Hola, como se notará soy nueva en esto de escribir fics, me ha agarrado la "inspiración" y he aquí el resultado, como dije no soy una experta, pero aún así espero que a una que otra persona le guste y me haga saber su opinión o crítica. Les traigo un NaruHinaSasu que no me podía sacar de la mente, espero le den una oportunidad.

Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto Masashi. Sin más les dejo la historia.

0

0

0

Negro, Blanco y Azul

0

Prólogo

El viento movía de manera acompasada las hojas que abandonaban sus respectivos lugares en las ramas secas de los árboles a causa del presente otoño, los últimos rayos que el sol ofrecía para ese día se hacían presentes abriéndose paso entre el azul celeste para pintarlo de tonos naranjas como las hojas que caían alrededor de ese campo de entrenamiento. El campo hecho especialmente para su equipo; un amplio espacio con césped y un pequeño estanque a uno de los costados del redondo espacio rodeado de árboles enormes, parecería un lugar perfecto, donde se pudiera descansar y pasar un buen día de campo y no un área de lucha y práctica para shinobis. Sin embargo, el tranquilo espacio se veía perturbado por una atmósfera por demás tensa, el aire pesaba, las respiraciones agitadas de dos personas se abrían paso entre el silencio que reinaba, ambos hombres se veían con infinita rivalidad azul y negro, mar y oscuridad no dejaban notar ni una pizca de duda, ninguno de los dos retrocedería, a su pensar esa era la única forma en la que las cosas que se habían vuelto un verdadero dolor de cabeza, llegarían a su fin y se arreglarían.

Una gota de sudor resbalaba por su perfecto perfil, saliendo de sus oscuros cabellos contorneando desde su sien hasta la mandíbula masculina, sus orbes anteriormente negros ahora tenían un intenso color carmesí con tres aspas negras a su alrededor, sus facciones tensadas por un leve dolor en su pierna, a causa del fuerte rodillazo propiciado por el chico de alborotado cabello rubio y su pecho subiendo y bajando por el anterior y muy efusivo encuentro con su mejor amigo y mayor rival, aquel que tenía de frente con ciertas dificultades para levantarse tomándose con una de las manos su costado izquierdo debido a la costilla recién lastimada por la potente patada del azabache y la respiración aún más agitada que él, era la única persona que era capaz de poner a sudar a nada más y nada menos que Uchiha Sasuke. Ambos varones sabían que se estaban conteniendo, sabían que no estaba utilizando ni un cuarto de su poder, sin decir palabra alguna, habían acordado que sería una pelea de únicamente taijutsu, no querían causar destrozos ni llamar la atención, principalmente no preocuparla a ella, sabían que siendo como era, no soportaría verlos a amos con graves heridas a pesar de toda la ira, aún pensaban un poco en ella.

Por su parte, el azabache ni siquiera había pensado en utilizar el sharingan, ni qué decir del mangekyō, sería un desperdicio demasiado absurdo de chakra, aunque con lo enojado que se encontraba, no dudaba que se activara solo. Mientras que el rubio no podía utilizar el modo sabio, porque con un solo rasengan todo el campo volaría en pedazos. Ambos en sus propios pensamientos, no se daban cuenta que tenían encima la mirada atónita de cierta peliazul, que totalmente pálida e inmóvil los observaba con infinita preocupación.
Naruto, quien ahora estaba totalmente de pie y mirando de frente a esos mortales ojos rojos, mantenía apretados sus puños mientras pensaba que no tenía caso seguir así, Sasuke también se había percatado de eso ya, por esa razón minutos antes había activado su línea sucesora. El pelinegro se notó de inmediato el cambio en la mirada del otro, Uzumaki estaba más determinado que nunca a vencer a ese engreído arrogante, no permitiría que le quitara a la única persona que lo había querido por tanto tiempo y Uchiha no iba a permitir que se quedara con lo único que había dado sentido a su vida después de tanto tiempo

Con sus ojos azules infinitamente determinados y oscurecidos por la furia, con una sonrisa totalmente impregnada de sorna, dijo:
—Vamos teme, no tiene caso, en taijutsu no podemos resolver esto, tenemos el mismo nivel aunque te cueste admitirlo—

—Tsk, ya lo sé idiota—

—Entonces… terminemos con esto—

—Hmp— terminaban su corta "charla" para lanzarse el uno contra el otro a una increíble velocidad, sin perder ni un momento aquella mirada cargada de enojo y rivalidad, sin percatarse de que la tercera persona que los acompañaba en ese campo había ya reaccionado y sin pensarlo ni un segundo corría hacia ellos, desesperada por detenerlos.

No podía creerlo, simplemente la escena que se estaba llevando a cabo frente a sus ojos no podía ser cierta, lo último que recordaba era haber tenido una fuerte discusión con Naruto en medio de su campo de entrenamiento, a la cual inmediatamente se les unía Sasuke saliendo de entre las sombras a esas horas ya presentes entre los frondosos árboles…

000000

Hinata… Tienes que escucharme, lo que pasó no fue nada yo traté de impedirlo pero ella…— trataba de explicarse mientras ella seguía caminando como si nada a pesar de que la estuvo siguiendo hasta ahí tratando de excusarse.

Basta Naruto-kun, no tienes por qué darme explicaciones que yo no te pedí— lo cortó antes de que pudiera seguir hablando— No hay por qué hablar de algo que no tiene importancia— pronunciaba la Hyūga lo más indiferente pero amable posible, dándole un sonrisa falsa aunque se sintiera mal haciéndolo, pero sabía que no haría que se detuviera, a menos que le hacía pensar que todo estaba bien. A pesar de todo no se sentía con el derecho de recibir las explicaciones del rubio. Naruto un tanto confundido y apenado consigo mismo al notar como a pesar de haberlo visto en una situación tan comprometedora y a pesar de sus sentimientos le daba una sonrisa, aunque esta fuera falsa, decidió que no dejaría aquello, le pediría disculpas. Por más que le decía que todo estaba bien, sabía que él se daba cuenta de que no lo estaba, tornándose seria se rindió, pues lo único que podía hacer era ser lo más sincera con él

Naruto-kun, es cierto que sentí cierto dolor al ver esa escena, pero tú ya me habías dejado en claro que éramos simplemente amigos, yo acepté apoyarte y estar contigo tal y como lo haría una amiga, así que no te preocupes por eso, todo está bien, puedes estar con quien tú lo desees, n-no te preocupes por mi— terminaba mientras le regalaba una sonrisa, esta vez sincera, pues si algo había aprendido tiempo atrás, eso era controlar sus sentimientos y pensar, si la felicidad de Naruto-kun era eso, no tenía ningún derecho de reprocharlo ni de juzgarlo, simplemente lo apoyaría. Naruto se sintió más estúpido que nunca al ver como Hinata siempre era tan comprensiva con él, siempre le regalaba una de esas dulces sonrisas aunque el cometiera una de sus tantas estupideces, ya había sido lo suficientemente idiota para con ella, eso iba a cambiar de ahora en adelante, lo había decidido. La Hyūga al ver que el rubio parecía perdido mientras la miraba ocultó gran parte de su rostro con su flequillo para que el rubio no pudiera ver su expresión que se tornaba un tanto seria y algo sombría, pese a todo ya estaba un tanto cansada de eso, siempre que creía que había algo especial, el rubio siempre le fallaba, y aparecía él… no era egoísmo, era simplemente desilusión, creía que lo mejor era dejar por la paz aquellos sentimientos que parecían ser correspondidos a medias, antes de salir lastimada, de seguir así, lo seguiría viendo por accidente en brazos de otras mujeres, y eso simplemente no era bueno para su corazón.

Pero Hinata yo… sé que he sido un idiota y he tenido tan mala suerte para demostrarte lo que de verdad he querido demostrarte— la interrumpió al fin, sacándola de sus cavilaciones, lo decía con un tono tan suplicante que Hinata no pudo evitar abrir un poco los ojos por la sorpresa que le causaba escuchar al ojiazul de esa forma y diciendo esas palabras

¿Podía ser verdad? ¿Podría tratarse sólo de malos entendidos y mala suerte? ¿Sería prudente escucharlo una vez más? No sabía qué hacer se hallaba confundida, estaba cansada de eso pero de igual forma era simplemente su amiga, ¿o no era así? Aunque no lo fuera, aún estaba él… podría escucharlo pero aun así no podía decirle nada, en su mente y su corazón aún se hallaban luchando el dorado y el negro.

Sólo dame una oportunidad Hinata-chan…— decía el rubio mientras tomaba ambas manos de la peliazul y las llevaba a la altura de su pecho mientras sostenía su mirada opalina con una intensidad y un brillo que jamás había dejado ver antes, Hinata ante tal acción no pudo evitar sonrojarse y un ligero temblor se hizo presente en su labio inferior, el ver así al rubio que siempre amó le hacía enloquecer su pulso pero algo pasó de un momento a otro ella estaba imaginando a alguien más en el lugar del Uzumaki… Un pelinegro de tez blanca, ojos tan negros como un pozo sin fondo, un pozo donde ella podía caer tan gustosa y tan fácilmente, estaba frente a sus ojos, no podía creerlo, ahora estaba Sasuke ahí… "¿Sasuke-Kun?" preguntaba ella en su mente, ¿cuándo se había ido el rubio? ¿Por qué ahora Sasuke estaba en el lugar que segundos antes ocupaba el de ojos azules? No lo sabía, no podía articular palabra alguna, ahora era Sasuke Uchiha quien se encontraba mirándola y tomándola de las manos, diciéndole que le diera una oportunidad, esos intensos ojos ónix se posaban en sus ojos de luna con un resplandor maravilloso que la dejó totalmente embelesada segundos después miraba hacia sus labios, soltando una de sus manos, roso levemente con la punta sus dedos su tersa textura dejando ver un deseo tan inmenso que Hinata se sonrojó aún más, ya había estado en una situación así, pero entonces ¿por qué se ponía tan nerviosa esta vez? Jamás había visto a Sasuke tan ansioso, anhelante no sabía qué pasaba no lo sabía, no sabía nada y no quería hacerlo, simplemente quería perderse en ese cielo oscuro que eran sus ojos, quería abandonarse a esa sensación tan cálida en creciendo a cada segundo en su pecho, no quería pensar en nada más y así lo hizo. Hinata no se daba cuenta que el jinchūriki del kyūbi seguía ahí, era él quien la había tomado de la cintura y poco a poco iba haciendo que descendieran hacia el pastoso suelo donde él se posiciono encima de ella en cuanto llegaron a éste, sabía que estaba actuando como un estúpido lujurioso, el chico rubio sabía que estaba haciendo de más, pero su cuerpo le pedía a gritos la cercanía con esa suave piel de porcelana, no había podido evitar caer rendido ante esos preciosos ojos perla que siempre lo habían apoyado, esos labios tan perfectos que suplicaban su atención, "Hinata es realmente hermosa" pensó ante el hecho de poder apreciar tan de cerca sus finos rasgos femeninos, sus latidos cada vez más acelerados y sus ojos entrecerrados acompañaban a su rostro cada vez más sonrojado, lentamente y cada vez más cerca de su angelical cara, estaba a punto de culminar la ansiada espera... hasta que escuchó por parte de ella, algo que lo paralizó, lo hirió y lo hizo enfurecer totalmente en un segundo. El jamás se hubiera imaginado que todas sus acciones, en la mente y a los ojos de la heredera Hyūga estaban siendo llevadas a cabo por Sasuke.

En la copa de un árbol unos metros más lejos de donde el rubio y la peliazul estaban, se encontraba recargado sobre el tronco un ojinegro aparentemente tranquilo, sólo había estado ahí para vigilar que no hiciera nada estúpido el Uzumaki, bueno, en realidad no sabía por qué al verlos los había seguido, pero ésa era su forma de excusar sus acciones, disfrazándolas. Al darse cuenta de que sólo hablaban pensaba que quizá estaba siendo un imbécil al pensar cosas que no eran, que no debía y que no eran propias del comportamiento de un Uchiha… Se sentía un completo estúpido mientras miraba en dirección opuesta con la clara intención de irse, no sin antes dar un último vistazo; en el momento en el que giró nuevamente hacia ellos, sucedió lo que sin duda desataría una tormenta entre ambos. En el momento en el que vio que el ojiazul tomaba de las manos a Hinata y la miraba con esos estúpidos ojos zafiro llenos de emoción mientras le decía quién sabe qué cosa y se acercaba cada vez más hacia el rostro totalmente sonrojado de la Hyuga, todo se fue al diablo, su indiferencia, su siempre sepulcral y absoluto silencio se fueron al demonio al ver la escena donde ambos descendían hacia el corto césped, el rubio con sus manos afianzadas alrededor de la estrecha cintura de ella, en ese momento su cuerpo se tensó totalmente sus puños se cerraban con tal fuerza que sus nudillos se blanqueaban, sus perfectos dientes rechinaban, su respiración se aceleraba cada vez más, involuntariamente su sharingan se había activado por culpa de la creciente furia que sentía "maldito Usuratonkachi" pensaba el azabache, no creía que fuera tan estúpido para hacer lo que aparentemente estaba a punto de hacer, después de haber hablado ambos el día anterior. En menos de un segundo, se encontraba a menos de 5 metros de ellos no permitiría que pasara, oh no, ese dobe no iba a besarla, no iba a tocarla, iba a maldecir el día en el que se atrevió a tener a Hinata de esa forma, él era un Uchiha, un Uchiha no compartía lo que le pertenecía, era demasiado egoísta para compartir algo que ya consideraba suyo, y aunque ni ella ni él lo supiesen, Hyūga Hinata le pertenecía a Uchiha Sasuke. Y antes de que pudiera lanzarse contra el rubio escuchó lo que lo paralizaría totalmente, a él y al Uzumak.

Sin percatarse de sus actos la ojiperla había enredado sus largos y delgados brazos alrededor del cuello del Uzumaki atrayéndolo hacia él y diciendo —Sasuke-kun bésame… — pudo escucharse en un ligero suspiro por parte de la ojiblanca, Sasuke había quedado prácticamente plantado a la tierra y con los ojos como platos ¿había escuchado bien? ¿Había pronunciado su nombre estando a punto de ser besada por Naruto? ¿Acaso era su imaginación? ¿Le pedía a él que la besara en lugar de Naruto? Se preguntaba el azabache mientras un estupefacto rubio paraba en seco al escuchar esas palabras.

¿Qué? — preguntaba con voz entrecortada por el dolor y el enojo, no sabía cuál sentimiento predominaba en él en ese mismo momento. Con suma rapidez se levantó de la posición en la que se encontraba y le daba la espalda a la muchacha peliazul, mientras apretaba sus puños como nunca antes, lo había dejado totalmente mudo, no podía creerlo.

Hinata aún recostada sobre el suelo, al no ser consciente todavía de lo que estaba pasando y de lo que provocaría, abrió los ojos por sentir que los labios del Uchiha no llegaban aún a los suyos, no sabía qué pasaba "Se habrá arrepentido?" pensó la joven Hyūga mientras miraba en dirección al que segundos antes estuviera a punto de besarla, la realidad la golpeó tan fuerte que sintió como el estómago se le contraía, palideció en seguida de ver que era Naruto y no Sasuke quien se encontraba ahí, le daba la espalda y tenía fuertemente cerrados los puños, oh si, la había jodido, ¿cómo había sido tan imbécil para decir el nombre del Uchiha cuando ni siquiera se encontraba ahí? Y peor aún, a punto de ser besada por quien siempre consideró su único amor Estúpida, mil veces estúpida, se quedó totalmente muda, no sabía qué decir o cómo actuar ahora qué iba a hacer, Naruto la iba a odiar… Pensó en salir corriendo como una cobarde pero no, no esta vez, tenía que dar frente a sus acciones, el silencio era demasiado pesado, ella tenía que arreglar las cosas. Sin más que pensar se levantó y se dirigió hacia donde se encontraba el rubio, a unos cuantos pasos de ella, sintiéndose totalmente avergonzada y a las espaldas del jinchūriki se encontraba parada, aún no sabía qué decir no tenía cara ni siquiera para hablarle de frente, pero ¿qué más podía hacer? Había sido su error.

Sasuke aún no daba crédito a lo que había escuchado, con una mueca extraña en sus facciones, y con un sentimiento más que cálido acrecentándose en el interior de su pecho se repetía una y otra vez los hechos, Hinata diciendo su nombre justo cuando el dobe iba a besarla, no, eso debía ser una maldita jugada que le estaba haciendo su mente, sintiéndose extrañamente incómodo pero… ¿feliz? veía cómo Naruto inmediatamente se separaba de ella y le daba la espalda, eso lo hizo darse cuenta de que era verdad, había pedido que él la besara, él, no el rubio que se hallaba frente a ella, sin ser consciente de ello, una leve sonrisa de lado se posicionó en sus labios, decidió que sólo le quedaba observar y regocijarse de la expresión del dobe, eso sería divertido, pronunció sin pensar que la reacción de éste no sería para nada divertida…

Hinata estaba indecisa en hablar o no, finalmente se decidió por tomar uno de sus hombros al ver que el rubio no se movía ni un milímetro, al hacer contacto con su chaqueta negra, el rubio se quitó rápidamente de su lugar, como si le hubieran prendido fuego en su hombro, se alejó de ella, entonces la ojiperla no pudo reprimir una mueca de tristeza.

Aún con el brazo estirado en su dirección escuchó: — ¿Qué fue lo que dijiste, Hinata? — su voz sonaba más fría y enojada que nunca, forzada.

N-Naruto-Kun y-yo— ese tono la ponía en demasía nerviosa, no era nada comparado al siempre alegre y amable tono que tenía, ese definitivamente no era Naruto.

Pregunté qué fue lo que dijiste— arrastraba cada una de las palabras dichas, era bastante notorio que el chico estaba furioso.

—…— No sabía qué contestar, estaba sumamente avergonzada consigo misma y sobre todo con Naruto, cómo iba a saber que un momento que siempre ansió, terminaría así por causa de la persona que menos imaginó, pero no podía engañarse, no podía negarlo, Sasuke Uchiha había llegado a una parte de su corazón y aunque en la mayor parte de éste aún se encontraba cierto ojiazul, no sabía por qué había actuado de esa forma.

Con un movimiento tan rápido como un rayo tomó la muñeca de la ojiblanca y la obligó a mirarlo a los ojos, él la fulminaba con la mirada, ese no era Naruto, estaba totalmente fuera de sí, loco de celos, se sentía estúpido, impotente, enojado, traicionado, no podía dejar de sentirlo, el sentimiento de ser cambiado y menospreciado por causa de la misma persona por segunda vez, era inaudito, el dolor crecía en su pecho, no lo creía de quien siempre dijo estar a su lado.

¡Dilo! — gritó casi ya sin control

A Sasuke se le había borrado la sonrisa al ver la reacción tan estrambótica de su rubio rival, jamás pensó que actuaría así, y menos con Hinata, el jamás fue así con nadie, pese a eso no veía oportuno intervenir, creía que ella era capaz de defenderse por sí misma, además aún no lo habían notado. Pero con cada movimiento se tensaba cada vez más, al ver como se desarrollaba todo.

Hinata no creía que ese fuera Naruto, estaba tan asustada y desconcertada que no podía decir nada, sólo tenía los ojos muy abiertos llenos de tristeza y temor.

Claro… ahora ya no sabes qué decir, qué estúpido fui al pensar que eras diferente a Sakura, a cualquier tipeja que corre como loca a besarle los pies a Sasuke en cuanto aparece—

Hinata estaba atónita, no podía creer que le estuviera hablando así su amado rubio, no daba crédito a ello, cada palabra le lastimó en lo más profundo pero también la enfureció sobremanera, en su mirada desapareció el temor y dio paso al enojo.

Por qué, Hinata… Por qué tú también caíste con Sasuke, Sasuke esto, Sasuke lo otro, jamás fui considerado, todo era para Sasuke, el amor de Sakura-chan… incluso tú, que dijiste amarme desde siempre, ahora eres una más de ellas, jamás creí que fueras una hipócrita— La atrajo más hacia él con esas últimas palabras, la miraba con dolor y rabia. Hinata no pudo más con eso y con su mano libre le dio una bofetada y con lágrimas en los ojos decidió encararlo, atónito el Uzumaki la miró entre sorprendido y dolido, Hinata jamás actuaba así, se dio cuenta de que no midió sus palabras y la soltó agachando levemente la cabeza, quería disculparse, en su mente se repetí que había sido un idiota, pero no podía, a él también se le cristalizaban los ojos.

N-No es mi culpa que él haya estado conmigo cuando tú sólo tenías ojos para Haruno-san, siempre estuvo cuando tú sin darte cuenta me lastimabas, hablas de consideración, c-cuando tú no me la tenías a pesar de que siempre… estuve esperando por ti— Logró articular entre sollozos.

¡Tú fuiste el desconsiderado! — gritó finalmente con los ojos fuertemente cerrados y sonrojada por el llanto, dejo fluir más y más lágrimas.
Naruto estaba perplejo, efectivamente había sido un idiota, ella tenía razón, tenía razón en todo, no podía ser un engreído como Sasuke y llegar a reclamar algo que siempre rechazó por culpa de una estúpida obsesión. Al verla temblar en su lugar, y con la cara cubierta por sus manos, no pudo más y la tomo nuevamente de la muñeca, al ver el rostro tan frágil de ella no pudo evitar sentirse furioso nuevamente, esta vez, consigo mismo.

Hi-Hinata—habló pero fue interrumpido por una fuerte mano ahora sobre su muñeca.

Al percatarse de que su idiota amigo rubio tenía tomada de esa forma a Hinata y le hablaba fuertemente; se tensó aún más, no podía quedarse ahí, y como si fuera de un segundo para otro, la peli azul se encontraba llorando, no dudó esta vez en intervenir apareciendo junto a éste deteniendo la muñeca del rubio con sus ojos totalmente coléricos y sangrientos.

Ni se te ocurriera tocarla—, al darse cuenta de su intromisión no tardó en llevar sus niveles de cólera a otro mundo no podía evitar perder el control ante el hecho de ver al causante de las palabras que Hinata acababa de decirle y principalmente de los inmensos celos que llevaba sintiendo desde hacía ya tiempo. Hinata se quedó totalmente estática y con los ojos muy abiertos al ver el inmenso enfado que Sasuke demostraba al Uzumaki por medio de su mirada siempre tan intimidante, además de la sorpresa de verlo ahí se encontraba tan confundida ahora ¿Cuánto tiempo llevaba oculto y qué tanto había escuchado? Ella y el rubio estaban tan enfocados en la discusión que ni siquiera notaron que estaba ahí.

Sasuke…— pronunció mientras la soltaba — ¿qué haces aquí? —fingía estar tranquilo pero de nada sirvió, su furia lo delató e hizo que un "tsk" saliera de la boca del azabache.

No puedo creer que seas tan dobe para decirle esa clase de cosas a Hinata… Ella siempre estuvo dispuesta a todo por ti, y sin más la comparas con basuras como Sakura— pronunciaba mientras lo fulminaba con la mirada.

Yo la veía llorar— dijo apareciendo frente al rubio sosteniéndolo de las solapas, seguía con su tono severo y su mirada asesina. Naruto no sabía que responderle, sabía que tenía razón pero su juicio estaba nublado, no pensaba en nada que no fuera tener sus puños contra su estúpida cara de arrogante.

Sasuke-kun…— Hinata lo había llamado pero de nada había servido, él seguía con la mirada fija en el rubio. En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban ambos tratando de golpearse.

000000

Al caer en cuenta de lo que estaba pasando sólo podía pensar que no podía ser verdad, lo que llevaba evitando desde hacía semanas se estaba llevando a cabo y no podría detenerlo, no después de ver los iracundos ojos celestes y carmesíes debatiéndose en un duelo de miradas sin decir una palabra, sabía perfectamente bien que la situación se le había salido completamente de las manos, no podía moverse, no podía decir nada, en sus grandes ojos luna sólo podía reflejarse el temor, temor de ver lastimadas a dos personas que se convirtieron en parte de ella, no soportaría que se lastimaran, menos aún por su culpa.

"No, no… no puede ser" pensaba desesperada la ojiperla mientras trataba de reaccionar, sólo podía quedarse quieta mientras veía como Naruto y Sasuke intercambiaban un sinfín de patadas y golpes, bloqueando y dando, a una velocidad que ella apenas podía verlos como un par de sombras difuminadas moviéndose aquí y allá, no podía ni activar su byakugan para ver si alguno estaba lastimado, simplemente se sentía como una completa inútil y estúpida, todo esto era su culpa. Debía detenerlos. Las cosas se ponían cada vez peor, después del taijutsu utilizarían todo su potencial, estaba segura, conocía a ambos y todo era por su estúpida culpa.

Se detuvieron ambos sosteniendo una parte de su cuerpo, habían logrado lastimarse, las lágrimas sólo pudieron asomarse en sus opalinos ojos, entonces todo pasó muy rápido, ambos furiosos, sharingan contra modo ermitaño, chidori contra rasengan, si no los detenía ahora todo saldría mal. Sin pensarlo dos veces, salió disparada hacia donde ellos estaban a todo lo que daban sus piernas. Antes de que ambos ataques impactaran ella quedó plantada en medio de ambos, y con lágrimas en los ojos sólo pudo pronunciar — Basta… Por favor—.

0

0

0

0

Nota.
Espero que sea del agrado de alguien, poco a poco iré subiendo más capítulos a ver que les parece, acepto opiniones, comentarios, críticas y lo que quieran. ¡Hasta pronto!