Disclaimer: Los personajes de InuYasha no me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takahasi, historia hecha sin fines de lucro.


"Porque, sin buscarte
te ando encontrando
por todos lados,
principalmente
cuando cierro los ojos…"


Se mantenían pegados el uno al otro. Sesshoumaru no contestaba a la confesión de Kagome, lo cual la puso un poco triste, pensó que quizás, esa declaración había venido muy pronto.

Lo único que la azabache atisbó a hacer fue separarse lentamente, dio dos pasos atrás y una mirada ambarina la siguió. Se sintió derrotada.

Sesshoumaru lo notó, ella despedía un olor a tristeza, pero le había dicho la verdad, no sabía que le pasaba. Ya ni siquiera estaba seguro de que él no podía amar, ella llegó a su vida a cambiarlo todo y él ni se dio cuenta hasta ese momento.

Todo lo que quería hacer era abrazarla y decirle que las cosas iban a ir bien, pero no lo haría, el orden de la naturaleza decía que él no podía estar con ella, que se supone que deben odiarse, caminar separados, vivir lejos el uno del otro, servir uno de presa y el otro de cazador.

Pero nada estaba como se supone que debía estar. Los humanos vivían cerca de los youkais, había hanyou por doquier. Él estaba tentando a su bestia interna tan solo con respirar el aroma embriagante que ella despedía, no quería alejarse, no quería verla como presa para comer, sino para poseer en sus brazos.

Y se fue.

Ella lo vio partir, quería preguntarle tantas cosas, pero ninguna interrogante manó de sus labios. Lo único que pudo hacer fue salir ella también, pero al bajar el edificio, en la recepción vio algo que detuvo su andar.

Sesshoumaru estaba frente a una hermosa youkai, ella sabía quién era, por supuesto que lo sabía. Había visto su cara en muchas ocasiones. Parecían molestos, o al menos ella parecía estarlo ya que Sesshoumaru le daba la espalda y no podía ver su expresión.

El ambarino supo de inmediato que Kagome se encontraba a unos cuantos metros de ellos, así que por el bien de todos hizo algo impensable.

Dejó de escuchar los reclamos de Atila, la tomó por su estrecha cintura, puso una de sus manos en su cuello y la besó con pasión fingida.

Atila jamás pensó que fuera por la humana que estaba detrás de su pareja, porque ni siquiera se había percatado de que los veía con lágrimas en los ojos. Ella solo se concentró en darle a su pareja lo que ella pensó que le reclamaba.

Kagome se les quedo viendo tres segundos antes de correr del lugar. Salió a la calle como pudo, chocando con la gente, no quería saber nada, ella estaba consciente de que Sesshoumaru tenía pareja pero jamás le pareció que en verdad la quisiera, que en verdad le gustara. Sino… ¿Por qué la besaría a ella?

¿Por qué la buscaba?

Era una tonta, se dejó en evidencia, prácticamente se le puso enfrente en charola de plata. Ya se imaginaba lo mucho que él se burlaba de ella.

Llego al templo donde residía, se escondió bajo un montón de almohadas, dejando que sus ojos de mar se llenaran de olas que navegaban con fuerza sobre sus mejillas.

Él jamás la amaría, de eso estaba segura.

Pero ella lo amaba, de eso estaba aún más segura.


Sesshoumaru aturdido por las cosas que le pasaban y por querer desahogar sus pensamientos, se llevó a Atila a la cama, le hizo el amor salvajemente, tratando de olvidar, tratando de calmar a su bestia que le imploraba que buscara un aroma a vainilla y se tranquilizara. Porque Kagome olía así, a vainilla.

Pero no podía, estaba metido en la cama con esa hembra que le parecía más vacía que nunca, esperando por encontrar algo de lógica en ese mar de confusión.

Mar….

Mar como el color de sus ojos.

¡Basta! No debía pensar más en ella. Pero no podía hacerlo.

Ya no quería seguir, así que dejo a Atila en la cama, bruscamente la alejo de él cuando ella quiso volver a montársele. Se fue a darse un baño de tina. Ella, con mucho coraje despidió un par de lágrimas. Sabía que algo no andaba bien.

De pronto, vibró el celular del ambarino y ella no iba a contestar, pero esa persona insistía, debía ser algo importante, así que contestó.

-Diga.- nadie contestaba, estaba dispuesta a colgar.

Al otro lado estaba Kagome, ensimismada por escuchar la voz de aquella mujer, era tan grácil, tan sensual y solo había escuchado una palabra manar de su boca. Aparte estaba sorprendida porque jamás le había contestado el teléfono otra persona que no fuera Sesshoumaru.

-¿El Señor Sesshoumaru se encuentra?- Su voz se notaba quebrada, era obvio, había estado llorando.

Ni siquiera supo porque le llamó, parecía adolescente encaprichada y él jamás le había prometido nada.

-Está tomando una ducha, ¿gusta dejar un recado?

-N..no, no se preocupe.- Ni modo que le dijera a su novia que ella amaba a su novio.

-Está bien, disculpe, ¿Quién le digo que le llamó?

-Kagome Higurashi, la arquitecta. Hasta luego, gracias.

A Atila se le hizo extraño el comportamiento de esa mujer, según los rumores la arquitecta del proyecto era una mujer con presencia y palabra, pero eso no le había parecido al escucharla.

Sesshoumaru permaneció 20 minutos más en la tina hasta que el agua dejo de estar caliente y decidió salir, enfrentar a Atila e ir a buscar a Kagome, le debía una plática. Si quiera tendría la decencia de decirle por qué no puede permitirse interesarse en ella.

Y así lo hizo, al salir del baño, solo con unos jeans puestos y su torso descubierto, Atila empezó con su parloteo y reclamos.

-Es que no podemos seguir así.- Dijo ella.

-Tienes razón.- Dijo él, poniéndose una camisa casual.-No podemos seguir así.

-¿Entonces?- Ella lo vio con esperanza.

-Entonces no nos volveremos a ver Atila, realmente no me interesas.- Se puso su Rolex y acto seguido vio la hora.

Atila hirvió en cólera.

-No conseguirás a alguien mejor que yo, soy la única hembra que tienes de opción, te casaras conmigo sí o sí.- Quería matarlo ahí mismo, él se veía como si nada le importara.

-Ya hemos hablado demasiado del asunto, no nos volveremos a ver, es mi última palabra. – Tomó su chaqueta.- Tengo que salir y cuando vuelva no quiero verte aquí o te pesará.- Le dirigió una mirada fría.

Atila lo vio acercarse a la puerta y entonces le dijo…

-Te llamaron a tu celular, Kagome.- Él volvió su mirada de golpe hacia ella, lo cual no pasó desapercibido por la youkai.

-¿Qué quería?

-No dijo, se notaba afectada, puede ser que haya arruinado todo el proyecto de tu compañía.- Atila tentaba con eso, pero Sesshoumaru se fue sin decir nada más.

Tenía que verla. Debía perder un poco su orgullo, no le gustaba saberla triste.

Y así fue, iba a gran velocidad en su auto, rebasando autos, pasándose semáforos, todo por verla, todo por verla aunque sea una vez más.

Sabía que sentía algo por esa mujer, no sabía si era amor porque él jamás lo había sentido, pero no podía permanecer lejos de ella por mucho tiempo y eso debía cambiar, debía dejarla libre, ser feliz con algún humano que le diera la vida que merece, no con alguien como él.

No tardó mucho en llegar al Templo Higurashi, aunque para él esos minutos fueron de agonía.

Tocó la puerta y en cuanto la abrió, una azabache de ojos azules lo enfrentó.

-¿Tú me amas?- Preguntó sin saludarlo. Él desvió su mirada enfocándola a los labios de ella. Labios que ansiaba poseer.

-No, no te amo.- Contestó él, pero no sabía si era cierto, de hecho sus palabras fueron forzadas. Ella no le creyó a pesar de haberlo escuchado.

-Dímelo viéndome a los ojos.- Ordenó.

-Da lo mismo.- Enfrentó sus soles con los mares de ella.

-No te creo, algo sientes por mi.- Se acercó a él, con la intención de besarlo.

-No es amor.- Él se dejó abrazar por ella y la abrazó también.

-Estabas con ella.- Dijo Kagome hundiendo aún más su cabeza en el pecho de él.

-Pensando en ti.- Aspiro el olor de su cabello.

-Eso dicen todos.- Gimió un poco, aguantando las lágrimas.

-Regresé.- Excusó él.

Ella se apartó un poco de él pero sin soltar su abrazó. Carraspeó un poco.

-Escucha.- Dijo ella captando la atención de él.- Si al mundo le quedaran veinticuatro horas de existencia, todas las líneas de teléfono se saturarían de personas que llamarían a alguien para decirle "perdóname" y "te amo".

Él no entendía el punto de ella, así que la dejo continuar.

-Yo te llame porque sentí que a mi mundo le quedaban menos de veinticuatro horas, llamé para decirte "te amo", pero también para escuchar un "y yo a ti".- Se derramaron un par de lágrimas.- Así que no vengas a decirme que lo que sientes no es amor, porque has aceptado mis besos, mis abrazos, los has correspondido y además, has venido aquí a buscarme.

Sesshoumaru no pudo contenerse así que tomó el rostro de Kagome entre sus manos y la besó rápidamente.

-Este Sesshoumaru no sabe qué es el amor, si tú estás segura que lo que me causas es ese sentimiento entonces así lo llamaré, pero no me permitiré hacerte daño estando cerca de mí, la naturaleza lo dicta diferente.

-Al demonio con la naturaleza, ¿quieres estar conmigo?

No se lo esperaba, esa mujer estaba llena de sorpresas. Lo pensó, pensó rápidamente pero también lo pensó bien, todo lo que había pasado, todo lo que sentía, en ella…

-Si.- Dijo apartándole un mechón azabache del rostro de ella.

-Y yo contigo, entonces jamás me harás daño, yo lo sé.- Su voz fue tan segura que él le creyó y su mundo se iluminó.

-Tienes razón, te protegeré.- Y entonces la abrazó más fuertemente que la última vez.

-Entonces no vuelvas a decirlo nunca más.- Ella lo abrazó aún más fuerte sintiéndose segura.

-Te quiero.- Soltó el ambarino para sorpresa de ambos. No era un "te amo", pero se sentía igual.

-Eso sí, eso dímelo siempre.

"No bastaba con amar, también había que decirlo…"

FIN


ANOTACIONES: Disculpen la tardanza :) se han de haber sorprendido que no les avisara que el fin estaba a la vuelta de la página, pero les dije que sería corto. Esto lo hago porque lo quiero dividir en dos fics, cuando se enamoran (que es este) y otro donde ya empiezan su vida juntos, pero no se, como a ustedes les parezca.

Igual y si quieren que le continúe con este fic pues déjenme sus reviews aquí y si hay quienes se interesen por que la continúe entonces lo haré. Por mientras la doy terminada hasta ver sus contestaciones.

Pregunta: ¿Quieren o no Volumen 2?

REVIEWS!

Minako: No me leíste tan pronto, pero aquí tienes el capítulo final del primer volumen :p

Paovampire: Aquí tienes una vuelta mas a la trama :p

Mimato bombon kou: Pues lo que me dijiste de Atila va aplicado al volumen 2 de este fic. Eso siempre y cuando ustedes lo quieran n.n

Joh chan: Gracias n.n

Raquel Cisneros Taisho Okumura: Jamas mandaste el pm u.u pero bueno Sessh ya lo admitió (o algo asi) espero tu respuesta a mi pregunta.

Guest: Pues ya lo termine :p pero si gustas contesta mi pregunta y si quieres le continuo y si no pues asi lo dejamos.

Maria muoz: Hehe me tarde un monton pero aquí tienes. Contesta la pregunta porfis! El volumen 2 tratara de todo el camino que deben de recorrer para formar su familia.

Chovitap: que bueno tenerte por aquí n.n

Yuli: Pues las frases las tomo de las lectoras que las recomiendan, o de alguna que lei alguna vez por ahí.

Aika Sakura: Hola, gracias n.n

Damalunaely: Pues quien no es gelatina con Sessh?

Eliana: Disculpa por tardar, pero aquí vengo de vuelta con más inspiración, si quieres volumen 2 pues contesta a la pregunta!

Vampire Star: Si es extraño, y pues él dice que no puede alejarse de ella.

Bedolla. lau: Si pensó en alejarla pero nomas esta con ella y se pone de faldero. Pues lo del interesado por Kagome lo pondré en el volumen 2 si es que ustedes quieren el siguiente volumen.

KattytoNebel: Disculpe la escritura, es que generalmente nunca los edito, los escribo y conforme voy escribiendo pues voy cuidando la ortografía, cuando acabo los ojeo y si no veo algo a simple vista pues lo publico. Pero ya me tendré con un poco de más cuidado para lo demás que escriba. Gracias por las observaciones y en un tiempito corrijo mis capítulos. Saludos n.n


Juny 6th, 2015