- Título: Porque las segunda oportunidades si existen

- Autor: Jnnfrmrz

- Disclaimer:Twilight y todas sus referencias no me pertenece, son de la escritora del best-seller, Stephanie Meyer.

- Algo que deben saber:

1.- Esta historia no me pertenece, sino que es de mi amiga Jennifer. Ella me la regaló hace un tiempo para un cumpleaños y, como me encanta, he decidido subirla.

2.- Espero que a ustedes también les guste.

ENJOY!

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Habíamos tenido una semana muy ajetreada. La graduación y fiesta de los chicos, el cumpleaños de Edward, la caída de Bella por usar los tacones que Alice había insistido en que utilizara para la fiesta, que habían sido su perdición y que causaban que, ahora, una de mis damas llevaba una férula.

Sí, es mi boda. Otra vez me estaba casando con el hombre más perfecto que existe, Carlisle.

Lentamente entré a la iglesia al compás del canon de Pachelbel. Distinguí a mi ex y futuro marido frente al altar, sonriéndome con ternura y con ese brillo especial en su mirada que veía cada vez que me miraba, ese toque de enamoramiento que seguía a pesar de los años transcurridos y todo lo vivido.

A su lado Edward, de traje formal, sin piercing y el cabello… Bueno, igual de despeinado que siempre, mirando embobado a Bella.

Cuando llegué al altar Carlisle tomó mi mano y besó mi mejilla, sin borrar esa radiante sonrisa de su rostro y haciendo que sonriera de igual manera y, de seguro, estaba completamente sonrojada.

— Cuando pienso que no puedes estar más hermosa, me sorprendes— susurró a mi oído. Si, ahora si que estaba completamente sonrojada.

Nos volteamos hacia el sacerdote y él comenzó la misa. De reojo veía a Carlisle sonriendo y de vez en cuando apretaba mi mano dándome a entender que también me miraba. Giré un poco mi cabeza y de reojo vi a Edward que miraba fijamente al frente, no me veía a mí o a su padre. Estaba completamente segura que miraba a Bella.

El amor entre ellos se había vuelto tan fuerte… Estaban cegados el uno por el otro y cuando sus mirabas se encontraba no podían despegarse. Igual que Carlisle y yo.

Hacia 6 meses que había dejado Columbus. Vendí el apartamento, el auto lo mandé a traer y dejé mi trabajo. Carlisle y Edward me hicieron un espacio de nuevo en la familia y, como decían ellos mismos, servía para que no me volviera a escapar de su lado y permaneciera cerca de ellos.

Habíamos tenidos nuestros altibajos en ese corto periodo de tiempo, como todos, pero de que sería una familia sin esos roces de vez en cuando. Mi discusión favorita, las llegadas tardes de Edward.

Miré hacia el otro lado y distinguí a Reneé sonriendo como nunca. Esa loca había sido una gran amiga, apoyo y la autora intelectual de todo lo que estaba ocurriendo en este momento. Si bien Alice había organizado la boda, ella había estado detrás de cada decisión y la forzaba a elegir lo que quería, sin que la chica se diera cuenta por supuesto. Eso me causaba mucha gracia porque no sabía cuál de las dos estaba más loca por la moda y la decoración de las bodas y, recordar todo el show que habían armado, me hacía sonreír aún más amplio.

— … Y ahora los declaro: marido y mujer. Puede besar a la novia— anunció el sacerdote dando por terminada la ceremonia.

Carlisle se giró hacia mí con esa hermosa sonrisa aun enmarcando su rostro y con su brillo aún más brillante en los ojos. Con delicadeza quitó el velo y se acercó lentamente hasta que sus labios se posaron sobre los mios dejando que se fundieran en un solo beso de amor eterno. Sus manos solo hicieron que el efecto se acrecentara y el beso fuera más intenso.

Al separarnos, todo el ruido ambiente volvió a hacerse presente y ambos nos sonreímos como dos adolescentes que se acababan de besar por primera vez, tal y como me sentía en ese momento. Nuestras miradas se entrelazaron por última vez y, cogidos de las manos, caminamos hacia la entrada de la iglesia entre gritos y silbidos de los presentes.

Afuera comenzaron a arrojarnos arroz y nosotros no podíamos parar de reírnos a cada momento. Estábamos felices y extasiados con todo lo que estábamos viviendo nuevamente. Era maravillosa la sensación y la cantidad de emociones que nos embargaban.

Con todo el alboroto que había aproveche de arrojar mi ramo, generando que todas las mujeres se lanzaran sobre este para intentar alcanzarlo. Al voltearme para mirar quien lo había agarrado, una Bella sorprendida y sonrojada miraba el ramo al igual que Edward a su lado, quien también estaba sonrojado.

— No crean que porque les cayó el ramo se van a ir a casar ahora mismo— les advertí con un tono de burla— Espérense uno años, por lo menos.

Sus rostros se coloraron aún más y todo el mundo se burló de sus rostros que parecían aun petrificados por lo ocurrido.

Carlisle y yo nos sonreímos y, después de darnos un beso, nos subimos al auto que nos llevaría a nuestra casa para la recepción.

— Te adelantaste un poco a la fiesta, amada mía— comentó al ver los rostros de desaprobación de Alice y Reneé y como hablaban aireadamente entre ellas. De seguro quejándose por haber lanzado el ramo ahora y no en la fiesta, como estaba planeado— ¿Cómo se siente, señora Cullen? — preguntó, mirándome con adoración.

— Alegre, feliz de volver a ser Cullen— sonreí—. La verdad… No sé cómo describir lo que siento con palabras. Es… Indescriptible.

Me abrazó con fuerza y volvió a besar mis labios, justo en el momento en que sentía que el chofer comenzaba a avanzar por entre la multitud para llevarnos a dar una vuelta hacia el mirador antes de llevarnos a la fiesta. En ese lugar nos tomaríamos unas cuantas fotografías para nuestro álbum de recuerdos y disfrutaríamos de un momento a solas antes del caos de la fiesta.

En la recepción baile con mi amado, con Edward y con Charlie. El primero era un maestro del baile y se movía con una gracia majestuosa, pero los dos últimos parecían más bien unas tablas a la hora de bailar y no podía evitar reírme de ellos. Lo bueno, no habían pisado mis pies al intentar moverse al compás de la música.

— ¡Felicidades mamá y papá! Los amo y solo deseo lo mejor para ustedes— dijo Edward al despedirse de nosotros. Podía ver sus hermosos ojos verdes brillantes y acuosos.

Nos abrazó y pude escuchar un leve sniff. Cuando se separó, unas pequeñas lágrimas rodaban por sus mejillas. Rápidamente se las limpió con la manga de la camisa y rió.

— Que tonto soy. Debería estar feliz porque voy a tener la casa para mí sólo por dos semanas.

— Edward, no queremos noticias raras cuando regresemos— le advirtió Carlisle— Nada de cigüeñas ni nada que le parezca.

— Carlisle… que… ¡Cómo puedes decir eso…! Arg… si así piensas de tu propio hijo… — se quejó, incómodo. Yo solo me reí pues no conseguía que decir y eso lo frustraba— Lo mismo puedo pedirles ¿Saben? Yo no quiero hermanitos y menos cuando sé que me van a estar llamando a mí para cambiar pañales.

Carlisle comenzó a reírse mientras que yo sentía mi rostro arder. Volvimos a abrazarnos y esta vez sí nos marchamos al auto para poder marcharnos a la luna de miel.

— ¿Crees que Edward y Bella de verdad…?— pregunté un tanto incómoda.

— No, Edward no es de esos chicos que solo piensan en acostarse con sus novias. Lo conozco bien, él es de los que esperará hasta casarse— respondió pasando su nariz por mi cuello y besándolo en ocasiones.

— Te amo, Carlisle Cullen.

— Te amo, Esme Cullen.

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Hola. Sé que a muchas esto las debe tomar por sorpresa y estarán diciendo ¡¿Qué?! ¡¿Tan luego?! Pero si, esta historia era bastante corta pero tierna y tiene lo justo y necesario, sin tanto drama de por medio ni accidentes ni enfermedades, como las tenemos acostumbradas con Jennifer. Creo que es una de las historias más suavecitas que tenemos en nuestro poder y esperamos que les haya gustado.

Primero que todo quiero desearles una feliz navidad y próspero año nuevo. Espero que hayan disfrutado junto a sus familias, que hayan tenido una hermosa fiesta y, obvio, que santa se haya portado bien con las que se comportaron durante el año.

Lo segundo es que quiero agradecerles a todas las chicas que me han apoyado en este tiempo. Ayer me di cuenta que llevo poco más de dos años subiendo mis historias de forma independiente, algo que nunca pensé que haría, y ver la cantidad de reviews y seguidores que tiene me llena de alegría. Me hace querer seguir escribiendo para traerles más aventuras. De verdad, muchas gracias.

Como cada semana le quiero agradecer a mi amiga Jennifer, mi gran pilar en esta historia y quien, con el pasar de los años, se ha vuelto una amiga incondicional más allá de solo una autora de fanfiction con quien hablar y escribir. Ella ha pasado a ser mi mejor amiga y, aunque no siempre funciona, la principal crítica de mis historias (aunque la mayoría de las veces no haga su trabajo… La despediré XD).

También le agradezco a:

Nayuri80: Hola. Muchas gracias por tu apoyo en esta historia. Espero que haya sido de tu agrado y seguir viéndote en las próximas historias. Besos y nos leemos.

Yolo: Hola mi fiel seguidora. Bueno, como podrás ver, el final de la historia ya llegó. Espero que te haya gustado y poder sorprenderte pronto con una nueva historia de tu agrado. Besos y nos leemos.

Adriu: Hola a otra fiel seguidora. Espero que el final de la historia haya sido de tu agrado y poder seguir viéndote por estos lados. Besos y nos leemos.

Jaki: Hola. Creo que también me hubiese gustado un Carlisle celoso, pero ya veremos su para una próxima historia sale por ahí. Espero que la historia haya sido de tu agrado y nos sigamos viendo. Te invito a leer mis otras historias. Besos y nos leemos.

Bueno chicas, lo último que me queda por decir es que tengo dos opciones de historia para subirles. La primera trata de un Edward biólogo marino y veterinario que trabaja en el acuario de Seattle y la segunda sigue la misma línea de una relación Carlisle/Esme que tratan de formar una familia juntos. Me gustaría saber cuál prefieren que suba y esta comenzaría a subirse en dos o tres semanas más, aunque puede que sean dos. Espero sus respuestas.

Como ya se los he dicho, quedan cordialmente invitadas a unirse a mi grupo de Facebook (Babis Fanfic's) para mantener un contacto más directo y si quieren saber de las historias. También las invito a visitar a Jennifer (jnnfrmrz), su estilo es muy parecido al mío y no se aburrirán en estas dos semanas sin mí.

Sin más que decir, me despido. Besos.

Babi_Cullen.