Título: Vampiros y otros seres de leyenda

Autor: Akitsu-chan (Aki_blossom en otro lugar que ahora mismo ya no existe

Género: Un poco de todo, comedia, aventuras, fantasía, sobrenatural, un pelín de drama y amor

Público: +16 (no sé muy bien como puntuarlo, así que pongo +16 como punto medio)

Advertencias: Lenguaje obsceno y mal sonante, posible Lemmon y un poquitín de sangre (casi nada, solo unas gotitas) o sí, inspirado en Rosario+Vampire (aunque solo unas cuantas cosas) y alguna que otra cosa de Vampire Knight.

Publicaciones: FanFiction


Capítulo 13

Sakura se había encerrado en el baño, otra vez. Había entrado en su cuarto atropellando al prometido de Tenten y se había metido en el baño. Estúpido vampiro, había dicho.

Tenten había hecho que Neji, el tan mencionado prometido, aporreara la puerta por ella.

—Tenten, no creo que tu compañera de cuarto quiera salir. —Oyó decir a través de la puerta.

—Claro que no. Pero lo hará. Sigue golpeando la puerta hasta que se canse.

El sonoro suspiró del hombre le dijo a Sakura que era él el que se estaba cansando.

Ignoró el constante golpeteo de puerta y se sumió en sus propios pensamientos. Se tocó los labios.

—¡Estúpido, estúpido, estúpido, estúpido, estúpido, estúpido, estúpido vampiro!

—¿Se puede saber que tiene que ver el Uchiha ahora? —Preguntó el hombre.

—¡No te importa! —Respondió Sakura a la puerta.

Se hizo el silencio al otro lado, solo durante un instante. Luego, Sakura siguió escuchando a Tenten en tono consolador.

—Oye, Neji, no lo decía en serio.

—Yo creo que sí…

—No lo tomes a mal. ¡Algo le habrá hecho! Ella no quería herir tus sentimientos. —Intentó consolarle.

—No ha herido mis sentimientos, Tenten. —Esta vez, sonó claramente ofendido de que la bruja china siquiera considerara esa opción. —Es ridículo.

Escuchó el intercambio de voces a través de la puerta durante un rato y después los volvió a ignorar.

La había besado. Lo había hecho. El muy descarado. ¿Quién se creía que era?

—Tu kizuna, por ejemplo. Ya sabes, el tipo que nos amará y deseará de todas las maneras posibles y nos hará desearlo.

—Cállate. Cállate. —Le dijo a su otra yo. —No nos gustaba, ¿recuerdas?

—Bueno, no realmente, era excitante ser la presa por una vez, ser perseguida para después ser…

—¡Cállate!

—Oh, vamos. Sabía bien, y parece un exquisito bocado.

La había olido, la sangre. El aroma de Sasuke la atraía, la seducía. El palpitar de su corazón la hacía bajar la guardia.

Ella lo…

—Lo deseamos.

—¡No! —Chilló desesperada, no quería oírlo, pero era difícil ignorar a un ente que, literalmente, se hacía escuchar en su cabeza.

—Sakura, por todos los dioses, haz el favor de salir y de no parecer una loca.

—No quiero. —Hizo un puchero, parpadeando unas lágrimas, las traicioneras, que querían molestarla. Ella no iba a llorar por un estúpido vampiro.

—No seas cría. Neji, destroza la puerta.

—Tenten, no creo…

—No voy a salir.

—Sakura, no te lo estoy pidiendo. Neji, a ti tampoco

—Pero…

—No le hables así a tu prometido o huirá de ti.

—No lo hará.

—Que sí.

—¿Que he hecho yo? —Neji quería esconderse en algún rincón muy, muy silencioso.

—Sakura-sama, demando una audiencia.

Al escuchar esa voz, Sakura abrió la puerta de golpe provocando que el Hyuga se cayese.

—¡Kuro-chan! —Dijo sonriendo al ver al pequeño shikigami de su madre.

Allí, ante sus narices, había un pequeño gato negro que la miraba con sus ojos rasgados.

—No me llame así, Sakura-sama.

—¿Qué haces aquí? —Dijo ignorando lo anterior.

—Shinigami-sama me advirtió que le habías hecho una visita.

—¿Ha dicho shinigami? —Susurró Tenten a Neji.

Sakura recordó que no estaba sola. —Oh, bueno, no es extraño. —Miró a Tenten y a Neji, quienes, a su vez, miraban al gato como si hubiera dicho una barbaridad. —Dejadme que os presente. Este gato de aquí fue el shikigami de mi madre cuando estaba viva, se hace llamar Kurokami, es un alias, su verdadero nombre es algo tedioso, y Kuro-chan es más fácil de decir y recordar.

—No me llame…

Sakura lo ignoró. —Kuro-chan, estos son Tenten, mi amiga y compañera de cuarto, y Hyuga Neji, su prometido.

—Kurokami para ustedes, si algo parecido a la blasfemia de Sakura-sama sale de vuestros labios sabréis porque me llaman el Dios Negro.

Tenten se sintió idiota al sentir miedo por un gatito peludo y adorable, pero dedujo que era mejor no enfadar al pequeño felino. O decir en voz alta que era adorable.

—Entonces, Kuro-chan, ¿vamos a hablar a algún otro lado? — Sakura miró alrededor del cuarto y después señaló la ventana de su cuarto.

—No me llame así, Sakura-sama.

El gato refunfuñó y salió por la ventana del cuarto perdiéndose en los árboles que había debajo.

—Tenten, Neji-san. Perdón por las molestias. —Se despidió Sakura, agitando su mano como si absolutamente nada hubiera pasado.

Saltó desde la ventana y cayó al suelo de pie, encontrándose con los ojos rasgados del Shikigami de su madre.

—¿Entonces?

—Shinigami-sama me dijo que había sido vinculada. —Le dijo Kurokami mientras su cola se movía de un lado a otro.

Sakura desvió la mirada y reprimió un grito al pensar en el estúpido vampiro.

—Ciertamente. —Dijo en un murmuro, con un ligero sonrojo en sus mejillas.

—¿Cómo ha podido pasar? —El gato a recriminó con un fruncido de orejas.

—¿Y yo que sé? No sé cómo va esto. Apareció de repente.

Sakura se defendió ante Kurokami. Ella no había pedido el dichoso dibujito. Ni el vínculo entre almas que conllevaba. Y, lo peor de todo, tampoco había demandado que su otro ente le excitara la idea de tenerlo.

—Debemos salir de aquí. —Declaró refiriéndose al internado.

Algo desagradable se retorció en su pecho. No quería separarse del estúpido vampiro, pensó con pesar. Sacudió ese pensamiento reteniendo una mueca, ese vínculo la volvía tonta, debía ser eso.

—No puedo dejar el internado, así como así… Ya sabes. Internado. Mayoritariamente hasta que no sean vacaciones no tenemos permiso para dejar el terreno.

Kurokami la miró, advirtiéndole que no estaba para bromas. Claramente se había referido a salir del internado furtivamente. Lo que significaba, más bien dicho, escapar.

—Sakura-sama. Usted sabe que su madre me encargó su seguridad. Poco me podría importar lo que piensen los ancianos de la educación de los ineptos seres que necesitan de un parvulario para saber cómo vivir entre humanos. Usted no puede ser calificada junto a ellos. Siempre ha vivido rodeada de humanos, y su control roza a la perfección. No necesita de esta escuela.

La pelirrosa se encontró de repente consumida por una ola de vergüenza. Sakura miró al felino tragándose un gruñido y ahogándose en un sonrojo que hizo que el familiar la mirara sospechosamente.

—¿Qué me estoy perdiendo?

—Bueno… mi control, ¿Cómo decirlo? Todavía sigue allí, pero…

—¿Pero?

Sakura cogió aire y soltó lo que le daba tanta vergüenza admitir. —Tiende a ser lanzado bien lejos cuando estoy alrededor del estúpido vampiro.

—Una razón más para dejar este lugar. —Afirmó Kurokami.

Sakura frunció los labios e hizo que se preguntara que pasaba con ella. La verdad era que estaba extrañamente en contra de marcharse. Ella no quería irse.

—Kurokami. —Sakura dijo al ver que el familiar se estaba preparando para marcharse.

Las orejas del shikigami se movieron junto a su cola. Estuvo a punto de suspirar temiéndose lo peor. Esa niña solo usaba su nombre cuando se aferraba a algo a lo que él no estaba de acuerdo.

—No quiero marcharme todavía.

Cómo había supuesto el gato, arisco, aceptó que esa niña permaneciera en ese internado. —Solo hasta vacaciones.

Sakura asintió. —Entiendo. —Se sintió aliviada y se reprendió. Ella en serio necesitaba poner sus pensamientos en orden de una vez.

—Pero yo también me quedo.

No podía saber si ese hecho sería algo bueno o algo terriblemente malo.

Había llegado a aguantar el particular modo de comportarse de todos a su alrededor después del ataque. Miradas la perseguían, y solo algunos se atrevían a hablarle. La primera, Tenten, quien había tomado la iniciativa y la iba a buscar durante el almuerzo para llevarla con ella a comer. Después estaba Neji, el prometido de Tenten, quien todavía tenía reservas de hablar con ella después del episodio del baño.

Naruto la perseguía cada vez que la veía, solo para preguntarle cualquier cosa relacionada con el estúpido vampiro. Hoy, en particular, ya había iniciado una conversación similar con él al menos tres veces.

El estúpido vampiro, Sasuke… Bueno, él se había ausentado durante dos semanas. Según lo que había escuchado por parte de los cuchicheos de Naruto, los cuales se veía obligada a escuchar durante las horas de economía doméstica, el Uchiha había regresado a su casa por pedido de su madre y regresaría después de haber aclarado una serie de puntos con ella.

El rubio, en una de esas, la indujo a pensar que ella era uno de esos puntos. A lo que ella le respondió con un gruñido y un teñido de ojos.

—Ne, Sakura-chan. ¿Sabes qué día es hoy?

Con aburrimiento, Sakura vertió el contenido del bol en el molde con precisión pensando que ese pastel sería más provechoso si le echara un poco de raíz de mandrágora y eneldo.

—Sakura-chan, Sakura-chan. ¿Qué día es hoy? —Repitió con impaciencia el rubio.

—Viernes, Naruto. —Contestó sin apartar la mirada de la masa.

Quizás si le añadiera menta… Pero todavía no podía recolectarla. Debería esperar hasta la luna menguante.

—Sí, sí. Viernes. Pero hoy es diferente. ¿Sabes lo que pasa hoy por la noche?

—Es noche de luna llena y, —Naruto pásame las almendras— es noche de recolección de artemisa. —Dijo levantando la mirada. —Gracias por el recordatorio, se me había olvidado completamente.

Naruto sonrió algo orgulloso de sí mismo. —Tengo muy buena memoria, aunque no lo parezca, Sakura-chan. Una vez… Quiero decir ¡No! Sakura-chan, mañana es el festival de Konoha. Tenemos permitido bajar al pueblo y quedarnos allí hasta el inicio de clases de la semana que viene. Ero-sennin me deja alojarme en su casa, y me pidió que llevara a quien quisiera. ¿Sakura-chan vas a venir verdad?

Una vez cerrado el horno Sakura miró a Naruto como si le hubiera crecido una segunda cabeza.

—No. Pero gracias por la invitación, has sido muy amable. —Pero su tono de voz transmitía exactamente lo mismo que su expresión… Un completo desinterés.

Naruto parpadeó. —Pero…

—No. — Determino tajante.

—¡Sakura-chan!

—No.

—Nos lo pasaremos bien. —Naruto intentó convencerla una vez más mientras fruncía el labio en una mueca lastimera.

—He dicho que no.

—Habrá fuegos artificiales

—No.

—Comida. También ramen, ¿sabes? ramen. —Dijo como si fuera realmente importante.

—No.

—Y la casa de Ero-sennin tiene unas enormes aguas termales.

—Aun así. No.

La discusión se extendió hasta el final de la clase y tomó parte del resto del día. Sakura seguía negándose mientras Naruto seguía insistiendo. Habían llegado a un punto muerto que le estaba generando a la pelirrosa un enorme dolor de cabeza.

—Voy a estar esperándote en la puerta este, Sakura-chan. —Dijo Naruto finalmente.

Sus ojos azules centellearon traviesamente antes de que Sakura se girara y se dirigiera hacia los dormitorios femeninos.

—No voy a ir, Naruto. —Se despidió frunciendo el ceño.

Naruto rio en silencio mientras dribleaba a los estudiantes que ya estaban abandonando los dormitorios. Sakura iría con él a las termas del sabio pervertido. Él ya se había encargado de que así fuese.

Cuando Sakura estuvo en frente de la puerta de su cuarto se dio cuenta de que no podía entrar. Ante tal hecho frunció el ceño, irritada, y empezó un cántico que abriría esa dichosa puerta.

Un sonoro chirrido se extendió a través del hechizo que custodiaba la puerta hasta que esta se abrió. Sakura sacó el aire de sus pulmones. Casi había esperado que el hechizo le hubiera saltado a la cara.

—Por fin…

Una maleta fue lanzada directamente hacia ella desde el interior y la puerta, que estaba empezando a odiar, se cerró delante de su nariz.

—¡¿Pero qué demonios?! —Chilló indignada.

Harta de ese dichoso encantamiento, segura que Tenten lo había alzado, curvó sus dedos alrededor de la manilla de la puerta e intentó moverla con su fuerza.

Nada pasó y solo logró enfurecerse más de lo que ya estaba. Volvió a intentarlo otra vez con varios hechizos y varios golpes y patadas. Nada funcionó. Miró la maleta y en ese momento la odió. Maldita sea, ¿es qué la mala suerte no se le acababa nunca?

—Voy a matarlos a los dos. —Gruñó mientras fulminaba a su maleta. Ahora no podía rechazar la oferta del kitsune.

Naruto aún sonreía traviesamente cuando Sakura fue a su encuentro. Si no fuera porqué sabía que pegarle no la haría sentirse mejor, Sakura le hubiera dado la paliza de su vida.

—Hola, Sakura-chan. ¿Nos vamos?

Naruto tragó cuando los ojos medio verdes medio rojos de Sakura le fulminaron.

—Claro, tu primero.

A Naruto le dio miedo darle la espalda a Sakura en ese instante. ¿Lo atacaría?

—De-de acuerdo. Sakura-chan, ¿podrás seguirme? Necesitaremos volar para llegar al pueblo.

Sakura lo miró ilusionada. —¡Claro!

Sakura estaba entusiasmada, adelantó a Naruto y atravesó parte de los jardines exteriores hasta llegar a la vereda que delimitaba el internado con el exterior.

—Naruto, la aldea se encuentra…

—Hacia el este. A unos ochenta kilómetros. No es la misma zona por la que entramos al internado la primera vez y está un poco más lejos. Voy a guiarte, no creo que tengas problemas para seguirme. Tus alas parecían resistentes. —Le contó Naruto mientras su cuerpo se rodeaba de fuegos fatuos.

Saura frunció el ceño con confusión. —No voy a usarlas.

Un sorprendido Naruto la miró como si hubiera dio una barbaridad. Oh, Sakura parpadeó, era la primera vez que veía la verdadera forma de Naruto. Llevaba un haori y un hakama naranjas, nueve colas también anaranjadas, sobresalían por su espalda y sus ojos escarlatas brillaban incandescentes. Subió un poco la mirada y rio.

—¿Qué sucede? —Preguntó Naruto ladeando la cabeza. Sus orejas también se movieron.

Sakura se contuvo y solo sonrió. —Nada. Nada. Voy a usar la escoba. Si usara las alas llamaría demasiado la atención, ya que mi presencia no es la de un vampiro sino la de un híbrido.

—Oh, entiendo. —Naruto asintió de acuerdo con ella. —Tienes razón, podría ser peligroso si alguien malvado quisiera hacerte daño… ¡Pero no te preocupes, Sakura-chan! Si algún idiota lo intenta le daré una paliza'ttebayo. —Naruto alzó un pulgar mientras hinchaba el pecho y sonreía.

Sakura les echó un último vistazo a las orejas del kitsune –aguantando terriblemente las ganas de tocarlas – antes de invocar su escoba.

Trwy nerth y cynnydd awyr, yr wyf yn galw yr ysbrydion elfennol o natur. Sylphs, gwirodydd llesiannol a bodau o olau, i glywed fy ngalwad a grant nerth i mi.

La invocación de la escoba era difícil. Su tía le había enseñado eso. Al contrario de lo que muchos pudieran pensar, los conjuros elementales eran los más complicados y que requerían de la ayuda externa de los espíritus elementales.

En este caso, los espíritus del viento y de la luz la ayudarían en la invocación. Un pentagrama luminoso apareció debajo de su palma, extendiéndose y volviéndose más y más grande. Una vez su tamaño alcanzó los dos metros de diámetro, Sakura se imaginó la madera, vieja y llena de poder, retorciéndose y creando una sólida y confiable escoba. Lista para llevarla a través de los cielos y barrer cualquier mal que la estuviera esperando.

Agarró la escoba con las dos manos y la giró un par de veces, calibrando y repartiendo las últimas trazas de magia. Miró a Naruto y volvió a sentir la necesidad de reírse.

—Naruto, si no cierras la boca, te vas a atragantar con alguno de tus fuegos fatuos.

El kitsune parpadeó y juró que vio destellos centelleantes alrededor de sus ojos. —Eso ha sido muy genial, Sakura-chan. ¿De verdad puedes crear cosas de la nada?

—No se pueden crear cosas por arte de magia. La verdad, solo he invocado un espíritu del aire y otro de la luz, me prestaron su poder y a partir de aquí solo se necesitan algunos materiales… especiales. —Sakura revolvió su bolsa, donde guardaba los sellos, y le mostró uno a Naruto. —Invoqué a Galatea por primera vez a los 11. Es como ir en bicicleta, realmente, una vez que lo haces después todo tiende a ir bien. La mantengo guardada siempre cerca de mí.

—Aun así, ha sido muy impresionante. Me hace pensar si yo podría llegar a hacer alguno de tus trucos con la ayuda de mis fuegos fatuos. —Frunció el ceño pensativo. Sería interesante probarlo. Le preguntaría a Ero-sennin al llegar a la villa.

Las orejas de Naruto se movieron hacia arriba y le sonrió a Sakura. —Entonces nos vamos.

Los fuegos fatuos brillaron y soltaron chispas mientras Naruto lograba un gran e impresionante salto hasta el cielo.

Sakura parpadeó cuando su acción levantó una nube de polvo y arena y suspiró. Galatea se calentó brevemente, queriéndole dar consuelo, y sonrió. Hacía tiempo que no podía permitirse a si misma volar en escoba sin preocuparse de nada. Lo tomaría como una oportunidad y se relajaría durante el fin de semana.

Se preparó y empezó a levitar encima de su escoba mágica que, con un simple pensamiento, supo que era su hora para alzar el vuelo…

Sus ojos verdes tantearon los alrededores hasta localizar una mancha naranja a lo lejos. Inclinó su cuerpo y balanceó sus piernas hacia atrás para sumar velocidad y empujó un poco de magia a la herramienta mágica.

Enseguida estuvo al lado del zorro y sus fuegos fatuos.

—Parece que tardaremos menos de lo que esperaba. —Le comentó Naruto con los ojos brillantes. —Esa escoba es muy rápida, Sakura-chan.

Ella asintió. —Así es, Naruto. Estoy realmente orgullosa de ella. —Para intentar mostrar su punto, Sakura apretó un poco su agarre en la vara y se impulsó hacia arriba nuevamente, ganando más y más altura rápidamente. Cruzó un banco de nubes, notando el mordisco frío y húmedo al atravesarlas, para situarse por encima de ellas.

—¡Sakura-chan! —Naruto la sorprendió al seguirla — Eso de cruzar a través de nubes nunca es una buena idea —cruzó los brazos e incrementó el tamaño de sus fuegos — porque después quedas helado. —Se sacudió las nueve colas y volvió a mirarla. —No puedo a esperar a llegar a casa de Ero-sennin, ¿te he dicho que tiene aguas termales?

Sakura intentó rebuscar entre sus memorias y asintió dubitativa. —Creo que si que lo comentaste.

El rubio le sonrió feliz. —Son realmente cálidas y relajantes. Sé que tiene a alguien que hace recolecta de hierbas e ingredientes y convierte a algunas de las termas en aguas medicinales. Creo que te van a gustar.

Sakura pensó que probablemente tendría razón. —Ya veo, entonces tendré que preguntar a ese sapo pervertido sobre que tipo de combinaciones logran las aguas medicinales.

Naruto rio mientras le decía que conocía a alguien, Tsunade, que también llamaba así al viejo Jiraiya.

El viaje se hizo ameno y no fue tan largo como había pensado. Había logrado relajarse y hasta empezaba a sentir curiosidad por como seria la fiesta de fuegos artificiales de mañana por la noche… Hasta que Naruto abrió su gran boca de nuevo.

—Oh, ¿También te dije que nos reuniremos con Sasuke allí?

El corazón de Sakura se enfrió, al contrario de sus mejillas, que se calentaron y adquirieron un profundo color rojo.

—¿Sakura-chan?

La mencionada giró dirigió la peor y más terrorífica mirada esmeralda nunca antes creada hacia el Uzumaki. Quien seriamente pensó en golpearse por haberle dicho eso, en vez de dejar que esos dos se encontraran sin estar el metido en medio de sus peleas.

—… ¡Naruto! ¡Yo voy a golpearte!

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Continuará...


*Traducción de invocación de Galatea (escoba mágica de Sakura):

Por el poder del aire que me eleva, invoco a los espíritus elementales de la naturaleza. Silfos, espíritus benevolentes y seres de luz, para que escuchen mi llamada y me otorguen su fuerza.

Para los que tengan curiosidad. El idioma es el Galés de Google Translate (disculpen los errores gramaticales que deben constar en la oración).

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Ha sido un largo tiempo desde la última actualización, intenté hacer este capítulo largo (3.300 palabras), pero aunque hay ciertos avances, no avanzo del todo:

- Kuro-chan es un personaje que voy a utilizar para explotar un poco los misterios de Sakura.

- ¿Y a nadie le extraña que Sasuke haya estado fuera 2 semanas?

El próximo capítulo contendrá el reencuentro de nuestra pareja favorita. También espero poner en movimiento un poco de romance... y momentos emocionantes entre los dos (ÒuÒ).

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Gracias por el apoyo de todas las personas que no se rinden con este fic o conmigo. Esta es una historia que me gustaria finalizar algun día, mas soy realista y tengo otras prioridades... Tener períodos de sequía inspiracional tampoco ayudan.

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Gracias por los reviews que habéis enviado (algun PM incluso) un besazo y hasta la próxima¡!

Ja ne ~