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Jane estaba entrenándose con sus soldados cuando su hermano Frankie llegó corriendo hasta ella "Jane, ha llegado un mensajero. Lord Isles solicita tu presencia. Te está esperando en el castillo de Laird Cavanaugh"

La escocesa suspiró fastidiada. Lo último que le pasaba por la mente era dejar a Maura. Cada noche se dormía después de hacerle el amor apasionadamente y se levantaba estrechándola contra su cuerpo. Sonreía cada vez que la veía pasear por el poblado, interesándose por la vida y necesidades de sus vasallos y no podía evitar aguantar la respiración cada vez que su mujer le sonreía "No tengo nada que hablar con el inglés"

Su hermano la miró preocupado "En la reunión va a discutirse tu matrimonio con Maura"

Jane bajó la espada y le ordenó al aprendiz que practicara con el arco "Ya discutí eso con Cavanaugh"

"Ahora es su padre el que quiere reclamarla Jane"

"Maldita sea! ¿Acaso no es consciente de la suerte que ha tenido su hija?"

Frankie se encogió de hombros "Quizás deberías ir a explicárselo"

Jane encogió los hombros resignada a asistir a aquella reunión. Si se marchaban de inmediato, podría estar de vuelta en un par de días.

"Está bien. Me reuniré con él. Pero es la última vez que permito que se entrometa en nuestras vidas"

R&I

Laird Cavanaugh se sorprendió cuando vio entrar a la mujer en su salón.

Después de inclinar la cabeza ante el hombre en señal de respeto, se dirigió al hombre con brusquedad "Acabemos de esto de una vez por todas. Te lo dije a ti y se lo diré a él. Maura es mi esposa, ahora es una Rizzoli y se quedará conmigo. Nada ni nadie va a apartarla de mi lado"

El hombre mayor la miró extrañado "¿De que estás hablando?"

Jane tuvo un mal presentimiento "¿Dónde está el padre de mi mujer?"

La expresión en el rostro de su jefe confirmó sus peores sospechas "No se de que me estás hablando. Hace meses que no se nada de Lord Isles"

Jane no perdió el tiempo. Tenía que volver cuanto antes a su castillo. Si sus sospechas eran ciertas, Lord Fairfield estaba detrás de aquel engaño y Maura podía correr peligro. Inmediatamente reunió a su guardia y emprendieron el camino de vuelta a casa. Había sido una estúpida por haber caído en esa trampa. Si le había pasado algo a Maura, no se lo perdonaría.

R&I

Jane se quitó la espada del cinturón y se la lanzó a su hermano, que esperó junto a Frost y los soldados más en la puerta del salón y se adelantó con arrogancia. Aunque parecía que estaba tranquila, su mente no había dejado de estudiar la estancia desde que había puesto un pie en ella. Maura estaba sentada en uno de los extremos de la mesa. A su lado y frente a ella, había cinco hombres bebiendo y comiendo. Junto a los seis soldados que había apostados en los laterales y junto a la puerta, contó doce mercenarios en el salón. Conocía la reputación de aquellos esbirros y si se veían acorralados, la vida de Maura podría correr peligro. Intentó borrar esa idea de su mente. Necesitaba estar completamente centrada y cada vez que pensaba en que le pudiera pasar algo a su esposa, la sangre se le congelaba en las venas. Sin dejar de mirar al hombre que estaba sentado a la cabecera de la mesa, se sirvió un vaso de vino.

Se apoyó en la mesa y bebió un gran sorbo "Estaba sedienta después del viaje"

Aprovechó para mirar a Maura de reojo y sintió que el corazón se le aceleraba cuando vio el cardenal que empezaba a formársele en la mejilla. Aquel bastardo se había atrevido a tocarla. Iba a pagar por ello pero primero debía poner a su mujer a salvo "¿A qué se debe tu visita Crowe?"

El hombre se movió incómodo en la silla. Cuando sus centinelas le habían informado que Laird Rizzoli estaba de vuelta, no había tenido tiempo de escapar. Ahora debía confiar en que estuviera tan enamorada de su esposa como le habían asegurado sus informadores. Si la inglesa no le importaba tanto como se rumoreaba, se había metido en un pozo del que iba a resultarle difícil salir.

Decidió probar suerte "Todo el mundo dice que Laird Rizzoli está enamorada de su mujer. Creen que te has vuelto débil" El hombre prestó a tención a la reacción de su oponente "Se rumorea que incluso desafiaste a Laird Cavannaugh cuando te casaste con ella"

Jane se incorporó y el hombre se tensó en la silla En esos momentos no le parecía débil en absoluto.

"Nadie me dice que puedo o no puedo hacer. Nadie. Desafié a Cavannaugh por cuestionarme no por la mujer" Jane se encogió de hombros mientras jugueteaba con la copa que tenía entre manos "La mujer no me interesa tanto como para molestarme en desatar una guerra. No me importa más allá de ser un medio para un fin. Quería humillar a Lord Fairfield robándole algo que el quería. Ya he conseguido mi objetivo"

Sintió la triste mirada de Maura sobre ella. Sabía que estaba rompiéndole el corazón pero ni siquiera la miró. En vez de eso, continuó hablando con el hombre que había ocupado su salón. Necesitaba distraerlo para que su plan tuviera éxito. De repente, una docena de soldados apareció de la nada, apuntando con sus flechas a los asaltantes. En menos de un minuto, la situación se había dado la vuelta.

Jane se acercó a Maura y la levantó de la silla. Acarició con el pulgar la mejilla magullada. Pudo ver la tristeza, el miedo y la desolación en los ojos de su mujer. Se odió por ser parte de ese dolor pero se prometió a si misma compensarla después.

Apoyó su frente sobre la de ella, cerrando los ojos para controlarse. No quería asustarla más de lo que estaba. Con apenas un hilo de voz, le preguntó "¿Te han … Te han hecho daño?"

Maura negó con la cabeza. Si decía una palabra iba a ponerse a llorar y no quería avergonzarse más.

Jane suspiró satisfecha por la respuesta "Bien" le dio un dulce beso antes de ordenarle a su hermano ponerla a salvo "Frankie! Sácala aquí. No te separes de ella hasta que yo salga"

Su hermano asintió a la vez que le tendía la mano a Maura.

"Pero… pero" el usurpador no sabía que había pasado en esos pocos segundos pero estaba seguro que la situación no le era favorable "… pensé que dijiste que la mujer no te importaba"

Jane se acercó a él lo suficiente para poder susurrarle al oído sin que Maura pudiera oírla "Creíste eso porque eres un imbécil. Y ahora eso va a costarte la vida"

Frankie escoltó a Maura fuera del castillo y cerró la puerta tras de él.

"¿Qué va a pasar ahí dentro?"

El hombre la estudió unos segundos, indeciso sobre contarle o no la verdad. Al final decidió ser sincero con la mujer "Crowe se ha atrevido a amenazarte. Y eso es algo que Jane no va a permitir. Ahora pagará por su atrevimiento"

Cuando Jane salió de dentro del castillo, sus hombres habían reducido ya a los poco mercenarios que habían permanecido fuera del castillo. Se paró delante del más joven de ellos que temblaba como una hoja.

Con voz fría le ladró "Te dejaré con vida porque necesito que le lleves un mensaje a tu amo. Dile a Fairfield que Lady Maura es ahora mi esposa. Ahora es una Rizzoli y nosotros protegemos a los nuestros" los hombres y mujeres que se habían reunido en el patio alzaron los puños mientras aullaron su aprobación. Jane esperó a que enmudecieran para continuar "A cualquiera que se atreva a amenazarla lo atravesaré con mi espada"