Está historia hará parte de una colección con un tema en particular que se revelará más adelante así que estén atentos para descubrir cual es.

Así que sin más que decir vamos a continuar. Espero disfruten la lectura.

Descargo de responsabilidad: Fairy Tail no me pertenece, pertenece a su creador Hiro Mashima.

- Dos Natsus yaayy - Persona hablando

" Tramposo descarado" Pensamientos

- ¿Amo lo estoy complaciendo? - recuerdo o fantasía.

Pussy Slayer

Capítulo 15: Entrenando a Erza: Dolor

La noche había caído sobre -magnolia y muchos ya se encontraban descansando en sus hogares dejando que la paz los cobijase, salvo en dos puntos de la misma, el primero una habitación donde una rubia y su shota novio daban rienda suelta a la pasión luego de las emocionantes aventuras que tuvieron en su cita previa por lo cual en este momento la rubia lo cabalgaba con abandono en busca de sentir su semilla disparada en su matriz derritiendo las paredes de la misma con su calor.

El otro lugar se encontraba muy lejos de ahí y se trataba de un edificio particular, solo apto para magos y tan selectivo que solo mujeres eran permitidos en el lugar, si, se trataba del complejo de habitaciones que era Fairy Hills, aunque mas concretamente, la enorme habitación de una de las mujeres que ahí vivían.

El lugar estaba hecho un completo y perfecto desastre, espadas clavadas en la pared, armaduras regadas por el piso, los maniquíes que soportaban las armaduras, algunos rotos justo por el torso, otros decapitados limpiamente de un tajo y lo mas raro, algunos de los mismos se encontraban medio cuerpo incrustado en la pared dejando visibles solo las piernas de los mismos.

En otras secciones las paredes estaban agrietadas producto seguramente de golpes secos y potentes dados contra las mismas y lo peor, parecía que el daño estaba lejos de terminar, pues en mas adelante una mujer de hermosas facciones y largo cabello escarlata, se encontraba enloquecida, gritando de furia y frustración, lanzando todo lo que se le ponía enfrente como si fuera un proyectil en búsqueda de un objetivo que no existía o cuando menos, no se encontraba presente.

Lo mas curioso es que cuando la chica llego no saludo a nadie, se dirigió directo a su cuarto y un segundo después solo se escuchaban los gritos de rabia de la mujer junto a los sonidos de cosas rompiéndose y estrellándose en el interior del cuarto, por lo cual en determinado momento las chicas preocupadas por su amiga trataron de ir con ella y hablar, pero antes de siquiera poder tocar la puerta sintieron un ruido seco en el interior que les heló la sangre y lleno de miedo sus corazones, cosa que solo aumento cuando de la puerta de madera empezaron a salir hojas de metal afilado que en mas de una ocasión estuvieron a punto de alcanzar la cabeza de alguna de ellas haciendo que casi se desmayasen del susto

En determinado momento entendieron que entrar era sentencia de muerte y que fuese lo que fuese que ocurría con la pelirroja lo mejor que podían hacer era dejarla desahogarse, por eso aconsejadas por la albina mayor todas se retiraron a sus respectivos cuartos para dormir, algo que resulto ser toda una proeza pues los gritos de la chica eran tan fuertes e intensos que atravesaban las paredes permitiéndole oír como descargaba su frustración destruyendo toda su habitación y de paso haciéndolas temblar de miedo, pero inevitablemente el cansancio las venció y pese al alboroto de la pelirroja finalmente acabaron durmiéndose dejando a la mujer sola con su rabia.

- !AHHHHH!, !ERES UN...!, ¡YYYAAAAA! - no era capaz de conectar sus palabras, solo quería descargar todo lo que sentía por dentro, por eso todo lo que encontraba le era útil para golpear, romper, lanzar y destruir con toda la rabia de la que era capaz de liberar en ese momento.

En un determinado momento se atrevio a parar y descansar mientras su mente era u caos que trataba de ordenar sus ideas, sin embargo al ver el rostro de la chica, sus ojos se encontraban rojos y lagrimas escurrían de ellos, lagrimas de dolor, de abandono, de desazón y todas tenían un motivo único, motivo con nombre y apellido que era ni mas ni menos que Natsu Dragneel.

Fue nada mas recordar ese nombre y empezó a lanzar mas cosas, muebles, sillas, lo que fuera mientras despotricaba contra el pequeño pelirrosa que había osado jugar con ella de manera tan cruel y lo peor, se odiaba a si misma por ser tan estúpida de caer cuando sabía que el tenía pareja y no solo eso que todo lo que estaba pasando no era mas que parte de una estúpida apuesta.

- ¡Baka!, ¡baka!, ¡Natsu baka! - con cada insulto hacia su compañero pelirrosa la chica lanzaba algún mueble por la habitación causando que el desorden y el caos al interior de la misma aumentara y dejara el lugar como la escena de un crimen donde hubo forcejeo, - ¡te odio!, ¡te odio!, Natsu - cuando lo llamo ya no fue en un grito, de hecho fue un lastimero susurro lo que salió de sus labios mientras tocaba la placa de su collar de mascota, su mente estaba agitada y todo giraba en torno a el, Natsu Dragneel, el hombre que había agitado tanto su corazon al punto de olvidarse de sus propios valores y convicciones al estar con el.

Quería odiarlo, pero cada vez que recordaba sus caricias, sus mimos, la manera tan amorosa en que la llamaba pese a que usaba ese tono burlón con ella y esa sonrisa que la derretía de un tiempo para acá solo podía llorar, al sentir que ahora con la rubia en el medio su maravilloso mundo de fantasía donde solo existían ellos dos llegaba a su fin.

Quería creer lo contrario, de verdad, pero con lo que vio a lo largo de ese día y lo que escucho, supo que ella no tenía cabida ahí y la sola idea le estaba destrozando por dentro, por eso en este momento se encontraba sentada en el suelo, recostada contra la pared y con las piernas recogidas mientras gemía de frustración y dejaba que sus lagrimas cayeran libres, estaba sola y lo sabía, pero eso no evito que escondiera su lastimero rostro entre sus piernas como si no quisiera que ni el aire la viera llorar.

Mientras todo eso ocurría en su mente solo se repetían los sucesos que la llevaron a su actual estado, se torturaba a si misma, pero no las podía detener por mas que quisiera hacerlo y en ese momento vaya que si lo quería.


Lo había visto marcharse con la rubia, había visto la mirada que se dedicaban y cuando salieron tan presuroso había visto el brillo que tenían en sus ojos, tal vez aun fuese virgen, pero ese brillo lo reconocería en cualquier lugar, era el de una pareja que esta ansiosa de sentir el cuerpo del otro no solo con sus manos y lo sabía tan bien, por el simple hecho de que tan solo unos minutos atrás, ella tenía esa misma mirada y Natsu se la dirigía a ella.

Por eso, al verlos irse, no pudo mas que quedarse estática, congelada en su lugar mientras sentía su corazón comprimirse al ver a la pareja irse a follar, porque estaba segura que era lo que harían mientras que sentía como de su puerta trasera el semen depositado por el mago de fuego se filtraba y corría libremente por sus piernas, aunque eso poco le importaba ahora, solo tenía mente para el hecho de que su amo la había dejado en cuanto llego la rubia.

¿Debía odiarla por quitarle la atención de su amo?, tal vez, pero su lado mas orgulloso le recriminaba que era una estupidez, desde el principio eso solo era un juego, un placentero juego si, pero un juego a fin de cuentas y todo juego se tiene que acabar en algún momento, aun así eso no evitaba que se resintiera un tanto por el hecho de que la rubia acababa de arruinar su momento con su amo.

"Esa tonta rubia pechos de vaca", no pudo evitar ese pensamiento y en cuanto se percato de su pensamiento se reprendió a si misma por ello y por primera vez desde que decidió ceder al deseo que Natsu había despertado en ella hacía el y solo hacía el volvió a escuchar a su lado mas orgulloso, a su lado mas moralista, al menos lo suficiente como para moverse de su lugar y no llamar la atención.

Tristemente el lugar donde estaba era el menos ideal para tener paz, pues el gremio desconocía incluso el significado de la susodicha palabra, menos con la llegada de uno de sus miembros tras una misión, entonces era cuando mas algarabía hacían para celebrar el regreso mientras escuchaban sobre su aventura en medio de risas y bebida, cosa para lo que en ese momento no se sentía de humor.

Y como si aquel no fuese su día, la peor calamidad estaba por venir cuando dos mujeres se sentaron con ella luego de un rato, nada mas ni nada menos que dos de las recién llegadas y su peor pesadilla en conjunto, la castaña bebedora y ese demonio con cara de ángel que era su ami-enemiga, si, no eran ni mas ni menos que Cana Alberona y Mirajane Strauss quienes se habían acercado al lugar donde hace unos momentos decidiera sentarse la pelirroja y siendo honesta consigo misma, no sabía quien de las dos era peor para lidiar en ese momento.

- Mooo, Erza esa no es la cara que deberías poner al ver regresar a tus amigas - la primera en hablar fue la albina, no sería tan malo si no fuera porque en ese momento, esa mujer estaba usado esa faceta de niña buena con ella que sabía que no era mas que una maldita fachada de la verdadera bruja que se escondía detrás y el que le estuviese haciendo pucheros no estaba ayudando a bajarle la furia que sentía al verse interrumpida en sus pensamientos.

- ¿Qué es lo que quieres Mira? - lo dijo toscamente, entre mas rápido acabara la conversación mucho mejor para ella, pero claro, era Mirajane de quien hablaban, no dejaría pasar la oportunidad de fastidiarla, menos si ella se lo ponía así de fácil.

- Valla actitud Erza, deberías relajarte o al final te quedaras como una solterona virgen y amargada - al escucharla decir aquello en serio necesito de todo su autocontrol para no invocar una de sus espadas y tratar de decapitarla, pero los gestos de esfuerzo que hacía para contenerse no pasaron desapercibidos por la albina que sonrío con suficiencia al ver lo fácil que le estaba resultando ese día poder fastidiar a su amiga.

- No eres quien para juzgarme Mira, después de todo, estoy segura que eres mas virgen que yo - oh si, ella también podía jugar a ese juego de insultos y si lo que quería era guerra, entonces guerra le iba a dar, ademas, ella no es que fuera virgen a un 100% y esa era a sus ojos una clara ventaja sobre la albina, algo que vio funcionaba cuando la vio por un segundo arrugar el gesto en una clara muestra de ira ante su comentario, cosa que le dio algo de satisfacción si se permitía ser honesta, aunque claro, el gusto le duro poco al verla de nuevo colocar una mirada superior contra ella, una mirada combinada con burla ante su ignorancia, la pregunta era, ¿ignorancia sobre que?

- Los juegos con consoladores no cuentan Erza y si le entregaste tu virtud a un trozo de plástico, eres mas estúpida de lo que pensé - era oficial, esa zorra se estaba buscando que le diera una buena paliza como en los viejos tiempos, pero solo por dignidad se estaba conteniendo, aunque en ese momento le resultaba demasiado difícil hacerlo, - ademas, por mi condición de virgen no te preocupes, ya he encontrado a mi pareja ideal a quien le pienso entregar todo de mi, algo que seguramente tu jamas encontraras siendo la gorila tetuda que eres - hasta ahí, esa fue la gota que derramo el vaso, la iba a matar, no por el insulto hacía su persona, eso era normal en ese demonio con cara bonita, no, fue por lo otro que dijo, algo en esas palabras la enfadaron, sentía que esa puta tenía intención de tomar algo que le pertenecía, aunque no sabía bien el que era, pero si tenía claro que esa era su intención, lo veía en sus ojos, la malicia digna innata proveniente de un demonio como ella o al menos así lo percibía la pelirroja.

- Vamos Mira, no la molestes, es obvio que no esta pasando por un buen momento - finalmente intervino la castaña cuando noto que esas dos estaban en un punto en el que una sola palabra mas por insulsa que fuese acabaría con ambas iniciando una guerra entre ellas y eso no sería bueno para nadie, bueno tal vez si para ellas pues acabaría con ese par denudas recreandole la vista, pero el grado de destrucción no lo valía, ademas de claro esta, haber notado el extraño carácter de la pelirroja que si bien era bastante serio hoy estaba muy diferente y eso solo significaba que estaba pasando por algún evento especifico.

Sus palabras parecieron ser efectivas cuando noto como la mirada de la albina cambio de una retadora y desafiante hacía su amiga, por una mucho mas curiosa e incluso conciliadora al procesar las palabras de la alcohólica castaña y vio a la pelirroja que desvió la mirada sin dejar de tener ese ceño fruncido ademas de un tenue rubor sobre sus mejillas antes de verla retomar su puesto en su asiento.

- Erza, ¿acaso estas... en tu periodo? - lo dijo un tanto afligida, sin la mas mínima intención de burla en su voz, no sería justo, ella también era mujer después de todo y entendía lo fastidioso que podía llegar a ser esa época del mes, el que Erza no respondiera solo aumentaba su creencia de que había acertado sobre la condición actual de la pelirroja, - oh cariño lo siento tanto, no lo sabía, ¿necesitas algo en especial para sobrellevarlo? - lo decía con comprensión hacia la mujer, un poco de camaradería femenina, algo que incomodo a la pelirroja mas de lo que se esperaba.

Como si no fuera suficiente, ahora resultaba que sus amigas pensaban que estaba preciso en esos días del mes donde sus bragas eran la escena de un crimen violento, no sabían lo lejos que estaban de entender realmente que era lo que le pasaba en ese momento, pero en su mente eso era mejor que decirles que estaba celosa, un momento, ¿celosa?, ese detalle llamo la atención de la muchacha que se reprochaba ese pensamiento, no tenía porque estar celosa, de hecho no estaba celosa, al menos era lo que repetía en su mente.

Sin embargo hubo algo que no se espero, cuando considero las palabras de Mira sobre si quería algo en ese momento, su mente la traiciono generando un pensamiento sorpresivo para ella pues a la pregunta de la albina, la respuesta que llego a su mente era simple, "quiero a Natsu" y ante ese pensamiento se sonrojo aun mas antes de sacudir levemente su cabeza reprochándose a si misma su infantil pensamiento.

- No es necesario, solo... olvidemos que esto paso, ¿si? - pidió con una débil sonrisa mientras que dejaba caer su cabeza sobre la mesa para asombro de las otras dos mujeres que se preocuparon al verla comportándose así, tan apagada cuando ella para este momento generalmente ya estaría moliendo a palos a sus escandalosos amigos por el desorden que estaban causando con su festejo.

Querían preguntar que le ocurría pero sentían que no era algo que debieran hacer pues era algo muy personal, algo entendible si estaba con la regla encima, si, aun creían en esa teoría, mas al ver el comportamiento de la chica, uno tan anormal como para que no fuera por una alteración anímica debida a su proceso biológico como mujer.

- Haaaa, estoy muy cansada, creo que me retirare por hoy, nos vemos después - finalmente la pelirroja no soporto mas estar en ese lugar y acabo prefiriendo retirarse, necesitaba pensar y entre tamaña algarabía, eso sería imposible, mas si llegaba a darse el caso de que algún otro miembro del gremio se acercara a ella con intenciones de molestarla, en su estado actual eso no era lo mas aconsejable.

Las otras dos chicas solo la vieron irse bastante sorprendidas, pero entendiendo que quizás lo mejor era dejarla sola para que pudiese relajarse en ese momento tan difícil para cualquier mujer, aunque eso no evito que se vieran entre ellas con intriga ante el accionar de la mujer.

- Ne Mira, ¿no crees que Erza se comportaba mas raro para solo estar con la regla? - no pudo evitar la pregunta, era demasiado como para que solo estuviera en juego su ciclo femenino al asecho, había algo mas, solo que no lograba determinar que era.

- Mmmm, ¿tu crees?, bueno, Erza no es que fuera nunca muy predecible de todas maneras - Mira parecía tener sus propias preguntas, pero al mismo tiempo la conocía casi que de toda la vida, raro no era pensar que esta fuera su actual respuesta a su periodo.

- Algo mas paso aquí y creo que llego la hora de averiguarlo - con eso dicho la castaña se paro de su lugar y se dispuso a ir hacia los chicos en busca de respuestas, algo que sorprendió a la albina generando mucha curiosidad en ella sobre lo que podría ser un buen y jugoso chisme de lo que ocurrió en esas dos semanas que estuvieron fuera.

- Dejare que ella haga el trabajo sucio, luego me enterare de lo que descubra - dijo la albina restandole importancia al asunto, quería saber también que había estado ocurriendo, pero tenía sus propios deberes que cumplir ahora que había regresado, así que dejaría que Cana averiguara todo por ella y luego le sacaría la información a la castaña, tal vez con una cerveza helada.

Se retiro ella también en dirección hacía su lugar habitual tras la barra, aunque en el proceso igual dio un ultimo vistazo hacia atrás para ver a la ya lejana figura de la pelirroja caminando lejos del gremio, ahora mas que nunca la curiosidad la mataba, pero ya tendría tiempo de ponerse al corriente mas adelante, por ahora consideraba mejor dejarla en paz con sus pensamientos.

Por su parte la pelirroja avanzaba sin rumbo fijo, solo quería huir en primera del bullicio en el gremio, cosa que logro al irse y segundo lograr despejar su mente, cosa en la cual había fallado miserablemente pues no importaba cuanto tratase sus pensamientos solo se desviaban en algún momento hacía el mismo tema, el pequeño depravado que había sido su amo durante dos semanas y que ahora muy seguramente se encontraba en brazos de una rubia pechugona siendo ordeñado como tantas veces ella lo había hecho.

Podrían tacharla de pervertida por terminar recordando siempre el como acababa gimiendo sin control por el placer que Natsu le brindaba pero le era difícil no pensar en eso cuando durante todo ese tiempo, incluso antes de ceder a disfrutar del mismo, siempre había algo que le decía que esas caricias que el le daba, esas sonrisas que el le daba y esa mirada que le dedicaba tenían algo mas, algo que ella no llegaba a identificar sin importar cuanto lo intentara o tal vez inconscientemente si lo identificaba, pero se negaba a creer en tal posibilidad.

Se pasaría buena parte de su caminata tratando de despejar su mente, filtrando sus pensamientos en búsqueda de la paz que ahora se negaba a responder a su llamado pero al final el pensamiento primario seguía presente y al igual que el dueño de dicho pensamiento, este no se rendía fácilmente ni aceptaba la idea de abandonar su mente, simplemente no podía dejar de pensar en el, en su lindo y joven amo por mucho que intentara.

Estaría así vagando al parecer sin rumbo fijo completamente ajena a lo que ocurría a su alrededor por horas hasta que sin percatarse acabo en un lugar peculiar, frente a la casa de la rubia donde los últimos días había vivido con Natsu y donde había probado de su mano el placer de sentirse mujer, su mujer, aunque para su sorpresa, se encontró lamentándose el no serlo por completo... aun.

Ese ultimo pensamiento la sonrojo, no porque se negara a creer que estaba dispuesta a darle esa ultima parte de ella a el, si no porque la sola idea de entregarsele le resultaba demasiado tentadora en ese momento, aunque no por eso no acabaría reprochándose a si misma el pensamiento peleando con su propia y en ese momento pervertida imaginación, pelea que se vio interrumpida cuando escucho pasos acercarse a la puerta frente a ella.

También escuchaba voces, dos para ser precisos y las conocía ambas, fue entonces que entro en pánico, lo último que quería era verlos a ellos dos y mucho menos encontrárselos frente a la puerta de la casa de ella, se vería raro y lo peor estaba segura de que eso lo aprovecharía él para molestarla pues no dudaba que acabaría comportándose rara y ansiosa ante ellos si se encontraban cara a cara.

¿Qué hizo entonces?, lo único sensato de lo que fue capaz en ese momento la pelirroja la cual se encontraba sin muchas opciones ni ideas, se escondió cerca de ahí en un callejón desde donde podría verlos sin que ellos la vieran para así saber en que momento poder salir de su improvisado escondite.

Entonces los vio, saliendo de la vivienda de la chica, el con una sonrisa de satisfacción difícil de disimular y que ya le daba un indicio de a que se debía mientras que al ver a la rubia, pese a no parecerlo, ella podía notar lo ligeramente desarreglada que se encontraba, con su cabello un tanto desordenado aunque no lo suficiente como para ser notado fácilmente pero el colmo de todo eso es que ella podía notar el esfuerzo de la rubia tetona por mantenerse en pie, eso le dijo todo, habían estado follando por quien sabe cuanto tiempo y tan intensamente que la rubia a duras penas si debía sentir sus piernas, conocía ese sentimiento muy bien, Natsu le había dejado en ese mismo estado muchas veces en esas dos semanas, especialmente desde que ella decidió dejarle jugar con su culito.

- ¡Vamos Luce, aun tenemos tiempo para una cita! - esa parte le llamo su atención de nuevo hacía la pareja, particularmente la palabra cita esa palabra se repetía en su mente una y otra vez causándole dolor, al tiempo que una furia asesina que cada vez se hacía mas fuerte tras escuchar al pequeño dragón decirle aquello a la rubia, mas porque se lo decía mientras sonreía radiante haciéndole querer ir ahí y romperle la cara a golpes a ese pequeño manipulador.

Los vio irse en su cita y no soporto mas cuando los vio tomarse de las manos para caminar como pareja en plena calle y mientras tanto no dejaban de sonreírse con cariño cosa que solo la enfureció mas emanando un aura hostil en su dirección sin darse cuenta, aunque escondiéndose rápidamente cuando los vio detenerse y mirar en todas direcciones buscando algo, suponía que a ella entendido que debía calmarse o la verían.

Si, había decidido seguirlos en cuanto escucho la palabra cita y los vio tomarse de las manos, fue una decisión rápida e inconsciente que no razono en lo mas mínimo, solo quería seguirlos, "debo asegurarme de que no hagan nada que ponga en vergüenza al gremio", llego a justificar su accionar en ese momento, "si, solo los sigo por eso, no es que este celosa ni nada", trataba de autoconvencerse, pero la realidad era que se movía por celos, quería evitar que intimaran demasiado, por eso entre mas se repetía su supuesta motivación para seguirlos, esa parte de si misma que ya había caído en los encantos del pequeño mago de fuego le repetía constantemente "si como no", aunque la pelirroja mantenía oídos sordos a dichos comentarios.

Verlos tan felices le dolía y verlos dándose un beso la enfurecía, al punto de que no podía controlar la sed de sangre que sus celos le generaban, sed que estaba dirigida a ellos, difícil saber a cual de los dos en en especifico o mayor medida pero se centraba en ellos y solo en ellos al punto de que podían percibirla o al menos a esa horrible sensación que los alcanzaba en momentos particulares como ese y los detenía de sus actividades para buscar la fuente de tan desagradable sensación.

Entonces y solo entonces, cuando la pelirroja se veía en la necesidad de esconderse pues una vez mas casi se delataba a si misma se reprochaba a si misma sus descuidos, aunque igual eso no evitaba que sus pensamientos se dirigiesen en otra dirección, donde para justificar su accionar les echaba la culpa al par de magos y a sus desvergonzados actos públicos.

"Pero que les pasa a esos dos, deberían tener algo de decencia, no pueden ir por ahí besándose a mitad de la calle, sería una deshonra para el gremio si se sabe que una de sus miembros va por la calle besuqueándose con un niño, eso es tan... pervertido", claro esta que se debía callar en su diatriba cuando empezaba a recordar lo que ella había hecho con el chico, especialmente sus juegos sexuales en los callejones de la ciudad, entonces, ¿que derecho tenia ella de juzgarlos si ella misma había hecho cosas aun mas desvergonzadas que un simple beso?, aunque claro esta no se trataba de ella, si no de el par de desvergonzados que estaba espiando, es decir, siguiendo para evitar que alteraran la moral publica o al menos eso quería creer Erza.

Se enfureció cuando vio como algunas personas pasaban al lado de la pareja y de hecho los alababan no por ser buena pareja, si no porque a ojos de los transeúntes eran un par de hermanos muy unidos donde la mayoría de elogios iban para la rubia pechos de vaca a la cual cada vez odiaba mas.

"¡Serán idiotas! ese depravado no tiene nada de adorable y ella seguro que de puritana no tiene un pelo", no pudo evitar el comentario mental cuando vio como los elogios continuaban sin siquiera imaginar lo que ella que de entrada esa rubia era una estrella porno en su cabeza pues en su imaginación la veía desnuda abriendo sus piernas invitando a su Natsu a que le reventara el coño, ni mucho menos se debían imaginar que ese adorable niño era un depravado sexual que le había roto infinidad de veces el culo con su enorme, gorda, caliente y ... deliciosa polla, se sacudió en cuanto sus pensamientos se desviaron a terrenos innecesarios.

El problema era que le costaba no pensar en su polla cuando el lechoso recordatorio del poder de la misma aun se sentía dentro de su recto y también resbalando de vez en cuando por sus piernas sonrojandola al punto de que su rostro podía fácilmente competir con el color de su cabello, lo peor era que si veía al pequeño desvergonzado responsable de todo podía notar que prácticamente estaba disfrutando de todo ese show, el degenerado parecía divertido con la situación donde le alagaban por ser algo que ella sabía que no era, es decir tierno y por si fuera poco iban esos idiotas y le daban consejos sobre ser un buen niño y escuchar siempre a su hermana, en serio que había un limite para tanta estupidez, al menos así lo creía ella y por lo que veía, se equivoco, luego estaba esa maldita sonrisa suya, la derretía y al mismo tiempo la enfurecía lo último debido a que no se la dedicaba a ella obviamente y como si no fuera suficiente podía notar como los demás consolidaban su imagen de niño inocente y puro gracias a esa estúpida sonrisa, ahora si que quería ir y romperle la cara pero se contenía, mas o menos pues en ese momento la esquina de la pared donde posaba sus manos tenía grietas que se originaban de sus manos debido a la presión que ejercía en ese momento la pelirroja movida por la ira.

Era digno de ese pequeño manipulador el saber como sacarle provecho a su ternura actual para poder hacer de las suyas, después de todo fue por eso que ella acabo siendo su mascota en primer lugar e y luego le permitió ahogarse en ese océano de placer, como fuera, lo que escucho fue la gota que derramaría el vaso de su paciencia.

- Ella no es mi Onee-chan, es mi novia - nada mas escucharlo sintió su mandíbula apretarse al punto de sorprenderle que sus dientes no se cuartearan, suerte que no corrió la pared la cual donde tenía las manos la pelirroja había una enorme destrucción y en su puños trozos de escombro de pared, lo único que la consolaba era que con la estupidez que hizo Natsu estaba segura de que los demás los separarían bajo el concepto de moralidad que ella suponía tenían, ya luego buscaría como salvar a la rubia de eso pero por ahora solo esperaba sonriente el momento en que todo explotara, mas considerando el cuerpo la forma de vestir de la rubia que le daba esa apariencia de corruptora de menores, al menos así la veía en ese momento Erza.

"Lo siento Lucy, pero quizás aprendas a ser mas recatada a la hora de vestir y no ir por ahí mostrando tanta piel", sus pensamientos eran de reproche hacía su amiga, no era la primera vez que lo hacía, si la primera vez que fue a su casa quedo escandalizada por la ropa interior que usaba su amiga, algo como lo que estaba segura iba a pasar era precisamente producto de su manera tan desvergonzada de ser, de hecho no podía evitar la satisfacción al notar que Lucy estaba llorando cómicamente ante el inminente fin a su reputación, al parecer ella también sabía lo que seguía y solo entonces sintió compasión por la chica.

Sin embargo se quedo de piedra cuando en lugar de ver como le reprochaban a la rubia el ser una corruptora, vio a los pobladores a su alrededor reírse, no a modo de burla si no de la mas pura alegría, eso le daba mala espina sobre como es que estaban tomando las cosas las personas a su con quienes el par hablaban, algo le decía que lo que estaba por escuchar no le iba a hacer gracia ni-un-poco.

- Fu fu fu fu, así que eres el novio de tu Onee-chan, ¿no es verdad? - tenía que ser un puto chiste, al menos eso era lo que pensaba la pelirroja tras escucharlos decir aquello, mas por la forma en que lo dijeron, las sonrisas felices y las miradas cálidas que les dirigían no ayudaba a desmentir lo que ella suponía había escuchado mal.

- Entonces tendrás que hacerte muy fuerte si quieres protegerla - luego escucho la voz de otra persona, esta vez la de una de las mujeres presente, al parecer de una de mayor edad mientras le sonreía con cariño, - después de todo, es el deber de todo hombre proteger a la mujer de su vida, ¿verdad? - la forma como le hablaba, no sabía ni como responder ante lo que veía, ni siquiera parecía real todo aquello, era imposible creer que lo estaban aceptando con tanta facilidad, aunque considerando su falta de información no debió esperar otra cosa.

"Algo malo le pasa a esta gente, nadie puede ser así de estúpido... ni siquiera Natsu" su pensamiento era simple y no encontraba otra manera de explicar tal suceso, no podía ser que en serio encontraran normal todo eso, es decir, ¿quien en su sano juicio lo encontraría normal?, ciertamente la ciudad estaba muy mal si veía muy normal cosas como estas, lo peor de todo, se estaba enojando cada vez mas, era solo cuestión de tiempo que acabara explotando de furia, aunque claro esta, eso los demás no lo sabían o no estarían alimentando esa llama.

Estaba congelada en su sitio, procesando en su mente tanta locura mientras el deseo de ver la sangre de ese pelirrosa correr aumentaba, sus ojos estaban idos y los trozos de pared en su manos ahora no eran mas que polvo debido a la continua presión que sobre ellos se ejercía, pero nada se comparaba a como se puso nada mas oír a ese idiota abrir la boca de nuevo con la intención de seguirles el juego, si solo se hubiese movido lo habría detenido de decir una estupidez mas, pero ciertamente no lo hizo, su cuerpo no le respondía cuando vio ese brillo juguetón en su ojos y se acabaría arrepintiendo por eso.

- ¡Si!, ¡me haré muy fuerte y cuando crezca me casare con Onee-chan! - fue escuchar la forma en que lo dijo, llena de ilusión y expectativa, tan a falta de mejor palabra tierna, lo que causo que se rompiera, no sabía si estaba jugando o no al decir que se casaría con Lucy pero la idea no le gustaba, no le hacía gracia, la sola palabra matrimonio la tenía mal porque no era con ella aunque de eso no se percato por estar tan desconcertada en ese momento al escuchar a Natsu y su 'propuesta' de matrimonio hacía la rubia, se estaba enloqueciendo.

No ayudaba a recuperare el hecho de que los pobladores junto a la pareja empezaran a sonreir sin poder evitarlo tras las declaraciones tan impetuosas del pequeño dragón de fuego, ni tampoco el que luego de eso le siguiese una letanía de palabras de aliento hacía el chico en pro de alentarlo en su infantil empresa y mientras eso ocurría con el, Lucy estaba parada ahí totalmente sonrojada sin saber ni que hacer mas que sonreír imperceptiblemente ante las palabras no solo de Natsu si no de los pobladores que la rodeaban, en especial por las mujeres que la miraban con picardia como diciendo que su atractivo era tal que ya tenía un joven enamorado.

En ese momento la pelirroja finalmente se movió, pero no hacia la multitud ni contra Natsu, solo se retiro del lugar como alma en pena retirándose cada vez mas de la escena y yendo hacia un callejón casi que mecánicamente buscando un lugar donde refugiarse de todo y de todos y en cuanto llego desato toda su furia de manera explosiva cuando su rostro se contorsiono en una expresión de furia absoluta seguido de un golpe atronador y seco contra la pared, de tal magnitud y poder que la estructura se estremeció y el eco del sonido generado por tal ataque acabo viajando mucho muy lejos del lugar de impacto, como si incluso en ese momento el sonido mismo quisiera huir de la furia de la pelirroja llegando incluso a oídos de los causantes de su malestar estremeciéndolos ante la idea de ser el receptor de tal golpe y no fe el único, pues luego de ese primer golpe le siguieron otros, tal vez no de la misma magnitud que el inicial pero si llenos de tanta rabia como el primero y que iban dirigidos ya no solo contra la pared si no contra cualquier cosa que se le pusiera enfrente y que tuviese la desdicha de captar la atención de la perturbada caballero.

La pelirroja no podía o tal vez simplemente no quería detenerse, en ese momento veía todo rojo, con ganas de golpear algo o a alguien y no cambió mucho la situación cuando salio de aquel callejón donde inicio su arrebato de ira, de hecho no distaba mucho de un monstruo de los que generalmente se encargaba de acabar cuando salia a una misión, salvo claro porque en su caso su cuerpo y su rostro estaban lejos de ser monstruosos, el problema es que eso no evitaba que la gente huyera cuando la veía pues de ella emanaba una fuerte aura, densa y oscura que solo demandaba sangre y que destruía cuanto se le pusiera enfrente, al punto de que en cuanto empezó a usar sus armaduras, muchos dejaron de reconocer en ella a la reina de las hadas de Fairy Tail y empezaran a confundirla con un verdadero monstruo que venía de las montañas a causar estragos en su ciudad.

De hecho el rumor sobre tamaño demonio suelto en las calles de la ciudad no tardo mucho en llegar a oídos de sus compañeros que como era de esperarse pronto actuaron para detener al ser que amenazaba a sus conciudadanos y la paz en sus vidas diarias y serían Gray, Gajeel y Elfman quienes decididos se abalanzarían sin temor hacía la batalla seguros de que vencerían con facilidad, después de todo nada podía compararse a la guerra contra Alvarez que ocurriese un año atrás y si habían sobrevivido a eso esto no sería mas complicado, al menos así lo creyeron en ese momento.

Cuando llegaron al lugar donde estaba ocurriendo el desastre en un principio se prepararon para pelear y de hecho Elfman fue el primero en actuar lanzando un golpe contra el supuesto hombre mientras gritaba algo sobre ser hombre, aunque se sorprendió cuando el golpe dio de lleno contra el rostro de su adversario el cual se giro en el ultimo segundo para encararlo y recibió el golpe sin inmutarse ni moverse.

El problema llego luego de eso cuando Elfman repaso las imágenes en su mente previo al golpe buscando si es que hizo algo para anular cualquier daño y entonces empezó a sudar frío cuando justo antes de impactar su puño contra el rostro enemigo logro notar ciertos rasgos y facciones mas que conocidas para el y que de estar en lo correcto, acababa de cavar su propia tumba haciendo que ya no solo sudara frío, también empezara a temblar sin control y mirara a los cielos rogando a los dioses que se apiadaran de su alma si resultaba que sus sospechas eran ciertas.

Lentamente y con temor fue retirando el tembloroso brazo de enfrente y conforme la imagen tras su puño se iba revelando el fornido hombre no pudo mas que empezar a llorar pues sabía que su destino estaba sellado en ese momento, - yo... etto... l-lo s-sien... - no termino de hablar cuando la mano de la pelirroja atrapo sus labios presionandolos dolorosamente y entonces la sangre se le fue al piso, sabía que ese era su fin.

- Oye Elfman, ¿qué pasa hombre?, ¿acaso ya acabaste con ese monstruo? - el comentario de Gray solo lo puso mas nervioso y al ver como parecía que e comentario alteraba a Erza quiso advertirles para que se callaran o mejor aun, salieran corriendo a la mayor brevedad posible, pero sus labios estaban sujetos por la mujer que ahora lo veía con claras intensiones de hacerle todo el daño que le fuera humanamente posible y eso era bastante.

- Geje, a lo mejor ese monstruo solo era un cobarde miedoso que le gusta asustar a los civiles pero le teme a los magos - ahora era Gajeel quien hablaba con un tono de mofa en su voz y mientras tanto el albino solo podía maldecir a los idiotas que estaban atrás de el complicando el asunto mientras con sus aterrados ojos pedía clemencia para el y veía como la mujer empezaba a sonreír siniestramente, para horror del chico que solo esperaba una muerte rápida e indolora como muestra de benevolencia de la chica.

Fue solo un instante lo que tardo en ver a la chica levantar su mano y cerrarlo en un puño tan apretado que incluso alcanzaba a ver músculos tensarse en su brazo y venas resaltarse antes de sentir el atronador impacto directo a su rostro, de hecho pudo sentir el momento cuando su nariz se rompió y sus dientes se aflojaron antes de salir despedido hacia atrás con tal fuerza que aun luego de tocar el suelo solo rodó por el mismo hasta llegar con su compañeros que estaban viendo atónitos como el chico viajo esa distancia con solo un puñetazo del enemigo.

Vieron asombrados ese hecho y al ver a su inconsciente amigo a sus pies entendieron que no debían subestimar a este oponente y con eso en mente se pusieron serios, ahora tenían un motivo mas para vencer a este rival, sin embargo, cometieron un grave error en ese momento y fue que ni por un segundo se le ocurrió ver a su contrincante, ni siquiera se dignaron en reconocerlo para saber a que se enfrentaban, al principio Elfman les impidió verla y ahora estaban mas centrados en ver el inconsciente cuerpo del albino por lo cual seguían sin conocer la identidad de su rival, primer gran error, el segundo fueron las mofas contra el mismo al creer que su camarada lo había vencido tan fácil con un golpe y el tercero y el que sellaría su condena digna del ms profundo de los infiernos, sin aun ver a su enemigo elevaron su poder y su instinto de lucha listos para hacerle pagar al infeliz que lastimo a su amigo.

- Desgraciado, vas a pagar por esto - Gray empezó a temblar de furia y aun sin ver a quien enfrentaría elevo su poder enormemente mientras activaba su magia de Demon Slayer que se manifestó en el rápidamente junto con el deseo de hacer sufrir al monstruo que se atrevio a lastimar a uno de los miembros de su familia.

- Es obvio que necesitas aprender modales y yo voy a enseñarte - ahora era Gajeel quien sonreía tétrico mientras accedía a su forma de dragón de metal y sombras aunque como su compañero seguía sin mirar a quien dirigía sus palabras y su instinto asesino.

- Preparate para conocer la furia de F-F-Fai... ry T-T-T - la ultima parte la decían al unisono como un canto de guerra y solo entonces se atrevieron a dirigir su mirada en dirección de su oponente haciéndolos tartamudear, sudar aterrados al tiempo que sus magias se aplacaban de golpe y perdían el deseo de lucha que tenían hasta hace solo unos minutos, después de todo debías estar loco para enfrentarte a ella, - E-E...¡ERZA! - estaban aterrados, mas por el aspecto que proyectaba en ese momento la pelirroja.

Para empeorar la situación Erza hacia oídos sordos a sus excusas las cuales no tardaron en empezar a dar, incluso Gajeel que pese a su propio orgullo era alguien que temía y mucho a la pelirroja, varios golpes en los bajos en el pasado cortesía de la mujer le habían enseñado a temerle, como fuera, la chica en ese momento emanaba un aura densa y oscura que solo prometía dolor, casi parecía que alía humo de su boca como si en su interior bullera el mismísimo infierno y sus ojos podrían jurar que en ese momento eran dos orbes rojo brillante que los miraban con la firme intención de torturar hasta su almas.

- P-por favor Erza... s-solo calate, est-toy seguro que po-podemos hablar de esto - Gray estaba considerando muy seriamente salir huyendo, pero su lado racional le decía y recordaba que eso podría ser algo incluso mas tonto que quedarse ahí y aceptar su destino como hombre, al menos tendría mas oportunidad de sobrevivir si se quedaba que si huía, pero nada le impedía intentar apelar a la cordura que al parecer la pelirroja había perdido.

- ¿¡Que estas diciendo nevera con patas!?, hay que huir de aquí, tu puede que no lo sientas pero yo si, ella esta en trance, lo que sea que le paso, ahora solo demanda sangre y no pienso quedarme aquí a satisfacer ese deseo - le dijo o mas bien le recrimino el DS de hierro antes de salir corriendo del lugar en busca de salvar su propia vida de la furia de la pelirroja.

Gray por su parte rezo por su amigo, su estupidez le costaría caro, especialmente cuando sintió como por su costado una sombra y luego una ráfaga de viento cruzaron violentamente y no necesitaba ser un genio para saber de que o quien se trataba, solo esperaba que su amigo no hiciera una tontería que agravase mas su situación luego de intentar huir, por lo cual miro para atrás para abrir con horror los ojos ante la escena que vio, casi podría jurar que la vio en cámara lenta y supo entonces que el moreno estaba condenado y en cuanto a que no cometiera una estupidez, bueno, esa oportunidad ya se perdió.

No era para menos, el mago de hiero había huido todo lo rápido que pudo y al principio creyó que fue la decisión correcta, al menos hasta que sintió el peligro acercándose a su espalda, sabía que no tenía oportunidad, el único problema era que en ese momento todos su actos se podían resumir en una cuestión de instintos de supervivencia, por lo cual en cuanto sitio esa oscura y aterradora presencia de manera inconsciente se giro sobre si mismo para enfrentar a su agresor y del mismo modo transformo su brazo derecho en un martillo de metal gracias a su magia el cual envió directamente a estrellarse contra su adversario dándole para su completo horror en el rostro y frenando la en el proceso pero no precisamente porque el golpe resultase efectivo.

En cuanto se percato de lo que hizo se puso azul de inmediato cualquier oportunidad de pedir clemencia se esfumo ante su instintivo accionar y lo supo cuando al retirar su brazo se encontró con el rostro de un sonriente demonio cuyos ojos brillaban con regocijo al tener ahora una excusa para apalearlo, bueno, mas de lo que planeaba hacerlo en un principio y cuando se le acerco para quedar frente a frente por alguna razón se sintió insignificantemente pequeño a su lado, de hecho por un momento llego a casi perder su control de esfinteres, pero con la poca dignidad que le quedaba en ese momento decidió morir como hombre, bueno, al menos no como uno que había ensuciado sus pantalones justo antes de morir y cerro los ojos esperando lo que se venía.

Por su parte Gray solo desvió la mirada en cuanto aquel aberrante espectáculo empezó y lo único que podía escuchar era como el moreno gritaba de dolor pidiendo ayuda a nadie en especifico mientras la macabra y perturbada risa de Erza se escuchaba mientras impartía su dolorosa voluntad sobre el cuero del DS de hierro.

Considero aprovechar que estaba muy concentrada matando a golpes a Gajeel para huir y con suerte perderse de la escena hasta que la pelirroja se calmase, sin embargo en cuanto tomo una semi posición de huida, sintió una mano atrapar con fuerza su cabeza haciéndolo sudar, especialmente porque esa mano empezó a apretar con cada vez mayor fuerza su cráneo haciéndolo pensar que en cualquier momento se lo reventaría por la presión y no necesitaba ser un genio para saber que tras el estaba la hermosa pero transformada en ogro pelirroja sonriendo de esa manera tan macabra mientras lo sujetaba para que no huyera de su castigo, por lo cual cerro los ojos y pidió a los cielos por una muerte rápida y sin dolor ahora que escapara se había convertido en una imposibilidad.

Lo que paso después con ellos, bueno eso era un secreto que se llevarían a la tumba y los pocos transeúntes que llegaron a verlo jamas hablarían de ello pues era traumático incluso para ellos, solo bastaba decir que ninguno de los dos saldría virgen de culo ese día cuando la pelirroja sacando quien sabe de donde un par de bates empalo al par de magos con ellos empezando directamente por el lado mas ancho, lo demás, era demasiado difícil y aterrador solo recordarlo, peor aun llegar a comentarlo con alguien mas.

Si algo se podía sacar de bueno respecto a la brutalizacion y desvirgamiento anal del par de magos es que con tamaña paliza, la pelirroja había descargado toda la adrenalina que sentía en el momento a causa de lo que escucho de su amo y los celos que eso despertó en ella, ahora se sentía mas tranquila, de hecho cuando salio del perímetro donde todo ocurrió, gracias a la sonrisa de satisfacción que se cargaba en el momento, cualquiera que la viera ni siquiera se le ocurriría asociar a tan hermosa dama con el monstruo sanguinario de hace unos instantes sonreía relajada al haber podido descargar su ira, pero esa sonrisa se borro al recordar a la feliz pareja que estaba siguiendo y se reprocho mentalmente que por su arrebato les había perdido el rastro.

Entonces se decidió a encontrarlos nuevamente, algo difícil pues la ciudad era lo suficientemente grande como para que tuviesen muchas opciones para perderse de su vista y estaba segura que a casa de la rubia no habían vuelto, al menos no aun, debía encontrarlos, por el honor y la reputación del gremio debía encontrarlos y evitar que dieran un espectáculo bochornoso y vulgar, si, aun seguía insistiendo que esta empresa no era movida por sus celos pese a que no hace mas de unos pocos minutos había causado tal destrozo y sodomizado a dos de sus compañeros movida por sus desbordados celos.

Le llevo tiempo y esfuerzo encontrarlos, especialmente porque en ocasiones cuando se sentía totalmente perdida debía centrarse para intentar rastrear sus firmas mágicas y empezaba a moverse en cuanto percibía solo un poco de las mismas, eso le hizo llegar tarde a muchos de los destinos de la joven pareja aumentando su frustración, pero cuando estaba por darse por vencida finalmente los encontró paseando por el distrito comercial bastante acaramelados para su molestia.

Y su escandalización se fue hasta las nubes cuando los vio ingresar a una tienda particular y que en condiciones normales le tendría totalmente prohibido el paso al mago de fuego, si, los vio entrar a una tienda de lencería, cosa que a sus ojos no tenía sentido que hicieran, claro al menos hasta que recordó que ella había usado trajes de baño bastante escandalosos y por como se comporto el pequeño pervertido era obvio que le gusto mucho la ropa interior atrevida, entonces no era raro pensar que quizás quería experimentar lo mismo con la rubia, solo que en su caso si sería con lencería de verdad y no el intento de traje de baño provocativo que se probo la pelirroja.

Sin embargo la molesta mujer decidió entrar para detenerlos de cualquier estupidez que fuesen a considerar cometer, bueno al menos eso fue lo que se dijo a si misma, la realidad era muy diferente y parte de esa realidad era movida por unos fuertes celos y deseo de lucha donde su único propósito era encontrar ropa interior de la misma índole sugestiva para ella y demostrarle a su amo que ella también podía ser una desvergonzada como la rubia si quería, aunque claro, esa parte estaba muy oculta incluso de si misma.

El problema fue que ni bien entro se paralizo de la vergüenza por lo que vio, sabía que la lencería estaba diseñada para realzar los atributos femeninos y aumentar el sex appeal de una mujer, pero jamas se llego a imaginar que la ropa interior de ese estilo fuese tan variada, tanto en forma como en color, sin olvidar el encaje y eso que había visto parte de la ropa interior que la rubia usaba ya de por si, casi considero irse hasta que alcanzo a ver a la rubia como se movía entre los estantes con el pelirrosa y tomaba toda las prendas que al parecer su pequeño novio elegía para ellas sonriente y ansiosa de modelarlos para el, eso re encendió el fuego dentro de ella.

"Si ella puede yo también, le mostrare a mi amo que tengo un cuerpo incluso mejor que el de esa rubia", en cuanto proceso sus propios pensamientos, sacudió su cabeza para alejarlos, no era por eso que estaba ahí, solo quería evitar que dejaran en vergüenza al gremio, no era como si quisiera aumentar sus oportunidades de llamar la atención del pequeño, adorable pero pervertido mago de fuego, ¿cierto?

Aun así eso no evito que a final ella tomara algunos de los conjuntos que encontró en la tienda y que llamaron su atención claro esta siempre asegurándose de que estaba fuera del campo visual de la pareja, se suponía que estaba en un trabajo encubierto y no en una simple salida de compras como mujer, algo que nunca le llamo la atención realmente, pero que últimamente parecía serle muy atractivo solo para poder verse mas femenina.

En cuanto eligió los conjuntos que ya de paso aprovecharía para probarse mientras continuaba con su vigilancia se dirigió a los probadores donde debió esperar un segundo al encontrarse con el mago frente al probador que obviamente le pertenecía a la rubia y que por lo que alcanzo a ver previo a ocultarse, ya se imaginaba lo que estaba pasando, esa desvergonzada mujer le estaba enseñando a plena vista de cualquiera que pasase por el lugar los conjuntos que se estaba probando y por el rostro del chico o lo que alcanzo a percibir, estaba al borde de enloquecer de deseo, algo que la hizo enojar y que fue suficiente para querer detenerlos aunque luego debiese dar explicaciones sobre porque estaba ahí.

Sin embargo cuando Erza finalmente reunió el valor para afrontarlos y se puso a la vista en ese pasillo que daba a los vestidores, ya no encontró al chico en ningún lugar y no tardo en omaginar que lo mas seguro era que el chico hubiese ido por mas conjuntos, por raro que eso llegase a parecer, por lo cual sabiendo cual era el probador de la rubia se aseguro de usar el contiguo para así estar al pendiente de lo que ese par fuesen a hacer y detenerlos si era el caso.

Y ya que estaba ahí, en la privacidad de aquel lugar y tenía en sus manos algunos de los provocativos diseños que había elegido previamente, con vergüenza decidió aprovechar para probárselos, sería un desperdicio en este punto no aprovechar para ver que tal le quedaban, aunque inconscientemente anhelo que su joven amo estuviese ahí y que como en el caso de los trajes de baño le diera su opinión sobre como se le veían incluso le dijera cuales llevarse.

Desde el momento que se probo el primer conjunto abrió sus ojos enormemente, en su vida, mas desde que se había desarrollado, siempre le habían alabado su belleza aunque ella jamas se preocupo por ello realmente, sin embargo en ese momento, mientras estaba en ese reducido espacio vistiendo nada mas que un conjunto de lencería de encaje que gracias al espejo en el lugar podía notar como se acoplaba a sus curvas, realzandolas, enbelleciendolas y aumentando su atractivo, fue como si un chip dormido en ella se activara y pronto empezó a probarse todos y cada uno de los diseños, sonrojándose al ver como su cuerpo de un momento a otro se convertía en un monumento de deseo y lujuria, algo que jamas creyó fuera posible que ella proyectase.

Irónicamente en ese momento y movida por su nuevo descubrimiento sobre si misma olvido su motivo para estar ahí en un principio, solo podía verse a si misma en ese espejo, acariciando con sus propias manos sus curvas y sintiendo en sus dedos la sedosidad de su piel, ahora se veía incluso mas radiante que antes, de hecho si hacia números, su piel parecía mucho mas brillante y reluciente que hace dos semanas.

De hecho aprovecho que sintió movimiento afuera por lo cual saco la cabeza para mirar y al hacerlo se encontró con una de las vendedoras que estaba cruzando por la zona y llamo su atención, - etto, disculpe señorita, ¿podría traerme este modelo en rojo si esta disponible? - luego de eso le entrego uno de los conjuntos que se había probado y que mas le había gustado pero quería probarlo en rojo como el que traía puesto en ese momento el cual contrastaba tan bien con su cremosa piel a lo que la mujer solo sonrió antes de asentir y llevarse el conjunto en busca del pedido de la pelirroja.

Se sorprendió cuando al regresar a la privacidad del probador se encontró que sus pezones estaban erectos y que la tela del conjunto parecía incluso realzar ese hecho, pero no era lo único que se encontraba duro y todo porque en ese momento, mientras lucía ese conjunto rojo escarlata irónicamente, no pudo evitar empezar a fantasear con Natsu, en como el era quien pasaba sus manos por su cuerpo, besaba su piel y la hacía suya, terminaba lo que había empezado esa mañana, se embeleso con ello y las ideas que surgían en su cabeza de ella usando ese tipo de ropa para seducirlo.

"¿Me pregunto si le gustaría este color?" su pensamiento no era solo por el conjunto que usaba, también tenía mucho que ver con su cabello, no lo admitiría pero aun ahora en ocasiones el color de su cabello la molestaba, por lo cual era un constante miedo que permanecía en ella y con Natsu en su vida, tal vez no de la manera que quisiera, el hecho es que temía que su tono no le gustase, sin embargo no pudo seguir pensando mucho cuando de repente escucho ciertos ruidos justo del probador a su lado.

Fue en ese momento que recordó que era lo que la había movido en primer lugar para estar ahí y se reprocho desviarse del tema, entonces acerco su oído a la pared que los separaba para poder escuchar con mayor claridad de que se trataban esos ruidos y se sonrojo cuando los identifico.

Eran gruñidos, jadeos y no precisamente de esfuerzo, eran de placer y pese a lo aguda de la voz, podía reconocer también que de hecho eran gemidos masculinos, eso solo significaba una cosa, ahí al otro lado de esa pared divisoria, Natsu y Lucy estaban montando fiesta dando rienda suelta a sus deseos y perversiones.

Debió moverse es cierto, debió actuar, salir de donde estaba y encararlos para regañarlos por su imprudencia y descaro, debió hacer muchas cosas y aun así, ahí estaba totalmente congelada en su lugar, con el rostro sonrojado y el oído prácticamente tratando de atravesar la pared para oír aun mas de lo que ocurría con sus pervertidos vecinos.

En su momento dejo de escuchar los gruñidos pero no los jadeos, aunque no quería creerlo, su mente le decía que lo mas seguro fuese que Natsu se hubiese corrido ya y esos jadeos eran el recuperando el aliento, esperaba que eso fuera todo, pero llevaba dos semanas con Natsu como para saber que una vez jamas sería suficiente para ese pequeño libertino, aun así mantenía la esperanza.

- !KYAAAA! - sin embargo toda esperanza murió con ese gritito tan juguetón que escucho salir de la mas que conocida voz de Lucy, lo que sea que fuese que ocurriera en ese cubículo al lado del suyo, era mas que obvio que estaba lejos de terminar.

- Nat... hnnng - escucharlos no era facil pues estaban hablando muy bajo para no ser escuchados, sin embargo no era una maga por nada y con algo de concentración en sus oídos podía escuchar lo que ocurría y le extraño que la rubia dejara de hablar de un momento a otro sin terminar su oración, supuso que debido a que el pelirrosa la besaba en ese momento, aunque la idea le produjo malestar, - ¿Nat... su... que pret-hmmmm? - una vez mas no pudo terminar de escuchar, aunque en esta ocasión si que pudo escuchar como de repente un gorgoteo parecía salir de la boca de uno de ellos, supuso que de la rubia y eso solo implicaba una cosa, le estaba follando la boca a la rubia y eso no le gustaba, esa polla era para ella después de todo, si, así lo sentía, pero estaba tan obnubilada por sus emociones que ni se percato de dicho pensamiento.

Una vez mas, debió actuar, no permitir que continuaran, ya no por que su moral le dijera que era desvergonzado lo que hacían en ese momento que no es que se equivocara en ese pensamiento, pero en ese momento si se moviera para detenerlos era porque no quería que otra boca aparte de la suya probara el sabor de esa enorme barra de carne.

Sin embargo igual que antes, no fue capaz de moverse, de hecho y para sorpresa suya, en ese momento se encontraba usando una de sus manos para retorcer uno de sus pezones mientras la otra mano estaba bajo las bragas de encaje atendiendo su hinchado clítoris en busca de callar su necesidad y aun cuando se dio cuenta no se detuvo, de hecho aumento su velocidad en busca de mas placer mientras su mente solo le recordaba las muchas veces que el chico le dio a probar su enorme pene hasta correrse haciendo que aumentara la intensidad de sus toques sobre si misma y las imágenes se hicieran mas intensas, estaba básicamente un circulo vicioso haciendo énfasis en lo de vicioso.

Se desconecto de todo y todos en ese momento por lo cual se sorprendió al escuchar el llamado de un tercero o mas bien cuarto en esa escena, - ¿Entonces señorita, le quedaron bien los modelos? - al parecer una de las vendedoras les había interrumpido en pro de lograr una venta, solo en ese momento recordó lo que estaba pasando y rogaba porque no los descubrieran, a ninguno de los tres de hecho.

- de hecho señorita siento algo floja el área del pecho, me gustaría algo que se sintiera mas apretado - ese comentario la enfureció, no porque trataba de deshacerse de la mujer, si no por la osadía de esa rubia de mentir sobre el tamaño de sus enormes pechos, porque si, lo admitía, si había algo que le causaba celos de la rubia desde hace mucho eran las impresionantes mamas que se cargaba, el saber que ahora las usaba para, a sus ojos, corromper al pequeño pelirrosa solo aumentaba su envidia y ahora tenía el descaro de pedir una talla mas pequeña, ¿qué acaso quería ver si las tenía tan grandes como para romper un sujetador o algo así?, lo peor es que se vio sus propios pechos considerando intentarlo ella también, es decir, si se trataba de pechos ella no es que se quedara atrás tampoco.

- Entiendo señorita, si me entrega la prenda de inmediato le traeré otra talla que se ajuste mas - por un lado se alegro de que al parecer no fueron descubiertos, pero por el otro seguía molesta con Lucy y quería cerrarle la boca demostrándole que no bastaba con solo tener enormes tetas, también había que saber usarlas y luego de dos semanas, estaba segura de que ella en esa área saldría vencedora, mas si el juez era Natsu.

El problema es que luego de que la mujer se fuera, pronto se enojo de nuevo pues en ese momento empezo a escuchar los tenues gorgoteos de la rubia de nuevo y los berridos de macho en celo del pelirrosa y sabía ben que significaba eso, ese par de enfermos degenerados estaban en la faena de nuevo, regresando a la violación a la boca de la rubia hasta que escucho a Natsu advertir que se corría, cosa que la molesto al saber que esa deliciosa leche no estaba en su boca si no en la de su compañera, se relamió los labios al recordar su sabor aunque no fue plenamente consciente de esa acción y espero que en serio ahora si terminaran, pero la suerte al parecer aun no se giraba a su favor.

- Ne, Natshu... ¿no quieres ponerlo aquí adentro? - en cuanto escucho aquello se paralizo, ¿no se atreverían a ir tan lejos verdad?, no en un lugar tan publico y menos sabiendo que una mujer pronto volvería con ellos, y aun así como toda respuesta gracias a la concentración de magia que agudizaba actualmente sus oídos pudo escuchar el choque de carne con carne y los gemidos contenidos de la rubia.

Abrió sus ojos sorprendida, de verdad lo estaban haciendo, Natsu estaba follando a Lucy en un lugar publico sin ningún pudor en su coñito, el único lugar que aun no reclamaba de ella, el lugar que origino su apuesta y que hace unas horas estaba mas que ansiosa de darle.

Debía de estar molesta, debía de ir y detener su desvergonzado accionar, debía reprenderlos por comportarse de manera tan indigna siendo magos de Fairy Tail, debía hacer tantas cosas que no hizo en ningún momento pues en ese momento solo podía hacer una cosa mientras mantenía su oído atento a lo que ocurría en el otro lado y eso era masturbarse furiosa mientras sin siquiera considerarlo un segundo se imaginaba que era ella quien era la receptora de la salvaje follada que escuchaba a Natsu darle a la rubia.

- Señorita encontré el modelo en el color que solicito - maldijo por dentro al verse interrumpida en ese momento, pero no tenía de otra, debía responder o ella posiblemente entraría y adiós a su orgullo si la encontraba masturbándose en ese momento mientras usaba la ropa de la tienda.

- Muchas gracias, me lo probare de inmediato - tan rápido como salio para responder tomo la prenda y desapareció tras la cortina desconcertando a la mujer la cual solo por cortesía decidió preguntar.

- Señorita, ¿necesita algo mas? - se frustro pues aun no se deshacía de ella, pero no había de otra.

"¡solo quiero que te largues!", sus pensamientos eran un asunto aparte, estaba frustrada, quería que se fuera y la dejara atender sus asuntos, pero si quería que se fuera debería contestar y cerrar esa conversación con toda la amabilidad de la que disponía en el momento, - por ahora no, solo terminare de probarme los demás modelos incluyendo el que me trajo ahora, así que gracias - le sorprendió lo fácil que pudo hablar cuando la realidad es que para ese momento ya tenía de nueva cuenta sus manos jugando sobre su cuerpo en busca de mas placer.

- Entiendo, siéntase libre de buscarme si requiere ayuda de algún tipo de ayuda con alguno de nuestros modelos - fue muy educada la mujer, si embargo el comentario cayo en oídos sordos de tan centrada estaba en lo que hacía en ese momento por lo que se congelo cuando escucho la siguiente oración de la mujer, un comentario que jamas se espero, - su novio debe sentirse muy afortunado si una mujer tan bella como usted quiere modelar esos modelos tan eróticos para el - la escucho decir aquello con una calidez y alegría difícil de creer considerando el descaro del comentario en si mismo.

Novio, esa palabra la descoloco, ella no tenía novio, así que no era esa razón por la que estaba ahí, sin embargo conforme dejaba que esa palabra entrara en su mente mas y mas profundo la imagen de una sola persona se forjaba en su mente, su amo, el pequeño mago que en dos semanas había dado vuelta a su mundo y le había ahogado en placer y un cariño especial que si no fuera porque l consideraba imposible casi que diría que era amor.

Fue en ese momento que se percato que cada vez que se probaba uno de los modelos de lencería siempre sus pensamientos giraban en torno a si le gustaría o no al pelirrosa, quería mostrárselos a el, que le dijera que se veía hermosa en ellos, que la deseaba, básicamente que era su mujer y eso la sorprendió grandemente.

Tanto fue el tiempo que le tomo asimilarlo que para cuando quiso responder al comentario de la vendedora, esta ya se había marchado, aunque eso lo agradeció pues ahora con ese nuevo tipo de pensamientos regreso a masturbarse, solo que ya no de la misma manera que antes, pues ahora veía un panorama mas romántico con su amo, aunque igual eso quedo atrás cuando su cuerpo le demando mas, especialmente si tenía en cuanta que aun podía escuchar a la pareja fornicando a su lado.

Se sentía como toda una pervertida por estar masturbándose al escuchar a una pareja teniendo sexo, pero no podía evitarlo, ahora mas que nunca quería ser ella la que estuviese ahí con el pelirrosa por eso no quería parar, quería seguir y de ser posible conectar su orgasmo con el de su amo, sentir que de alguna manera estaban conectado, aunque eso le estaba resultando mas difícil de lo que creía y solo empeoro cuando escucho una vez mas lo que empezaba a considerar una fastidiosa interrupción.

- Señorita, he traído el sostén que solicito en una talla mas pequeña - una vendedora, al parecer la que los atendió antes volvía para interrumpirlos y el problema es que ella no podía hacer nada por mucho que quisiera, - ¿señorita? - se preocupo entonces cuando al parecer no había respuesta del otro lado, estaba preocupada ahora si, si se dejaron llevar demasiado los iban a descubrir, sin embargo pronto todas sus preocupaciones se acabaron cuando al parecer finalmente dieron señales de vida, bueno al menos el pelirrosa que por las palabras de la mujer fue quien dio la cara en aquella situación.

La subsecuente conversación entre el pelirrosa y la vendedora que aun sin conocer ya odiaba causo diversas reacciones de parte de la pelirroja, desde gracia al oír como se refería la mujer a su amiga rubia, - Joooo, pero cuando crezcas tu Onee-chan ya sera un vieja y muy fea - sentía cierto alivio para su corazón celoso al escucharla llamarla así, aunque tambien se sentía furiosa al ver como esa mujer trataba de quitarle a la rubia su novio y a ella a su amo, - ¿sabes una cosa?, tengo una hija de tu edad, estoy seguro de que harían una linda pareja y con el tiempo, cuando crezcan podrían casarse, dime, ¿te gustaría conocerla? - esta de mas decir que se enfureció con eso, su amo no necesitaba a una mocosa si ya la tenía a ella, al menos eso era lo que pensaba la chica y luego estaba lo que lastimaba su corazón al oír a Natsu, - Yo solo quiero a Onee-chan y cuando crezca seré lo suficientemente fuerte como para casarme con ella y poder protegerla - no quería que solo tuviera ojos para Lucy.

Pero esto era lo mas impactante, durante toda la maldita conversación la pelirroja no dejo de masturbarse, no es que fuera masoquista o algo así por hacerlo mientras oía como el chico declaraba amar a la rubia fingiendo que solo era su Onee-chan, era mas bien el morbo que le daba el simple hecho de que resultaba que mientras el chico hablaba con la mujer al interior del cubículo ellos continuaban follando y eso lo sabía porque aun escuchaba el leve pero constante golpe entre ambos cuerpos, el choque entre carne y carne.

Trato de acompasar sus movimientos con los de ellos, pero aun así no dejaba de escuchar la conversación y agradeció cuando finalmente acabo y casi que salto de dicha cuando escucho como la intensidad de los choques aumentaba por lo cual ella aumento los suyos propios, haciendo que necesite esforzarse mas para acallar sus quejidos de placer al imaginarse a Natsu entre sus piernas haciendo el trabajo de su mano.

- Ne Luce, ¿acaso te pusiste celosa porque esa mujer quería presentarme a su hija? - cuando escucho aquello se sorprendió y aunque el pelirrosa nunca lo iba a saber ella contesto la pregunta en su mente como si en realidad se la hubiese hecho a ella, "si ella no, te puedo asegurar que yo si Natsu" y no mentía, estaba celosa, mucho y era la primera vez que lo admitía, al menos en su mente, - no te preocupes Luce, jamas te cambiaría por nadie - jadeo de sorpresa ante esa respuesta, lo que no daría porque le dijera lo mismo a ella y el solo pensamiento hizo que frotara mas duro su clítoris haciendo que prácticamente estuviera a punto de desplomarse por completo al piso, pero no había que confundirse, aquello le dolía como nada que hubiese sentido antes, que esas palabras no fuesen para ella, pero el placer era demasiado avasallador en ese momento como para pensar en otra cosa de la manera adecuada.

Continuaría con sus juegos sobre su sexo con cada vez mas ansias hasta que finalmente y fuera una suerte o una señal para ella el hecho fue que se corrió junto a su amado amo aunque debió tapar su boca con una mano para evitar gemir mas duro de lo que quería, el único defecto en ese idilio donde pudo de una extraña manera compartir un orgasmo con el chico era que la sensación no era la misma, se sentía vacía, faltaba ese toque tan único que le daba Natsu y que hacía que incluso acabase orinándose por el exceso de placer.

Pero como todo lo bueno, tarde o temprano tiene que acabar y su ensoñación acabo con lo que escucho luego de un rato cuando sintió a la pareja salir del probador que usaban, - Ne Natsu, te amo - no lo negaría, escuchar a la rubia decir aquello no le gusto, sentía que eso solo alejaba al pelirrosa de ella, pero mas doloroso le resulto escuchar a Natsu, - Yo también te amo Lucy - eso la destrozaba por dentro, no quería escuchar eso, pero aun así lo hizo y eso la desconecto por la tristeza por lo cual lo que sea que dijeran luego de eso si llego a sus oídos no le presto la mas mínima atención.

No recobro el conocimiento hasta que escucho su nombre en una frase que la sonrojo y enfureció a partes iguales, - después de todo no es justo que solo hicieras eso con Erza, yo soy tu novia y tengo mas derecho que ella - no sabía que la enfurecía mas, que esa rubia quisiera monopolizar el amor de su amo o que ese depravado niño le contara a la rubia cosas sobre ellos que suponía tenían mucho que ver con lo que había estado pasando en esas ultimas dos semanas lo cual si era así no sabría como ver a la cara a la rubia sin morir de vergüenza en el proceso.

Lo siguiente que escucho de parte del chico la enfureció por varias razones, - No tienes nada que envidiarle Lucy, eres muy hermosa, ademas, dudo que Erza tenga el valor de usar ropa interior como esta, a veces puede ser demasiado mojigata - eso si le dolió, primero porque alabar a Lucy en lo que suponía era un insulto para ella,bueno al menos así lo vio y luego por creer que era una maldita mojigata, por lo cual enfurecida decidió demostrarle lo contrario, mas cuando escucho a Lucy reírse como si estuviese de acuerdo con el.

Por eso y movida por su orgullo al sentirse retada, luego de que la pareja salió de la tienda ella se acerco a la caja y compro unos cuantos de los conjuntos que se probo, especialmente los dos rojos, uno con el que se masturbo y otro por el cual pidió cambio, le demostraría a ese maldito niño quien era la mojigata.

Obviamente no se detuvo ahí ahora totalmente enojada con el decidió seguirlo, ya no le importaba mas que saber que mas pensaba de ella, pero su campaña le salio caro pues solo le dolía el corazón al ver las atenciones del chico para con la rubia por no mencionar los ocasionales bochornos por ver el libertinaje y desinhibición de la pareja en algunos lugares y así continuo hasta que llegaron a un restaurante para cenar, algo que agradeció grandemente pues con todo lo que había pasado ese día, no había comido nada desde hacía ya un buen rato y su estomago para su vergüenza ya rugía demandando alimentos.

Agradeció que el lugar elegido perteneciera a un antiguo mago, pues solo conocían a uno que fuera chef y ciertamente sus platillos eran verdaderas delicias, así que por lo menos en cuanto a comida se refería tenía asegurada una buena sazón de parte de los cocineros, aunque claro esta, no era esa su principal preocupación en ese momento, mas bien era la pareja que estaba a unas cuantas mesas de ella, lo eligió así, un punto ciego desde donde poder vigilarlos, pero que esperaba ellos no la viesen a ella en caso de que miraran en su dirección, cosa que para su molestia estaba segura de que no pasaría.

Pidió su comida y continuo su vigilancia, atrás habían quedado las excusas, ahora solo quería saber que tanto era lo que Lucy se atrevía a hacer que al parecer una mojigata como ella jamas se le cruzaría por la cabeza y por eso no quitaba la vista de ellos, analizando todas y cada una de sus acciones sin encontrar nada raro en las mismas.

Trajeron su comida y casi que los consumía mecánicamente pues no dejaba de ver a la pareja mientras comía, aunque no podía evitar que le doliera el corazón al verlos tan felices, comportándose como pareja a la plena vista aun si nadie los consideraba como tal.

Sin embargo, pronto comer se le empezó a hacer complicado, de hecho llego a casi atragantarse con un trozo de la carne que comía en el momento cuando vio como el pelirrosa de manera exageradamente accidental tiraba uno de sus cubiertos para posteriormente agacharse para recogerlo y luego desaparecer bajo la mesa, en ese momento sus sentidos se pusieron alerta y mas aun casi se atraganta cuando vio a la rubia removerse nerviosa, sonrojada y tratando de reprimir sus gemidos.

No podía creerlo, en el maldito restaurante, rodeado de comensales, el DS de fuego estaba jugando con la entrepierna de la rubia bajo la mesa y si algo sabía era que lo mas seguro era que no estuviese jugando precisamente con sus dedos sobre el sexo de la rubia.

Se altero cuando llego aquel mesero a la mesa de la pareja donde la rubia estaba en tal estado tan sospechoso, prácticamente se olvido hasta de respirar en ese momento considerando todo lo que ocurría, - c-cosas d-de chicas - escuchar la escusa que dio la rubia fue sorpresivo, pero por como reacciono el camarero entendió que había sido suficiente, sin embargo, ahora si que estaba furiosa, especialmente cuando vio como luego de que el camarero se fuera la rubia prácticamente debió usar toda su fuerza para no retorcerse en ese lugar y eso solo significaba una cosa, se había corrido y si estaba ocurriendo como se lo imaginaba, bajo esa mesa, el pequeño pelirrosa se estaba dando un banquete con los jugos de la mujer.

En ese momento trago lo que tenía en la boca, aunque le supo amargo luego de ver aquello y la prueba de lo mucho que la frustraba todo eso es que empezó a aplicar mas fuerza con el cuchillo sobre la carne, necesitando no mas de unos pocos movimientos para cortar un trozo que se llevaba luego a la boca para masticarlo con odio, tal vez subconscientemente imaginaba que esa carne era la barra carne de Natsu y lo estaba haciendo pagar por serle infiel.

Cuando lo vio salir de debajo de la mesa y sonreirle con sorna a la rubia luego de su excitante travesura, pudo notar el brillo sobre los labios del mago, no necesitaba mas prueba que esa para saber que ese pequeño degenerado le acababa de hacer un cunnilingus a la rubia y en su presencia, aunque claro esa ultima parte ellos no lo sabían, pero eso no mermaba su furia, furia que transmitía en la fuerza y frecuencia de los cortes que hacía sobre la carne.

Por suerte continuo todo normal después de eso, bueno todo lo normal que se podía considerar el hecho de que la pelirroja estaba mirándolos con deseos de matarlos y su plato ahora tenía sobre la hermosa porcelana de la vajilla una linea cada vez mas notoria de por donde pasaba el cuchillo cuando la maga decidía cortar otro trozo de carne.

Entonces, llego la hora del postre y así como antes el pelirrosa decidió jugar ese emocionante pero peligroso juego, al parecer esta vez era turno de la rubia de jugar pues la vio deslizarse bajo la mesa como antes lo hizo su novio y desaparecer de la vista de todos y ella sabía muy bien con que motivo, cosa que esta de mas decir la enfureció en gran medida, que el le lamiera el coño a Lucy podía medianamente tolerarlo, pero que ahora ella chupara la polla de Natsu, eso no lo podía soportar, esa polla era suya y esa puta estaba invadiendo propiedad privada.

Estaba furiosa y por eso empezó a acelerar el ritmo de los cortes sobre el plato, hace mucho que había acabado la carne pero ella no se había percatado por mantener su vista enfocada en la pareja y ahora ahí estaba con el cuchillo en un movimiento de vaivén sobre la vajilla con tal fuerza y rapidez que la fricción generada estaba generando un pequeño humo sobre la superficie y luego va el chico y sale con esa estupidez cuando los camareros preguntan por la desaparecida rubia y tiene el descaro de tartamudear al contestar.

- T-Tuvo q-que ir al b-baño - lo iba a matar, ese descarado merecía toda su ira y los meseros eran unos idiotas pues nada mas escuchar su patética excusa salieron a perderse avergonzados, fuese o no consciente de lo que dijo, el hecho es que quedaba muy de acuerdo con lo que previamente la rubia les dijo.

Y hablando de la rubia, en ese momento suponía se estaba embriagando de leche de dragón, podía suponerlo pues el chico se tenso de un momento a otro por lo cual asumía se estaba corriendo y si esa mujer bajo la mesa era lo mitad de golosa que ella, no dejaría que se derramara una sola gota del esperma de Natsu, lo bebería todo completamente.

Ese pensamiento fue la gota que derramo el vaso y como tal aplico mas fuerza sobre el pobre plato el cual ya no podía soportar mas el cruel trato que recibía de parte de la chica y como tal, acabo partiéndose justo al medio terminando por clavar ambos cubiertos en la mesa, acababa de apuñalar la mesa de madera en la que se encontraba solo con un cuchillo y un tenedor, algo que no paso desapercibido por uno de los meseros que rápidamente se acerco a ella, justo a tiempo pues estaba punto de lanzarseles encima a los dos magos que vigilaba cuando escucho a la rubia mencionar algo sobre cual era su postre favorito mientras la veía relamerse el poco semen que tenía sobre sus labios.

Lo vio un tanto enfadada por interponersele hasta que lo vio como tenía una expresión de enojo que la desconcertó, al menos hasta que le señalo su destrozo avergonzandola y luego escuchar, - ¡Tendrá que pagar por el plato que ha roto! - fue un grito escandaloso que llamo la atención pero que gracias a la posición del camarero y la mesa donde estaba no lograron verla, entonces asintió avergonzada por los destrozos causados por su arrebato mientras se sentía tan estúpida en ese momento.

Cuando los chicos se fueron ella se levanto para pagar no solo lo consumido si no también lo destruido, cosa que la mantuvo con la cabeza gacha por la vergüenza, sin embargo se sorprendió cuando el dueño le hablo dándole un consejo, - no te preocupes por el, se que puede ser doloroso pero espiarlo no es la mejor de las ideas, deja que las cosas sigan su curso y te aseguro que encontraras la felicidad - se extraño por lo que le dijo, pero mas fue la vergüenza ya no por los daños causados, mas bien fue por verse descubierta, pudo tratar de negarlo, pero al ver la sonrisa paternal que le dedicaba no se sintió capaz de hacerlo.

Pago al menos el plato pese a la insistencia del hombre para que desistiera, pero consideraba que al menos eso debía pagar pes fue su culpa que se rompiera en primer lugar y cuando salió por un segundo considero continuar siguiendo a la pareja, pero la oscuridad que ya caía sobre el lugar y las palabras que le dió el hombre la hicieron desistir.

Ya había sido suficiente, se había lastimado el corazón bastante para un día viendo como esos dos se amaban, seguir en eso cuando sabía a donde acabarían ese par y que harían solo sería echar mas leña al fuego de su desazón y no se sentía con ánimos para ello, por eso tomo ruta a su casa, algo que le causo dolor como nunca imagino que sentiría por regresar a su casa, des pues de todo, hace dos semanas que su casa había cambiado, que estaba al lado de su amo y ahora debía volver a la soledad de su departamento, un baño de realidad a su condición actual respecto a su relación con el pelirrosa.

Llego a Fairy Hills y al ver el lugar se sintió desolada, desplazada, abandonada y no quería sentirse así, no quería hablar con nadie, no quería que nadie la viera, por primera vez en su vida, odiaba regresar a casa, no, de hecho en lo mas profundo de su corazón, sentía que esa ya no era su casa y por eso en cuanto entro en el edificio, casi que corrió hasta su habitación, no saludo, no respondió preguntas, solo continuo avanzando hasta sentirse segura, a salvo, que nadie la vería llorar porque eso era lo que sentía que quería en ese momento.

Luego de toda la locura, de los celos, del enojo, de la lujuria, solo quedaba un dolor en el corazón que no soportaba y que la hacía querer llorar, pero había un problema, ella era Erza putas Scarlet, maga de clase S, apodada Titania y la reina de las hadas, no iba a llorar, menos por un hombre.

Sin embargo, necesitaba descargar todo lo que tenía adentro, todo su dolor, toda su rabia y solo había un método que ella concoía para hacer de manera efectiva, con un fuego enardecido brillando en sus ojos, tomo la primer espada que encontró en su camino por su enorme habitación y empezó a desahogarse, lo cual solo significaba una cosa, destrucción pura y dura de todo cuanto se le atravesara en el camino mientras gritaba y maldecía asustando a sus amigas que por curiosidad se acercaron a su puerta y ahora temblaban de miedo ante lo que escuchaban del otro lado.


Ahora, aquí estaba, luego de todo el caos y destrucción que causo en su habitación, luego de descargar sus penas y frustraciones y ese horrible desazón en su corazón, aun así eso no había servido para nada, igual acabaría llorando presa de ese amargo sentir, sentada sobre el destruido piso con su cabeza entre sus piernas mientras lloraba amargamente rodeada de lo que solo en un campo de batalla se podría encontrar gracias al arrebato de la pelirroja.

No sabía que hacer ahora, ni siquiera sabía donde se encontraba en este momento su relación con el pelirrosa ahora que la rubia regresaba a su vida, quizás decidiera liberarla de la apuesta antes y al considerar esa posibilidad no supo decir que le resultaba menos atractivo, seguir bajo el yugo de ese pequeño depravado o... seguir ahogándose en el placer que solo el al parecer podía darle.

Pero ella tenía su orgullo y no iba a permitir que ese niño de polla enorme la doblegara, nooo, ella era fuerte y por primera vez se permitió ser vanidosa al aceptar que sabía que era de las mujeres mas hermosas de Fiore por no decir de las mas codiciadas y si ese tonto creía que la tenia se equivocaba y por mucho.

De echo esa única y fuerte resolución le permitió encontrar consuelo y dejar de llorar, pudo finalmente levantar la cabeza de entre sus piernas y bajo sus manos para poder sentarse con mayor dignidad.

Fuese por casualidad, suerte o destino, el hecho es que justo en ese momento sintió en su mano derecha un objeto, el cual en cuanto puso su atención en el mismo se sonrojo por lo que resultaba ser, uno de sus juguetes eróticos, un consolador en forma de falo masculino el cual generalmente usaba para frotar su clítoris y saciar sus impulsos luego de leer una de sus amadas novelas eróticas, no era tan grande como el de Natsu, pero en ese momento no importaba, no cuando su mente se llenaba de una idea perversa.

"Natsu no puede tomar lo que ya no existe, ¿verdad?", si, cuando vio aquel falo rudimentario, lo tomo para llevarlo frente a su rostro y analizar esa simple posibilidad, negarle a Natsu la oportunidad de tomar su primera vez si justo ahí, justo ahora, metía ese consolador dentro de su vagina y rompía su himen acabando con su condición de doncella pura.

Sería tan fácil, tan simple, solo abrir sus piernas y meter el juguete por completo en su vagina y sería todo, dejaría de ser virgen, le arrebataría ese placer a su amo por y para siempre, lo que mas deseaba y lo único que no había tomado de ella aun se habría escapado de sus manos.

Sin embargo, antes de cometer alguna locura, a su mente vino la sonrisa de Natsu, esa que le dedicaba siempre a ella y solo a ella luego de que acababan con una mas de sus lascivas sesiones, por alguna razón eso la detuvo de seguir con esa linea de pensamiento y luego pensando racionalmente se reprocho ese momento de falta de juicio de su parte.

"Esa sería una forma demasiado patética de hacerme mujer", debía estar loca para siquiera haber llegado a considerarlo, pero ahora, en pleno uso de sus facultades mentales, podía darse cuenta de la estupidez que significaría el haberlo hecho, no, ella era una mujer orgullosa y si habría de perder su virtud, no sería en un momento de mal juicio con un juguete enterrado en el coño, no si la iba a perder, sería porque ella se la había entregado a alguien por voluntad propia.

- Bien Natsu, si aun quieres eso de mi, vas a tener que esforzarte mucho mas ahora - al parecer ella ya tenía a quien pensaba darle su primera vez, pero no se la dejaría así de fácil, el jugo con fuego y se había quemado, ahora se enfrentaría a una mujer despechada y que se sentía usada, así que si de verdad quería algo de ella se lo iba a tener que ganar, - este sera tu castigo por jugar conmigo y por ser un sucio mujeriego, prepárese go-shu-jin-sa-ma - sonrió con confianza y determinación ante su nueva postura contra su amo.

Luego vio el consolador en su mano, "tal vez no lo use con mi vagina, pero... igual podría jugar un rato con mi culo", se sonrojo al pensar en eso, especialmente porque si, lo iba a hacer, de hecho ya se estaba desvistiendo para poder liberar tensiones y antes de entregarse a ese deseo morboso que surgió ne ella en ese momento, maldijo a Natsu por hacerla así de sucia o tal vez simplemente por haber despertado esa parte de ella que se encontraba dormida.

Irónicamente aquella noche mientras jugaba con su región trasera usando el juguete, solo podía pensar en el pelirrosa, imaginándolo a el tomando su culo y luego aumento el ritmo cuando esas imágenes cambiaron por el mismo DS esta vez perforando hasta el fondo su conducto vaginal, besando su útero con su polla, si, sería una nueva batalla de voluntades, solo que, respecto a la pelirroja, era difícil determinar si su voluntad era resistirse a el o entregarse.

Como fuese, aquella noche la pelirroja no dejo de masturbarse pensando en su amo hasta correrse un par de veces antes de finalmente caer rendida en la cama yéndose a dormir.


Mientras tanto en otro punto de la residencia, dos siluetas se encontraban besándose mientras jugaban ya fuera con sus coñitos o masajenadose las tetas la una a la otra antes de separarse y sonreír ante lo que vendría para ellas y luego volver a sumergirse en la pasión y el deseo que surgió en ellas aquella noche y que necesitaban calmar de alguna manera, encontrando en la otra justo el alivio que necesitaban.

Si, los engranajes de una nueva locura empezaban a girar y ciertamente esta vendría cargada de muchas sorpresas.

- CONTINUARA -


Y listo, un capitulo mas, esta vez viendo el otro lado de la cita de los dos magos, es decir, la presencia maligna que sintieron todo el rato que no era otra que una celosisima Erza, muchos debían esperar otra cosa pero este capitulo debía ser si o si, para lo que serán las siguientes dos semanas que para el que le interese si, ya tengo como sera el final de este arco y créanme, se van a quedar mudos con lo que va a pasar, así que espero sus teorías respecto a que sera lo que ocurrirá ahora que el status quo ha cambiado.

Por cierto, ¿que les pareció el capitulo?, especialmente la condición de Erza, sus celos, su rabia, su determinación, ¿creen que acerte con el hilo del argumento o le falto fuerza? y también quisiera saber, ¿que les pareció el desahogo de Erza a mitad de la cita?, ¿exagere o si quedo bien que se desquitara con los tres magos que fueron a derrotar al "monstruo" que asotana su ciudad?.

Por ultimo, recordemos que actualmente el mundo esta pasando por un momento muy difícil y es deber de nosotros el no complicarlo mas queriendo dárnoslas de "valientes", entonces por favor, cuídense, no salgan si no es estrictamente necesario y no dejen de seguir estas recomendaciones: lávense las manos con agua y jabón varias veces al día por bastante tiempo pueden usar la canción del feliz cumpleaños dos veces para saber cuanto tiempo lavarse las manos, no abusen del gel antibacterial y úsenlo solo si están afuera y no tienen acceso a agua y jabón, desinfecten todo lo que entra en su casa para eliminar cualquier probabilidad de contagio, en sus manos esta su seguridad y la de sus familias, juntos saldremos adelante.

Ahora si, vamos con los reviews del capitulo anterior

Reviews

El angel de la oscuridad

Me alegra que te gustara el capitulo anterior y del mismo modo espero hayas disfrutado este, como veras Erza no solo estaba como estaba por ver a Natsu irse con Lucy también fue cuestión de que lo estuvo siguiendo y viendo lo que hacía con su novia, así que ganas de matarlo le sobran en este momento, en cuanto a Natsu, saber las aventuras de su novia podría ponerlo en un estado de sobreexcitación que dudo mucho una sola chica pueda calmar, así que mejor se lo guarda hasta que se asegure que su integridad puede salvarse y eso solo se logra si tiene ayuda para calmarlo, XD.

daniel2610994

Pues luego de ver a su amo siéndole infiel con una vaca tetona rubia que esperabas, XD, ahora puedes confirmar tus teorías, si, los siguió y pago el precio por hacerlo, en mas de una manera, fueron solo dos semanas no tres, pero si, la malcrió y follo solo a ella durante dos semanas día y noche, perder sus privilegios no creo que le sentara precisamente bien, digamos que por seguirlos acabo con una mezcla de emociones muy rara, digo, furia, celos y lujuria, se oye raro por donde lo mires, gracias, me alegra que te guste y espero este nuevo capitulo te guste también.

Mejor prevenir que lamentar y si puedo ayudar de alguna manera a prevenir contagios seria egoísta de mi parte callar, espero estés bien y continúes cuidándote, gracias por la preocupación por cierto, es muy apreciada.

Draco

Me causa curiosidad con que parte de todo lo que dijo estas de acuerdo, auqneu supongo te refieres a la parte donde dice que Erza hace rato que debería tener el coño mas abierto que un canal y disfrutando de obscenidades de mayor calibre, si es eso, no te preocupes, tengo planes para Erza que ni te imaginas, de todas formas, gracias, me alegra que te guste la historia y espero disfrutes de este nuevo capitulo.

Lo interesante es como Erza se fue rompiendo sin darse cuenta, todo lo que hizo y lo que le falta hacer, se va a poner bueno y en cuanto a Lucy, digamos que sera una interesante aliada para Natsu, después de todo, ahora conoce los placeres de la carne y el pescado, del banano y la papaya, ya me entiendes, XD, ademas bien lo dices, la idea es que los personajes crezcan, no que se queden estancados en un solo punto.

Feder12971

Al cliente lo que pide, espero que te haya gustado el capitulo.

chisa782911

Lo siento viejo, pero aun no es momento de ver como la rubia acaba con el culo abierto, así que lamento si te quedaste con ganas, pero todo tiene una razón de ser, pero tendrás que esperar para ver, después de todo sera la misma Lucy quien se encargue de revelar como fue que le destrozaron el trasero la primera vez y es todo lo que diré. No te preocupes que va a pasar, mostrare como ocurrió, al menos con Lucy, con Rias, a un capitulo y el epilogo de acabar la historia, a ver si encuentro como revelar esa parte, aunque creo que se sobre entiende.

Dan para descontrolarse, digo, una es una pervertida de clóset y la otra una sumisa por naturaleza con su novio, como no aprovechar eso para descontrolarse con ese par. Juntas sería interesante, pero no veo como acabarían en el mismo escenario, a no ser que sea una competencia entre ellas por ver quien de las dos tiene el mejor amo, separadas, bueno el descontrol esta a la orden del día. Bueno no sabía si era a eso lo que te referías, pero me alegra que haya acertado.

Lucy con ese traje que parece de ramera de oriente, como para no considerar una escena entre una exótica striper y un shota degenerado ansioso de poseerla al verla bailar. Como dije debí buscar referencias para lo de los trajes, aunque admito que hasta yo me sorprendí, sabía que habían trajes de baño llamativos, pero lo que vi en mi búsqueda de referencias, solo diré que debes tener los huevos o en este caso los ovarios bien puestos para salir así en publico, valgame Dios.

Si, estoy incursionando en a parte de usar frases en japones para diferentes momentos, y sean peleas, técnicas reproches, veamos como me sale para las partes mas intimas. Solo use eso en la parte de la vendedora para ir probando como queda, me gusto por cierto, así que podría usarlo mas adelante para otros momentos. Y si, me refiero a las chicas mientras chillan de placer.

Vas a un restaurante elegante y ya sabes que muy seguramente te quedaras con hambre, entonces nada como un buen aperitivo o un cremoso postre, XD, ademas como para desaprovechar ese clásico del sexo en publico.

Lemon es lemon, aunque cuando no pasan de solo roces con intención sexual creo se les dice solo lime, no estoy del todo versado en esos términos, aunque si tengo una particularidad y es que si se va a hacer una escena de sexo creo que no hay lugar para las mojigaterías, menos si se trata de una pareja que se ama y quiere disfrutar todo lo posible del amor con su pareja, algo que como bien dices, en otros lados es suficiente para que te cuelguen.

Es un concepto raro de moralidad el que tienen, es decir borran si colocas a una chica en ropa interior en pose coqueta, pero no se molestan por imágenes donde de plano muestran los genitales, de hecho hasta encontré una "historia" donde no son mas que fotos del trasero de una mujer y no preguntes como la encontré, pero el hecho es que no ponen problema con eso, por cierto, si me dolió cuando desapareció la colección de imágenes que colocaste ahí, pero por suerte conseguí algunas propias tanto de mi diosa de DxD como de la sensei mas sucia que puede haber y si, sabes de quien hablo.

Deberás esperar un poco mas para ver que pasara de ahora en adelante entre Erza y Natsu, aunque ya te darás una idea, primero había que mostrar que fue de Erza en el día de pareja de Natsu y Lucy. Adiós y cuidate, en serio, porque con tanto baboso desobediente no faltan medidas de seguridad.