Disclaimer: Saint Seiya no nos pertenece, todos los derechos son de Masami Kurumada y la TOEI.


DEDICANDOME A TI

Prólogo

El cielo de azul acuoso se funde entre el paisaje de las montañas a lo lejos y el viento mece perezoso mi cabello.

Me encuentro afuera de mi casa de verano, arropada entre bosques y silencio. Apoyo las manos en el barandal hecho de madera lo que me permite observar el vivido paisaje por un momento, antes de abrir mi pequeño cuaderno.

Suspiro igual que cada vez que me dispongo a escribir lo que siento. Siempre es así… Recordar aquellos acontecimientos siempre es… muy doloroso.

Los recuerdos de la batalla contra Hades son huellas latentes en mi corazón. Aún no puedo pensar en lo que vivimos sin ponerme a llorar de un momento a otro.

Aunque sé que debo ser fuerte.

Es muy difícil para mí, Seiya, recordar cómo me defendiste aquella vez al interponer tu cuerpo entre Hades y yo… para así recibir el filo de la espada del Dios de la muerte en tú pecho.

Recuerdo haber sentido cómo te desvanecías en mis brazos sin que yo pudiera hacer algo para impedirlo. Me sentía impotente…

Tan rápido como salimos del inframundo y volvimos a la tierra te llevamos a la fundación para que recibieras atención médica. Los pronósticos que recibimos no fueron los mejores; los doctores dijeron que tu situación era muy delicada y que quizás no sobrevivirías.

Recé muchísimo aquel día para que volvieras conmigo y todos tus amigos que te esperaban al igual que yo. No podía concebir que quizás no volviera a ver tu sonrisa contagiosa… y que no podría mirar tus castaños ojos nunca más.

Contra todo pronóstico, pasaste la primer noche, la segunda… la tercera, y esa noche cuando pensamos que en cualquier momento despertarías de tu letargo caíste en un estado de vegetación.

Desde entonces te he estado cuidando. Han pasado cerca de 8 meses desde que decidí mudarme a la casa de verano contigo para dedicarme plenamente a cuidarte.

Los doctores dijeron que vivirías el resto de tu vida así, sin poder hablar ni moverte, sin ver. A pesar de eso, de que te encuentras en un lugar apartado y diferente al mío sé que me escuchas; por eso te hablo mucho, te leo y platico contigo aunque no reciba respuesta de tú parte.

No he perdido la fe ni un día, sé que vas a despertar; y cuando lo hagas, seré la primera quien te vea volver.

Casi todas las tardes me siento a tu lado y escribo lo que nos ha pasado a lo largo del día; o más bien, lo que yo he hecho estando contigo, y todo lo que siento en el momento pero que me callo porque podrías escucharlo.

La verdad no sé si sirva de algo todo esto que narro en mi pequeño cuaderno, pero me da mucho consuelo… y me ayuda a seguir adelante.

De lo que si estoy segura, es de que esto se quedará en el baúl de los recuerdos el día que despiertes, porque sé que me acobardaré y no permitiré que esto llegue a tus manos y lo leas.


Princesa: Hey hey! que onda gente? Bueno he de decir que esta idea se me ocurrió a mi durante un viaje y por la imagen que ven del fic *o* y deben saber que no suelo tomar la iniciativa muy seguido asi que Suki tiene que aprovecharme. Esperamos terminar nuestra otra historia pronto pero ¿A caso esto no es típico? digo a quién no le ha pasado que tiene una historia sin terminar y de repente le viene la inspiración con otra cosa. Felices fiestas!

Suki: Oh si, mátenos, tenemos "Sueños Deseados" sin acabar y ahora a la mangosta, es decir, a la Princesa se le ocurre otra cosa y terminamos publicándola xD. ¿Qué decirles chicos? Tiene mucho poder sobre mí, más cuando es ella la que tiene la iniciativa con estos de los fanfics. Esperamos realmente que les guste, serán cosas chiquitas como para que no mueran en la espera de nuestros demás historias. En fin. Felices fiestas mis queridos lectores. Les deseo un próspero año nuevo, ¡saludos!