazos- Elsa comenzó a dejar caer gotitas de agua salada, sin que por lo menos lo pudiera ver llegar la niña lo abrazo por la cintura haciendo que ambos cayeran al suelo, aunque Jack soportando el peso de la jovencita- ¿Qué pasa Elsa?- Pero la niña no respondió cosa que ocasiono que el simplemente correspondiera el abrazo- Tranquila- Acarició su cabeza con suma ternura, el abrazo duro el tiempo suficiente como para que Elsa durmiera en los brazos del muchacho, elevo levemente su cayado desapareciendo la nieve para poder recostar a la niña en su cama.
A la mañana siguiente Elsa se despertó encontrándose en su cama pensando que tal vez aquel chico solo había sido un sueño, su cuarto no parecía tener ningún tipo de anomalía, sus ojitos se pusieron tristes mientras apretaba las mantas con fuerza y una lagrima solitaria recorría su mejilla, las horas pasaron como siempre en aquel palacio hasta que la noche se hizo presente, Elsa recordando el sueño del día anterior se acercó a la ventana apoyándose sobre sus brazos apreciando el cielo nocturno.
-¡Hola princesa!- El grito asusto a la niña haciendo que se alejara de la ventana, al centrar su atención se encontró con aquel joven de cabellos claros.
-Jack…- De nuevo la niña corrió hasta el abrazándolo con fuerza, el chico aún se sorprendía pero le correspondía aquel gesto tan tierno -Promete que no me dejaras sola…-
-¿Qué?-
-Jack tengo miedo de herir a las personas que quiero, pero tú eres diferente… Mi poder no parece afectarte, por favor prométemelo- Asintió con la cabeza separándose de la niña.
-Te lo prometo, pero tú debes de hacerme la promesa de que no dejaras que te vea llorar de nuevo-
-Si-
Conforme los días pasaban la pequeña niña y el joven invernal agradecían al destino el haber hecho que sus caminos se cruzaran, incluso en el palacio se daban cuenta del cambio de la pequeña princesa quien a pesar de no salir tanto por momentos escuchaban que cantaba o reía de las bromas que su hermana Ana le contaba a través de la puerta, mientras que North uno de los pocos espíritus que lograba convivir con Jack Frost lo veía más alegre… Feliz… Pero desgraciadamente no todo eran tan maravilloso, el invierno comenzaba a terminarse haciendo que Jack terminara su trabajo en el reino pero, ¿Cómo decirle a Elsa que la vería después de un año?
Jugaban como cada noche utilizando sus habilidades con la nieve, pero en ese momento el muchacho no tenía la cabeza en su sitio cosa que noto Elsa al ver que su amigo no logro esquivar la bola de nieve que había creado.
-¡Elsa!-
-Fue tu culpa por estar tan distraído- Jack limpiaba la nieve de su cara sin mirar de frente a la niña, esta se preocupó así que se acercó a él con una pequeña toalla en sus manos ayudándolo.
-¡Déjalo!, ¡Yo puedo solo!-
-Per… Perdón- Elsa retrajo sus brazos hasta su pecho, Jack se sintió como un idiota después de hablarle de esa forma.
-No, perdóname tú a mí… Es solo que…-
-¿Qué?-
-Elsa yo… Pronto me iré-
-¿Irte? ¿A dónde? Pero volverás mañana ¿Verdad?-
-¿Recuerdas lo que te dije cuando te conocí? Yo acompaño al invierno a donde debe de llegar y ahora tengo que partir a otra parte del mundo además de… - Pero no pudo continuar ya que unos pequeños brazos lo rodearon por la cintura.
-No…- Susurro la niña dejando caer lágrimas al tiempo en que su cuarto comenzaba a congelarse.
-Elsa comprende, te lo dije- El frio comenzaba a intensificarse al tiempo en que se formaban estalactitas y estalagmitas en el cuarto de la jovencita, Jack comenzaba a preocuparse.
-No me dejes…-
-No lo hare, regresare el próximo año-
-¿Qué hare mientras tanto? No puedo acercarme a mis padres, a mi hermana, a los aldeanos… A nadie…- Los picos de hielo comenzaban a crecer aún más, el bullicio alerto a los padres de la chica quienes intentaban ingresar a la habitación pero una estalactita se había incrustado en la entrada impidiendo el paso.
-Elsa… Perdóname- Se arrodillo para quedar a la altura de la niña mientras le daba un golpe en la nuca con su cayado dejándola inconsciente, tomándola en sus brazos salto por la ventana… Sabía de alguien que podía ayudarlo.
Voló durante algunos minutos hasta que se detuvo en un pequeño paraje donde se encontraban diversas rocas.
-Por favor, sé que están ahí… Necesito la ayuda del anciano- Apretó con un poco de fuerza el cuerpo de la niña, las rocas comenzaron a moverse mostrando a diversos trolls quienes lo rodeaban curiosos, entre ellos uno se abrió camino hasta ver a la pequeña pareja; el anciano estaba atónito… Los elegidos del hombre de la luna estaban frente a él, pero le extraño mucho el rostro envuelto en miedo del albino.
-¿Qué es lo que desea joven Frost?-
-Por favor… Necesito que… Alteren su memoria- El anciano se extrañó ante la petición acercándose a la niña, esta tenía su rostro húmedo debido a las lágrimas derramadas.
-¿Qué deseas que altere?-
-Tiene demasiado miedo a causa de sus poderes y piensa que soy el único que puede estar cerca de ella sin darse la oportunidad de vivir junto a su familia o el resto de la gente, deseo que abra su corazón al resto del mundo… Si me recuerda sufrirá demasiado cuando yo me tenga que ir…-
-¿Qué quieres decir muchacho?- Jack observo a la niña en sus brazos para alzar la vista al anciano troll con una mirada llena de tristeza pero a la vez de decisión.
-Quiero… Que ella olvide que alguna vez me conoció-
Tengo cosas pensadas bastante interesantes en este fic así que si les gusta les estaré agradecida con un review (Así veré si lo dejo o lo quito XD) Gracias por leer :D