CAPITULO 1

Aquel domingo por la tarde había sido el cumpleaños del pequeño Emmet, cumplía 7 años y la familia había organizado una fiesta en un pequeño salón de fiestas con juegos para los niños. Posterior a la fiesta en el local, los Cullen habían ido a casa de los abuelos a continuar con el festejo.

-Por todos los cielos, estoy agotada- dijo Rosalie dejándose caer en el sofá

-Pues claro que tendrías que estarlo, correr detrás del pequeño Ian toda la fiesta, no es cualquier cosa- le dijo Bella arrullando a su pequeña Elizabeth de meses en sus brazos

-Lo sé, ese niño es la combinación de todos mis hijos y Emmet, nos sacará canas de mil colores- dijo quitándose los zapatos

-Tiene los genes Cullen querida- dijo Alice riendo mientras acomodaba las pequeñas coletas en el cabello de su hija

-Mamá, ¿puedo abrir mis regalos? –pregunto Emmet a su madre

-Claro cariño, dile a papá que los baje del auto – Rosalie le sonrió

-Mamá, ¿papá tiene guardia nocturna?- pregunto Alice a su madre

-No cariño – contesto – pidió permiso, sabes que por sus nietos hace hasta lo imposible

Alice asintió y volteó a la ventana del patio trasero donde Carlisle, Edward, Jasper y Emmet jugaban con Anthony, Charlie, Henry, Evan y Caleb.

-¿Dónde están las niñas?- pregunto Bella, buscando a sus hijas

-Seguramente con Rosemett, en la antigua habitación de Emmet- dijo Rosalie. Rosemeet y Reneesme eran las mayores de la familia, Rosemeet tenía 12 años y Reneesme 10 años.

-¿Cuál es el siguiente cumpleaños por celebrar? – entro preguntando Emmet con su hijo Henry de 9 años, eran dos gotas de agua, cabello rizados, ojos azul grisáceo y de tez pálida y con el pequeño Ian en brazos que era más la combinación entre Rosalie y Emmet. – Si es el cumpleaños de Charlie, le acabo de prometer a mi sobrino regalarle un perro- decía orgulloso

-¡Emmet!- se quejó Bella observando que Charlie entraba sonriente detrás de su tío, el pequeño de 6 años había resultado ser todo un pillo, el carácter tranquilo de sus padres para nada lo había heredado. Edward únicamente venia riendo detrás de su hijo con las manos en los bolsillos y exactamente igual que él venía Anthony.

-Me temo que Charlie tendrá que esperar- comentó Esme que ayudaba a Emmet Jr. con sus regalos- el siguiente cumpleaños no es el de él

-A Charlie no le van a regalar ningún perro- regaño Bella- es alérgico a ellos- explico mientras Edward se sentaba junto a ella y sus hijos corrían junto a los regalos de su primo.

Evan corrió junto a sus primos para ver los regalos del cumpleañero, mientras que su padre y su hermanito entraban tras de él.

-¡Cariño ve tus rodillas! – Exclamó Esme al ver las piernitas de su nieto de 5 años, llenas de moretones o raspones – Caleb, cielo ¿te has caído muchas veces? – preguntó riendo y poniéndose a su altura

-Si- dijo tallándose sus ojos

-Ven aquí pequeño- llamó Alice a su hijo, al ver de nuevo las rodillas del niño

Caleb sonrió y corrió hacia Alice, no sin antes caerse en el camino y ser ayudado por su padre a levantarse para luego seguir su camino. Alice lo miró tomó sus manitas observándolas, estaban rojas de la caída por haberlas metido y luego miró sus rodillas que tenían marcas rojas, algunos moretones y un poco sucias. Volteó a ver a Jasper, quien asintió con la cabeza, insinuándole que si se había caído mientras jugaban fuera. Alice se limitó a suspirar, sonreírle a su hijo quien tosió varias veces y luego besó cada una de sus manos.

-Anda a jugar con tus primos- dijo dándole una nalgada mientras el niño se echaba a correr torpemente

-¿Lo han llevado el médico hija?- pregunto Carlisle mirando a Caleb

-Si- dijo Alice – Lo hemos llevado tres veces al médico por lo mismo, la última vez fue hace dos semanas- siguió diciendo mientras toda la familia prestaba atención

-¿Y?- pregunto Edward

-Nos han dicho, que es normal que los niños se caigan de pequeños –dijo Jasper suspirando- y que muy probablemente necesite zapatos ortopédicos, ya que posiblemente la posición de sus pies provoque sus caídas

-Alice hija, desde que cumplió 5 años Caleb se cae casi a diario- dijo Carlisle preocupado- eso no es normal, ¿el pediatra no le ha mandado a hacer estudios? – pregunto

-No- contesto Jasper, al notar que Alice se ponía tensa – nos dio cita con el ortopedista para mañana, pero ya – dijo moviendo a su pequeña hija quien dormía en una parte del sillón, para que se sentara y la colocara sobre él.

-Bueno- suspiró Carlisle- esperemos entonces a mañana, esperemos que el ortopedista tenga la solución

Alice y Jasper asintieron. Ambos habían comenzado a percatarse de algo raro en Caleb cuando al comer dejo de usar la mano derecha y cambio a la izquierda diciendo que estaba cansado, sin embargo no le tomaron mucha importancia ya que a los pocos días volvió a comer normalmente. No había mostrado nada raro, pero últimamente desde su quinto cumpleaños el niño con frecuencia se caía al caminar, se cansaba fácilmente e incluso le costaba subir las escaleras, mas Alice y Jasper habían ocultado los últimos dos síntomas a la familia.

-Pero bueno no hablemos de preocupaciones vanas, Caleb estará bien, mientras sigamos festejando- dijo Edward reduciendo la tensión del lugar después de la breve platica de su hermana con su padre.

-Así es, Emmet cielo, cuéntanos que te regalaron- dijo Esme, desviando el tema pero sin quitar un ojo de su hija, Alice se veía preocupada.

-Muchas cosas abuela- dijo el niño de 7 años- videojuegos, colores, ropa, juguetes, ¡soy muy feliz! – gritó para que todos se echaran a reír.

Después de la cena, todos se fueron a sus respectivos hogares, el día había sido agotador, les apetecía descansar ya que al día siguiente volverían a la rutina, escuela y trabajo.

-Buen día familia- saludó Jasper, entrando a la cocina donde sus hijos estaban sentados desayunando y su esposa se movía de un lado a otro con una niña apoyada en la cadera

-Buenos días papá- dijeron Evan y Caleb

-Papi- gritó Caroline, desde los brazos de su madre para ir con su padre

-Hola cariño- saludó Alice besándolo y entregándole a la niña- no vayas a manchar el traje de papá pequeña- le dijo a la niña. Jasper trabajaba en un despacho de abogados, era uno de los mejores del lugar e incluso del estado

-¿A qué hora es la cita con el médico?- pregunto Jasper con la taza de café en la mano

-A las diez- contesto Alice sentándose a la mesa

-¿Quién ira al doctor?- preguntó Evan mirando extrañado a sus padre, que el supiera nadie estaba enfermo. Frunció el ceño y miró con sus pequeños ojos verdes a su mamá

-Llevaremos a Caleb- dijo Alice dándole una galleta a Caroline

-¿Me va a dar dulces?- pregunto el pequeño mostrando sus dientesitos

-No lo sé, tal vez- contestó Jasper- solo si te portas bien

-Siempre me porto bien papáa- dijo Caleb rascándose la cabeza

-Me alegra escuchar eso campeón- contesto sonriéndole tiernamente a esos ojos azules idénticos a los suyos.

-¿Iras con nosotros? – pregunto suspirando fuertemente y bajando la mirada

-Lo siento campeón, tengo trabajo- le dijo acongojado y preocupado por el suspiro- ¿te sientes mal Caleb? – pregunto al niño

-No papá- le dijo intentando tomar el vaso de jugo de la mesa, pero solo logró alejarlo un poco más

-Ten Caleb- dijo Evan acercándole el vaso a su hermanito

-Gracias Evan- le sonrió a su hermano mayor y tomó de su jugo

-Bueno es hora de irnos Evan- dijo Jasper poniéndose de pie, su hijo asintió- corre a lavarte los dientes, tu igual Caleb – le dijo a los dos niños y automáticamente Caroline corrió detrás de sus hermanos

-Estoy preocupada- dijo Alice aún sentada

-Tranquila, esperemos que dice el ortopedista, después de eso sabremos si preocuparnos o no- le dijo Jasper besando su cabellera

-Lo sé- susurró Alice bebiendo jugo

-Ya estoy listo- dijo Evan con su mochila ya puesta – adiós mamá – se despidió de su madre con un beso

-Pórtate bien cariño, nos vemos a la hora de la salida- le dijo mientras lo miraba salir corriendo

-Si mamáa, adiós Caleb, adiós Caroline- grito saliendo de la casa

-Nos vemos Ali – dijo Jasper besando a su esposa

-Adiós campeón- dijo poniéndose a la altura de Caleb – pórtate bien ¿sí? Recuerda que te darán tu dulce – dijo besando su mejilla- adiós princesa- beso la cabellera de su hija y salió tras Evan

Alice levantó los platos y limpio la mesa, Caleb y Caroline se habían ido a la sala de estar y habían prendido el televisor, escuchaba las risas de los niños y las palabras de la conversación que mantenían los niños. Alice esbozó una sonrisa satisfecha y justo en el momento en que termino de acomodar todos los platos en la alacena un fuerte golpe llamo su atención.

Corrió a ver a los niños, esperando ver algún objeto en el suelo y seguramente a un lado a Caleb, pero para su sorpresa únicamente había un jarrón hecho pedazos en el suelo, una Caroline intentando tomar otro adorno y un Caleb sentado en un sillón.

-Jalon lompio mamá- dijo Caroline alcanzando otro adorno

-No, no señorita- dijo quitándole el adorno y poniéndolo de nuevo en su lugar, se agacho a su altura- no, más Caroline, con esto no se juega- le dijo a la niña quien rió, mostrando sus pequeños dientes y se tapó los ojos con las manos – pequeña traviesa- dijo sentándola junto a Caleb y yendo a buscar algo con que recoger los restos del jarrón. –Bien niños vámonos- les dijo cuando termino la limpieza.

Agarró las llaves de la camioneta, tomo su bolsa y la mochilita con las cosas de los niños y carga a la pequeña Caroline.

-Vamos Caleb- le dijo al pequeño

-Estoy cansado mamá- le dijo estirando sus brazos- Cárgame – pidió sin intentar bajarse del sillón

-No seas flojito Caleb Whitlock – le dijo al niño y comenzó a hacerle cosquillas – vamos hijo, se nos hace tarde- le dio un beso y lo dejo que pase delante de ella.

Cuando llegaron al hospital bajaron de inmediato y el médico ya los esperaba.

-¿A quién tenemos aquí? – preguntó sonriente el doctor

-Caleb- dijo el niño mostrando sus hoyuelos

-Bien Caleb, ¿Por qué te trajo mamá? – le pregunto al niño mientras Alice, observaba sonriente el interrogatorio

-Porque me caigo- dijo subiendo los hombros

Después de unas cuantas preguntas más, procedió a hacerle algunas pruebas para luego mandarlo a jugar junto con Caroline con los juguetes del consultorio.

-Y bien señora Whitlock – dijo el doctor- el niño está en perfectas condiciones ortopédicas ¿Por qué la han mandado conmigo? – dijo observando a los niños

-¿Enserio?- pregunto preocupada Alice, tal vez en el fondo ella quería realmente que fuera un problema ortopédico- Verá Caleb desde ya hace algún tiempo se cae constantemente, sin motivo alguno, incluso últimamente se queja de cansancio o de que no quiere subir escaleras- decía preocupada- lo llevamos al médico ya varias veces por eso, nos dijeron que eran normales sus caídas y nos mandaron aquí porque seguramente necesitaría ortopedia- decía suspirando y mirando melancólica a la luz de sus ojos

-Ya veo- dijo- bien, no me compete a mi decir esto señora, pero probablemente le tengan que hace estudios al niño, no es normal que le suceda eso, no estaría mal que salga de dudas – le dijo

-Sugiere ¿Qué sean lo más pronto posible? –pregunto mordiéndose el labio

-Absolutamente- mencionó- le repito, solo es para que salga de dudas

-Gracias doctor- le sonrió Alice- ¡Niños vamos!- les dijo a los pequeños, Caroline corrió hasta las piernas de su madre, mientras que Caleb mostró cierta torpeza al correr

-¿Y mi dulce doctor?- preguntó el niño

-Por supuesto, lo había olvidado- sonrió y le entrego una pelota tanto a Caleb como a Caroline

-Gracias- sonrió el niño y se despidió de él con la mano

El resto del día pasó sin ningún inconveniente, la misma rutina de siempre. Después de la tarea y la cena la familia solía salir al porche, tomar el aire y disfrutar un rato.

Alice estaba acurrucada en un sillón colgante con una taza de café en las manos, veía a Evan y Caleb jugar con Jasper, mientras Caroline coloreaba algunos dibujos en el piso.

-No me gusta verte asi- dijo Jasper acercándose a su esposa

-Estoy preocupada Jas- le dijo

-Yo también amor- Jasper se sentó junto a ella y observaron juntos a sus hijos- A mí también me preocupa Caleb

-¿Y si es algo malo Jas? –pregunto escondiéndose en los brazos de su marido

-Esperemos que no- contestó – y si lo es, lo sabremos afrontar- terminó de decir besando la cabellera de su esposa.

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Hola a todos, aquí vengo con otra historia, saben que me gusta el drama y pues esta historia es algo dramática, la verdad estoy entusiasmada con ella, pero realmente el tiempo ahora lo tengo muy limitado con la escuela y el trabajo, sin embargo si me dicen que les agradó el capitulo y que quisieran saber más, con gusto y escribo y publico el siguiente capitulo que déjenme decirles que ya esta dando vueltas en mi cabeza :D

En fin un poquito acerca de la historia, es que creo que se han dado cuenta que esta de moda el ICE BUCKET CHALLENGE pero creo que mucha gente ni siquiera sabe porque y para que es... esta historia tiene un mucho que ver con eso C: