Disclaimer

No soy autora intelectual de Digimon ni de los personajes que aparecen en esta historia. Eso.

N/A:

Este drabble fue escrito para el Intercambio Navideño del foro "Proyecto 1-8".

¡Felices Fiesta Hikari Blossom!

Buen amigo

Él es un buen amigo.

Se suben a la rueda de la fortuna. Takeru decide sentarse junto a ella y no ocupar el asiento de enfrente. Y ella no protesta.

Esperan en silencio a que la atracción se ponga en marcha; ella expectante y él pensativo.

Ella se acerca a la ventanilla a disfrutar de la vista. Él se hunde más en el asiento, sintiendo un vacío en el estómago. ¿Por qué se siente así?

Los amigos son muy importantes.

Ella se aburre de mirar por el cristal demasiado pronto. Takeru aún no sabe qué decir. Ella le mira con sus ojos caramelo y a través de sus largas y negras pestañas con una sonrisa un tanto ladina, y Takeru desea que ella le deje de mirar, porque no puede respirar bien y necesita oxígeno en su cerebro para poder hablar.

"¿Por qué estoy aquí?" se pregunta por enésima vez.

Ella se acomoda junto a él, peligrosamente cerca, jugueteando con un largo mechón de cabello. Él tiene las manos sobre el asiento, y si ella se moviera sólo un milímetro más, podría rozar la piel descubierta de su muslo. Ella viste unos shorts de mezclilla, una camiseta blanca de tirantes y una chaquetilla corta de color azul. Él viste unos jeans de un azul raído, y una polera verde musgo de mangas largas que se ha enrollado hasta los codos.

La mira de reojo, sin atreverse a moverse, pues aunque su cabeza le dice que saque la mano, él no lo hace.

¿Por qué no?

—¿De qué querías hablarme, Takeru-kun? —pregunta ella, dejando en paz su cabello y mirando hacia el frente, sonriendo.

La forma en la que ella le llama Takeru-kun le gusta demasiado, y eso le asusta.

Ella le mira y parpadea un par de veces, esperando su respuesta. Él se siente presionado.

¿De qué era?

Ella le interroga con la mirada, en un gesto encantador, y emite un sonido que le invita a abrir la boca.

De nosotros.

—De Koushiro —dice. Sí, él está ahí con ella para hablar de Koushiro, el amigo de ambos que está perdidamente enamorado de ella y que necesita desesperadamente la ayuda de su buen amigo Takeru.

—¿Ah, sí? —dice ella, fingiendo inocencia. —Me pregunto qué podrá ser.

Ella hace un gesto de poner sus manos a sus costados, en el asiento, como Takeru, y él no se mueve ni un ápice. De hecho, aguanta la respiración cuando la mano de ella se posa en el borde del asiento, peligrosamente cerca de su mano.

Y todo pasa muy lento. Él no sabe qué fuerza extraña le ha poseído, pero le roza la muñeca con el dedo índice y de un momento a otro, ya tiene la mano de ella en la suya y le está acariciando suavemente con el pulgar mientras sus otros dedos se entrelazan. Y descubre que es adictivo.

Él escucha la risa cantarina de ella, aunque es suave y discreta, y él se pregunta cuál de los dos es peor: si ella, por fingir que desconoce la verdad sobre Koushiro, o él por estar disfrutando del contacto de sus manos.

Él. Él es el peor de los dos.

De pronto los brazos de ambos se están tocando y el aroma de su cabello le resulta tan atrayente que inconscientemente se inclina hacia ella.

Y ella responde a ese gesto.

—¿Y qué querías decirme?

—Lo olvidé —murmura él y la distancia entre ambos desaparece.

Sí. Él es tan buen amigo como Agumon cantando.

N/A:

Para ser honesta, no es una pareja de las que acostumbro a escribir, por lo que fue un reto, pero también fue agradable escribir de algo nuevo para variar.

Ojalá sea de tu gusto, Hikari Blossom.

¡Felices Fiesta otra vez!

Lyls